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Algunas reflexiones inmediatas sobre América Latina: especialmente en relación a Cuba y Venezuela

6 de Fevereiro de 2015, 19:38 , por Rosa C. Báez Valdés - | No one following this article yet.
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Por Carlos Maldonado*

 

El golpe anunciado por el gobierno de la Bolivariana Venezuela contra su presidente Nicolás Maduro está en ciernes. La derecha pro imperialista y el gobierno fascista y terrorista de los Estados Unidos no han cejado ni un minuto en su alianza para tumbar el proceso revolucionario que si bien, como todo en construcción, ha ido a tientas en una experiencia nueva, es la alternativa más prometedora para cualquier pueblo que abrace la senda del socialismo. Y, por supuesto la más odiada y, por tanto, la más combatida por los imperialista y sus lacayos desde todos los frentes con el objetivo de hacerla fracasar y con ello hacer fracasar también la esperanza de millones de empobrecidas por el capitalismo no solo en América Latina sino en el mundo entero.

Sin embargo, el golpe no solo se gesta a lo interno de la patria de Chávez, sino hacia los aliados naturales de Venezuela en la CELAC, UNASUR y la ALBA. En primer lugar, la jugada empieza con suavizar algunas restricciones del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, batiendo para ello todos los tambores de la propaganda, mediante la cual se hace creer a un gran número de gentes, especialmente a algunos intelectuales distraídos que no se informan bien, de que el bloqueo ha sido levantado. Cuando, eso está muy lejos de suceder.

A esta jugada de política exterior imperial se le podría ubicar como la zanahoria.

¿Qué gana el Imperio con ello? En primera instancia, mostrar a la opinión pública mundial, tal como la están mostrando sus principales medios de desinformación, que el gobierno de Obama es más democrático que sus antecesores y, por supuesto, que se olvidarán las viejas rencillas lo cual no solo es falso sino descarado, pues el mismo Barack Obama en su alocución donde anunció el levantamiento de algunas restricciones hacia Cuba, dejó claro que la política añeja del bloqueo no había cumplido sus objetivos y que por tanto, habría que probar con nuevos métodos para procurar los cambios democráticos que los cubanos, los de Miami, por supuesto, necesitan para hacerse del poder en la Isla y ponerla al servicio de Washington de nuevo. Ello, daría con el trasto al movimiento de la Segunda  Independencia en el continente que inauguró la rebelde isla en 1959.

Por otro lado, la otra jugada imperial, la cual podría fácilmente denominarse como la del garrote, es la cifrada en el ataque sistemático hacia el gobierno popular de la presidenta Cristina Fernández el cual conjuga, desde la aplicación extraterritorial de leyes norteamericanas contra un país soberano como Argentina para el pago de intereses leoninos de los fondos buitres fruto de la extorsión que le impuso un juez neoyorquino, Greisa, que devino en condena al país austral por parte de los organismos internacionales manejados por el Imperio, incluso del secuestro temporal de una fragata en un país africano a instancias de EEUU, hasta lo que últimamente ha venido calentando el ambiente con las infundadas acusaciones del extinto fiscal general Nissman a la presidenta Fernández de favorecer a altos cargos iraníes en el caso de la explosión de la Mutual AMIA a cambio de petróleo. Crisis que se agravó con el suicido inducido o asesinato del fiscal NIssman. Dichos sucesos hacen peligrar no solo la continuidad de la estructura popular del gobierno argentino, sino, en caso de que la facción de la presidenta ganara, obligarla a conceder más campo de acción a las transnacionales y volver bajo el ala del FMI, lo cual dejaría sin un socio importante o un socio muy debilitado en la dinámica de la integración y el crecimiento de la CELAC.

Por si esto fuera poco, fuera del ámbito del continente americano, el cerco levantado por Washington en contubernio con la Unión Europea a Rusia, China e Irán, a través del dumping petrolero por parte de Estados Unidos basado en la sobreexplotación denominada fracking por demás temporal y alto contaminante, lance que apoya su lacayo del medio oriente, Arabia Saudí quien ejerciendo el poder de la presidencia de la OPEP se opuso rotundamente a la restricción en la oferta petrolera para evitar el desplome de los precios en el mercado internacional lo cual, obviamente puso en aprietos económicos a Rusia, Irán y Venezuela, tres de sus principales enemigos en la arena mundial y posicionando a EEUU como uno de los mayores productores del crudo a nivel planetario. Ese marco de guerra económica, como bien lo ha señalado el presidente Maduro, se ha visto apuntalado por la guerra y la amenaza de ésta no solo en la frontera rusa con el apoyo abierto a los golpistas de Kiev, sino con el incremento de la flota naval gringa en el mar de China, su apoyo a  Corea del Sur a través del incremento de sus tropas en su base ubicada en la península coreana, amenazando con ello a su vecina del Norte a quien le amplió mayores sanciones y el aumento de la ayuda militar a Japón. Atizando con esto último el conflicto entre China Popular y los nipones por las islas Sankoku.

Con respecto a China, el apoyo descarado al Dalai Lama, jefe separatista del Estado feudal del Tibet en el exilio por parte de Obama ha sido la más reciente muestra de desprecio a acuerdos alcanzados anteriormente con el gigante asiático. Con Rusia, las sanciones impuestas a ésta por parte de la Casa Blanca y la UE y su aumento en los últimos días, así como el descarado anuncio de venderle armas al ejército ucraniano que ha sido incapaz de imponerse a las repúblicas rebeldes de la región del Donbass, son las muestras más elocuentes de su devenir imperial. Por otro lado, las sanciones que mantiene contra Irán son visos de que le urge, al Imperio del Caos, como le denomina el intelectual español, Pepe Escobar a Estados Unidos, neutralizar a los socios financieros y productivos de esa América Latina que se ha desmarcado de su radio de influencia. Pero atacando a uno de sus puntales más fuertes como es la Bolivariana Venezuela que no solo posee las reservas mundiales de petróleo más grandes del mundo sino que lidera junto a Cuba, la alternativa socialista más seria e importante que se haya conocido en pleno siglo XXI, al capitalismo imperialista que ostenta Washington hasta ahora. Con ello, por supuesto, se quiere a su vez dar  golpe mortal a la unidad latinoamericana que en bloque sumaría fuerza a la iniciativa democrática de un mundo multipolar que encabezan Rusia y China. 

Esos temores son los que sufre hoy el Imperialismo sumados a los empantanamientos de sus iniciativas guerreristas que promueven sus asesores y ejércitos privados queriendo recuperar sitios donde la riqueza energética se les vuelve crucial como en Medio Oriente, fracasando en su intento, entre varios, de tumbar al gobierno de Bashar Al Assad o imponer gobernabilidad en la Libia del asesinado Muammar Gaddaffi, al tiempo que la campana que anuncia el fin del dumping, por su imposibilidad de alargarlo por más tiempo por sus costos de producción, está a punto de sonar.

Por ello, el golpe ya detectado en Venezuela es necesario neutralizarlo con efectividad y contundencia para evitar que se convierta en un retroceso muy grande a los sueños bolivarianos de integración latinoamericana dándole al monstruo imperial una dotación de oxigeno fresco con lo cual nuestros pueblos se sumirían más en la barbarie y se retrasaría el parto doloroso por una nueva sociedad.

Sin duda alguna, el Imperio tiene muchas cartas bajo la manga, por lo que los revolucionarios de todo el mundo tenemos que seguir es el viejo apotegma marxista de unirnos, para poder hacer frente a las arremetidas de la bestia herida y acabar con ella de una vez por todas. Uno de esos golpes maestros sería apoyar al gobierno del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro de manera irrestricta dejando de lado las desavenencias, llamando a la unidad de todos los sectores revolucionarios y progresistas del continente para aupar la iniciativa en contra de los planes imperiales y la derecha venezolana a través de los órganos de integración como la CELAC, la UNASUR, la ALBA y PETROCARIBE.

Enviar las denuncias y los llamados en contra del golpe en Venezuela u otros países por medio de mensajes masivos en las redes sociales e inundar con ellos al continente. A la vez que nos agrupamos en frentes populares contra el golpe en nuestros respectivos países.

¡Contra el golpe a la Revolución Bolivariana! ¡Viva la Revolución! ¡Viva Chávez y Maduro!

 

La Gotera. Guatemala, 06 de febrero de 2015

 

*Economista y Profesor en Historia por la Universidad de San Carlos de Guatemala

 

 


Tags deste artigo: américa-latina venezuela cuba imperialismo injerencia guerra económica mediática denuncia ataque pueblos