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2 de Julho de 2014, 11:17 , por Blogoosfero - | No one following this article yet.

Jugarán una selección cubana y el Tampa Bay Rays

3 de Março de 2016, 11:19, por Alejandra Madero Moreno - 0sem comentários ainda

El próximo 22 de marzo tendrá lugar el partido amistoso en el estadio Latinoamericano de La Habana. El juego será una muestra del interés por incrementar relaciones mutuamente provechosas y consolidar al deporte como puente del intercambio entre ambos pueblos, en el actual contexto de los vínculos entre Cuba y Estados Unidos

Juventud Rebelde
digital@juventudrebelde.cu
1 de Marzo del 2016 17:27:39 CDT

La Federación Cubana de Béisbol informa que el próximo día 22 de marzo una selección de nuestro país y el equipo de las Grandes Ligas estadounidenses Tampa Bay Rays sostendrán un partido amistoso en el estadio Latinoamericano de La Habana.

Fruto de un serio proceso de conversaciones entre ambas entidades, el juego es muestra del interés por incrementar relaciones mutuamente provechosas y consolidar al deporte como puente del intercambio entre ambos pueblos en el actual contexto de los vínculos entre Cuba y Estados Unidos.

Con el propósito de garantizar la calidad del escenario se trabaja rigurosamente en varios de los objetos de obras acometidos desde hace varios meses.

En el orden competitivo el compromiso es presentar un equipo que responda a las expectativas de su afición, y para ello serán necesarios algunos ajustes en el calendario de nuestra Serie Nacional.

Ello implica que tras celebrar todos los juegos suspendidos, a partir del 3 de marzo, haremos un breve alto a fin de concentrar a los atletas seleccionados para el referido duelo contra Tampa Bay Rays, y reanudaremos el certamen el día 24 de marzo.

En la nueva etapa, Industriales volverá a desempeñarse en el propio Latinoamericano.

Federación Cubana de Béisbol



¿Hay pueblos desagradecidos?

29 de Fevereiro de 2016, 17:10, por David Díaz Ríos

balotaje

Por Luis Manuel Arce Isaac / Prensa Latina /Es frecuente escuchar que los reveses electorales en Argentina, Venezuela y Bolivia expresan desagradecimiento de quienes debieron haber votado por gobiernos de los cuales fueron principales beneficiados de sus políticas sociales, e hicieron lo contrario.

Es un asunto muy complicado que se da a interpretaciones de todo tipo. En una entrevista con Prensa Latina el mes pasado, Frei Betto decía que desde el punto de vista humano lo más fuerte fue no cuidar la organización popular, el trabajo de educación ideológico.

Betto hacía una reflexión importante sobre esos retrocesos que, en una sociedad desigual, develan una permanente lucha de clases. No podemos engañarnos, pues no se garantiza el apoyo popular a los procesos solamente dando al pueblo mejores condiciones de vida, porque eso puede llevar a la gente a una mentalidad consumista, expresó.

Está demostrado que las políticas sociales populares desatan ansias seculares consumistas que el capitalismo estimula, pero que la condición de pobreza no permite concretar. Betto decía que en Brasil mucha gente está aburrida porque no puede consumir como antes.

"Yo diría que con todos los logros del gobierno del Partido de los Trabajadores con los presidentes Lula y Dilmalamentablemente hemos desarrollado una conciencia más consumista que ciudadana".

Los gobiernos se equivocaron al creer que garantizar bienes materiales era garantizar condiciones espirituales, opinó.

El hombre, por naturaleza, es ambicioso por el simple expediente de que piensa como vive y eso lo mortifica mucho cuando no tiene la posibilidad de vivir como piensa.

Pero cuando entra en el camino de concretar sus sueños con un gobierno que prioriza el gasto social y el empleo, ya no se conforma con comprarle esperanza a un billetero de lotería. No deja nada al azar, quiere mucho más, tangible y de inmediato. 

Evo Morales sacó a Bolivia de su miseria y atraso ancestral, pero los mismos que se beneficiaron le negaron terminar el tramo necesario para consolidar plan de desarrollo económico que daría grandes frutos a partir de2025. No hubo paciencia para esperar.

¿Significa que esos bolivianos son malagradecidos?

Ese resultado, al igual que los de los procesos en Argentina y Brasil, se acerca más a la observación de Betto sobre insuficiente educación ideológica y mentalidad consumista exacerbada, excelentemente labrada por los capitalistas con guerras mediáticas y económicas dirigidas a estimular ambiciones y descontentos.

Como valor agregado a esa política, hay todavía una fuerte campaña de prensa contra valores imprescindibles en el ser humano como la utopía y los sueños, y ataques a fondo a los paradigmas que son base de esos gobiernos progresistas a fin de cambiar todo el escenario político-ideológico que los sostiene.

Lo que está sucediendo en Bolivia, Argentina y Venezuela con esos procesos electorales es circunstancial, y no hay por qué creer que el avance de la derecha es irreversible cuando está demostrando involución en esos países.

En cambio, las masas populares son constantes aunque tengan desenfoques y siguen siendo las grandes creadoras de riquezas.

La fuerza telúrica de ese esplendor en la superficie viene desde abajo, muy profundo: de las tuberías que llevan el agua a los surtidores para que la gente la beba; de los cables eléctricos que en la oscuridad de ese submundo transmite la energía que da tanta luz y movimiento afuera; de los silenciosos conductos de las líneas telefónicas subterráneas que enlazan voces; de las minas de donde sacan de las entrañas de la madre tierra tesoros para su sobreviviencia.

Y allí abajo está el sudor del trabajador, sin el cual nada de lo que brilla arriba habría sido posible, y que en lugar de ser discriminado por el rico tendrían que tenerlo en un pedestal y rendirle permanente pleitesía, porque es elDios verdadero, el gran Creador en el sentido literal de la palabra.

En Argentina ya hay reacciones multitudinarias contra el presidente Mauricio Macri, y en Venezuela no se aceptan las arbitrariedades en la Asamblea Nacional encabezada por Henry Ramos Allup. 

En un campamento revuelto, con las lonas de los tabernáculos rodando y los relinchos de los caballos mezclándose con el ulular de un viento de tempestad, los cerebros débiles son incapaces de discernir y sus dueños desaparecerán como el actor cuando hace mutis por el foro. Ese es el destino del regreso de los antihéroes de hoy.

Los antihéroes tienen un grave problema, y es que a lo largo de sus vidas no logran entender que carecen de esencia, que son como un saco vacío, estrujado, sin forma ni contenido, porque no son héroes, ni pensadores, no tienen existencia histórica, y en el flujo y reflujo de ese agotador trabajo de ser visibles, hacen barbaridades que los sepultarán políticamente.

Fuentes:

http://prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&...

http://bohemia.cu/mundo/2016/02/hay-pueblos-desagradecidos/

http://guajiritasoy.blogspot.com/2016/02/hay-pueblos-desagradecidos...

http://carlosagaton.blogspot.com/2016/02/hay-pueblos-desagradecidos...

 

Publicado por:  David Díaz Ríos / @daviddr5129 CubaSigueLaMarcha.blogspot.com  



Obama viaja a Cuba: consejos para disfrutar de su estadía. Por: Atilio Borón

29 de Fevereiro de 2016, 13:03, por Alejandra Madero Moreno - 0sem comentários ainda

Atilio A. Borón*

ACABO DE REGRESAR de Cuba y la noticia de su próxima visita ha causado sensación. Será el primer presidente en funciones de Estados Unidos en visitar a su vecino en 88 años (Calvin Coolidge había ido en 1928), separado apenas por el Estrecho de la Florida y por una secular historia de hegemonismo de parte de su país que arranca con el segundo presidente de la historia de Estados Unidos, John Adams en 1783 cuando declaró que Cuba debería ser incorporada a la jurisdicción de Estados Unidos.

Luego, en 1898,  Washington se apropió de la victoria de los patriotas cubanos contra el colonialismo español y se quedaron con la isla y, de paso, Puerto Rico y las Filipinas. Impusieron una neocolonia con la Enmienda Platt y apoyaron a cuanto maleante se encumbró en el poder en la isla, respaldando algunas de las más sangrientas tiranías de América Latina y el Caribe, lo cual no es poco decir en un continente en el cual esa plaga tuvo una virulencia excepcional.

La Revolución Cubana puso fin a tanto crimen e ignominia, y la reacción de sus predecesores en la Casa Blanca fue condenar a la isla rebelde por sus ansias de libertad y autodeterminación, por su lealtad al mandato histórico de José Martí.

Hicieron de todo para acabar con la revolución, y todo les salió mal. Causaron miles de muertos y provocaron enormes daños y sufrimientos al pueblo cubano, con un bloqueo que si lo estimáramos en valores actuales equivaldría a dos Planes Marhall. Con uno bastó para la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial; con dos no lograron hundir a Cuba.

 ¿No le dice algo eso? Usted y su Secretario de Estado, John Kerry, tienen un mérito enorme al ser los primeros en reconocer el fracaso rotundo de la política estadounidense hacia Cuba. “Quisimos aislar a Cuba” –dijo Kerry- “y los que terminamos aislados fuimos nosotros.”

 Por eso usted y Raúl Castro decidieron que había que comenzar a desmontar el bloqueo y producir, esta vez en serio, un nuevo comienzo. Ese 17 de Diciembre del 2014 fue un día histórico. Luego se reabrieron las embajadas, y ahora viajará a Cuba y si sus servicios secretos se lo permiten podrá apreciar lo que es el pueblo cubano, su cordialidad, su integridad, la libertad con que se expresan sin temores sobre cualquier tema, su orgullo por haber resistido tantas agresiones sin doblegarse jamás.

Podrá usted encontrar muchos problemas en Cuba, como los que hay en su país; pero los cubanos jamás se pusieron -¡ni se pondrán!- de rodillas. Y pese a condiciones tan adversas como las que tienen que lidiar a diario aún cuidan mejor que en Estados Unidos la salud y la educación de su gente. Ya lo verá.

 Dicho lo anterior y como sé que a veces sus asesores son un poco inexpertos y no demasiado listos me permito hacerle llegar algunos consejos prácticos que harán más llevadera su visita a esa hermosa isla.

 Primero, ¡no lleve dólares estadounidenses! Sé que para el jefe del  imperio mundial y presidente del único país que los emite ese consejo puede sonar absurdo, hasta ofensivo. Como dirían los psicoanalistas, es una brutal herida narcisista, pero es así nomás. Por eso, antes de subir al Air Force I asegúrese que la gente de su comitiva, y Michelle, cambien sus dólares a euros. El dólar no es muy útil en Cuba, no por los cubanos, sino por la estupidez de su predecesor, el brillante George W., a quien seguramente alguien le alcanzó una botella y producto de la intoxicación alcohólica emitió una orden ejecutiva en la cual se estipulaba que los dólares que procedían de Cuba se originaban en el narcotráfico, y por lo tanto no eran aceptables para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

 Si lleva dólares no se los aceptarán, porque los cubanos nada pueden hacer con ellos. Pero como son gente muy solidaria y hospitalaria tal vez se los cambiarían por CUCs, el peso convertible cubano, pero con un descuento del diez por ciento de su valor. Tenga en cuenta que después de la Libra Esterlina, el Euro y el CUC cubano son las dos monedas más fuertes del planeta. ¡Más fuertes que el dólar! Esto es un hueso duro de roer para cualquier presidente de los Estados Unidos, de modo que ahórrese el mal rato: cambie sus dólares a Euros, y al llegar vaya a una casa de cambio oficial -que en Cuba se llaman CADECA- y transfórmelos en CUCs. Así podrá pagar sin problema los mojitos que se tome en la Bodeguita del Medio, o los rones que pueda tomarse en la estupenda galería del Hotel Nacional y comprar los CDs de los buenísimos conjuntos de música que animan día y noche la vida cotidiana de los cubanos.

 Con dólares tampoco podrá comprar las magníficas pinturas y esculturas que hacen los artistas de la isla ni hacer lo que con unción religiosa hacen casi todos sus compatriotas que llegan a Cuba: subirse a un Cadillac convertible, descapotado, del año 1955 y recorrer los rincones más bellos de La Habana y, por supuesto, disfrutar de un inolvidable paseo por el Malecón dejando que la brisa marina los inunde y los llene de energía positiva.

 Por suerte para usted, si llega un día antes podrá asistir gratis al concierto de los Rolling Stones, porque en Cuba, a diferencia de casi todo el mundo, esos espectáculos son gratuitos. Si va con sus dólares no podrá hacer nada de todo esto. Salvo que, antes de emprender viaje, derogue la estúpida decisión de Bush hijo.

 Segundo, si sus hijas no lo acompañan en este viaje asegúrese de dejarle fotos bien recientes de usted y su señora esposa, y también llévese la de ellas con usted porque Skype en Cuba no funciona.

 Podrán hablar por teléfono con ellas, si tiene suerte, pero no las podrán ver, y ellas a usted y su señora tampoco. Resulta que como parte del bloqueo hay muchas regulaciones que impiden o dificultan el suministro de servicios de internet a Cuba, y esta es una de ellas.

Otra normativa vigente impide el tendido de cables submarinos que pasen por Cuba para transmisión de internet. Mire un mapa de los cables que cruzan todo el Caribe y verán que la isla tiene uno sólo, y que apenas si funciona: el que generosamente Hugo Chávez hiciera llegar a la patria de Martí y Fidel, y que algunos norteamericanos como el escrito Ernest Hemingway y el sociólogo C. Wright MIlls amaron intensamente. Todos los demás países del área están muy bien conectados por esos cables, menos Cuba.

 Por ahí lo invitan a visitar Varadero o Cayo Guillermo, cosa que le aconsejo muy enfáticamente. Pero no se le ocurra querer saber en qué lugar de la isla se encuentra durante el trayecto abriendo el Google Maps. Aparecerá un antipático cartelito diciendo algo así como que “en la locación en que usted se encuentra no es posible abrir este programa.” Tampoco pretenda leer los mensajes que le mandan sus millones de “fans” a su cuenta del FB, o contar los “me gusta” o enviar algún trino en Twitter acompañado por una imagen.

 Como la conexión fundamental de internet es por aire, salvo una pequeña parte del tráfico que circula por el cable venezolano, las comunicaciones de internet son lentas, caras y poco confiables, y lo mismo ocurre con las telefónicas. ¡Imagínese lo que ocurriría con la competitividad internacional de la economía norteamericana si tuviera estos problemas! Mejor ni pensarlo.

 Pero dejemos el mundo de los negocios y vayamos a un tema favorito de su gobierno: la “seguridad nacional.” Dios no quiera que mientras usted disfruta de la hospitalidad cubana su Secretario de Defensa le envía a su cuenta de correo electrónico la foto de algún supuesto terrorista que quieren “neutralizar” (eufemismo por asesinar) con un dron en Siria. Lo más probable es que una vez que el correo llegue a sus manos y usted se arma de paciencia para descargar la fotografía y le manda un correo con su OK a los chicos del Pentágono el sujeto se encuentre en las Islas Seychelles disfrutando del dinero mal habido robando petróleo en Siria e Irak, con la complicidad de su gobierno y el de sus socios europeos.

Ni hablar de que su vice JoeBiden quiera enviarle un video del último asesinato masivo en Michigan, o el borrador que había preparado para su encuentro con el Presidente Raúl Castro; o que pretenda leer el New York Times o el Washington Post, o la edición internacional del Granma (en inglés) para enterarse de algunas noticias locales. ¿Problemas cubanos, ineficiencias de la revolución? No. El bloqueo, simplemente el bloqueo.

 Y usted sí puede terminar con esta canallesca agresión informática; eso está en sus atribuciones y no necesita pasar por el Congreso. De hecho, debo reconocer que muy lentamente está habiendo un progreso en esta área de la conectividad y las telecomunicaciones, pero todavía hay un muy largo camino para recorrer y por ahora las cosas siguen siendo como las dije más arriba.

 Si usted ordena a su gente que apure el paso y permita que Cuba disponga de la misma conectividad que Jamaica o República Dominicana evitaría que el aluvión de visitantes  norteamericanos que está llegando a la isla, y los centenares de miles de cubanos que viven en la Florida y están comenzando a viajar a Cuba, hablen tan mal de “los inútiles y estúpidos burócratas de Washington”, como me dijeron hasta el cansancio días atrás irritados por los problemas con la internet.

 Otro consejo práctico: la gastronomía cubana es excelente. Tiene el sabor y la variedad de ese maravilloso crisol de pueblos y culturas que es Cuba, fusión virtuosa de africanos, españoles y criollos. Seguramente que lo agasajarán con verdaderos manjares. No deje de probar la langosta cubana, rojita como la revolución pero que le resultará un platillo inolvidable. Yo viví largos años en Nueva Inglaterra y allí también tienen buenas langostas, pero ni de cerca tienen el sabor de las cubanas.

 Claro que los chicos de su comitiva no creo que sean agasajados con langostas y pargos, un magnífico pez caribeño, y pueden verse decepcionados porque las alternativas a la hora de sentarse a la mesa no son muchas, aún en los mejores paladares de La Habana. ¿Por qué? Porque Cuba tiene enormes restricciones a la hora de importar cualquier clase de bien, inclusive alimentos, o medicamentos, desde Estados Unidos.

 No pueden usar dólares, tienen que triangular todas su operaciones con terceros países, los bancos que facilitan sus transacciones comerciales pueden ser sometidos a multas escandalosas, como los casi 9.000 millones de dólares que a fines del 2014 el Departamento del Tesoro le aplicó al francés Paribás, y que fue indignamente aceptado por el presidente FrancoisHollande que en lugar de desestimar la multa porque la ley de Estados Unidos no puede tener vigencia extraterritorial, es decir, fuera del territorio norteamericano, se limitó a refunfuñar que “me parece excesiva.” ¡De Gaulle se revolcó en su tumba!

 Además, en el caso de la compra de alimentos en Estados Unidos los cubanos tienen que pagar todo por anticipado, caso único a nivel mundial, y pagar fletes escandalosos por culpa de las leyes del bloqueo que impiden a todo navío que transporte productos desde y hacia Cuba atraque en cualquier puerto de los Estados Unidos en los seis meses subsiguientes. Por eso tal vez los chicos del servicio secreto se aburran un poco con la comida y se enojen, y a usted le conviene tenerlos bien conformes y muy motivados. No se olvide que hubo veinte atentados contra la vida de presidentes estadounidenses, todas las cuales ocurrieron en casa, y cuatro de ellas terminaron con la vida del atacado.

 Hágase un favor a usted y su familia, y de paso evite las maldiciones e insultos de los norteamericanos que llegan a Cuba, y elimine esas restricciones. Además, ¿no es usted uno de los que cree en las virtudes del libre comercio? ¡Deje que los cubanos lo practiquen!

 Por último, presidente, para no distraer más de su tiempo. Yo sé que usted como hombre culto que es –como una brillante excepción en la colección de rústicos personajes que lo precedieron en el cargo, como Ronald Reagan, Gerald Ford y George W. Bush hijo para quedarme sólo con los republicanos- y como un político de raza debe arder en deseos de ir a conversar con Fidel. Es eso lo que en realidad lo mueve a visitar Cuba tan intempestivamente. Sabe que el Comandante cumplirá 90 años este 13 de Agosto y quiere anticiparse en los saludos, porque en esos días aquella isla recibirá una multitud de visitantes. Claro: tiene que tratar asuntos de estado primero con Raúl pero usted sabe muy bien que Fidel es el último sobreviviente de los grandes estadistas que tuvo el siglo veinte, y que la estela de su trayectoria penetra todavía hasta bien entrado el veintiuno.

 Le aseguro que una charla con él le enriquecerá: hablará con una persona cultísima -¡usted que tiene que vérselas con seres toscos y primitivos como Netanyhau, o eminentes mediocridades como Cameron, Rajoy y Hollande, o bandidos como los monarcas petroleros del Golfo, para ni hablar de algunos de sus vecinitos al Sur del Río Bravo cuyos nombres prefiero mantener en reserva pero todos saben quienes son.

Podrá dialogar con un hombre que maneja un nivel de información general apabullante, con un estadista que se adelantó a su tiempo en la denuncia del cambio climático en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, en 1992, y las amenazas que este implica para el género humano, un tema que a usted también le preocupa; pionero también en la promoción de la biotecnología y las nanociencias en un pequeño país acosado y subdesarrollado, con una experiencia política única y de modales reposados y corteses y, aparte, dueño de un agudo sentido del humor.

 Michelle estará encantada con el trato respetuoso que le prodigará, en contraste con el maltrato que en su país sufren las mujeres, inclusive la de los propios presidentes.

 Sé que no se le escapa que en un año electoral esto puede espantar a algunos votantes -algunos, sólo algunos- de los demócratas. No los que apoyan a Bernie Sanders, que en una de esas golpea a la cátedra y se queda con la nominación de su partido. Sobre esto también le puede hablar Fidel, porque conoce como pocos los vericuetos de las luchas políticas y las líneas internas de demócratas y republicanos. Puede ser una conversación reveladora.

 Por eso, dese el gusto y váyalo a visitar. Lo recibirá con su proverbial bonhomía y sáquese la foto con él. Todos lo hacen: políticos, intelectuales, papas, artistas, todos. Por algo será. Hasta sus bisnietos se lo agradecerán. Además para usted será un merecido descansito. Yo lo compadezco: insultado a diario por las bestias de la Cadena Fox y rodeado de trogloditas ignorantes como los Donald Trump, Ted Cruz y Marco Rubio, hablar con un sabio como Fidel será un bálsamo que le hará más llevadero soportar lo que le resta de su mandato.

 Termino, ahora sí, recordándole que el Papa Francisco en un gesto sin precedentes fue a Washington y habló en una sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso. Si representantes y senadores tuvieran dos dedos de frente lo menos que podrían hacer en retribución al gesto de Francisco, uno de los principales si no el principal estadista del mundo actual, sería actuar en línea con la exhortación del Papa y derogar las leyes del bloqueo ya mismo, sin más dilaciones. Pero en su abrumadora mayoría son políticos de campanario, groseros aldeanos de poca monta insanablemente incapacitados para comprender la actual problemática mundial.

  Por eso usted no los espere; avance y haga todo lo posible, todo lo que esté en su alcance, para desmontar la infernal maquinaria del bloqueo. Utilice todas las atribuciones que retiene la Casa Blanca.

  Al fin y al cabo, sus enemigos lo ataron de pies y manos, y no dejan de agredirlo y difamarlo: las reformas que usted acometió: la financiera, la migratoria y la de salud, terminaron siendo poco menos que un fiasco por causa de ellos. Puede ser una exquisita venganza.

  América Latina, siempre tan generosa, le ofrece una última oportunidad para entrar en la historia como un presidente que cambió el curso de los acontecimientos: libere a Cuba del bloqueo y haga que su representante en los diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC-EP acelere la concreción del acuerdo. Este diálogo, no lo olvide, es uno de los grandes legados que nos dejó Hugo Chávez Frías, un hombre de paz, de paz con justicia social, que fue quien creó las condiciones para que las partes se dispusieran a conversar en Cuba, porque como acaba de decir Francisco en su encuentro con el Patriarca Kiril, esa isla se ha convertido en el lugar del diálogo por excelencia.

  No desperdicie esa oportunidad, y si todo sale bien volvería a La Habana, en pocos meses más, para refrendar con su presencia el acuerdo de paz y el fin de la guerra en Colombia. Y ahí sí, con estos dos logros, entraría por la puerta grande de la historia universal.

 El recientemente fallecido Umberto Eco, semiólogo y gran escritor, decía que un rasgo de la buena escritura es su musicalidad. Convencido de ello es que me viene a la cabeza algo que me parece apropiado para concluir estas líneas, algo que suena bien, que tiene música.

 Seguramente recordará que Frank Sinatra remata su exquisita interpretación de New York, New York, diciendo “it’s up to you, New York, New York!” Bien podríamos decir, en relación a todo lo que hemos venido hablando, “it’s up to you, Barack, Barack!” Suena muy pero muy bien. Al fin y al cabo no fue Cuba quien bloqueó a Estados Unidos, sino al revés.

 (Tomado del Blog:atilioboron.com.ar/22 Febrero 2016)

 *Politólogo y sociólogo argentino, doctorado en Ciencia Política por la Universidad de Harvard.



¿Quiénes son los más felices?, por José Echemendía Gallego

23 de Fevereiro de 2016, 17:38, por David Díaz Ríos

Cuando supe por un amigo de la existencia de un índice de felicidad que se publicaba anualmente y en el que ubicaban -de acuerdo con un grupo de indicadores- a muchos países del mundo en un orden descendente, y que en ese grupo de estados no aparecía Cuba, argumento suficiente, según él, para ilustrar  nuestra situación actual.

No pocas personas coincidirán conmigo en que uno de los conceptos más inaccesibles y escurridizos es el de la FELICIDAD, para algunos es un estado emocional cuando se cree haber alcanzado un propósito o meta; para otros, solo se tienen momentos felices; pero, sabe usted de la presencia de organismos o entidades internacionales que se aventuran en medir o jerarquizar la felicidad a nivel planetario; quiénes son los más y los menos felices en el mundo de hoy.

Pues sí, existe un organismo intergubernamental de las Naciones Unidas (ONU), la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) creada en 1961, conformada por 34países comprometidos con las economías de mercado y con sistemas políticos democráticos al más puro estilo occidental, que en su conjunto representan el 80% del PIB mundial; son ellos:Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, República Checa,Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría,Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur, Luxemburgo,México, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Turkia, Reino Unido y Estados Unidos de América.

Como puede ver a esa organización pertenecen los países más desarrollados del mundo actual (EE.UU., Reino Unido de la Gran Bretaña, Francia, Alemania, Japón, Canadá, los países nórdicos, entre otros), y usted –avezado lector- ya estará suponiendo también quiénes ocupan los primeros puestos en esa“distinguida lista” de bienaventurados y prósperos estados, y para que se sienta satisfecho de su suspicacia le adelanto losprimeros 20 lugares: Suiza, Islandia, Dinamarca, Noruega, Canadá, Finlandia, Holanda, Suecia, Nueva Zelanda, Australia, Israel, Costa Rica, Austria, México, Estados Unidos de América, Brasil, Luxemburgo, Irlanda, Bélgica, y Emiratos Árabes Unidos. Como puede ver, no se equivocó; de esos 20 solo tres no pertenecen a la OCDE (Costa Rica, Brasil y Emiratos Árabes Unidos), la mitad de los miembros de ese organismo intergubernamental conforman esa lista.

 

Como no me faltan razones para desconfiar de la justeza de esos estudios, me di a la tarea de buscar algunos datos relacionados con algunos de los indicadores tenidos en cuenta por la OCDE(Producto Interno Bruto nacional y factores sociales como el apoyo comunitario, la esperanza de vida, la generosidad, ingresos, empleo, educación, salud y seguridad personal) y establecer comparaciones con lo que ocurre en la mayor isla de Caribe, y como usted puede suponer comenzaron a aflorar evidentes contradicciones, veamos:

 

-Esperanza de vida al nacer: 79 años, en Cuba; México- 77, Costa Rica- 79, Brasil- 74, Emiratos Árabes Unidos- 77, EUA- 79

 

-Mortalidad infantil (por cada 1 000 nacidos vivos): 4,7 en Cuba, México- 12,58; Costa Rica- 8,7; Brasil- 19,21; EAU- 10,9; EUA- 6,17

 

-Desempleo: 3,2 en Cuba; México, 5.2; Costa Rica, 7.7; Brasil, 6; EAU, 2.4; EUA, 5.8

 

-Educación: Apuntar solo que según la Unesco, Cuba es el único país que ha logrado cumplir los objetivos para el año 2015

 

-Seguridad personal, tasa de homicidio intencional y suicidio: En Cuba, 5.0; México, 15.2; Brasil, 33.5; EUA, 16.75; Costa Rica, 10.0; EAU, 0.8

   

En varios países de los que integran la OCDE es legal el consumo de algunas drogas (marihuana y cannabis), ya sea de manera absoluta o con algunas restricciones, entre ellos: México, Brasil, Canadá, EUA, Holanda, República Checa, España, Luxemburgo, Portugal; también es legal en muchos de estos estados la prostitución: Alemania, Suiza, Austria, Noruega, Islandia, Canadá, EUA, México, Suecia, entre otros.

 

También resulta contradictorio que entre los países con más elevada tasa de suicidio (por 100 mil habitantes) se encuentren varios de estos estados que se ubican entre “los más felices”: Francia, 24.6; Bélgica, 17.7; Suiza, 23; República Checa, 25.8; Suecia, 20; Dinamarca, 20.2;  EUA, 19.2; Canadá, 18.7; Hungría, 25.9; Japón, 21.7; la tasa en Cuba es de 12.3.

 

Si el señor José Ángel Gurría, mexicano de nacimiento, ySecretario General de la OCDE desde el 2006; no pasara tanto tiempo en Europa, y renunciara a una jubilación de más de un millón de pesos mexicanos que recibe desde los 43 años, quizá tuviera una mejor mirada hacia esta isla del Caribe.

 

 Amigo lector de cualquier latitud, creo que usted coincidirá conmigo en que si tiene la seguridad de que su hijo nacerá sano porque su madre tuvo atención médica especializada gratuita desde el primer mes de embarazo, un programa de vacunación –también gratuito- que protege a su hijo de 13 enfermedades y que llegada la edad escolar irá a una institución digna, con buenos maestros; y que podrá estudiar hasta el nivel universitario sin costo alguno; pero además, usted papá, podrá darle la alimentación mínima indispensable para que crezca sano y fuerte porque tendrá un empleo digno, seguro, sin exclusiones o discriminaciones de cualquier tipo; que su hijo tendrá acceso a la práctica del deporte que le guste o a la manifestación del arte que prefiera, o ambas incluidas; quizás le falte el último modelo de iPhone, lo más actualizado de los recursos informáticos, pero no va a ser un analfabeto de la era digital, quizás no tenga lo último en la moda de las marcas, pero no le faltará lo básico para vestir y calzar.

 

Su hijo crecerá conociendo una sociedad solidaria, con valores humanos imperecederos como la honestidad, la responsabilidad, el amor a la patria, el respeto a los demás; tendrá la casi absoluta seguridad de que no será un drogadicto, de que no pasará a ser un número en las listas de desaparecidos a manos de las bandas delincuenciales, de grupos paramilitares o de desgarradoras guerras fratricidas que imponen y diseñan los poderosos a su gusto y antojo.

 

Solo he hecho mención de algunas de las razones por las que -sin duda alguna- se puede ser feliz. No creo en modo alguno que viva en un país perfecto, pero sí estoy seguro que vivo en un país interesado y ocupado en garantizar a sus ciudadanos la mayor cuota de seguridad posible, de formarlos para vivir con dignidad con una proyección de sostenibilidad de cara al futuro.

 

Aun aquel que en algunas ocasiones se disgusta porque le falta algo que considera que merece, comprende que la vida en estas circunstancias y condiciones puede, y debe hacernos felices. 

 

Aprendimos de un hombre universal y genial, nuestro José Martí,que:

 

“Sólo los necios hablan de desdichas, o los egoístas. La felicidad existe sobre la Tierra; y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón, el conocimiento de la armonía del universo, y la práctica de la generosidad.”    

http://cubasiguelamarcha.blogspot.com/2016/02/quienes-son-los-mas-felices-por-jose.html

 

Publicado por:  David Díaz Ríos / @daviddr5129 CubaSigueLaMarcha.blogspot.com  



Mitos, mitomanías y mistificaciones

22 de Fevereiro de 2016, 17:29, por David Díaz Ríos - 0sem comentários ainda

Todo mito se relaciona con narraciones maravillosas que condensan una realidad humana permanente en el tiempo y de alcance planetario; asociados a personajes o temas sagrados y heroicos, su sentido puede presentarse fuera de la divinidad y lo épico. El mito, que a veces se entiende popularmente como engaño, posee una base objetiva, condición que lo hace creíble o atractivo para ser creído; pero en ocasiones, la fantasía sobrepasa tanto lo factual, que se convierte en una tendencia casi morbosa a desfigurar la realidad, simplificándola o reduciéndola al ángulo sobre el cual se quiere llamar la atención: entonces elmito se mistifica y la realidad queda apresada, inmóvil, en estereotipos. Los pueblos contribuyen a crear mitos y estereotipos, y cuando dos naciones tienen una larga historia de enfrentamientos, la mitomanía abunda por la frecuencia en que se encadenan mitos y prejuicios, y si se cultiva en una cultura la exageración o la hipérbole, como resulta en la cubana, el proceso demistificación se acelera.
Cuando a Cuba llegaba ―¿llega?― un norteamericano, se pensaba en “un agente de la Cia” o un pagado por una organización encubierta del imperialismo “para subvertir el orden u obtener información valiosa”; ante cualquier pregunta curiosa se respondía ―¿se responde?― con suspicacia duplicando el habitual “secretismo” sobre informaciones que pueden encontrarse en cualquier sitio; en algunos casos, la cuestión se aproximaba ―¿se aproxima?― a la paranoia. Asimismo, si un cubano visitaba ―¿visita?― a Estados Unidosen compromiso profesional o académico, estaba ―¿está?― sometido a la sospecha de ser “un agente de la Seguridad del Estado que viene a espiar al gobierno norteamericano”; incluso, si decide quedarse allí, deberá lavar sus posibles culpas de la Isla en el Jordán de las declaraciones públicas antigubernamentales, y vincular las razones por las que se queda, no a cuestiones personales, sino al “régimen” ―dicho así, con énfasis: “rrrégimen”― y a Fidel y a Raúl, culpables de cuanta cosa sucede en Cuba, desde contraer elSida hasta no saber enfrentarse a alguien que le hizo la vida imposible. Algunosmitos de la mitomanía se llegan a mistificar: todo el que llega a Cuba de losEstados Unidos debe representar al “imperialismo yanqui”; todo el que pisa suelo norteamericano desde la Isla, está vinculado al “castrismo”.
También se mitologiza la condición social: “todos los norteamericanos son ricos, casi millonarios, y por lo tanto, tienen todo el dinero del mundo para botar, gastar, dar propinas, dilapidar…”; no resulta posible creer que algunos ahorraron mucho tiempo para viajar y tienen el dinero contado, y si alguno no malgasta, es un “tacaño”; en sentido contrario, “todos los cubanos son unos indigentes, unos muertos de hambre”; tampoco se concibe que algunos vivan holgadamente y hasta con riquezas, por lo que si trabajan o realizan algún servicio hay que pagarles poco, muy por debajo de lo normal, pues “los cubanos se contentarán con un plato de comida o alguna ropa, eso sería suficiente para ellos”, y el que no lo acepta es un “malagradecido”. Hay la tendencia a pensar entre muchos cubanos que los Estados Unidos son Miami, o quizás Hialeah; y entre norteamericanos, que Cuba es La Habana, y a veces, los alrededores del hotel donde se alojan; por ahí ambos sacan sus conclusiones de cada país. Otro mitomuy popular es la apariencia física: “los que vienen de los Estados Unidos son rubios, blancos lechosos, de ojos celestes” y ropas “características”, no hay trigueños de ojos negros como los chicanos, ni negros como los llamados afroamericanos, pues no existen ciudadanos de allí con otro aspecto que no sea el tipificado por las “características”; por otra parte, si son de Cuba, entonces los de allá están convencidos de que deben ser “negros, mulatos o mestizos”,vestidos con el “uniforme” de muchos cubanos miamenses.
Generalmente entre cubanos se considera que los norteamericanos son más“mundanos” y menos “provincianos”, y hay una idea generalizada de que no son rurales o ruralistas; parecería que solo viven en populosas ciudades ―aunque una buena parte no habiten esas grandes urbes, algunos no las hayan visitado nunca y ni siquiera tengan interés en conocerlas―, que suelen dominar temas que aquí resultan evidentes y que por su diversidad aceptan con frecuencia la posición del “otro” ―imposible creer que los haya muy nacionalistas, a veces localistas, pues es el país que más banderas tiene por kilómetro cuadrado: desde sus abundantes iglesias hasta viviendas. Para muchos de los estadounidenses, los cubanos no están al tanto de los avances de la tecnología, apenas conocen películas y músicas de moda, son muy “atrasados” ―quienes así piensan no tienen la menor idea del “paquete semanal”, ni se imaginan la necesidad de conocimiento en un pueblo que desde hace muchos años vive sin analfabetos y con un alto grado de escolarización―; nos acusan con frecuencia de“nacionalistas” porque en sentido general tienen un vínculo estrecho con su cultura y defienden con pasión su derecho a la independencia y a la soberanía: eso es ser “nacionalista” para algunos de los que piensan bajo ciertos mitos, aunque esta Isla sea una de las naciones más abiertas al conocimiento en el mundo.
Mientras mayor es el desconocimiento sobre Cuba, de la mitomanía se pasa con mayor facilidad a la mistificación. Una sistemática y prolongada propaganda política contra la Isla en los medios norteamericanos, ha provocado un envenenamiento muy arraigado en diferentes tipos de públicos, que aseguran que aquí Fidel, y ahora Raúl, deciden absolutamente todo lo que se mueve en el país, desde la compra de la pasta dental hasta la decisión de vender el tomate a 25 pesos la libra en el mercado, y estas convicciones han sido reforzadas por las pésimas políticas informativas cubanas, también demasiado prolongadas y sistemáticas, y el abismo creado entre lo público y lo que se publica; en esas condiciones, imposible convencer a nadie de que en Cuba los poderes están repartidos, aunque a veces mal compartidos, incluso en ocasiones en un sentido contrario a como generalmente se propagandiza, y frecuentemente desperdigados, pues el famoso control “totalitario” del que tanto se habla, aquí está multiplicado mil veces por la apariencia en relación con la realidad, y no pocas veces se esconde la negligencia entre maquillajes de eficiente vigilancia. Por otra parte, quienes se imaginan un país en que nadie puede criticar nada contra las decisiones del gobierno, cuando llegan se encuentran con el pueblo más hablador, protestón y “bocón” del mundo.
Por el contrario, el “sueño americano” ha hecho creer que sus “valores universales” garantizan un estado de bienestar y felicidad suprema, añorado por cualquier ciudadano del mundo; sin embargo, la realidad demuestra que el sueño puede convertirse en pesadilla, sobre todo para los pobres, que nunca salen en los medios y permanecen ocultos trabajando en una sociedad bajo una nueva esclavitud: trabajas y compras, vives para trabajar y consumir, trabajas para comprar y compras para consumir, incluso lo que no te hace falta. Y hay más: leyes caprichosas e injustas, como las que rigen las deportaciones, muy difíciles de anular a pesar de las inconformidades hasta en el propio Congreso; ciudadanos bajo una vigilancia tecnológica sutil y total, sin que nadie se dé o quiera darse cuenta; enemigos reales o ficticios que acechan de manera constante y terrible, en imágenes que manipulan el miedo e inducen al pavor para mantener la maquinaria y la hegemonía militar ―con 18 años un adolescente ha visto 40 000 asesinatos frente a la televisión, dominada por 6poderosas corporaciones, sin contar video-juegos en los que gana quien más mata―; una población penal que es la más alta del planeta ―el 25% de los presos del mundo están en los Estados Unidos, una gran parte negros y latinos―; la mayor cantidad de armas de fuego del orbe y con la Policía que más asesinatos ha ocasionado, pues no hay otra con igual cantidad de muertes a ciudadanos en un año, incluso adolescentes; gastos de salud pública que van a parar al bolsillo de los negociantes; más del 30% del total de los alimentos que se botan ―unos 50 millones de toneladas al año―; el récord en el consumo de drogas ilegales y antidepresivos… No obstante, se pretende hacer creer que losEstados Unidos son el reino de la felicidad, con todos los derechos humanos garantizados.
Mitos, mitomanías y mistificaciones se reproducen tanto en Cuba, por su ineficiente política informativa, como en los Estados Unidos, debido a lo contrario, por su eficiente política informativa. Estas políticas se ponen de manifiesto de diferentes maneras: para muchos en Cuba, el país, la nación y el gobierno son lo mismo; los indígenas latinoamericanos son siempre pobres y de izquierda, nunca ricos, de derecha, conservadores o reaccionarios; todos los estudiantes que vienen a hacer carrera de Medicina a la Isla se irán a ejercerla a los lugares más pobres; Rusia sigue siendo casi la URSS, y hasta confunden aPutin con Brezhnev; los enemigos de mis enemigos son mis amigos… y así sucesivamente; quizás por esa razón, no encuentran muchas explicaciones cuando se rompen algunos mitos. Mientras que para algunos norteamericanos, el universo son los Estados Unidos y no hay por qué pensar que alguien no los quieran imitar; todos los árabes son terroristas porque es su naturaleza, potenciada por la religión musulmana que estimula la violencia; toda medicina que el Estado paga es dinero botado que se les quita a los que trabajan para dárselo injustamente a los que no trabajan, con el consiguiente alimento a la corrupción; toda la política exterior de Rusia, el enemigo principal de losEstados Unidos, es para amenazar a la nación norteamericana, y es imposible que exista la cooperación con ellos; los enemigos de mis enemigos son mis amigos… y así sucesivamente; de esta forma, se encuentran sin argumentos cuando la realidad les demuestra otra cosa.
Siguiendo los mitos entre Cuba y los Estados Unidos, según muchos norteamericanos, a los cubanos no los dejan salir del país, viven como en una cárcel, y los que logran “escapar”, pasan muchos trabajos para llegar a “la tierra prometida”; sin embargo, los ciudadanos norteamericanos son los más libres del mundo y pueden viajar a cualquier sitio cuando quieren. No sé qué sucederá cuando se enteren de que desde hace mucho tiempo la inmensa mayoría de los emigrados cubanos son puramente económicos ―como ocurre en el resto del mundo―, que pueden salir tranquilos y legalmente por el aeropuerto si deciden marcharse legalmente, si obtienen una visa para cualquier país, como exigen las normas internacionales, y, claro, si cuentan con el dinero para pagarlo, que es menos fácil ―como ocurre en el resto del mundo― ; que mantienen una aspiración de llegar a los Estados Unidos donde tienen a muchos familiares, alentados por la Ley de Ajuste Cubano ―ahora, con el rumor de que están a punto de derogarla, el afán se ha multiplicado―, un privilegio otorgado que ofrece a los naturales de la Isla protección, trabajo y vías para obtener la ciudadanía, y que a otros extranjeros se les niega. No me imagino qué pensarán cuando sepan que los ciudadanos norteamericanos que no cumplen una docena de categorías ―que excluyen el turismo― para viajar a Cuba, no pueden hacerlo. La Ley de Ajuste Cubano garantiza el falaz argumento de “refugiado político” y estimula la emigración ilegal; al mismo tiempo, se “regula” la entrada a la Islade norteamericanos, aunque se mantiene con una publicidad muy baja para que sus ciudadanos sigan creyendo que pueden viajar en libertad a donde se les ocurra: se trata de mistificaciones complicadas, insostenibles y absurdas para mantener vivos mitos propios de la Guerra Fría¿Qué sucederá cuando arriben más y más estadounidenses a la Isla?
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Será imposible mantener tantos mitos en un futuro inmediato, con las crecientes visitas de norteamericanos aquí y de cubanos a los Estados Unidos

Sería risible pretender enraizarlos ante el desarrollo vertiginoso de las comunicaciones y los contactos personales que facilitan el acceso a la información, pues cada vez será más diversa y compleja la opinión del “otro” y menos creíble la información vertical de “esclarecidos orientadores”.

La sabiduría milenaria de la Biblia ya nos había dado una clave: “Ve y mira”.