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javier lopez botero

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April 3, 2011 21:00 , by Unknown - | No one following this article yet.

Estos hombres, son nazis verdaderamente nazis

November 10, 2014 23:53, by javier lopez botero - 0no comments yet
 
 
Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros que luchan un año y son mejores, pero hay los que luchan toda la vida esos son los imprescindibles, anunció Mario Benedetti en uno de sus versos más reconfortantes para quienes no se cansan de luchar por sus derechos. Pero también los hay del otro lado. Hombres que hacen daño un día y son absurdos, otros que hacen daño toda su vida, esos son los miserables, son nazis. Sus virtudes del mal están en lo que hacen y en la capacidad para borrar las huellas del daño en versión mejorada del horror nazi. Son astutos, se atrincheran en redes, logias y guetos para autoprotegerse y hacerse respetar y temer, incluso promueven organizaciones paralelas como sindicatos, colectivos, juntas, ONG o plataformas, para vaciar los discursos. Creen firmemente que su misión es curar a impíos, herejes, críticos, comunistas y rebeldes en general de la enfermedad llamada dignidad.
 
Siguen el plan de una matriz de odio incrustada ya en políticas de estado, en programas de instituciones, en acciones específicas para eliminar legalmente a los otros, a sus adversarios. Su trazado es combatir toda forma de pensar y hacer contraria a su interés de sometimiento y control de gentes y territorios. Son partes de un engranaje criminal, unos son determinadores, otros adiestrados ejecutores. Para estigmatizar y mantener el miedo usan cartas anónimas, diseñan pruebas falsas, inventan justicieros. Con el solo anuncio de adelantar en el Congreso un debate político sobre paramilitarismo, en una semana distribuyeron amenazas a 180 defensores de derechos humanos. Entre tanto mantienen la cuota de sangre de un defensor asesinado por semana para que sepan que están ahí y que está vigente la estrategia nazi.
 
Como señalara Luther King, Hitler no hizo nada al margen de la ley, nada por fuera de un particular régimen democrático y una economía de mercado que nadie condenó. La solución final fue el buen ejemplo empresarial, el exterminio presentó indicadores de eficacia y eficiencia favorables a los negocios, logró la mayor cantidad de muertes en un solo instante, sin responsables directos, con bajo costo, con invisibles ríos de sangre y con los rastros de la barbarie borrados.
 
De esos hombres hay cientos todavía, saben pensar el crimen, justificarlo, borrar los rastros y ponerles a sus víctimas la responsabilidad de su muerte. Son hombres despreciables que llevan en sí el sello de lo inhumano, que les permite ser capaces de todo, actuar con obsesión sin límites. Los mueve el sentimiento de desaparecer al enemigo para no dejar rastro. Paramilitares colombianos como el Iguano, Mancuso, Centella, don Mario, el Médico, don Berna, H.H, el Alemán y muchos más que en sus breves confesiones han dicho que no dudaron en tajar trozos de carne humana viva y comerla para deleitar su victoria frente a las víctimas del horror, no se conmovieron al realizar disecciones en la carne viva del enemigo acusado de comunista, guerrillero, colaborador o amigo del colaborador para saciar su odio. Tampoco sintieron vergüenza al cortar las cabezas de sus adversarios y jugar al futbol o abrir en vivo los vientres de embarazadas para sacar el feto enemigo, no vomitaron descuartizando cuerpos de inocentes o cargando víctimas a los hornos crematorios para disminuir las pruebas del exterminio sin rastro.
 
Estos hombres miserables tratan de sacar a sus víctimas del espacio público para eliminarlos en silencio, de a uno, de a pocos, saben la combinación posible entre la ley y sus actos criminales. A esos hombres los paraliza el verbo que los pone en evidencia y les descubre sus imposturas porque sus cuerpos ya no son políticos, son meramente biológicos y no se atragantan con la carne de sus muertes. Añoran otra vez un estado nazi como el que formó a sus héroes. Llevan en sus cuerpos la sustancia criminal. Así sus determinadores no disparen actúan con ansias de someter, de torturar, de vengarse con el otro de su propio y triste destino. Son hombres sin otro, sin humanidad, solo saben hacer daño. Destruyen al otro para ocupar su lugar. Los persigue la culpa de no haber creado su lugar propio en el mundo, viven donde muere el otro, comen su carne para tratar de parecerse a sus víctimas. Son el Caín de sus hermanos para suplantarlos. Nunca están en su lugar, siempre están en el lugar de otro. Su talento es biológico, visceral, enfermizo. Sus conductas son de supervivencia, son cazadores en busca de presa para arrancar el álito de vida de sus víctimas que aliente su miserable existencia que no es fácilmente superable aun con años de tratamiento siquiátrico. Tienen el mal en sus células, no logran enfrentarse a sus propios recuerdos, son obsesivos atados a una terrible depresión que tratan de superar ejercitando su ansia irrefrenable de continuar destruyendo, matando, regando de victimas todos los caminos que logran pisar.
 
Estos hombres para hacer daño y continuar pereciendo honestos, abonan el camino con el terror que causan sus métodos para ganar el silencio y las omisiones de quienes pudieran actuar y no lo hacen por el miedo a ser la próxima víctima y prefieren repetir que no pueden hacer otra cosa que lo que hacen, que omiten para también parecer honestos y dejar abierta la puerta a la inmarcesible impunidad Estos hombres Nazi, en todo caso, terminan rompiendo los vínculos con lo humano y fabrican cadáveres y víctimas, no les interesa ni la vida ni la muerte, solo el cadáver, que pone en entredicho incluso la posibilidad de llamar humano al criminal. No quedan testigos de su obra, solo su propio testimonio, el secreto del hilo conductor de sus crímenes lo llevan ellos mismos y nadie más puede dar testimonio de su miserable tarea destructiva. Quizá vuelva Núremberg otra vez, por lo menos para saber del horror que han provocado esos hombres, nazis incrustados en las paredes de mi barrio, de mi calle, de mi pueblo, de mi entorno en el que habitan también imprescindibles.
 
 P.D. solidaridad a M. Ángel Beltrán colega profesor de la U.N y a todos/as los perseguidos de la academia por su pensar.



http://alainet.org/active/77326



la naturaleza quiere hablar, diciendo, "ahí esta los yanquis, como águila imperial al acecho del caimán del caribe"

November 9, 2014 16:00, by javier lopez botero - 0no comments yet

 

 

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mira que la naturaleza quiere hablar, diciendo, "ahí esta los yanquis, como águila imperial al acecho del caimán del caribe"



LA FAMILIA, UNA INSTITUCIÓN OPRESORA

November 9, 2014 15:39, by javier lopez botero - 0no comments yet

LA FAMILIA, UNA INSTITUCIÓN OPRESORA

La palabra familia viene del latin
(famulus = criado)

 con la cual se hacía referencia al grupo de personas

que dependían de un amo: esclavos o sirvientes.

 Aunque luego incluiría a sus parientes libres.

El ser humano es el único animal que se reconoce a sí mismo como un ente racional y es el que dedica enormes esfuerzos en negar o disimular su origen, como lo demostrara Desmond Morris en su Zoo Humano. No obstante en muchísimas oportunidades, él en realidad, se comporta como cualquiera de los mamíferos, y a veces peor. Las personas se drogan o emborrachan hasta la estupidez, inventan máquinas para matar masivamente a sus congéneres, violan a sus crías y hasta destruyen sus hábitats naturales.

 

"La sagrada familia con pajarito". Pintura de Murillo

Para asegurar su existencia como especie, desde muy niños nos imponen la idea de que nuestra razón de ser en la vida es llegar a constituir una familia. Por medio de las iglesias, los medios de comunicación y los psicólogos, mañana, tarde y noche nos machacan el cerebro diciéndonos que la madurez, la verdadera realización y la felicidad de cada uno de nosotros, sólo se alcanza cuando conformamos un hogar aparte; aquella unidad indisoluble de esposos, casa, carro, hijos y perrito. Por su puesto que los espíritus gregarios, aquellos que sólo se guían por lo que hace la montonera se tragan ese cuento y de forma acrítica hacen lo que sus generaciones anteriores han hecho, se enrolan en la tarea de tener hijos, sin medir para nada las responsabilidades que ello implica, ni sus consecuencias.

 

Todo estaría bien si viviéramos en un mundo ideal, donde las personas fuesen inmunes a las inestabilidades emocionales, donde cada padre estuviese plenamente capacitado para formar la dichosa unidad familiar y se cumpliera sin contratiempos el fantasioso refrán de que cada niño llega al mundo con el pan debajo del brazo. Pero no es así, porque las parejas no evolucionan psicológicamente en la misma dirección, algunos se hacen padres por accidente o son reos de la ignorancia y las crisis económicas aparecen en los momentos menos esperados. Tenemos que reconocer que mientras la masa se debate entre la pobreza y la miseria sólo una pequeña parte de la población es de familias adineradas que pueden contar con seguro médico, un trabajo estable, asesorías pedagógicas y estándares de formación altos.

En términos generales la familia, la convencional, es una carcasa que, hasta el más bruto, puede construir para cumplir con el propósito de reproducir a la especie. Es una carcasa dentro de la cual se difunden las formas de pensamiento social más arcaicas, ligadas al machismo, el patriotismo, la hipocresíael racismo y el individualismo. Por eso muchos plantean que esa institución está en una profunda crisis. La paradoja es que los curas, los periodistas, los políticos y los sujetos de mente estrecha insisten en defenderla por moralismos sociales caducos o por conveniencias mezquinas, como lo hacen los comerciantes. Y mientras tanto cada nueva generación va padeciendo las consecuencias de su estructura opresora y de su descomposición.

 

Ahora bien, ir de los enunciados generales al plano de lo concreto no siempre es fácil porque nuestro entorno está plagado de casos de hogares "disfuncionales" que sustentan su existencia en el deseo de proyectar ante los demás falsas imágenes de "calor de hogar", amor filial y fraternidad. Para prolongar esa idea estereotipada de felicidad la sociedad ha creado los esclavos de las formalidades hogareñas, aquellos que se encargan de las fiestas de cumpleaños, las primeras comuniones, la defensa de las tradiciones populares, las fiestas decembrinas, etc. Empero es tan falsa y dramática la situación que por eso el día de la madre, es la fecha más violenta del año en Colombia.

 



En el ámbito de la sexualidad, tenemos que la familia es una institución diseñada para imponerle a todos los individuos una sola forma entender la vida, centrada en el modelo cristiano- monogámico, pero como las necesidades de las personas son tan concretamente distintas, abundan en su interior de forma soterrada las infidelidades, los divorcios, los incestos, la homosexualidad y la endogamia. Por supuesto que esa lucha entre la represión y los deseos naturales deja unas consecuencias psicológicas nefastas. Así es como millones de seres sufren a diario en silencio, porque deben seguir guardando las apariencias de estar bajo el techo de la Sacro Santa familia feliz. En ello los jóvenes llevan la peor parte pues en esta institución los padres se han constituido en los represores de la sexualidad de sus hijos y en su fanatismo apelan a la manipulación mediante prejuicios y castigos de diversa índole. Es de suyo que a la niña que tiene dos novios se la trata de prostituta, mientras al niño mujeriego se le exaltan sus dotes, por ser un macho potente. Y en materia de prejuicios ni hablar de hacer el amor en la cama de los padres,  ¡horror de los horrores!. Aunque padres con sus amantes clandestinas e hijos con sus novias se pueden deleitar en la misma cama de un motel y no pasa nada.

 

Esta caduca organización social, hoy se sigue promoviendo desde el Estado y las iglesias porque la “familia moderna” es la proveedora y renovadora de la fuerza laboral que necesita el sistema económico. Para el capitalismo es una gran institución porque ayuda a que el peón sobreviva en la miseria, al tiempo que los convierte en prisioneros de la sociedad de consumo. Ya los esclavos de hoy ven como normal que se asocie, en navidad, la felicidad con el acto de comprarle a sus seres queridos cuanta chuchería provea el mercado. Con los nuevos estándares de realización en la mercancía, los jóvenes son presionados por la familia a integrarse lo más rápidamente posible como peones de baja calificación profesional al sistema general, y lo hacen, supuestamente, para ayudar al bienestar del hogar. Pero prontamente cansados de ser explotados y humillados por sus padres los jóvenes se desesperan por cumplir con los roles sociales que les han sido asignados y pasan a la reproducción del ciclo: se casan, tienen hijos, buscan comprar la casa, el carro y el perrito.

El actual ideal de familia es la que logra que el animal humano interiorice el miedo al "Qué dirán", un principio fundamental que hace posible que los individuos pierdan la libertad desde su propia conciencia. Es la familia una unidad particular de la sociedad, dotada de una fuerza avasalladora tan impresionante que solo unos pocos pueden escapar de esa trampa de miseria. De ahí que los hijos de los alcohólicos muy probablemente salgan drogadictos o delincuentes, los descendientes de los amantes de la trivialidad salgan egoístas e idiotas del consumismo. Los padres que no se preocupan porque sus críos tengan una mesa donde estudiar, una biblioteca digna y el apoyo moral necesario, lo único que consiguen es que sus hijos sufran las consecuencias de no tener valores, ni una formación de calidad. Por el contrario da gusto ver los casos de padres profesionales que logran hacer que sus hijos sean seres pensantes y no se conviertan en meras fichas del sistema. Sobre este asunto vale la pena leer a Pierre Boudieu, porque él explicó muy claramente que los ambientes familiares son claves en la determinación de las formas del ser y del pensar de los sujetos, en razón a las categorías del hábitus y por las diferencias que se dan en la apropiación de las tipos de capital (social, simbólico, económico y cultural).

De manera que en el seno de esta familia se forman o se refrendan muchas de las ideas y prejuicios sociales que hacen infelices a millones de personas (aunque también se puede ser feliz en la alienación). Darse cuenta de que en nuestro cerebro nos han incrustado los principios de nuestra propia desgracia es una de las tareas más difíciles que una persona puede resolver, pero cuando se alcanza es factible conquistar la libertad. Y sólo en la independencia espiritual de los demás es que podemos empezar a construir nuestra identidad, la autoestima y/o la buena vida.

http://cesararturocastillo.blogspot.com/2014/06/la-familia-una-institucion-opresora.html



;10 Estrategias de Manipulación” que utilizan para hacernos un ganado arreado

August 26, 2014 19:44, by javier lopez botero - 0no comments yet

El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” que se utilizan, a través de los medios, para arrearnos:

Noam Chomsky

1. La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”) "El terror se basa en la incomunicación y el aislamiento " (Rodolfo Walsh)

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: Dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana (Delincuencia), u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de, estrictas, políticas y leyes de seguridad en perjuicio de su propia libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales, privatizaciones y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos (Como se viene haciendo con ciertas privatizaciones). Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado de bienestar mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si se hubiesen aplicado de una sola vez.

4. La estrategia de diferir Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa, pero necesaria” (Como la actual reforma a la edad de las pensiones del Gobierno y la oposición española), obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “después de esto todo irá a mejor y el sacrificio podrá ser evitado”. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad o enfermos mentales

La mayoría de la publicidad televisiva dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y una entonación particularmente infantil, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más grande sea el engaño al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantil. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos años de edad" (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”).

6. Utilizar el aspecto emocional más que reflexivo Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar Shock, una suerte de corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. (Ejemplo mostrar una y otra vez a víctimas de un desastre, un atentado o de una crisis económica, para utilizarlas como justificante y así llevar a cabo “Decisiones impopulares, pero necesarias”) Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos… “El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Nada grande se puede hacer con la tristeza” (Arturo Jauretche)

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad Hacer que el público sea incapaz de comprender las técnicas que influyen directamente en él y los métodos utilizados para su control y esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible con el acceso a la menor cantidad de información verdadera, de forma que la distancia de la ignorancia que se planea entre las clases inferiores y superiores parezca, sea y permanezca inalcanzable para las inferiores"

“La mayoría de los profesores enseñan hechos, los buenos profesores enseñan ideas y los grandes profesores enseñan cómo pensar” (Jonathan Pool)

“La ignorancia es el peor enemigo de la civilización, y la ignorancia suele ser, en sus efectos, tan malvada como la propia maldad” (Eugenio María de Hostos)

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad Promover al público a creer que es “La moda” ser simple, estúpido, vulgar e inculto. Instando a tratar como a “Bicho raro” a quien piensa más de la cuenta. ¿Irónico no?

9. Reforzar la auto-culpabilidad Hacer creer, al individuo, que él es el único culpable de su propia desgracia, por causa de su poca inteligencia, mínimas capacidades, o de su insuficiente esfuerzo. Así, en lugar de rebelarse en contra del injusto sistema económico en el que vive, el individuo se auto-desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción.

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “Sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder de manipulación y utilización de los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.



Médico voluntario noruego: “Obama, le invito a pasar una noche en Gaza”

July 29, 2014 23:20, by javier lopez botero - 0no comments yet

Mads Gilbert en Gaza.

“Estimado Obama, ¿Tiene usted un corazón? Le invito a pasar una noche, solo una noche, en el hospital de Shifa”, dijo el cirujano noruego Mads Gilbert en su carta.
Gilbert, que le dirigió la pregunta a Obama, anunció al mundo las condiciones en Gaza mediante una carta.
“Nadie con un corazón y poder podría alejarse y dar la espalda a lo que se vive en el hospital en Shifa sin tomar la decisión de poner fin a la masacre del pueblo palestino”, agregó Gilbert en su carta.
Queridos amigos y amigas:

La noche pasada fue extrema. La “invasión terrestre” de Gaza resultó en decenas de furgones con palestinos y palestinas con todo tipo de heridas, mutilados, destrozados, desangrándose, temblando; de todas las edades, todos civiles, todos inocentes.
Los héroes en las ambulancias y en todos los hospitales de Gaza están trabajando turnos de 12 y 24 horas, grises por el cansancio y la carga inhumana de trabajo (sin haber recibido ningún pago en Shifa en los últimos cuatro meses). Ellos atienden, derivan, tratan de entender el incomprensible caos de cuerpos, de tamaños, de miembros, de seres humanos que caminan, o no pueden caminar, que respiran, que no pueden respirar, que se están desangrando, y que no se desangran. ¡SERES HUMANOS!
Hoy, una vez más tratados como animales por “el ejército más moral del mundo” (sic).

Mi respeto por los heridos es infinito, en su sobria determinación en medio del dolor, la agonía y el shock; mi admiración por el personal y los voluntarios es infinita también; mi cercanía al sumud palestino me da fuerzas, aunque por momentos solo quiero gritar, abrazar fuerte a alguien, llorar, oler la piel y el cabello cálido de un niño cubierto de sangre, protegernos a nosotros mismos en un abrazo sin fin… pero no nos podemos permitir eso, y ellos tampoco.

Caras cenicientas… ¡Oh, no! No más cargas de decenas de mutilados y sangrantes… todavía tenemos lagos de sangre en el suelo en la sala de emergencias, pilas de vendas empapadas en sangre para limpiar… Oh, los limpiadores… en todas partes, quitando rápidamente la sangre y los tejidos descartados, el pelo, la ropa, las cánulas… los restos de la muerte… todo quitado del medio… para ser preparado nuevamente, para que todo se repita.Más de 100 casos llegaron a Shifa en las últimas 24 horas. Ya bastante para un gran hospital bien entrenado y equipado con todo lo necesario, pero aquí… casi no hay nada: no hay electricidad, ni agua, ni materiales desechables, ni medicamentos, ni mesas de operación, ni instrumentos, ni monitores… es como si todo hubiera sido sacado de museos de hospitales del pasado. Pero estos héroes no se quejan. Ponen manos a la obra, como guerreros, de frente, inmensamente resueltos.
Y mientras les escribo estas palabras, solo, en una cama, derramo lágrimas, cálidas pero inútiles lágrimas de dolor y de pena, de enojo y de miedo. ¡Esto no puede estar pasando!
Y entonces, justo ahora, la orquesta de la máquina de guerra israelí comienza de nuevo su espantosa sinfonía: salvas de artillería desde los barcos de la marina en la costa, los rugientes F16, los drones enfermantes (los “zennanis” árabes), los hummers y los molestos Apaches. Todo, demasiado, hecho y pagado por los Estados Unidos. Señor Obama: ¿tiene usted corazón?
Yo lo invito: pase una noche, solo una noche con nosotros en Shifa. Tal vez disfrazado de limpiador.

Estoy cien por ciento convencido de que cambiaría la historia. Nadie con corazón Y –además– con poder, podría marcharse de una noche en Shifa sin la decisión de ponerle fin a la masacre del pueblo palestino.

Pero los crueles y despiadados han hecho sus cálculos y han planeado otro ataque sobre Gaza.

 

Los ríos de sangre van a seguir corriendo la próxima noche. Puedo escuchar que han afinado sus instrumentos de muerte. Por favor. Hagan lo que puedan. Esto, ESTO no puede continuar.