Por Rocío Rojas

Existen dos grupos de personas: Los que creemos fielmente que los animales tienen mucho en común con los humanos tanto en aspectos físicos y mentales, como emocionales.  Y los que aún se niegan a creer que los animales no humanos tienen sentimientos.

Resulta sorprendente, que a pesar de las tantas demostraciones de sensibilidad animal a las que hemos sido expuestos a través de los medios de comunicación, existan personas que se cierren a la idea de que ellos también son seres afectivos.