Venezuela: la realidad económica que los medios ocultan
7 de Julho de 2014, 15:59 - sem comentários aindaPor Jessica Dos Santos*
Las corporaciones mediáticas se apoyan en un par de fuentes aliadas a sus intereses para hacernos creer que Venezuela está al borde de un colapso económico. Aquí, cinco claves que desmontan esta falacia.
1.
Venezuela no está al borde de ningún colapso económico. Es totalmente falsa la matriz que habla de un posible “default”. De hecho, algunos economistas vienen hablando de la pronta llegada de un default desde los inicios del Gobierno bolivariano, sin embargo el presidente Hugo Chávez, ni en su peor momento, cuando el mercado lo castigada obligándolo a pagar altísimos bonos debido al “miedo” que generaba su discurso revolucionario, dejó de pagar.
Durante estos 15 años, el país cumplió religiosamente todas sus deudas, intereses y capital, y el tema de no pagar nunca estuvo en el debate político. Ahora ocurre exactamente lo mismo. De hecho, la peor parte de esa tan mentada crisis se registró entre 2012 y 2013 debido a la muerte de Chávez, y la conflictividad con la cual se inició el gobierno de Nicolás Maduro. Hoy en día no habrá un default a menos que el gobierno colapse por una caída en el mercado petrolero, algo que no se visualiza en ningún escenario.
2.
Nuestra facturación petrolera está totalmente estable. Es decir, tanto el precio del crudo como los niveles de comercialización se mantienen. Venezuela sostiene el precio promedio anual del barril de petróleo en 98,56 dólares, con una exportación estimada en 2,2 millones de barriles de crudo y derivados. El país, además, tiene reservas probadas en unos 298 mil millones de barriles que lo colocan en el liderazgo planetario.
3.
Se ha detenido la sangría indiscriminada de dólares, pese a las críticas que recibieron las medidas económicas impulsadas recientemente por el gobierno para intentar detener la inflación artificial o inducida que generó la fuga de dividas. Incluso el último análisis realizado por la encuestadora opositora Hinterlaces señala que “ya no salen aviones con vuelos sobrevendidos pero muy pocos pasajeros producto del raspado de cupos que desangró la economía”.
4.
Las cifras de “desabastecimiento” que se visualizan en los medios son erradas, imposibles de medir con exactitud y por lo cual tienen evidentes sobreestimaciones. Incluso, la metodología empleada por el Banco Central de Venezuela (BCV) para medir los niveles de abastecimiento toma en cuenta puntos formales del comercio en tiempos específicos.
Pero no toma en cuenta los productos presentes en el amplio negocio del comercio informal que reina en el país, ni los niveles de acaparamiento de productos tanto por mafias como por una buena parte de los hogares venezolanos que han caído en una especie de histeria que los lleva a compras masivas.
5.
El gobierno sabe cómo responder a sus deudas y continúa la cancelación de sus compromisos en forma paulatina, incluyendo aquí a las aerolíneas Aero México, Tame Ecuador, Avianca, Tiara Air, Insel Air y Aruba Airlines. Además, las estadísticas registran que al cierre del mes de junio, las reservas internacionales del país ascienden a 22.536 millones de dólares, una cifra que se traduce en un incremento de 9% respecto a mayo de este mismo año. Este aumento eleva los dólares en efectivo que se necesitan.
(*) Periodista venezolana @jessidossantos
Blog: http://jessicadossantos.tumblr.com/
Tomado de Marcha, una mirada popular de la Argentina y el Mundo
Entrevista a Carlos Aznárez: “Huir de la imparcialidad que plantea el sistema”
7 de Julho de 2014, 15:19 - sem comentários aindaPor Leandro Albani
Foto: Facundo Andicoechea |
Marcha dialogó con Carlos Aznárez, símbolo de quienes eligen fusionar el periodismo y la militancia. Sus inicios junto a Walsh, su extensa trayectoria cubriendo conflictos por todo el mundo y la actualidad mediática en la región.
Periodista que cruzó (y todavía cruza) las fronteras que sean necesarias para obtener información, Carlos Aznárez conjuga el oficio de la prensa y una militancia política de larga trayectoria. Militante de la organización político-militar Montoneros en la década del ´70, tuvo el privilegio de compartir el mismo puesto de combate con Rodolfo Walsh y un grupo de militantes que le dieron forma a la célebre Ancla, la agencia de noticias clandestina que durante el primer año de la dictadura militar (1976-1983) denunció el terrorismo de Estado en Argentina.
Periodista de patear calles y zonas en conflicto, Aznárez transitó la redacción de los diarios argentinos Noticias, La Razón, Página/12 y Sur, y de las revistas Crisis y Fin de Siglo. También es autor de los libros Tupamaros, Lorenzo Miguel. El padrino de la mafia sindical, 500 años después: ¿descubrimiento o genocidio?, Los sueños de Bolívar en la Venezuela de hoy y Rebeldes sin tierra: historia del MST de Brasil. Además, hace más de veinte años dirige Resumen Latinoamericano (www.resumenlatinoamericano.org), colectivo que publica un periódico en Argentina, Cuba, Uruguay, Venezuela y Europa, y semanalmente produce un programa de radio y otro de televisión.
En esta entrevista con Marcha, Aznárez habló sobre el rol del periodista especializado en temas internacionales, pero además demanda que los trabajadores de la prensa tengan un compromiso para el cambio social en el continente. A su vez, analiza el funcionamiento de los grandes medios de comunicación y sus implicancias en la realidad cotidiana.
-En el actual siglo veintiuno globalizado y conflictivo, ¿qué rol cumple un periodista que trata temas internacionales?
-Un periodista que se tome en serio los temas internacionales tiene mucho hilo para cortar en la actual coyuntura. Cada vez más los localismos, incluso los regionalismos, están siendo superados por enfoques macro, y eso permite generar cuadros de situación más estratégicos. Sólo con lo que ocurre en Latinoamérica, a partir de los cambios sucedidos en la última década, podemos establecer comparaciones, armar mapas radicalmente distintos a los antes utilizados; poner, como suele decir Eduardo Galeano, el norte en el sur y viceversa. A partir de allí, cada victoria o retroceso de los movimientos sociales y populares, enfrentando al imperialismo, ilumina, desde el punto de vista informativo, la posibilidad de bucear en el discurso de los nuevos neocolonizadores, y descubrir hasta dónde quieren llegar. Y cuánto se necesita poner en juego para que no lo logren.
Los periodistas no estamos exentos de esta ofensiva, y es por eso que cada vez más se impone huir del escenario de la maldita imparcialidad que nos plantea el sistema, y sumarnos con todo a la lucha de los que se rebelan contra el orden establecido.
-¿Con el paso del tiempo, la cobertura internacional fue cambiando para abordar los temas?
-Han ocurrido algunos cambios pero hay escenarios que se repiten. No parece muy diferente la cobertura que se podía hacer en los ‘70, con la URSS de pie, y la guerra fría generando todo tipo de situaciones y conflictos, a lo que hoy ocurre en Siria e Irak, Ucrania o en la propia Venezuela. En el siglo pasado, el cuadro más realista pasaba por saber que quién apretaba primero el botón de la guerra nuclear tendría sólo segundos más que su contendiente para disfrutar de la vida. Esa dramática advertencia moldeaba cualquier enfoque de la política internacional. O en el período latinoamericano y tercermundista en el que Fidel y el Che, Camilo Torres y Marulanda convocaban a generar “uno, diez y cien Vietnam”, y las guerrillas se levantaban en armas en Latinoamérica, en África y Asia. Escribir sobre ello y empaparse de todo lo que esas gestas trasmitían, provocaron que muchos de nosotros fusionáramos la “profesión” con la militancia, y ésta finalmente se quedara con el todo.
Han pasado los años y, sin embargo, algo sigue siendo noticia: el imperio estadounidense ha subsistido y continúa amenazando la paz mundial. Antes invadía Bahía de Cochinos, Santo Domingo, Panamá o Granada, y ahora se abalanza sobre Sudán, Somalía, Irak, Afganistán, Libia o Siria. A su calor es que surgieron los llamados periodistas “enganchados”, que en los grandes conflictos internacionales se convierten en voceros de los ejércitos invasores de turno o en alcahuetes de los portavoces del imperio. Ahora abundan tanto que llegan a molestar, por el tufillo que generan. Pero también hay otros colegas que ponen el cuerpo para contar la realidad de esos conflictos. Son aquellos que no reciben premios ni salen en las portadas de los diarios y sin duda están haciendo historia anónimamente, reivindicando la esencia no contaminada de la profesión.
-¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en la cobertura de las noticias internacionales?
-Para un periodista que se precie, la cantidad de información que hoy circula, gracias a internet y las famosas redes sociales, multiplica por cien las posibilidades de armar un archivo de datos con total inmediatez. Lo importante es saber cómo y dónde se para frente a ese cúmulo de noticias, y además saber discernir cuánta “mercadería en mal estado” circula por las redes, y cuál es el metro-patrón que usaremos para separar la paja del trigo. Es necesario saber usar la tecnología pero no encandilarse demasiado con ella, para que no termine provocando parálisis a la hora de cubrir tal o cual información. Es verdad que se ha ganado en rapidez, pero también es cierto que en otros momentos más incómodos, el cronista estaba obligado a despegarse de su sillón y salir a campear la información allí donde se produzca. Esa posibilidad de contrastar no la cambio por nada.
-¿Pensás que los grandes medios en Argentina no le dan la importancia necesaria a los temas internacionales?
-Piensan que no hace falta, que todo es más fácil cubrirlo por internet, pero se pierde la posibilidad de presenciar in situ los conflictos, sacar conclusiones más valederas, desplegar el ingenio para llegar donde a otros no les interesa llegar. También es cierto que hay bastante de tacañería en ciertos “grandes medios” y eluden el hecho de mandar a alguno de sus escribas al país que está ardiendo por los cuatro costados. Esa tarea ahora, y antes también, parece estar reservada para esa tribu empeñosa que son los freelancers, que sabiendo que van a tener poca competencia se tiran a la pileta en los escenarios más duros.
-Estuviste en muchas partes del mundo realizando coberturas. ¿Cuál es la importancia de que el periodista se encuentre en el lugar del hecho?
-Anduve por muchos países en el momento justo como para aprender y sacar conclusiones que tenían una validez incomparable. Viajé a Irak y Palestina varias veces, al Sahara Occidental, Marruecos, Túnez, Siria, la ex URSS, Europa casi toda, y varios puntos clave de Latinoamérica. En todos esos países, lo más importante fue el contacto directo con sus gentes, con sus sueños y fracasos a la hora de pelear por sus reivindicaciones. Eso no lo cambio por nada, y mucho menos por “mirar la guerra desde lejos para salvar el pellejo”. Hay algunos corresponsales que a pesar de que van a los escenarios de conflicto, es como si no existieran, ya que se encierran en los hoteles de lujo y desde allí transmiten los que otros colegas les cuentan. Obviamente, eso no tiene nada que ver con la palabra periodismo.
-En los procesos progresistas y de izquierda en América Latina, ¿cómo ves el desempeño de los medios públicos?
-Una cosa es lo que deberían ser y otra muy distinta lo que son. Creo que todo consiste en saber de qué tipo de gobierno o de proceso político se está hablando. Si está en marcha un auténtico proceso revolucionario, cuya meta es el socialismo, seguramente habrá que poner todo el empeño en conformar medios públicos que acompañen esa patriada. Pero a pesar de ello, nunca está asegurado el triunfo. Hoy hay países que entran dentro de ese marco, como Venezuela, que han mejorado mucho sus medios, pero sobre todo han apuntado a dar oxígeno a los medios alternativos, algo que resulta indispensable en la idea de enfrentar al terrorismo mediático.
Otros procesos “progresistas” pero asentados en el capitalismo, y con poca o ninguna gana de salirse del mismo, muestran medios públicos que aún tienen muchas lagunas, que incluyen –por ejemplo a nivel televisivo- programas de pésima calidad, que no difieren casi nada de los otros canales comerciales.
La clave fundamental pasa por si desde los gobiernos hay voluntad política de cambio o sólo les interesa mantener prolija la vidriera. Si se da lo primero, los medios públicos deberán acompañar esa movida con entusiasmo. Si no lo hicieran, hay que apurarlos y diría que casi obligarlos. No se pueden perder más oportunidades, no hay tiempo, y nos jugamos mucho en cada uno de estos procesos.
Tomado de Marcha, una mirada popular de la Argentina yh el Mundo
El Caribe nos reúne en defensa de Los Cinco
7 de Julho de 2014, 13:49 - sem comentários aindaPor Wilkie Delgado Correa*
Con la llegada del verano en la tierra caliente de Santiago de Cuba, se ha inaugurado el trigésimo cuarto Festival del Caribe que protagonizan representantes de todo el ámbito caribeño, acompañados de visitantes de muchos otros países del mundo. La ciudad hospitalaria acoge en su seno a la Fiesta del Fuego para el intercambio multifacético de las culturas populares caribeñas, aunque esta vez el acento y el realce estarán enfocados a las de Surinam, como país invitado. Y en múltiples escenarios de la antigua y heroica ciudad se despliegan las expresiones de ese ser caribeño especial en forma de coloquios reflexivos, historia, poesía, artes plásticas, danzas, ritos religiosos, medicina tradicional y, lo que es más importante, abrazos de pueblos en las calles cantando y bailando bajo el hechizo ancestral de penas y alegrías; de trayectorias preñadas de derrotas, caídas, arremetidas, victorias y la sempiterna búsqueda de la felicidad, presidida por la esperanza. Y en todas partes presentes las manifestaciones de solidaridad, amistad y hermandad entre nuestros pueblos.
Como parte integrante del Festival sesionó por tercera ocasión el evento el Caribe por los Cincoen la casa de Amistad con los Pueblo de la Ciudad Héroe. Los representantes reunidos escucharon un pormenorizado análisis de los aspectos jurídicos del caso de los Cinco con una actualización sobre la situación actual que concierne a Gerardo, Antonio y Ramón. Si bien está planteado un último recurso legal en el caso de Gerardo, con motivo del surgimiento de nuevas evidencias que merecerían la anulación de la condena, el proceso se dilata y la jueza Lenard parece estar paralizada por una incuria desesperante.
Después de desmenuzado la causa desde el punto de vista legal, se alzaron las voces, empezando por una colombiana, para señalar las acciones que se realizan en los distintos países, y las estrategias que se proponen y recomiendan. Cada intervención reafirma el compromiso con una causa que representa valores como la verdad y la justicia. Emotivo fue el mensaje que llegó desde Italia en la voz de una cubana residente en ese país y que refleja la lucha a nivel nacional y europeo.
La estrategia planteada para la solidaridad internacional se centra en el carácter político que tiene la condena de los Cinco. Es necesario que las acciones impliquen una mayor divulgación sobre la injusticia que se ha cometido en este caso, que penetre en la conciencia de un número mayor de ciudadanos de todo el mundo, pero en particular de Estados Unidos, que se logre romper el manto de silencio de la gran prensa del mundo, que se presione al gobierno norteamericano solicitando a Obama el indulto en cualquiera de las variantes posibles.
Esperemos que el Festival del Caribe este año rompa el maleficio de la condena que aún sufren Gerardo, Antonio y Ramón al conjuro bienhechor del Desfile del Fuego y la posterior Quema del Diablo, programados para el 9 de julio en la Alameda Michelsen, adyacente a la bahía de la ciudad.
*Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.
Imagen tomada de Juventud Rebelde
EE.UU.-Cuba: A Dios rogando… y con el mazo dando
6 de Julho de 2014, 22:15 - sem comentários aindaPor Néstor García Iturbe
Seguramente que todos ustedes conocen la frase con que he titulado este artículo.
La misma describe un tipo de comportamiento, en el que alguien se muestra de una forma, que pudiera considerarse compasiva, mientras que a la vez adopta una actitud completamente agresiva.
Todo esto se pone de manifiesto, prácticamente a diario, en la ejecución de la política exterior de Estados Unidos, independientemente del país o el área geográfica hacia donde esté dirigida.
Estados Unidos siempre se presentará como el país “respetuoso de los derechos humanos”, que lucha contra las lacras que hostigan a la humanidad y que ayuda a los que en distintos países quieren implantar lo que ellos denominan “democracia”. En todo momento será el país “atacado que se defiende” de los que lo quieren destruir. Todo esto acorde a la Doctrina del Destino Manifiesto, que durante cientos de años ha regido sus relaciones con otros países. Hasta aquí la benevolencia.
Para poder llevar a cabo dicha política, desarrolla una fuerte carrera armamentista donde incorpora a su armamento los principales adelantos de la ciencia y la técnica. Exporta sus armas a los que considera sus aliados en distintas regiones del mundo y establece con estos convenios militares que le permiten operar bases en territorio de los mismos, a la vez de prepararlos para que en futuros conflictos bélicos sean ellos los que actúen y no los efectivos de las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Utiliza los últimos adelantos científicos e informáticos para preparar su tropa en la guerra moderna, fundamentada en la ciberguerra, la guerra psicológica, la guerra medio ambiental, la guerra climática y la guerra espacial.
Por lo regular, Estados Unidos trata de dar una apariencia cuando se encuentra conversando con un país, que nada tiene que ver con las acciones que ejecuta en contra de este.
En el caso de Cuba, a pesar de las conversaciones que se han desarrollado entre los dos países, la isla del Caribe sigue incluida en la famosa lista de países que colaboran con el Terrorismo. Como si esto fuera poco y para que Cuba sepa que la van a incluir en cuanta lista se les antoje, también la incluyeron en la de países que están relacionados con el tráfico de personas.
Las sanciones a las entidades bancarias y financieras que intervienen en cualquier transacción relacionada con Cuba, han continuado incrementándose, no solamente en número, sino también en monto de dinero a pagar, como la reciente de 8,900 millones de dólares, que le impusieron al banco francés Paris National Bank, Paribas, aplicándole la “Ley de Comercio con el Enemigo”. Una ley estadounidense que se aplica a una entidad que se encuentra en Francia.
En el mes de mayo de este año, la entidad American International Group, dedicada al giro de seguros y servicios financieros, fue multada a pagar 279,000 dólares por realizar transacciones con Cuba.
En el pasado mes de junio, la empresa Red Bull North America, dedicada a la fabricación de bebidas energéticas, fue multada por la suma de 89,755 dólares, nada menos y nada más, que por filmar un documental en la isla del Caribe. Esta acción de la Red Bull debe haberse considerado afectaba la Seguridad Nacional de Estados Unidos, pues en el mencionado documental, las personas se veían felices, bien vestidas, bien alimentadas y bailaban al ritmo de las tumbadoras. Una imagen distinta a la que se quiere divulgar del “infierno comunista”.
Yo me pregunto ¿Por fin estamos conversando o no estamos conversando?
Esto parece una conversación en que una parte está muy interesada en conversar, mientras que a la otra le da lo mismo y continúa su política agresiva, sin consideración alguna.
Todos estamos contentos porque hemos comenzado a conversar. De esta conversación, ambos países van a lograr beneficios, por lo que deben cuidar que el ambiente sea propicio para avanzar y no para retroceder.
Estados Unidos tiene que olvidarse del mazo, si la conversación es en serio, pues aunque con limitadas posibilidades, Cuba también pudiera utilizarlo.
La serpiente de mil cabezas
6 de Julho de 2014, 21:33 - sem comentários aindaPor Ricardo Luis Plaul*
El capitalismo desde sus orígenes ha dejado su impronta de explotación, violencia, autoritarismo, pobreza, injusticia, guerras, muerte y desolación. Como formación socio-económica que conlleva una superestructura ideológica, jurídica y cultural, sostiene anti-valores que suelen disfrazarse y adoptar formas diversas asociadas al esfuerzo, la libertad, el desarrollo individual, el consenso, el respeto por las tradiciones y las normas.
Con habilidad e hipocresía esconde su afán de lucro, la obsesión por el consumo ilimitado y permanente, el desdén por el otro desde un egoísmo individualista feroz e inclemente, la incapacidad egocéntrica de la descentración, su pragmatismo utilitarista donde el fin justifica los medios, la xenofobia, el clasismo, el racismo, la homofobia, el rechazo en suma de lo diferente, el machismo patriarcal, su desdén y desprecio por lo nacional, lo latinoamericano, lo popular.
Su necesidad de acumulación y expansionismo, lo ha llevado a utilizar estrategias diversas para lograr sus objetivos. La tecnología ha sido, en manos del poder económico concentrado, sólo un instrumento valioso para incrementar y concentrar el Poder y las riquezas en manos de unas pocas familias y empresas.
La planificación capitalista también se ha asegurado de disponer de todos los recursos necesarios para lograr sus objetivos de eliminación de todos sus enemigos, ya se trate de personas o pueblos enteros.
Las guerras por el reparto del mundo, los golpes de Estado violentos o blandos, las dictaduras cívico-militares, la acción sediciosa y/o des-estabilizadora de las corporaciones mediáticas y económicas, la organización de grupos de mercenarios auspiciados por las agencias del Imperio, los periodistas, intelectuales, políticos y gremialistas cómplices, voceros y agentes del Establishment creando un clima de desaliento, miedo e inquietud, son algunas de las estrategias y actores intervinientes para asegurar su continuidad o restauración, según el caso.
Los gobiernos populistas pueden intervenir y regular la vida económica para paliar los efectos de este sistema, ampliar los derechos de las minorías y darles mayor dignidad de vida a través de subsidios, planes de vivienda, control de precios, atención prioritaria de la salud y la educación de los sectores populares, seguros de desempleo, universalización de las asignaciones familiares, jubilaciones y salarios dignos, avanzar en la obra pública, mejorar las oportunidades de empleo y producción, incentivar el desarrollo cultural y científico-tecnológico, incentivar la participación política de la juventud etc. lo cual no es poco. Pero no podrá eliminar la pobreza estructural, el trabajo no registrado, la desigualdad social, económica y laboral, la extranjerización y concentración económica, la destrucción paulatina del ambiente y la apropiación por parte de las transnacionales de los recursos naturales, sin transformar radicalmente las relaciones de producción , sin diversificar la matriz energética, sin una profunda reforma impositiva y financiera, sin concretar una integración regional e internacional económica, cultural y jurídica con aquellos países que marchan, con sus diversidades, hacia el buen vivir de sus pueblos.
El pretendido acompañamiento de una burguesía nacional, en el marco de un capitalismo nacional y humanizado con inclusión social es tan sólo una ilusión. El ataque persistente de los históricos enemigos internos del pueblo, que ven afectados sus intereses corporativos y personales, su poder y su impunidad, unida a la poderosa acción destructiva del capital financiero internacional hacen muy difícil el sostenimiento y avance de un Proyecto Nacional y Popular que no avance en la construcción participativa y revolucionaria de un proyecto regional con el conjunto de los sectores populares.
Las fuerzas mercenarias que atacan en Siria, la fragmentación y la guerra interna de Ucrania, la destrucción y fragmentación de Irak y los ataques que sufre de fuerzas fundamentalistas, la ocupación y destrucción de Afganistán, las frecuentes intervenciones armadas de las fuerzas de la OTAN en países productores de petróleo, la instalación de bases militares de EEUU en nuestra región y rodeando a países potencialmente “enemigos” del Imperio, el criminal bloqueo a Cuba, los ataques externos e internos a los países de Nuestra América que construyen el socialismo del siglo XXI, la impunidad de los llamados “paraísos fiscales, los ataques del Estado de Israel en la franja de Gaza, la escalada de los fondos “buitres” sobre países que se atreven, como el nuestro, a desafiar las imposiciones del poder financiero internacional, el avance y la impunidad del narcotráfico y el lavado de dinero, el criminal desinterés por los inmigrantes indocumentados que huyen de los dolores de la insufrible vida que el sistema genera, las políticas de ajuste ejecutadas en los países de la eurozona, son algunas de las manifestaciones de la variedad de acciones que el capitalismo, en su fase neoconservadora y de predominio financiero, lleva a cabo como parte de su acción de sobrevivencia y fortalecimiento.
Sus periódicas crisis son oportunidades para la organización, fortalecimiento y unidad en la acción, de los movimientos, fuerzas políticas, sociales y bloques regionales e internacionales que lo enfrentan. Pero hay que también tener en cuenta, que como un animal herido, se vuelve más peligroso e intenta curar sus heridas a costa de los sectores más vulnerables de los pueblos. Simula, se metamorfosea, se retuerce, se escurre, todavía no se muere, muestra sus garras y hay que unir fuerzas para enterrarlo junto a los que lo alimentan. La batalla política, económica y socio- cultural se libra en todos los frentes.
*Escritor, Remedios de Escalada, Buenos Aires, Argentina
05/07/2014