Ir para o conteúdo
ou

Thin logo

La Polilla Cubana en Blogoosfero

Tela cheia
 Feed RSS

La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Las intenciones de Estados Unidos con Cuba no son nuevas

30 de Outubro de 2015, 0:18, por Rosa C. Báez Valdés

Por Omar Segura*

 

enmienda-platt2La “preocupación” de Estados Unidos con Cuba no tiene nada que ver con los “derechos humanos”, la “democracia”, la “libertad de expresión”, la “promoción del terrorismo”, el “antiimperialismo”, el “comunismo”, el “castrismo” o, simplemente, con nuestra convicción de construir el socialismo.

Cuando en fecha tan temprana como el 23 de junio de 1773 (3 años antes de decretarse la independencia de las Trece Colonias), John Adams, segundo presidente de Estados Unidos (1797-1801), en carta a Robert Livingston, uno de los principales colaboradores de Thomas Jefferson en la redacción de la Declaración de Independencia y firmante de la Constitución de Estados Unidos por el Estado de New Jersey, expuso lo siguiente: “…es casi imposible resistir la convicción de que la anexión de Cuba a nuestra República Federal será indispensable para la continuación de la Unión”, en ese momento faltaban aún:

44 años para el natalicio de Carlos Marx

74 años para que él y Federico Engels redactasen el Manifiesto Comunista

80 años para el nacimiento de José Martí

95 años para el nacimiento de Vladimir Ilich Lenin

143 años para el inicio de la Gran Revolución Socialista de Octubre.

152 años para el nacimiento de Fidel

185 años para el triunfo de la Revolución Cubana

187 años para la Proclamación del Carácter Socialista de la Revolución.

La teoría de la “fruta madura”, de John Quincy Adams; la doctrina Monroe, la concepción del “Destino Manifiesto”… y lo que cuelga, no son cosa reciente ni olvidadas en la política de Estados Unidos hacia Cuba.

Los deseos de los gobernantes y los grandes intereses de Estados Unidos por intentar apoderarse de Cuba, no son nuevos. No se originaron el Primero de Enero de 1959, como algunos, interesados, pretenden hacer ver y creer.

En la actualidad –y desde siempre- quienes rigen la política en Estados Unidos justifican sus intenciones alegando la “incapacidad de los cubanos para gobernarse”, “violación de los derechos humanos”, “persecución de las personas”, “violación de los derechos humanos y de los derechos civiles”, “terrorismo”, “torturas”… en fin, han pretendido convertirse en “salvadores” y “libertadores” de los cubanos, sometidos al “comunismo” y a la “dictadura de los Castro” o al “régimen”, como también gustan llamarlo.

Precisamente a esas “violaciones” de las que acusan a Fidel y a la Revolución han endosado sus “justificaciones” para inmiscuirse en los destinos de la Isla y sus habitantes, organizar agresiones de todo tipo y mantener su injusto y criminal bloqueo, tantas veces condenado en la ONU por amplia mayoría… y nuevamente en esta ocasión con un récord histórico de sólo 2 votos en contra: el propio Estados Unidos y su socio Israel. Casi lo mismo como si uno sólo de ellos hubiera levantado las dos manos.

Pero, como decíamos al principio, estos intentos, y mucho más, esas pretensiones, no son nuevas.

Fidel Castro nada tiene que ver con el surgimiento y la aplicación de esta tradicional política. No había nacido cuando comenzaron a surgir estas manifestaciones de anexarse a Cuba por cualquier vía y con cualquier motivo.

Fidel nació el 13 de agosto de 1926, sin embargo, ya…

159 años antes, en 1767, faltando una década para que las Trece Colonias inglesas declararan su independencia, Benjamín Franklin, uno de sus padres fundadores, escribió acerca de la necesidad de colonizar el valle de Mississipi: “(...) para ser usado contra Cuba o México mismo (...)”

153 años antes, el político norteamericano John Adams, vicepresidente de Estados Unidos en 1789, reelegido en 1792, y electo presidente en el periodo 1796–1800, en carta fechada el 23 de junio de 1783, dirigida a Robert R. Livingston, uno de los principales colaboradores de Thomas Jefferson en la redacción de la Declaración de Independencia y firmante de la Constitución de Estados Unidos por el Estado de New Jersey, expuso lo siguiente: “…es casi imposible resistir la convicción de que la anexión de Cuba a nuestra República Federal será indispensable para la continuación de la Unión”.

139 años antes, en 1787, Alexander Hamilton, Secretario del Tesoro, uno de los padres fundadores de esa nación, exhortó a que su país creara un gran sistema norteamericano, superior al dominio de toda fuerza trasatlántica, y para lograrlo recomendaba: "La creación de un imperio continental americano que incorpore a la unión los demás territorios de América, aún bajo el dominio colonial de potencias europeas, o las coloque, al menos bajo su hegemonía".

En 1805, 121 años antes, Thomas Jefferson, tercer presidente estadounidense (1801-09), notifica al Ministro de Gran Bretaña en Washington que, en caso de guerra contra España por la posesión de La Florida Occidental, EE.UU. tomarían a la Isla, porque la consideraban una posición imprescindible para la defensa militar de Louisiana y La Florida.

115 años antes, en 1811, el Gobierno norteamericano envía a Cuba a un agente especial para establecer contactos con elementos anexionistas en la Isla y realizar actividades conspirativas simulando actividades comerciales.

103 años antes, el 28 de abril de 1823, John Quincy Adams, secretario de Estado del presidente Monroe y su sucesor en el ejecutivo, escribió: “(…) es imposible resistir la convicción de que la anexión de Cuba a nuestra República Federal será indispensable para la continuación de la Unión y el mantenimiento de su integridad”; pero, como no considera oportuno actuar aún, diseña su teoría de la “fruta madura”, asegurando que cuando la isla se separara de España no podría sostenerse por sí misma y gravitaría hacia la Unión, “exclusivamente”. (Aquí no se cumplió la Ley de gravedad).

103 años antes, el 2 de diciembre de 1823, James Monroe, quinto presidente estadounidense (1817-25), en su discurso anual ante el Congreso de la Unión, expondría la estrategia de dominación regional que pasaría a la historia como: Doctrina Monroe, basada en el principio de "América para los americanos"… del Norte, se sobreentiende).

Cien años antes, en 1826, Estados Unidos se opone denodadamente a que Cuba quedara enrolada en los procesos independentistas de América Latina y bloquea cualquier intento, de cualquier patriota o internacionalista, por lograr ese objetivo.

En 1845, 81 años antes, se proclama la doctrina del Destino manifiesto: “misión histórica inevitable que le compete asumir a Estados Unidos de expansión agresiva”… porque "es nuestro destino manifiesto expandirnos por el continente que nos ha dado la Providencia".

76 años antes, en 1850, Millard Fillmore, decimotercer presidente estadounidense, sería el primero en sugerir medios armados para ejercer su política expansiva. Varios generales del sur organizaron expediciones armadas integradas por aventureros. La más conocida fue en 1850, dirigida por el venezolano Narciso López, quien se apoderó de la ciudad de Cárdenas, pero no contó con apoyo popular y se vio obligado a reembarcar. Alentaron esta idea con la finalidad de continuar su política de anexión de nuevos territorios, como ya habían hecho con Texas.

Veintinueve años antes, en 1897, Theodore Roosevelt, entonces subsecretario de Marina y posteriormente presidente (1901-1909), escribió a un amigo: “En estricta confidencia, agradecería cualquier guerra, pues creo que este país necesita una”.

El 29 de marzo 1898, 28 años antes, el presidente William McKinley (1897-1901) exige a Madrid cesar las hostilidades en Cuba, y doce días después el Congreso le aprueba intervenir en la guerra mediante la “Resolución Conjunta”, en la que se establece que Cuba “debe ser libre”; se ordena al Presidente “usar las fuerzas militares y navales”, y se declara la determinación “de dejar el gobierno y dominio de la isla a su pueblo” luego de pacificado.

El 15 de julio de 1898, 28 años antes, las fuerzas españolas capitulaban en Santiago de Cuba ante los estadounidenses, apoyados por el Ejército Libertador, que mantuvo a raya a los 300 mil peninsulares empantanados en la Isla. El presidente Mc Kinley sabía que España estaba desangrada y en bancarrota frente al Ejército Libertador.

El 10 de diciembre de 1898, 28 años antes se firma del Tratado de París a espaldas del pueblo cubano: “(…) Cuba con un territorio mayor, tiene una población mayor que Puerto Rico. Ésta consiste en blancos, negros, asiáticos y sus mezclas. (…) la inmediata anexión de estos elementos a nuestra propia federación sería una locura y antes de hacerlo debemos limpiar el país aún cuando eso sea por la aplicación de los mismos métodos que fueron aplicados por la Divina Providencia en las ciudades de Sodoma y Gomorra. Debemos destruir todo lo que esté dentro del radio de acción de nuestros cañones. Debemos concentrar el bloqueo de modo que el hambre y su eterna compañera, la peste, minen a la población civil y diezmen al ejército cubano. (…) debemos crear dificultades al gobierno independiente y éstas y la falta de medios para cumplir con nuestras demandas y las obligaciones creadas por nosotros, los gastos de guerra y la organización del nuevo país, tendrán que ser confrontadas por ellos (…). Resumiendo: nuestra política debe ser siempre apoyar al más débil contra el más fuerte hasta que hayamos obtenido el exterminio de ambos a fin de anexarnos la Perla de la Antillas”. Esto fue refrendado el 24 de diciembre por el secretario de la guerra de EE.UU., Mr. N. Breckenridge, en instrucciones sobre la Campaña de las Antillas al teniente general N. A. Miles del ejército de esa nación.

Al referirse a las anexiones de nuevos territorios a Estados Unidos (Puerto Rico, Hawai, Cuba), respecto a esta última expresó:

“…Sus habitantes son por regla general, indolentes y apáticos. En ilustración se hayan colocados desde la más refinada hasta la ignorancia más grosera y abyecta. Su pueblo es indiferente en materia de religión, y por lo tanto, su mayoría es inmoral, como es a la vez de pasiones vivas, muy sensual, y como no posee sino nociones vagas de lo justo y de lo injusto, es propenso a procurarse los goces no por medio del trabajo, sino por medio de la violencia; y como resultado eficiente de esta falta de moralidad, es despreciable de la vida.”

A continuación, le expone los métodos de exterminio a aplicar a la población, reflejados en el referido Tratado… Después de trazar la estrategia para ir ocupando palmo a palmo el territorio cubano a partir de Oriente, y crear conflictos al gobierno independiente que se creara, Breckenridge, le reitera: “…nuestra política se concreta a apoyar siempre al más débil contra el más fuerte, hasta la completa exterminación de ambos, para lograr anexarnos la Perla de las Antillas”.

26 marzo de 1900, 26 años antes, Grover Cleveland, ex presidente de Estados Unidos que gobernó ese país entre 1893 y 1897, en carta que remitió a su Secretario, Richard Olney, el 26 marzo de 1900, expresó: “Me temo que Cuba debiera ser sumergida por algún tiempo antes de que pudiera ser un estado, territorio o colonia de los Estados Unidos del que estuviéramos orgullosos”.

Veinticinco años antes, el 28 de mayo de 1901, el gobernador interventor yanqui de la Isla, Leonardo Wood, le impuso a la Asamblea Constituyente la tristemente célebre Enmienda Platt, que deja claro su título de propiedad sobre la Isla y que poca o ninguna libertad deja a la naciente República. La Enmienda se impone bajo la amenaza de prolongar indefinidamente la ocupación.

El General Leonard Wood, gobernador militar de la Isla durante la ocupación norteamericana (1898-1902): expresó:

“(...) Por supuesto, que a Cuba se le ha dejado poca o ninguna independencia con la Enmienda Platt y lo único indicado ahora es buscar la anexión. Esto, sin embargo, requerirá algún tiempo y durante el período en que Cuba mantenga su propio gobierno, es muy de desear que tenga uno que conduzca a su progreso y a su mejoramiento. No puede hacer ciertos tratados sin nuestro consentimiento, ni pedir prestado más allá de ciertos límites y debe mantener las condiciones sanitarias que se le han preceptuado, por todo lo cual es bien evidente que está en lo absoluto en nuestras manos y creo que no hay un gobierno europeo que la considere por un momento otra cosa sino lo que es, una verdadera dependencia de los Estados Unidos, y como tal es acreedora de nuestra consideración. Con el control que sin duda pronto se convertirá en posesión, en breve prácticamente controlaremos el comercio de azúcar en el mundo. La isla se norteamericanizará gradualmente y, a su debido tiempo, contaremos con una de las más ricas y deseables posesiones que haya en el mundo (...)”.

Veinticuatro años antes, se firma el Tratado Permanente entre Cuba y los Estados Unidos, el cual se suscribió el 22 de mayo de 1902. En el mismo estaban incluidos los siete primeros apéndices de la Enmienda Platt.

El 2 de octubre de 1903, es aprobado por el Presidente de EE.UU. el Tratado de arrendamiento de bases navales o Carboneras (ratificado por el presidente cubano Estrada Palma). Poco después, el 10 de diciembre de 1903, los Estados Unidos toman posesión, en calidad de arrendamiento, de la bahía de Guantánamo y tierras adyacentes para la creación de la Base Naval que aún ocupan ilegalmente, contra la voluntad del pueblo y el Gobierno de Cuba.

El 27 de diciembre de 1903, 23 años antes, se firma el Tratado de Reciprocidad Comercial entre Cuba y Estados Unidos. Roosevelt, en mensaje al Congreso de EE.UU., expresó: “Insisto en aconsejar el planteamiento de la reciprocidad con Cuba, no solo por favorecer eficacísimamente nuestros intereses, dominar el mercado cubano, e imponer nuestra supremacía en todas las tierras y mares tropicales que se hallan al sur de nosotros…” Este Tratado, calificado por Raúl Roa, el Canciller de la dignidad, como “El tratado del esqueleto”, propició la penetración acelerada del capital financiero norteamericano y comprometió y empeñó el futuro desarrollo de la nación cubana.

El 14 noviembre de 1905, 21 años antes, ciudadanos estadounidenses residentes en la Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud), promueven un movimiento y se declaran “separados de Cuba”, y proclaman su “adhesión a la Unión”. Mr Squiers, ministro norteamericano en La Habana, pide a las autoridades cubanas que abandonen la isla y solicita un cañonero a su país. Declara que el Gobierno cubano debía entregar la isla a Estados Unidos.

Veinte años antes, el 13 de septiembre de 1906, a solicitud del presidente Don Tomás Estrada Palma, Estados Unidos ocupa a Cuba por segunda ocasión. La división de los cubanos, el surgimiento y proliferación de múltiples partidos políticos: Nacional, Liberal, Moderado, Conservador; Autonomista, Constitucional, entre otros; unido a las aspiraciones y ambiciones políticas de Tomás Estrada Palma, José Miguel Gómez, Alfredo Zayas y otros, propiciaron pugnas y contradicciones que se manifestaron en forma violenta. Estrada Palma intentó reelegirse como presidente de la República y tras unas fraudulentas elecciones, provocó la cruenta guerrita, en la que se vieron enrolados un grupo de generales veteranos de la Guerra de Independencia contra el colonialismo español en el siglo XIX.

En 1912, catorce años antes, Estados Unidos interviene por tercera ocasión en Cuba, pretextando “proteger los intereses” de esa nación, ante la rebelión encabezada por el Partido Independiente de Color.

En 1917, nueve años antes, Se produce la cuarta intervención estadounidense para imponer la reelección de Mario García Menocal. Para ello, nuevamente pretextaron la protección de la Base Naval de Guantánamo y la salvaguarda de las propiedades norteamericanas en la Isla.

Seis años antes, en 1920, se produce una nueva intervención estadounidense en los asuntos de la Isla, que duró hasta 1922. Envían al general Enoch H. Crowder, que dispuso la celebración de nuevas elecciones en Cuba, basadas en un código electoral confeccionado por él mismo. Estas elecciones se efectuaron en marzo de 1921.

Todo esto ocurría, y aun Fidel no había nacido; por supuesto, tampoco la Revolución que encabezara ni el socialismo que propugnara.

Así que, por favor, ¿cuáles son las verdaderas intenciones?

Vea además:

*Periodista cubano

 



Uno no puede elegir los sueños que tiene

28 de Outubro de 2015, 19:59, por Rosa C. Báez Valdés

 

Por Rosa Miriam Elizalde

 

Publicado en www.cubadebate.cu el 28 de octubre de 2015

Estuve toda la mañana siguiendo la votación de la resolución cubana contra el bloqueo en la ONU. Armamos en la redacción el “Minuto a minuto”, un servicio que estrenamos en la Cumbre de la CELAC en La Habana, hace casi dos años, y que desde entonces en Cubadebate acompaña los grandes acontecimientos informativos. Apenas la pantalla electrónica del Palacio de las Naciones Unidas, en Nueva York, reveló el voto por país –el histórico 191–2 o el mundo vs EEUU e Israel-, salí disparada. Me esperaban los estudiantes.

Imparto una asignatura en la Facultad de Comunicación, de la Universidad de La Habana, y hoy teníamos clase sobre gobierno electrónico, un concepto que no debe quedar solo en la idea de ofrecer servicios públicos eficientes mediante el uso de las llamadas nuevas tecnologías, sino que debería, en primera instancia, promover la ciudadanía. Habíamos convenido en dejar a un lado el catecismo docente y armar un taller de sueños. Soñar proyectos que aliviaran necesidades concretas de los cubanos, si el bloqueo no estuviera ahí y la velocidad de la Internet fuera al ritmo de nuestras ilusiones. El reto sería interesarnos por el futuro, porque es allí donde todos mis alumnos pasarán el resto de sus vidas.

Un grupo pensó en un sistema digital para registrar las quejas y sugerencias de la población de Marianao y otro, un servicio de boletería electrónica para los espectáculos deportivos. También, un parlamento en la red y un dispositivo para móviles desde el cual fuera posible alertar los baches en la ciudad. Imaginamos, por supuesto, situaciones absurdas: servidores atascados por cientos de miles de SMS, proporcionales al número de huecos en las calles de La Habana; correos electrónicos haciéndole la vida imposible a los burócratas; la pesadilla de enviar los boletos electrónicos para el Estadio Latinoamericano por Correos de Cuba, y que lleguen semanas o años después del juego de Industriales, y cosas así.

La mayor parte de la clase la empleamos en la fantasía de cómo ayudar al prójimo, cómo hacer de las tecnologías una alidada de lo público, de aquello que pertenece a todos. Sentí ternura al escucharlos y ver cómo desplegaban sus presentaciones, tan serios, tan convencidos de que lo que han ideado se puede hacer, y que esto ocurra el día en que se vota, por 23 años consecutivos, contra el muro de los imposibles. Un muro que ha estado siempre ahí para ellos y que a fuerza de ser parte del paisaje o carne de una retórica machacona, muchas veces ni lo ven. Pero “uno no puede elegir los sueños que tiene. Son los sueños los que eligen a las personas”, escribió José Saramago en El Evangelio según Jesucristo. Y así es.

 

Uno de los proyectos del grupo de estudiantes: Wikibache

 

Tomado de su blog Desbloqueando Cuba

 



Manuel Zelaya: Está en Proceso un golpe blando contra Dilma Rousseff

27 de Outubro de 2015, 0:37, por Rosa C. Báez Valdés

Por Thania Rosales, @thaniarosalesO

 

Manuel Zelaya

En esta edición de exclusiva con la periodista Thania Rosales, tenemos a José Manuel Mel Zelaya Rosales, expresidente de Honduras, en conversación telefónica,  opina sobre la actualidad del país Hondureño después de 6 años del golpe de estado, de los sucesos desencadenados post golpe, de la situación política, social y económica que evidencian crisis de ese país hondureño, también de la  influencia política en los países de américa latina con la acometida de EE.UU. en el panorama político a países como Venezuela y Brasil.

Mel Zelaya, político hondureño, presidente 2006-2009, fundador y actual coordinador general del partido de resistencia Libertad y Refundación (LIBRE),  denuncia que se está gestando en Brasil un golpe de estado bajo la modalidad de ‘Golpe Blando’.

Cumplidos más de 6 años del Golpe de Honduras, desde su convicción cristiana y humanista en el desempeño político, ¿Cómo evalúa los sucesos que fracturaron su nación?

Seis años de un golpe de estado, ha tenido efectos evidentes, primero el deterioro de la credibilidad de las instituciones y la economía, igualmente en materia de seguridad; pero  lo más grave, se le entregó el país a fuerzas extranjeras que están aplicando el Plan Colombia en Honduras.

Juan Orlando Hernández, actual presidente de Honduras pidió a EEUU aplicar el plan Colombia en Honduras ¿Cómo la califica frente a las cifras sobre inseguridad?

Bueno el plan Colombia se empezó a aplicar días siguientes al Golpe de estado del 2009 y tiene prácticamente  dos componentes, uno en materia de seguridad: militarizar absolutamente a toda la sociedad y empezar a usar la fuerza de la ley desde el punto  de vista coercitivo para conseguir sus propósitos. Y el segundo componente lógicamente es cambiar todos los ejes del país: violentando todos los principios y garantías naturales de los derechos humanos y de la constitución de la República, esto ya se efectuó y se está aplicando.

Por ejemplo la Ley de escuchas, la ley especial de allanamientos, de expropiaciones de casas, de propiedades y hasta de bancos, en Honduras se está aplicando en forma irracional. Es evidente el fracaso de este proceso que tiene seis años. Ha aumentado increíblemente las violaciones a los derechos humanos, las torturas, los asesinatos,  las masacres y las condiciones de inseguridad en el país son totalmente graves. Ayer mismo un periodista muy conocido aquí, que es símbolo del combate a la corrupción, denunciaba la existencia de escuadrones de la muerte dentro de los círculos militares y policiacos.

Una portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, ha  dicho que como política de EEUU está el no promover ni apoyar golpes de estado, tampoco cambios de gobierno inconstitucionales ¿Creé en estas afirmativas? ¿Por qué?

Como dice el dicho popular de buenos propósitos,  de buenas intenciones está lleno el infierno. Estas son frases que tienen un sentido ético y moral pero que no se cumplen en la realidad, es totalmente diferente.

¿Quiere decir qué EE.UU contrarresta influencias de políticas socialistas en Latinoamérica?

Los intereses de las potencias siempre son evidentes históricos, eso no va a cambiar nunca, el problema no son ellos ni los extranjeros, son los compatriotas nuestros que doblan la columna vertebral ante ellos. En los flexos Chávez los llamaba Pitiyankis, nosotros los llamamos vendidos apátridas, se prestan para que intereses externos vengan a aplastar a nuestros países. Ese es el problema en Latinoamericana.

Usted gobernó 3 años a honduras ¿Cuál es la Libertad que tiene un presidente para gobernar a Honduras?

Un presidente es un representante de un pueblo de él dependerá la dignidad de la imagen de la nación. Si el presidente se une con el pueblo donde residen y emanan los poderes del estado el presidente es libre.  Ahora si se une con las oligarquías, con las fuerzas extranjeras, transnacionales; el presidente es un esclavo y simplemente vive entre cadenas.

¿Qué opina ahora sobre la aprobación del proyecto de Reelección en su país? ¿Va  a lanzar su candidatura?

La reelección estaba prohibida en Honduras, ahora este presidente actual la aprobó en una forma ilegal e impositiva. Hemos cuestionado mucho la forma, el autoritarismo con el que actúa, realmente lo obtiene con el menor índice de popularidad.

Con estas reformas, lógicamente todos los expresidentes tenemos opción de participar, pero nosotros estamos cuestionando la forma en que lo hizo, que al pueblo le que quede claro que su conducta es arbitraria y que significa un riesgo para la democracia la forma en que él actúa en nuestro país.

El próximo año 2016 empiezan las precampañas políticas,  porque en el 2017 son las elecciones presidenciales, allí se tendrán que tomar todas las decisiones,  pero nosotros seguimos cuestionando la forma antidemocrática que se vive en Honduras por el autoritarismo con ese Plan Colombia.

El movimiento de los indignados exige la renuncia de Hernández, la crisis… ¿creé que es el momento preciso para  Honduras  dar cambios?

Los movimientos de resistencia frente al golpe de estado nacieron en el 2009, cuando yo propuse una cuarta urna el día de las elecciones no era para reelegirme sino para que viniera un proceso constituyente y hacer una nueva constitución. Ellos tomaron las armas para detener ese proceso y lo que han hecho es nada, más que incentivarlo es como echarle fuego a la hoguera. Ahora el movimiento de indignados, de los inconformes, de insatisfechos y gente molesta cada día es mayor frente a un sistema que nos explota y nos oprime.

América Latina tiene un reto: golpes de estado nunca más. En Venezuela se habla de Golpe de Estado, desde Chávez a Maduro.  La Ley antimperialista, a propósito del decreto Obama, dicen que es un arma legal para castigar.  ¿Castigar a quién o quiénes?  ¿Ve positivas las acciones?

Chávez significó todo una época revolucionaria, altamente democrática y de altísima sensibilidad social, de independencia y soberanía de Latinoamérica. Fue un intérprete de esa  demanda popular ante el fracaso del Neoliberalista capital que ha empobrecido y explotado a los pueblos.

No hay que tenerle miedo al imperio ni a las potencias, no hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo resista. Siempre caen y las caídas vienen en su propio interior, ellos mismos se deterioran. En  ese sentido, no me cabe la menor duda que seguirán las agresiones, pero los pueblos de pie grande siguen luchando organizándose siempre avanzados, aunque no quieran  la historia está llena de esos hechos de esos acontecimientos de esas tragedias, pero los pueblos siempre están avanzando.

Hay un dicho popular que dice: Jerusalén siempre elimina sus profetas. Es un caso paradigmático del asesinato y desaparecimiento de Hugo Chávez Frías del escenario de América Latina. En el único lugar de América que no ha habido golpes de estado es en Estados Unidos de América. Ahí cuando un presidente no obedece simplemente es liquidado.

Nicolás Maduro tiene un gran reto, pese a las agresiones mayores y más fuerte  en su contra. Sin embargo, allí está resistiendo y tiene el apoyo y la solidaridad moral de los pueblos de Latinoamérica. Recordemos que después de 2009 intentaron botar al presidente Correa de Ecuador y Evo Morales de Bolivia, todavía no han podido. Han habido conspiraciones, la última se dio con Fernando Lugo, de Paraguay; a eso se le llama golpes suaves. Ahora es está atentando también con  este tipo de golpes suaves, que son golpes constitucionales, donde no intervienen militares y se está intentando desestabilizar.

Los presidentes Maduro y Morales han alertado sobre golpe de Estado contra Dilma Rousseff. ¿Cómo ve ese golpe entre emergentes de la economía?

Mira la corrupción es un flagelo que hay que combatirlo en todos los campos, igual que la explotación, la falta de libertad y justicia que hay en nuestro país. Hace poco cayó un presidente el de Guatemala precisamente cuestionado por corrupción.

Ahora cuando se une a esta tendencia de lucha y combate contra la corrupción el componente político, internacional o intereses económicos se vuelve una acción explosiva en nuestro país. Y creo que en el caso de Dilma sucede eso. Precisamente, se han unido muchos factores de oposición la restauración conservadora en contra de ella y otros sectores tratando de desfigurar la imagen de una socialista.

Eduardo Cunha, polémico y poliédrico tiene en sus manos una respuesta que marcará la historia ¿qué podemos esperar mientras tanto que se puede decir de Dilma Rouseff cuando parece que pende de un hilo? Mientras políticos brasileños opinan que “quien se queda quieto se hunde”.

Pero fíjese bien, se lo pongo como una paradoja, pues, que diferente son las acciones, aquí en Honduras el pueblo está en la calle demandando la renuncia del presidente por corrupción. Sin embargo, aquí las fuerzas y organismos internacionales cubren al presidente, en otros países lo atacan.

La percepción que tenemos todos es que en Brasil está desarrollándose lo que conocemos como un golpe blando está en Proceso un golpe blando contra Dilma Rousseff y es lamentable específicamente esta nueva forma de encubrir  con legalidad simplemente utilizando conceptos que el pueblo le repugna como la corrupción para botar o desestabilizar gobiernos o presidentes

Ampliando la paradoja, en el caso de Venezuela ¿Cómo sería en Venezuela?  En los años 70 y 80 cuando las izquierdas tomaron las armas para luchar por la liberación de los pueblos, las derecha se acogieron a las urnas pasaron 30 o 40 años y hoy la izquierda prendió en las urnas y gana elecciones,  entonces la derecha ha cogido las armas.

Agradeciendo su invaluable contribución al manejo e intercambio informativo y de difusión, para cada uno de los aspectos señalados, damos por concluida la entrevista y quedamos estrechados en el interés común de valor a nuestra patria.

 

Tomado de El Joropo



Aportes para entender el laberinto argentino

26 de Outubro de 2015, 20:04, por Rosa C. Báez Valdés

Por Alfredo Serrano Mancilla*

Copia Bunker-ScioliComenzó en Argentina todo lo que habitualmente ocurre luego de una cita electoral.  La batalla del día después se inició desde antes que acabara la mismísima jornada electoral.  Todos se proclamaron ganadores.  Sergio Massa (Unidos por una Nueva Argentina), que alcanzó el tercer lugar, se asumió ganador porque era la primera vez presente en una cita electoral presidencial y obtuvo un buen resultado, el 21,34%.  El segundo, Mauricio Macri (Frente Cambiemos), con el 34,33%, se ve con posibilidades de ser primero.  Y el primero, Daniel Scioli (Frente para la Victoria), con 36,85%, forzadamente alegre, porque en definitiva no le quedaba otra que celebrar por ser quien más votos sacó a pesar de estar lejos de lo deseado.

Con este panorama, lo que sí se puede afirmar es que hasta el momento todavía no hay Presidente.  La primera vuelta solo sirvió para abrir el debate de la segunda.  En Argentina, solo se gana en primera vuelta si ocurre que: 1) se obtiene más del 45% de los votos, o 2) se obtiene más del 40% y se tiene una diferencia de 10 puntos respecto al segundo.  Ninguna de estas dos situaciones ha tenido lugar.  El país ya piensa en una segunda vuelta, por primera vez en la historia, para el 22 de Noviembre: la disputa será entre el candidato oficialista Scioli y el conservador Macri.

La mayoría de las encuestas volvieron a demostrar su incapacidad para acertar las preferencias electorales en un país donde la sociedad ha cambiado drásticamente en pocos años.  No hubo ninguna encuesta que se atreviera a prever un margen tan estrecho entre ambas alternativas luego de que hace pocos meses, en Agosto, en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), Scioli obtuviera el 38,67% frente al 30,12% de Macri.  ¿Qué pasó entre los resultados de las PASO y lo acontecido en esta contienda electoral?  ¿Qué ha ocurrido con estos más de 8 puntos de diferencia que ahora se han convertido sólo en 2?  ¿Qué ha pasado con el 54% que obtuviera la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) en las pasadas elecciones presidenciales del 2011?

Algunas razones para dar respuesta a estas cuestiones son las siguientes:

  1. Lo principal, indudablemente, es que Scioli no fue el mejor candidato del proyecto kirchenerista. Durante estos meses el oficialismo pretendió instalar la idea de que “el candidato es el proyecto” como fórmula para conjugar la figura de Scioli con lo que venía haciendo el kirchnerismo. Todas las valoraciones de la política K y de la Presidenta venían siendo muy positivas (por encima del 50%) en los últimos meses.  Tanto fue así que la táctica electoral opositora no se caracterizó por la confrontación.  La campaña no se centró ni en la estatización de YPF, ni de Aerolíneas Argentinas, ni en la reestructuración triunfante de la deuda externa, ni en las políticas públicas garantizadoras de derechos sociales.  Scioli intentó capitalizar todo ello pero no lo logró.  Procuró ser la candidatura del proyecto pero no lo consiguió.  Demasiada diferencia entre el candidato y el proyecto.  Scioli no se escribe con K.
  1. CFK no quiso (o no pudo) ser determinante a lo largo de la campaña. La Presidenta estuvo de retirada desde incluso antes que se definiera que Scioli iba a ser el candidato. No participó apenas en la campaña.  Tampoco logró construir un candidato más a su medida, más afín a la centralidad K.  No dio esa pelea; o la dio pero la perdió; o creyó que no tenía un candidato ganador en sus filas; o se confió creyendo que podría pensar en la siguiente contienda presidencial sin haberse ganado todavía ésta.  Esta “distancia” de CFK con las elecciones ha tenido un alto coste.  La figura del Vicepresidente, impuesta por la Presidenta, Zanini, parecía por momentos ser un candidato de otro partido.  Más un aliado que un compañero de fórmula.  La propuesta K para la Provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández, tampoco fue acertada a la luz de los resultados: se perdió el bastión peronista a manos de la macrista María Eugenia Vidal.  En suma, se puede afirmar que la Presidenta no sumó lo esperado.  Tanto fue así que por ejemplo su organización más simbólica e importante en estos años, la Cámpora, ni siquiera acudió al cierre de campaña de Scioli.  En política, cada detalle cuenta.  Y esta “actitud de lejanía” de CFK con Scioli ha restado y seguramente erosionado más de lo que estaba previsto.
  1. Scioli lastra una gestión de ocho años en la Provincia de Buenos Aires (36% del padrón electoral), con sus aciertos pero también con sus errores. Tiene un perfil presidenciable pero muy alejado de la épica, de la emotividad, del relato K. Scioli no logra identificarse con la impronta juvenil que tanto ha caracterizado al kirchnerismo en estos últimos años.  Es demasiado siglo XX, tal vez, para la política del siglo XXI.  Su discurso es seguramente propio de un peronismo más obsoleto que aquel que ha venido moldeando el kirchnerismo.  Además, Scioli optó por apenas confrontar: prefirió hablar como si ya hubiese ganado.  Aceptó así fácilmente el campo propuesto por los asesores de Macri (especialmente de Durán Barba) de evitar embarrarse en el ring de boxeo.  Y en política, en el juego electoral democrático, para ganar, hay que bajarse a la arena, y combatir dando y recibiendo, con respeto pero también arrinconando al rival interpelándolo en cada propuesta.  Seguramente, así será el Scioli que veremos desde ahora hasta el final de la campaña de esta segunda vuelta.  Más vale tarde que nunca.
  1. La derecha argentina ha sabido reinventarse. Aquello que pareciera un intento aislado con Macri como líder en la capital, se ha convertido a día de hoy en un movimiento con presencia en todo el territorio. El macrismo fue de a poco: sumando a lo largo y ancho del país.  Aglutinando en una primera etapa a personajes conocidos alejados de la política tradicional.  Pero luego, en un segundo momento, comenzó a tejer alianzas con la vieja política (particularmente con el radicalismo) para dotarse de estructura territorial.  Macri ha venido usando un lenguaje muy de siglo XXI, con el nuevo tono de la derecha de la buena onda.  Evitando constantemente la confrontación; alejándose de su propio pasado de apariencia neoliberal; sabiendo realzar todo lo avanzado por el contrincante político.  Apenas ha propuesto nada nuevo a pesar de haberse querido presentarse como el adalid del cambio.  Su vacío programático fue repleto de marketing político.  Esta es la nueva estrategia de la derecha regional que acata con deportividad y resignación que el nuevo sentido común es característico de un cambio de época en Argentina y en buena parte de América Latina.  Así Macri ha logrado colarse en una segunda vuelta con opciones reales de ganar.  Esta elección le suma; parte con viento a favor.  Pero su capacidad real de victoria dependerá en gran medida de cómo se encuentre en un cuadrilátero contra Scioli.  Hasta el momento, un escenario no deseado ni por uno ni por otro.  Veremos qué pasa desde ahora en adelante.
  1. El tercero en discordia, Massa, logró quedarse adentro a pesar del duelo a dos. Massa, de pasado K, y ahora más anti K que Macri, supo sortear lo que supone la importancia del voto útil en este tipo de situaciones electorales. Se coló en la fiesta para quedarse.  Su discurso tuvo un movimiento pendular: de derechas-conservador en todo lo referente a las penas contra la inseguridad y liberal en todo lo económico.  Fue más crítico con el rol del Estado que Macri.  Buscó la confrontación hasta el extremo, lo que le sirvió para expresar con notoriedad su propuesta política.  Desde luego que sacar un 21% de los votos le permite constituirse en llave para la segunda vuelta.  En su discurso de anoche, se puso precio: se vendió al mejor postor.  Aunque todo parece indicar que acabará de aliado de Macri, tampoco hay que descartar que se ofrezca también a Scioli (es anti K pero no está tan claro que sea anti Scioli); o quizás no se decida por ninguno de los dos en forma explícita pensando más en lo que pueda pasar de aquí a cuatro años.
  1. Por último, siempre está una clave que conlleva la máxima dificultad a la hora de explicar lo sucedido en una contienda electoral: es eso que llamamos pueblo. En Argentina, en estos años, la mayoría social no es ni por asomo aquella que salía de la crisis, del corralito, del hambre y de la miseria. El cambio es cambio en toda su plenitud.  Y por tanto, también se transforma lo que la sociedad piensa, demanda, imagina, exige, vota.  Lo que hace una década fue una demanda social, hoy (afortunadamente) es un derecho naturalizado.  La gente quiere más; tienen nuevas preguntas, y ello requiere nuevas respuestas.  Lo popular y plebeyo no puede ser en absoluto concebido como una categoría estática.  Este es sin duda uno de los ejes fundamentales de estos años futuros en disputa, entre el intento de restauración conservadora y el proceso de cambio que está en curso.

Son éstas algunas líneas para entender lo sucedido en este nuevo mapa político-electoral argentino tras las elecciones.  No queda otra que esperar a la siguiente cita electoral para saber quién será Presidente a partir del 10 de Diciembre de este año.  A partir de ahora, comienza otra campaña que nada tiene que ver con la anterior.  Seguramente, el desenlace final dependerá más de la estrategia kirchnerista que de lo que pueda hacer Macri.  Lo que el kirchnerismo se proponga y lo que Scioli decida hacer serán las claves para lo que se viene.  Pero eso ya es otro cantar.

*Director de Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG)

* Artículos relacionados

- Apuntes sobre Mauricio Macri y el ¿huracán amarillo? en Argentina (Gisela Brito) http://www.alainet.org/es/articulo/173230

- Game over. Balotaje en Argentina (Esteban De Gori) http://www.alainet.org/es/articulo/173231

URL de este artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/173228

Imagen agregada, Kaloian/Cubadebate



Niños de la calle: entre victimarios y víctimas

24 de Outubro de 2015, 21:16, por Rosa C. Báez Valdés
Marcelo Colussi / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Guatemala
 
393999_227187140705080_135439986546463_480100_1851256031_n_0
 
El fenómeno es relativamente nuevo, de las últimas décadas; pero lo peor es que está en franca expansión. Se estima que en todo el mundo hay 150 millones de niños que trabajan o viven en las calles. ¿Por qué? ¿Cuál es la verdadera historia de los niños de la calle?
 
En el Primer Mundo se discute sobre la calidad de vida; en el Tercer Mundo sobre su posibilidad.
 
 Situando el problema
 
Desde la década de los ‘50 en los países latinoamericanos se vive un proceso de acelerado despoblamiento del campo y crecimiento desmedido y desorganizado de sus ciudades principales. Muchas de sus capitales, de hecho, están entre las ciudades más pobladas del mundo. Pero pobladas por gente desesperada, que llega a estas enormes urbes para instalarse muchas veces en condiciones infrahumanas. Se calcula que una cuarta parte de la gente que habita ciudades de la región lo hace en asentamientos precarios: favelas, villas miseria, tugurios.
 
La población escapa a la pobreza, y en muchos casos también a las guerras crónicas, de las áreas rurales. El resultado de todo esto son megápolis desproporcionadas sin planificación urbanística plagadas de barrios mal llamados “marginales”.
 
Sumado a este proceso de éxodo interno tenemos las políticas neoliberales que desde los años ‘80 (“la década perdida” según la CEPAL) empobrecieron más las ya estructuralmente pobres economías de la región. Hoy cada niño que nace en Latinoamérica ya sufre la condena de tener sobre sí una deuda de 2.500 dólares con los organismos financieros internacionales (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional). Deuda, obviamente, que repercute en una falta crónica de servicios básicos, en falta de oportunidades, en un futuro ya bastante trazado (y no de los más promisorios precisamente).
 
Como consecuencia de estas políticas de “ajuste estructural”, como dicen los tecnócratas, se dio un aumento de la miseria de los siempre pobres sectores agrarios y un aumento de la migración hacia las ya saturadas capitales. Ningún país de la región, aunque a veces se muestren números promisorios en la macroeconomía, resolvió los problemas crónicos de las grandes mayorías. La pobreza real ha aumentado estos últimos años, haciendo más grande la distancia entre ricos y pobres. Los asentamientos precarios van albergando cada vez más gente, casi tanta gente como los barrios formales. Pareciera que hay un proceso de exclusión donde el sistema expulsa, hace “sobrar” población. Pero si la “gente sobra”, esto sólo puede darse en la lógica económico-social dominante, nunca en términos humanos concretos. La gente está allí y tiene derecho a vivir (junto a otros derechos que le aseguran una vida digna y con calidad). Uno de cada dos nacimientos en el mundo tiene lugar en un barrio “marginal” (¿o marginalizado?) del antes llamado Tercer Mundo. Y, por lo pronto, hay 4 nacimientos por segundo.
 
El problema, valga aclararlo, no está en el aumento constante de bocas a alimentar. Alimentos hay, y de sobra. Se calcula que la humanidad dispone entre un 40 a 50% más de los alimentos necesarios para nutrirse. Si hay hambre, ello obedece a razones enteramente modificables. No hay designios naturales ni divinos en eso.
 
Donde más golpea la pobreza, por cierto, es en la infancia.
 
El círculo maldito de la pobreza
 
Niños nacidos en la pobreza, niños de barrios marginalizados, niños que, desde el inicio, para la lógica dominante “sobran”. No los esperará entonces, seguramente, un mundo de rosas. Si uno de estos niños tiene suerte y no muere de alguna enfermedad previsible o por inanición, trabajará desde muy pequeño. Quizá termine la escuela primaria, pero probablemente no. Casi con seguridad no asistirá a la escuela media; mucho menos a la Universidad (en Latinoamérica eso sigue siendo aún un lujo). Se criará como pueda: pocos juguetes, mucha violencia, poco cuidado paterno (padres que trabajan fuera de la casa como constante); seguramente se criará junto a muchos hermanos: seis, ocho, diez. Esto en el campo, donde se necesitan muchos brazos para las faenas agrícolas, es parte de la cultura cotidiana; pero en un asentamiento precario en medio de una gran ciudad es ante todo un problema. Su trabajo será en las calles, no bajo la supervisión de sus padres. Trabajo, por otro lado, siempre descalificado, muy poco remunerado, siempre en situación de riesgo social: la violencia, la transgresión, las drogas estarán muy cerca. Esto se potencia en el caso de las niñas.
 
Pero dicho sea de paso: ese trabajo mal remunerado y en condiciones peligrosas aporta no menos del 20% del ingreso familiar de muchos países de la región. Es decir que sin ese trabajo –que, por supuesto, hipoteca el futuro de niñas y niños– los hogares serían más pobres de lo que son.
 
La pobreza de donde provienen estas niñas y niños no se concibe sólo en términos de ingreso monetario, siempre escaso por cierto. También lo es en cuanto a recursos en general para afrontar la vida, en conocimientos, en experiencias. Las familias “reproductoras” de niños que van a trabajar, o en algunos casos vivir, a las calles son en general numerosas, con dinámicas violentas, con antecedentes de alcoholismo, en algunos casos promiscuas, a veces con historias delincuenciales. Pero todo ello no por una cuestión de “dejadez”, de “vicio moral”. Es el síntoma de una descomposición social creciente de un sistema que, en vez de integrar gente, la expulsa. El “ejército de desocupados” del que hablaban los clásicos del materialismo histórico en el siglo XIX sigue absolutamente vigente. El capitalismo neoliberal usa ese ejército de forma cada vez más inmisericorde.
 
Todo este nivel de descomposición social es más fácil que se de en un grupo marginado económica y socialmente (los que “sobran”) antes que en los sectores integrados. Lo dramático es que la población “sobrante” aumenta, y por ende sus niños, que son quienes terminan poblando las calles.
 
En cualquier ciudad latinoamericana vemos como algo común ejércitos de niños deambulando por las calles. Desde muy tempranas edades, sucios, harapientos, a veces con su bolsita de inhalante en la mano, estos niños y niñas ya forman parte del paisaje cotidiano: menores de edad que venden cualquier baratija, lustran zapatos, lavan automóviles, mendigan o simplemente roban, y pasan sus días en parques, mercados o terminales de autobuses haciendo nada.
 
El fenómeno es relativamente nuevo, de las últimas décadas; pero lo peor es que está en franca expansión. Se estima que en todo el mundo hay 150 millones de niños que trabajan o viven en las calles. ¿Por qué? ¿Cuál es la verdadera historia de los niños de la calle?
 
La calle atrapa
 
Establecidos en las calles es muy fácil que algunos se perpetúen allí. Y cuando esto sucede, cuando se cortan los vínculos con las familias de origen, la inercia lleva a que sea muy difícil salir de ese ámbito. Callejización, consumo de drogas y transgresión van de la mano. “Para una innumerable cantidad de niños y jóvenes latinoamericanos la invitación al consumo es una invitación al delito. La televisión te hace agua la boca y la policía te echa de la mesa”, reflexionaba sobre esto Eduardo Galeano. Un niño finalmente se queda a vivir en la calle porque escapa así a un infierno diario de violencia, desatención, escasez material. Recordemos que pobreza no es sólo falta de dinero efectivo; es también falta de posibilidades para el desarrollo, desatención, violencia. Lo que, casualmente, se encontrará ante todo en los grupos más sumergidos, en las “poblaciones excedentes”.
 
Son varias las instituciones que se ocupan del problema de los niños de la calle: las públicas (“centros de reorientación de menores”, en general reformatorios o cárceles) con una propuesta más punitiva y en dependencia de dictámenes legales; las no gubernamentales con proyectos de corte humanitario o caritativo, muchas veces ligadas a iglesias.
 
Más allá de buenas intenciones y diversidad de metodologías, el impacto de sus acciones es relativo; por supuesto que una atención puntual en un caso, o un apoyo concreto para la sobrevivencia, puede ser mucho. Y ni hablar de algún niño rescatado de esta situación y reubicado en otra perspectiva. Ello es encomiable. De todos modos el fenómeno en su conjunto no se termina, por el contrario crece.
 
El supuesto “amor” de la caridad religiosa no alcanza. “Amar” incondicionalmente a un niño paria es, finalmente, un engaño. ¿A título de qué amar tanto? Un proyecto humano no se puede construir a base de caridad, porque ello ratifica la diferencia: uno que tiene y puede dar a un necesitado de todo. Eso no es un modelo sostenible. Además, y valga enfatizarlo, muchas, muchísimas veces, esta filantropía desinteresada, este “amor” incondicional de activistas caritativos que “se quitan el pan de la boca para dárselo a estos niños menesterosos” encubre acciones perversas: tanto aman a los niños de la calle que… muchos casos terminan en violaciones.
 
Niños de la calle: ¿victimarios o víctimas? ¿Qué hacer entonces?
 
No debe olvidarse que esos mismos niños y jóvenes deben procurarse algún sustento, y lo más a la mano al respecto termina siendo, irremediablemente, el hurto. Una cadena, un reloj, una cartera, un equipo de sonido de un vehículo pasan a ser el alimento cotidiano de estos parias. (A propósito: ¿cuántas veces nos enteramos de reducidores de estos objetos robados que caen detenidos?). En tal sentido, en tanto transgresores, son victimarios.
 
De ningún modo se pude justificar una conducta transgresora; en el marco de las sociedades capitalistas donde el fenómeno de la niñez callejizada tiene lugar, no se puede premiar el atentado contra la propiedad privada. Robar una billetera a un transeúnte es un acto delictivo, estamos claros. Pero hay que partir por reconocer que la problemática concierne a todos. Cada niño durmiendo en una plaza o con su bolsa de pegamento es el síntoma que indica que algo anda mal en la base; taparse los ojos ante esto no soluciona nada.
 
Los niños, el eslabón más débil de la cadena, son la esperanza de un futuro distinto; también los de la calle (convengamos en que la Historia aún no ha terminado, y si lo que vemos hoy día es un aumento de la pobreza, aún caben las esperanzas de “otro mundo posible”). Estigmatizarlos no servirá para contribuir a algo nuevo. “La continuada marginación económica y social de los más pobres está privando a un número creciente de niños y niñas del tipo de infancia que le permitirá convertirse en parte de las soluciones de mañana, en vez de pasar a engrosar los problemas. El mundo no resolverá sus principales problemas mientras no aprenda a mejorar la protección e inversión en el desarrollo físico, mental y emocional de sus niños y niñas” (UNICEF). Los niños de la calle, en tal sentido, son las víctimas de un sistema, quizá las más golpeadas.
 
Ahora bien: más allá de bienintencionadas declaraciones, correctas en sí mismas, está más que claro que el problema de niñas y niños en la calle no se puede solucionar independientemente del entorno que los crea, de las condiciones por las que surgen. Aunque mágicamente se les hiciera desaparecer a todos hoy, mañana seguro habrá más, porque el chorro que los produce no se ha cerrado. Son un síntoma. Y para curar un síntoma hay que ir a las causas.
 
Son victimarios en tanto roban por la calle, eso está fuera de discusión. Pero ¿acaso el sistema económico-político-social que los crea no es un atentado a la vida, una afrenta a la humanidad? Que sea legal, que las políticas neoliberales y capitalistas en general sean legales, que todo ello sea la legalidad estatuida, no significa que sea justa. “La ley es lo que conviene al más fuerte”, enseñaba Trasímaco de Calcedonia hace dos mil quinientos años. Y tenía razón. Se trata, entonces, de crear otro marco general donde no haya fuertes que se tragan a los débiles.
 

Publicado por Con Nuestra América



Tags deste artigo: política actualidad revolución justicia libertad