ALERTA EN LA PATRIA GRANDE…

EL CLUB DE LA PLUMA

ALERTA EN LA PATRIA GRANDE…

Desde hace varias semanas teníamos la intención de editorializar respecto del término “Patria”, buscando desde sus primeras concepciones y las transformaciones que ha sufrido la conceptualización del mismo a través del tiempo y las circunstancias.

Tal vez tenga relación con ello lo que en estos tiempos nos está poniendo en alerta en Nuestra Región.

Ya pocos pueden ignorar el peligro al que estamos expuestos, y más con todo lo realizado desde hace más de quince años, durante los cuales las transformaciones vinculadas a una orientación progresista, han demostrado que hay otras rutas, otras alternativas políticas, sociales, para conducir a nuestros pueblos a un estado superador de aquél que nos expoliaba, nos sometía, nos asesinaba…

En muchos editoriales hemos expuesto que hay un poder supranacional, que no cuenta con banderas, estandartes, nacionalidad determinada o ideología más que el poder mismo. Lo hemos expuesto dando algunos detalles, algunas referencias para poder concientizar al respecto de qué o quiénes son los que realmente ejerce el poder a nivel global.

No es nuevo que esta concientización se vea dificultada por las eficientes acciones desinformativas que llevan adelante los monopolios de la incomunicación. No obstante nosotros, varios, intentamos alertar al respecto, más allá que en algunas ocasiones nos tilden de fanáticos de las teorías conspiracionistas…

En épocas pasadas, cuando la información demoraba en llegar, la posibilidad de desestabilizar regiones era más efectiva. Los pueblos demoraban en reaccionar. Hoy podemos contar con herramientas que nos permiten romper cercos de invisibilidad. Por eso, la maquinaria desinformativa redobla sus esfuerzos a fin de “distraer” corriendo los ejes de atención, utilizando una amplia gama de recursos como “temas”, instalando imágenes y frases que se imponen en las consciencias. Así, impiden “observar” con total detenimiento el peligro al que estamos expuestos.

Aquí podríamos citar a Aram Ahoronian, de su libro “La Internacional del Terror Mediático” cuando expresa que: “…Cabe recordar que la primera operación moderna de propaganda llevada a cabo por un gobierno ocurrió bajo el mandato del estadounidense Woodrow Wilson, durante la llamada Primera Guerra Mundial. La población estadounidense, entonces, era muy pacífica y no veía ninguna razón para involucrarse en una guerra europea; sin embargo, la administración Wilson había decidido que el país tomaría parte en el conflicto. Había que hacer algo para inducir en la sociedad la obligación de participar en la guerra y para ello se creó una exitosa comisión de propaganda que en seis meses logró convertir una población pacífica en belicista, ir a la guerra y destruir todo cuanto oliera alemán…” (1)

Ignacio Ramonet como así también Atilio Borón están difundiendo sus percepciones acerca de la posibilidad de una nueva versión del Plan Cóndor en la Región, aires golpistas que vuelven a soplar (2).

La larga lista de bases del “comando sur de los ee.uu.”, algunas de las cuales son sospechadas de contar con arsenal nuclear, junto a la “IV flota” y la denominada “alianza del pacífico”, vienen conformando el cerco sobre nuestras naciones y están aguardando el momento preciso para dar el zarpazo decisivo, a nuestro entender, como expresáramos en reiteradas oportunidades.

Pareciera ser que Ecuador y Venezuela se han convertido en los blancos más visibles para desestabilizar. Los procesos revolucionarios de esas dos naciones hermanas no le son amigables al poder mundial. Por la misma razón los intentos por debilitar el gobierno en Brasil se han incrementado: una de las intenciones es, sin duda, romper la unidad continental, empujando al gobierno brasileño a establecer vínculos y articular acciones con la alianza del pacífico. Recordemos que es esta alianza está conformada principalmente por Chile, Perú, Colombia, Costa Rica, México con EE.UU. Es el símbolo concreto del vasallaje al imperio; son naciones en dónde se han instalado bases militares a lo largo de esa costa oceánica.

Si bien Argentina padece el mismo problema que el resto de las naciones hermanas en cuanto a intentos injerencistas y desestabilizadores, diferentes medidas y acciones de gobierno han podido desbaratar la mayoría de esos intentos. No obstante aún persisten desde los hegemónicos desinformadores, hasta las infructuosas arremetidas financieras, aunque aún no han podido vencer tanto crecimiento e inclusión social.

Cada una de nuestras naciones, con sus características y particularidades, fundamentalmente Bolivia, Ecuador, Venezuela, Brasil, han logrado vencer las estrategias imperiales, en su mayoría, y han logrado revertir siglos de exclusión y sometimiento.

Las corporaciones multinacionales que responden al poder imperial global, no están pudiendo vencer la resistencia política y de los pueblos. Por eso, procurarán retornar a viejas pero renovadas recetas con las que lograr invadir y volver a someter.

La sombra de los años setenta, con todo lo que ello ha significado en cuanto a los genocidios perpetrados, comienza a hacerse sentir y cada vez con mayor virulencia.

Urge conciencia y claridad sobre lo que nos amenaza, para que cada uno, cada una, asumamos articulada y colectivamente posiciones fuertes para impedir que nos vuelvan a someter.

Nuestros gobiernos deben ponerse al frente de esta nueva instancia de lucha, afrontando responsabilidades y el necesario y urgente sinceramiento sobre los peligros que corremos, si no actuamos a tiempo.

Tanto el Presidente Correa desde Ecuador, como Nicolás Maduro desde Venezuela nos están alertando y convocando a posicionarnos frente al enemigo. Es real, no es fantasía ni delirios de fanático alguno, es lo que nos viene amenazando desde hace mucho y los tiempos se nos van acelerando.

En Ecuador, al igual como ocurrió en Bolivia, se promueven enfrentamientos entre sectores de comunidades originarias, campesinos, etc. contra el Gobierno de Correa. Al respecto Evo Morales, Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia ha expresado: "…Yo quiero hacer un llamado a los compañeros indígenas de Ecuador, a los compañeros obreros, que no seamos instrumentos de la derecha…” (3)

Los golpes provienen de diferentes frentes, algunos visibles, otros camuflados. Supuestas corridas bancarias, desabastecimiento de mercancías, amenazas de inventados grupos armados, instalación mediática de mentiras, desacreditación de funcionarios, etc.

Mientras tanto las fuerzas que responden al comando sur de los ee.uu. desarrollan en la zona diversas “acciones conjuntas” tendientes a “adiestramiento” para “combatir el tráfico de estupefacientes”. Ello no es ni más ni menos que, por un lado llegar a tener la mayor información en relación a disponibilidad armamentista de cada nación, y por el otro, asegurarse posiciones estratégicas en caso de iniciarse alguna acción concreta para invadir.

No podemos estar ajenos a lo que nos ocurre. No podemos mirar hacia otro lado mientras un peligro inminente nos está acechando.

En primer lugar deberíamos poder romper la desinformación y concientizar sobre lo que sucede.

En segundo lugar debemos instar a nuestros gobiernos y a las organizaciones que los nuclean, UNASUR, CELAC, MERCOSUR, a definir de manera contundente las estrategias que se llevarán adelante para defender la región.

Estamos hablando del peligro que se cierne sobre nuestra Patria, la Patria Grande; el peligro de perder todo lo alcanzado en materia de inclusión social, reconocimiento y valoración de comunidades y sus diversidades, recuperación del control y dominio de varias de nuestras riquezas.

Sabemos que vienen por nuestros recursos y bienes naturales, sabemos que vienen por nuestros territorios, pero también sabemos que pretenden este enorme reservorio de vida para quienes se consideran las élites del planeta. Para ello deben recurrir a su máximo objetivo concebido hace años y propuesto hacia el año 2025 como meta, la eliminación de la mitad de la población mundial.

No sólo es Nuestra Patria, es el planeta el que está en riesgo, pero si desde esta parte nos afirmamos en nuestros derechos y promovemos la irrestricta defensa de nuestra existencia, concientizando, derribando muros de incomunicación, fronteras de alienación, tal vez contagiemos en otras regiones a asumir el compromiso para con la vida.

¿Estaremos a la altura de las circunstancias que nos convocan? ¿o continuaremos siendo sometidos por esa amalgama oligárquica/burguesa que promueve sometimiento, exclusión y exterminio, farandulizando cada instante de nuestras vidas, alienándonos irremisiblemente?

Como siempre lo expresamos desde nuestros espacios, el peligro es real e inminente, de todas y todos depende que ello no se concrete o al menos sus efectos negativos sean menores.

Ojalá cada uno, cada una, podamos asumir las responsabilidades que nos competen a fin de evitar males mayores. Sabemos que no contamos con todas las tecnologías suficientes para enfrentar semejante poder imperial, pero si no nos constituimos en defensores de nuestros derechos y existencia, se habrá perdido nuevamente y quien sabe hasta cuándo esta nueva oportunidad de erigirnos en dignos representantes de nuestra raza, la humana.

Que así sea.