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David Díaz Ríos

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-Decálogo de la repetición subversiva contra Cuba.

6 de Agosto de 2014, 14:48 , por David Díaz Ríos - 0sem comentários ainda | No one following this article yet.
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 Decálogo de la repetición subversiva contra Cuba.

http://cubasiguelamarcha.blogspot.com/2014/08/decalogo-de-la-repeticion-subversiva.html

Amanecimos este lunes con la noticia de un nuevo programa subversivo contra Cuba, financiado una vez más por el gobierno de Estados Unidos.

Esta vez bajo el engañoso nombre de “jóvenes viajeros” que, tras la fachada de favorecer supuestos proyectos cívicos y de salud, intentan desde 2009 lograr su trasnochado sueño de un “cambio político” en la Isla. 
¿No les parece haber escuchado lo mismo, ya tantas veces? Los patrones de ahora, son los mismos de entonces.
 
Para comenzar, una vez más escogen la opción subversiva con operaciones secretas y encubiertas con el fin de lograr la desestabilización de la nación cubana y su pretendido “cambio de régimen”.

Después, los actores se repiten. En este caso nuevamente la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y su contratista, la empresa Creative Associates International. Esta última como “supervisora” directa de este programa y de otros de su tipo. Recuerden que dichas entidades fueron las que también financiaron los programas subversivos Zunzuneo y Commotion.
Lamentablemente, emplearon a jóvenes venezolanos, costarricenses y peruanos –que entraban a Cuba como turistas– pero que en realidad son el “equipo piloto de la Guerra No Convencional” que, de acuerdo con sus preceptos operacionales, son los que se insertan en el país objeto de la agresión para evaluar, reclutar, preparar y crear las condiciones facilitadoras para el “cambio de gobierno”.
Otra vez insisten en la búsqueda y reclutamiento de “fuerzas sustitutas”, eufemístico nombre con que se clasifica a los mercenarios de este nuevo siglo, con el fin de erigirlos en “activistas políticos”, sobre todo dentro del sector juvenil, donde conocen que está la continuidad y futuro del proceso revolucionario cubano.
De nuevo se valen de herramientas como el engaño y la manipulación. Muchos de los jóvenes que se incorporaron al mencionado proyecto subversivo desconocían quiénes dirigían tales programas de corte social. De hecho, Héctor Baranda, quien era un estudiante universitario en Cuba; cuando fue contactado por un grupo de venezolanos que iban a viajar a la Isla y que querían ser sus amigos, se sorprendió al saber que una agrupación de Venezuela estaba trabajando para el gobierno de EE.UU. y que habían elaborado un perfil suyo.
“¿Cómo se sentiría usted si brinda una amistad sincera y recibe este tipo de noticia?”, se preguntó Baranda, cuando se enteró del tema al ser preguntado por la AP.
Como en otras ocasiones, para tratar de evadir la detección por el gobierno cubano, indicaron emplear un lenguaje cifrado para sus comunicaciones; la instalación de contenidos “inofensivos” en sus computadoras portátiles y así ocultar cualquier información sensible; la utilización de memorias flash encriptadas y el envío de mensajes por correo electrónico usando un sistema “especial” de seguridad.
Por ejemplo, de acuerdo con el documento revelado, se pedía a los “participantes” que encubrieran sus mensajes de la siguiente manera:
“Tengo dolor de cabeza: sospechamos que estamos siendo monitoreados y nos abstendremos temporalmente de continuar con los objetivos del viaje, a menos que se nos indique lo contrario”.
“Estoy demasiado enfermo para seguir aquí, así que adelantaré mi regreso a casa. Te veré pronto: hemos sido expulsados y nos vamos de inmediato. Los contactaremos cuando lleguemos a un tercer país”. 
De nuevo el 2009 se convierte en la fecha iniciadora de un programa subversivo contra Cuba. A un año de que la campaña presidencial de Estados Unidos se desgastara en vocear que la nueva administración significaría un gran “cambio” de esa nación ante el mundo. 
Es interesante cómo, nuevamente, la agencia de prensa estadounidense AP da el “palo periodístico” y divulga un programa secreto. ¿Por qué lo ha hecho este año?, ¿qué habrá detrás de esa intención?, ¿quién les está proporcionando la información? Todavía son dudas que permanecen, pero que las conocen los más altos grupos de poder en Washington. 
Por último y para desdicha de quienes tienen cifradas sus esperanzas en programuchos como este, ya es un fracaso que a lo sumo, ensanchará por un rato los bolsillos de las empresas mediáticas.
No obstante, hay que reconocer que hubo varias particularidades que diferenciaron este programa subversivo de los anteriores, a los cuales hay que prestar atención.
Una de ellas fue la forma en que mantenían a estos “jóvenes viajeros” en territorio cubano: autorizaban viajes de familiares de los participantes para que les llevaran dinero en efectivo, pero sin el conocimiento de que ese capital provenía de la Casa Blanca; manipulando así los sentimientos familiares de añoranza y como se dice en buen cubano, “matando dos pájaros de un tiro”.
Esta vez, apuntaron a la esfera de la salud; la cual, constituye uno de los baluartes de la Revolución y como se ha dicho públicamente, representa la primera entrada de capitales al país. 
Los “jóvenes viajeros” montaron proyectos comunitarios, como un taller de prevención del VIH, que constituía “la excusa perfecta” para reclutar a los nuevos “líderes”. Tal iniciativa resultaba de especial importancia porque para el gobierno cubano el tema del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida es de alta prioridad. De ahí que promueva programas como Carritos por la vida y financien muchos otros que pertenecen al Cenesex en la búsqueda de la prevención de esta enfermedad.
Además, en el plano humano, es un tema sumamente delicado; pues por lo general, lo cubanos se solidarizan y participan en programas tan humanitarios como estos. Sin contar que los jóvenes constituyen uno de los sectores más vulnerables para adquirir dicha infección de transmisión sexual. En fin, que por todas partes la estrategia utilizada es engañosa y perversa.
El otro sector que fue objetivo de los “jóvenes viajeros” fue el de proyectos cívicos para adoctrinar e influir con sus “valores y sentimientos” consumistas a las personas que se sumaban a estas iniciativas. Una estrategia que iba directamente a la transformación cognitiva del ser humano y que se dirigía a legitimar y autoconservar el sistema capitalista norteamericano y asimismo degradar el proyecto socialista cubano; cuando nuestro Estado desde la Campaña de Alfabetización en 1961 ha promulgado la educación y los valores para todos los cubanos.
De modo que quedan así reflejados varios puntos de interés de Estados Unidos en nuestro país: la comunidad como base territorial de subversión, los jóvenes como sector potencial para el deseado “cambio político”; y los fines de tales estrategias, el derrocamiento del gobierno cubano. 
Sin embargo, como se decía con anterioridad, el programa “jóvenes viajeros” ha sido una derrota. Y lo seguirá siendo porque los jóvenes no fallaremos. El Estado cubano puede confiar en nosotros. Ya estamos cansados de conocer decálogos de repeticiones de la Guerra No Convencional que Estados Unidos nos aplica engañosa y abruptamente.
Por teniente Katherinne Díaz Pérez / 06-08-2014

 


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