El hombre que más ayudó a entender el siglo XX
30 de Outubro de 2012, 22:00 - sem comentários aindaEric Hobsbawm (1917-2012)
A los 95 años, murió ayer el historiador Eric Hobsbawm. Puede hablarse de la muerte del “último marxista”, el hombre que mejor escribió sobre la historia del siglo XX, justo en momentos en que Europa arde y reclama replanteos urgentes. “Los historiadores somos la primera línea de defensa contra el avance de mitos peligrosos”, dijo.
La pasión de Eric Hobsbawm no se ha extinguido con su muerte, ayer a los 95 años. La radicalidad de su lengua, el eco y las hebras de su pensamiento parecen eyectarse con una fuerza inaudita hacia el mañana. Si el optimismo no se empaña, si no cunde ese escepticismo preventivo a la hora de vislumbrar cambios, en las calles de Francia o en España, en momentos de incertidumbre y desamparos extremos, tal vez se empiece a escribir la forma de emanciparse de un puñado de conceptos tan anestésicos como siniestros: ajuste, rigor financiero, disciplina presupuestaria; vademécum trágico de un sistema económico en crisis. Sería quimérico intentar vaticinar su legado de cabo a rabo. Aunque no fue un gurú o teórico de las protestas, aunque rechazara de plano caer en eslóganes, en una entrevista con Martín Granovsky (ver págs. 22/23), el intelectual británico más respetado y admirado del siglo pasado decía: “La desregulación salvaje ya no sólo es mala: es imposible. Hay que reorganizar el sistema financiero internacional. Mi esperanza es que los líderes del mundo se den cuenta de que no se puede renegociar la situación para volver atrás sino que hay que rediseñar todo hacia el futuro”. Al historiador marxista, especializado en el siglo XIX y XX, autor de una veintena de obras fundamentales sobre las sociedades contemporáneas y el mundo capitalista –como su monumental tetralogía integrada La era de la Revolución: Europa 1789-1848 (1962); La era del Capital: 1848-1875 (1975); La era del Imperio: 1875-1914 (1987) y La era de los extremos: el corto siglo XX, 1914-1991 (1994)–, le gustaba pensar su práctica con el largo aliento de los años vividos. “La esencia del oficio de historiador es recordar lo que otros olvidan, aunque algunos quieran que se olvide...”
Curiosidades de los principios y de los finales –ese punto donde el nacimiento y la muerte parecen confluir–, Hobsbawm nació en el seno de una familia judía de origen polaco en Alejandría (Egipto) en 1917, en un mundo en que –como el de estos tiempos, pero sin el abismo de violencia y muerte de la Primera Guerra Mundial– todo se iba literalmente a pique. Como una película vertiginosa donde los acontecimientos suceden a una velocidad inusitada, el niño de infancia itinerante, entre Viena y Berlín, educado en la cultura de la Mitteleuropa, pronto entraría en la adolescencia. En los albores de la década del treinta del siglo pasado, repartiría en Berlín los volantes de la organización juvenil comunista en la que había comenzado a participar. La historia con mayúscula modificó los proyectos y los sueños: triunfó Hitler y el joven Eric, ya huérfano, rumbearía junto con su hermana hacia Londres. La historia íntima se enlazó con la amenaza del nazismo en ciernes. Estaba aún en Viena cuando su padre murió de un infarto, en 1929. Dos años después, su madre no pudo escapar de una tuberculosis galopante. “Cada historiador tiene su nido, desde el que observa el mundo –escribiría–. El mío está construido, entre otros materiales, de una niñez en la Viena de los años ’20, los años del ascenso de Hitler en Berlín, que definieron mis ideas políticas y mi interés por la historia.” Hobsbawm, al repasar aquellos años, consideraba que era inevitable politizarse en la Alemania que asistía al ascenso del nazismo. “No podía ser socialdemócrata –eran muy moderados–, ni nacionalista –era inglés y judío–, ni me interesaba el sionismo.”
Durante su formación en Cambridge, Hobsbawm coincidió con los historiadores Christopher Hill, Rodney Hilton, John Saville. En ese período de entrenamiento académico decidió afiliarse al Partido Comunista. Su lealtad, su fidelidad, sus convicciones y su espíritu crítico –una seguidilla de términos espinosos por sus tensiones semánticas– sortearon la desgarradora tentación de la abdicación. Permaneció militando en ese partido aun cuando, luego de la invasión soviética a Hungría, en 1956, otros historiadores marxistas británicos como Hilton, Hill o Edward Palmer Thompson optaron por capitular. De hecho, este políglota y cosmopolita que participó en el mítico IV Congreso Internacional de Ciencias Históricas de París visitó Rusia tras la muerte de Stalin, anduvo por las calles parisienses durante el Mayo francés, vivió en Colombia y Perú y fue intérprete del Che Guevara, subvirtió el protocolo existencial partidario. Podría sonar absurdo, pero fue así: el PC británico lo abandonó al mismísimo Hobsbawm cuando se disolvió, en 1989.
Hay detalles biográficos que operan como una lente a través de la cual se puede observar vida y obra imbricadas de un modo que se contaminan, moldean y amplifican. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, trabajó en la construcción de las defensas costeras en East Anglia. Ese primer contacto con los trabajadores, recordaría, lo convirtió “para siempre a la clase obrera británica”. El historiador –acaso respondiendo a quienes lo han cuestionado por su reticencia a reconocer los errores del “paradigma” soviético– subrayaba que pertenecía a una generación para la cual la revolución bolchevique representó “una esperanza para el mundo”, según confesaba en su autobiografía, Años interesantes. Una vida en el siglo XX, un texto que seduce no tanto por la evocación rapsódica de ciertos acontecimientos vitales, sino por el modo en que actúa, con el bisturí del ensayo, sobre el drama y los desgarramientos de su tiempo. No faltan quienes afirman, con razón, que esta pieza autobiográfica contiene la historia del siglo XX, contada en primera persona, por el historiador que más y mejor ha escrito sobre este siglo.
Varias generaciones –en Europa y en América latina– se han educado al calor de las obras de Hobsbawm, títulos cuya lectura fue –es y probablemente será– antes “sentimental” que obligatoria. Resulta significativo, por ejemplo, que muchos de sus libros estén traducidos al castellano, como Rebeldes primitivos (1959), Trabajadores (1964), Industria e Imperio (1968), Historia del marxismo (1978-1982), Los ecos de La Marsellesa (1990), La invención de la tradición (2002), Cómo cambiar el mundo, Marx y el marxismo 1840-2011 (2011), y la tetralogía de “La era de...”, entre otros. Una gran elasticidad temática surca sus mejores páginas; en algunas escogió un eje analítico que él denominaba “revolución dual”, porque tanto en la Revolución Francesa como en la Industrial encontraba el germen de la fuerza impulsora de la tendencia predominante hacia el capitalismo liberal del presente. En otras, en cambio, indagó en los bandidos sociales y en el desarrollo de las tradiciones y la creación del Estado-Nación. Sin duda, entre sus contribuciones más notables está esa suerte de “teoría del corte histórico” en la duración de los siglos. No vacilaba en postular que los períodos en la historia no se contabilizan al compás previsible de los años, sino de los procesos sociales y económicos. Hobsbawm postulaba con una argumentación rotunda que el siglo XX empezó con el epílogo de la Primera Guerra Mundial –1917– y concluyó, a modo de réquiem inapelable, con la caída del Muro de Berlín, en 1989. Una nota al pie de su andamiaje marxista se impone para dar cuenta de un abanico de intereses que están exentos de ser sospechados, al menos ahora, como “desviaciones burguesas”, si se autoriza la ironía. Hobsbawm escribió bajo el seudónimo de Frankie Newton –tomado del nombre del trompetista comunista de Billie Holiday– para el New Statesman como crítico de jazz. Como si fuera poco tamaña herencia sobre la que habrá que volver y una y otra vez, publicó numerosos ensayos en varios periódicos y revistas sobre tópicos que van del barbarismo de la Edad Moderna hasta los problemas del movimiento obrero y el conflicto entre anarquismo y comunismo. Un capítulo aparte merece su actividad docente, que se inició en 1947, cuando obtuvo una plaza de profesor de Historia en el Birkbeck College de la Universidad de Londres. En la década del sesenta, fue profesor visitante de Stanford, y en The New School for Social Research en Manhattan hasta 1997.
Nunca dudó del poder que tiene el marxismo para desentrañar el mundo capitalista y sus hondas raíces materialistas. Sin rodeos ni eufemismos, puede decirse que los trabajos de Hobsbawm implicaron un cambio “radical” de los héroes históricos. Desde su perspectiva, la sociedad, los trabajadores –especialmente a partir de su experiencia con los obreros británicos– son los sujetos trascendentes de la historia. Alguien podrá objetar con perspicacia que de radical tiene poco si se regresa a la fuente de El capital de Marx. Quizá los derroteros y extravíos de los últimos cincuenta años del siglo pasado dejaron en el camino el foco primigenio del marxismo; cuestión que excede, como se comprenderá, a esta necrológica. “Cuando me dicen que si éramos comunistas cuando en la Unión Soviética o en China se cometía tal o cual tropelía, yo pienso: ¿me hice yo comunista para cometer tropelías y abusar del poder, o milité para luchar por la libertad y la justicia?”, planteaba Hobsbawm. La respuesta, aparentemente abierta, no habilita resquicio para el recelo sobre las batallas del historiador. Ciertas heridas de una oquedad enrevesada no son fáciles de cerrar. Acaso nunca cicatricen; pero la mentada autocrítica, más allá de las circunstancias a “destiempo” en que se hayan articulado, estuvo en su horizonte. “Sigo en la izquierda, sin duda con más interés en Marx que en Lenin”, reconocía en 2009, en la entrevista con Granovsky: “Porque seamos sinceros, el socialismo soviético falló. Fue una forma extrema de aplicar la lógica del socialismo, así como el fundamentalismo de mercado fue una forma extrema de aplicación de la lógica del liberalismo económico. Y también falló. La crisis global que comenzó el año pasado es, para la economía de mercado, equivalente a lo que fue la caída del Muro de Berlín en 1989. Por eso me sigue interesando Marx. Como el capitalismo sigue existiendo, el análisis marxista aún es una buena herramienta para analizarlo”.
La vertiente de sus investigaciones acerca de la invención de tradiciones nacionales asumía un papel no previsto en el reparto de roles: el historiador que desmonta la tramoya de mitos falsos arraigados. “Vivimos en una época dorada de creación de mitos históricos, diseñada para reforzar identidades de grupo de toda índole, en especial en una gran cantidad de nuevas naciones y movimientos regionales y étnicos”, advertía. “Creo en lo que escribió Ernest Renan en 1882: ‘El olvidar la historia y, de hecho, el error histórico son factores esenciales en la formación de una nación, y ése es el motivo por el que el progreso de la investigación histórica a menudo constituye un peligro para la nacionalidad’. Los historiadores hoy en día somos la primera línea de defensa contra el avance de mitos peligrosos.”
El fogonazo de una evidencia repentina irrumpe para hurtar el poder soberano de la nominación, siempre en estado de alerta y movilización. Echar de menos, extrañar, se tornan expresiones comunes o sobreentendidos cuya comunicación se repliega maniatada por un sentimiento de soledad lectora exorbitante y de orfandad de sentido que deriva de la muerte de Hobsbawm. Queda el consuelo de un libro que se publicará póstumamente, el próximo año. Mientras algunas calles europeas están que arden, hay que balbucear, con una congoja infinita, la muerte del “último” marxista del siglo XX.
La Audiencia anula 34 despidos en una empresa porque actuó de mala fe durante el proceso
28 de Outubro de 2012, 22:00 - sem comentários aindaLa firma de deporte Patric Sport deberá readmitir a los empleados porque que no les dio la oportunidad de llegar a un acuerdo
Publico. - La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha anulado 34 despidos en la empresa de deporte Patric Sport al considerar que ésta no ha actuado de buena fe y con voluntad de llegar a un acuerdo en la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), según la sentencia.
Por ello, la empresa, que tiene cinco días de plazo para recurrirla, debe readmitir a los empleados despedidos en las tiendas, oficinas y almacén de Madrid y Asturias, lo que supone el 60% del total de la plantilla, formada por un total de 56 trabajadores.
Según la resolución, la empresa notificó a los trabajadores su despido cuando aún no había finalizado el periodo de consultas. En concreto, Patric Sport adoptó su decisión tras un único intento negociador, teniendo en cuenta que lo hizo en el momento en el que tan sólo habían tenido lugar dos de las cuatro reuniones que se iban celebrar y dado que en la primera únicamente se entregó la documentación a los representantes sindicales sin que hubiera negociación alguna.
"Esto demuestra que los argumentos y alternativas ofrecidas por los representantes de los trabajadores a partir de entonces no fueron realmente escuachados, limitándose la empresa a buscar argumentos lógicos que justificaran adecuadamente su negativa a mover su posición", señalan los magistrados en la sentencia.
La sala recuerda que el artículos 51.2 del Estatuto de los Trabajadores no exige un número mínimo de reuniones, ni impide en todo caso que pueda entenderse válido un periodo de consultas consistente en una única reunión más allá de la apertura del tramite. No obstante, según la sentencia, en este caso está claro que a partir de entonces la voluntad negociadora de la empresa "quedó en entredicho".
CC.OO., que impugnó el ERE tras no alcanzarse acuerdos en el periodo de consultas, ha valorado que, pese a la reforma laboral, la Audiencia Nacional reconozca que la empresa "se ha saltado las normas de la negociación".
"Se trata de una sentencia justa que permite perseguir a empresas que actúan en fraude de ley para despedir sus plantillas, incumpliendo con los trámites legales del deber de negociar de buena fe para proteger los derechos de los trabajadores", ha subrayado el sindicato.
Razones para la enmienda a la totalidad al PGE 2013 y al Gobierno de Rajoy
28 de Outubro de 2012, 22:00 - sem comentários aindaNuestra enmienda a la totalidad recoge las principales razones por las
que nos oponemos a los PGE.
SON PRESUPUESTOS INJUSTOS, porque siguen la senda de un reparto
desequilibrado de los esfuerzos para salir de la crisis.
En el apartado de los ingresos, consolidan una política de aumento de los impuestos que gravan el trabajo y el consumo de la mayoría de la población, mientras se mantienen los PRIVILEGIOS DE LAS CASTAS INTOCABLES. (Sicavs, titulares de grandes patrimonios, especuladores).
En el apartado de los gastos. Con la política de recortes directos o indirectos en las prestaciones y servicios sociales.
Vuelve a penalizar una vez más a colectivos como Empleados Públicos a los que se somete a otra caída de los salarios reales, fruto de la congelación y el IPC. Y también a los parados de larga duración, a los que se restringe el acceso al desempleo.
Mantiene la incertidumbre en relación a los Pensionistas, a los que en un contexto de elevada inflación, superior al 3,5% no se les garantiza la revalorización sobre el 1 % del 2012, ni el incremento en el 2013.
SON INEFICIENTES E INUTILES PARA SUPERAR LA RECESIÓN, porque insisten en las políticas de ajuste drástico y rápido que no hacen sino deprimir más la actividad económica y el empleo.
Estos PGE si se aprueban y ejecutan van a ser una fábrica de paro y de
personas desempleadas.
La Reforma laboral preparó el terreno para despidos masivos, supuestamente en nombre de la creación de empleo.
La desaparición de las políticas activas de empleo, impide a los poderes públicos desarrollar políticas de incentivo del empleo, en unos momentos en que la iniciativa privada tiene graves problemas de financiación.
Las políticas del Gobierno en materia energética ignoran reiteradamente la crisis ecológica creada por un modelo de desarrollo sin límites que degrada nuestro entorno y consume recursos muy por encima de nuestras posibilidades. Este modelo de desarrollo sumado a un modelo energético como el actual sitúa a nuestro país en una posición de vulnerabilidad ante la crisis energética y el cambio climático. El cambio de modelo de producción está condicionado a un cambio en nuestro modelo energético por la oportunidad en la creación de puestos de trabajo y la mejora de nuestra eficiencia.
SON PRESUPUESTOS INCREIBLES E IMPOSIBLES en su ejecución como se ha demostrado con los PGE del 2012. Lo único que siempre se ejecuta son los recortes.
SON UNOS PRESUPUESTOS QUE EXPRESAN DESCONCIERTO. El desconcierto en que esta el Gobierno español. Especialmente en relación a las políticas económicas y de empleo.
Desaparecen las bonificaciones a la contratación que hace unos meses fueron calificadas por la Ministra Bañez como imprescindibles para creación de empleo.
No se concreta la reducción de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social que Rajoy presentó como compensación a la subida del IVA.
Quiero recordar que cuando nuestro grupo ha expresado su rechazo a las bonificaciones a la contratación y la reducción de cotizaciones por inútiles en la creación de empleo y perniciosas para cuentas de Seguridad Social, el Gobierno se empecino en defender ambas medidas,
para después terminar haciendo todo los contrario.
SON UNOS PRESUPUESTOS OPORTUNISTAS. En la medida que aprovechan la crisis y los ajustes para imponer CONTRAREFORMAS que afectan al MODELO DE SOCIEDAD.
CENTRALIZACIÓN DEL ESTADO. Los PGE 2013 suponen una clara centralización del Estado. Por el peso del ajuste que hacen recaer en las CCAA y AALL.
Por la desaparición de partidas estatales que eran transferidas a CCAA o AALL para desarrollar programas sociales de alta necesidad o rentabilidad social.
Las políticas de fomento del empleo sufren un descenso del 34,58% centrado especialmente en los recursos transferidos a las comunidades
autónomas. Este recorte, sumado a la falta de sensibilidad del gobierno catalán, puede suponer el despido de 300 personas del Servicio de Ocupación de Catalunya entre promotores y orientadores, que se sumaría al despido de 324 personas en los últimos meses. En el conjunto de CCAA serían 1.500 las personas en riesgo inmediato e ser despedidas, cosa que tendrá una grave afectación en los servicios públicos de empleo dejando desprotegidas a las personas desempleadas.
El Plan Educa 3 que tenía una partida de 96 millones de euros, prevista para acuerdos con Ayuntamientos ha desparecido en dos años 2012-2013. Esta reducción de una partida estatal a la que se suman los
recortes propios del Gobierno Catalán comporta que de los 1.800 euros
por plaza escolar 0-3 puesta en el curso 2010-2011 se ha pasado a 875 euros en el 2012-2013. O sea 925 euros menos por plaza, cerca del 48% de reducción.
El Plan concertado de Servicios sociales se ha reducido en dos años en 56,6 millones de euros, o sea un 65%. Lo que sumado a los recortes del Gobierno catalán comporta un impacto negativo en la Entidades del Tercer Sector.
Las transferencias a CCAA del Plan de autonomía Personal y Atención a la dependencia sufre otro recorte de 200 millones de euros.
El Fondo de Integración de Inmigrantes pasa en dos años de 70 millones de euros a la cifra simbólica de 3,5 millones de Euros.
Todas estas medidas de recortes de partidas a las CCAA y Administraciones Locales no solo suponen un retroceso en el proceso de descentralización de la gestión, sino que comportan graves impactos en el Estado del Bienestar y en especial en los colectivos de personas y familias más necesitados.
Per tercer año consecutivo, Cataluña no recibirá la partida de inversiones prevista en la disposición adicional tercera de Estatuto. A esta partida de 719 millones hay que sumar los impagos de ejercicios anteriores 759 correspondientes al 2008 y 211 correspondientes al 2009. Estamos pues hablando de una deuda arrastrada de 1.689 millones de euros.
Los 1.262,30 M.€ millones de euros que se consignan en materia de infraestructuras para Catalunya suponen un 10,7% menos que en 2012 y un 33% menos de los destinados en el año 2010. Se trata de una inversión del 11,9% regionalizada a mucha distancia del 18,7% que representa el PIB de Catalunya respecto al de España.
En ferrocarril de Cercanías la partida asciende a 19,6 M. €, que representa el 0,43% de los 4.500 M€ previstos en el Pla de Rodalies 2008-2015. A finales del año 2012, se habrá ejecutado con mucha suerte el 6% del total del Plan.
DUALIZACIÓN SOCIAL. El incremento de algunas tasas, entre ellas las Judiciales comporta obstáculos en algunos casos insalvables para el ejercicio de Derechos fundamentales, como el de la Justicia y pueden convertir la tutela Judicial efectiva en un papel mojado. En este sentido se produce un retroceso hace situaciones propias de la época medieval, en que el acceso a la justicia solo era posible para determinados sectores sociales.
El establecimiento de una tasa de 800 euros para la presentación de un Recurso de Suplicación en materia social, comporta en la práctica que muchos trabajadores no podrán interponer recurso y que el acceso a los Tribunales en estos casos, quedará limitado a las empresas.
La caída de las partidas de formación, condena a las personas con menos formación a permanecer en el pozo del desempleo y del empleo precario. Y las condena a ser carne de cañón de un modelo productivo precario.
El desmantelamiento de una buena parte de los Servicios Públicos de empleo como paso previo a su privatización por la vía de concierto de funciones públicas a empresas de intermediación y Empresas de Trabajo Temporal.
NUESTRAS ALTERNATIVAS SE CENTRAN EN TRES EJES PROPIOS Y EXIGENCIAS A LA UNIÓN EUROPEA.
1. GARANTIZAR CRÉDITO A LAS EMPRESAS.
Este debería ser el primer objetivo de la reforma del sistema financiero. Y para ello la configuración de una Banca Pública es clave. En un contexto de crisis generalizada, los bancos, los intervenidos y los que no, tiene dos objetivos prioritarios :aumentar sus ratios de capital para garantizar su solvencia y retribuir a sus accionistas. Incluso este último va a ser uno de los objetivos del Banco Malo que dispondrá de un 55% de capital privado y que buscará rentabilidad a largo plazo.
Para garantizar que el crédito fluya a las empresas, no basta con la reforma financiera. Es necesaria la creación de una Banca Pública que además de garantizar su solvencia y no generar más déficit público, tenga como objetivo prioritario garantizar el crédito a las familias, sin someter este objetivo al de garantizar al retribución al accionista.
2. AUMENTAR LA DOTACIÓN DE RECURSOS PÚBLICOS A PROYECTOS QUE PERMITAN
CREAR EMPLEO.
Ante la debilidad del sector privado que, con la excepción de algunos sectores exportadores, esta siendo impotente para soportar la crisis, el papel del sector público deviene clave. Y ello no es posible si no se produce una mejora de los recursos disponibles para inversiones o proyectos con capacidad de generar empleo.
En nuestras enmiendas incorporamos partidas para incentivar desde el sector público, la creación de empleo. Al tiempo que los Recursos para desarrollar Políticas Activas a partir del Sistema de Servicios Públicos de Empleo.
3. AUMENTO DE LA CAPACIDAD RECAUDATORIA.
Sin duda, la clave para mejorar los ingresos fiscales es la mejora del empleo.
Pero en paralelo hay medidas fiscales que se pueden adoptar ya:
Lucha contra el fraude, la elusión fiscal y la economía sumergida que podría proporcionar ingresos de 38.000 millones de euros anuales.. Que requiere abandonar las políticas de amnistía fiscal. Y urge de más Recursos para la Agencia Tributaria y el conjunto de la Inspección Fiscal.
Medidas de Reforma Fiscal que permitan la recuperación de Impuestos desaparecidos o mermados en su capacidad recaudatoria como el de Patrimonio que debería ser sustituido por un nuevo Impuesto sobre la Riqueza, o la recuperación por las CCAA del impuesto de sucesiones y donaciones.
Reformas en el impuesto de sociedades, con unos tipos legales de entre el 25 y el 30% que en el año 2011 se han convertido en tipos efectivos del 11,6% de media. También el la figura de las SICAVs verdadero refugio de patrimonios de pocas familias que constituyen una especia de CASTA ECONOMICA DE INTOCABLES.
Reforma del IRPF para integrar los rendimientos del capital en una tarifa única que evite el tratamiento favorable de los rendimientos del capital y desfavorables de los rendimientos del trabajo.
Es necesario implementar una verdadera reforma fiscal verde que aproveche todas sus potencialidades para fomentar un desarrollo sostenible, además de apostar por la suficiencia, la progresividad y la equidad.
Creación de la tasa sobre Transacciones financieras que debería acometerse en España y de manera simultanea en la Unión Europea, a
partir del procedimiento de cooperación reforzada de la UE, en los términos que hemos propuesto en la Proposición no de Ley presentada en el Congreso.
4. MEDIDAS URGENTES EN EL AMBITO EUROPEO.
Estos tres ejes requieren que en paralelo se produzcan en el ámbito europeo cambios importantes en la orientación de las políticas. De Europa necesitamos:
Tiempo para acometer la reducción del déficit, atendiendo a que buena parte del déficit público ha sido fruto de la conversión de deuda privada en pública y en los impactos de la crisis en los ingresos.
Apoyo del BCE a la reducción del tipo de interés.
Cese de las exigencias y contrapartidas que pretenden nuevos ajustes
en pensiones, prestaciones sociales como una especie de botín de guerra que los mercados de capitales exigen a cambio de una intervención de la UE para conseguir una reducción de los tipos de interés. Contrapartidas que en muchos casos la sociedad española ha pagado por adelantado y que en cambio no han comportado una relajación de las exigencias de financiación.
Aceleración de los procesos de Armonización Bancaria y de armonización Fiscal, no en la dirección obsesiva del ajuste fiscal, sino en la via de evitar el dumping fiscal de los países de la Unión Europea
La gran estafa en Catalunya (Parte I)
28 de Outubro de 2012, 22:00 - sem comentários aindaPor Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra
Catalunya es uno de los poquísimos países de la Eurozona en el que el Gobierno, a pesar de ser uno de los gobiernos que han llevado a cabo con mayor intensidad la política de recortes de gasto público, incluyendo gasto público social, y haber apoyado reformas laborales orientadas a facilitar el despido de los trabajadores y empleados, no ha perdido sustancialmente el apoyo popular que determinó su victoria electoral -hace casi dos años-, victoria basada en parte en un programa electoral que excluía el desarrollo de tales políticas, tal como también, por cierto, hizo el Partido Popular que gobierna actualmente en España (que sí ha sufrido una pérdida de apoyo electoral). ¿Cómo es que la política de recortes ha tenido un coste electoral al partido gobernante en España y a la gran mayoría de los partidos gobernantes en la UE, y no la ha tenido en Catalunya?
Las causas de esta situación, claramente excepcional, es que tal Gobierno de la Generalitat de Catalunya, que tiene pleno control de los mayores medios públicos de información públicos, tales como Catalunya Ràdio y la Televisió de Catalunya (TV3, C33, 3/24, etc.), y que goza del apoyo de la mayoría de medios de información privados, ha sido exitoso en promover el mensaje de que “no hay alternativas” a tales políticas, debido al enorme déficit público que había dejado el Gobierno tripartito anterior (y que se encontró “inesperadamente” cuando llegó al Gobierno) y también al “expolio de Catalunya por parte de España” que había creado un enorme agujero en las arcas de la Generalitat de Catalunya. El término un tanto belicista de “expolio” se refiere al déficit fiscal de Catalunya versus el Estado español, es decir, la diferencia entre lo que los ciudadanos que viven en Catalunya contribuyen con sus impuestos y lo que reciben del mismo Estado a través del gasto público.
De esta lectura de las causas del problema financiero de tal Gobierno, la coalición gobernante CiU (una coalición de un partido liberal, Convergència Democràtica de Catalunya, perteneciente a la Internacional Liberal, y un partido cristianodemócrata, Unió Democràtica de Catalunya, perteneciente al grupo del Partido Popular Europeo, el mismo, por cierto, al que pertenece el Partido Popular) ha propuesto (además de recortar el gasto público para reducir el déficit y así corregir los supuestos excesos de gasto incurridos por la coalición de partidos de izquierdas que constituyeron el Gobierno anterior), una redefinición de la relación financiera entre el Estado central español y la Generalitat de Catalunya, proponiendo un pacto fiscal encaminado a desarrollar un concierto económico semejante al existente en el País Vasco y en Navarra. Esta petición, a partir de la manifestación del 11-S (que exigía un Estado propio para Catalunya) que reunió a un millón y medio de personas en las calles de Barcelona, se convirtió, en manos del Gobierno Mas, en un mero eslabón en el camino hacia la independencia de Catalunya, objetivo que no estaba en el programa electoral de CiU ni tampoco era un objetivo deseado por el Gobierno de la Generalitat para tal manifestación del 11-S que, según CiU, debería haberse centrado en la demanda por un pacto fiscal entre Catalunya y el Estado español. Es obvio que el Gobierno Mas quedó desbordado por la propia manifestación y que intenta ahora canalizar esta protesta (que en otros países hubiera sido en contra del propio Gobierno) hacia el Estado español. El enorme enfado popular hacia los recortes, entre muchos otros agravios, se intenta canalizar, no en contra de la Generalitat y su partido, CiU, sino hacia el Gobierno de España gobernado por el mayor aliado que CiU ha tenido en el desarrollo de sus políticas.
Las contradicciones del argumentario de CiU
En la línea argumentativa de CiU hay varios hechos que se ignoran y/o ocultan. Veamos los datos. La deuda de la Generalitat pasó de ser el 7% del PIB catalán en 2003 (cuando inició su mandato el primer tripartito) al 17% en 2010 (cuando terminó el mandato del 2º Gobierno tripartito). Durante este periodo, el gasto público social en los servicios públicos del Estado del bienestar subieron como nunca antes habían subido: en esos cuatro años se aumentó el gasto en protección social en 1.025 euros por habitante, pasando de 3.781 euros a 4.806 euros, mientras que en los cuatro años anteriores el aumento había sido de 768 euros, es decir 257 euros por habitante menos.
En 2010, el Gobierno Mas comenzó su gobierno con el intento de bajar tal deuda pública. Pero a pesar de los enormes recortes, cuya intensidad no tenía precedentes ni en Catalunya ni en España, la deuda pública se disparó pasando del 17% del PIB en Catalunya al 22% en 2012, uno de los mayores incrementos de la deuda pública ocurridos en los países de la Eurozona. Las causas de ello eran previsibles, tal como indicamos unas pocas voces, marginadas cuando no insultadas en tales medios públicos de la Generalitat (ver ”Comentario del profesor Navarro a los hechos vergonzosos que ocurrieron en la entrevista que le hizo Manel Fuentes en Catalunya Ràdio” en www.vnavarro.org).
Los recortes del Gobierno Mas, junto con los del Gobierno del PP (aprobados en las Cortes Españolas con el apoyo del partido gobernante en la Generalitat de Catalunya, CiU), acentuaron de una manera muy marcada la recesión económica, con la consecuente bajada de actividad económica y disminución de los ingresos al Estado. Se ha mostrado una vez más que las políticas de austeridad han sido un suicidio económico, tal como incluso el Fondo Monetario Internacional (que ha sido una de las instituciones que más ha presionado a los gobiernos para que se hagan tales recortes de gasto público, incluyendo el social) ha tenido que reconocer en un reciente informe (ver mi artículo “Los neoliberales deberían pedir perdón al pueblo al pueblo español, incluido el catalán”, El Plural, 22.10.12).
Pero la otra causa del descenso de los ingresos al Estado era la bajada de impuestos que el Gobierno español, con el apoyo de CiU había llevado a cabo durante el periodo de expansión económica. Tal bajada de impuestos creó un crecimiento del déficit público estructural del Estado (y de la Generalitat), dato silenciado en la mayoría de medios de la Generalitat de Catalunya. En realidad, según los datos del Ministerio de Hacienda, la aplicación de la reforma fiscal del 2006 (aprobada con el apoyo de CiU) a nivel del estado español (y que naturalmente afectó a los ingresos de la Generalitat) significó una bajada de ingresos (equivalente a 19.540 millones de euros) en 2007, bajada de impuestos que fue muy acentuada en el impuesto de Sociedades y en las rentas superiores. El impacto de tal bajada de impuestos en los ingresos al Estado, que también afectaba a la Generalitat, ha sido una de las noticias menos visibles en los medios de mayor difusión en Catalunya. Tal bajada de impuestos causó, como he indicado, un aumento del déficit público estructural, tanto del Estado como de la Generalitat de Catalunya, déficit que apareció con toda claridad cuando el crecimiento económico se frenó y finalmente se colapsó, resultado del estallido de la burbuja inmobiliaria.
Cómo respondió CiU a la crisis
Cuando el déficit público se incrementó, la respuesta de CiU fue apoyar medidas de recortes de gasto público llevadas a cabo por los gobiernos españoles y más tarde, cuando gobernó la Generalitat de Catalunya, realizarlas con gran intensidad con la intención –según declaraciones de los portavoces del Gobierno CiU- de impresionar a Bruselas de la “seriedad y compromiso del Gobierno de la Generalitat”, homologando seriedad con la voluntad de tomar medidas impopulares (tal como también ha dicho y hecho el portavoz del Gobierno del PP en España). Estos recortes se hicieron con el argumento de que “no había otra alternativa”, mensaje promovido activamente por los medios de información, tanto públicos como privados, ocultando que sí que había alternativas. Veámoslas.
CiU aprobó en las Cortes Españolas la propuesta del Gobierno Zapatero de congelar las pensiones, incluyendo, naturalmente, las pensiones catalanas (con el fin de ahorrar 1.200 millones de euros, dedicados a reducir el déficit público). Podría haber tomado, sin embargo, otras medidas que hubieran conseguido incluso más fondos. Así, CiU podría haber apoyado el mantenimiento del impuesto de patrimonio (con lo cual se habrían conseguido 2.100 millones de euros) en lugar de eliminarlo, como hizo. O podría haber apoyado la eliminación de las rebajas (que respaldó) en el impuesto de sucesiones (por valor de 2.552 millones de euros), o podría haber apoyado revertir la bajada de impuestos (que había aprobado) de las personas que ingresaban más de 120.000 euros al año, consiguiendo 2.500 millones.
Un tanto idéntico podría haber hecho con los recortes, incluso más intentos, realizados por el Gobierno del PP, presidido por el Sr. Rajoy. Así, en lugar de apoyar los recortes del Gobierno Rajoy (que han impuesto una reducción de 6.000 millones de euros en la sanidad pública, que tendrá como consecuencia el desmantelamiento de tal servicio público), CiU podría haber apoyado la anulación de la bajada de impuestos de sociedades (que CiU había aprobado) de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (que representan un 0,12% de todas las empresas de España), consiguiendo con ello 5.300 millones de euros para el erario público (incluyendo a la Generalitat de Catalunya).
O CiU podría haber apoyado en las Cortes Españolas la reducción del subsidio que el Estado da a la Iglesia Católica para impartir docencia de religión católica en las escuelas públicas (incluidas las catalanas) a fin de ahorrar 600 millones de euros, permitiendo evitar los recortes a los servicios domiciliarios a las personas con discapacidades y dependientes. Y aquí, en Catalunya, el Gobierno CiU podría haber reducido su déficit a base de aumentar los ingresos a la Generalitat de Catalunya en lugar de centrarse tanto en los recortes. Incluso el Gobierno Cameron de Gran Bretaña, con afinidades políticas a las del Gobierno Mas, intentó reducir el déficit público, no sólo recortando el gasto público, sino también aumentando los impuestos. El Gobierno Obama de EEUU intentó una reducción del déficit a base de un equilibrio 50%/50%. Y el Gobierno socialista francés acaba de aprobar un presupuesto en el que el 80% de la reducción del déficit público se ha hecho a costa de aumentar los impuestos del capital y de las grandes fortunas, y sólo un 20% a base de más recortes del gasto público. No así el Gobierno Mas. El 98% de la reducción del déficit se ha hecho a base de recortes.
El mayor problema del retraso social de Catalunya y de España es la escasez de recursos del Estado, incluyendo de la Generalitat de Catalunya
El Gobierno Mas podría haber evitado muchos de sus recortes si hubiera recogido fondos ya existentes en Catalunya. Catalunya no es pobre. Su PIB per capita es el 110% del promedio de la UE-15. Su gasto público social, sin embargo, es sólo el 73% del promedio de la UE-5. Si fuera el 110%, Catalunya se gastaría casi 20.000 millones más que no se gastan, porque la Generalitat no los recoge. La Generalitat podría haber recogido, por ejemplo, 2.788 millones de euros mediante las siguientes medidas: 1.000 millones de euros a través de un impuesto finalista progresista que fuera a la sanidad pública, tal como ha hecho el Gobierno canadiense; 600 millones de euros a base de gravar los beneficios exuberantes del capital financiero (tal como ha sugerido, paradójicamente, el Fondo Monetario Internacional); 400 millones de euros manteniendo el impuesto de sucesiones; 538 millones de euros a base de recuperar el impuesto de patrimonio, modificándolo para centrarse en las grandes fortunas; 150 millones modificando las multas y sanciones para hacerlas progresivas (es decir, que una multa sancionadora sea mayor en la medida en que los ingresos de la persona o institución sancionada sean mayores, tal como ocurre en los países nórdicos); 150 millones de euros en impuestos verdes, haciendo pagar 5 euros por cada vuelo que despegue de aeropuertos catalanes, y así un largo etcétera.
Ninguna de estas medidas, por cierto, hubiera afectado a la mayoría de la ciudadanía a la que sí, en cambio, le afectan los recortes en sanidad, educación y otros servicios públicos de la Generalitat. Y, naturalmente, podría también reducirse, camino de eliminarse, el enorme fraude fiscal, muy acentuado entre las rentas superiores de Catalunya y en las grandes empresas. Aplicando a Catalunya la metodología utilizada por los técnicos de Hacienda para calcular el tamaño del fraude, éste es en Catalunya de 18.000 millones de euros (cifra que los propios técnicos consideran muy conservadora). CiU no se ha distinguido, ni en las Cortes Españolas ni en el Parlament de Catalunya, por haber iniciado o apoyado medidas correctoras de tal fraude.
Otras fuentes de ingreso para la Generalitat de Catalunya, que hubieran evitado los recortes, hubieran sido apoyar el aumento de impuestos al tabaco y al alcohol que hubieran podido recoger 200 millones, fondos que hubieran repercutido en mayores ingresos para Catalunya, o exigir a las mutuas patronales de accidentes y enfermedades laborales que paguen al sistema sanitario público catalán los gastos de atender a los pacientes accidentados o enfermos por causas laborales, y que hoy no pagan (representando un déficit de la sanidad pública de 230 millones de euros).
Todas estas son medidas que CiU y su Gobierno podría haber apoyado en las Cortes españolas, y aprobado y/o llevado a cabo en su gobierno, y que no hicieron. Y el que no lo hicieran responde a causas políticas. Es decir, hubieran afectado a los grupos sociales o intereses financieros y económicos que CiU representa o a los que no se atreve a enfrentarse. Como dijo recientemente un dirigente de Cáritas en Catalunya, ¿cómo los políticos pueden dar tanto dinero a la banca (CiU ha sido el partido que más ha apoyado al PP en el rescate bancario), y tan poco dinero a las poblaciones vulnerables que hoy están sufriendo enormemente? La respuesta del Gobierno CiU al incremento de la pobreza fue hacer la Maratón Antipobreza de la televisión pública TV3, que recogió 4 millones de euros. Si CiU y su aliado en las Cortes y en el Parlament (el PP) hubieran aprobado un impuesto sobre las transacciones bancarias de corto plazo (la mayoría de clara orientación especulativa) la Generalitat habría obtenido 300 millones de euros. Todas estas son medidas que CiU podría haber llevado a cabo en su Gobierno que hubiera podido hacerse como alternativas a los recortes. Ahora bien, ¿cómo es que, con la evidencia existente, y que presento en este artículo, el Gobierno CiU no sólo no está perdiendo popularidad, sino que puede ganar por mayoría? La respuesta es el argumento del “expolio”.
El déficit fiscal es un problema, pero no es el mayor problema de Catalunya
En cuanto al “expolio”, hay que indicar que, detrás de tal término belicista existe una realidad que le cuesta mucho al Estado español reconocer. Y es que la contribución de los impuestos derivados de Catalunya es excesiva (según los parámetros comparativos de transferencias interregionales en la mayoría de países de la Eurozona), en relación a los fondos que recibe del Estado. Esta es una realidad, cuya falta de reconocimiento por parte del Estado Central es un indicador más de un problema mayor, que es el gran desequilibrio que existe en la relación Estado Central-versus Catalunya a favor del primero y a costa del segundo (ver mi artículo “El nacionalismo españolista”. Sistema, 05.10.12). La constante oposición del establishment español, centrado en Madrid, al reconocimiento de la plurinacionalidad de España, ha sido la mayor fuente de frustración en grandes sectores de la población catalana, una falta de reconocimiento que aparece también en la decisión del Tribunal Constitucional de vetar puntos clave del Estatuto de Catalunya aprobado por referéndum por la población catalana.
Complementando esta decepción hubo la falta de respuesta y protesta por parte del establishment español (cuyas Cortes Españolas habían aprobado previamente tal Estatuto), después del “cepillazo” -término ofensivo que incluso causó gracia en el establishment madrileño- a la propuesta aprobada por el Parlamento Catalán. La falta de protesta del Gobierno Zapatero a tal hecho por parte de aquel establishment fue un factor contribuyente a la generalización del enfado en Catalunya hacia el Gobierno central.
Pero el punto final que ha rebosado el vaso ha sido la victoria del PP, que fue el partido que había llevado el Estatuto al Tribunal Constitucional, y cuya postura hostil hacia las reivindicaciones en Catalunya se ha traducido en sus declaraciones y comportamientos. El Gobierno no ha tomado ninguna medida sancionadora, por ejemplo, contra el militar que amenazó con una intervención militar ocupando Catalunya, de nuevo un caso que demuestra no solo la enorme insensibilidad democrática del Gobierno PP sino también su hostilidad hacia Catalunya.
Ahora bien, dicho todo lo que he dicho, varias realidades necesitan añadirse. Una de ellas es que la mayor fuerza política que ha apoyado las políticas neoliberales que ha estado aprobando el PP y que están causando unos enormes daños a las clases populares catalanas ha sido precisamente CiU. Y la otra vertiente es que, en reciprocidad, la fuerza política que ha apoyado constantemente las políticas neoliberales y regresivas en Catalunya ha sido el PP. Tales políticas están desmantelando el Estado del bienestar en Catalunya convirtiendo un Estado universal (con derechos universales que se aplican a toda la ciudadanía) en un Estado asistencial (para las personas sin recursos o especialmente vulnerables) con un gran debilitamiento de la fuerza del trabajo y una disminución de los derechos laborales, todo ello acompañado con una disminución de los derechos civiles y aumento de la represión.
Esto ha sido ocultado en los medios de comunicación de la Generalitat de Catalunya que han jugado un papel clave con su silencio ensordecedor sobre la naturaleza de estos hechos. TV3 ha alcanzado unos niveles de instrumentalización desconocidos desde la era pujolista, enfatizando la inevitabilidad de esta reforma y el “expolio” de Catalunya por parte de España. Tal expolio, sin embargo, no puede explicar el enorme déficit social de Catalunya. Explica parte pero no todo. De hecho, los datos de gasto en protección social de 2007 para Catalunya, que son los últimos disponibles, muestran que si se destinaran los recursos que configuran el déficit fiscal (que la Generalitat considera que es el 8% del PIB catalán) a gasto social según la asignación actual del presupuesto de la Generalitat, el gasto social por habitante en Catalunya todavía estaría lejos de alcanzar la cifra que le correspondería por el nivel de riqueza que tiene. En realidad, pasaría de 5.475 unidades de poder de compra (upc, unidades monetarias que tienen idéntica capacidad de compra, estandarizando el poder adquisitivo de países con diferente nivel de riqueza) a 6.236 upc, una cantidad todavía muy lejos de los 8.210 upc que se debería gastar por el nivel de riqueza que tiene. La mayor causa del retraso social de Catalunya es la misma causa del subdesarrollo social de España (como documenté en mi libro El subdesarrollo Social de España), es decir, el enorme dominio de las fuerzas conservadoras sobre el Estado español (incluido el catalán) a lo largo de su historia, y que se ha cristalizado durante estos dos años en la alianza PP-CiU en las Cortes Españolas, y CiU-PP en el Parlament. Y ahora ambas formaciones políticas están agitando las banderas con fines electorales.
Esta es la gran estafa y el fraude existente hoy en Catalunya y en España. La coalición gobernante de Catalunya, que tiene gran responsabilidad en el retraso social de las clases populares de Catalunya, se presenta ahora como la gran defensora del pueblo catalán, convirtiendo a su máximo aliado, el PP, en su máximo adversario, enarbolando la bandera catalana para mantenerse en el poder y continuar siguiendo las políticas neoliberales que han hecho tanto daño.
Ahora bien, los enfadados que marcharon en las calles de Barcelona el 11-S pidiendo autogobierno y el derecho a decidir (lo cual comparto), deben ser conscientes de que en la medida que voten a tal partido y a tal Gobierno, el motivo de su enfado no se resolverá, pues una futura Catalunya bajo el Gobierno CiU será muy semejante a la Catalunya de hoy, con los mismos recortes, las mismas políticas fiscales regresivas, la misma instrumentalización de los medios públicos, el mismo retraso social de Catalunya y la misma inmunidad frente a la corrupción que ha salpicado tan extensamente a este partido y a este Gobierno. ¿Es esta la Catalunya que desean? No es la Catalunya por la que la generación de mis padres, mi generación y generaciones posteriores lucharon durante la dictadura para que nuestros hijos y nietos pudieran vivir libremente en una Catalunya con democracia, pluralidad y justicia social. Esta Catalunya no existe y tampoco existirá si las fuerzas conservadoras dominan la transición de esta Catalunya a la otra Catalunya.
Censurar blogueiro garante derrota!
28 de Outubro de 2012, 22:00 - sem comentários aindaLuciano Ducci, aliado de Beto Richa, mesmo contando com todo o apoio da máquina municipal e estadual perdeu logo no 1º turno. A campanha de Ducci é responsável pela multa de R$ 106 mil imposta ao advogado Tarso Cabral Violin, do Blog do Tarso.
Ratinho Jr. levou uma lavada no 2º turno. Ainda mesmo antes do 1º turno a campanha de Ratinho Jr. conseguiu multar o Blog Polaco Doido e seu editor Luiz Skora em R$ 5 mil.
Ambos censuraram Blogs sujos e perderam.
Fica o recado.