Disidentes NO, asalariados
12 de Junho de 2017, 12:45 - sem comentários ainda
Disidentes no, asalariados / Arthur González / Heraldo Cubano
Para quienes aún se creen que en Cuba existen “disidentes”, las declaraciones realizadas en días pasados durante la discusión del Reporte Anual de la Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA, resultan suficientes para entender que esos llamados “opositores” al gobierno cubano, son solamente asalariados que hacen y dicen lo que les ordenan, pues quien paga manda.
La FNCA fue creada en 1981 bajo la administración de Ronald Reagan, uno de sus propósitos fue aparentar que el conflicto entre Estados Unidos y Cuba no era tal, sino un problema de los cubanos, algo que la historia se encarga de desmentir, porque en la última reunión del Consejo de Seguridad Nacional de diciembre de 1958, el entonces director de la CIA, Allen Dulles, dijo con fuerza:
“…Hay que evitar la victoria de Castro…”, siendo apoyado por Dwight Eisenhower, a la sazón presidente de Estados Unidos.
Para no dejar dudas, el informe de balance anual divulgado el 22.05.2017 reconoce abiertamente que la FNCA gastó solo en el año 2016, 400 mil dólares en financiar a la denominada “disidencia cubana” a fin de llevar a cabo acciones provocativas, como las ejecutadas por las “Damas” de Blanco, los asalariados de la Unión Patriótica de Cuba en la región oriental de la Isla, y otros grupúsculos fabricados desde afuera que solo trabajan por dinero, no por ideología.
Las declaraciones de Karina Álvarez, directora de programa de la FNCA, son suficientes para conocer qué papel juega Miami en la dirección de los contrarrevolucionarios en Cuba, cuando sin vergüenza alguna afirmó:
“Apoyamos a 18 grupos de la sociedad civil, trabajamos en 14 provincias del país y como beneficiarios directos de nuestra labor se cuentan 500 personas mensualmente”.
El día que Estados Unidos no remese dinero para esos llamados “disidentes” no podrán contar con nadie para llevar a cabo actos provocativos, ni habrá más “Damas” de Blanco, porque todos sin excepción actúan solo por cobrar los dólares que envían desde los EE.UU.
Hoy para preparar a los llamados “disidentes” se gastan cientos de miles de dólares en boletos de viaje, hospedaje, alimentación y salarios, pues las instrucciones se imparten en Miami y no en la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana, como antes del 14.01.2014, cuando se implementó la nueva ley migratoria cubana.
Una idea precisa de que la contrarrevolución solo trabaja por el interés material, la ofreció la propia FNCA, cuando expusieron que enviaron a Cuba 15 computadoras, 59 celulares y 16 mil dólares en equipos electrónicos.
Para más detalles, el informe afirma que gastaron 245 mil dólares en financiar acciones provocativas dentro de Cuba; 60 mil dólares en dietas durante los viajes al exterior de varios contrarrevolucionarios; 46 mil en recargas telefónicas que significaron el pago de 54 mil minutos de conversación a través de la red móvil cubana, donde un minuto cuesta 0.35 centavos de dólar.
Sin tener en cuenta que con sus propias declaraciones demuestran el carácter mercenario de esos contrarrevolucionarios, expusieron a la prensa que también sufragaron el viaje a Estados Unidos del asalariado santiaguero José Daniel Ferrer, y las decenas de visitas a Miami de otros “disidentes”, con el objetivo de que hicieran denuncias a la prensa sobre inventadas violaciones de los derechos humanos, aspecto con el que tratan de conformar matrices de opinión contrarias a la Revolución cubana.
Otro de los grupúsculos mantenidos por la FNCA que también son receptores de sus dólares, son la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, el mini grupo jurídico Cubalex y la Asociación Sindical Independiente de Cuba, porque el plan trazado por la CIA con respaldo del Departamento de Estado, es potenciar grupos de la llamada sociedad civil mediante proyectos de todo tipo, que den la imagen de que nace una sociedad civil diferente, y para eso la FNCA dedicó 245 mil dólares asignados por el gobierno norteamericano.
El informe presentado reconoce que “buscan potenciar esa llamada sociedad civil y preparar nuevos empresarios que sean capaces de gestionar los recursos que se les faciliten, con transparencia y eficacia”.
Queriendo aparentar una separación con el gobierno yanqui, afirman que los fondos de la FNCA provienen de donaciones privadas y no del Gobierno estadounidense, como si nadie supiera que desde hace más de medio siglo Washington está empañado en destruir a la Revolución y para ello han malgastado miles de millones de dólares.
En su comunicado oficial del 17.12.2017 la Casa Blanca dijo:
“El congreso de EE.UU. financia la programación de la democracia en Cuba para proporcionar asistencia humanitaria, promocionar derechos humanos y libertades fundamentales y apoyar la libre circulación de información en lugares en donde está restringida y censurada”.
“Nuestras políticas en materia de viajes y remesas están ayudando a los cubanos, al brindarles nuevas fuentes de información, oportunidades de trabajar como autónomos y acceso a bienes de propiedad privada, además de fortalecer a la sociedad civil independiente”.
“Estas medidas servirán para fomentar aún más los contactos personales, respaldar con mayor fuerza a la sociedad civil en Cuba”.
“La administración continuará implementando programas de EE.UU. enfocados en promover el cambio positivo en Cuba…”
Esto prueba la total injerencia del gobierno de Estados Unidos en la política interna de Cuba.
Una situación similar de cualquier país hacia su sociedad, sería considerada como una declaración de guerra que no permitirían jamás bajo ningún concepto.
Fuentes:
https://heraldocubano.wordpress.com/2017/06/08/disidentes-no-asalariados/
https://miradasencontradas.wordpress.com/2017/06/08/disidentes-no-asalariados/
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=227754
http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/255-arthur-gonzalez-heraldo-cubano/75055-disidentes-no-asalariados
https://mariacelys.wordpress.com/2017/06/09/cuba-disidentes-no-asalariados/
https://micubaporsiempre.wordpress.com/2017/06/08/disidentes-no-asalariados-cubaesnuestra-cuba/
https://guayacanweb.wordpress.com/2017/06/08/disidentes-no-asalariados/
https://lentelatinoamericano.wordpress.com/2017/06/08/disidentes-no-asalariados/
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com
https://cubasiguelamarcha.blogspot.com/2017/06/disidentes-no-asalariados.html
¿Por qué se habla de guerra cultural?
24 de Maio de 2017, 13:11 - sem comentários ainda
¿Por qué se habla de guerra cultural? / Elier Ramírez Cañedo
Estados Unidos tiene una vasta experiencia en la práctica de la guerra cultural contra todo proyecto alternativo a su hegemonía en el escenario internacional. La CIA y la guerra fría cultural, de Frances Stonor Saunders, constituye un libro imprescindible –la investigación más completa sobre el tema– para comprender esta realidad. Este libro demuestra cómo, en los años de la Guerra Fría, el programa de guerra sicológica y cultural de la CIA contra el campo socialista fue su joya más preciada.
«Un rasgo importante –señala Stonor– de las acciones emprendidas por la Agencia para movilizar la cultura como arma de la guerra fría era la sistemática organización de una red de “grupos” privados y “amigos”, dentro de un oficioso consorcio. Se trataba de una coalición de tipo empresarial de fundaciones filantrópicas, empresas y otras instituciones e individuos que trabajaban codo a codo con la CIA, como tapadera y como vía de financiación de sus programas secretos en Europa occidental».
La guerra cultural es aquella que promueve el imperialismo cultural, en especial Estados Unidos como potencia líder del sistema capitalista, por el dominio humano en el terreno afectivo y cognitivo, con la intención de imponer sus valores a determinados grupos y naciones. Es un concepto que, entendido como sistema, integra o se relaciona con elementos de otros términos que han sido de mayor uso como el de guerra política, guerra sicológica, guerra de cuarta generación, smart power, golpe blando, guerra no convencional y subversión política ideológica.
No es el arte y la literatura –aunque el arte y la literatura se usen como instrumentos o como blancos de la guerra cultural– el objetivo principal de la estrategia de guerra cultural del imperialismo contra un país en particular. El terreno en que se desarrolla la guerra cultural es sobre todo el de los modos de vida, las conductas, las percepciones sobre la realidad, los sueños, las expectativas, los gustos, las maneras de entender la felicidad, las costumbres y todo aquello que tiene una expresión en la vida cotidiana de las personas. Lograr una homogeneización al estilo estadounidense en este campo, siempre ha estado dentro de las máximas aspiraciones de la clase dominante en Estados Unidos, en especial, desde que su élite comprendió la diferencia entre dominación y hegemonía, y que esta última no podía garantizarse solo a través de instrumentos coercitivos, sino que era imprescindible la manufactura del consenso.
La guerra cultural desarrollada históricamente hasta nuestros días por Washington, no es una vana elucubración, sino que se sustenta en hechos concretos y comprobados, operaciones abiertas y encubiertas de las agencias del gobierno de EE.UU., declaraciones de los líderes de esa nación y documentos rectores de su política exterior, tanto en el plano diplomático como militar.
Zbigniew Brzezinski, uno de los principales ideólogos imperiales, quien fuera asesor paraAsuntos de Seguridad Nacional del expresidente Carter, en su obra, El Gran Tablero Mundial, expresaba:
«La dominación cultural ha sido una faceta infravalorada del poder global estadounidense. Piénsese lo que se piense acerca de sus valores estéticos, la cultura de masas estadounidense ejerce un atractivo magnético, especialmente sobre la juventud del planeta. Puede que esa atracción se derive de la cualidad hedonista del estilo de vida que proyecta, pero su atractivo global es innegable. Los programas de televisión y las películas estadounidenses representan alrededor de las tres cuartas partes del mercado global. La música popular estadounidense es igualmente dominante, en tanto las novedades, los hábitos alimenticios e incluso las vestimentas estadounidenses son cada vez más imitados en todo el mundo. La lengua de Internet es el inglés, y una abrumadora proporción de las conversaciones globales a través de ordenador se originan también en los Estados Unidos,lo que influencia los contenidos de la conversación global».
Este es el mismo Brzezinski que en 1979, en un memorándum enviado a Carter, recomendaba el siguiente curso de política a seguir hacia Cuba: «El Director de la Agencia Internacional de Comunicaciones, en coordinación con el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional, deben incrementar la influencia de la cultura estadounidense sobre el pueblo cubano mediante la promoción de viajes culturales y permitiendo la realización de coordinaciones para la distribución de filmes estadounidenses en la Isla».
No hace mucho se dio a conocer un documento de extraordinaria importancia para comprender las estrategias actuales del imperialismo estadounidense en el campo de la guerra cultural. Se trata del Libro Blanco del comando de operaciones especiales delEjército de Estados Unidos de marzo del 2015 bajo el título: Apoyo de las Fuerzas de Operaciones Especiales a la Guerra Política.
Lo que plantea en esencia este Libro Blanco es que Estados Unidos deben retomar la idea de George F. Kennan –antiguo experto estadounidense en el tema soviético y arquitecto de la política de «contención frente al comunismo» en el Departamento de Estado–, acerca de la necesidad de superar la limitante del concepto que establece una diferencia básica entre guerra y paz, en un escenario internacional donde existe un «perpetuo ritmo de lucha dentro y fuera de la guerra». Es decir, que la guerra es permanente, aunque adopta múltiples facetas y no puede limitarse al uso de los recursos militares. De hecho, el documento expresa que se puede hacer la guerra sin haberla declarado, e incluso hacer la guerra al tiempo que se declara la paz.
«La guerra política es una estrategia apropiada para lograr los objetivos nacionales estadounidenses mediante la reducción de la visibilidad en el ambiente geopolítico internacional y sin comprometer una gran cantidad de fuerzas militares», destaca el documento desde sus primeras páginas. «El objetivo final de la Guerra Política –continúa más adelante– es ganar la “Guerra de Ideas, que no está asociada con las hostilidades”. La Guerra Política requiere de la cooperación de los servicios armados, diplomacia agresiva, guerra económica y las agencias subversivas en el terreno, en la promoción de tales políticas, medidas o acciones necesarias para irrumpir o fabricar moral».
Este Libro Blanco es solo uno entre muchos estudios y recomendaciones de doctrinas y estrategias militares elaboradas en Washington, que cada día asignan un rol más protagónico a los componentes culturales e ideológicos en sus estrategias hegemónicas.
La Guerra Cultural contra Cuba.
La guerra cultural contra Cuba no comenzó el 17 de diciembre del 2014, pues desde el propio triunfo revolucionario Cuba ha enfrentado tanto los impactos de la oleada colonizadora de la industria hegemónica global, como proyectos específicos de guerra cultural diseñados, financiados e implementados por el imperialismo estadounidense, sus agencias y aliados internacionales, con el objetivo de subvertir el socialismo cubano.
Al respecto señaló Ricardo Alarcón: «La agresión cultural contra Cuba (...) No solo existe todavía sino que no cesa de aumentar. Conserva una dimensión encubierta, clandestina, dirigida por la CIA, pero, además, desde comienzos de la última década del pasado siglo tiene otra dimensión pública, descaradamente abierta. El caso cubano es, por estas razones, absolutamente único, excepcional.
«Lo es también porque lo que se nos hace en el terreno cultural ha sido siempre parte integrante de un esquema agresivo más amplio, que ha incluido una cruel y permanente guerra económica, y la agresión militar, el terrorismo y otros actos criminales, cuyo propósito, (...) detallado en una infame ley yanqui, es poner fin a nuestra independencia».
Un componente fundamental de la guerra cultural de los distintos gobiernos de Estados Unidos contra la Revolución Cubana, ha sido la guerra sicológica y mediática.
El libro Psywar on Cuba. The Declassified History of US Anti Castro Propaganda, de Jon Eliston, publicado en 1999, revela como Washington practicó contra Cuba durante décadas la agresión sicológica y propagandística y que ella incluía libros, periódicos, historietas, películas, panfletos y programas de radio y televisión.
Otro de los campos predilectos de la guerra cultural ha sido el de la historia. Se manipula y tergiversa nuestro pasado, se atacan sus bases más sensibles y simbólicas, precisamente porque se pretende barrer con el ejemplo de la Revolución Cubana desde su propia raíz.
¿Qué son Radio y TV Martí, sino estructuras creadas para la guerra cultural en su sentido más amplio contra el proyecto revolucionario cubano?
Existe una gran diferencia entre la diplomacia pública que desarrollan muchos países en la arena internacional y las acciones que históricamente han practicado los distintos gobiernos estadounidenses. Detrás de este vocablo «inofensivo», se ha escondido toda una maquinaria de difusión de valores políticos y culturales de Estados Unidos, que para nada toma en consideración el respeto a la soberanía de las naciones y la diversidad cultural de los pueblos. No se trata solo de influencia, sino de injerencia encubierta y abierta en los asuntos internos de otros estados.
A la hora de evaluar los retos que enfrentamos, en ocasiones se adoptan posiciones triunfalistas, desde una visión reduccionista de la cultura, entendida estrictamente como arte y literatura. Claro que entre Cuba y Estados Unidos han existido influencias y confluencias culturales durante más de dos siglos, gracias a las cuales ambos pueblos nos hemos enriquecido espiritualmente, pero los desafíos fundamentales se dan en el terreno de los estilos de vida, la cultura política y los hábitos sociales.
Ante esa realidad, no hay mejor antídoto que el patriotismo, la cubanía –no cubanidad castrada–, el antimperialismo, el anticolonialismo y que, junto al fomento de referentes culturales sólidos, logremos un sujeto crítico de profunda formación humanista, capaz de discernir por sí mismo entre la avalancha de productos culturales con los que interactúa, dónde está lo realmente valioso.
Ese sujeto crítico solo es posible forjarlo desde las edades más tempranas a través del entrenamiento en el debate y la confrontación de ideas, con la participación activa de la familia, la comunidad, la escuela, los medios de comunicación y las organizaciones políticas y de masas. Por supuesto, todas las acciones que desarrollamos en el campo cultural deben acompañarse de hechos y realizaciones concretas, de hacer las cosas bien en todas las esferas, y que los resultados de ese trabajo se manifiesten en la vida cotidiana de nuestro pueblo.
Fuentes:
http://www.granma.cu/cuba/2017-04-18/por-que-se-habla-de-guerra-cultural-18-04-2017-19-04-55
https://culturayresistenciablog.wordpress.com/2017/05/22/por-que-se-habla-de-guerra-cultural-por-elier-ramirez-canedo/
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com
https://cubasiguelamarcha.blogspot.com/2017/05/por-que-se-habla-de-guerra-cultural.html
Nos sale carísimo mantener a los ricos
10 de Maio de 2017, 12:20 - sem comentários ainda
No nos los podemos permitir ni social, ni económica, ni ecológicamente. Nos sale carísimo mantener a los ricos / Luis I. Prádanos
Monsanto, acusada de pagar un
3 de Maio de 2017, 14:55 - sem comentários ainda
- El pasado marzo un juez de un Tribunal de Distrito en San Francisco (California)dictaminó que los documentos sobre Monsanto obtenidos por los demandantes podrían ser publicados.
- Por su parte, los documentos de la corte han sido reunidos en el sitio web de US Right to Know, organización de denunciantes de seguridad alimentaria.
- Los demandantes alegan que la exposición al producto estrella de la multinacional, el herbicida Roundup, causó que ellos o sus familiares desarrollaran linfoma no Hodgkin mientras Monsanto ocultaba los riesgos potenciales.
Venezuela: la derecha busca un baño de sangre
27 de Abril de 2017, 11:25 - sem comentários ainda