Indícios de volta
Ottobre 10, 2012 21:00 - no comments yetdeduções como provas, para
condenações, é ameaça muito
extensa
Um pouco mais ou um tanto menos, conforme o autor do voto no Supremo, a maioria das deduções que preencheram a falta de determinadas provas, ou complementaram provas apenas parciais, faz sentido e é admissível. Como dedução. Só.
As deduções em excesso para fundamentar votos, por falta de elementos objetivos, deixaram em várias argumentações um ar de meias verdades. Muito insatisfatório, quando se trata de processo penal, em que está implícita a possível destinação de uma pessoa à prisão.
O ar de meias verdades que o Supremo esparge, a par de verdades provadas, volta ao seu plenário em alguma medida desagradável.
O ministro Celso de Mello quis dar-lhe resposta técnica, como longo preâmbulo a seu curto voto condenatório.
Não disponho de juristas alemães a citar também, nem me valeria de uma daquelas locuções romanas disponíveis nos bons dicionários.
Logo, não ousaria contestar os doutos da corte suprema. Mas todos os mal preparados podem saber que a atribuição do valor de provas ao que seria, no máximo, indício significa nem mais nem menos do que falta de prova.
Se há ou não há jurisprudência do Supremo para dar a indícios, na falta de poder mudar-lhes o nome, o valor de provas, não se altera esta realidade: indícios são sugestões, não são evidências, contrariamente ao que disse o ministro Celso de Mello.
Indícios são, inclusive etimologicamente, indicações de possibilidades. Não são verdades. Nem mesmo certezas.
No Brasil, o argumento da "insegurança jurídica" é brandido pelo "mercado" sempre que quer proteger privilégios.
A consagração de indícios e deduções como provas, para condenações, é ameaça muito extensa. Ou seja, em muitos sentidos, instala insegurança jurídica verdadeira.
MÉRITO
Ensaísta, crítico literário, professor, ex-diretor da Unesco (por escolha internacional), Eduardo Portella teve papel de grande influência para o fim da ditadura. Ministro da Educação, indicado por quase irresponsabilidade do escritor Guilherme Figueiredo, irmão do general-presidente, Portella extinguiu a política assargentada que o coronel Jarbas Passarinho legara à educação, à universidade e ao trato dos estudantes. Quando o regime se deu conta do que ocorrera, não podia mais fechar a porta outra vez.
Eduardo Portella será homenageado hoje, no Rio, com mesa-redonda sobre sua obra e vida. Merece, sim.
O ERRO
O ministro Ricardo Lewandowski foi interrompido e contestado em seu voto, na semana passada, pelo presidente do STF, Ayres Britto, e depois pelo ministro Marco Aurélio Mello: negara que Marcos Valério figurasse como avalista do empréstimo de R$ 3 milhões ao PT (empréstimo destinado ao próprio PT, não a outros partidos). Lewandowski perturbou-se com a surpresa, e Ayres Britto, papéis à mão, sustentou a negação. Tornou-a causa de críticas, inclusive aqui, ao erro do ministro revisor.
O que seria correção de Lewandowski, na última terça, transformou a divergência em confusão ainda maior. Para encurtar: Marcos Valério assinou o empréstimo como avalista, sim, e Genoino o fez como representante formal do PT. As renovações é que foram avalizadas por Genoino e Delúbio sem Valério.
Janio de FreitasNo Falha
Jornal El País diz adeus a um terço da força de trabalho
Ottobre 10, 2012 21:00 - no comments yetEl periódico El País, líder en difusión de la prensa española, anunció el despido de un tercio de la plantilla - entre 130 y 150 trabajadores -, que serán prejubilados o despedidos, según informó a las trabajadores del rotativo el presidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián. El ejecutivo español les habría dicho en la reunión: “no podemos seguir viviendo tan bien”, al tiempo que les informó que los despidos son irreversibles para garantizar el futuro del diario.
El Grupo Prisa es la empresa editora del diario El País y propietaria de una serie de medios de comunicación y editoriales, como Santillana, Cadena Ser, la XEW de México o Radio Caracol de Colombia, entre otras. El emporio mediático, fundado por el empresario y editor Jesús de Polanco, vive el peor momento de su historia, con una deuda bancaria de más de 4 mil millones de dólares y con unos resultados comerciales cada vez peores.
La debacle del Grupo Prisa inició con la muerte de su fundador, Jesús de Polanco, en 2007. Entonces tomó el timón del emporio el actual presidente ejecutivo, Cebrián, que con una serie de decisiones muy cuestionadas por los propios trabajadores ha situado a la empresa como la más endeudada del sector, además de haber tenido que vender su participación en el todavía boyante negocio de la televisión privada.
Cae publicidad
La caída en el mercado publicitario y la difícil situación económica del país fueron los argumentos que presentó Cebrián ante la plantilla del diario El País, que ha sido el buque insignia del grupo a lo largo de sus más de 35 años de historia y que, a pesar de los malos resultados de explotación comercial, era el único negocio del emporio que no había sufrido ningún tipo de recortes de plantilla.
Cebrián, acompañado del consejero delegado, el financiero Fernado Abril-Martorell, y del director del periódico, Javier Moreno, explicó al comité de empresa, a los sindicatos y a los jefes de sección la débil situación económica de Prisa y, por tanto, del periódico. “No es una cuestión de querer mejorar la rentabilidad. El periódico no puede soportar por más tiempo su actual estructura de costes”, aseguró el presidente ejecutivo, quien precisamente la semana pasada fue interpelado por un grupo de trabajadores despedidos del periódico económico Cinco Días, que expresaron su indignación que los ejecutivos de Prisa despiden a miles de personas mientras mantienen intactos sus salarios, que en el caso de Cebrián ascendió a los 13 millones de euros anuales. Un salario muy superior a la media del resto de los directivos de la prensa española.
Además de la reducción de la plantilla, que supondrá que el El País se realizará con 150 periodistas menos, Cebrián también les advirtió que está en marcha una reducción salarial masiva y una reducción de los costes de elaboración del diario. Los nombres de los trabajadores despedidos se dará a conocer en los próximos días.
El problema de fondo de Prisa es su enorme deuda - 4 mil millones de dólares - y su poco margen de maniobra ante el control que tiene sobre sus decisiones más importantes el fondo de inversión estadunidense Liberty, que asumió el control del grupo a raíz de las continuas renegociaciones financieras con los bancos acreedores. Esto también ha supuesto un viraje cada vez más evidente en su línea editorial, no sólo en América Latina, donde tradicionalmente se ha alineado con los sectores más conservadores de la región, sino también en España, donde incluso ha apoyado los severos recortes aprobados por el gobierno de Mariano Rajoy.
Los despidos en Prisa alcanzan a todas las empresas del emporio. Sólo en los últimos dos años han despedido a más de 2 mil 600 personas y se prevé que la cifra aumente si no se logra llegar a un acuerdo con los bancos acreedores en la próxima reunión para renegociar la abultada deuda financiera.
Chávez proclamado como presidente de Venezuela para período 2013-2019
Ottobre 10, 2012 21:00 - no comments yetEl candidato electo, Hugo Chávez, fue proclamado este miércoles como presidente de Venezuela para el período de 2013-2019 en un acto realizado en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La presidenta del ente, Tibisay Lucena, fue la encargada de otorgarle al mandatario el acta que detalla la totalización de los votos que le dieron la victoria en las elecciones de este domingo.
“Más del 80% del padrón electoral vota en Venezuela por libre convicción y quien no reconozca esto, se condena a quedar rezagado en la historia que escribe nuestro pueblo”, expresó la presidenta del CNE en su discurso previo.
Lucena, destacó este miércoles, que las elecciones presidenciales demostraron nuevamente que en Venezuela se celebra una democracia participativa y protagónica.
Agregó que “no hay reconocimiento alguno si se dice que hay un elector comprado o ignorante, no hay verdadero respeto si no se reconoce la dignidad del otro“.
En tal sentido, Lucena requiere “enterrar la posibilidad de regresar al pasado” y se debe “excluir del debate nacional a la soberbia y el desprecio”.
De acuerdo con el boletín más reciente del CNE, Chávez obtuvo 11,11 puntos por encima de su principal opositor, Henrique Capriles Radonski.
Con las actas escrutadas casi en su totalidad, Chávez contó con ocho millones 136 mil 637 votos, equivalentes a 55,26 por ciento del total, mientras que Capriles obtuvo seis millones 499 mil 575 votos, para 44,13 por ciento.
Como es tradición, los venezolanos se encuentran en las adyacencias del CNE para acompañar a presidente en el acto oficial de proclamación.
Leonardo Boff defende a democracia e José Genoíno
Ottobre 10, 2012 21:00 - no comments yetNão ouço essa rádio, não gosto, porém, hoje, me enviaram o link da fala do professor Leonardo Boff sobre o julgamento do apelidado mensalão e eu não posso me furtar de divulgar uma defesa tão clara da democracia e do José Genoíno.
*A fala do Plínio foi cortada pela própria CBN no link que copiei.
No Maria da Penha Neles!Sem domínio, sem fatos
Ottobre 10, 2012 21:00 - no comments yetTalvez seja a idade, quem sabe as lembranças ainda vivas de quem atravessou a adolescência e o início da idade adulta em plena ditadura. Mas não consigo conviver com a ideia de que cidadãos como José Genoíno e José Dirceu possam ser condenados por corrupção ativa sem que sejam oferecidas provas consistentes e claras. A Justiça é um direito de todos. Mas não estamos falando de personagens banais.
Sei que os mandantes de atos considerados criminosos não assinam papéis, não falam ao telefone nem deixam impressão digital. Isso não me leva a acreditar que toda pessoa que não assina papel, não fala ao telefone nem deixa impressão digital seja chefe de uma quadrilha.
Sei que existe a teoria do domínio do fato. Mas ela não é assim, um absoluto. Tanto que, recentemente, o célebre Taradão, apontado, por essa visão, como mandante do assassinato de irmã Dorothy, conseguiu sentença para sair da prisão. Contra Taradão havia confissões, testemunhas variadas, uma soma impressionante de indícios que não vi no mensalão. Mesmo assim, ele foi solto.
Não estamos no universo do crime comum. Estamos no mundo cinzento da política brasileira, como disse o professor José Arthur Gianotti, pensador do país e, para efeitos de raciocínio, tucano dos tempos em que a geração dele e de Fernando Henrique lia O Capital.
O país político funciona neste universo cinzento para todos os partidos. Eu acho, de saída, que é inacreditável que dois esquemas tão parecidos, que movimentaram quantias igualmente espantosas, tenham recebido tratamentos diferentes – no mesmo tempo e lugar.
O centro desse universo é uma grande falsidade. O mensalão dos petistas, que condenou Dirceu e Genoíno, foi julgado pelo Supremo em clima de maior escândalo da história, definição que, por si só, já pedia, proporcionalmente, a maior condenação da história.
Já o mensalão do PSDB-MG escapou pela porta dos fundos. Ninguém sabe quando será julgado, ninguém saberá quando algum nome mais importante for absolvido em instâncias inferiores, ninguém terá ideia do destino de todos. Bobagem ficar de plantão a espera do resultado final. Esse barco não vai chegar.
O caminho foi diferente, a defesa terá mais chances e oportunidades. Não dá para corrigir.
O PSDB-MG passará, no mínimo, por duas instâncias. Quem sabe, algum condenado ainda poderá bater às portas do STF – daqui a alguns anos. Bons advogados conseguem tanta coisa, nós sabemos…
Não há reparação possível. São rios que seguiram cursos diferentes, para nunca mais se encontrar.
Partindo desse julgamento desigual, eu fico espantado que Dirceu tenha sido condenado quando os dois principais casos concretos – ou provas – contra ele se mostraram muito fracas.
Ponto alto da denúncia de Roberto Jefferson contra Dirceu, a acusação de que Marcos Valério fez uma viagem a Portugal para arrumar dinheiro para o PTB e o PT se mostrou uma história errada. Lobista de múltiplas atividades, Valério viajou a serviço de outro cliente, aquele banqueiro da privatização tucana que ficou de fora do julgamento. Ricardo Lewandoswski explicou isso e não foi contestado.
Outra grande acusação, destinada a sustentar que Dirceu operava o esquema como se fosse o dono de uma rede de fantoches, revelou-se muito mais complicada do que parecia. Estou falando da denúncia de que, num jantar em Belo Horizonte, Dirceu teria se aliado a Katia Rebelo, a dona do Banco Rural, para lhe dar a “vantagem indevida” pelos serviços prestados no mensalão.
A tese é que Dirceu entrou em ação para ajudar a banqueira a ganhar uma bolada – no início falava-se em bilhões – com o levantamento da intervenção do Banco Central no Banco Mercantil de Pernambuco. O primeiro problema é que nenhuma testemunha presente ao encontro diz que eles sequer tocaram no assunto.
Mas é claro que você não precisa acreditar nisso. Pode achar que eles combinaram tudo para mentir junto. Por que não?
Mas a sequencia da história não ajuda. Valério foi 17 vezes ao BC e ouviu 17 recusas. A intervenção no Banco Mercantil só foi levantada dez anos depois, quando todos estavam longe do governo. Rendeu uma ninharia em comparação com o que foi anunciado.
De duas uma: ou a denuncia de que Dirceu trabalhava para ajudar o Banco Rural a recuperar o Mercantil era falsa. Ou a denuncia é verdadeira e ele não tinha o controle total sobre as coisas.
Ou não havia domínio. Ou não havia fato.
Aonde estão os super poderes de Dirceu?
Estão na “conversa”, dizem. Estão no “eu sabia”, no “só pode ser”, no “não é crível” e assim por diante. Dirceu conversava e encontrava todo mundo, asseguram os juízes. Mas como seria possível coordenar um governo sem falar nem conversar? Sem sentar-se com cada um daqueles personagens, articular, sugerir, dirigir. Conversar seria prova de alguma coisa?
Posso até imaginar coisas. Posso “ter certeza.” Posso até rir de quem sustenta o contrário e achar que está zombando da minha inteligência.
Mas para condenar, diz a professora Margarida Lacombe, na GloboNews, é preciso de provas robustas, consistentes. Ainda vivemos no tempo em que a acusação deve apresentar provas de culpa.
Estamos privando a liberdade das pessoas, o seu direito de andar na rua, ver os amigos, e, acima de tudo, dizer o que pensa e lutar pelas próprias ideias.
Estamos sob um regime democrático, onde a liberdade – convém não esquecer – é um valor supremo. Podemos dispor dela, assim, a partir do razoável?
Genoíno também foi condenado pelo que não é crível, pelo não pode ser, pelo nós não somos bobos. Ainda ouviu uma espécie de sermão. Disseram que foi um grande cara na luta contra a ditadura mas agora teve um problema no meio da estrada, um desvio, logo isso passa.
Julgaram a pessoa, seu comportamento. E ouviu a sentença de que seu caráter apresentou falhas.
Na falta de provas, as garantias individuais, a presunção da inocência, foram diminuídas, em favor da teoria que permite condenar com base no que é “plausível”, no que é “crível” e outras palavras carregadas de subjetividade, de visão
Não custa lembrar – só para não fazer o papel de bobo — que se deixou de lado o empresário das privatizações tucanas que foi um dos primeiros a contribuir para o esquema, um dos últimos a aparecer e, mais uma vez, um dos primeiros a sair.
Já perdemos a conta de casos arquivados no Supremo por falta de provas, ou por violação de direitos individuais, ou lá o que for, numa sequência de impunidades que – involuntariamente — ajudou a formar o clima do “vai ou racha” que levou muitos cidadãos honestos e indignados a aprovar o que se passou no julgamento, de olhos fechados.
Juizes do STF emparedaram o governo Lula, ainda no exercício do cargo, em função de uma denuncia – absurdamente falsa – de que um de seus ministros fora grampeado, em conversa com o notável senador Demóstenes Torres, aquele campeão da moralidade que tinha o celular do bicheiro, presentes do bicheiro, avião do bicheiro…o mesmo bicheiro que ajudou a fazer várias denuncias contra o governo Lula, inclusive o vídeo dos Correios que é visto como o começo do mensalão.
Prova de humildade: os ministros do STF também pode se enganar. Apontado como suspeito pelo caso, o delegado Paulo Lacerda perdeu o posto. Dois anos depois, a Polícia Federal divulgou que, conforme seu inquérito, não havia grampo algum. Nada.
A condenação contra José Genoíno e José Dirceu sustenta-se, na verdade, pelo julgamento de caráter dos envolvidos. Achamos que eles erraram. Não há fatos, não há provas. Mas cometeram “desvios”.
Aí, nesse terreno de alta subjetividade, é que a condenação passa a fazer sentido. Os poucos fatos se juntam a uma concepção anterior e formam uma culpa.
A base deste raciocínio é a visão criminalizada de determinada política e determinados políticos.
(Sim. De uma vez por todas: não são todos os políticos. O mensalão PSDB-MG lembra, mais uma vez, que se fez uma distinção entre uns e outros.)
Os ministros se convenceram de que “sabem” que o governo “comprava apoio” no Congresso. Não contestam sequer a visão do procurador geral, que chega a falar em sistema de “suborno”, palavra tão forte, tão crua, que se evita empregar por revelar o absurdo de toda teoria.
Suborno, mesmo, sabemos de poucos e não envolvem o mensalão. Foram cometidos em 1998, na compra de votos para a reeleição. Mas pode ter havido, sim, casos de suborno.
Mas é preciso demonstrar, mesmo que não seja preciso uma conversa grampeada, como Fernando Rodrigues revelou em 1998.
Nesta visão, confunde-se compensações naturais da política universal com atitudes criminosas, como crimes comuns. Quer-se mostrar aos políticos como fazer politica – adequadamente.
Chega-se ao absurdo. Deputados do PT, que nada fariam para prejudicar um governo que só conseguiu chegar ao Planalto na quarta tentativa, são acusados de terem vendido seu apoio em troca de dinheiro. Não há debate, não há convencimento, não há avaliação de conjuntura. Não há política. Não há democracia – onde as pessoas fazem alianças, mudam de ideia, modificam prioridades. Como certas decisões de governo, como a reforma da Previdência, não pudessem ser modificadas, por motivos corretos ou errados, em nome do esforço para atravessar aquele ano terrível de 2003, sem crescimento, desemprego alto, pressão de todo lado.
A formula é tudo por dinheiro é nome de programa de TV, não de partido político.
Imagino se, por hipótese, a Carta ao Povo Brasileiro, que contrariou todos os programas que o PT já possuiu desde o encontro de fundação, no Colégio Sion, tivesse de ser aprovada pelo Congresso.
Tenho outra dúvida. Se este é um esquema criminoso, sem relação com a política, alguém poderia nos apresentar – entre os deputados, senadores, assessores incriminados – um caso de enriquecimento. Pelo menos um, por favor. Porque a diferença, elementar, para mim, é essa.
Dinheiro da política vai para a eleição, para a campanha, para pagar dívidas. Coisas, aliás, que a denuncia de Antônio Fernando de Souza, o primeiro procurador do caso, reconhece.
Decepção. Não há este caso. Nenhum político ficou rico com o mensalão. Se ficou, o que é possível, não se provou.
Claro que o Delúbio, deslumbrado, fumava charutos cubanos. Claro que Silvinho Pereira ganhou um Land Rover. A ex-mulher de Zé Dirceu, separada há anos, levou um apartamento e conseguiu um emprego.
Mas é disso que estamos falando? É este o “maior escândalo da história”?
Os desvios de dinheiro público, comprovados, são uma denúncia séria e grave. Deve ser apurada e os responsáveis, punidos.
Mas não sabemos sequer quanto o mensalão movimentou. Dois ministros conversaram sobre isso, ontem, e um deles concluiu que era coisa de R$ 150 milhões. Queria entender por que se chegou a este número.
Conforme a CPMI dos Correios, é muito mais. Só a Telemig – daquele empresário que ficou esquecido – compareceu com maravilhosos R$ 122 milhões, sendo razoável imaginar que, pelo estado de origem, seu destino tenha sido o modelo PSDB-MG. Mas o Visanet entregou R$ 92,1 milhões, diz a CPMI. A Usiminas – olha como é grande o braço mineiro – mandou R$ 32 milhões para as agências de Marcos Valério. Mas é bom advertir: isso está na CPMI, não é prova, não é condenação.
A principal testemunha, Roberto Jefferson, acusou, voltou atrás, acusou de novo… Fez o jogo que podia e que lhe convinha a cada momento. Disse até que o mensalão era uma criação mental. (Está lá, no depoimento à Polícia Federal).
Eu posso pinçar a frase que quiser e construir uma teoria. Você pode pinçar outra frase e construir outra teoria. Jefferson foi uma grande “obra aberta” do caso.
O nome disso é falta de provas.
Paulo Moreira LeiteNo Vamos combinar