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La pupila insomne

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La pupila insomne

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Licenciado sob CC (by)

La pupila insomne en 2016

31 de Dezembro de 2016, 15:05, por La pupila insomne

2016 comenzó  siendo el único año en que recesó varias semanas este blog, obligado por una escaramuza de salud de la que regresamos pronto y bien, y concluyó con la confirmación de las primeras palabras que publiqué aquí, el 31 de julio de 2010

Cada día que Fidel no esté, será un día de derrota para los Estados Unidos, un día en que se recuerde que no pudieron vencerlo ni con la guerra, ni con el asesinato; ni con el bloqueo económico, recrudecido después de la caída de la Unión Soviética. Esa será la victoria definitiva de Fidel frente al imperialismo.

Gracias a quienes nos han acompañado enviando sus colaboraciones, compartiendo nuestros posts, leyendo y comentando en el blog, asistiendo a nuestra peña o disfrutando el programa de televisión La pupila asombrada que en los últimos 12 meses mejoró su factura y aumentó su alcance. Gracias también a los ineptos censores que intentaron silenciarnos en las redes sociales y terminaron tributándonos más seguidores y mejor posicionamiento de nuestros contenidos. 

Para todos y todas repetimos las palabras que dejamos aquí en la madrugada insomne del 25 al 26 de noviembre de 2016: ¡Viva Fidel por siempre

Nos vemos en 2017. 

 




EEUU vs Fidel Castro: Del trauma a la obsesión (video)

30 de Dezembro de 2016, 11:56, por La pupila insomne
Una emisión especial de La pupila asombrada con imágenes exclusivas de los días en que Cuba despidió al líder histórico de su Revolución. Fabián Escalante, ex Jefe de los servicios de seguridad cubanos, relata los intentos de EEUU por asesinar al Comandante Fidel Castro. Con música de Silvio Rodríguez, Santigo Feliú y Sara González, un testimonio inédito de qué pasó con el Dúo Buena Fe en la Universidad de La Habana después del acto de tributo a Fidel en la Plaza de la Revolución,  junto a secuencias memorables del legendario filme Soy Cuba de Serguéi Kalatozov. 

 




Nuevo libro sobre base naval estadounidense en Guantánamo

29 de Dezembro de 2016, 11:07, por La pupila insomne

Título: Base Naval en Guantánamo. Estados Unidos versus Cuba, Ocean Sur, 2016

Autores: Ernesto Limia Díaz, Elier Ramírez Cañedo, Harold Bertot Triana y René González Barrios.

Presentadores: Gerardo Hernández Nordelo y Fernando González Llort Día: Viernes 6 de enero

Lugar: Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” (ISRI). Calle Calzada No.308 esq. H, Vedado. Hora: 2:30pm

gitmoCuatro autores cubanos de distintas generaciones se reúnen en este volumen para aportar cuatro reveladores ensayos sobre la base naval en Guantánamo. La Editorial Ocean Sur pone a disposición del lector en esta ocasión, diversos acercamientos que desde la Historia y el Derecho, demuestran la verdadera naturaleza de un conflicto que ha persistido durante más de noventa años.

Según declara su prologuista, el profesor y diplomático Jorge Bolaños Suárez: “Este libro sale a la luz oportunamente, en un momento en que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos una vez restablecidas, transitan por un largo y no menos complejo proceso en el que precisamente el tema de la base naval constituye un asunto de interés nacional y de imprescindible solución para arribar a la eventual normalización de los vínculos que merecen nuestros pueblos”.




Los economistas, el abrelatas y los taxistas. Por Desiderio Navarro

28 de Dezembro de 2016, 20:36, por La pupila insomne

En la tarde y noche del pasado día 20 de diciembre, circulé una nueva entrega de Meditar, consistente en el artículo “La reacción como progreso: Los economistas como intelectuales”, del sociólogo húngaro József Böröcz, en una traducción mía del inglés, acompañada de una breve nota inicial. Ya a la mañana siguiente, supe que ambas habían sido reproducidas por Iroel Sánchez en su blog La pupila insomne (https://lapupilainsomne.wordpress.com/2016/12/21/meditar-la-reaccion-como-progreso-los-economistas-como-intelectuales-de-jozsef-borocz-por-desiderio-navarro/). Y, dos días después, sobre la base de esa reproducción, ya el economista cubano Pedro Monreal publicaba en Cuba Posible un artículo titulado “Los economistas, sus detractores y el abrelatas” (https://cubaposible.com/los-economistas-detractores-abrelatas/) y consagrado a debatir con supuestos detractores de los economistas en general, y de los cubanos en particular, a propósito de los textos reproducidos en La pupila insomne.

Pedro Monreal dedica todo un extenso párrafo inicial a contar un gastado chiste sobre economistas, lo que en este contexto sólo tiene una función retórica: la de captatio benevolentiae, ganarse la disposición favorable del lector, pues en ningún momento en mi nota inicial o en el texto de Böröcz los economistas son “material de inspiración” para ningún comentario humorístico. Por otra parte, ese chiste sobre el supuesto abrelatas imaginario y, por ende, ineficaz, inoperante, de los economistas en modo alguno puede ser mencionado “a propósito de” el contenido del texto de Böröcz, puesto que precisamente a él le interesa el papel influyente de ellos como “agentes clave” de la reforma y la transición, “actores sociales involucrados profundamente en la política”. Si hemos de hablar en los limitados términos del chiste, diríamos que Böröcz reconoce que los economistas húngaros tenían un abrelatas real, no supuesto, pero a él lo que le interesa es cómo ellos van cambiando de ideas o de discurso —y tratando de que también los otros cambien— sobre cómo se debe distribuir el contenido de la lata.

Llamarle reiteradamente “prólogo” a lo que no es más que una brevísima nota informativa inicial —lo que se solía llamar un chapeau, un solo párrafo de tres oraciones y 17 líneas en total, es ya un tendencioso abuso del lenguaje, destinado a magnificar mi texto de manera que se justifique el reproche por el no cumplimiento de tareas de prólogo y la extensión triple de su artículo, que se dedica a impugnar una serie de afirmaciones que no figuran en mi nota.

Según Monreal, “Böröcz no está bien informado respecto a los debates auto-reflexivos sobre la naturaleza de las ideas económicas”, “ilustra que se puede ser sociólogo y no estar informado acerca de las discusiones que sobre la naturaleza de las ciencias económicas vienen ocurriendo desde la primera mitad del siglo XIX”. Por ende, los autores en que él se basa en lo que respecta a la historia de la problemática (cf. su nota 4) —en particular, Philip Mirowski, autor de Más calor que luz: La economía como física social (1989)— también estarían “en cueros” sobre esos debates, y por eso sostienen que “La economía, a lo largo de su historia, se ha descrito a sí misma, efectivamente, como la ciencia desapasionada, transparente, de la ‘sociedad-como-naturaleza’”. Monreal, al afirmar que “Quienes hayan cursado la asignatura ‘Historia del pensamiento económico’ en cualquier universidad cubana entienden el asunto sin mayores complicaciones”, está abriendo la posibilidad de un nuevo turismo académico estadounidense a través del cual personalidades como el propio Philip Mirowski, Presidente precisamente de la Sociedad estadounidense de Historia de la Economía, y los miembros de ésta, vendrían a aprender Historia del Pensamiento Económico en cualquier universidad cubana. Más de una vez me ha tocado oír de cubanos descalificaciones absolutas y recomendaciones implícitas o explícitas parecidas: a fines de los 80, en un evento internacional de Criterios, un conocido intérprete cubano de entonces aseveró que Fredric Jameson, conferenciante del evento, no sabía inglés y debía venir a la Escuela de Letras de La Habana a aprender esa lengua, refiriéndose, sí, al mundialmente célebre filósofo y teórico estadounidense del arte y la cultura, doctorado en Yale, profesor en Harvard y Duke, Premio Lowell de la Asociación de Lengua Moderna.

Monreal insiste enfáticamente: “En modo alguno los argumentos de Böröcz tienen validez universal. Es decir, no se está hablando de los economistas en general sino exclusivamente de los economistas húngaros de la ‘transición’”; “(…) el resto del texto es interesante, aunque de ninguna manera debe ser asumido como un argumento generalizable a toda la ciencia económica”; “(…) ni la lectura de un texto como el de Böröcz es directamente relevante para el debate económico y político en Cuba”. Ahora bien, en ningún momento, ni yo ni Böröcz afirmamos que los argumentos de este último tuvieran validez universal, ni, mucho menos, que “debieran” ser asumidos como argumentos generalizables a toda la ciencia económica. Y ninguno de los dos mencionamos a Cuba o a los economistas cubanos como elementos abarcables por alguna generalización extraeuropea. El propio Böröcz se encarga de dejarlo bien claro, haciendo superflua cualquier insistencia de Monreal en ese sentido:

“El propósito de este capítulo es investigar, en gran medida in abstracto, la postura epistémica del grupo de productores de conocimiento comúnmente —aunque imprecisamente— conocidos como los economistas de la reforma húngara.”

“mis objetivos son correspondientemente modestos: después de definir de manera más cuidadosa mi objeto de estudio —los economistas de la reforma húngara— con la ayuda de las obras de Carl Schmitt y Mannheim, delineo la posición epistémica de los mismos”.

Así pues, el llamado de Monreal a no hacer una lectura indebida sólo puede ser una advertencia para lectores poco atentos a la letra y el espíritu del texto de Böröcz.

Sin fundamento textual alguno, Monreal ve en mi breve nota ideas e intenciones generalizadoras, mientras hace caso omiso de que la misma va dirigida precisamente contra “una serie de generalizaciones homogeneizantes que no reflejaban las grandes diferencias entre esos procesos [de desmantelamiento y transición] en los distintos países de la región” euroriental, entre ellas la generalización relativa al “papel de la intelectualidad literaria y artística como factor iniciador y hasta lidereante de esos procesos”, un lugar común que se estableció entre nosotros desde la Primavera de Praga del 68, y tal vez desde antes con Lukács y el Círculo Petöfi en Hungría.

Monreal afirma que he “dejado ‘en el aire’ —al menos en este prólogo— la determinación de la responsabilidad relativa a ‘la extrema escasez y superficialidad de la información ofrecida entre nosotros sobre los procesos de desintegración del socialismo y transición al capitalismo en la Europa del Este’”. Lamentablemente, Monreal cuestiona a otros por lo que él mismo no cumple. Él sí se permite dejar “en el aire” la cuestión central de la aplicación de la Economía Política marxista en los análisis concretos de la mayoría de los economistas cubanos y también se permite recurrir a la brevedad de su artículo para justificar la ausencia de su evaluación y de la determinación de la responsabilidad por las eventuales deficiencias de dicha aplicación “en la concreta”:

“La mayoría de los economistas cubanos que hoy expresan sus criterios públicamente, han sido educados en una tradición de Economía Política marxista… (…) La aplicación de esa base de conocimientos a los análisis concretos es “harina de otro costal” y su evaluación rebasa las posibilidades que ofrece un breve artículo como este.”

Ahora bien, cuando en un verdadero prólogo de 24 páginas —no en una nota de 17 líneas— he abordado las análogas extrema escasez y superficialidad —entre muchas otras deficiencias— de la información ofrecida entre nosotros, por ejemplo, sobre los procesos del pensamiento teórico-literario, estético y teórico-cultural de la Rusia soviética y postsoviética, no he vacilado en señalar por sus nombres a las personas e instituciones cubanas responsables de las mismas, independientemente de su nivel político. Ahí está “Criterios y la (no)recepción cubana del pensamiento cultural ruso”, prólogo a mi antología El pensamiento cultural ruso en Criterios (2009).

Tanto o más que la posible lectura generalizante del texto de Böröcz, a Monreal le preocupa “la selección del título (“Meditar: La reacción como progreso: Los economistas como intelectuales”) —que no queda claro si fue escogido por Navarro o por el blog en que se ha publicado—” por la presencia inicial en ella de la palabra “Meditar”. En contradicción con su preocupación por la clara determinación de las responsabilidades, cuando se refiere a quién pudo escoger el título, ofrece una alternativa: o fue la persona de Desiderio Navarro o fue un impersonal blog, tras el cual, paradójicamente, no está la persona de un bloguero responsable con su nombre propio (Iroel Sánchez).

No se puede culpar a Monreal por no saber de la existencia de Meditar y sus envíos electrónicos desde hace 12 años y creer que la palabra Meditar fue escogida expresamente para la ocasión del texto sobre economistas. Y es que, gracias al prolongado y estricto silenciamiento mediático, buena parte del medio cultural nacional no conoce siquiera de la existencia de Criterios desde hace 45 años, de su revista, sus libros, su e-zine Denken…, sus actividades, sus reconocimientos internacionales, etc.

Si Monreal revisara algunas traducciones mías de artículos extranjeros publicados en los últimos meses en La pupila insomne, advertiría que los títulos de los artículos y el nombre del autor también están precedidos por la palabra Meditar (y hasta por la acompañante foto de la “obra” centrada en la palabra “MEDITAR” que realizaron jóvenes artistas plásticos cubanos en 1988). Y es que sencillamente ese blog, y Desde la ceiba, han reproducido traducciones que he publicado en Meditar: “El capitalismo del puntaje pequeño” de Andrzej Szahaj, “Americano cien por ciento” de Ralph Linton, “Hacia una sociedad universal de los consumidores: Cultura McWorld contra democracia”, de Benjamin Barber… Y lo han hecho con mi permiso de traductor y editor o no, pero siempre han mencionado la fuente.

Con sus envíos electrónicos no periódicos, Meditar ha tratado de paliar algunas de las innumerables lagunas informativas locales relativas a temas y autores importantes, lagunas que persisten desde hace décadas o que son recientes: desde “La mera alternativa: Stalinismo o democracia socialista”de György Lukács, y “Rosa Luxemburgo y la democracia socialista” de Michael Löwy, hasta “¿Qué nos quedó del marxismo en las investigaciones literarias?” de Henryk Markiewicz, “La responsabilidad del artista postsoviético” de Evguenii Fiks, “Las teorías de la circulación de las élites en los países postcomunistas” de L. B. Mezvrishvili, y “Democracia y capitalismo. El papel de las antiguas élites en la transformación postcomunista” de Georges Mink y Jean Charles Szurek, etc.

A Monreal le preocupa que el título con la palabra Meditar “no permite precisar a qué tipo de meditación se está invitando al lector cubano”: “si a meditar sobre” tal cosa relativa a un asunto abordado en el texto, “o si se está invitando a meditar sobre” tal otra, o si “quizás se trata de meditar acerca de” una tercera. Lo cierto es que, más allá de anunciarle al lector el tema de un artículo como en este caso —lo que pocas veces hago en Meditar, y jamás en Criterios ni en Denken—, no le “preciso” sobre qué debiera meditar cuando lee un texto de Criterios: invito a meditar, pero no a un “tipo preciso de meditación”. Por esa segunda vía se termina siendo un “policía de la lectura y del sentido”.

Sin embargo, como alternativa, Monreal invita a meditar no sobre el artículo mismo, sino sobre su propia réplica —con una retadora pregunta de ¿por qué razón?— a la afirmación de que el conocimiento que el artículo ofrece de determinados hechos históricos debería motivar una determinada actitud de los economistas cubanos hacia su propia práctica crítico-social: “¿por qué razón lo ocurrido en Hungría hace más de un cuarto de siglo debería funcionar como algo embarazoso para el ejercicio de la crítica social por parte de los economistas cubanos de hoy?” Ahora bien, ¿dónde en mi nota, o en el artículo de Böröcz, se realiza esa afirmación que habría motivado esa réplica de Monreal?:

Seguidamente, Monreal pregunta:

“¿Cuál es exactamente el componente de pensamiento “reaccionario” que presumiblemente existiría en algunos economistas cubanos y que pudiera justificar —supuestamente con fines educativos— el reciclaje de textos sobre viejos procesos de transformación social que poco tienen que ver con la realidad actual de Cuba?”

Aquí funciona el supuesto de que la publicación por vez primera (llamada despectivamente el “reciclaje”) en Cuba de textos sobre procesos históricos foráneos de hace 25 o más años que se considera que tienen poco que ver con la realidad actual cubana sólo puede y debe ser justificada —y legitimada con fines educativos— con la existencia en la realidad cubana de algún fenómeno idéntico o análogo a algún fenómeno de esos procesos. Estamos ante el mismo criterio censor que en los tristemente célebres 70 condenaba la publicación de textos de Marcuse y Althusser y que, luego de haber liquidado a Pensamiento Crítico, lograría que por mucho tiempo no se publicaran en Cuba textos teóricos de “Occidente” o del “campo socialista”, excepto aquellos —casi exclusivamente soviéticos— cuya publicación podía ser justificada —y legitimada con fines educativos— con la existencia en la realidad cubana de algún fenómeno que se considerara que “tenía mucho que ver” con algún fenómeno —casi exclusivamente positivo— de esos países.

En la última sección de su artículo, “Un fantasma recorre Cuba… ¿los economistas?”, Monreal se entrega de lleno a una defensa de los economistas cubanos frente a un ataque que en ninguna parte de los dos textos se ha producido, lo que permite identificar su artículo como un “golpe preventivo” que se adelanta a lo que él vislumbra como posibles lecturas y usos indeseables del texto de Böröcz:

“Aquí fijo mi posición: ni la Cuba actual es la Hungría de la ‘transición’, ni el pensamiento de los economistas cubanos se asemeja al de los economistas húngaros de aquella época, ni la lectura de un texto como el de Böröcz es directamente relevante para el debate económico y político en Cuba. Invitarnos a leer un texto como el de Böröcz es pasable como sugerencia para ganar cultura general, del mismo modo que también lo es leer la obra de Santo Tomas de Aquino sobre la teoría del ‘justo precio’ en los albores de la ciencia económica en la Edad Media.”

Una vez más, Monreal fija su posición negando afirmaciones que ni yo ni Böröcz hemos hecho sobre Cuba y Hungría, los economistas cubanos y los húngaros, el artículo de Böröcz y el debate (a este nada profesional recurso polémico se lo describe en otras culturas como inventar un blanco fácil para después batirlo triunfalmente). Si tan evidente es, para él, que en el artículo “no se está hablando de los economistas en general sino exclusivamente de los economistas húngaros de la ‘transición’” —lo cual, como vimos, el propio Böröcz se encarga de dejar bien claro desde el primer párrafo—, y que la lectura de un texto como el de Böröcz no es “directamente relevante para el debate económico y político en Cuba”, ¿por qué se desgasta en escribir este artículo más lleno de irritación que de respeto al texto ajeno? ¿A qué le teme? ¿A que los demás lectores cubanos sean peores lectores que él, menos atentos al texto, menos inteligentes ante la semántica del mismo, y comiencen a establecer por su cuenta analogías, paralelismos y generalizaciones indeseables?

Estamos aquí ante una actitud hacia los procesos sociales y la producción intelectual en otros países y en el pasado que es diametralmente opuesta a la de Pensamiento Crítico en los años 1967-1971, tal como la recuerda Fernando Martínez Heredia en una entrevista realizada por Julio César Guanche y titulada “El poder debe estar siempre al servicio del proyecto…”:

“Nos era imprescindible comprender al capitalismo de los años 60, sus rasgos nuevos y su continuidad, y a las formas de protesta que surgían en países desarrollados. Nos era preciso conocer la verdad acerca de los procesos soviéticos, desde la revolución bolchevique hasta nuestros días —incluidos los países de su campo europeo que en variada medida se relacionaban con Cuba—, de la Revolución china y de China Popular, de Viet Nam y Corea. Conocer el pensamiento marxista y el revolucionario en general, y el pensamiento opuesto.”

Por esas mismas razones, Criterios ha publicado, no la obra de Tomás de Aquino que Monreal presenta como igualmente importante para nosotros por meras consideraciones de cultura general, sino “La corrupción” del húngaro Elemér Hankiss, “La modernidad del postcomunismo” del rumano Ovidiu Ţichindeleanu, “Europa del Este en transición: ¿Circulación o reproducción de las élites?” del belga Jacques Coenen-Huther, “Burocracia: un término y concepto en el discurso socialista sobre el poder del estado (antes de 1941)” del croata Darko Suvin, “Stalinismo y socialismo” de la serbia Zagorka Golubović, y “Capitalismo con adjetivos, o Abordajes críticos de los nuevos capitalismos de la periferia de Europa” del ucraniano Yuriy Dergunov, entre otros.

En los años 70, el entonces popular humorista Carballido Rey me decía que llegaría un momento en que no podría escribir más los guiones del gustado programa de ficción humorística Detrás de la fachada, pues cada vez que presentaba con algún rasgo mínimamente negativo a un personaje de tal o cual profesión u ocupación se buscaba mil problemas a todos los niveles. En un episodio había presentado, de paso, a unos taxistas que en una base de taxi jugaban dominó y demoraban en atender las llamadas telefónicas; a la mañana siguiente a la transmisión nocturna del episodio, en el ICRT ya lo esperaba, entre otras no menos irritadas, una llamada del entonces Ministro de Transporte para transmitirle su protesta y la de todo el gremio de taxistas de Cuba por la imagen que había dado de ellos. En la Cuba de los 70 y en la que hoy desea Monreal, tampoco habría mucha cabida para ficciones o informaciones sobre economistas con “problemas” –ideológicos, políticos, éticos, etc.–, aunque fueran húngaros y de un cuarto de siglo atrás.

Los Naranjos, 27 diciembre 2016

 




Fidel Guerrillero: 2015-2016 y más allá. Por Arnold Augus August

28 de Dezembro de 2016, 10:18, por La pupila insomne

Durante la visita histórica de Obama a Cuba del 20 al 23 de marzo de 2016 estuve comentando el acontecimiento en La Habana junto con colegas cubanos para la red televisiva Telesur, con sede en Caracas. Del lado cubano, el acontecimiento parecía eclipsado ante la brillante intervención diplomática del Presidente Raúl Castro y del Ministerio de Relaciones Exteriores llevada en una situación compleja. Del lado de la Administración Obama, el tono del viaje, si bien despedía dejos de diplomacia, pronto destiñó bajo las dosis intensivas de discursos y pláticas que promovían la política de Estados Unidos hacia Cuba con interés egoísta. La resistencia a este asalto político e ideológico por parte de los cubanos en Cuba, y de algunos extranjeros como yo, parecía pasar a un segundo plano. No obstante, el 27 de marzo, pocos días después de la partida de Obama, Fidel Castro escribió su reflexión irónicamente intitulada “El hermano Obama”, la cual causó gran estruendo en Cuba y en el mundo. La examinaremos en breve.

De momento, permítanme contarles mi reacción inmediata al leer “El hermano Obama”: —Fidel Castro sigue siendo el guerrillero de siempre—, me dije. Un guerrillero permanece móvil y aguarda siempre el momento oportuno para salir a la ofensiva, tal como Fidel lo hiciera cuando dirigía a sus camaradas de guerrilla en Sierra Maestra. El hecho de esconderse producía duda en el enemigo que se preguntaba por dónde podía acampar el Movimiento 26 de Julio. Para reunir fuerzas entre la población y municiones, la contraofensiva debe estar trazada y preparada en todo detalle. No debe quedar piedra por remover. No hay que adelantarse ni demorar. Sin embargo, todas estas preparaciones se trabajan de manera concertada, tomando en cuenta las necesidades, nivel de preparación y puntos fuertes y débiles del pueblo. El factor determinante es también el valor inquebrantable de los líderes como Fidel —siempre dispuesto a dejar la vida en el frente para lograr la victoria. Fidel, guerrillero, dirige por su ejemplar conducta. La suma de todos los ingredientes antedichos permite ver cómo el 1 de enero de 1959, entre otros factores, el Movimiento 26 de Julio condujo al Triunfo de la Revolución en Cuba a todas las otras fuerzas revolucionarias. Este momento clave en la historia de Cuba y de América Latina se realizó luchando contra las aplastantes fuerzas supremas de la dictadura de Batista, apoyadas por los Estados Unidos.

Es este el guerrillero eterno de Fidel, el que reconocí el 27 de marzo de 2016, cuando escribió “El hermano Obama”. Fidel se sirvió de su pluma como un arma a fin de responder a las necesidades de la resistencia cubana ante la ofensiva estadounidense en un contraataque sorpresa cuando más se necesitaba. Es así que dio su aporte a la dimensión y profundidad de la creciente intransigencia manifestada por la mayor parte del pueblo cubano. Desafiar la marejada imperial internacional que estaba tratando de engullir a Cuba con la noción de que los Estados Unidos es el salvador de Cuba exigía un valor enorme. El imperio alzó de inmediato los brazos agitándolos con desilusión y desesperación. Se engañaron a sí mismos creyendo haber terminado con pendientes en Cuba y en el extranjero gracias a la política de Estados Unidos hacia Cuba. En suma, los Estados Unidos y el establishment occidental le apuntaron a Fidel en el blanco, como ininterrumpidamente ha ocurrido desde los años cincuenta, solo que en las circunstancias actuales les salió el tiro por la culata —arruinaron las buenas.

Como preparación para el panel de hoy, decidí releer todo lo que Fidel ha escrito después del 17 de diciembre de 2014, o sea desde el histórico anuncio conjunto emitido por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama. Me dediqué a examinar todo lo tocante a asuntos extranjeros y a las relaciones Cuba-Estados Unidos, aunque fuese como tema secundario. Son seis los textos. Al releerlos, ya con el filtro de “El hermano Obama”, vi en ellos el sello firme del guerrillero. No había captado este enfoque al momento en que fueron publicados. De ahí el título de esta ponencia “Fidel Guerrillero: 2015-2016 y más allá”. ¿Cómo ‘más allá’ y por qué? Vamos a verlo. Me gustaría primero compartir con ustedes esta experiencia al relatarles estos textos.

El 26 de enero de 2015, unas cinco semanas después del 17 de diciembre de 2014, se publicó el primer texto de Fidel. Era un mensaje que hacía llegar a la Federación Estudiantil Universitaria en el contexto del 70 aniversario de su ingreso a la Universidad de La Habana.

A parte de otros temas abordados, el líder cubano escribió:

“El saludo personal de los Presidentes de Cuba y Estados Unidos se produjo en el funeral de Nelson Mandela, insigne y ejemplar combatiente contra el Apartheid, quien tenía amistad con Obama.

“Baste señalar que ya en esa fecha, habían transcurrido varios años desde que las tropas cubanas derrotaran de forma aplastante al ejército racista de Sudáfrica, dirigido por una burguesía rica y con enormes recursos económicos.”

Por respeto a Obama y a Mandela, con el singular talento diplomático que lo distingue, Fidel recuerda al mundo y a Obama que no deben olvidar que el heroico esfuerzo de Cuba contribuyó en definitiva a la derrota del régimen del apartheid, lo cual se celebró durante el funeral. Asimismo debemos recordar que los consejos de las fuerzas de inteligencia estadounidenses facilitaron la información que condujera al encarcelamiento de Mandela.

Fidel imprimió en esa misma carta dirigida a los estudiantes la primera referencia directa a lo que con frecuencia se designa como el deshielo Cuba-Estados Unidos:

“No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra. Defender la paz es un deber de todos. Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales.

“Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos.

“El Presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba.”

Fidel salió de su escondite, como quien saliera de una guarida en la montaña, para lanzar la primera salva contra las ilusiones acerca del imperialismo estadounidense. Desde luego, esto aunado al deseo expreso de dar una solución pacífica a las décadas de conflicto entre los dos vecinos. Lo
cual vale la pena repetir:

“No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra.”

Existe una relación dialéctica entre, por una parte, carecer de fe en el imperialismo estadounidense respecto de sus objetivos de largo plazo, y, por la otra, el intento de que las dos naciones reanuden relaciones pacíficamente, tal como lo está llevando a cabo el Gobierno de Cuba. Fidel es docto en dialéctica. Este eje de pensamiento en relación con las relaciones Estados Unidos Cuba se manifiesta en todos sus textos. Es determinante. Lo es porque sería fatal colocar las relaciones pacíficas sobre un pedestal de manera ecléctica, en detrimento de la necesidad de continuar la lucha actual contra la ofensiva política e ideológica de la oligarquía estadounidense y de sus medios de comunicación. Desde 1959, Fidel y la oposición de la Revolución Cubana a los Estados Unidos se han resistido a la oligarquía en el poder, mas nunca al pueblo estadounidense, para quien la isla demuestra gran respeto y solidaridad.

El segundo texto, fechado 8 de mayo de 2015, fue dedicado a la conmemoración del 70 aniversario del Día de la Victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria llevada a cabo por la U.R.S.S contra el fascismo durante la II Guerra Mundial. En un momento en que los Estados Unidos y sus aliados esperan extinguir la flama de la base ideológica de la Revolución Cubana, usando como ingrediente clave su incursión en la cultura socialista, Fidel salta al ataque y arremete un golpe al adversario sin siquiera pronunciar su nombre. Lo hace en al menos dos ocasiones. Primero, recuerda que “Lenin fue un estratega revolucionario genial que no vaciló en asumir las ideas de Marx y llevarlas a cabo.”

Luego añade:

“Los 27 millones de soviéticos que murieron en la Gran Guerra Patria, lo hicieron también por la humanidad y por el derecho a pensar y a ser socialistas, ser marxistas-leninistas, ser comunistas, y a salir de la prehistoria.”

Cuba también tiene el derecho de mantener su pensamiento y de ser Marxista-Leninista. De ahí el título de su reflexión “Nuestro derecho a ser Marxistas-Leninistas”, como baluarte contra las incursiones de Washington.

También dispara otra bala al destacar una creciente alianza internacional. Esta tendencia es una espina para los Estados Unidos. Sin embargo, para Cuba es muy valiosa pues está desarrollando nexos económicos y políticos con esta tendencia alojada en el centro neurálgico de un mundo multipolar. Fidel escribió:

“Hoy es posible la sólida alianza entre los pueblos de la Federación Rusa y el Estado de más rápido avance económico del mundo: la República Popular China; ambos países con su estrecha cooperación, su avanzada ciencia y sus poderosos ejércitos y valientes soldados constituyen un escudo poderoso de la paz y la seguridad mundial, a fin de que la vida de nuestra especie pueda preservarse.”

El tercer texto examinado, fechado 13 de agosto de 2015, fue escrito tras la conmemoración del estallido de las bombas atómicas que pulverizaron Hiroshima y Nagasaki, Fidel escribió en su reflexión intitulada “La realidad y
los sueños”:

“Cuando aquellas bombas fueron lanzadas, después de la guerra desatada por el ataque a la base de Estados Unidos en Pearl Harbor, ya el imperio japonés estaba vencido. Estados Unidos, el país cuyo territorio e industrias permanecieron ajenos a la guerra, pasó a ser el de mayor riqueza y mejor armado de la tierra, frente a un mundo destrozado, repleto de muertos, heridos y hambrientos”.

No olvidemos que este año Obama visitó Hiroshima, en un momento en que este mes las personas del mundo entero rememoran también los horrendos acontecimientos. Fingió conmoverse por las víctimas, sus familias y la población diciendo: “la muerte cayó del cielo”. Omitió hablar de la cruda realidad de que las bombas que cayeron sobre Japón habían sido disparadas por los Estados Unidos y en las circunstancias que Fidel señala. Para más abundamiento, la Administración Obama ha iniciado mejoras del arsenal nuclear de los Estados Unidos estimadas a un costo de un billón de dólares. Independientemente de la personalidad engañosa de Obama, el imperialismo sigue siendo el imperialismo en su carrera por dominar al mundo cueste lo que cueste. Es dentro de este contexto que las negociaciones Cuba-Estados Unidos han venido desarrollándose.

El cuarto documento del 10 de diciembre de 2015 tomó la forma de una carta. Se intitula “Mensaje de Fidel al Presidente Nicolás Maduro”, fue escrito cuando la Revolución Bolivariana perdió las elecciones legislativas debido a las fuerzas que están a favor de los Estados Unidos en Venezuela. Tras haber felicitado a Maduro por su valiente discurso apenas se conoció el veredicto de las urnas, Fidel, pluma de la guerrilla, sale del monte para ponerse combatir la agresión cultural de los Estados Unidos. Entre otras cosas, escribió:

“En la historia del mundo, el más alto nivel de gloria política que podía alcanzar un revolucionario correspondió al ilustre combatiente venezolano y Libertador de América, Simón Bolívar, cuyo nombre no pertenece ya solo a ese hermano país, sino a todos los pueblos de América Latina.

“Los revolucionarios cubanos —a pocas millas de Estados Unidos, que siempre soñó con apoderarse de Cuba para convertirla en un híbrido de casino con prostíbulo, como modo de vida para los hijos de José Martí— no renunciarán jamás a su plena independencia y al respeto total de su dignidad.”

Ahora llegamos a la quinta reflexión, de fecha 27 de marzo de 2016, intitulada “El hermano Obama” redactada tras la visita del Presidente de los Estados Unidos a La Habana. Es este escrito que revivió en mi mente y corazón las imágenes emblemáticas de Fidel en la Sierra Maestra, con su rifle despreocupadamente colgado al hombro. Hay fotos donde se le suele ver la mirando a un cielo punzado por las montañas como expresando optimismo en el resultado de la revolución pese a las condiciones adversas del momento.

Su salva de apertura en este documento de reflexión es la primera frase. Nos devuelve de inmediato a la realidad. Su irónico ‘hermano Obama’ parecía llevar en dos palabras la necesidad de ver dialécticamente, la necesidad de nunca bajar la guardia ante el imperialismo estadounidense, y de a la vez llevar relaciones diplomáticas pacíficas, como lo hizo en el primer texto, después del 17 de diciembre de 2014. Después de todo, es en Obama en quien recae la responsabilidad del valeroso acto de haber ido a Cuba una vez restablecidas las relaciones diplomáticas tras más de 50 años de franca hostilidad. La reflexión de Fidel que, en mi opinión, es una de las más importantes consideraciones que jamás haya escrito desde que comenzó oficialmente su jubilación inicia así:

“Los reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.”

Ahora en plan de ofensiva, como si en su mente hubiera advertido al adversario herido, invoca el ejemplo de José Martí:

“Me pregunto incluso si [José Martí] tenía que caer o no en Dos Ríos, cuando dijo “para mí es hora”, y cargó contra las fuerzas españolas atrincheradas en una sólida línea de fuego. No quería regresar a Estados Unidos y no había quién lo hiciera regresar…. “Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”, declaró el glorioso líder negro Antonio Maceo….”

Él introduce otro punto, quizás el más determinante: “Obama había nacido en agosto de 1961, como él mismo explicó. Más de medio siglo transcurriría desde aquel momento.”

Tras lo cual escribe el fragmento a continuación que conviene citar por completo:

“Veamos sin embargo cómo piensa hoy nuestro ilustre visitante:

‘Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas. Vine aquí extendiendo la mano de amistad al pueblo cubano’.

“De inmediato un diluvio de conceptos, enteramente novedosos para la mayoría de nosotros:

‘Ambos vivimos en un nuevo mundo colonizado por europeos”. Prosiguió el Presidente norteamericano. “Cuba, al igual que Estados Unidos, fue constituida por esclavos traídos de África; al igual que Estados Unidos, el pueblo cubano tiene herencias en esclavos y esclavistas’.

“Las poblaciones nativas no existen para nada en la mente de Obama. Tampoco dice que la discriminación racial fue barrida por la Revolución; que el retiro y el salario de todos los cubanos fueron decretados por esta antes de que el señor Barack Obama cumpliera 10 años. La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana. Esta pasaría a la historia por la batalla que libró en Angola contra el apartheid, poniendo fin a la presencia de armas nucleares en un continente de más de mil millones de habitantes. No era ese el objetivo de nuestra solidaridad, sino ayudar a los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau y otros del dominio colonial fascista de Portugal.

“En 1961, apenas dos años y tres meses después del Triunfo de la Revolución, una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaviones de Estados Unidos, atacando por fuerza a nuestro país. Nada podrá justificar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos. De la brigada de asalto proyanki, en ninguna parte consta que se hubiese podido evacuar un solo mercenario. Aviones yankis de combate fueron presentados ante Naciones Unidas como equipos cubanos sublevados.”

Hay muchos trazos importantes a los que muchos de mis colegas cubanos y yo mismo designamos como la guerra ideológica, política y cultural estadounidense contra Cuba. Considero que Fidel puso el dedo sobre el renglón más importante, o al menos el fundamento de todos los demás aspectos, el de la historia de una nación: Lo refiere así:

“Obama pronunció un discurso en el que utiliza las palabras más almibaradas para expresar: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado, miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darle tiempo; pero mi estadía aquí me da más esperanzas de lo que podemos hacer juntos como amigos, como familia, como vecinos, juntos”.

“Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?

“Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.”

Reiteró la doble noción de la toma de consciencia sobre los objetivos de los ‘círculos en el poder’, tal como expresado anteriormente, y de la necesidad de proseguir con las negociaciones de la manera a continuación:

“Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta.”

Lo que es más, él dicta la última palabra al concluir así:

“Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada.”

La declaración de Fidel de que “No necesitamos que el imperio nos regale nada” es contraria al giro que diera la mayor parte de los medios de comunicación del establishment extranjero. Lo tacharon de ingrato y por consiguiente de obstaculizar lo que los medios veían de benévolo en la política de Estados Unidos hacia Cuba, pese a que su frase dice: sí a la negociación y no rotundamente a pasar el platillo para recoger limosna. Eso fue el bombazo.

Las personas interesadas en obtener el texto completo “El hermano Obama”, pueden encontrarlo en línea en varios idiomas.

El sexto y último texto que reseño es el fechado 19 de abril de 2016. Se trata de un discurso pronunciado en la sesión de clausura del 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba. Este acto de presencia constituye uno de los actos más heroicos del guerrillero que se presentó, pese a los signos visibles de su frágil condición física, pero no así su agudeza mental que se ha mantenido como siempre, en el podio del inmenso Palacio de Convenciones ante un auditorio de más de mil personas. En esa reunión felicitó a los delegados del Partido Comunista y “en primer lugar, al compañero Raúl Castro por su magnífico esfuerzo”. Quizá el mensaje de mayor impacto fue: “A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá.” Estas memorables declaraciones pronto recibieron el nombre de “El pueblo cubano vencerá.” Fue el principal estandarte de la marcha del 1 de mayo, Día de los Trabajadores, celebrada en La Habana, apenas dos semanas después del discurso. La vasta mayoría del pueblo de Cuba jamás olvidará esto, ya que indica que los Estados Unidos no deben hacerse ilusiones sobre la determinación del pueblo cubano a seguir su camino hacia el socialismo, la independencia y la dignidad nacional.

En conclusión, estas lecciones de 2015 y 2016 trascenderán. El pensamiento dialéctico de Fidel en materia de tácticas y metas vinculadas con las relaciones Cuba-Estados Unidos y su ejemplar abnegado valor serán inevitablemente necesarios para orientarse en este país en las décadas venideras. Durante esas décadas habrá una Cuba combatiente que mejora y defiende su socialismo e independencia. Es evidente que Cuba estará siempre en el Caribe como también existirá Estados Unidos. Este país y su masa terrestre, tampoco cambiarán de ubicación geográfica. De manera que geográfica e históricamente hablando, ambos países estarán siempre vinculados.

Las relaciones nuevas entre estos países están destinadas a evolucionar en este siglo y Cuba enfrentará retos al esforzarse en lograr nuevas victorias. En este contexto y con miras al futuro, la obra del guerrillero perenne, Fidel Castro, constituye una guía indispensable. 

Ponencia de Arnold August presentada en el panel “Tributo a Fidel Castro en su 90 cumpleaños”, Foro Social Mundial Montreal 2016, 12 de agosto de 2016. 

Esta publicación ha sido elaborada en homenaje a Fidel Castro. Contiene, en inglés, francés y español, una ponencia que Arnold August redactó en agosto de 2016 para celebrar el  90 cumpleaños de Fidel, y un artículo que escribiera el mismo año tras el fallecimiento del líder de la Revolución Cubana. Los artículos que comprende la presente publicación son “Fidel Guerrillero: 2015-2016 y más allá” y “Un legado de Fidel para el mundo: teoría y práctica”.

Una publicación gratuita al público para circulación, impresión y distribución disponible en PDF incluye este texto y también el artículo “Un legado de Fidel para el mundo: teoría y práctica” en español, inglés y francés.