No. No me he cortado la melena. Pero simbólicamente eso estoy haciendo. Mi propio salón de belleza no ofrece cambios mínimos sino radicales. Porque a veces tanto cabello ahoga.
En mi salón de belleza donde la única clienta soy yo se busca que cuando se termine el servicio se respire con más profundidad y finalmente se sonría.
