Acabo de leer un editorial del NY Times dedicado a los blogueros cubanos. El artículo hace un batido de sustancias que mezcla materia y antimateria, por supuesto el resultado de su análisis es una confirmación del pensamiento sesgado y epidérmico, con el cual nos ven una buena parte de los medios de prensa de los EEUU. Nada tiene que ver Yoani Sánchez con la blogosfera cubana.
El Texto del Time dice “Un interesante campo intermedio surgió en 2007, cuando Yoani Sánchez, una escritora evocadora y perceptiva, comenzó a publicar en Internet textos que narraban la cruda realidad del día a día en La Habana. Su blog, Generación Y, se convirtió en una sensación internacional, y en un medio irritante para el Gobierno cubano”
Generación Y, y posteriormente 14 y medio no son sitios digitales resultado de la "iniciativa de una persona evocadora y perceptiva” sino el desarrollo de un programa de subversión y guerra mediática concertada por la contrarrevolución desde el exterior, en la que usaron a una persona ambiciosa y autosuficiente perfectamente comprable, La señora Sánchez no es una cubana que bloguea por pasión personal; es la cara visible de un equipo de manipulación y guerra mediática, quienes son realmente los responsables de sus textos y líneas de mensajes. Es una persona que por dinero sirve a una potencia extranjera contra su propio país. En en todas partes del mundo eso se llama mercenarismo, en muchas de esas naciones le hubiera costado libertad o la vida.
El propio Time en uno de sus artículos confiesa “Lejos de haber logrado su objetivo, las iniciativas han resultado bastante contraproducentes. Los fondos han sido un imán para charlatanes, ladrones y buenas pero infructuosas intenciones. Los sigilosos programas han agravado la hostilidad entre las dos naciones, le han dado a Cuba una bonanza propagandística y han bloqueado oportunidades de cooperar en áreas de interés mutuo”. Entre esos Charlatanes y Ladrones está la señora Sánchez. La contrarrevolución interna en consonancia con la minoritaria comunidad extremista de Miami, asustados porque se le esfume el negocio en los nuevos tiempos, ha declarado su disconformidad con la postura del presidente Obama.
Los blogueros cubanos nos ganamos la vida de muchas maneras pero no por el oficio de bloguear o por recibir dinero a cambio de ser críticos del sistema cubano. Entre nosotros hay periodistas, comunicadores, informáticos, profesores, ingenieros, diseñadores o especialistas en algo del servicio público y honrado. Tenemos y muchos y diversos oficios. Como hobby, “como utilidad de la virtud” nos sentamos casi siempre en una compu, mayormente de la viejitas, y por conexiones muchas veces primordiales, para contamos la verdad de nuestra vida.
La distancia entre Yoanis Sánchez, sus amanuenses y los Blogueros Cubanos quedó demostrada más allá del sentido ideológico y político cuando la profesora de la Universidad de la Habana Elaine Díaz nos mostró el resultado gráfico del modelo matemático aplicado para mapear los blogs y el tejido digital que lo une. Así comprobamos lo que ya todos sabíamos, que los mercenarios estaban aislados, solos en su círculo vicioso de cieno y mentiras.
Pero la inconformidad no es solo habernos "colados" a todos en el mismo saco, sino que nos promueve como una especie de gremio contestatario, enfrentado al sistema social cubano, una lista de críticos sin banderas cuyo deporte es atacar al poder establecido en Cuba. Se equivoca en conceptos y escénicas cuando nos asigna un papel imposible de ser “alternativa a la prensa oficial” La blogosfera existe por si mismo, más allá de los medios de prensa, como parte del entramado social tiene sus propias dinámicas y sus propios retos.
Como en la teoría de las cuerdas los blogs y los medios de prensa viven en espacios que se conectan pero que son diversos. Por ejemplo en los países donde Internet tiene acceso doméstico los blogs mayoritariamente no son alternativa de los grandes medios incluido el NY Times. Incluso un aglutinador de blogs como el The Huffington post con más de un millón de comentarios por mes no expresa alternancia sino consonancia con los medios tradicionales de las grandes transnacionales de la comunicación. Y esto no ocurre porque los medios de prensa establecidos- no uso oficialista por ser un concepto maniqueo- sean realistas, divertidos y populares, sino porque tienen la hegemonía de la manipulación y de la información o desinformación. Otra causa está en que la inmensa mayoría de los accesos a la red tiene como fin el ocio o el mercadeo y no el pensamiento, algo que por cierto no ocurre en Cuba a pesar de su limitada penetración.
Ciertamente, como todo fenómeno nuevo, el de los blogs en Cuba encontró y encuentra aún quienes no lo entienden, le temen o lo censuran. Son cada vez menos los hechos como el ocurrido con La Joven Cuba. En la medida que se va comprendiendo el fenómeno de las redes sociales y de los blogs se van normalizando las relaciones entre esta nueva forma de comunicación y la institucionalidad. Hay que reconocer además que ningún bloguero cubano ha sido apresado, está en la cárcel o ha sido muerto por decir, honestamente, lo que piensa-algo por cierto bastante común en otros estados occidentales- Por que no le preguntan a los españoles por la Ley Mordaza y a los orteamericanos por Patriot Act.
Pero llega a límites extremos el artículo del NYT cuando acusa “Pocos segmentos de la sociedad cubana parecen estar en posición de sacar más provecho del acercamiento entre Washington y La Habana que este grupo. A medida que el acceso a Internet se amplíe y el gobierno cubano no pueda argumentar, de manera creíble, que Estados Unidos representa una amenaza existencial, los escritores independientes seguirán siendo importantes agentes de cambio”
Los cubanos que escribimos en los blogs, como todos los cubanos, comprendido el significado de la nueva situación creada al restablecerse las relaciones entre Cuba y los EEUU. Si el bloqueo económico y financiero que pretende ahogar la Nación Rebelde desde hace más de 56 años es levantado y se mejoran las facilidades para adquirir tecnología y conectividad. Por supuesto, ganaremos en las condiciones para bloguear. No solo para los que ya lo hacemos sino para todos los cubanos.
Si entiendo por "escritor independiente" el que bloguea a título personal, aseguro con toda responsabilidad que ojala cada cubano pueda contar su día a día en la Web, sus traumas por el transporte y por el agro, escenas singulares en Cuba están alejadas absolutamente de otros traumas más duros: los del mundo, las drogas, la violencia, los desaparecidos, los policías vestido de robocop golpeando a los estudiantes, las guerras religiosas. ¿Por que EEUU, los verdaderos dueños de Internet, han mantenido cerrada la llave de acceso total de Cuba a la Web? Cada vez que se produce un intercambio pueblo a pueblo, como el de los estudiantes universitarios del programa académico "Semestre en el mar", es la verdad de Cuba y no la desinformación malintencionada de la “gran prensa” la que sale mal parada.
No necesita la gente de la Isla de Internet o de cualquier otro medio para conocer al verdadero enemigo de la nación y su pueblo. Mientras pone esperanzas en la normalización de las relaciones, comprende que de la noche a la mañana no se vuelve inocua la Helms Burton, La ley Torriceli, la Doctrina Monroe, El Destino Manifiesto y muchas otras aberraciones imperiales. Durante años las hemos sufrido. La historia conforma en el cubano incluso el más optimista, un sentimiento antiimperialista formado por la historia, por las miles de victimas de sabotajes, de agresiones, del cerco económico y financiero que nos niega las más elementales condiciones de vida a las que nos hemos enfrentamos y salido adelante.
Las negociaciones del gobierno de los EEUU no son consecuencia de que Cuba sea un país débil y un pueblo engañado como pretende decir el articulo del NY Times; sino porque esta nación y sus habitantes, entre los que nos contamos los blogueros cubanos, hemos resistido y somos cada vez más visibles en el mundo de unidad que se conforma en la América Latina y el resto de los estados del planeta y con eso hay que contar.
Fuente Turquinauta