En su muro de Facebook, nuestro hermano Ronald ha compartido este hermoso mensaje que me he permitido editar para su más fácil lectura:
Monrovia 29 de Noviembre del 2014
Carta desde Liberia para mi hijo Ronald Daniel Hernández Columbie.
Ronald:
En una fecha como ésta, donde celebramos la jornada en saludo a los trabajadores de la salud -como nos llamó nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, su "ejército de batas blancas"- al cual tenemos el honor tu mamá y yo de pertenecer, encontrándome en estos momentos en Liberia, como parte de una de las Brigadas Médicas que por petición del Secretario General de la ONU, y por decisión de la Dirección de la Revolución, estamos enfrentando esta terrible epidemia de Ebola, que ya ha causado la muerte a miles de personas, y que de no detenerla ahora, serian muchos más los fallecidos y podría extenderse a otras partes del mundo, incluyendo a nuestra querida patria, te pido que transmitas a nuestros compañeros de la salud, sean del perfil que sean, nuestras felicitaciones por la honrosa tarea que cumplen, no menos importante que la nuestra, pues son los encargados de cuidar la salud de la población Cubana y mantener los indicadores de salud que hemos logrado.
Que confiamos en ellos como una retaguardia segura, que el 3 de diciembre, día de la Medicina Latinoamericana, en homenaje a ese genio que fue Carlos J Finlay, no estaremos allí físicamente, pero sí moralmente, y que confíen en nosotros, que sabremos cumplir con esta misión como hemos cumplido otras, poniendo bien alto el prestigio de la salud y la Revolución Cubana.
Que cada día nos sentimos más orgullosos de haber nacido y habernos formado en Cuba, y más orgullosos aun, por la magnitud de la ayuda que prestamos, pues un país pequeño como el nuestro aporta mucho más que grandes potencias, y nosotros compartimos lo poco que tenemos, no regalamos lo que nos sobra.
Que hemos recibido y estamos recibiendo la preparación suficiente para minimizar los riesgos y regresar a la patria con la satisfacción del deber cumplido, eres aun pequeño para comprender muchas cosas, pero debes ir aprendiendo que a los revolucionarios nos deben caracterizar muchas cosas, y más si somos profesionales de la salud: humanismo, altruismo e internacionalismo; sé que leerás esto en tu escuela, y por tanto será como si yo estuviera allí a tu lado.
Saludos a todos, un abrazo bien fuerte con el corazón a ti, mi pequeño.
Sea este saludo extensivo a todos los trabajadores de la salud, en cualquier lugar que se encuentren o la profesión que desempeñen.
Dr. Ronald Hernández Torres