Por Pedro Patiño
¿Cómo definiríamos conceptualmente la palabra “Castro comunismo”? ¿Realmente esta definición podríamos llevarla al campo ideológico-marco teórico? De buenas a primeras el “Castro comunismo” fue un concepto manejado por la derecha internacional para dar un adjetivo al proceso revolucionario realizado en Cuba. La palabra en sí tiene dos definiciones que la derecha pretende dar: por una parte, la referencia a los hermanos Castro. En este contexto la derecha reduce la Revolución Cubana en base a dos personas, tratando de ocultar la presencia mayoritaria del pueblo cubano que incluye por supuesto la participación de revolucionarios de otros países, que hicieron posible, bajo la conducción de Fidel Castro, lograr desterrar a los sátrapas que bajo el manto estadounidense se regodeaban en la Isla. La siguiente palabra, “Comunismo”… ¿qué tan lejos de la realidad están los sesudos intelectuales de la rancia y conservadora derecha internacional al utilizar este calificativo? El comunismo, como modelo político y socio económico, no se ha podido establecer en ningún país del mundo. Ni en la URSS, ni en China, Corea del Norte, Cuba, etc., han podido lograr concretar esa Utopía. De hecho, el Socialismo científico como lo pensaron sus padres ideológicos -Marx, Engels y Lenin- tampoco se ha podido establecer. Razón tiene Fidel Castro al afirmar “Uno de los principales errores de nosotros fue pensar que sabíamos cómo implantar un Socialismo”.
El socialismo de nuevo siglo debe ser fabricado desde adentro, con los trabajadores, campesinos, amas de casa, estudiantes, sectores medios, artistas, intelectuales, políticos, industriales y militares nacionalistas, etc. No puede venir impuesto a base de “decretos gobierneros”. En pocas palabras, es faena ardua y que lleva el sello del tiempo indefinido. Mucha agua pasará debajo del puente para lograr la utopía socialista.
Es así que el sello que nos quieren imponer, que la Revolución Cubana es la misma que la Revolución Bolivariana, es una definición totalmente fuera de contexto. Estos dos momentos históricos, en tiempo y espacios muy diferentes, tienen realidades y marcos teóricos totalmente disímiles. La presencia de hermanos cubanos, en ardua tarea de trabajo en las misiones y en algunas dependencias administrativas, sólo se debe a convenios binacionales, amparados en el derecho irreductible de los pueblos a la cooperación mutua para satisfacer las necesidades más elementales de su población.
La derecha internacional, aliada de la oposición venezolana, trata de desvirtuar el Proceso de Cambios estructurales que vienen aconteciendo en el país. La “cubanización” que pretenden montar como matriz de opinión, se cae por su propio peso. Hoy hablamos de UNASUR, ALBA, CELAC, MERCOSUR, Petrocaribe, etc., como organismos de Cooperación y de Liberación de las cadenas que subyugan a los pueblos empobrecidos para beneficio de minorías y del gran capital económico y financiero. Por cierto: algunos laboratorios expertos en montajes de matrices contrarias a Venezuela, dictaminan que estos organismos son de esencia “Chavistas”, cuando todos sabemos que el “Chavismo” como expresión voluntaria de las grandes mayorías se refiere y se involucra en el ámbito meramente de nuestras fronteras y, que transciende más allá de la política convirtiéndose en vanguardia social. Así pues, nuestra tarea en defensa de la Revolución Bolivariana es la de escudriñar y desmontar cualquier maniobra mediática en contra del Proceso Revolucionario.
Es nuestra obligación desmontar estas matrices de opinión, desde nuestros espacios definidos… Es Ahora o Nunca… ¡¡Venceremos¡¡
pedro2.patino@gmail.com
venezuelaeconomicaypolitica.blogspot.com
Fuente Aporrea
http://www.aporrea.org/actualidad/a158832.html
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