El movimiento social en Rusia necesita la solidaridad activa de las organizaciones de movimientos sociales en Europa

Por Stefan Bekier

Después de haber hecho condenar a dos de las tres activistas punk del grupo Pussy Riot  a dos años de campo de trabajo en un simulacro de juicio, Putin tiene claramente la intención de preparar un nuevo juicio político de gran envergadura contra la oposición democrática. Esta vez, su objetivo son varios activistas del Frente de Izquierda, una de las muchas corrientes del movimiento social en Rusia. En particular, Sergei Udaltsov, su líder y opositor muy conocido (por ejemplo, dentro del movimiento para la defensa del bosque de Khimki, cerca de Moscú), Leonid Razvozjaïev, asistente del diputado de izquierda Ilya Ponomariov (Partido Rusia Justa) y Konstantin Lebedev, un estrecho colaborador de Udaltsov.

Los diversos sectores de la oposición rusa multiplican estos días sus llamamientos a los movimientos sociales y democráticos de Europa contra el endurecimiento brutal de la represión tras la reelección de Putin como presidente en mayo. Denuncian el regreso a todos los métodos, manipulaciones y  juicios estalinistas de los años treinta y cincuenta del siglo XX, tomados directamente del arsenal de las infames NKVD y la KGB. Recordemos los últimos acontecimientos.

▪ El 17 de octubre, por el Comité de Investigación de Rusia (que depende directamente del Presidente!) abrió una investigación contra los tres activistas y muchos otros que habían participado en la gran manifestación contra el fraude electoral masivo, que tuvo lugar el 6 de mayo de 2012 en Moscú, el mismo día de la toma de posesión de Putin. Se les acusa de "preparar la organización de disturbios masivos", "preparación de actos terroristas en el territorio de Rusia", "conspiración para derrocar al gobierno". ¡Nada menos! Esta declaración sigue a la difusión, el 4 de octubre en el canal oficial NTV (controlado por el Estado a través de Gazprom), del "documental" titulado "Anatomía de una oposición". Esta película grotesca, “filmada en un estilo entrecortado con un guión desastroso" (Le Point), supuestamente muestra con una cámara oculta a los tres militantes negociando con un diputado georgiano y un banquero ruso en el exilio la financiación de la oposición para la "toma del poder por la fuerza" y "la organización de atentados con la ayuda de militantes chechenos". No queda nada a la imaginación ... Este grosero montaje (imágenes de personajes y voces irreconocibles, bandas sonoras y subtítulos divergentes), calificado por Udaltsov de "delirio enloquecido", ha sido certificado como auténtico por dicho Comité de investigación, y por lo tanto, sirve como prueba para la acusación. Los acusados ​​pueden ser condenados a diez años de campos de trabajo.

▪ El 19 de octubre, Leonid Razvozjaïev fue secuestrado por hombres enmascarados en Kiev, Ucrania, esposado y tirado en una camioneta, cuando salia de las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Llevado por la fuerza a Moscú, quedó detenido preventivamente en la tristemente célebre prisión de Lefortovo, por decisión del 21 de octubre del tribunal. A la salida del tribunal, pudo gritar a los periodistas: "he sido torturado durante dos días, ¡contarlo!". Activistas de derechos humanos han podido verle más tarde en prisión. Les contó que había sido torturado en un sótano y amenazado de muerte - él, su esposa y sus hijos - si no confesaba su participación en los enfrentamientos (provocados por la policía, según la oposición) durante la manifestación contra Putin el 6 de mayo. Su "confesión", obtenidas bajo tortura, fue filmada, permitiendo que el portavoz de la Comisión Investigadora, Vladimir Markin, pudiera afirmar sin reír que Razvozjaïev había "admitido los hechos" y presentado una " autoincriminación".

Está evidente que Putin ha decidido defender a toda costa su poder, debilitado tras las protestas sin precedentes que tuvieron lugar en Moscú y en muchas ciudades de Rusia contra "el partido de ladrones y estafadores" (nombre popular del partido Rusia Unida de Putin, en el poder, inventado por el popular bloguero y opositor Alexei Navalny) y las fraudulentas elecciones legislativas y presidenciales de diciembre de 2011 y marzo de 2012. Asimismo es evidente que Putin no soporta la afrenta que supone a sus ojos la manifestación del 6 de mayo, día de su re-entronización.

Los defensores de los derechos humanos y las diferentes estructuras de la oposición en Rusia se han movilizado con todas sus fuerzas. Su preocupación es grave.

Sergei Udaltsov,  citado por Radio Francia Internacional, ha afirmado que: "Hemos vuelto a la época del totalitarismo, cuando podían arrestar y golpear a las personas únicamente por su activismo político. Estoy seguro que Leonid Razvozjaïev ha sufrido graves torturas. Solo bajo tortura han podido obligarle a comprometer y desacreditar a otros".

La web independiente de noticias Gazeta.ru escribe en su edición en inglés: "Este es sin duda el juicio político más importante y criminal de la presidencia de Putin".

En una carta abierta pidiendo detener la represión política en Rusia, publicada el 28 de octubre en Mediapart por Alexis Prokopiev, de la Asociación Rusia-Libertad de Francia, y dirigida al Consejo de Europa, la OSCE y el ACNUR, varias asociaciones alertar a la opinión internacional sobre el caso de los tres activistas del Frente de Izquierda. Entre otras cosas dice: "La ausencia de una fuerte y rápida reacción de la comunidad internacional frente a esta nueva ola de represión daría luz verde definitiva a las autoridades rusas a todos los niveles para aumentar aún más la represión, generalizar y hacerla banal, hundiendo al país en el miedo e incluso el terror”.

En una declaración del 21 de octubre (publicada por la revista Inprecor y reproducida en varias webs), el Movimiento Socialista de Rusia dice: "La ola de represión que estamos presenciando hoy es una “prueba de estrés” para el movimiento de protesta: o aguantamos, o nos hundiremos en un nuevo período de apatía y miedo. Frente a esta presión policial sin precedentes, necesitamos la solidaridad de nuestros amigos en Europa y el mundo. Llamamos a la organización de piquetes por la liberación inmediata de Konstantin Lebedev, el fin de la acción penal contra Sergei Udaltsov y Leonid Razvojaev y la liberación de los presos políticos que participaron en la manifestación del 6 de mayo en Moscú”.

La oposición democrática y el movimiento social en Rusia necesitan nuestra solidaridad, la solidaridad activa de las organizaciones de los movimientos sociales en toda Europa.

Stefan Bekier, interprete, es un viejo militante de la izquierda polaca y francesa, miembro de la Gauche Anticapitaliste y del Front de Gauche francés.