Estado Islámico pone un cuchillo al cuello del Islam
7 de Outubro de 2014, 7:00 - sem comentários aindaComo si la islamofobia y la discriminación no hubiesen herido demasiado, el nombre de este movimiento extremista daña a la comunidad musulmana igual que sus sangrientas agresiones
Reviviendo viejas ignominias de este mundo, los fanáticos del Estado Islámico (EI) marcan las casas de los cristianos con una N (de nazareno) para identificar los blancos de sus ataques. La vida en Mosul —que en 2003 tenía 35 000 cristianos y ahora apenas cuenta con 3 000— se ha convertido en un calvario gracias a un movimiento que parece asumir, y pretende imponer, que la fe entra con sangre.
Ametrallamientos, destrucción de templos chiítas, agresión a minorías, decapitaciones públicas y vista obligatoria de ellas, venta de mujeres y hasta de niñas, y todo tipo de vejaciones personales componen el «ritual» diario de esta formación cuyos métodos violentos (incluso contra otros musulmanes) han concitado la crítica hasta de Al Qaeda, la oscura organización de Osama Bin Laden.
Un documental de Vice News —el único occidental permitido desde adentro de la milicia, según se afirma— recogió hace poco las palabras de un combatiente del EI: «Juro por Dios, el único Dios que existe, que la única manera de hacer cumplir la Sharia es mediante las armas».
Porque ahí está el centro de la mentira, los musulmanes del mundo se ocupan por estas fechas de aclarar que la Sharia (Ley Islámica) nada tiene que ver con la huella de sangre que deja este Estado «Islámico».
Contra la suplantación de la fe
En El Cairo, el Instituto Dar Al-Ifta, principal autoridad egipcia para orientar a los musulmanes sobre el espíritu y la vida cotidiana, lanzó una campaña en la web para exigir al Estado Islámico que no emplee ese nombre. Más lejos, en Gran Bretaña, la reciente campaña en las redes sociales «No en mi nombre» se empeñó a fondo en dejar claro que el EI se esconde bajo un falso Islam.
En ese sentido, Hanif Qadir, fundador de Active Change Foundation, lo ha dicho sin medias tintas: «Los jóvenes musulmanes británicos están hartos de la propaganda de odio» de tales extremistas. Y Kasam Shaikh, un usuario de Twitter, afirmó con toda pertinencia que «el terrorismo no es una religión».
Frente a tanta sangre sin dique, y en paralelo a una estrategia occidental de eficacia incierta, los musulmanes auténticos se afanan en salvar de la suplantación una religión y una cultura que desde mucho antes ha estado castigada por lesivos estereotipos.
Para el Gran Mufti de Arabia Saudita no hay dudas de que el EI es «archienemigo del Islam». Y no es el único que así piensa. Ghaleb Bensheij, presidente de la Conferencia Mundial de Religiones para la Paz, lamenta que «las palabras del Islam hayan sido confiscadas por criminales y terroristas», y coloca un ejemplo harto elocuente: «Yihad es un esfuerzo en el camino de Dios; ahora la convierten en sinónimo de barbarie».
Esa denuncia coincide con la reciente carta de 126 líderes musulmanes de todo el mundo al «califa» Al Bagdadi y a sus hombres, en la que les señalan: «Habéis malinterpretado el Islam». También les recuerdan que las matanzas y persecuciones violan todo precepto musulmán. Los ulemas pidieron también al público que no emplee el término Estado Islámico porque sigue el camino torcido de ese grupo.
Entonces, ¿qué es este movimiento? Ante semejante horror, el concepto es lo de menos. Es una amenaza global, una vergüenza, pero Abdelasiem el Difraoui, autor del libro Al Qaeda a través de la imagen, lo ha definido, con la mayor síntesis, como «…una secta que no tiene gran cosa que ver con el Islam».
La ofensiva de paz contra estos extremistas —que persigue además reivindicar los valores de una enorme comunidad internacional— ha tocado muchos puntos. Hace poco, en hecho inédito, la Gran Mezquita de París unió a musulmanes, cristianos y judíos en la condena a la violencia fundamentalista en Iraq y Siria. Justo en París, un vocero de la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia, declaró que sus miembros no desean verse asociados «ni de cerca ni de lejos, a los crímenes terroristas».
En Londres, el Doctor Shuja Shafi, secretario general del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, consideró que los argumentos del EI «han sido largamente refutados al estar muy lejos» de nuestra religión, y hasta David Cameron ha tenido que admitir, en afirmación que encierra más que cinco palabras, que «no son musulmanes, son monstruos».
Los cañones, el verbo y el amor
El resumen sería largo. Mientras el Pentágono dirige —¿quién sabe con cuántas ambiciones?— los ataques desde Washington, la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que agrupa a los países de esa confesión, reiteró que el Islam exige justicia, bondad, libertad de fe y buena convivencia. O sea que, por ejemplo, tampoco Barack Obama pudiera nunca «convertirse» al Islam.
Iyad Madani, el secretario general de la OCI, saludó la convocatoria a una Conferencia mundial para buscar la erradicación del EI, pero advirtió que hay que reflexionar sobre causas como la fragmentación de las instituciones iraquíes «a raíz de la intervención de Estados Unidos en 2003».
Nadie puede negar que siglos de ojeriza tienen mucho que ver con lo que sufrimos ahora. Abderrahman Dahman, presidente del Consejo de los Demócratas Musulmanes de Francia, coincide en la falsa «identidad» del movimiento radical y sostiene que la comunidad musulmana europea no se manifiesta más porque está harta de islamofobia y discriminación. En la vecina Alemania, el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung admite la existencia de una creciente hostilidad hacia los musulmanes.
No se puede desconocer que también en el campo de la idea, el Estado Islámico tiene contrincantes. Hace un par de meses, siete dignatarios musulmanes lanzaron en Gran Bretaña una fatua (edicto islámico) en la que decretan que alistarse en este grupo es «pecado». Ciertamente, muchos de los pecadores del EI han crecido en sociedades occidentales.
Los milicianos del Estado Islámico contradicen el espíritu mismo del Corán, el libro sagrado del Islam que establece en sus versículos que «Cualquiera que mate a un ser humano (...) será como si hubiera matado a toda la humanidad, y cualquiera que salve la vida de uno, será como si hubiera salvado la vida de toda la humanidad».
Al final, al principio, el EI —esa energía que tiene el color de su bandera— se entronca en los hechos con la peor tradición antiislámica de Occidente. Mientras sus milicianos matan en Iraq y Siria con armas modernas sacadas del mismo arsenal de la coalición que ahora quiere pararlos, musulmanes pacíficos defienden el nombre y el espíritu de su creencia.
Hay que creer (de verdad) para ver. En la zona kurda de Erbil y en Dohuk, cientos de refugiados cristianos y de yazidíes cuentan anécdotas de los vecinos musulmanes que, pese a los riesgos, a menudo les salvan la vida.
Algún periódico europeo, dado a buscar los modelos en Occidente, les ha llamado —recordando al alemán que salvó a unos 1 200 judíos durante el Holocausto— «los Schindler musulmanes», pero lo más importante es ver, por ejemplo, que en medio de la violencia un hombre vaya al mercado de esclavas de Mosul y compre a varias mujeres yazidíes… para mandarlas a casa y salvarles la vida.
Si los extremistas le descubren el ardid, su decapitación pudiera ser el espectáculo de cualquier viernes. Podría, literalmente, perder la cabeza por amor. Ese hombre que ama al prójimo —como otros del mundo, sin que importe la letra que otros pongan en su puerta— sí es un musulmán.
Por Enrique Milanés León
http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2014-10-04/estado-isl...
Estado Islámico pone un cuchillo al cuello del Islam
7 de Outubro de 2014, 7:00 - sem comentários aindaComo si la islamofobia y la discriminación no hubiesen herido demasiado, el nombre de este movimiento extremista daña a la comunidad musulmana igual que sus sangrientas agresiones
Reviviendo viejas ignominias de este mundo, los fanáticos del Estado Islámico (EI) marcan las casas de los cristianos con una N (de nazareno) para identificar los blancos de sus ataques. La vida en Mosul —que en 2003 tenía 35 000 cristianos y ahora apenas cuenta con 3 000— se ha convertido en un calvario gracias a un movimiento que parece asumir, y pretende imponer, que la fe entra con sangre.
Ametrallamientos, destrucción de templos chiítas, agresión a minorías, decapitaciones públicas y vista obligatoria de ellas, venta de mujeres y hasta de niñas, y todo tipo de vejaciones personales componen el «ritual» diario de esta formación cuyos métodos violentos (incluso contra otros musulmanes) han concitado la crítica hasta de Al Qaeda, la oscura organización de Osama Bin Laden.
Un documental de Vice News —el único occidental permitido desde adentro de la milicia, según se afirma— recogió hace poco las palabras de un combatiente del EI: «Juro por Dios, el único Dios que existe, que la única manera de hacer cumplir la Sharia es mediante las armas».
Porque ahí está el centro de la mentira, los musulmanes del mundo se ocupan por estas fechas de aclarar que la Sharia (Ley Islámica) nada tiene que ver con la huella de sangre que deja este Estado «Islámico».
Contra la suplantación de la fe
En El Cairo, el Instituto Dar Al-Ifta, principal autoridad egipcia para orientar a los musulmanes sobre el espíritu y la vida cotidiana, lanzó una campaña en la web para exigir al Estado Islámico que no emplee ese nombre. Más lejos, en Gran Bretaña, la reciente campaña en las redes sociales «No en mi nombre» se empeñó a fondo en dejar claro que el EI se esconde bajo un falso Islam.
En ese sentido, Hanif Qadir, fundador de Active Change Foundation, lo ha dicho sin medias tintas: «Los jóvenes musulmanes británicos están hartos de la propaganda de odio» de tales extremistas. Y Kasam Shaikh, un usuario de Twitter, afirmó con toda pertinencia que «el terrorismo no es una religión».
Frente a tanta sangre sin dique, y en paralelo a una estrategia occidental de eficacia incierta, los musulmanes auténticos se afanan en salvar de la suplantación una religión y una cultura que desde mucho antes ha estado castigada por lesivos estereotipos.
Para el Gran Mufti de Arabia Saudita no hay dudas de que el EI es «archienemigo del Islam». Y no es el único que así piensa. Ghaleb Bensheij, presidente de la Conferencia Mundial de Religiones para la Paz, lamenta que «las palabras del Islam hayan sido confiscadas por criminales y terroristas», y coloca un ejemplo harto elocuente: «Yihad es un esfuerzo en el camino de Dios; ahora la convierten en sinónimo de barbarie».
Esa denuncia coincide con la reciente carta de 126 líderes musulmanes de todo el mundo al «califa» Al Bagdadi y a sus hombres, en la que les señalan: «Habéis malinterpretado el Islam». También les recuerdan que las matanzas y persecuciones violan todo precepto musulmán. Los ulemas pidieron también al público que no emplee el término Estado Islámico porque sigue el camino torcido de ese grupo.
Entonces, ¿qué es este movimiento? Ante semejante horror, el concepto es lo de menos. Es una amenaza global, una vergüenza, pero Abdelasiem el Difraoui, autor del libro Al Qaeda a través de la imagen, lo ha definido, con la mayor síntesis, como «…una secta que no tiene gran cosa que ver con el Islam».
La ofensiva de paz contra estos extremistas —que persigue además reivindicar los valores de una enorme comunidad internacional— ha tocado muchos puntos. Hace poco, en hecho inédito, la Gran Mezquita de París unió a musulmanes, cristianos y judíos en la condena a la violencia fundamentalista en Iraq y Siria. Justo en París, un vocero de la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia, declaró que sus miembros no desean verse asociados «ni de cerca ni de lejos, a los crímenes terroristas».
En Londres, el Doctor Shuja Shafi, secretario general del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, consideró que los argumentos del EI «han sido largamente refutados al estar muy lejos» de nuestra religión, y hasta David Cameron ha tenido que admitir, en afirmación que encierra más que cinco palabras, que «no son musulmanes, son monstruos».
Los cañones, el verbo y el amor
El resumen sería largo. Mientras el Pentágono dirige —¿quién sabe con cuántas ambiciones?— los ataques desde Washington, la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que agrupa a los países de esa confesión, reiteró que el Islam exige justicia, bondad, libertad de fe y buena convivencia. O sea que, por ejemplo, tampoco Barack Obama pudiera nunca «convertirse» al Islam.
Iyad Madani, el secretario general de la OCI, saludó la convocatoria a una Conferencia mundial para buscar la erradicación del EI, pero advirtió que hay que reflexionar sobre causas como la fragmentación de las instituciones iraquíes «a raíz de la intervención de Estados Unidos en 2003».
Nadie puede negar que siglos de ojeriza tienen mucho que ver con lo que sufrimos ahora. Abderrahman Dahman, presidente del Consejo de los Demócratas Musulmanes de Francia, coincide en la falsa «identidad» del movimiento radical y sostiene que la comunidad musulmana europea no se manifiesta más porque está harta de islamofobia y discriminación. En la vecina Alemania, el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung admite la existencia de una creciente hostilidad hacia los musulmanes.
No se puede desconocer que también en el campo de la idea, el Estado Islámico tiene contrincantes. Hace un par de meses, siete dignatarios musulmanes lanzaron en Gran Bretaña una fatua (edicto islámico) en la que decretan que alistarse en este grupo es «pecado». Ciertamente, muchos de los pecadores del EI han crecido en sociedades occidentales.
Los milicianos del Estado Islámico contradicen el espíritu mismo del Corán, el libro sagrado del Islam que establece en sus versículos que «Cualquiera que mate a un ser humano (...) será como si hubiera matado a toda la humanidad, y cualquiera que salve la vida de uno, será como si hubiera salvado la vida de toda la humanidad».
Al final, al principio, el EI —esa energía que tiene el color de su bandera— se entronca en los hechos con la peor tradición antiislámica de Occidente. Mientras sus milicianos matan en Iraq y Siria con armas modernas sacadas del mismo arsenal de la coalición que ahora quiere pararlos, musulmanes pacíficos defienden el nombre y el espíritu de su creencia.
Hay que creer (de verdad) para ver. En la zona kurda de Erbil y en Dohuk, cientos de refugiados cristianos y de yazidíes cuentan anécdotas de los vecinos musulmanes que, pese a los riesgos, a menudo les salvan la vida.
Algún periódico europeo, dado a buscar los modelos en Occidente, les ha llamado —recordando al alemán que salvó a unos 1 200 judíos durante el Holocausto— «los Schindler musulmanes», pero lo más importante es ver, por ejemplo, que en medio de la violencia un hombre vaya al mercado de esclavas de Mosul y compre a varias mujeres yazidíes… para mandarlas a casa y salvarles la vida.
Si los extremistas le descubren el ardid, su decapitación pudiera ser el espectáculo de cualquier viernes. Podría, literalmente, perder la cabeza por amor. Ese hombre que ama al prójimo —como otros del mundo, sin que importe la letra que otros pongan en su puerta— sí es un musulmán.
Por Enrique Milanés León
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Son tumbes, no asignaciones (La USAID y Cuba)
7 de Outubro de 2014, 6:17 - sem comentários aindaAlguna gente cree que en un cofre del gobierno norteamericano hay amontonados varios millones de dólares con un sello que dice: “Para democratizar a Cuba”. Y que ese dinero, que hoy le tocó a B, mañana le puede tocar a C. No es necesariamente así. El dinero hay que luchárselo a quien lo tiene: sea un garrotero, un banco o la USAID.
Si un proyecto para tumbar o apuntalar al gobierno cubano (hay de los dos tipos) se deshace, y no se argumenta bien ante el proveedor otro proyecto sobre Cuba, esos fondos pueden ir a parar a luchadores por la democracia y los derechos humanos en Timor Leste, Myanmar, Liberia, Sudán del Sur, Tailandia… nuestros verdaderos “países hermanos” en la perspectiva de Washington DC.
Los documentos recién obtenidos por el periodista y profesor Tracey Eaton ayudan a entender cómo es el proceso para el tumbe de fondos a la USAID; además de todas las emergencias que pueden presentarse durante el uso de los mismos en un país como Cuba.
Como tantas veces, Eaton no se ha reservado la información para inventarse un libro o para dejarla caer a cuentagotas (como está haciendo AP) en artículos con revelaciones sensacionalistas, sino que la ha puesto a libre disposición en el texto titulado “USAID contractor: Duty to intervene in Cuba”, en su sitio Along The Malecon.
Para convencer (nuevamente) a la USAID de que él era la persona adecuada para hacer determinado trabajo en Cuba, el subcontratista Alan Gross tuvo al menos una reunión con la agencia de los EEUU en el año 2008, donde le expuso el siguiente razonamiento:
1-EEUU ha asumido (como “obligación” o deber) que tiene que propiciar un cambio democrático en la isla
2-Una de las principales razones es que si no propicia ese cambio a una democracia solvente se puede crear una catástrofe humanitaria masiva (“massive humanitarian catastrophe”) en la ancha frontera marítima con Cuba.
3-Pero hay un problema: Los activistas (opositores y disidentes) cubanos no tienen la capacidad para impulsar ese cambio democrático.
Contundente: Si hay cosas de tal rango que los activistas anticastristas cubanos no pueden hacer, ahí está Alan Gross (y la agencia que lo acredita) para asumir la tarea. De manera que Gross es (re)enviado a Cuba, detenido en el 2009, juzgado y condenado a 15 años de cárcel.
En el 2010, bajo la “Freedom of Information Act”, el periodista Tracey Eaton presentó una solicitud de los documentos con la propuesta de Gross, y otros relacionados con la USAID.
La solicitud fue denegada en el 2011.
Eaton volvió a la carga. Apeló y el martes 30 de septiembre (2014) recibió una comunicación de la USAID reconsiderando la negativa. La agencia estaba liberando información relacionada con los argumentos “técnicos” de Gross. La USAID fue amable y le explicó al periodista que el problema estuvo en que tenía muchas solicitudes acumuladas.
La DAI (Development Alternatives Inc), la compañía en Bethesda (Maryland) que subcontrató a Alan Gross, escribió para persuadir a la USAID un proyecto titulado “Cuba Democracy and Contingency Planning Program” con el que iba a competir en la licitación contra otro solicitante: el Management Systems International (MSI), en Arlington, Virginia.
Sobre el proyecto de la DAI la USAID liberó información parcial; y sobre el proyecto de MSI no soltó prenda. Aunque consta en record que el MSI ha recibido 223 millones de dólares de la USAID desde el año 1988. Menos que la DAI, que anda por los mil millones recibidos de la USAID para unos 72 proyectos.
La tesis de la DAI para sostener el tumbe a la USAID es que en Cuba, de hecho, la transición se está produciendo ya; pero hacen falta algunos retoques: Pulir los nuevos líderes, desarrollar la sociedad civil, apoyar los nuevos partidos políticos, producir ciudadanos, etc.
Los listísimos licitadores de la DAI le dijeron a la USAID que si algunos de estos puntos faltaran, Cuba podría “regresar” o derivar a otra forma de autoritarismo; con la consecuente pérdida de tiempo y recursos.
La picarona DAI le dice a la USAID que ya tiene sus “reformistas” identificados (“identified reformers”); aunque por supuesto insistió en que dichos reformistas no pueden manejarse por sí solos ni están preparados para liderar la propuesta democratizadora; al menos por el momento.
¿Es que acaso los “reformistas” y activistas anticastristas cubanos son tarados, incompetentes, sub normales? De ningún modo. Pero dice la DAI que durante años el régimen los ha tenido desinformados y presionados. La DAI garantiza además a la USAID que tiene (en el exterior, por supuesto) los expertos necesarios para que se encarguen de la “evangelización democrática”.
Y otra cosa muy importante. Cuando la democracia eche a andar en Cuba y la USAID pueda invertir sus ayudas abiertamente dentro de la isla (como camiones cisterna o pipas repletas de refresco con un letrero que diga “DAI Coke”), tampoco debe olvidar que las relaciones entre Cuba y EEUU han acumulado tantas sensibilidades históricas que la situación, que puede parecer más simple, se tornará más compleja. Cuando ese momento llegue, USAID, no lo olvides: Puedes contar con la DAI.
Eichicawa.com
http://eichikawa.com/2014/10/son-tumbes-no-asignaciones-nuevos-docu...
http://islamiacu.blogspot.com/2014/10/son-tumbes-no-asignaciones-la...
Alan Gross: De inocente nananina
6 de Outubro de 2014, 13:30 - sem comentários aindaTodavía hay medios de comunicación que insisten en que el “contratista” Alan Gross, preso en Cuba por actividades subversivas, es inocente y que venía a dar Internet a los judíos cubanos, quienes por cierto ya la tenían antes de que él llegara.
El periodista estadounidense Tracey Eaton logró que, después de varias negativas, la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda al Desarrollo (USAID) le diera acceso a algunos de los documentos relacionados con el caso aunque muy censurados.
Etaon acaba de publicar en su blog Along the malecón esa información que deja muy mal parados a quienes siguen defendiendo una inocencia imposible. Esta es la versión en español que hace el bloguero de Miami Emilio Ichikawa de lo que publicó Eaton en su blog en inglés:
Para convencer (nuevamente) a la USAID de que él era la persona adecuada para hacer determinado trabajo en Cuba, el subcontratista Alan Gross tuvo al menos una reunión con la agencia de los EEUU en el año 2008, donde le expuso el siguiente razonamiento:
1-EEUU ha asumido (como “obligación” o deber) que tiene que propiciar un cambio democrático en la isla
2-Una de las principales razones es que si no propicia ese cambio a una democracia solvente se puede crear una catástrofe humanitaria masiva (“massive humanitarian catastrophe”) en la ancha frontera marítima con Cuba.
3-Pero hay un problema: Los activistas (opositores y disidentes) cubanos no tienen la capacidad para impulsar ese cambio democrático.
Contundente: Si hay cosas de tal rango que los activistas anticastristas cubanos no pueden hacer, ahí está Alan Gross (y la agencia que lo acredita) para asumir la tarea. De manera que Gross es (re)enviado a Cuba, detenido en el 2009, juzgado y condenado a 15 años de cárcel.
En el 2010, bajo la “Freedom of Information Act”, el periodista Tracey Eaton presentó una solicitud de los documentos con la propuesta de Gross, y otros relacionados con la USAID.
La solicitud fue denegada en el 2011.
Eaton volvió a la carga. Apeló y el martes 30 de septiembre (2014) recibió una comunicación de la USAID reconsiderando la negativa. La agencia estaba liberando información relacionada con los argumentos “técnicos” de Gross. La USAID fue amable y le explicó al periodista que el problema estuvo en que tenía muchas solicitudes acumuladas.
La DAI (Development Alternatives Inc), la compañía en Bethesda (Maryland) que subcontrató a Alan Gross, escribió para persuadir a la USAID un proyecto titulado “Cuba Democracy and Contingency Planning Program” con el que iba a competir en la licitación contra otro solicitante: el Management Systems International (MSI), en Arlington, Virginia.
Sobre el proyecto de la DAI la USAID liberó información parcial; y sobre el proyecto de MSI no soltó prenda. Aunque consta en record que el MSI ha recibido 223 millones de dólares de la USAID desde el año 1988. Menos que la DAI, que anda por los mil millones recibidos de la USAID para unos 72 proyectos.
La tesis de la DAI para sostener el tumbe a la USAID es que en Cuba, de hecho, la transición se está produciendo ya; pero hacen falta algunos retoques: Pulir los nuevos líderes, desarrollar la sociedad civil, apoyar los nuevos partidos políticos, producir ciudadanos, etc.
Los listísimos licitadores de la DAI le dijeron a la USAID que si algunos de estos puntos faltaran, Cuba podría “regresar” o derivar a otra forma de autoritarismo; con la consecuente pérdida de tiempo y recursos.
La picarona DAI le dice a la USAID que ya tiene sus “reformistas” identificados (“identified reformers”); aunque por supuesto insistió en que dichos reformistas no pueden manejarse por sí solos ni están preparados para liderar la propuesta democratizadora; al menos por el momento.
Ichikawa llama “tumbe” (engaño) al modo en que este documento demuestra se obtiene el dinero del gobierno estadounidense para derrocar la Revolución cubana y por esta vez lleva razón.
Fuente La Pupila Insomne
http://lapupilainsomne.wordpress.com/2014/10/06/alan-gross-de-inoce...
http://micubaporsiempre.wordpress.com/2014/10/06/alangross-de-inoce...
Una nueva Gran Estafa de Guillermo el "Coco" Fariñas
6 de Outubro de 2014, 11:05 - sem comentários aindaGuillermo el “Coco” Fariñas, acaba de arribar a Miami, dice que ha viajado para participar en un Taller de Lucha No Violenta auspiciado por la Fundación de Derechos Humanos en Cuba, pero que el verdadero motivo está relacionado con la presentación de una novela que escribió inspirado en sus memorias como soldado de las tropas cubanas que prestaron sus servicios en Angola.
A los periodistas que le gustan ir a la caza de una buena historia y sobre todo, que no les tomen el pelo, les sugiero que asistan a la presentación de libro de Fariñas, ese día tendrá lugar el estreno de “La Gran Estafa”.
El “Coco” miente descaradamente cuando afirma que cumplió misión internacionalista en Angola, de tantas veces que ha repetido esta historia, parece que se lo ha creído.
Quienes nos adversan saldrán a decir que se trata de una nueva patraña de las autoridades, de los oficialistas, que no pierden tiempo en denigrar a los “opositores” cubanos, a quienes así piensan, aun cuando estamos en trincheras opuestas, se les alerta que el Coco se presta para una gran tomadura de pelo.
Hace algún tiempo en esta misma sección realice varias preguntas incentivado por una convocatoria que hiciera el miércoles 3 de julio del 2013, el diario español ABC.es: “Charla con el famoso disidente cubano el viernes 5 de julio a las 17.00 (hora española). ¡Envía ya tus preguntas¡”
Les aseguro que envié mis preguntas y aún espero por las respuestas, las comparto con los periodistas que deseen, no se reclama derecho de autor:
Fariñas nunca fue custodio en la embajada del Perú
De manera reiterada el Coco Fariñas ha afirmado que en su etapa de estudiante en la escuela militar de los Camilitos, fue seleccionado junto a un grupo de estudiantes para custodiar la embajada del Perú. Recientemente en una entrevista que en Miami le hiciera Jaime Bayly, declaró que tuvo como misión llevar en ómnibus desde la terminal de ferrocarriles a las personas que le expresaban su interés de ingresar a la embajada del Perú.
¿Puede el homenajeado con el Premio Sajarov nombrar tres compañeros de estudio que le hayan acompañado en las jornadas de la embajada del Perú? ¿Cómo ubicarlos?
¿Por qué no preguntarle a los miles de cubanos que ingresaron a la embajada del Perú en La Habana y que residen hoy en Miami, si alguno, al menos uno, fue esperado en la estación de trenes para facilitar su ingreso en el recinto diplomático?
Fariñas nunca recibió entrenamiento militar.
En múltiples ocasiones Guillermo Fariñas ha declarado que recibió entrenamiento de asesores soviéticos, vietnamitas y chinos, antes de su “partida” para Angola.(1981)
¿Cómo puede explicar Fariñas que coincidieran en tiempo y espacio, asesores vietnamitas y chinos, en sus sesiones de entrenamiento, si eran dos países en guerra?
¿Puede el homenajeado con el Premio Sajarov nombrar a tres compañeros que le acompañaron en las jornadas de entrenamiento? ¿Cómo ubicarlos?
Fariñas nunca estuvo en Angola.
El Coco ha narrado en incontables ocasiones de sus experiencias como soldado internacionalista en la Republica de Angola en 1981, bajo las órdenes del hoy General de División Antonio Enrique Luzón.
¿Puede el homenajeado con el Premio Sajarov nombrar a tres compañeros de armas en la República de Angola? ¿Cómo ubicarlos?
¿En qué unidad militar estuvo destacado? ¿Cuál fue la compañía? ¿Quién era su Jefe de Pelotón?
¿Cómo explica Fariñas que el General de División Antonio Enrique Luson declarara en la entrevista con el periodista Luis Báez para el libro “Secretos de Generales”, que fue Angola por primera vez en 1983?
¿Puede mostrar las heridas de balas que dice recibió en una pierna y en la columna?
Fariñas nunca inhalo gas neuroparalizante en su etapa de estudiantes en la URSS.
En entrevista publicada por el sitio Payo Libre el 04/10/05, Guillermo declaró: “En 1982 tuve que abandonar el ejército porque sufrí un accidente al inhalar un gas neuroparalizante por una negligencia de un oficial soviético…3 compañeros míos también fueron víctimas, 2 murieron y un tercero quedó con retraso mental
¿Puede Fariñas mencionar los nombres de los dos compañeros que murieron y el del compañero que quedo con retraso mental? ¿Cómo ubicar a sus familiares?
Fariñas miente sobre los episodios que narra de su estancia como psicólogo en el Hospital Pediátrico Pedro Borras.
El Coco Fariñas ha contado que tuvo dos problemas durante su estancia en el Hospital Pediátrico Pedro Borras, uno por haber increpado frente a las cámaras de televisión al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y otro por haber acusado de corrupta a un miembro del Comité Central del Partidos, la Directora del Hospital en aquel entonces, doctora Ana Lourdes Goire Wilson.
¿Dónde estaban los periodistas de la prensa extranjera acreditados en el país que no recogieron en sus despachos cablegráficos el desafío de Fariñas al Comandante en Jefe?
¿Cómo entender que en los listados de los miembros electos al Comité Central del Partido en los seis congresos, no aparezca el nombre de la Dra Ana Lourdes Goire Wilson?
Fariñas es un mitómano
Guillermo Fariñas ha insistido que la “familia de los Castros” tiene acciones en la firma Bacardí. ¿Cómo entender que los dueños de la Bacardí, promotores de la Ley Helms Burton hayan accedido a contar con acciones de los Castros?
Frente a las cámaras de la televisión de Miami, Fariñas sin inmutarse declaró que estuvo 18 meses sin ingerir alimentos ni agua, en su huelga más larga. ¿Qué puede decir la ciencia médica de esta afirmación?
Reitero que las preguntas que se les hace a Fariñas han tenido como premisas entrevistas y declaraciones que él ha difundido.
¿Se atreverá algún periodista a increpar a Fariñas? ¿Seremos de una nueva Gran Estafa?
Por Manuel Lagarde -Cambios en Cuba
(Tomado del blog Cambios en Cuba)
http://micubaporsiempre.wordpress.com/2014/10/06/una-nueva-gran-est...
http://mariacelys.wordpress.com/2014/10/06/la-pregunta-de-hatuey-un...