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Mi generación. Por Víctor Angel Fernández

12 de Agosto de 2020, 17:26 , por La pupila insomne - | No one following this article yet.
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Tengo que reconocerlo, mi generación y los de sus alrededores cercanos, fuimos muy “malcriados”.

¿Usted se preguntará por qué?

Hay que reconocerlo. Pasamos mucho trabajo y también muchas incomprensiones. Fuimos los protagonistas de muchos experimentos, donde existieron victorias y derrotas. Fuimos los primeros en una escuela al campo y después llevamos las libretas para Camagüey, con clases y exámenes incluidos. Por último nos tocó fundar las Escuelas en el Campo.

En La Habana, fuimos del Cepero Bonilla, una institución en aquella época para promover talentos, Después fuimos de la Escuela de monitores de Vento y por último de La Lenin.

Los de un poquito antes de nosotros, estuvieron en la alfabetización, en Girón y en la limpia del Escambray. También con nosotros se llenaron la Columna Juvenil del Centenario y luego el Ejército Juvenil del Trabajo.

Así empezaron en Argelia las misiones médicas

Con los de antes y con nosotros y con los de después, sumamos 300 mil internacionalistas en misión militar.

El “problema” estaba en que para convocarnos a todas esas tareas, estaba el ejemplo del que dijo que en 1956 seríamos libres o mártires. El que saltó primero del Granma lidereando 80 hombres sin dejar a nadie en el camino, aunque se pusiera en peligro la misión. Aquel “loco” que predijo ganar la guerra al tener una decena de fusiles y que siempre tuvo la costumbre de “malcriarnos” con su ejemplo.

También nos educó de esa forma, viéndolo dirigir la batalla de Girón, no desde la distancia, sino desde el mismo centro de la candela y allí estaba en la orilla de la playa, junto a los que pidió mojar sus pies en las aguas de Playa Girón antes de 72 horas.

Nos malcriaba al cortar caña con nosotros, al jugar baloncesto con nosotros, al dejar de fumar su sempiterno tabaco, pues no podía combatir algo, sin dar el ejemplo.

Estaba el primero en la escalerilla del avión recibiendo a los trabajadores que venían de Granada. Recibiendo a los deportistas que cumplieron al venir con el escudo o sobre el escudo.

Lo vimos en el Flora subido en un carro anfibio. Lo vimos en un túnel del frente de liberación en Viet Nam del Sur, en plena guerra contra los EEUU. Lo vimos siendo el objetivo más buscado por todos los poderes del imperio, como también lo vimos el 5 de agosto de 1994 en el mismo medio de San Lázaro y Galiano, cuando las piedras y los palos recorrían el aire.

Aprendimos a sacrificarnos, porque siempre supimos que era muy fácil encontrarlo. Sólo había que levantar la vista y mirar al frente. Allí, el primero de la primera fila era él.

Como siempre digo. A nuestra generación no ha sido necesario tocarle dos veces a la puerta, para, al decir del poeta, seguir dándole a la vida sueños.

Felicidades, Comandante. Gracias por habernos criado de esa forma con tu ejemplo.


Fonte: https://lapupilainsomne.wordpress.com/2020/08/12/mi-generacion-por-victor-angel-fernandez/