El semanario británico The Economist cuestionó hoy la política criminal de mantener el bloqueo contra Cuba, sugiriendo al presidente Obama que adopte acciones ejecutivas para eliminarlo antes de la realización de la venidera Cumbre de las Américas, a celebrarse en abril del 2015, en Panamá, teniendo en cuenta la falta de apoyo que tiene esta política en América Latina y el mundo.
Con este editorial titulado “The Cuban question”, el semanario se suma a la serie de editoriales The New York Times, así como a un artículo del diario británico The Guardian, publicado esta semana por el columnista Seumas Milne, quienes exigen el fin del “embargo”, enfatizando en lo inútil de mantener esta política añeja hacia Cuba.
The Economist también puntualiza sobre la necesidad de que la Casa Blanca adopte acciones tales como eliminar las restricciones de viajes a Cuba para los ciudadanos norteamericanos, eliminar a la Isla de los países patrocinadores del terrorismo, descartar la liberación de Alan Gross como condición para mejorar las relaciones bilaterales o, en caso contrario, propiciar el canje del mismo por los tres antiterroristas cubanos presos injustamente en EE UU.
Aunque el semanario reconoce que el bloqueo debe ser derogado por el Congreso, reconoce que Obama puede tomar acciones para propiciar el cambio de esta política. La percepción sobre “el embargo” está cambiando y toma como base una encuesta nacional realizada a inicios de año por el Atlantic Council, grupo de análisis que determinó que “el 56% de los entrevistados favoreció el mejoramiento de las relaciones bilaterales, mientras que más del 60% de los latinos y los residentes de la Florida se pronunció en la misma dirección.”
Según el semanario las acciones de Obama previas a la Cumbre podrían beneficiarlo políticamente. Sobre esta cuestión, dice: “Esto deja a Obama con un dilema. No es tanto acerca de asistir o no asistir. Él probablemente lo hará. Más bien, es si actuar desde ahora hasta entonces para detener el embargo e impedir que se convierta en un tema dominante en la Cumbre. Obama podría, por ejemplo, emitir una licencia general para que todos los estadounidenses puedan viajar a Cuba. También podía retirar a Cuba de la lista de “patrocinadores del terrorismo” del Departamento de Estado, en la que figura junto a Irán, Sudán y Siria. No hay motivos para Cuba todavía esté allí. En octubre, el Financial Action Task Force, un organismo intergubernamental, eliminó a Cuba de su lista de vigilancia sobre los países que hacen muy poco para prevenir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.”
El semanario también ve futilidad en la política USA hacia Venezuela, ya que estas sanciones no funcionaron con respecto a Cuba. Al respecto, enfatiza: “La lección de Cuba es que la presión de Washington no conduce a la democratización”. (…) “Sería una triste ironía si el comienzo del de un embargo inútil coincidiera con el nacimiento de otro.”