Por Mumía Abú-Jamal
En México los fuegos están que arden.
Esto lo digo metafórica... y literalmente.
Porque miles de jóvenes sienten gran indignación contra su corrupto gobierno, como lo demostraron en sus protestas del 13 de octubre pasado y en los incendios de los edificios del gobierno en Chilpancingo, estado de Guerrero, México.
¿Por qué incendiaron los edificios?
Ellos lo hicieron para marcar la fecha en la que oficiales del gobierno debieron haber devuelto los 43 estudiantes que fueron arrestados y secuestrados por corruptos policías.
El 26 y el 27 de setiembre, la policía de Iguala, Guerrero, atacó a tiros 3 autobuses llenos de estudiantes de una escuela de entrenamiento rural en Ayotzinapa. Seis personas resultaron muertas: 3 estudiantes y 3 transeuntes; y 25 personas fueron heridas.
43 estudiantes fueron metidos a golpes a vehículos de la policía --y desde ese momento no se ha vuelto a saber nada de ellos.
Desde entonces, todos los días, protestas, marchas y bloqueos de carreteras conmueven la ciudad demandando el regreso sanos y salvos de los 43 estudiantes. Las protestas contra la brutal y terrorista policía y contra la corrupción del gobierno federal se han hecho más fuertes, como nos lo demostraron los hechos del 13 de octubre.
El 22 de octubre, cientos de miles de personas en todo México y alrededor del mundo entero salieron a las calles demandando el regreso de los estudiantes.
Estos estudiantes son de distritos rurales de todo México, donde los hijos de campesinos pobres pueden tener buena educación y llegar a ser maestros.
Pero, como Estados Unidos, México está bajo la influencia del neo-liberalismo, que busca abolir esas escuelas, que existen desde la década de los años de los 1930s.
¿Porqué las quieren abolir? Porque esas escuelas desafían la hegemonía neoliberal preparando a los jóvenes a tener pensamiento crítico y a poner en tela de juicio las formas de ser de todo el mundo.
El gobierno neoliberal responde a las protestas con masacres por la policía --y ahora con la desaparición de docenas de estudiantes. Pero las protestas continúan --¡cada vez con más militancia que antes!
Es interesante -y revelador - cuando islamistas secuestraron y se llevaron cientos de niñas en Nigeria, todo el mundo reaccionó con furia.
Cuando policías brutales y corruptos masacran a estudiantes, secuestran a 43 alumnos y se niegan a decir donde los tienen, las corporaciones neoliberales de los medios de comunicación no dicen nada, se quedan callados.
En México continúa la lucha y las demandas por el regreso, sanos y salvos, de los estudiantes.
¡La lucha sigue!
Traducción libre del inglés enviado por Fatirah Aziz hecha en Refugio del Río
Grande, Texas, EE.UU.
--©’14maj