Namibia es un territorio extenso, de más de 800 000 km², y sólo algo más 2 500 000 habitantes, está constituido por 14 regiones. Son reconocidas 9 lenguas oficiales, el uso del Inglés facilita la comunicación entre las diferentes etnias, su capital es Windhoek, una bella y limpia ciudad de sólo 250 000 habitantes.
La historia de Namibia y Cuba están entrelazadas por lazos de sangre, nuestro pueblo combatió a los racistas sudafricanos, en su intento de apoderarse de Angola, la lucha heroica de combatientes cubanos, angolanos, namibianos y las contundentes victorias en el campo de batalla, logró preservar la independencia de Angola, acordar la independencia de Namibia y contribuir al fin del Apartheid.
La cooperación con Namibia, es ahora contra el subdesarrollo, una relación Sur-Sur en diversos campos, donde predomina el sector de la salud, aunque no es la única actividad en que se lleva a cabo el intercambio entre ambas naciones.
Participan otras profesionales como: profesoras, pescadores, entrenadores de deportes, ingenieros, geógrafos, arquitectos, estas tres últimas especialidades forman parte de mi grupo de trabajo.
Nos distribuimos por todo el país y trabajamos como consultores, apoyando la actividad técnica, donde es necesario el asesoramiento a las autoridades locales.
Es un territorio seco, donde se encuentran los desiertos de Namib y Kalahari. Alberga especies de animales y vegetales únicas en el mundo.
Hoy nos toca hacer una visita al sur del país, en la región de Karas, un territorio más grande que Cuba, pero sólo posee 70 000 habitantes. Destacan sus bordes fronterizos con Sudáfrica y el Océano Atlántico, su lengua oficial, además del inglés, es el Nama y el Afrikáans. Posee las reservas más grandes del mundo de diamantes aluviales, otras actividades económicas son la pesca y la ganadería.
Es un territorio seco, donde se encuentran los desiertos de Namib y Kalahari. Alberga especies de animales y vegetales únicas en el mundo.
La decisión de realizar el viaje fue tomada a última hora, debí trabajar todo el domingo para dejar saldado los asuntos pendientes, incluyendo varias cartas, relacionadas con las próximas vacaciones a nuestra Patria, sé que hay muchos corazones apretados por la separación y la distancia.
No es para nada asunto menor, sobre todo, y siempre sobre todo, por nuestras colegas femeninas, que ni a dos días de vuelo de la Patria, pueden quitarse de sus hombros la nostalgia por sus seres queridos y el sentido de responsabilidad por los hijos, padres, hermanos, sobrinos... Me miran sin hablar y yo entiendo sus mensajes, parecen decir... apúrate, por favor.
El carro demorado, todos estamos levantados desde horas muy tempranas, en realidad yo estoy despierto desde media madrugada, sin sueño, revisé el correo y Facebook, sé que esta hora es la que prefieren mis amigos para comunicarse, entre las 20h00 y las 23h00, tenemos cerca de 5 horas de diferencias.
Veo que a Dalia, le resulta interesantes algunas imágenes que he colgado recientemente, siento su cálido apoyo en lo que hago y expresó, no sé si piensa igual que yo, pero no hace falta.
Me gusta visitar el muro de Maribel, una cristiana a la que le dediqué la foto del Cristo de La Habana, siempre con imágenes muy bellas y oportunas de denuncia social, le confesé, con pena, que era ateo, pero siento una profunda admiración por las personas de fe que hacen realidad, en la práctica, las doctrinas religiosas.
Alejandra me causa sorpresa, parece una enamorada apasionada de la naturaleza y demuestra su indignación hacían aquellas personas o instituciones que destruyen el medio ambiente y por consiguiente el hábitat natural del hombre.
Soledad, le gusta Silvio y Aute, en realidad son gustos comunes, es profesora, como Alejandra, trasmite mensajes de fuerte impacto. Defiende a su Presidenta, como Paloma, de los ataques de la derecha y de opiniones encontradas de otros sectores más progresistas, creo que hace bien, Cristina es una estadista valiente y tendrá un lugar muy especial en la historia de su país.
Cecilia es una persona muy activa, parece no descansar, comprende la importancia de crear conciencia. Nuestra amiga Elena la mantiene despierta con su café mañanero.
También, el periodista del periódico La Damajagua, Orlando Frombellida, me apoya con sus comentarios, es de Bayamo, lo que me permite, de alguna manera, estar más cerca de la patria Chica.
Yolanda, es una amiga venezolana, defiende las causas noble de América Latina, su muro es especialmente atractivo, de una belleza plástica, sus mensajes son más sutiles, pero no por eso, menos válido.
El carro por fin aparece son cerca de las dos de la tarde, hay 500 kilómetros por recorrer, se me ocurre que a mis amigos y allegados, tal vez, le interesen viajar por la otra geografía, a mí me resultaba fascinante oír hablar de África, con su fauna y grandes sabanas, en mis días de estudiante.
Tal vez mis textos no tienen valor literario, pero puedo hacer crecer sus fantasías, en estos tres días de trabajo, cerca de la frontera con Sudáfrica, podremos conocer más este hermoso país.
Mis acompañantes, Mercedes y Rosa, ingeniera y arquitecta, el conductor un funcionario namibiano.
Hablamos durante el viaje en español, con la clásica locuacidad del latino. Parece, atormentado el nativo, escuchándonos, durante tantas horas, en la lengua de Cervantes, pero es respetuoso y no dice nada.
En el paisaje predomina la gran llanura, cubierta de un pasto raquítico, hace muchos meses que no llueve, algunas manchas verdes son pequeños arbusto de marabú esparcido en toda la superficie; es una zona ganadera, aunque no se observan animales.
El paño amarillo es roto por cadenas de montañas truncas, y aisladas colinas, que salpican el paisaje. Veo una manada de mandriles cruzar raudo la vía, están acostumbrados a la civilización, el flujo vehicular no parece asustarlos. Son abundantes, lo he apreciado también en otros recorridos similares en esta zona.
La rica fauna africana es más exuberante hacia el norte, es común ver jirafas, elefantes, cocodrilos, hipopótamo... que sólo son visibles, en nuestros países, en las visitas al Zoológico.
Se observa, en el horizonte, un hermoso atardecer y una creciente luna llena. Las luces del pueblo son visible, nos espera en la calle, para indicarnos el camino, el arquitecto Emilio, brinda su casa para nuestra estancia, mañana empiezan los recorridos.
Debí continuar con la segunda parte del textos hace algunos días, en esta suerte de Crónica de Viaje al Sur de Namibia, pero me ha faltado el tiempo adecuado para escribir.
Quizás, para allegados y amigos, estas líneas tenga el valor de permitir conocer una nación de muchos contrastes: geográficos, económicos, sociales, culturales... es algo que se puede localizar, tal vez en los libros, aunque las impresiones personales marcan la diferencia; en todo caso será el legado, que me llevo, cuando este hermoso país sea sólo un recuerdo en la memoria.
La región de Karas, cuya capital es el pueblo de Keetmanshoop, es la más septentrional de Namibia, separada de Sudáfrica por el majestuoso río Orange, el segundo más importante de África, con su más de 2 000 kilómetros de extensión.
El nombre de la región de Karas es de origen nativo, de la etnia Nama, que predomina en estos lugares; hace referencia al “quiver tree” la planta más conocida en el país, también nombrada como carcaj o aljaba, tal vez por la forma cilíndrica de la planta, que semeja la cartuchera que usan los arqueros para transportar sus flechas.
El pueblo de Keetmanshoop, una de las regiones administrativas de Namibia, situada en la encrucijada de dos importantes carreteras y sobre el ferrocarril Trans-Namib de Windhoek a Upington en Sudáfrica, es considerada la capital y centro económico del sur del país. Su población es de más de 20 000 habitantes, en Cuba con esa población podría tener categoría de ciudad.
Su origen fundacional se remonta a 1866, unos años antes se había establecido la sociedad misionera Renata para extender la Fe a la población Nama local. El pueblo debe su nombre al comerciante alemán Johann Keetman que apoyó económicamente la misión, pero nunca estuvo en el lugar.
Durante la ocupación de Namibia, por el régimen del Apartheid, conocida entonces por África del Sudoeste, la ciudad sirvió como capital administrativa del batustán de Namaland.
Siguiendo con nuestro historia, el pequeño equipo cubano empezó una nueva jornada de trabajo, la arquitecta Rosa y la ingeniera Mercedes, viajaban más al sur para participar, en el chequeo de una obra de infraestructura técnica en un asentamiento local.
Yo permanezco en el pueblo de Keetmansoop para visitar las oficinas de mis colegas, Emilio y Rosa, conocer de su labor y entrevistarme con autoridades locales para ventilar asuntos de trabajo. El tiempo restante era una magnífica oportunidad de ponerme en contacto con la cultural local.
El primer “impacto” lo recibí en la propia oficina del Consejo Regional donde en su entrada se aprecia una gran piedra redondeada que los pobladores del lugar identifican con un meteorito y que por sus características externa yo tengo dudas razonables sobre su veracidad.
La primera impresión citadina era positiva, comparativamente con otros asentamientos urbanos, el centro del asentamiento, presenta un adecuado nivel de urbanización, buen nivel de servicios, regulaciones urbanas que se aprecian en su entramado espacial y edificado...
Su población se distingue por sus peculiaridades raciales que la diferencian de otras etnias nativas africanas, son de corpulencia pequeña, y de un tono de piel relativamente claro.
No podía dejar de notar lo atractivo de sus mujeres, con sus acentuadas curvaturas y pesos adicionales, donde Dios manda.
Leí en algunas parte que estas formas anatómicas están asociadas a una mejor capacidad de la mujer de tener una exitosa fecundidad, tal vez de ahí los estereotipos de la belleza femenina, donde la sabia naturaleza juega su papel al preserva la especie con la selección de sus mejores ejemplares, pero tranquilas, mis colegas, en este mundo hay espacios para todos los gustos.
Al ver a las Namas caminar por sus calles no podía dejar de sonreír al recordar a un conocido locutor de la radio cubana que decía algo así... oiga amigo!!!, dígame la verdad, usted conoce algún cubano que no se le haya torcido "el pescuezo", más de una vez, al ver pasar una hermosa criolla...
El Nama es una lengua caracterizada por el uso de chasquidos, en la actualidad la mayoría de los Nama hablan el afrikáans.
Un nativo me explicó que el chasquido, que produce un sonido, que a mí se me antoja que suena igual que cuando descorchamos una botella de Sidra o Champán, se produce para representar el acento o la fuerza de pronunciación en las palabras.
No creo que usted oiga nada más inusual que una conversación entre Namas, es algo así como si los españoles descorcharan botellas al mismo tiempo para celebrar el triunfo en la Copa del Mundo de Futbol.
En los hitos constructivos de la ciudad destacan la parte edificada por los primeros inmigrantes europeos, fundamentalmente alemanes, donde la iglesia Renana de la misión, edificada en 1895 es uno de sus mejores exponentes con sus moldes góticos y su arquitectura de piedra, hoy es un museo que fue declarado Monumento Nacional en 1978.
Esta joya maestra de la arquitectura del país, de apariencia rústica, pero con una belleza plástica que evoca con fuerza épocas pasadas y los orígenes de sus primeros pobladores.
Una amiga de la red al ver la foto en mi álbum me confesó que ese sería el lugar que ella seleccionaría para casarse.
Otro sitio de interés es el antiguo correo edificado en 1910 que es fiel reflejo de las técnicas constructivas de la época.
Con las últimas fotos del atardecer termina mi trabajo de reportero aficionado, mañana nos esperan casi 500 kilómetros de recorrido a topar con el borde fronterizo con Sudáfrica y unos de sus principales accidentes geográficos, el río Orange.
Salimos temprano en la mañana y yo estoy pensando qué tenido mucha suerte con este interesante viaje de trabajo, el paisaje me recuerda los bellos paisajes del sur de la provincia cubana de Granma, pero sin el mar y el verdor de nuestras montañas. Aquí la aridez del desierto que nos rodea por el oeste y este va definiendo la flora y la fauna del lugar.
En mi mente me imagino un gran parque temático que nombraría “Grupo Orográfico Sur de Namibia”, sería el paraíso de los geólogos y el placer de los que sólo admiramos el paisaje, que inunda todo nuestro campo visual.
En esta tierra parece haberse combinados todos los accidentes geográficos: pequeñas colinas brotan por doquier en la inmensa llanura, otras veces son mesetas que se extienden durante kilómetros, las montañas adquieren formas caprichosas, masas rocosas desprovistas de vegetación, montañas cubiertas de arenas, elevaciones verdes, azules, negras, los yunques se crean en zonas elevadas, desgastada por la erosión, tal vez en millones de años... y sobre todo un cielo azul increíble, siempre creí que el cielo del trópico tenía esa primicia. Nuestro equipo participa en el chequeo de obra de una futura urbanización, por ahora se ejecuta su infraestructura técnica.
Las actuales viviendas de los pobladores del lugar hacen pensar en un país de contraste; al fondo se observa las aguas del gran río Sudafricano. La aridez del lugar sugiere un paisaje marciano, pero de un atractivo paisajístico único.
Emprendemos la retirada cargados de recuerdos imborrables, debemos desandar, al menos, 1 000 kilómetros para llegar a la capital.
Arribamos justo una hora antes de la actividad prevista para celebrar en la capital Namibiana un nuevo Aniversario de la Independencia de Venezuela y...”sin sacudirse el polvo del camino”...nos unimos a la comunidad latina para celebrar esta fiesta de “Nuestra América”.
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