La condena de la comunidad internacional a la operación bélica de Rusia en Ucrania no es unánime, mientras países no alineados, como Serbia, admiten estar bajo una enorme presión por la postura favorable hacia Rusia.
Según estima el analista político Adrián Zelaia, se trata de una “división del mundo en dos”, con un “bloque emergente” que todavía tiene sus modelos social y económico “en situación de avance”.