Por diversas vías me han llegado sendas cartas dirigidas a Rubén Blades, en razón de su texto "regañando" a Maduro: pues bien, estos queridos amigos le ponen "las peras al cuarto" al devenido "chico plástico":
CARTA ABIERTA A RUBEN BLADES
Por Luis Rodríguez*
Voy a responder tu carta, Rubén, punto por punto, como un militante socialista más, de los muchos que pueblan este continente y que se han sentido tocados por tus desafortunadas declaraciones.
Y no lo hago con el afán de entablar duelos epistolares, porque la verdad, a mí no me conoce nadie, salvo mi familia; en cambio tu haciendo uso de tu fama como cantante, utilizas esas ventajas para dar recetas “democráticas”, como si se tratara de la letra de alguna nueva canción tuya y en donde tus comentarios que no son personales, como apuntas –porque eres un personaje público- llevan una clara intención de ser reproducida por toda la artillería de la prensa mediática, vocera del poder económico, que confabula contra el gobierno democrático, popular y revolucionario de Nicolás Maduro.
1.- Para referirte a los hechos ocurridos en Venezuela por la derecha fascista, que hoy defiendes, esgrimas como excusa que tu punto de vista “nacen de cartas, comentarios y de reflexiones hechas por amigos, dentro y fuera de Venezuela, y de la lectura cuidadosa y analítica de innumerables publicaciones” y eso si es preocupante pues nos estas diciendo que tus amigos están en la derecha facha, violentista y contrarrevolucionaria y los “chavistas” como despreciativamente llamas a los que apoyan al gobierno de Maduro, están al otro lado de la orilla.
2.- “No me he sumado, consciente o inconscientemente, a ningún tipo de complot orquestado por la CIA” dices. Y si, claramente lo digo sin pelos en la lengua, si, te has sumado a este coro de ranas conscientemente, a este plan oscuro y malévolo orquestado por el gobierno de Washington, o acaso crees que es gratuito que tus comentarios hayan sido regado como napalm en redes y medios, por esa “prensa basura” que manejan los grupos de poder económico agrupados en la SIP.
Y esos calificativo que te endilgas “para pasar piola” sobre tus recetas de “democracia”, -que si eres de izquierda, de derecha o subversivo si dices tal o cualquier cosa- no nos deja lugar a dudas sobre tu posición ideológica; así que tu sabes bien, lo que yo se que eres.
3. En el párrafo tres te permites hacer un análisis político, económico y social sobre la realidad de Venezuela, desde tu cómodo balcón en Miami y unirte al coro de fariseos que conspiran contra un gobierno legítimamente elegido; y con la sapiencia de un enterólogo, recomiendas realizar una consulta nacional para que el pueblo tome su decisión señalando que: “Venezuela no es una nación unida: es un país cuya población está polarizada políticamente, una sociedad sumida en contradicciones obvias”.
Y yo te pregunto, ¿qué país no lo es? ¿Acaso vives como Alicia en el país de las maravillas?
Seguidamente sacas tu chaveta de compadrito de esquina, para esgrimir tu perorata aprendida: “Creo que su gobierno, Presidente Maduro, no posee la mayoría representativa que justifique lo que le está haciendo al país”. Y yo te pregunto, ¿qué le está haciendo al país? El único delito del cual se le puede acusar al gobierno de Nicolás Maduro, es el de continuar con las reformas empezadas por Chávez, a favor del pueblo y por el pueblo.
Luego siguiendo el sonsonete musical de la derecha, repites la estrofa de la prensa mediática: “la oposición…, hoy lucha por hacerse respetar y considerar, no está formada por cuatro gatos fascistas, como se pretende hacer ver.”
Tu objetividad, hace rato que tomó partido y no del lado del pueblo como en tus múltiples canciones coreadas por las generaciones de los 80, que a la luz de estos años parecieran que solo fueron parte de la moda, como tu pelo largo y tu camisa hawaiana, de allí quizás tu fobia a la consigna “Patria o Muerte” que alguna vez coreaste, quizás sin ninguna convicción.
Y felizmente para tu conocimiento el Presidente Chávez no está “extinto” como apuntas; sino multiplicado en millones de militantes en todo el mundo, que al igual que Bolívar y el Che, busca la integración de la patria Americana.
4.- No te quitamos meritos sobre tu amplio dominio musical y de tus grandes amistades que citas en tu carta, magníficos expositores de mucho talante, que dicho sea de paso, no conozco y me acusó de ignorante; pero lo que no te perdono Blades, es la construcción de tu torre de babas al ritmo que hoy bailas, no te perdono ese entrecomillado de la palabra “socialista” para referirse a los militantes “chavistas” como peyorativamente los llama; porque en primer lugar, no entiendes nada de socialismo y menos de teorías marxistas. Pero tu audacia y atrevimiento va más allá de un concierto en el Callao, te permites citar a Lenin y de paso hacer una chanza contra Fidel Castro, “pregunten a Fidel, que él debe haberlo leído”
Si en los primeros párrafos hablabas estupideces, aquí si armaste “la hora loca”. Porque como buen actor hollywoodense, te permites lo que no entiendes, es decir citas a Marx, Engels, Lenin, como si entendieras las leyes de la Dialéctica aplicada a tu “Anti-Düraposición”
Es decir tu titulo de salsero mayor, ha nublado por completo tu “intelligencia” al comparar al Presidente Nicolás Maduro y Leopoldo López, con Bujarin y Radek, y señalando una línea de espacio-tiempo, te permites osadamente recomendar al Presidente, a reconocer y rectificar públicamente los errores cometidos durante su gobierno para justificar la Paz de Brest o en este caso la Paz de Venezuela, “dadas las condiciones objetivas del momento, algo que Lenin describió como un “do ut des”, un te doy para que me des”
Aquí sí, se te cruzaron los chicotes, creo que fumaste de la mala, al decir “¿No es, acaso, un “do ut des” el acuerdo que tiene Venezuela con el “imperialismo” en el caso del petróleo venezolano, que suple a Estados Unidos a cambio de los dólares que necesita la economía del país?”
¿Qué sugieres tiburón de aguas servidas, acaso la entrega de las riquezas petroleras a los EE.UU., a cambio de la paz? ¿Qué trama se esconde detrás de estas sugerencias tuyas?
Esta “dialéctica marxista” –de los hermanos Marx por supuesto-, ha terminado por confundirte totalmente. En el materialismo, -para tu conocimiento- la conciencia proviene de la materia y no al revés. Del mismo modo, la conciencia social, la moral y el pensamiento dominante en cada sociedad, depende de sus características materiales. Los hombres, al convivir en sociedad, contraen necesariamente unas relaciones sociales y laborales (independientes de su voluntad) que condicionan su conciencia. Ese es tu caso.
5.- En tu papel de Monje tibetano aconsejas que “no resulta apropiado que su gobierno –dirigiéndote al Presidente Maduro-, imponga sus deseos, o desconozca, o pretenda ignorar la validez de los argumentos planteados por sus críticos venezolanos” y seguidamente amenazas “Tal actitud solo provocaría más violencia, que generaría la posibilidad de una ingobernabilidad, un vacío político que podría ser llenado con un golpe militar, la única institución con la capacidad de organización y poder coercitivo para enfrentar el caos institucional y civil resultantes.”
Pero si las Fuerzas Armadas de Venezuela respaldan a su gobierno, si la milicia bolivariana esta con el proceso, si las grandes mayorías populares cierran filas con el Presidente Maduro; ¿estás diciendo acaso que el golpe de estado vendría como producto de una invasión militar de los EE.UU.?
6.- Luego reflexionas y haciendo un mea-culpa dices: “Nunca he estado, no estoy, ni estaré de acuerdo con intervenciones armadas del país que sea en los asuntos internos de nuestras naciones”
Y claro, tu patria “amada” Panamá, fue invadida por los EE.UU., invasión bautizada como “Operación Causa Justa”, el 20 de diciembre de 1989, en la que hubo más crímenes y víctimas (cerca de 2,000) que en todo su era republicana, quedando para la historia de Latinoamérica, como una de las páginas más vergonzosas y tristes de la historia de Panamá”
Te olvidas acaso que el nacimiento de Panamá en 1903, surge como resultado de la expansión geopolítica del imperialismo de EE.UU., que buscaba expandir sus mercados y controlar la ruta de los mismos, alentando de esta manera a la burguesía panameña que buscaba la separación de Colombia y que una vez conseguido los objetivos, la independencia estuvo condicionada a la firma del Tratado Hay-Buneau Varilla que le garantizó a EE.UU., la construcción, uso y control del Canal de Panamá.
Ignoras acaso que ese enclave colonial en el centro de tu territorio, se convirtió en el obstáculo más importante para el desarrollo económico y cultural independiente de tú nación y es allí donde nace la Escuela de las Américas, centro de "entrenamiento" militar, donde sus graduados sembraron de muerte nuestro amado continente, con cientos de miles desaparecidos y ejecutados políticos, centenas de miles de torturados, exiliados, y presos políticos.
Y que fue un movimiento popular nacionalista la que enarbolo las banderas de la reivindicación del canal de Panamá, el 9 de enero de 1964, pidiendo la anulación definitiva del enclave colonial y que de allí nace el golpe de estado del General Torrijos contra la oligarquía corrupta, incapaz y sumisa a los intereses norteamericanos, cambiando de esta manera el destino de Panamá.
Según el relato John Perkins en su libro Confesiones de un sicario económico, la muerte de Torrijos no resultó accidental; sino que fue asesinado por miembros de la política estadounidense.
7.- Ante la invitación de parte de Maduro de visitar Venezuela, para una visión objetiva de las acciones violentitas de la derecha, manifiestas “Tal visita podría ser considerada como un endoso a su gestión y a la posición de su gobierno”. O lo que es lo mismo; no me interesa conocer de cerca lo que ocurre en el país, total, ya tengo mi opinión subjetiva de los hechos y el resto me importa un pepino.
Y tienes razón en no aceptar la invitación a visitar Venezuela, porque verías con ojos que no quieren ver, una realidad distinta, diferente a la muletilla que cantas y repites como un sonsonete al ritmo del imperio.
La Venezuela de hoy, mi querido Blades, es la Nación que el pueblo quiere, ese mismo pueblo que fue ignorado por los otros gobernantes, y que defenderá los logros conseguidos como ser el país de la región con el nivel más bajo de desigualdad (según el Coeficiente de Gini), reduciendo la pobreza y la pobreza extrema y donde cerca de 20 millones de personas se han beneficiado de los programas contra la pobreza, y donde millones de personas mayores reciben pensiones de vejez. Donde la educación, determinante clave de la salud y la pobreza, el gobierno bolivariano ha puesto un especial énfasis, asignando a ella más del 6% del PIB.
La UNESCO ha reconocido que Venezuela está libre de analfabetismo y que es el tercer país de la región cuya población en mayor medida lee. Desde la guardería hasta la universidad, la educación es gratuita y es el segundo de América Latina y el quinto del mundo en tener proporcionalmente más estudiantes universitarios. De hecho, 1 de cada 3 venezolanos está inscrito en algún programa educativo.
Y aunque te duelan los logros de un gobierno del pueblo y para el pueblo, te invito a corear conmigo, a riesgo de atragantarte, ¡Patria o Muerte!, ¡¡Venceremos!!
8. En este penúltimo párrafo te permites citar a los cantautores venezolanos de prestigio y de conocer muy bien su alma venezolana y la nobleza de su pueblo, para seguidamente soltar el veneno de tu lengua viperina diciendo “Sin alharacas, ni alaridos panfletarios, con la guía de maestros venezolanos, el sector popular demuestra su calidad mundial.” ¿A qué alharacas y alaridos panfletarios se refiere, a los de Capriles, o a los de Leopoldo?
9. Finalmente en este último punto, continuas con tus recetas del buen samaritano y afirmas que “bajo gobiernos de lo que se denomina izquierda, se crean más oportunidades para el sector popular” pero… “la oportunidad para desarrollar su capacidad, no solo debe hacerse con subsidios que lo hagan dependiente de otros, o que estimulan los peores instintos que todos poseemos.”
¿Es que acaso crees que una revolución se hace de un día a otro? Es un proceso de cambio gradual y de constante movimiento. Pero pareciera que a ti solo te interesa estimular los peores instintos de tu lengua chavetera y te lanzas navaja en mano al mejor estilo de “Pedro” contra todos los procesos revolucionarios de América Latina.
Ya para terminar al mejor estilo diplomático estadounidense te despides “sin odio, sin agendas secretas, ironías, ni intereses subrepticios” cinismo único Blades.
Y terminando escribiendo: “con una especie de ruego a los bandos enfrentados en la querida Venezuela: empiecen a sumar y dejen ya de restar”.
El pueblo hace rato que dejo de restar, el pueblo aprendió a multiplicar y somos millones de miles dispuestos a morir en defensa del proceso bolivariano.
Prensa / MSMVB-Capitulo PERÚ
2
Carta abierta a Rubén Blades
Por José Gregorio Bracho Reyes
Señor Cantautor:
Comenzaré por decirle que ésta es la segunda vez que le escribo. La primera vez que lo hice, era casi un niño, admirado por aquél trabajo (LP) que, junto a Willy Colón, sacó usted al mercado con el título de “Canciones del solar de los aburridos”. Obra maestra donde las halla y el cual ya es considerado un “Clásico del Caribe”. En aquella ocasión le escribí para agradecer la labor de concienciación que estaba usted llevando a cabo, desde aquél “Siembra”, para la formación de todos los adolescentes que en ese momento estábamos ansiosos por configurar una Identidad.
Aunque parezca raro, le diré que, junto con los de mi hermano mayor, fueron sus mensajes, y los de Alí Primera, los que más me ayudaron a aclarar el panorama y me alentaron a tratar de entender, de forma densa, nuestra triste historia latinoamericana y caribeña, descifrando tantas “verdades que eran mentiras”. Con “Pablo Pueblo”, “Plantación adentro”, “Tiburón” y tantas otras piezas, poco a poco, entre pregón y pregón, entre baile y baile, fueron apareciendo en escena “cosas de este mundo” que no me dejaron indiferente ante nuestra realidad política, social y cultural. Luego se sucedió en mí, y en mis panas de aquella época, una sed insaciable de lecturas. Sus canciones fueron como una llama y esa llama hoy día, quiero que lo sepa, no ha cesado. Puedo decir y digo que, me considero una persona de izquierdas (no dogmático) y Chavista, en gran parte gracias a su obra, que sirvió para “abrirme los sentidos”. Gracias Cantautor, gracias Rubén.
Muchas veces quise volver a escribirle, porque he seguido siendo fiel a su obra, la cual me parece monumental y digna de considerarse como “Patrimonio Cultural” de Nuestro Caribe, de Nuestra América.
Qué triste que en esta ocasión tenga que escribirle, desde el respeto y la admiración que aún genera en mi todo su trabajo, pero esta vez para disentir y responder, como venezolano plenamente identificado y comprometido con un Proceso Político Revolucionario que, llegado de la mano de nuestro Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, ha venido a dignificar nuestro nombre, no sólo como venezolanos, sino como latinoamericanos, como caribeños. Porque si un caraqueño hizo mucho por toda Nuestra América, no poca cosa hizo un llanero de Barinas por completar la obra de aquél, articulando los mecanismos efectivos para la tan ansiada “Patria Unida… la que Bolívar soñó”. Hoy decimos Latinoamericano y nos sentimos gigantes. Y eso, le guste o no, se lo debemos en gran parte a Hugo Rafael Chávez Frías.
Señor Rubén Blades, debería usted saber que si hoy día Venezuela es Territorio Libre de Analfabetismo (Declarado por UNESCO en 2005), el quinto país en el mundo con mayor matrícula escolar (85%), y el país que, según la FAO, más esfuerzos hace para acabar con el hambre en toda la región, que si tenemos uno de los más alentadores coeficientes GINI de todo el Continente, entre otras cosas de una larguísima lista que no cabrían en esta carta, es gracias al compromiso y la acción de la Revolución Bolivariana, liderada hoy día por Nicolás Maduro Moros, por voluntad del Comandante Chávez y de la mayoría del pueblo venezolano, quien en elecciones abiertas y limpias, lo llevaron a la Presidencia. No sólo con el voto de abril, sino también el de diciembre pasado.
Rubén, Rubencito, el Presidente Chávez no está “extinto”, se sembró en las conciencias de todos y cada uno de los hombres y mujeres de Nuestro Continente, y le digo más, allende nuestras fronteras también quedó sembrada la obra y el grito valiente de Hugo Chávez Frías. Le guste o no a sus amigos y colegas caraqueños (me refiero a los César Miguel Rondón y sus secuaces), esto se lo digo con conocimiento de causa, porque vivo, por razones laborales, en un remoto rincón de Asia, yo soy testigo del entusiasmo y el cariño que suele dibujarse en miles de rostros cuando se les habla de la Revolución Bolivariana y de Chávez.
Usted dice que “Venezuela no es una Nación unida” y es “un país cuya población está polarizada políticamente”, “una sociedad sumida en contradicciones obvias, con un gobierno electo por un estrecho margen”. Y yo le pregunto:
¿Conoce usted algún país cuya sociedad sea monolítica, cultural o políticamente hablando? ¿Conoce alguna sociedad donde no existan contradicciones, conflictos, “ruidos” y roces de tipo político?
¿Le parece que un 20% de abstención es mucha abstención en un país donde el voto es un derecho y no una obligación? ¿Conoce usted las cifras de abstención en Chile? ¿Según usted, con cuál margen debe ganar un candidato para merecer dirigir un proyecto de país? ¿Con qué margen ganaron Francois Hollande, Mariano Rajoy o Ángela Merkel? ¿Cuentan ellos con el apoyo total y absoluto de sus ciudadanos? ¿Están legitimados para imponer sus programas y proyectos de destrucción del Estado de Bienestar en Europa?
¿Recibió Obama el apoyo absoluto del pueblo norteamericano? Obama hoy día no representa, ni siquiera a las comunidades afroamericanas, que manifiestan abiertamente un total desencanto por su gestión. Pregúntele usted a la legendaria Ángela Davis, por ponerle un caso, su opinión sobre Obama.
Rubén, usted (y yo también) es un profesional universitario y sabes de qué le hablo. No haga demagogia. No se convierta en un “intelectual orgánico” al servicio de los imperios.
Claro que en Venezuela existe una parte de la ciudadanía que no apoya este Proyecto de País, y que aborrecen nuestro “Plan de la Patria”. Claro que hay un porcentaje importante de la población que opta por un modelo neoliberal y están en su derecho de disentir. Pero en nuestro país, como nunca antes, existen canales democráticos a través de los cuales pueden expresar su disconformidad. Tenemos el Sistema Electoral más diáfano, moderno y confiable del mundo, según James Carter. No sé si eso le dice algo. Además, nuestros procesos electorales han sido acompañados por representantes de organismos como la OEA, la UE y el “Centro Carter”. Por cierto, en los últimos tres lustros se han llevado a cabo 19 procesos electorales, de los cuales, el Proyecto Revolucionario Bolivariano ha salido vencedor en 18 ocasiones. Por otra parte, nuestra Constitución (la primera refrendada por el pueblo en la historia de América), contempla la posibilidad de convocar a un Referendo Revocatorio (RR) para cualquier cargo de elección popular. Ha de saber que la oposición ya convocó un RR en 2004 contra el Proyecto Bolivariano, el cual ganamos ampliamente.
Así que, hermano, no tenemos porqué tolerar que grupúsculos de ultra derecha, fascistas, que no representan sino a una minoría dentro de la MUD (Mesa de la Unidad Democrática), se empeñen en sembrar el caos, como parte de una estrategia de “Golpe Suave”, sirviendo con ello a los intereses del Imperio.
Rubén, “no se deje confundir, busque el fondo y su razón”.
Los Chavistas, no sólo nos autodefinimos como socialistas sino que, actuamos en consecuencia. Nuestro Gobierno Socialista aumentó la Inversión Social (lea usted bien, no hablamos de “Gasto Social”) en más de un 60% respecto a los gobiernos de la IV República. Gracias a lo cual hemos logrado reducir la desnutrición, de un 21 % a menos de un 3%, en poco más de una década. ¿Puede usted decir lo mismo de Panamá? Usted, que formó parte de uno de los gobiernos recientes del hermano país. Un país, Panamá, que nos duele tanto como el nuestro, al cual vemos como poco a poco lo van arrastrando por senderos oscuros, empeñados en convertirlo en refugio de capitales de dudosa procedencia.
Nosotros no sólo hemos leído a Lenin, sino también a otros autores como Pierre Bourdieu, de los cuales hemos aprendido, por ejemplo, a desmontar las trampas de las corporaciones mediáticas al servicio de los intereses neo-coloniales y neoliberales. Por cierto ¿Ha leído usted “Sur la Télévision”? Nosotros sí, porque en Venezuela ya no existe analfabetismo.
Claro que hemos leído a Lenin, y como lo hemos leído, sabemos lo que es el “do ut des”, razón por la cual mantenemos el intercambio comercial con los Estados Unidos. Usted mismo da respuesta a la pregunta que formula. Comprendemos que existen determinaciones históricas que obligan a tomar decisiones y mantener ciertos vínculos, aunque resulten ideológicamente incómodos. Para hacerlo corto: sabemos que todo tiene su momento. Pero no por ello vamos a comprometer nuestra soberanía. Hoy, como nunca antes, tenemos criterio propio y defendemos nuestro derecho a autodeterminación.
En Venezuela no existen presos políticos, ni se reprime a estudiantes. Hoy día permanecen detenidos unos señores que han alterado el orden público y pretenden derrocar por la fuerza un gobierno legítimo. Nadie ha sido encarcelado por manifestarse, sino por causar daños terribles al patrimonio público, por incitación a la violencia y por causar pérdidas humanas. Al hablar de “represión y censura”, creo que usted se confunde de país. Colombianos y chilenos han creado una etiqueta para twitter que le invito a ojear (#noesvenezuelaescolombia y #noesvenezuelaeschile). Venezuela es territorio de Paz, donde la censura está prohibida por ley. Pero la Paz necesita de órganos y mecanismos legales que la defiendan y protejan de facciosos.
Por cierto, ¿sabía usted que nuestra hermana República de Colombia lleva más de cincuenta años en guerra? Sin embargo, nunca se ha negado usted a ofrecer conciertos o visitar al vecino país. Hoy día en México, en Michoacán concretamente, el pueblo se ha armado pues se siente desvalido ante la impunidad de los narcotraficantes. ¿Visitaría usted México si le invita Peña Nieto? ¿Ha visto usted como reprimen al pueblo Mapuche en el hermano país austral, un país en el que los estudiantes son apaleados cuando reclaman su derecho a educación gratuita? ¿Rechazaría hacer un conciertito en Viña del Mar?
El Presidente Nicolás Maduro, como lo hizo Chávez en su momento y ningún otro anterior a él, ha llamado al diálogo, desde que asumió el poder. Pero dialogar no quiere decir ceder ante las imposiciones del capital extranjero, ni ante los intereses de la burguesía parasitaria local. Tenemos un Proyecto de País, un Plan de la Patria, independiente, soberano, y no vamos a ceder “ni un tantito así”.
Hermano, todas estas escenas de caos y muerte, no son más que un capítulo del guión que desarrollan quienes pretenden hacer de Venezuela otra Siria, no caiga usted en su macabro juego. Ya lo intentaron en abril de 2002 y fracasaron. Los derrotó un pueblo arrecho. Por cierto, nunca supe de una carta suya dirigida a Uribe o a Piñera, en la que condenase la represión a las comunidades afrocolombianas, a las torturas y el destierro al que han sido sometidos millones de campesinos colombianos por parte de los paramilitares (bajo la complicidad del estado) y que “cruzan la frontera pa’ salvarse en Venezuela”, o la represión a los estudiantes que exigen su derecho a educación pública en Santiago o a los mapuches que reclaman sus derechos ancestrales sobre la tierra.
Le expreso mis opiniones, mi respetado Cantautor, sin rencores ni ironías, con el único objeto de dejarle claro que Venezuela, el Proyecto Revolucionario Bolivariano y Nuestro Presidente Nicolás Maduro cuentan con millones de dolientes, dentro y fuera de nuestro país.
Rubén, quiero decirle que, a pesar de este penoso capítulo que lamentable y tristemente ha querido usted protagonizar, seguiré disfrutando de su valiosa e insuperable obra, tal y como disfruto del trabajo de autores que, como Borges o Vargas Llosa, decidieron en un momento alistarse en “el otro bando”, llegando a apoyar incluso las más sangrientas dictaduras de las que quizás se haya tenido noticia. Su obra, como la de aquellos autores, está muy por encima de usted. Ya no le pertenece, aunque siga usted cobrando, con mucha razón, los derechos autorales.
Usted, como yo y como todos nuestros prójimos, próximos y lejanos, así como todos los cuerpos sociales conocidos, está pleno de contradicciones. Ya sabemos que en nada humano existe la pureza. Yo le juro que seguiré respetando su persona, porque para eso me formé con una conciencia de izquierda, valga decir, en la defensa activa de la dignidad del ser humano, pero quería que supiese que “el que se mete con mi barrio… me cae mal”.
Sin mucho más que decirle, por ahora, me despido.
Atentamente,
Desde un rincón de Anatolia, febrero de 2014.
Fuente Periódico Digital Web Guerrillero
Tomado del Blog Antorcha Encendida
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