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La pupila insomne

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La pupila insomne

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Licenciado sob CC (by)

Colombia: El General sí tiene quien le nombre

19 de Novembro de 2014, 11:40, por Desconhecido
Iroel Sánchez

paz-en-colombiaRubén Darío Alzate Mora encabeza desde hace dos días las noticias de la prensa internacional. En las antípodas de lo que pudiera indicar su nombre, Alzate Mora no tiene vínculo conocido con la poesía sino con la guerra, es General de Brigada del Ejército colombiano y su celebridad reciente se debe a que fue capturado por la guerrilla de las FARC-EP junto a otros dos militares.

Según la prensa colombiana, en lo que va del año 2014 la guerra en ese país ha producido como mínimo 126 fallecidos, de ellos 69 (un 54.8%) miembros de las FARC-EP, y 35 del Ejército o la Policía (27.8%). Por más que me esfuerzo no recuerdo haber leído el nombre de uno sólo de ellos en los grandes medios de comunicación que tratan ahora a un oficial capturado en una zona de guerra como la víctima de un “secuestro”.

En una guerra, donde no se ha pactado un cese de hostilidades, lamentablemente ocurren combates, se provocan bajas y ambas partes capturan prisioneros. La palabra “secuestro” suele emplearse cuando los capturados son civiles. Para los integrantes de fuerzas militares las palabras correctas son “prisioneros de guerra”, algo que parece han olvidado en la gran prensa.

Cuando de los cinco puntos pactados en las negociaciones de La Habana, en tres se ha llegado a acuerdo, el presidente colombiano ha decidido interrumpir las conversaciones de paz alegando la captura del alto oficial en una zona de guerra es bueno hacer memoria.

Desde que hace dos años comenzaron las conversaciones para poner fin al conflicto armado en Colombia, han existido posiciones encontradas entre las partes sobre la necesidad de un cese al fuego. Las FARC-EP han insistido en su necesidad y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos la ha rechazado. El presidente declaró al inciarse el proceso negociador: “No va a haber ningún tipo de cese al fuego. Aquí no vamos a tener nada hasta que lleguemos al acuerdo final. No va a haber nada de eso”.

En mayo de este año, Santos reiteró que “la orden a nuestras Fuerzas Armadas desde el primer día ha sido contundente: la ofensiva militar se mantiene, se redobla, porque eso es lo que nos va a llevar más pronto a finalizar el conflicto” por lo que que la guerrilla no podía esperar “ninguna contemplación”. Las FARC.EP, por su parte han declarado varias treguas unilaterales.

La situación creada alrededor de Alzate Mora es, sin embargo, una oportunidad para la paz. Demuestra la necesidad de un alto al fuego bilateral para poder avanzar en las negociaciones.

Las FARC-EP han declarado su disposición “de contribuir a una pronta y sensata solución de este problema”. Lo ocurrido alrededor de la captura del General Rubén Darío Alzate Mora da la razón a quienes han defendido lo imprescindible de un cese de hostilidades y demuestra lo frágil del proceso de negociaciones en medio de la situación actual. Las FARC-EP tienen ahora la oportunidad de mostrar, con flexibilidad e inteligencia, su disposición para la paz frente a quienes les demonizan, y también, apoyar con un gesto de buena voluntad a los que tienen un real compromiso con el fin de la guerra.

Quizás sea hora de releer al mayor luchador por la paz en Colombia, el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien escribió en julio de 2008, a propósito de la liberación por las FARC-EP de un grupo de prisioneros:

“Nunca debieron ser secuestrados los civiles, ni mantenidos como prisioneros los militares en las condiciones de la selva. Eran hechos objetivamente crueles. Ningún propósito revolucionario lo podía justificar. En su momento, será necesario analizar con profundidad los factores subjetivos.

“En Cuba ganamos nuestra guerra revolucionaria poniendo de inmediato en libertad y sin condición alguna a los prisioneros. Entregábamos a la Cruz Roja Internacional a los soldados y oficiales capturados en cada batalla, ocupando solo sus armas. Ningún soldado las depone si lo espera la muerte o un tratamiento cruel.”

La Fuerza que dirige Alzate -Fuerza de Tarea Conjunta Titán del Ejército- según informe de TeleSUR ha sido denunciada por hostigamiento contra indígenas y campesinos, así como por violación a los Derechos Humanos en el Departamento del Chocó. Para que esos indígenas y campesinos ¿sabremos alguna vez cómo se llaman? tengan tierra y justicia también se necesita la paz. (Publicado en CubAhora)




Dialogar, dialogar sobre…Cuba y los cubanoamericanos

19 de Novembro de 2014, 9:31, por Desconhecido

dialogar dialogar noviembre 2014 copyEl espacio Dialogar dialogar propone para el mes de noviembre un debate sobre Cuba y los cubanoamericanos.

Con la presencia del Doctor en Ciencias Históricas, Jesús Arboleya Cañedo el próximo día 26 en el habitual Salón de Mayo del Pabellón Cuba, tendrá lugar esta cita, a cargo del moderador y colaborador de la pupila insomne, Elier Ramírez Cañedo.




Estados Unidos-Cuba: ¿Qué viene ahora?

18 de Novembro de 2014, 15:11, por Desconhecido
Iroel Sánchez

nytSiendo yo un niño iletrado en vías de dejar de serlo, siempre llamaba mi atención en el librero de mi padre un libro grueso con unas letras grandes rojas y negras en el lomo. Yo, que no sabía aún que la u no se pronuncia después de la g si no tiene diéresis, leía una palabra inexistente: la “güerra”.

Mucho después supe se trataba de un clásico, La guerra de Karl von Klausewitz, cuya frase más citada me ha venido a la mente por estos días.

El 26 de julio del año 2000, poco antes de terminar el gobierno de Bill Clinton, Fidel afirmó:

“Sueñan los teóricos y agoreros de la política imperial que la Revolución, que no pudo ser destruida con tan pérfidos y criminales procedimientos, podría serlo mediante métodos seductores como el que han dado en bautizar como “política de contactos pueblo a pueblo”. Pues bien: estamos dispuestos a aceptar el reto, pero jueguen limpio, cesen en sus condicionamientos, eliminen la Ley asesina de Ajuste Cubano, la Ley Torricelli, la Ley Helms-Burton, las decenas de enmiendas legales aunque inmorales, injertadas oportunistamente en su legislación; pongan fin por completo al bloqueo genocida y la guerra económica; respeten el derecho constitucional de sus estudiantes, trabajadores, intelectuales, hombres de negocio y ciudadanos en general a visitar nuestro país, hacer negocios, comerciar e invertir, si lo desean, sin limitaciones ni miedos ridículos, del mismo modo que nosotros permitimos a nuestros ciudadanos viajar libremente e incluso residir en Estados Unidos, y veremos si por esas vías pueden destruir la Revolución cubana, que es en definitiva el objetivo que se proponen.

“Sin ánimos de perturbar los dulces sueños de los que esto último piensan, cumplo el cortés deber de advertirles que la Revolución cubana no podrá ser destruida ni por la fuerza ni por la seducción.”

La reciente saga de editoriales del diario The New York Times sobre Cuba ha evidenciado que hay un sector influyente en Estados Unidos que parece decidido a asumir la confrontación en el terreno propuesto por el líder cubano y “jugar limpio”.

Este ha venido a ser el último de una serie de acontecimientos que han marcado durante el año 2014 lo que muchos consideran la crisis terminal de la actual -y cincuentenaria-  política estadounidense hacia Cuba.

El mes en que cada fin de semana han aparecido declaraciones de la junta editorial del periódico neoyorquino pidiendo modificar la estrategia estadounidense hacia la isla caribeña, ha estado acompañado del reconocimiento del papel de Cuba en la lucha contra el ébola por el Secretario de Estado norteamericano John Kerry y la embajadora de EE.UU. en la ONU, Samantha Power.

El año 2014 había comenzado con la Cumbre de la Comunidad de Estados de Lationoamérica y el Caribe (CELAC), celebrada en La Habana que no sólo condenó de manera unánime el bloqueo estadounidense contra la Isla, sino que reconoció  “el compromiso de los Estados de la América Latina y el Caribe de respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones”, en un respaldo total al derecho de Cuba a construir una sociedad diferente de la que Washington ha intentado imponerle.

El consenso latinoamericano sobre Cuba es tal que nadie discute si el presidente Raúl Castro estará en la próxima Cumbre de las Américas en abril de 2015. Lo que se debate es si Obama asistirá -en esas condiciones- a un espacio donde Washington se ha negado, desde su surgimiento en 1994, a aceptar a Cuba.

Por su parte, la Unión Europea reabrió las negociaciones con Cuba para un acuerdo de cooperación, cambiando tácitamente la “posición común” que Washington había impuesto a través del gobierno de José María Aznar. Infuyentes personalidades estadounidenses como el Presidente de la Cámara de Comercio de EE.UU. y la casi segura candidata a la presidencia por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, se manifestaron públicamente contra el bloqueo.

Además del tema del bloqueo y la “impresionante contribución” cubana a la lucha contra el ébola, el Times le ha dedicado editoriales a los cambios en el electorado estadounidense con respecto a Cuba, a la necesidad de un “canje de prisioneros” entre ambos países, al desccrédito provocado por el financiamiento destinado por Washington a grupos “disidentes” cubanos a través de la USAID y a reclamar el cese del programa estadounidense para estimular la emigración de médicos cubanos que colaboran en terceros países. Una por una, el Times ha ido descalificando las viejas y nuevas armas de la guerra estadounidense contra Cuba.

La propuesta de que EE.UU. conmute las penas de prisión de los tres cubanos del grupo de “Los Cinco” que aún están en cárceles estadounidenses por vigilar las actividades de grupos terroristas asentados en el Sur de la Florida a cambio de que Cuba libere al “subcontratista” estadounidense Alan Gross, condenado por implementar dentro del territorio cubano un plan del gobierno estadounidense llamado “Cuba Democracy and Contingency Planning Program” para el cambio de régimen, era ya vade retro para la extrema derecha cubanoamericana. Pero el cuestionamiento del dinero para quienes The New York Times llama “charlatanes y ladrones” es la gota que terminó de disparar las alarmas para el llamado negocio de la industria anticastrista que, como instrumento al fin, sienten que pueden ser sustituidos.

No es cualquier opinión. Desde el diario con el nombre de la Gran manzana habla una parte muy influyente del establishment estadounidense y global que ha comprendido que sus intereses se verían favorecidos con un cambio en la relación entre Cuba y EE.UU.

¿Qué puede pasar ahora? 

Dos cosas. Incluso si el presidente Barack Obama no utilizara en el corto plazo sus prerrogativas -que las tiene- para comenzar a avanzar en la normalización con Cuba -amplia licencia para viajes de ciudadanos estadounideses, canje de prisioneros, retirar a la Isla de la lista de países terroristas, por ejemplo- los sectores que se oponen al cambio -especialmente la llamada extrema derecha cubanoamericana- empleará todas sus artes para provocar un incidente que atore el proceso. Ya lo hicieron en el pasado cada vez que se vio en el horizonte cualquier posibilidad de acercamiento y ahora mismo deben andar desesperados buscando una provocación. 

En paralelo, veremos el incremento de las acciones para lo que The Times llama  “influir de manera positiva en la evolución de Cuba” con el consiguiente florecimiento -ya en parte apreciable y financiado desde terceros países aliados a EE.UU-. de proyectos para lo que el quinto editorial del periódico neoyorquino describe como  “mecanismos para empoderar al cubano común y corriente, expandiendo oportunidades de estudios en el exterior, organizando más enlaces profesionales, e invirtiendo en las nuevas microempresas en la isla”. Un desafío que es parte de ese acercamiento que Cuba jamás rechazará pero cuyo objetivo tampoco se debe desconocer.

También lo hicieron en el pasado. Desde que con Bill Clinton en la presidencia se vislumbró la posibilidad de un cambio de política -frustrado por las provocaciones de grupos como Hermanos al rescate- surgieron varios proyectos que cristalizaron en la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana y su revista Encuentro, apoyada desde la socialdemocracia otanista de Suecia y España. Ya otro gobierno socialdemócrata nórdico cuyo líder es hoy el Secretario General de la OTAN se involucró este año en proyectos intelectuales “de izquierda” en Cuba.

La National Endownment for Democracy (NED) definía así el objetivo de Encuentro: “Para promover un diálogo entre escritores, artistas y académicos en Cuba y en la diáspora sobre el cambio político y el futuro de Cuba”. Si los nacientes proyectos niegan tener una “agenda partidista” y no desean “criticar a ningún segmento de cubanos”, Encuentro en su primer editorial declaraba que “no representa ni está vinculada en modo alguno a ningún partido u organización política de Cuba o del exilio” y proclamaba “que no haya jamás ataques personales”.

Y lamentablemente, aunque sea motivo para que algunos digan, “puff, otra vez lo mismo”, tenemos que hablar de lo mismo: la CIA y sucedáneos. Encuentro, absolutamente derechizada con la llegada de George W. Bush al poder se escindió entre los portales de Internet Cubaencuentro y Diario de Cuba, financiadas actualmente por la NED -que el mismo Times definiera como pantalla de la CIA-, tomó el modelo y hasta el nombre de la revista Encounter del Congreso por la Libertad de la Cultura que durante la Guerra Fría Cultural fueran pagados también por Estados Unidos pero con sede en París.

Siempre serán proyectos “de izquierda no comunista” que buscarán legitimación intelectual porque, como concluyó la CIA al inclinarse por el novelista Arthur Koestler para liderar inicialmente su Congreso por la Libertad de la Cultura: “¿Quiénes mejor que los ex comunistas para luchar contra los comunistas?”. En su libro La CIA y la Guerra Fría cultural, Frances Stonor Saunders refiere la “revolución silenciosa” -en palabras de Arthur Schlesinger- en que “las personas en la Administración cada vez comprendían mejor y apoyaban en mayor grado las ideas de los intelectuales que estaban desilusionados con el comunismo pero que aún tenían fe en los ideales del socialismo”.

Del lado de los que han sido señalados como “charlatanes y ladrones” también hacen sus ajustes. Sólo días después del quinto editorial sobre Cuba del New York Times, Diario de Cuba adecuaba su lenguaje y presentaba un “órgano sin fines de lucro, no partidista, destinado a abogar por los derechos de los afrodescendientes y de otros grupos marginados en Cuba, al recuperar su historia de activa participación en la fundación y desarrollo de la nación y su cultura”. Altos y nobles fines para personajes que acaban de ser descalificados tan duramente por el periódico más importante el mundo, y que por cierto, nunca los buscó a ellos sino a personas involucradas en la vida institucional cubana para abordar esos temas. Porque como acaba de decir el Times al gobierno de Obama “es más productivo lograr un acercamiento diplomático, que insistir en métodos artificiosos”.

No olvidan ellos que fue con el acercamiento diplomático y desde arriba que lograron estimular la implosión de la URSS liderada por los que se planteaban “un socialismo con rostro humano”.

The New York Times y quienes el periódico representa -al describir tan exactamente a los empleados de la política estadounidense en Cuba- han comprendido que nada que no se identifique como “de izquierda” ni declare estar de acuerdo con la soberanía y la justicia social tiene espacio político en la sociedad cubana de hoy . Si Capriles se presentaba contra el bolivarianismo “desde abajo y a la izquierda” y en Brasil “socialistas” y “socialdemócratas” se unieron contra Dilma Rouseff, cómo será en Cuba donde la cultura política antimperialista y por la justicia social están mucho más acendradas.

Lo decisivo

La actuación del líder de la Revolución a inicios del Siglo XXI fue un intento de adelantarse, con lo que ha sido descrito por Martínez Heredia como “la ofensiva de Fidel que “pretendió frenar desigualdades y reforzar al socialismo”, a lo que inevitablemente ocurriría.

Luego de aceptar el desafío de lo que el New York Times propone ahora como nueva política hacia Cuba, Fidel se refería al antídoto en un nuevo escenario que el extremismo de la Administración Bush hizo retroceder y se vuelve a vislumbrar ahora como inminente:

“Con ideas verdaderamente justas y una sólida cultura general y política, nuestro pueblo puede igualmente defender su identidad y protegerse de las seudoculturas que emanan de las sociedades de consumo deshumanizadas, egoístas e irresponsables. En esa lid también podemos vencer y venceremos.”

Parte de esa cultura es saber qué es el imperialismo estadounidense en relación con Cuba y qué rol ocupa The New York Times dentro de él. Martínez Heredia lo describió con bastante exactitud a raíz de una polémica desatada hace un año y medio desde ese periódico sobre nuestro país:

“The New York Times es una gran empresa del sector de información y formación de opinión pública, antigua e influyente, y se sujeta a normas correspondientes a la idea que tiene de su función y al papel que le toca al servicio del orden vigente en su país y su política exterior imperialista. En todo sistema de dominación desarrollado cada uno tiene su esfera, sus maneras y su función. Que yo sepa, nunca ha mostrado alguna simpatía por la sociedad que tratamos de edificar en Cuba, pero puedo admitir que forma parte del sector educado de nuestros enemigos.”

No obstante, habrá que recordar y agradecer siempre la actual contribución de este medio de comunicación a hacer visible entre las élites norteamericanas el fracaso y descrédito de la guerra económica y de subversión estadounidense contra Cuba. Invirtiendo la archicitada frase de Klausewitz, la nueva política sería en este caso la continuación de la guerra por otros medios, una lid en la que como dijo el líder de la Revolución sólo podemos vencer “con ideas verdaderamente justas y una sólida cultura general y política”. Más que preocuparnos por lo que hagan nuestros adversarios, lo decisivo es una vez más qué hacemos nosotros. (Publicado en CubAhora)




Dos historias a propósito de los editoriales de The New York Times sobre Cuba

17 de Novembro de 2014, 7:49, por Desconhecido
Omar Pérez Salomón

usa-cuba_657075El hecho de que uno de los periódicos más influyentes de Estados Unidos y el mundo, The New York Times, haya publicado en un mes seis editoriales contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a La Habana desde hace más de 50 años, es un signo de que el tema cubano genera opiniones divergentes en los círculos políticos estadounidenses.

Sin embargo, hasta el momento han prevalecido en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial las medidas para arreciar el cerco a la mayor isla de las Antillas. Dos ejemplos confirman lo anterior.

El primero trata de reclamaciones legales que buscan confiscar los ingresos de Cuba, bloqueados en bancos del vecino del norte. Más de 1000 millones de dólares es el resultado de los fallos de tribunales de EE.UU. en contra del gobierno cubano en los últimos años y no cesa la búsqueda de nuevas fuentes donde cobrar las reclamaciones.

Por esta causa los activos cubanos provenientes de las comunicaciones telefónicas con Estados Unidos, bloqueados en bancos de ese país desde 1966, han sido completamente saqueados, con las “indemnizaciones” decretadas por las sentencias judiciales. Una de las más notoria es la dictada contra el Estado cubano y su Fuerza Aérea por el  Juez Federal de Miami Alexander King, por 187,6 millones de dólares a favor de los familiares de los pilotos de la organización contrarrevolucionaria “Hermanos al Rescate” derribados en sus aviones cuando violaban el espacio aéreo de Cuba, el 24 de febrero de 1996.

El 12 de noviembre de 1998, el juez King solicitó ante una Corte Federal de Nueva York la ejecución de la sentencia contra los fondos bloqueados, dirigiendo oficio contra la empresa de telecomunicaciones AT&T y el Chase Manhattan Bank, concretándose a partir de la Ley de Protección de Víctimas del Contrabando Humano aprobada el 12 de octubre del 2000 y por la cual los demandantes recibieron aproximadamente 97,6 millones de dólares.

El segundo ejemplo es la guerra declarada por la multinacional Bacardí a la empresa francocubano Pernod-Ricard-Havana Rum and Licours, para quitarle la propiedad de la marca de ron Havana Club, que tuvo su desenlace en mayo de 2012 con la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que denegó a la compañía cubana Cubaexport la posibilidad de defender su derecho de renovar el registro de la marca de ron Havana Club, ante la Oficina de Marcas y Patentes de ese país.

Ninguna empresa ha dedicado tanto dinero y recursos a financiar acciones contra la Revolución cubana como la Bacardí. Sus directivos  han sido protagonistas de innumerables maniobras terroristas, subversivas y judiciales contra Cuba. Pepín Bosch, máximo directivo de la multinacional en los años 60, organizó el bombardeo de las refinerías de petróleo de Cuba, acción que no se concretó pues fue delatada, y casualmente en el The New York Times apareció la foto del avión B-26 destinado para ello.

Los accionistas de la Bacardí se han destacado por sus contribuciones a los legisladores demócratas y republicanos, y pos sus aportes en la concreción de las leyes anticubanas Torricelli y Helms-Burton. Como dice el periodista colombiano Hernando Calvo Ospina en su libro, Ron Bacardí: la guerra oculta, “Como lo ha reconocido un alto directivo de la trasnacional, Bacardí es una compañía sin nacionalidad, con oficinas en Bermudas. A pesar de ello, valiéndose de su poder económico y de sus contactos en las altas instancias políticas, prácticamente redactó y acomodó a sus necesidades una Ley estadounidense. La Helms-Burton, como se le conoce, no solo atenta contra la soberanía de Cuba y la sobrevivencia de sus ciudadanos, sino que está aportando a la locura en que se desliza peligrosamente el sistema comercial capitalista, en sus ansias de derribar la mínima barrera de control.”

Violando las normas internacionales en materia comercial, estos mismos actores promovieron la aprobación de la Sección 211, un paso adicional con relación a la Ley Helms-Burton, que fue incluida en el proyecto de Ley presupuestario de 1999, el cual contaba con más de 4 mil páginas. Las primeras frases de la mencionada Sección, establecen que los tribunales de Estados Unidos no pueden reconocer ningún derecho a marca o patente de ninguna empresa extranjera, que tenga conexión cualquiera con propiedades de algún ciudadano estadounidense, que haya sido nacionalizada, sin indemnización, por el gobierno revolucionario de Cuba.[1] Así se cierra toda competencia a los jueces en esta causa.

Como se puede apreciar no basta con que directivos de la Pernod-Ricard hayan declarado recientemente en la Feria Internacional de La Habana, que están listos para comercializar el ron Havana Club en Estados Unidos, y que varias empresas de telecomunicaciones estadounidenses como ATT y Verizon, hayan mostrado interés en restablecer las comunicaciones directas entre Cuba y EE.UU., se trata de penetrar en el andamiaje anticubano que dicta la política de Washington hacia La Habana.

[1] Hernando Calvo Ospina: “Ron Bacardí: la guerra oculta”. Casa Editora Abril. 2000. P. 116.




Ya están en su hospital los médicos cubanos que combaten el ébola en Guinea (+ fotos)

16 de Novembro de 2014, 18:14, por Desconhecido

Brigada Médica Cubana contra el virus Ebola.
Guinea Conakry.

guinea-ebola10Desde la brigada médica médica cubana que combate el ébola en Guinea nos envían esta crónica acompañada de varias fotografías sobre el inicio de su trabajo asistencial. 

Bien temprano en la mañana del 14 de noviembre, expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto a los 37 colaboradores cubanos que integran la Brigada Médica de lucha contra el virus ébbola en Guinea Conakry, fuimos despedidos por el bravío océano Atlántico rumbo a la región de Forecariah, situada a 120 kilómetros de la Capital, bien intrincado en la floresta; donde se ubica un Cetro de atención a pacientes con Ebola.

Después de cuatro horas de viaje por carreteras en mal estado, no observamos la presencia de centros de salud, solo dos escuelitas, por cierto cerradas desde el inicio de la epidemia, llamó nuestra atención un niño de apenas 9 años de edad con un pico en la mano cavando en la tierra para que su mamá sembrara, otros de 10 a 12 años de edad, cargando sobre sus cabezas cubetas de diez litros llenas de naranjas y melones para la venta, realidad que no permitiremos vuelva a nuestra Patria jamás.

guinea-ebola5Así las cosas, llegamos al Centro de Forecariah, realizando recorrido por el mismo, donde intercambiamos criterios con el personal guineano que allí labora y con los expertos de la OMS. Debatimos sobre el funcionamiento de un Centro ébola, aspectos sobre Bioseguridad y el flujo de los pacientes. Se crearon equipos de trabajo y se realizaron simulacros de atención a pacientes infestados por el virus.

guinea-ebola8En tal sentido, los doctores Constanza Vallenas, Paola Méndez y Edward Zuroeste, profesores principales del entrenamiento a cargo de este Organismo Internacional, coincidieron en referir que nuestros profesionales poseen un alto nivel científico y una alta motivación para enfrentar la misión asignada.

guinea-ebola-6El entrenamiento de dos días, concluyo exitosamente. Esta experiencia permitió que los 37 guerrilleros de batas blancas, una vez más, demostraran que en condiciones adversas como estas, siempre enarbolaremos banderas de unidad y victoria. A nuestro Pueblo, al Partido Comunista de Cuba y a nuestro Gobierno, le enviamos desde Guinea Conakry un mensaje de confianza y de total compromiso con la historia de nuestra Patria. Nada ni nadie nos detendrá.

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No hay Revolución sin revolucionarios – los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos. José de San Martín.

15 de noviembre de 2014.

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