EEUU: crónica de un fraude electoral anunciado
31 de Outubro de 2016, 11:47 - sem comentários aindaPublicado en: http://carlosagaton.blogspot.com/2016/10/eeuu-cronica-de-un-fraude-electoral.html
Más de 13 mil cubanos han solicitado repatriación a la Isla en los últimos dos años
29 de Outubro de 2016, 14:59 - sem comentários aindaUSA: El precio de la pérdida de rango
21 de Outubro de 2016, 12:58 - sem comentários ainda
El precio de la pérdida de rango. Por Thierry Meyssan
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com
Las 10 claves que explican el Nuevo Sistema Mundo
19 de Outubro de 2016, 11:49 - sem comentários ainda
Las 10 claves que explican el Nuevo Sistema Mundo. Por Ignacio Ramonet
¿Cómo es el Nuevo Sistema Mundo? ¿Cuáles son sus principales características ? ¿Qué dinámicas están determinando el funcionamiento real de nuestro planeta ? ¿Qué carácterísticas dominarán en los próximos 15 años, de aquí a 2030?
Para tratar de describir este Nuevo Sistema Mundo y prever su futuro inmediato, vamos a utilizar la brujula de la geopolitica, una disciplina que nos permite comprender el juego general de las potencias y evaluar los principales riesgos y peligros. Para anticipar, como en un tablero de ajedrez, los movimientos de cada potencial adversario.
¿Qué nos dice esa brújula?
http://www.iade.org.ar/noticias/las-10-claves-que-explican-el-nuevo-sistema-mundo
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com
Cuba: ¿Paranoia? No, patriotismo
17 de Outubro de 2016, 15:37 - sem comentários ainda
Como sí resulta entelequia el amago de inadvertido frente a la línea agresiva de un Norte que entorna los ojos angelicalmente y recurre a un mandatario atildado, simpático, que, con frases en español acriollado, aparenta empatía ante un pueblo donde no proliferan los desavisados. Y que reacciona enconado a las artimañas foráneas. No, no es paranoia lo de los jóvenes que protestan por las becas de la World Learning. Simplemente, dignidad. Y un acendrado patriotismo.
http://razonesdecuba.cubadebate.cu/articulos/paranoia-no-patriotismo/
La Guerra Sucia de la USAID contra Cuba y América Latina
8 de Outubro de 2016, 16:06 - sem comentários aindaPor Raúl Antonio Capote / Diario 90
La Alianza para el Progreso fue un programa de “ayuda económica”, “política” y “social” deEE. UU, era una especie de Plan Marshall y el primer gran intento para detener la revolución latinoamericana, aislar a Cuba, estigmatizarla y minimizar el ejemplo que pudiera emanar de ella hacia un continente que se alzaba en busca de libertad. 20 mil millones de dólares debían ser dedicados a detener el ejemplo de Cuba.
Este proyecto fue la base de los programas de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con sede en Washington, para Latinoamérica en los años sesenta. Pero sus fondos no fueron utilizados para el desarrollo económico-social y el progreso, sino que fueron puestos a disposición de la brutal represión contra las organizaciones, movimientos o personas de ideas de izquierda, militantes de los grupos revolucionarios o simples sospechosos de serlo.
El dinero fue a manos de los represores, financió la tortura y el crimen, pagó el entrenamiento de las fuerzas punitivas. En lugar de fábricas, plantaciones agrícolas y escuelas, se construyeron centros de detención y tortura. Ese dinero pagó la desaparición de cientos de miles de personas. En lugar de ingenieros, técnicos y obreros calificados la USAIDformó policías, soldados, paramilitares, torturadores y asesinos inescrupulosos.
La USAID trabajó de conjunto con la CIA en el adiestramiento de fuerzas policiales de regímenes golpistas en países como Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina. Según documentos desclasificados de la CIA, la USAID estuvo involucrada durante la Operación Cóndor en Latinoamérica, en operaciones secretas de contraguerrilla, que incluían la instrucción de represores en técnicas de interrogatorio, sabotaje y persecución.
Entre las páginas de la historia de esa organización se encuentra la labor del tristemente célebre Dan Anthony Mitrione, instructor norteamericano en técnicas de tortura, que viajó a Uruguay con credencial de funcionario de la USAID en los 70, para adiestrar a represores en un programa secreto de destrucción de las fuerzas de izquierda. Mitrione trabajó de 1960 a 1967 con la policía brasileña, primero en Belo Horizonte y después en Río de Janeiro. Regresó a Estados Unidos en 1967 para compartir sus experiencias y educar en el combate antisubversivo a las fuerzas del FBI y la CIA. Entonces también actuaba bajo el manto de laUSAID. El guionista Franco Solinas, miembro del Partido Comunista Italiano, declaró que Dan Mitrione estuvo en República Dominicana después de la intervención de Estados Unidos en1965.
Célebre por sus técnicas de interrogatorio, este psicópata con credencial de la USAID, torturó a cientos de personas inocentes utilizadas como sujetos de estudio y base material para la enseñanza de las fuerzas represivas del continente. De él es la frase, “El dolor exacto en el lugar exacto en la cantidad exacta para lograr el efecto deseado”.
En 1971 la CIA organizó un intento de asesinato contra el presidente Fidel Castro,aprovechando un viaje del líder cubano a Chile y encargó este proyecto criminal al terrorista de Alpha 66, Antonio Veciana. Este asesino cómplice del complot contra Kennedy, trabajaba entonces en Bolivia como funcionario de la USAID.
La lista es larga, la USAID financió el entrenamiento de escuadrones de la muerte, financió programas de “salud” que escondían inhumanos procesos de esterilización en Centro América, colaboró con los narco-agentes de la CIA en la operación Irán-Contras; etc.
En la actualidad a la USAID se le asignan millones de dólares que distribuye directamente a través de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y otras agencias, las cuales tributan y subvencionan partidos, coaliciones políticas, sindicatos, gremios empresariales, medios de comunicación, asociaciones profesionales y civiles, grupos estudiantiles, de mujeres, campesinos y de “derechos humanos”. Estas asistencias comprenden orientación y patrocinio político como parte del adoctrinamiento ideológico a favor de los Estados Unidos.
El Congreso de los Estados Unidos aprobó la ley de la creación de la NED en noviembre de1983, como organización privada, no gubernamental y no lucrativa, destinada a “promover la democracia en el mundo”. El presupuesto con que opera la NED proviene del Congreso de los EE.UU., que le otorga millones cada dos años como parte del presupuesto del Departamento de Estado. También reciben donaciones de cuatro asociaciones, la Smith Richardson Foundation, la John M. Ohin Foundation, la Lynde and Harry Bradley Foundation y Freedom House, financiadas indirectamente por contratos federales.
El dinero es distribuido entre el Instituto Republicano Internacional (IRI), el Instituto Demócrata Nacional para Asuntos Internacionales (NDI), el Centro Americano para la Solidaridad Internacional del Trabajo de la Federación Americana de Sindicatos-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) y el Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE por sus siglas en inglés), de la Cámara de Comercio, etc. que a su vez reparten recursos monetarios y materiales a otras organizaciones en Estados Unidos y el mundo, y desembolsan dinero y materiales para las organizaciones opositoras en países que no cuentan con la simpatía del gobierno de los EE.UU.
Así la USAID crea en nuestro continente una profunda red, que capta cuadros, fabrica líderes, penetra la sociedad civil, utilizando grupos locales y personas. Resulta un verdadero ejército intervencionista de “expertos”, “consultores” “consejeros” que trabajan en el desarrollo de estos planes subversivos. Solo en sus primeros diez años de creada la NED distribuyó más de200 millones de dólares, en 1500 proyectos para sostener a los “amigos de América”.
De 2007 a 2011 la USAID destinó un presupuesto de 158 millones a programas dedicados a crear supuestos sistemas políticos competitivos en América Latina y el Caribe. Agencias norteamericanas afiliadas a esa organización, financiaron a fuerzas opositoras al gobierno deVenezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador. La cifra se quintuplicó en los últimos cinco años.
Desde la aprobación de la Ley de la Democracia para Cuba de 1992 y la Ley de Solidaridad Democrática y Libertad Cubana de 1996, el gobierno de los EE.UU. autorizó a prestar “ayuda”abiertamente y de manera legal a individuos y organizaciones no gubernamentales independientes para promover el cambio “democrático” en Cuba.
El Consejo Nacional de Seguridad, la CIA, la NED, la USAID, la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD), el Pentágono, el Departamento de Estado, el Departamento del Tesoro, el de Comercio, el de Inmigración, el de Justicia, el de Agricultura, la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, las agencias de la comunidad de inteligencia: todas las fuerzas del Imperio fueron lanzadas contra la Isla, operando de conjunto para cumplir la misión de poner de rodillas al pueblo cubano.
Para los años del 2010 al 16 estos planes cambiaron solo en detalles, aumentando los fondos destinados a ser administrados por la USAID para facilitar las comunicaciones y el acceso aInternet de “la sociedad civil” en Cuba, para apoyo a los “prisioneros políticos”, para el entrenamiento de activistas de los grupos de Derechos Humanos, y los agentes de cambio hacia la democracia, etc. Se destinan fondos igualmente al soporte tecnológico y entrenamiento de líderes de grupos de “opositores” integrados por artistas, músicos, blogueros, etc., así como la fabricación de grupos “afrocubanos”, otros grupos minoritarios y algunas organizaciones “religiosas”.
El veterano oficial de la CIA; Rene Greenwald, funcionario de la USAID, con oficina en Méxicoorientó en el año 2010, a Pablo, su agente en La Habana, realizar una minuciosa investigación sobre los programas de estudio de la Educación Primaria y Media en Cuba, estado político-social del sector educacional, calidad de la enseñanza etc., con el objetivo de incorporar alProyecto Génesis, que dirigía Pablo en La Habana, un programa de becas y un plan vacacional atractivo para niños, adolescentes y jóvenes.
El plan proyectado por Génesis incluía becas para formar líderes de cambio en universidades y escuelas de los EEUU, Europa y América Latina, debía ser atractivo y ser capaz de enmascarar las verdaderas intenciones de la CIA, este plan debía contribuir a formar una nueva base social para la contrarrevolución, crear nuevos líderes con prestigio y bien preparados, incondicionales a los Estados Unidos, pero que manejaran un discurso más actualizado y menos agresivo que el de la derecha anexionista de siempre, el plan en cinco años ayudaría a crear las condiciones para el cambio de régimen en la Isla.
La USAID de las becas de World Learning, es la misma USAID de Mitrioni, de Condor, deGénesis, de Zunzuneo, y de tantos y tantos proyectos contra nuestra América y en especial contra Cuba, tiene las manos manchadas de sangre e ignominia, los cubanos les conocemos bien.
Fuentes:
https://eladversariocubano.net/2016/10/05/la-guerra-sucia-de-la-usaid/
https://lapupilainsomne.wordpress.com/2016/10/07/la-guerra-sucia-de-la-usaid-por-raul-antonio-capote/
https://cubasiguelamarcha.blogspot.com/2016/10/la-guerra-sucia-de-la-usaid-contra-cuba.html
http://davidson.cubava.cu/2016/10/06/9086/
http://martianos.ning.com/profiles/blogs/la-guerra-sucia-de-la-usaid-contra-cuba-y-am-rica-latina
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com
La «guerra de posiciones» en América Latina y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos
8 de Outubro de 2016, 14:19 - sem comentários ainda
La situación política en América Latina se caracteriza por la intensificación de la «guerra de posiciones» que se libra entre el imperialismo, principalmente el imperialismo norteamericano, y las oligarquías criollas, por una parte, y los movimientos sociales populares y las fuerzas políticas y social‑políticas de izquierda y progresistas, por la otra. Este es un concepto formulado por el pensador y dirigente comunista italiano Antonio Gramsci. Él llamó guerra de movimientos a aquella destinada a conquistar el poder mediante la violencia revolucionaria, estrategia correspondiente a los países donde no existen condiciones para el desarrollo legal de las luchas populares; y llamó guerra de posiciones a las rupturas parciales sucesivas con el sistema social imperante por medio de las luchas populares, estrategia correspondiente a los países donde funciona la democracia burguesa, en los que sea posible acceder al poder mediante un largo, complejo y fluctuante proceso de deconstrucción de la hegemonía burguesa y construcción de hegemonía popular.
En los términos más generales, el primer gran problema planteado es si la humanidad logrará derrotar al sistema capitalista antes que este sistema la destruya a ella. Es bien conocida la disyuntiva esbozada por Rosa Luxemburgo: socialismo o barbarie. Y el segundo gran problema es qué papel le corresponde a la guerra de movimientos y qué papel le corresponde a la guerra de posiciones en la batalla para derrotar a la barbarie. Sobre esto último, Rosa sentenció que:
La reforma legal y la revolución no son […] diversos métodos del progreso histórico que a placer podemos elegir en la despensa de la Historia, sino momentos distintos del desenvolvimiento de la sociedad de clases, los cuales mutuamente se condicionan o complementan, pero al mismo tiempo se excluyen […].
La interpretación vulgarizada del marxismo impuesta en la Unión Soviética tras la prematura muerte de Lenin, interpretación que muchos asumimos durante largo tiempo, partía de la premisa de que la derrota del capitalismo por parte del proletariado mundial era una ley histórica que se cumpliría de modo inexorable, por lo que nuestro papel se limitaba a «soplar en la dirección del viento» para acelerarla. Hoy sabemos que no es así, que el destino no está escrito, que la derrota del capitalismo depende de que seamos capaces de alcanzarla, y que esto es una interrogante abierta: no se sabe si lo lograremos o no. Lo que sí sabemos es que los dos grandes paradigmas socialistas del siglo XX fracasaron. Me refiero a la socialdemocracia europea occidental y al comunismo soviético.
La socialdemocracia europea originalmente se propuso transformar al capitalismo, y fue el capitalismo el que la transformó a ella: nació para luchar contra el liberalismo burgués y terminó asumiendo como propio el neoliberalismo imperialista, el peor de los liberalismos; y el comunismo soviético se burocratizó y, de sistema emancipador, pasó a ser sistema opresor, al punto que la propia burocracia lo derrumbó cuando ya no le servía, sin que el pueblo sintiera que su interés y su deber fuesen defenderlo. Esto coloca a la izquierda actual ante la necesidad construir nuevos paradigmas emancipadores para el siglo XXI.
Pero no todo es negativo. En los últimos 25 años, en América Latina se ha desarrollado un proceso sin precedentes en la historia universal. En medio del colapso de los paradigmas socialistas del siglo XX, en nuestra región se produjo un auge de las luchas sociales y políticas de signo popular. Esto es lo opuesto a lo ocurrido en situaciones análogas, como las derrotas de la Revolución Europea de 1848, la Comuna de París de 1871 y la década de las revoluciones frustradas en la propia América Latina de los años treinta, tras las cuales imperó por largo tiempo la represión y desarticulación de las fuerzas populares.
Apenas seis años y diecinueve días después del colapso de la URSS –ese es el tiempo transcurrido entre el 25 de diciembre de 1991 y el 6 de diciembre de 1998– ganaba Hugo Chávez Frías su primera elección presidencial en Venezuela. Le siguió una cadena ininterrumpida de elecciones y reelecciones de gobiernos progresistas y de izquierda en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras, Paraguay y El Salvador. Con un criterio, en mi opinión demasiado amplio, pero que algunos toman como válido y, por consiguiente, sirve como medida, se podría hablar de triunfos electorales de treinta y seis candidatos y candidatas presidenciales de izquierda y progresistas desde la década de 1990.
La elección de gobiernos de izquierda y progresistas es novedosa en una región históricamente sometida a la dominación colonialista, neocolonialista e imperialista, donde en los casos excepcionales en que ello ocurrió con anterioridad, esos gobiernos fueron derrocados. Son los casos de Jacobo Arbenz en Guatemala, en 1954, Juan Bosch en República Dominicana, en 1963, y Salvador Allende en Chile, en 1973.
¿Cómo se explica la apertura de espacios democráticos y la elección de gobiernos progresistas en América Latina en medio del mundo unipolar y la avalancha universal del neoliberalismo? ¿Cómo se explica esa apertura en un momento en que la Revolución Cubana estaba sometida a lo que Fidel llamó doble bloqueo? Se explica, entre otros, por tres factores fundamentales: el acumulado histórico de las luchas populares; el rechazo universal a la opresión y represión imperante; y el error de cálculo del imperialismo norteamericano, cuya reestructuración de su sistema de dominación continental combinó dos elementos incompatibles: la democracia y el neoliberalismo, es decir, se creyó la tesis del fin de la historia, y favoreció que por primera vez en América Latina funcionara la democracia burguesa. Su idea era que la alternancia en el gobierno estuviese restringida a fuerzas políticas neoliberales, y no calculó que los pueblos aprovecharían los nuevos espacios de lucha social y política legal para construir y llevar al gobierno a sus propias fuerzas políticas. Con otras palabras, no calculó que América Latina, que había sido históricamente terreno de la guerra de movimientos pasaría a ser terreno de la guerra de posiciones.
En los casi veinticinco años transcurridos desde el derrumbe de la URSS hasta hoy, la guerra de posiciones en América Latina ha atravesado por cinco etapas:
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De 1989 a 1994, fue favorable al imperialismo y las oligarquías criollas. En ella primaron la reestructuración del sistema de dominación continental, y el desconcierto de los movimientos populares y las fuerzas políticas de izquierda
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De 1994 a 1998, fue desfavorable al imperialismo norteamericano y las oligarquías criollas. En ella predominaron la crisis del Estado neoliberal recién impuesto y auge de los movimientos y las protestas sociales, capaces de derrocar gobiernos oligárquicos pero aún incapaces de hacer elegir gobiernos propios
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De 1998 a 2009, fue favorable a los movimientos populares y las fuerzas de izquierda y progresistas, con la elección y reelección de gobiernos de ese espectro en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras, Paraguay y El Salvador
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En 2009-2014, hubo una agudización de la disputa derecha-izquierda debido a la escalada de la estrategia del imperialismo y la derecha para reconquistar los espacios institucionales que escaparon de su control, incluidos los golpes de Estado de nuevo tipo en Honduras (2009) y Paraguay (2012), y los triunfos electorales por muy estrecho margen en Venezuela (2012 y 2013) y El Salvador (2014)
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En 2015‑2016, se han producido reveses costosos: la elección de Mauricio Macri en Argentina, la elección de una mayoría de derecha en la Asamblea Nacional de Venezuela, la derrota en el referendo que buscaba abrir la posibilidad de una nueva reelección del presidente Evo Morales en Bolivia y el golpe de Estado legislativo contra la presidenta Dilma Rousseff en Brasil
Acosados por la creciente dificultad de cumplir la ley de hierro del capitalismo, que es la siempre creciente acumulación de riquezas, el imperialismo y las oligarquías latinoamericanas a él subordinadas, desataron una ofensiva destinada a expulsar a las fuerzas de izquierda y progresistas de los espacios por ellas conquistados en los poderes del Estado, en especial, a expulsarlas del órgano ejecutivo del Estado, y a desacreditarlas y desarticularlas para que nunca más vuelvan a ocupar esos espacios. La razón es obvia: necesitan que América sea gobernada por neoliberales como Mauricio Macri y Michel Temer, que promuevan activamente el saqueo y la depredación de los países de la región por parte de los monopolios transnacionales. Con ese propósito desarrollan una estrategia desestabilizadora diseñada para, o bien derrotar o bien derrocar, lo que sea más rápido y factible, a los gobiernos que, según ellos, desperdician la riqueza en políticas y programas de beneficio social.
La batalla de las fuerzas de izquierda y progresistas para derrotar la actual ofensiva imperial y oligárquica se libra en dos espacios y en dos frentes. Los espacios son el nacional y elinternacional, en este último caso me refiero a la solidaridad. Por ejemplo, en oposición a los golpes de Estado en Honduras y Paraguay, la solidaridad internacional fue combativa pero la correlación de fuerzas nacional resultó adversa. Y los frentes son el externo y el interno, el primero entendido como enfrentamiento eficaz a la estrategia desestabilizadora, y el segundo como erradicación de las deficiencias y los errores propios que las alejan del pueblo y las hacen vulnerables a la estrategia desestabilizadora enemiga.
En el frente externo, debemos tener en cuenta que, conscientes del rechazo universal a sus antiguos medios y métodos de dominación y represión violenta, el imperialismo y las oligarquías criollas en la actualidad apelan a otros medios, entre ellos, a la guerra económica, la guerra mediática, la dictadura de los jueces y la imputación a la izquierda de los vicios que les caracterizan, como la corrupción. Así fomentan el voto de castigo de los sectores sociales que antes lo emitieron contra ellos, y la abstención de castigo de nuestras propias bases sociales.
En el frente interno, a partir de la premisa de que nuestro acumulado histórico de luchas es el principal factor que abrió los espacios democráticos hoy cuestionados y atacados, cada fuerza de izquierda y progresista debe preguntarse cuánta fuerza social y política acumuló en los 25 años transcurridos desde el derrumbe de la URSS, cuánto se estancó en la acumulación de fuerza social y política, y cuánta fuerza social y política desacumuló. En esencia, debe preguntarse cuánto prestigio, credibilidad y mística conserva en las generaciones que las vieron luchar contra las dictaduras de las décadas de 1960 a 1980, y contra los gobiernos neoliberales de la década de 1990, y cuánto prestigio, credibilidad y mística cultivó o dejó de cultivar en las jóvenes generaciones que no conocieron sus luchas del pasado.
En resumen, la derecha está haciendo todo lo que está a su alcance, sea legal o ilegal, para revertir a su favor la correlación regional de fuerzas sociales y políticas que se mantuvo inclinada hacia la izquierda de 1999 a 2009. ¿Qué implicaciones tiene esto para la Revolución Cubana, y qué incidencia puede el afianzamiento de un cambio de esta correlación de fuerzas en el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos?
La correlación de fuerzas entre izquierda y derecha y, en virtud de ella, la configuración del mapa político de América Latina y el Caribe, tienen una influencia directa en el fortalecimiento o debilitamiento de la política de bloqueo y aislamiento ejecutada por el imperialismo norteamericano contra Cuba desde hace más de medio siglo.
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En la década de 1960, rodeada de gobiernos proimperialistas, Cuba sufrió un cerco casi total: fue expulsada de la OEA y ese organismo ordenó a sus miembros romper relaciones diplomáticas, consulares, comerciales y de cualquier otro tipo con ella. Solo México se negó a hacerlo por apego a la Doctrina Estrada
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En la década de 1970, con la elección de Salvador Allende a la Presidencia de Chile, los gobiernos militares progresistas de Juan Velasco Alvarado en Perú y Omar Torrijos en Panamá, y la descolonización de Jamaica, Guyana y Trinidad y Tobago en el Caribe, todos los cuales restablecieron relaciones diplomáticas con Cuba, se inició la ruptura del bloqueo y el aislamiento. Incluso se abrió un primer proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que abarcó los últimos años de la administración de Gerald Ford y los primeros de la de James Carter. Ese proceso fue interrumpido, junto a otras políticas externas e internas de Carter, a raíz del auge que por aquellos años experimentó la llamada nueva derecha, liderada por Ronald Reagan
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En la década de 1980, pese a la elección de Reagan a la presidencia estadounidense y su recrudecimiento de la política de hostilidad, boqueo y aislamiento contra Cuba, en virtud de la agudización de las contradicciones entre los Estados Unidos y América Latina y el Caribe (en torno al conflicto centroamericano, la crisis de la deuda externa, la guerra de las Malvinas y la invasión militar a Granada) continuaron estrechándose las relaciones de Cuba con los gobiernos del subcontinente, una parte de los cuales abogaba por el reingreso de Cuba a la OEA y otros por la creación de una organización latinoamericana y caribeña, con Cuba y sin Estados Unidos
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En la década de 1990, con el derrumbe de la URSS y el bloque socialista europeo, el inicio de lo que Fidel llamó el doble bloqueo y la elección de gobiernos neoliberales en toda América Latina, vino una nueva etapa de recrudecimiento de la política de bloqueo y aislamiento contra Cuba
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Y en la década de 2000, con la elección y reelección de gobiernos de izquierda y progresistas, se consolidó la derrota del bloqueo y el aislamiento: Cuba ingresa al Grupo de Río; es fundadora de CELAC, cuya presidencia pro-tempore ejerce por un año el presidente Raúl Castro; la OEA levanta las sanciones contra Cuba impuestas en 1962; los gobiernos de Cuba y Estados Unidos restablecen relaciones diplomáticas, se inicia un nuevo proceso de normalización de relaciones, y el presidente Obama realiza una visita oficial a La Habana
Hay compañeras y compañeros amigos de Cuba que se preguntan si el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos implica que cesó el diferendo entre ambos países. Hay quienes, al escuchar las denuncias de nuestro gobierno de que el bloqueo y la intromisión en nuestros asuntos internos siguen en pie, se preguntan por qué y para qué restablecimos relaciones diplomáticas, si no previmos que esto sucedería y si no habremos cometido un error al hacerlo.
Conocer el nexo existente entre las diferentes configuraciones que ha tenido el mapa político latinoamericano y caribeño y el recrudecimiento o distensión relativa de la política de hostilidad, bloqueo y aislamiento de los Estados Unidos contra Cuba, en particular, el elemento de que ya hubo un primer proceso –frustrado– de normalización de relaciones entre ambos países, ayuda a comprender mejor la situación actual.
Aquel primer proceso comenzó tratando de encontrar soluciones negociadas a cada uno de los temas del diferendo bilateral, y el restablecimiento de relaciones diplomáticas fue concebido como el colofón, el coronamiento, de la normalización de relaciones. Pero ese enfoque escalonado dio pie a que las fuerzas opuestas al proceso lo atacaran hasta interrumpirlo. Por eso en esta oportunidad se hizo a la inversa: se acordó en privado y se anunció «de golpe» el restablecimiento de relaciones diplomáticas, y con la oficialización de estas es que se comienza a negociar los temas del diferendo bilateral, cuyo desenlace será la normalización plena de los nexos entre ambos Estados. Las fuerzas ultra reaccionarias de los Estados Unidos pueden atacar el proceso, dificultarlo y retrasarlo, pero les resultará difícil imponer una nueva ruptura, y Obama está apostando a eso. Esa es una de las razones de su visita oficial a Cuba: sentar un precedente. De esto se deriva que el restablecimiento de relaciones diplomáticas acordado el 17 de diciembre de 2014, no implica que los temas del diferendo bilateral ya hayan sido negociados, y mucho menos resueltos, sino que este difícil proceso recién acaba de comenzar.
Siempre hemos sabido que, dentro de los círculos de poder de los Estados Unidos, incluso quienes están a favor de la normalización de relaciones con Cuba, se proponen derrotar o extinguir a la Revolución. Ellos lo dicen. Su argumento es:fracasó la política que pretendía destruir a la Revolución Cubana mediante las agresiones, la hostilidad, el bloqueo y el aislamiento; intentemos ahora destruirla mediante el acercamiento y la penetración. Estamos conscientes de que quienes en los círculos de poder estadounidenses impulsan la normalización de relaciones piensan que así nos van a reblandecer, debilitar y destruir. Pero nosotros estamos convencidos de que ellos no podrán reblandecernos, debilitarnos ni destruirnos, sino que, por el contrario, nosotros seremos capaces sacarle provecho a las oportunidades económicas, comerciales, financieras, científicas, técnicas, culturales y otras que se deriven de ese proceso con el fin de avanzar en la construcción socialista.
Dentro del contexto del enfrentamiento entre los sectores aferrados a la vieja política de agresiones, bloqueo y aislamiento, y los sectores que le apuestan a reblandecer, debilitar y destruir a la Revolución mediante una estrategia de poder inteligente, hay que entender que el presidente Obama no está facultado para levantar el bloqueo. Originalmente, el bloqueo se impuso mediante órdenes ejecutivas de los sucesivos presidentes, que un presidente podía derogar. Sin embargo, a partir de la adopción de la Ley Helms‑Burton, el levantamiento del bloqueo tiene que ser aprobado por el Congreso de los Estados Unidos. El presidente Barack Obama le ha pedido al Congreso que lo levante y, mientras ello no suceda, lo que él puede hacer es manejarse dentro de los márgenes discrecionales que la ley le otorga. La crítica que nuestro gobierno le hace a Obama es que hay cosas que, dentro de los márgenes discrecionales existentes, él podría hacer pero no las ha hecho. Y, por supuesto, mientras se mantenga el bloqueo, sea por culpa de quien sea, Cuba lo va a denunciar y lo va a combatir, y espera que sus amigas y amigos en todo el mundo también lo denuncien y lo combatan. Esta es la posición de principios que mantenemos en el proceso de normalización de relaciones.
En conclusión, el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, incluido el levantamiento del bloqueo, la devolución de la Base de Guantánamo y el fin de la injerencia en nuestros asuntos internos, avanzará mejor y más rápido en la medida en que la correlación regional de fuerzas siga siendo favorable a la izquierda, y en que se mantenga y fortalezca el movimiento de solidaridad con Cuba del que todas y todos ustedes son parte importante.
– Roberto Regalado es Politólogo, Doctor en Ciencias Filosóficas y Licenciado en Periodismo, miembro de la Sección de Literatura Socio Histórica de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, consultor del Instituto Schafik Hándal y el Centro de Estudios de El Salvador.
Intervención en VI Congreso de Solidaridad con Cuba, San Miguel, El Salvador, 24 de septiembre de 2016.
Fuentes:
http://www.alainet.org/es/articulo/180655
Publicado por: David Díaz Ríos / CubaSigueLaMarcha.blogspot.com