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De la Directiva de Obama al discurso de la UPEC. Por Javier Gómez Sánchez

21 de Julho de 2018, 9:53 , por La pupila insomne - | No one following this article yet.
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javiergosanchez09@gmail.com

Para todo el que conozca la evolución del enfrentamiento de ideas en Cuba en los últimos años, ocurrido principalmente en Internet, no cabe dudas de que la intervención del Presidente y Miembro del Buró Político del PCC, Miguel Díaz-Canel, en la clausura del X Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, puede considerarse una referencia fundamental respecto a la estrategia estadounidense hacia la Isla.

El discurso marcó definiciones en el debate interno sobre cómo asumir el desarrollo desde los Estados Unidos y sus aliados, de un nuevo tipo de contrarrevolución cubana, y fabricar una “izquierda no comunista” anti fidelista,  todo esto aprovechando tanto el ambiente de debate que acompañó las Reformas emprendidas por Raúl Castro a partir del 2007 y que este año dará fruto en una Reforma constitucional, como también lo que Díaz-Canel llamó  “el paraguas de mejores tiempos en las siempre frágiles relaciones con el vecino poderoso que nos desprecia”.

Si se buscara un punto de partida o referente desde el cual analizar la significación de la exposición pública hecha por el dirigente político cubano, por sus características y efecto, me parecería encontrarlo en la emisión de la Directiva Presidencial firmada por Barack Obama, que oficializaba y hacía pública esa nueva estrategia para Cuba. La presentación y puesta en vigor de esa Directiva se hacía con todo el descaro del método de ¨transparencia”.

Obama –que movía la zanahoria ante nuestros ojos sin eliminar completamente las partes del bloqueo que le permitía su poder como Presidente, mientras estrangulaba a Venezuela-   quedó atrás  y ha transcurrido el tiempo suficiente desde que el actual presidente de EE.UU, el republicano Donald Trump, emitiera su discurso en el Teatro Manuel Artime empujado por la derecha tradicional de Miami y derogara la Directiva, volviendo al lenguaje abiertamente agresivo. Aunque simplemente lo que ha ocurrido es que la estrategia de injerencia demócrata no desapareció, sino que pasó a un plano de trabajo más discreto.

Si se puede hablar de una involución en cuanto a la estrategia de injerencia imperialista  entre lo que fue el discurso de Obama en la Habana y el de Trump en Miami, se puede hablar también de una evolución en la estrategia de defensa cubana ocurrida entre la firma de la Directiva obamiana y el discurso de Díaz-Canel en la UPEC, sin dejar de tomar en cuenta otras referencias anteriores hechas por el actual Presidente y por Raúl Castro desde enero de 2014 al tema.

Aunque con excepción del video al que algunos se han referido, nunca antes se había hecho de forma tan directa ni ante la concurrencia nada menos que de los representantes del ámbito periodístico, uno de los sectores de la sociedad cubana sobre los que más se ha enfocado el trabajo de búsqueda de influencia.

Ante el discurso, se ha intentado seguir manteniendo la fantasía de que el Presidente está rodeado de gente tenebrosa y mal intencionada, de fanáticos y fundamentalistas extremos, a la par de oportunistas, ¨con acceso a su círculo más cercano¨ y que increíblemente tienen una gran influencia sobre él. Si alguien completamente crédulo leyera lo que ha sido publicado en los días posteriores, terminaría convencido de que el Presidente compareció ante la UPEC en estado de hipnosis para leer un papel que manos siniestras le pasaron en el último minuto. Por supuesto, todo eso con la intención de perjudicarlo…. La falta de respeto a la inteligencia promedio y  a la del propio Presidente, -la cual debe estar bastante por encima del promedio, pues de no ser así difícilmente pudiera ocupar ese cargo- es asombrosa. La táctica es crear la imagen de que el Presidente sí quiere ir por otro camino, pero obedece a presiones … algo que sólo ellos se creen.

No puedo encontrar una contradicción mayor proveniente de quienes un día publican una foto de tiempos pasados junto al actual Presidente y al día siguiente lo subvaloran.

(Hablando de subvaloraciones: Hago un paréntesis para mencionar que la frase del personaje de Hamlet, la famosa Ser o no ser, tuvo un uso acertado por el Presidente,  pues el personaje del Príncipe habla en un momento del escape del suicidio, pero lo hace ante el conflicto de vengar o no la muerte de su padre, envenenado por su tío Claudio para usurpar el trono y que es el actual Rey de Dinamarca, la cual se encuentra ante una inminente invasión proveniente de Noruega. Tal vez Shakespeare debió haber escrito Se tienen o no se tienen…. Superar la ambigüedad es un reto que no todos han sido capaces de asumir, tal vez preferirían como Ofelia saltar a un río que identificarse con una de sus dos orillas. Y posiblemente sí, el Presidente pudo haber usado otra frase, pues ante el carácter de los ¨nuevos revolucionarios¨ y el generoso financiamiento estadounidense de viajes, eventos y webs, junto al otorgamiento de becas, pudo haber dicho la segunda frase más famosa de la obra: ¨Algo huele a podrido en Dinamarca¨

La tendencia a crearse a sí mismos una ficción que sería la envidia de Walt Disney no es nueva. La utilizan cada vez que la realidad se les vuelve incómoda. Me referí a eso en “Una respuesta para La Joven Cuba, muy a principios del 2017:

¨Entonces buscó el habitual refugio psicológico, la fantasía de que todo es una campaña contra él, la convicción delirante que todo es generado por manos tenebrosas en la UJC, por mentes perversas en el Comité Central, en la casa de Iroel, por gentes que se reúnen para conspirar contra él. Una conjura donde todo es fabricado, todo lo que se dice es un invento, absolutamente todo. Una conspiración, eso…una difamación. Lo hacen porque no tienen argumentos. ¿Ustedes no se habían dado cuenta antes? Claro, es por eso que lo hacen.¨

Si se leen las reacciones que se han publicado en estos días posteriores al discurso, en casi todos los textos se hace uso de esa fantasía conspirativa como refugio psicológico. Se recurre a los fantasmas del Quinquenio Gris, de Pensamiento Crítico, del CEA, de la parametración, de la UMAP,  todo, todo a lo que puedan echar mano para idearse un martirio con divina recompensa, aunque no venga al caso, se lo echan encima. El objetivo es presentar como intolerancia a la libertad de expresión y la pluralidad de criterios lo que en el propio discurso de Díaz Canel es un rechazo a la estrategia injerencista de los Estados Unidos y algunos gobiernos europeos.

 Incluso alguno ha llegado en su delirio a tomarse para sí toda la referencia del discurso. ¿Acaso tendrá tan incorporado el lagrimeo como parafilia, que en el fondo aspira a la leyenda de que el Presidente “habló” de él? Hay quien tiene tanta vocación de víctima, de auto asignarse comparaciones con personajes históricos, que no quiere compartir el fatalismo con los demás, pues lo necesita todo para su discurso

Tal vez sueñan con una reivindicación en una Cuba futura, cuando les pidan disculpas, o mejor, cuándo les den las gracias por los servicios prestados… justo antes de darles una patada cuando ya no son necesarios.

Sin embargo, sin renunciar a la fantasía ilusoria, se va notando que en los mismos textos se comienza a asumir la realidad. Más bien con resignación. Quedaría por ver cómo funciona ante una lucha sin máscaras un aparato mediático y un sector político que fueron pensados para todo lo contrario.

 

 

 


Fonte: https://lapupilainsomne.wordpress.com/2018/07/21/de-la-directiva-de-obama-al-discurso-de-la-upec-por-javier-gomez-sanchez/