Obama a Cuba
Sobre los “consejos” de Atilio Borón[i]
rubèn ramos
Nunca antes leí algo del señor Borón, por higiene mental. Pero tratándose de sus “consejos a Obama para su próxima visita a Cuba, sentí curiosidad y ¡vaya! con lo que me encontré.
Al comienzo, pensé que sólo se trataba de una lamentable pobreza en el análisis pero luego me percaté que nada estaba dicho al azar ni graciosamente.
- Para empezar diré que Obama, Kerry o cualquier otro fantoche del poder sionista imperial son meros instrumentos de una política de agresión y colonialismo sobre Cuba y América latina. La reanudación de relaciones entre Cuba y EEUU no pone en cuestión la continuidad de esa política ni de la sistemática estrategia de desestabilización del sub-continente. Los Gorvachov de la Isla, el Papa Francisco, los intelectualoides y los “teólogos” que han usufructuado de la resistencia del pueblo cubano durante más de 60 años, pueden felicitarse de esta realidad.
Los últimos han engordado a costa de la heroicidad del pueblo cubano y han hecho crecer sus ONG con dinero de USAID, del BID, la NED, el Congreso estadounidense, Freedom House, el IRI, el NDI, y las ONGs europeas igualmente sionistas y alentadoras de la sedición y el terror.
¡Qué duda cabe! Han logrado su propósito. Y ahora pueden permitirse aconsejarle a Obama lo mismo que siempre hicieron: “Subirse a un Cadillac convertible descapotado del año 1955 para recorrer los rincones más bellos de La Habana y disfrutar de un inolvidable paseo por el Malecón dejando que la brisa marina los inunde y los llene de energía positiva”.
- Experiencia y conocimiento no les falta a cuanto intelectualoide, teólogo y poetastro llegó a Cuba. Se han pasado sesenta años pontificando sobre la revolución y ahora, llegados al ocaso, se quitan la careta para mostrar su doblez dando “consejos” a sus amos y apuñalando de paso a la revolución.
“En Cuba hay restricciones, hay prohibiciones, hay sanciones, todo es viejo, no hay tecnología, no hay Skype, ni Google Maps… Hay muchas regulaciones que impiden o dificultan el suministro de servicios de internet. Mejor dicho no hay transmisión de internet… Funciona mal la información periodística, peor la comunicación telefónica. Y todo por el bloqueo, dice Borón. Y agrega: “Por eso usted (Obama) y Raúl Castro decidieron que había que comenzar a desmontar el bloqueo y producir, esta vez en serio, un nuevo comienzo”.
Anote esto: “Esta vez en serio”. “Un nuevo comienzo”. ¿Cuál comienzo? ¿El del sacrosanto mercado? El de la “post-modernidad” que todo lo prostituye y degenera? ¿El del consumismo y el despilfarro? ¿El del individualismo y el egoísmo? ¿El del odio y la traición? ¿El del desarraigo y la aculturación?
En Cuba hay información y comunicación. Y de la buena. Cuba es territorio sin analfabetos. Todos leen y lo que es más importante: entienden lo que leen. No hablo del lumpen que sólo sabe deletrear MIAMI. Cuba es una sociedad civilizada como ninguna en el mundo. ¿Y saben por qué? Por el valor de su interacción social. Esto no lo da el internet ni el Skype, ni Google, ni Facebok, ni Twiter, ni cuanto teléfono “inteligente” se invente. Tampoco sus artilugios.
Tecnología en Cuba si hay. Para la producción, para la ciencia, para la salud, para la educación. No para el consumismo. Es la tecnología para una sociedad no capitalista. Para una sociedad de clase trabajadora; no de “clase media” arribista, torpe, oportunista, imbécil.
- ¿Quién mejor que los intelectualoides, poetastros y teólogos para recomendar “los mojitos de la Bodeguita del Medio, los rones de la galería del Hotel Nacional”? O, ¿”aconsejar muy enfáticamente visitar Varadero o Cayo Guillermo” donde, supongo, todos esos ayudaron a la zafra?
¿Quién o quiénes mejor satisfechos para recomendar la gastronomía cubana en cuya “fusión virtuosa de africanos, españoles y criollos”, el señor Borón se olvidó de lo autóctono caribeño?
¿Quién o quiénes de los que se la pasaron en Cuba de agasajo en agasajo están mejor autorizados para recomendar sus verdaderos manjares?
Así “apoyaron”, por 54 años el diario quehacer de los cubanos frente al bloqueo.
Los intelectualoides nunca estuvieron de acuerdo con el carácter de clase de la revolución. La adularon para hacer posible su involución. Sabían que llegaría la hora. No porque Fidel envejecería, sino porque medraron para “castrar” su liderazgo. En este sentido, y vista la revolución como un proceso más allá de Cuba, Chávez, resultaba ser un peligro. Como resulta Evo o Correa. La derecha sionista (la cavernaria y la nueva) y la nueva izquierda neoliberal de la que forman parte los “intelectuales” a los que se refería Wrigth Mills en su “sociología”, larvaron bien y lo siguen haciendo.
- ¿De dónde saca el señor Borón que los cubanos puedan sentirse honrados con el “intenso amor” de Hemingway y de Wrigth Mills? Muchos cubanos conocen bien la vida y obra de estos dos prototipos de la infiltración estadounidense. El primero, mal cuentista y peor novelista, aunque buen bebedor, machista y suicida se fue de Cuba apenas triunfó la revolución. El segundo escribió sobre la revolución pero para advertir y recomendar a su gobierno lo que hoy han puesto en práctica las élites del poder. Y no sólo en Cuba, tal como recomendaba, sino “en todos aquellos países hambreados del mundo”. Subvertir desde adentro y de la mano de los intelectuales.
- Al parecer, el señor Borón no sólo es sabio en “amores intensos” y consejos turísticos “made in Disney World”. Lo es también en ponderar las “virtudes del libre comercio” y en pedirle a Obama que “¡deje que los cubanos lo practiquen!” Anótelo.
También es pródigo en recomendaciones. Así, en un desmedido afán por ser de los invitados de honor el día en que Obama celebre la recuperación del “patio trasero” estadounidense, le aconseja que se cuide, él y su familia, de “las maldiciones e insultos de los norteamericanos que llegan a Cuba” y confrontan la serie de restricciones que ha enumerado. Le recuerda y advierte la posibilidad de un atentado que podría sumarse a esos “otros veinte contra la vida de presidentes estadounidenses de los que cuatro terminaron con la vida del atacado”. Para evitar esto, le dice a Obama, “hágase un favor a usted y su familia y elimine esas restricciones”. ¡Cómo si de este paria dependieran las decisiones del poder!
El intelectual doctorado en Harvard (la universidad líder de las ultraconservadoras del republicanismo estadounidense que conforman “La Hiedra”) es también pródigo en el arte de la adulación, aunque en este caso se equivocó diametralmente. Poner a Obama al mismo nivel intelectual y político que Fidel Castro es en verdad un despropósito cuando no un atrevimiento.
Importa poco que el señor Borón sepa lo “culto” que es Obama. Sus únicos créditos son, en todo caso, ser un desarraigado y haber sido amanuense de un estudio de abogados. Políticamente es sólo un advenedizo, “de color”. Igualmente ignorante que todos sus antecesores. O, ¿es que el señor Borón pretende no saber cómo se “perfilan” los candidatos en la nación de las “oportunidades para todos”?
Fidel Castro es un líder revolucionario, el gobernante de un país libre hasta su relevo inesperado, un estadista de gravitación universal. El señor Borón pierde el sentido de realidad al decir que un encuentro con Fidel “lo enriquecerá” a Obama. Nada puede enriquecer a un fantoche. A Obama sólo lo ha enriquecido la guardianía de la casa Blanca y el premio nobel (por el millón y tantos de euros). Igual ocurrió antes con los otros guerreristas igual que él. Los más cercanos Carter, Kofi Annan y su socio Lahthar Brahimi. Y antes, Theodore Roosevelt, en 1906, y Woodrow Wilson (al término de la Primera Guerra Mundial en 1919). Recordando a Roosevelt diré que este recibió el premio nobel por la invasión a Cuba y la instalación de la Base de Guantánamo, por la “doctrina del gran garrote” y del imperialismo, por la invasión de Panamá y de Santo Domingo, por la colonización de Marruecos y la intervención estadounidense en la guerra ruso-japonesa. Por su parte Wilson intervino en la masacre de campesinos durante la Revolución Mexicana, obedeció el mandato de las élites de la industria bélica para entrar en la Primera Guerra haciendo alianza con Gran Bretaña y Francia, los socios de siempre en las guerras de EEUU. Los méritos de Annan y de Brahimi como los de Bush-Obama son Afganistán, Irak, Libia, Siria, Palestina, los Balkanes, África del Norte y, por supuesto, el engendro autodenominado Estado Islámico.
- Fidel no es un objeto de mercado. Usted, señor Borón, le falta el respeto al recomendarle a su mentor USA, “darse el gusto visitándolo”. Sería vergonzoso que Fidel recibiera a Obama.
Éste no se diferencia en nada de Netanyahu, de Cameron, de Hollande o de cualquiera de los guachimanes que lo precedieron. Todos están vertebrados por la moral judeo cristiana. La moral maniquea del exterminio total. La que vació de su contenido a la política para hacerla terrorismo, genocidio, magnicidio, crueldad de limpieza “religiosa”. Obama es igual un “troglodita ignorante como Donald Trump, Ted Cruz o Marco Rubio”. Todos prefabricados por los “think tank” de las élites del poder sionista en busca de títeres.
Si el señor Borón quiere congraciarse con Obama, que le obsequie uno de sus libros. Pero que no llame a Fidel un “bálsamo”. Tampoco lo identifique como el motivo para que Obama pueda darse “un merecido descansito” (sic). Esto no sólo es irrespetuoso sino pérfido. Los cubanos deberían decir algo al respecto.
- En realidad, el artículo que comento está preñado no sólo de insensatez y atrevimiento. También lo está en dislates. Uno de estos es llamar al jesuita Bergoglio “uno de los principales si no el principal estadista del mundo actual”.
Sólo quien sea un judío israelita sionista puede decir que el Papa actual es un estadista. Y es que lo que está haciendo este Papa jesuita, masón y sionista, es consolidando el Estado de Israel para su hegemonía global. Esto pasa por alcanzar la unidad de las iglesias, de los Estados, de sus gobiernos y de los pueblos en la obediencia absoluta al Papa.
- Dice Borón que levantar el bloqueo o devolver Guantánamo “puede ser una exquisita venganza” de Obama contra sus “opositores” en el Congreso que lo tienen “atado de pies y manos, y no dejan de agredirlo y difamarlo y de oponerse a sus reformas financiera, migratoria y de salud” ¡Por favor Señor Borón! Usted está bastante maduro para hacerse el ingenuo. El Congreso estadounidense junto a Obama instrumentaliza cuanta guerra y destrucción asola el mundo. Congreso y Poder Ejecutivo representan y defienden los intereses de las élites banqueras de la especulación y la estafa; de la industria bélica y el narcotráfico. El Congreso financia al Estado Islámico y al terrorismo que es creación de los gobiernos y aparatos de inteligencia estadounidense británico e israelita.
- Usted no es nadie para hablar en nombre de quienes se fajan por una vida mejor y un destino diferente en esta parte del mundo. No tiene autoridad para decirle al fantoche de la “excepcionalidad” que: “América Latina, siempre tan generosa, le ofrece una última oportunidad para entrar en la historia como un presidente que cambió el curso de los acontecimientos, liberando a Cuba del bloqueo y haciendo que su representante en los diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC-EP acelere la concreción del acuerdo…Con estos dos logros, entraría usted por la puerta grande de la historia universal”. Usted sabe, señor Borón, lo que pretende EEUU con Cuba como sabe muy bien que “la paz” en Colombia asegurará el exterminio de los ex guerrilleros y el avance del Comando Sur en el cerco a Venezuela y Ecuador. ¿De qué paz se habla? De la del Plan Colombia? ¿O de las nueve bases militares? ¿O la del narco-gobierno? Y en cuanto al pase a la historia. Obama, sólo tiene reservada una puerta que es la de todos sus antecesores: la del terrorismo universal. Las puertas de la historia de nuestros pueblos tiene nombres propios: Túpac Amaru, Bolívar, El Che, Fidel, Chávez, Evo Morales.
Sólo a quienes les fue negada o arrebatada la pasión por lo que nos es propio, se le puede ocurrir decirle al enemigo público de los pueblos de América latina y de la paz: “it’s up to you, Barack, Barack” ("Le toca a usted, Barack, Barack”). Esto es sencillamente lamentable para un latinoamericano y amigo de Cuba. Es propio de un intelectual de Harvard.
Si quiere leer el artículo de Atilio Borón encuéntrelo aquí:
[i] Atilio Borón es un sociólogo argentino de 72 años doctorado en Ciencia Política por la Universidad de Harvard. En 2004 recibió el premio ensayo de la Casa de las Américas de Cuba y en 2009 el José Martí por la UNESCO.