Podríamos, simplemente, suprimir el país... ¿hasta cuándo la banalización de los medios, el reporte tonto, la sacralización de ciertas imágenes, la manipulación, la mentira, el paraperiodismo?
¿Hasta cuándo la estupidez mediática en Colombia?
En los últimos días he sufrido la desgracia de ver los noticieros de alcance nacional, como lo son Caracol y RCN (este último siendo el peor aderezo para el almuerzo), y con tristeza me doy cuenta que de noticiero ya no queda nada, y apelan más a ser una parodias o shows que no cuentan con ningún tipo de responsabilidad en el manejo de la información y no existe ningún ente que haga un control real de la veracidad, fiabilidad, importancia y sobre todo, legalidad de la información.
Hoy, el país se despierta con la importante noticia que la Fiscalía General de la Nación ha pedido a la Corte Suprema de Justicia que se abra una investigación contra el expresidente (y actual senador) Álvaro Uribe Vélez por la masacre del Aro, donde fueron asesinadas quince personas. En un país con un manejo decente de la información por parte de los medios con alcance público y nacional, esto sería, sin duda alguna, la noticia que abriría cualquier noticiero. Pero en Colombia, donde los medios parecen ser mafias permeadas por militares y altas esferas del poder (además de tener directores que simpatizan con ciertas causas de la extrema derecha) la primer noticia en el noticiero de mediodía de la cadena Caracol, es un vídeo de una mujer que se queja ante un policía por un procedimiento de verificación de antecedentes. Sumado a la irrelevancia absoluta del asunto, en mi cabeza surgen dos preguntas: ¿Qué tan legal es el uso sin permiso por parte de los medios de la imagen de una persona? y dos, es un país que está pensando un escenario de posconflicto, donde las víctimas, como parte de su proceso de reparación integral, tienen derecho a acceder a la verdad ¿No era más importante hacer mención a que un ex presidente parece estar implicado en la masacre de quince personas en el marco del conflicto armado que alguien había tenido un problema cotidiano con un policía? Como sujeto político, considero que en este país los medios de comunicación le han perdido el respeto a lo legal, y están usando la imagen de las personas sin ningún conocimiento, haciendo juicios de valor a diestra y siniestra, sin ninguna institución que les haga un mínimo de control, además del irrespeto a las víctimas del país, haciendo mención a tremenda noticia, una hora después de iniciado el circo que llaman noticiero.
Aparte de lo anterior, la siguiente noticia de relevancia dentro del noticiero era que el payaso de la selección Colombia se había cambiado el “look”. ¡Por favor! En un país donde a diario son asesinados y asesinadas líderes de víctimas y reclamantes de tierras, sindicalistas, defensores/as de derechos humanos, ciudadanos de a pie, donde las personas son desplazadas de sus territorios a causa de licencias ambientales para la explotación minero-energética o la agroindustria, me indigno preguntando ¿Es tan importante resaltar que este tipo se cortó el pelo? ¿Qué James se rasgó un músculo? Yo soy un acerrimo fan de los deportes, pero con todo el respeto que se merecen, lo que hacen Caracol y RCN, encabezados por personas como Javier Hernández, Ricardo Orrego , Ricardo Henao y Andrea Guerrero, no le llega ni a los talones al periodismo deportivo de verdad. La sección de deportes en estos canales no habla de tácticas o técnicas, sólo se ha dedicado a inflar jugadores, meterse a sus casas y a la farándula deportiva. Y ni hablemos de esa innecesaria sección final llamada “Farándula” o “Espectáculo”, que debería ser abolida de cualquier programa informativo.
La pregunta vital que debemos hacernos como una sociedad democrática (y que no tiene nada de nuevo pero que debe recordarse constantemente) es ¿Tiene algún límite la libertad de expresión? ¿No es necesario entrar a regular la calidad de los medios privados de comunicación de alcance nacional? Como persona del común, que quiere acceder a información de calidad, plural, fiable y que no viole los derechos ni la privacidad de las personas y que contribuye a la construcción de un país en paz, yo digo sí. Ya es hora de hacer una veeduría y poner unos mínimos (bien altos) de la calidad de las noticias, y con lo anterior no me refiero a cuestiones técnicas, sino a que la información cumpla unos requisitos efectivos para su emisión, que se le de el lugar que debe ser a los temas relevantes de la agenda pública y que las secciones deportivas, sean eso, dedicadas al análisis por parte de expertos verdaderos de los sucesos deportivos. Con indignación (y la gastritis generada por ver estas parodias) digo que ya es hora de exigir una ley que ponga en cintura a los medios de comunicación privados como RCN y Caracol, con sanciones que vayan desde astronómicas sumas de dinero, pasando por el cierre parcial o total de los noticieros, hasta la pérdida total de los medios de su acceso al espectro electromagnético. Ya es hora que nos ofrezcan a los colombianos y colombianas medios de comunicación de calidad, como nos los merecemos.
Fuente Las 2 Orillas