Por Néstor García Iturbe*
Un amigo tuvo la gentileza de enviarme el artículo de la columnista del Wall Street Journal, Mary Anastasia O'grady , titulado “Cuba’s Slave Trade in Doctors”, el cual trata de tergiversar totalmente los propósitos que mueven a Cuba en relación con la ayuda médica que presta a distintos países del mundo.
Cuando analizamos los artículos que el Wall Street Journal publica bajo la firma de O'grady, comprendemos que de la misma es imposible recibir una valoración imparcial y balanceada como debe ser el trabajo de un periodista que se respete y que a la vez se haga respetar por sus lectores.
Los escritos que hemos podido analizar de la misma se refieren a distintas situaciones sobre América Latina. El estilo y enfoque de O'grady es en extremo crítico y reaccionario. No es necesario describir un paraíso cuando se habla de algún país de nuestro continente, pero tampoco es honesto satanizarlo.
Sus comentarios sobre Chile, la educación en dicho país y en especial sobre la líder estudiantil Camila Vallejo llegan en su mayoría a ser degradantes para la propia O'grady. Dentro de las ideas que trata de transmitir, está la aseveración que la periodista realiza sobre el interés de los chilenos en el comunismo y plantea que uno de los mayores culpables de esto fue precisamente Augusto Pinochet, que no supo detener esta tendencia. Quizás considere que Pinochet debería haber asesinado un número mayor de chilenos para asegurar, que al dejar el poder, no quedaran vestigios de esa tendencia ideológica. En otro artículo sobre Chile, publicado el 2 de noviembre del 2014, titulado “El milagro chileno avanza en reverso” se realiza un análisis desproporcionado y totalmente falso del curso de los acontecimientos bajo la dirección de Michelle Bachelet, evidentemente con el propósito de socavar el prestigio de la misma.
En cuanto a la Argentina, en un artículo que publicó el 17 de marzo del 2013, realiza un análisis donde se proyecta hacia el futuro de dicha nación. Plantea que todavía la señora Kirchner no ha terminado de implantar un régimen totalitario sin libertad de prensa, pero que ese día llegará pronto. Expresas que se está persiguiendo a los comerciantes, que los periódicos son acosados cuando publican artículos que no están dentro de la línea oficial. En el propio artículo trata de crear enemistad entre el Papa y Argentina, tratando de hacer ver que el gobierno ha planteado que todos los obispos tenían complicidad con la dictadura.
Los artículos de esta señora no han excluido de sus patrañas ataques contra Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, y otros países latinoamericanos que han preferido trabajar en pro de la defensa de los intereses nacionales, alejándose de los designios de Washington.
En cuanto al mencionado artículo sobre Cuba, uno de los tantos, pues Cuba aparece en la lista de favoritos de la señora O'grady, el mismo utiliza la misma técnica que utilizaban los propagandistas del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, iniciar el artículo con una gran mentira, que llame la atención, se fije en la mente de los lectores y después tratar de sustentar la misma.
En el artículo publicado el 9 de noviembre del 2014, se plantea que Cuba recibe anualmente 8 mil millones de dólares (8 billones) por el concepto de servicios prestados a otros países por parte de nuestros médicos. Esta cifra, de ser cierta, superaría lo que Cuba recibe en otros rublos, como el Nickel y el Turismo. La cifra que se ha mencionado en distintas oportunidades sobre este tipo de ingreso, no sobrepasa los 2,000 millones de dólares.
Es importante resaltar que, de acuerdo a lo que he podido conocer, Cuba solamente recibe ingreso por este concepto de un número de países, cuya economía y relaciones comerciales con Cuba lo permiten. Un buen número de países reciben esta ayuda sin costo alguno, estos son países que no cuentan con recursos económicos para garantizar la atención médica de su población y que por lo regular la misma padece de un buen número de necesidades, principalmente el no contar con una adecuada alimentación. Si no tiene para comer, como les vamos a cobrar.
Los países a los que Cuba no cobra la atención médica, se responsabilizan con el alojamiento y alimentación del personal médico cubano, al cual también le entregan mensualmente una módica cantidad en dinero del país para sus gastos personales. Por otra parte, Cuba continúa pagando a la familia de dichos médicos el salario de estos.
Regularmente el personal médico cubano, que incluye médicos, enfermeras, técnicos y especialistas de la medicina, son los asignados a los lugares más remotos y olvidados del país, donde muchas veces hace años que no visita un médico, donde en ocasiones la primera labor es el establecer la comunicación y relaciones con el curandero de la tribu, para poder desarrollar su labor.
En ocasiones la labor solidaria, sin costo alguno, de Cuba, promueve que otros países también ayuden al país donde están actuando las brigadas médicas cubanas. Cuba aporta el personal médico especializado y el otro país aporta la medicina y otros recursos, también con carácter gratuito.
Como otro aporte a la salud pública de distintos países, Cuba cuenta con la Escuela Latinoamericana de Medicina, en la que estudian jóvenes de distintos países que se gradúan como médicos y después regresan a su país para ejercer. En esta escuela, al igual que en otras facultades de medicina de la isla, estudian jóvenes de países africanos, asiáticos, latinoamericanos e inclusive estadounidenses. Ni las personas, ni sus gobiernos, pagan cantidad alguna durante los años en que estos se preparan como médicos. En la mayoría de los casos, los gobiernos entregan al estudiante una cantidad para sus gastos personales, ya que Cuba asume el alojamiento, matricula, libros y alimentación de los mismos.
La Revolución Cubana no comercia ni se enriquece con las desgracias ajenas.
La solidaridad de Cuba llega hasta los más remotos rincones y si en algunos casos se cobra una cantidad por los servicios médicos brindados, el principal objetivo de esto es el poder sufragar los gastos en que incurre en países donde el hambre y la situación económica no permite al gobierno de los mismos dar una atención adecuada a la población.
Quisiéramos tener un ingreso mayor por estos conceptos, para poder ayuda aún más a otros países del mundo, que en vez de recibir ayuda, cada día le roban los recursos económicos con que cuentan y las grandes corporaciones que se apropian de los beneficios de esta política del despojo, solamente se ocupan de recibir las utilidades, no de garantizarle la vida a los pueblos que explotan.
*Cubano, Doctor en Ciencias Históricas. Miembro del Consejo Asesor y del Consejo Científico del Instituto Superior de Relaciones Internacionales; Editor del Boletín Informativo El Heraldo
Imagen agregada RCBáez