“¿Y EL ENEMIGO, DÓNDE ESTÁ???…”

EL CLUB DE LA PLUMA

“¿Y EL ENEMIGO, DÓNDE ESTÁ???…”

Cuando hacemos referencia a la aceleración de los tiempos, en cuantos hechos se van sucediendo, multiplicando y diversificando situaciones en aparentes inconexos territorios y naciones, pretendemos que se pueda visibilizar completamente el mapa sobre todo lo que ocurre y que, indiscutiblemente, nos afecta.

Ya algunos relacionaron, no caprichosamente, el atentado a la editorial francesa con el hallazgo del fiscal muerto en Argentina; muy a pesar de quienes manifestaron su incredulidad por dicha relación.

Ante lo que se impone como “opinión pública”, el ataque a la editorial francesa tenía como justificativo la ridiculización mediante el dibujo o caricatura que habían hecho respecto de la raza árabe: se consideró que Charlie Hebdo fue blanco el 7 de enero del 2015, de un mortal ataque yihadista. No obstante, con sus publicaciones consiguió la indignación de musulmanes, judíos y cristianos casi por igual. Ello podría darnos una idea que, a la hora de ganarse enemigos, no hacía distinción ni ejercía el racismo…

Lo anterior podría enmarcarse en un somero y muy ajustado resumen de lo acontecido a esa editorial.

Al mes siguiente fue encontrado sin vida el cuerpo del fiscal argentino Nisman, que derivó en innumerables hipótesis, conjeturas y por demás especulaciones oportunas y desafortunadas.

Entre otras cosas, dividió a eso que mencionamos anteriormente, la “opinión pública” en dos marcadas facciones, una mayoritaria que acompaña las acciones del gobierno nacional y se encuentra expectante a los resultados que vayan arrojando la investigación del caso, y una muy minoritaria que, escudada en el reclamo de verdad y justicia, pretende entorpecer no sólo la investigación, sino también el último tramo institucional de gobierno.

Bien, ¿y qué tienen que ver esos dos casos, aislados geográficamente? El fiscal asesinado, en teoría, tenía a su cargo la investigación de uno de los atentados que sacudieron a nuestras sociedades, el atentado en la sede de la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994. Aquel hecho no sólo consternó a gran parte de la sociedad local e internacional, sino que, además generó innumerables, y en algunos casos, descabelladas conjeturas.

Paralelamente, como corrillo de pasillos, la suposición de que se hubiese tratado de un atentado de falsa bandera o autoatentado, cada vez se hacía más fuerte, a pesar de las desviaciones y silenciamientos impuestos tanto desde medios monopólicos como de los servicios de inteligencia.

La relación de un hecho con el otro, a nuestro entender, está en la utilización conveniente de una víctima, o varias, para inculpar supuestos enemigos y desviar la atención hacia otros espacios. Con lo de Charlie Hebdo se pretendió encender la chispa de la islamofobia, y “casualmente” fue la misma utilizada en el caso de la AMIA, hecho que, luego de tantos años, jamás ha podido ver la luz de la justicia, algún tipo de investigación seria y responsable.

La muerte del fiscal Nisman, enmarcada en acusaciones y denuncias contra funcionarios nacionales, desde la Presidenta para abajo, cuenta con una hipótesis que la relaciona con el accionar de los servicios de inteligencia. Hay quienes sostienen que también se trata de un atentado de falsa bandera.

Todos son hechos que se relacionan directamente con las intenciones por someter a nuestros pueblos al injerencismo.

¿Y quiénes están detrás?

El 5 de marzo del 2015 en Francia detuvieron al caricaturista Zeon acusado de incitación al odio racista y religioso, a raíz de una denuncia presentada ante el Buró Nacional de Vigilancia contra el Antisemitismo, que fuera creado en 2002 por el Comisionado de la Policía Sammy Ghozlan con el apoyo de los representantes de la comunidad judía de Francia y el Centro Simon Wiesenthal. (1)

Tal vez inútil hubiese sido explicarles que no se trata de antisemitismo, sino de anti sionismo…hay una enorme diferencia.

Ese mismo 5 de marzo otro hecho sacudía la geopolítica y la diplomacia: El primer ministro israelí, benjamin netanyahu disertó en el congreso de los EE.UU., rompiendo con todas las formalidades protocolares, ya que el presidente obama nunca había sido notificado de esa visita, como tampoco alertado del contenido de la disertación. Al respecto el primer ministro israelí manifestó al llegar a Washington, “…en que no aceptó dar el discurso para ofender a Obama, sino porque tenía la "obligación moral" de denunciar que un acuerdo nuclear como el que busca el mandatario estadounidense amenaza la existencia de Israel…” (2), refiriéndose a las tratativas con el gobierno iraní.

Pareciera que a ambas márgenes de un océano se pretendiese hacer una demostración de fuerza e influencia.

Casi en simultáneo, obama arremete nuevamente contra la República Bolivariana de Venezuela, aplicando injustificadas sanciones, acusándola de violar derechos humanos, como si la nación que conduce el afroamericano no contara en su historia, pasada y reciente, con una sistemática violación a los derechos humanos en todo el planeta.

No está de más destacar que, desde el proceso revolucionario iniciado por el Comandante Hugo Chávez en adelante, y el desempeño del Presidente Nicolás Maduro junto al Pueblo Venezolano, han dado sobradas muestras no sólo de respeto por los derechos humanos, sino también de un alto grado de patriotismo y conciencia continental conducente a la total liberación e independencia de la Patria Grande.

Aquí bien podríamos citar el lamentable papel desempeñado por los actuales presidente y vicepresidente del la República Oriental del Uruguay, ante la situación de amenaza que atraviesa Venezuela, concretamente cuando Sendic afirmó que "no hay elementos" para "acompañar" denuncias de Maduro acerca de la injerencia de Estados Unidos…

Ante esto el ex Presidente José “Pepe” Mujica expresó: “…No preciso informes ni pruebas de que los americanos se meten. ¡Si se meten en todos lados! Para mí la novedad sería que no se metieran (…) en América Latina “estamos podridos de que se metan” los estadounidenses…” (3)

Y no podemos menos que recordar los delicados momentos que transitamos cuando la compulsa por el tema pasteras se instaló entre Argentina y Uruguay. Tabaré Vázquez ejercía la presidencia de esta segunda nación y con su irresponsable actitud puso en peligro la estabilidad regional. Solicitaba de los EE.UU. apoyo ante un eventual enfrentamiento armado.

Pareciera que la prensa se ocupó de la falta de protocolo de netanyahu y logró así que no relacionáramos esa visita con la serie de ataques a las soberanías latinoamericanas que siguieron: teniendo en cuenta que el poder mundial está en manos del nazi-sionismo, probablemente no era más que una pantalla para tapar las precisas instrucciones que recibiría obama. Se trata solamente de una hipótesis que podríamos considerar a la hora de evaluar los acontecimientos, por más descabellada que parezca.

A todo esto podríamos agregar otros movimientos en la región: el ingreso de más de tres mil uniformados norteamericanos en el Perú y la autorización para la instalación de una nueva base militar en el norte del Paraguay (4) “…EE.UU. está presionando a varios países amigos de América Latina como “Colombia, Chile, Perú, Panamá o Paraguay” con el objetivo de “seguir militarizando” la región. “La posición es estratégica porque también está en la frontera con Brasil (…) hay intereses geopolíticos que tienen que ver con tener acceso a los recursos tales como el petróleo, el agua dulce, la biodiversidad o los minerales que son esenciales para seguir manteniendo el imperio de los EE.UU…” (4)

De una punta a la otra del globo el nazi-sionismo impone su presencia en todas las formas y modos posibles, con tal de lograr sus objetivos.

Y podemos comprobar cómo sus tentáculos se diseminan y afectan todas las estructuras posibles: políticas, militares, judiciales, etc.

Argentina, destacada a nivel mundial por su defensa de los derechos humanos, padece el accionar criminal, vestido de poder judicial: se niega a indagar a los responsables de la apropiación ilegal de Papel Prensa; sobreseyó al director de La Nueva Provincia Vicente Massot acusado de participar y promover crímenes de lesa humanidad; dictó la falta de mérito para el procesamiento del empresario Carlos Blaquier de la empresa Ledesma, procesado por complicidad en secuestros y desapariciones en Jujuy. Sólo citamos algunos de los casos, ya que podríamos abordar un largo etcétera que llega incluso a contrarrestar acciones de gobierno de los poderes democráticos del Estado.

Consideremos, para echar luz sobre este aparente inconexo derrotero, el concepto de guerra híbrida: “…guerra híbrida que algunos también denominan “no-lineal” según un artículo de la Alianza Atlántica, «el enemigo trata de influir a los estrategas políticos más destacados y a los principales responsables de la toma de decisiones combinando el uso de la presión con operaciones subversivas. El agresor a menudo recurre a actuaciones clandestinas para no asumir la responsabilidad o las posibles represalias…” (5)

¿Dónde está el enemigo? Como desarrolláramos en nuestro editorial del 1 de marzo de 2015 “Región en Peligro”, si nos detenemos a mirar cada acontecimiento en el mundo como un todo, podremos darnos cuenta dónde se encuentra el monstruo que pretende robarnos el presente y la esperanza.

Debemos redoblar esfuerzos para abrir nuestras mentes y consciencias a fin de posicionarnos en defensa de nuestra existencia. Asumamos nuestras responsabilidades y no permitamos que ocurra.

Que así sea.