Bogotá, 28 de Agosto de 2013.

Apreciado Mario.

Tras una feliz victoria de nuestro Millonarios la cual más que tres puntos significaban una alegría para usted le escribo estas líneas. Usted no sabe quién escribe esto, y yo muy poco sé de usted. Sé que llegó como un refuerzo para poder pintar en este torneo finalización la estrella 15 en nuestro glorioso escudo y  en lo poco que le he  visto en la cancha le he visto las cosas que me hacen tenerle fe, esas que le vi cuando jugó con nuestro rival de patio y con Once Caldas que lo perfilaban como un muy buen refuerzo.