Divulgada a programação do 2º Paraná Blogs
2 de Fevereiro de 2013, 22:00 - sem comentários ainda2º Encontro de Blogueir@s, Redes Sociais e Cultura Digital do Paraná
PROGRAMAÇÃO
SEXTA-FEIRA, 12 DE ABRIL
14h00 Oficina: Blogoosfero - plataforma livre para autonomia da blogosfera brasileira, com Sérgio Bertoni, da Blogoosfero Foundation
19h00 Abertura oficial do #2ParanáBlogs - Encontro de Blogueiros, Redes Sociais e Cultura Digital do Paraná.
Debate: Democratização das Comunicações. Nada além da Constituição!
Convidados:
●Leonardo Boff
●Altamiro Borges
●Marcela Bomfim
SÁBADO, 13 DE ABRIL
09h00 Desconferência: Marco Civil da Internet e os direitos dos internautas.
Convidados:
●Deputado João Arruda, presidente da Comissão Especial do Marco Civil da Internet na Câmara Federal
●Tarso Cabral Violin, do Blog do Tarso
●Sérgio Bertoni, do Blogoosfero
11h30 Intervalo para almoço
13h00 Debate: Comunicação e Democracia
Convidados:
●Eduardo Guimarães, do Blog da Cidadania
●Vito Gianotti, do Núcleo Piratininga de Comunicação
●Cláudio Ribeiro, advogado e ativista político
●André Vieira, do #ParanáBlogs
15h00 Desconferência: Blogoosfera paranaense e a liberdade de expressão
Convidados:
●Joice Hasselmann, do Blog da Joice (Curitiba)
●Esmael Morais, do Blog do Esmael (Curitiba)
●Cesar Minotto, do Olho Aberto Paraná (Laranjeiras do Sul)
●Ronildo Pimentel, do Boca Maldita (Foz do Iguaçu)
●Hermerson Baptista, do Viva Samas (São Mateus do Sul)
●Cristiano Lima (São José dos Pinhais)
●Luiz Skora, do Polaco Doido (Curitiba)
18h00 Debate: Ativismo nas Redes Sociais
Convidados:
●Senador Roberto Requião
●Conceição Oliveira, do Blog da Maria Frô
●Cleverson Lima, do Blog Rodopiou
DOMINGO, 14 DE ABRIL
09h00 Oficina: “Monetização de blogs: Como tornar seu blog rentável”, com Robson Guimarães da Poolblique Comunicação
10h00 Trabalhos em grupo
12h00 Plenária final
II Encontro de Blogueir@s, Redes Sociais e Cultura Digital do Paraná
paranablogs@gmail.com
blogoosfero.com/paranablogs
facebook.com/paranablogs
Poolblique - Assessoria de comunicação
(41) 9626-4933
Fonte: ParanaBlogs
Ha llegado el momento de repensar Europa
28 de Janeiro de 2013, 22:00 - sem comentários aindaPor Jean‐Louis Borloo y Jean Arthuis (*)
La celebración del 50 aniversario del tratado del Elíseo no debe ocultar el profundo malestar que afecta, desde hace algún tiempo, a las relaciones franco-alemanas. El fracaso de grandes proyectos industriales como la fusión entre EADS y Bae, o el cese de la cooperación entre Siemens y Areva, han dejado huella en un momento en el que nuestros países tienden a escoger caminos divergentes, sobre todo en el terreno de la competitividad y en el del empleo.
Ha llegado el momento de abrir un nuevo capítulo en nuestras relaciones, demostrando la audacia y el espíritu visionario que caracterizaron a Robert Schuman, al canciller Adenauer y al general de Gaulle en su tiempo. El tratado del Elíseo ha cumplido su función. Necesitamos un nuevo tratado para darle vigor a una integración franco-alemana que pueda definir la Europa política por la que militamos con todas nuestras fuerzas.
Como miembros fundadores de la UDI, tenemos Europa grabada a fuego en el corazón. Y es porque somos profundamente europeos que reivindicamos también el derecho de acotar la deriva de una Europa que muchos franceses ven ya sólo como una administración burocrática y distante, mientras deberíamos vivirla de forma colectiva, como una ambición. Esta ambición requiere coherencia y exigencia, pero también confianza.
Coherencia significa aceptar ceder parte de nuestra soberanía nacional para construir juntos una nueva soberanía europea, tangible e influyente en el juego de fuerzas mundiales. Comencemos nuestro camino federal con los países miembros de la zona euro, poniendo en marcha un auténtico gobierno económico, financiero y presupuestario de la Unión, para crear una unión fiscal europea y una convergencia al alza de las políticas sociales nacionales.
¡Hagamos de la zona Euro el laboratorio de la Europa política!
La coherencia debe ir acompañada de exigencias. En primer lugar, de una exigencia democrática, ya que no es posible una integración política complementaria sin una democratización reforzada. Por este motivo nos comprometemos a que en 2014 la UDI sólo presentará a las elecciones europeas candidatos y candidatas cuyos atributos fundamentales sean su compromiso con Europa y sus competencias. La Unión Europea no es menos legítima que los Estados que la componen, pero sufre enormemente de una falta de forma y de liderazgo. Proponemos que no deje de haber dos, tres, cuatro o cinco pseudo-presidentes de Europa, como es el caso hoy, sino un único y verdadero presidente que sea a la vez el jefe del Consejo europeo y de la Comisión europea. Para ser completamente legítimo, este presidente europeo único debería ser nombrado por un congreso de los pueblos de Europa (compuesto por diputados europeos y por representantes de los parlamentos nacionales), cuya sede estaría en Estrasburgo, y frente a quien cada año pronunciaría un discurso sobre el estado de la Unión.
Finalmente, confianza. Sí, Europa sigue siendo, para nosotros, la más bella aventura política de los tiempos modernos, único ejemplo conocido de una unión de Estados y de pueblos que no ha sido creada por la fuerza, sino por el derecho. Este es el motivo por el que Europa debe movilizarse imperativa y rápidamente, para defender los valores de libertad y de democracia amenazados de muerte en Mali, en el Sahel y en África occidental. Lancemos grandes acuerdos entre Europa y África. Para construirlos, exijamos a Europa estar también en primera línea cuando la defensa de este continente esté en peligro.
“Un político piensa en las siguientes elecciones. Un hombres de Estado en la próxima generación”, afirmaba de forma lúcida el italiano Alcide de Gasperi tras la guerra. Y es porque pensamos en las generaciones futuras que queremos ser los nuevos constructores de Europa.
(*) Presidente y vicepresidente del UDI, partido de centro-derecha francés http://www.parti-udi.fr/
5º foro sindical franco-alemán: seguir construyendo un pacto social para Europa
28 de Janeiro de 2013, 22:00 - sem comentários aindaDeclaración conjunta DGB – CGT – CFTC – CFDT – FO - UNSA
El 5º foro franco-alemán tuvo lugar en París con motivo del 50º aniversario del pacto del Elíseo.
Los sindicatos franceses y alemanes quieren seguir construyendo un pacto social para Europa, para reforzar el diálogo social, fomentar el empleo y garantizar la justicia social y los derechos de los trabajadores.
La confederación sindical alemana (DGB) y los sindicatos franceses CFDT, CFTC, CFGT, FO y UNSA convocaron el día 22 de enero, aniversario del pacto del Elíseo, el 5º foro sindical franco-alemán.
La realización de este foro anual expresa la voluntad de los sindicatos de fortalecer el entendimiento mutuo entre las realidades francesa y alemana, de alcanzar posiciones comunes, y es visto como un evento crucial en este contexto de crisis económica y social. Esta convocatoria anual forma parte del compromiso de los sindicatos por la construcción de un futuro conjunto de Francia y de Alemania dentro de la Unión Europea.
En este aniversario del pacto, los sindicatos han subrayado la importancia de la amistad franco-alemana, que debe ser fomentada y desarrollada. El pacto de amistad, firmado el 22 de enero de 1963, para atestiguar la amistad entre Francia y Alemania, no debería ser únicamente un momento de recuerdo. El tándem franco-alemán ha tenido una función esencial en la construcción del proyecto europeo y debe aumentar sus esfuerzos para lograr volver a encauzar a Europa en un camino de progreso, que vaya enfocado hacia la solidaridad entre los Estados miembros, y que lleve a un desarrollo sostenible de la economía y de la industria así como al progreso social en toda Europa.
Defender, en tiempos de la globalización, un proyecto social para Europa requiere urgentemente la puesta en marcha de un proceso que permita una unión “cada vez más fuerte entre los pueblos de Europa”.
Nuestras organizaciones, mientras de la Confederación Europea de Sindicatos, han elegido como tema del 5º foro “La competitividad puesta a prueba: conceptos, realidades y estrategias”. Ya que este tema se encuentra en el centro de los debates sobre el futuro económico de Europa, parece natural que los sindicatos de las dos mayores economías de la Unión se concentren especialmente en él.
Los sindicatos defienden su lugar en el debate económico y político que está teniendo lugar. Rechazan la visión que reduce la competitividad únicamente a aspectos de los costes del trabajo y por lo tanto exigen una moderación salarial y la desregulación del mercado de trabajo. Una política de este tipo sólo agravaría la competición entre los Estados miembros y llevaría al retroceso en términos sociales. Los sindicatos quieren subrayar una alternativa: que sólo una cooperación y complementariedad económicas en Europa pueden llevar a una mejora competitiva a nivel mundial. Con este fin, Europa necesita urgentemente inversiones en formación y educación, investigación y desarrollo, innovación, infraestructuras, desarrollo sostenible y energía.
Los sindicatos franceses y alemanes quieren contribuir a desarrollar la propuesta de la CES por un pacto social para Europa. Esta propuesta exige un refuerzo del diálogo social para fomentar el empleo y la justicia social, así como garantizar los derechos de los trabajadores. La CES está implicada en estas consideraciones a través de su participación en este foro. Así, el diálogo sindical franco-alemán contribuye al progreso y a la mejora de la situación de los trabajadores y trabajadores en el conjunto de la Unión Europea.
CGT y FO organizan el frente de rechazo
28 de Janeiro de 2013, 22:00 - sem comentários aindaPor Derek Perrotte
Los no-firmantes quieren presionar a los diputados y hacer campaña ante la opinión pública.
«El partido no ha acabado», explicó Laurent Berger (CFDT), usando la metáfora deportiva, al término de la última sesión de negociación sobre la protección del empleo. Empiezan las prórrogas, le responden CGT y FO, decididas a seguir la lucha contra el acuerdo firmado por la central reformista.
Al igual que el texto, la batalla se desplaza hacia el terreno parlamentario, donde los dos sindicatos no firmantes esperan convencer a los diputados para revertir las «regresiones sociales» que implicaría el acuerdo, aunque le pese al Ministerio de Trabajo, que promete una transcripción fiel. «Vamos a dar a conocer nuestras posiciones sobre el contenido de este acuerdo a todos los grupos parlamentarios. Asumirán sus responsabilidades, pero es lógico que antes de pronunciarse conozcan nuestros análisis», explica Jean-Claude Mailly (FO).
Recibido el viernes por Jean-Marc Ayrault, Bernard Thibault (CGT) ha prometido una «explicación del texto» a los parlamentarios para invitarles a «apreciar mejor el alcance político de este acuerdo…» Y el líder cegetista deslizó la afirmación de que «los sindicatos no firmantes representan a más asalariados que los firmantes».
En una batalla, también, ante la opinión pública y los trabajadores, cada uno de los dos sindicatos promete una intensa campaña sobre el acuerdo y sus consecuencias. Un trabajo previo necesario para aumentar la presión porque la tecnicidad y la complejidad del acuerdo mantienen la ambigüedad del gran público en cuanto a su contenido e impacto real. En esta gestión, se beneficiarán del apoyo del Frente de izquierda, cuyo folleto contra el acuerdo cita la CGT, pero también, y eso es más raro, FO. No obstante, ninguno de los dos sindicatos prevé todavía una jornada de acción contra el acuerdo, conscientes de que sería una acción prematura y probablemente destinada al fracaso.
Los abogados en acción
Batalla, finalmente, en el terreno jurídico, sobre el que basan la mayoría de las esperanzas, en tanto que la transcripción legislativa del texto se anuncia delicada. « ¿Quién puede garantizar que todos los puntos del acuerdo puedan ser retranscritos?», señaló Jean-Claude Mailly el miércoles pasado, avanzando que ciertas medidas no conseguirán luz verde en el Consejo de Estado, como la homologación por parte de la administración de un plan social antes de la apertura de consultas con los representantes de personal. Los abogados de la CGT y de FO desmenuzarán el texto que salga de los debates parlamentarios. Una manera de preparar un eventual partido de vuelta.
No hay instancias para controlar a las multinacionales
28 de Janeiro de 2013, 22:00 - sem comentários aindaDesde 2003, Telefónica, Santander, Endesa y muchas otras empresas saben que tienen tras ellas la lupa de los investigadores del Observatorio de Multinacionales América Latina (OMAL). Ante un mapa colombiano de puntos de extracción de recursos y zonas de comunidades indígenas, nos reciben los investigadores Erika González y Pedro Ramiro en su despacho de la Gran Vía de Madrid, igual que lo han hecho con algunos representantes de las más influyentes empresas españolas. A ellas, en cambio, les han dejado su clara su postura; no se dialoga si no es en un debate público, algo que las empresas raramente han aceptado.
La marea. -¿Las empresas transnacionales producen beneficios sociales, por ejemplo, al crear empleo?
Erika: Muchas de las multinacionales españolas que están en los países del sur pertenecen al sector servicios. No van a crear una nueva empresa, sino a comprar una existente a buen precio. Para recuperar rápidamente la inversión recurren a la reducción de costes, generalmente laborales a través de la subcontratación. Pero también ocurre aquí. Telefónica en 2011 planteó recortar un 20% su plantilla española a la vez que marcaba un récord de beneficios de unos 10.000 millones de euros en 2010.
Entonces, ¿quién se beneficia de las ganancias?
Pedro: El beneficio va al bolsillo del accionista y de los grandes ejecutivos. En 2011, con ese récord histórico, el 70% de los beneficios de Telefónica fue a los dividendos de los accionistas. Nosotros tratamos de desmantelar el mito de ?nuestras empresas? por el mundo. Esas empresas son de sus accionistas. Les rinden beneficio a ellos, a sus ejecutivos ya los políticos que las favorecen y que luego forman parte del entramado de puertas giratorias.
¿Y quién vigila a estas empresas?
P: Nadie. No hay instancias nacionales o internacionales para controlar empresas. No hay interés en controlar a las empresas a nivel global. En los años 70, en Naciones Unidas se quiso crear un centro internacional de seguimiento para las empresas trasnacionales y hacer una normativa internacional o al menos un código, como el que existe para los derechos humanos. No fue posible porque los grandes lobbies empresariales y los grandes gobiernos de los países donde se ubican estas empresas se opusieron a ello. Al final, lo que ha primado es la responsabilidad social corporativa y los códigos de buena conducta. Pero es papel mojado en el ámbito legal.
¿Y cómo reaccionaran los pueblos a esta falta de vigilancia?
E: Hay países como Bolivia que históricamente tienen una tradición de lucha social, conquistas, nacionalizaciones y expulsión. Aquí, en cambio, seguimos teniendo la cultura de la transición, del pacto y del consenso, sobre todo de no disputarle a las clases altas sus privilegios.
¿Qué países están cambiando las reglas del juego?
E: Aunque no son el ejemplo a seguir en muchos otros aspectos, países como Bolivia, Venezuela y Ecuador están cambiando las condiciones de fiscalidad a las multinacionales, que es un muy buen primer paso. Pero a medio plazo hay una discusión a abordar sobre el modelo de desarrollo. Si no se disputa la pelea de la propiedad de los medios de producción no va a haber un cambio en las relaciones de poder.
¿Son conscientes los directivos de lo que hacen sus empresas?
P: Como dice Noam Chomsky, ?analizar una corporación es como analizar al propietario de un esclavo; tienes que distinguir entre la institución (la esclavitud) y el individuo?. No tengo ninguna duda de que grandes accionistas saben los efectos que tienen en el planeta sus empresas.
¿Pero estas personas y sus corporaciones tienen margen de maniobra dentro del capitalismo?
E: El margen es muy limitado, más allá de algún tipo de medida muy concreta que pueda dar un beneficio local temporal. El propio sistema no permite hacer cambio estructural alguno.
¿Por qué?
E: La máxima del capitalismo es el máximo beneficio en el menor plazo posible y eso no se puede conseguir a través del respeto de los derechos ambientales, de los derechos humanos, laborales? porque esto conlleva un coste y un límite del beneficio privado. Las transnacionales están en una lógica similar a ?para que no me coman, yo tengo que comerme al de al lado?.
Son las propias empresas las que se obligan a tener esa actitud?
P: Claro. Repsol está haciendo todo tipo de artificios contables para mantener sus indicadores de crecimiento y sus beneficios ahora que no tiene YPF porque si no pasado mañana, que presumiblemente es lo que pasará, será absorbida por una empresa china o rusa.
Entonces, ¿cómo y quién puede frenar esto?
P: Sin un cambio en la filosofía del modelo económico es imposible salir de ahí.
Nuevas ideas están surgiendo en el plano teórico. La Economía del Bien Común de Christian Felber propone, por ejemplo, que se ?premie? con mejores condiciones fiscales a las empresas que sean respetuosas con sus trabajadores y el entorno. ¿Sería un buen comienzo para construir un nuevo modelo?
P: La realidad es que no se puede, hay todo un entramado legal de tratados de libre comercio y bilaterales y acuerdos de la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional que impiden que un país pueda poner incentivos fiscales a las empresas que traten bien a sus trabajadores.
¿Qué podemos hacer ante esto?
E: Se podría empezar por hacer una auditoria de la deuda ilegítima en cada país. El movimiento de protesta contra la privatización de la sanidad y la educación en el Estado español es también una lucha por otro modelo que pretende frenar el poder de las trasnacionales sobre bienes y servicios básicos para la población. Las cooperativas de consumo, fuera de la lógica de la mercantilización, son otra vía. Todas esas propuestas, ensayos y experimentos son muy válidos para ir caminando hacia otros modelos, sobre todo si se dan en un contexto de gran movilización social. No hay una receta única.