Fidel me esperaba a la entrada del salón de su casa, una pieza amplia y luminosa abierta sobre un soleado jardín. Lo abracé con emoción. Se le veía en estupenda forma. Con esos ojos brillantes cual estiletes sondeando el alma de su interlocutor.
Dos horas más con Fidel
enero 4, 2014 15:49 - no comments yet | No one following this article yet.
Viewed 11 times



0no comments yet
Por favor, escribe las dos palabras debajo