Las mentiras de Nisman y la Justicia argentina en la causa AMIA: Carta a Agencia Paco Urondo
27 de Janeiro de 2015, 20:00Por Stella Calloni
La periodista Stella Calloni reflexionó sobre la investigación del peor atentado de la historia argentina. "Desde la misma noche del atentado Estados Unidos e Israel determinaron que el acusado debía ser Irán".
Sentí la necesidad de escribir esto, por la inmensa tristeza que me produce que tantos (muchos compañeros de otras épocas) opinen sin saber de qué se trata esta falsa y escandalosa denuncia de un fiscal como Nisman; que nunca debió estar a cargo de la causa AMIA, porque fue parte de los desastres - no ingenuos sino impuestos por otros desde afuera - realizados por el Juez Juan José Galeano.
Si desde la misma noche del atentado EEUU e Israel determinaron que el acusado debía ser Irán, sin haber investigado nada. Era imposible hacer una investigación seria con semejante obstáculo.
Para recordar: EEUU e Israel ofrecieron un "testigo" en 1994. Ya nadie recuerda que Galeano salió disparado para Venezuela a interrogar al supuesto testigo Manoucher Moattamed, que se presentaba como un ex funcionario iraní, escapado de su país, algo que nunca fue y que nunca sucedió como se demostró. Tanto gasto, tanta información falsa, transmitida con grandes titulares. Era un testigo inventado por la CIA y el MOSSAD israelí, pero que al poco tiempo quedó totalmente desacreditado por sus mentiras, contradicciones y falsedades, después de crear también falsas ilusiones a los familiares de las víctimas.
Ahora ¡qué poca memoria tienen algunos!, que olvidaron que se montó un juicio sin una sola línea de verdad. Un juicio escandaloso, acusando a unos y a otros, y como testigo Telleldín, delincuente que se ocupaba de descalabrar o luego vender autos robados. A quien Galeano, con aprobación de Rubén Beraja, entonces presidente de la DAIA, entregó 400 mil dólares -en la cárcel donde estaba- para que mintiera y señalara a un iraní y a otros; incluso policías locales que tendrían cuentas pendientes, pero que como se demostró en el juicio oral nada que ver con este caso, y debieron ser liberados.
Tantas y tantas mentiras -todo esto consta en la justicia y se puede leer en los diarios de la época- convirtieron al juicio en un desastre. A esto se agrega el robo de pruebas, que precisamente no acusaban a Irán. Esa justicia, para mantener la tesis de EEUU e Israel ha cometido tantos desatinos, que lograron la detención en Londres del ex Embajador iraní en Argentina Hadi Soleimapour en 2004, por el que se pidió la extradición.
Cuando la justicia británica solicitó las pruebas para dicha extradición, lo que mandó Argentina -la "justicia argentina"- no contenía ninguna. Porque no existen. Como resultado Londres debió pagar al funcionario iraní casi 200 mil libras esterlinas de indemnización, por haber detenido a este hombre, sin causa alguna. Está en todas partes. Estos sí no son inventos. En un principio hasta Interpol por esos mismos tiempos, devolvió un pedido de la justicia argentina, para una alerta roja por falta de pruebas.
En los últimos tiempos -y después de grandes cambios en ese organismo y presiones de los poderosos- se impuso el alerta roja, pero pregunten por las pruebas. ¿Qué pruebas mandó Nisman?. Pregunten eso. Porque si esas pruebas son el alegato de acusación a Irán que dio a conocer el fiscal el año anterior, es un escándalo. Letra por letra toma lo que EEUU e Israel utilizan como acusación, supuestos, medias verdades, prueba concreta ninguna. Intentar utilizar este cruento atentado con tantas víctimas, acusando a un determinado país al que quieren invadir desde hace tiempo, es tan criminal como el atentado mismo.
Aunque se sigue actuando sin pruebas concretas y se habla de un testigo C -por cierto también entrevistado en el exterior y provisto por los mismos servicios- este no ha podido entregar ninguna prueba.
Ningún país que se respete en el mundo va a entregar funcionarios, acusados por la CIA y el MOSSAD u otro servicio de inteligencia externo. Esos mismos servicios son los que realizaron la siguiente acción en el último tiempo (para citar alguna de las recientes): atacar a un barco de pacifistas que iba llevando medicamentos y alimentos a Gaza, donde un pueblo sitiado resiste permanentes bombardeos, intervenciones y matanzas. Ese barco fue asaltado en aguas internacionales por fuerza especiales israelíes; hubo 13 muertos y varios golpeados y torturados. La reciente difusión de un resumen- sólo un resumen- de las torturas y crímenes cometidos por la CIA, a la que hay que agregar servicios de inteligencia de los países europeos en la OTAN, impiden a cualquier país del mundo entregar a personas acusadas por estos servicios y sin prueba alguna. Esta no es una toma de posición. Esto está en la carta de Naciones Unidas.
¿Porqué el gobierno israelí no quiere que, así como viajó la justicia argentina a Venezuela y a Europa para interrogar testigos falsos, fuera a tomar declaraciones a los acusados, en su propia tierra, en presencia de comisiones de veedores internacionales imparciales, como garantía de absoluta seriedad y respeto a la justicia?
El Memorándum surge de un trabajo paciente diplomático como un extraordinario gesto, que contribuye a la política internacional y a la solución pacífica de conflictos. ¿Será que escuchar a estos acusados podría poner en escena la verdad y no todo lo que se ocultó con presiones, dinero y demás en los juicios que se intentaron aquí?
Pero cuando se investiga se comprueba que todos los que han intervenido en atentados en el mundo, están ligados a los servicios de inteligencia de los países que como EEUU están decididos a controlar el mundo, con sus socios menores en una gobernanza global. Países que bajo el mando de la OTAN - cuyas acciones son ilegales y donde utilizan a miles y miles de mercenarios- quieren quedarse con los grandes recursos naturales. Como fueron mentiras las que utilizaron para invadir Afganistán, Irak o Libia; y las que ahora usan para intentar invadir Siria.
Fuente Agencia Paco Urondo
III Cumbre de la CELAC: El reto de actuar conjuntamente
27 de Janeiro de 2015, 18:08Por Eduardo Tamayo G.*
En esta III Cumbre se prevé adoptar, como en la anterior de La Habana, una declaración política y un plan de acción que recojan las propuestas de los 33 países que conforman el organismo, así como una veintena de declaraciones especiales. Con el objetivo de preparar estos documentos, este 27 de enero se encuentran reunidos en San José los ministros de Relaciones Exteriores, reunión en la que también está prevista la intervención de José Graziano da Silva, Director General de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
*Periodista ecuatoriano. Graduado en la Facultad de Comunicación Social en la Universidad Central del Ecuador. Corresponsal en Ginebra de la Agencia Latinoamericana de Información, ALAI, y representante de la misma Agencia ante Naciones Unidas, funciones que ejerce desde 1999. Fue director de la revista semanal Punto de Vista y reportero del diario Últimas Noticias de Quito. Ha dado cobertura a diferentes eventos como la III Conferencia contra el Racismo, Foro Social de Porto Alegre y la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información. Es autor o coautor de diversas publicaciones.
El camino de la Revolución martiana
27 de Janeiro de 2015, 15:33Por Armando Hart Dávalos
En medio de las complejidades y los desafíos que entraña la situación actual se impone una interrogante: ¿Cuál es nuestro deber con las generaciones que vivirán bien entrado el siglo XXI para la preservación y transmisión del legado del Héroe Nacional?
Para el pueblo cubano la conmemoración del natalicio del Apóstol, así como de otras efemérides relacionadas con su vida y obra, siempre han tenido una gran relevancia. Desde luego que al rememorar estos aniversarios lo hacemos con un gran sentimiento de responsabilidad, por la significación que esa entrañable figura tiene, no solo para nuestro pueblo, sino también para los pueblos de nuestra América y el mundo. Se trata de una tradición que nos viene de la Escuela cubana, de los maestros y de muchas figuras intelectuales y políticas que la mantuvieron viva y actuante en sus pensamientos, a lo largo del pasado siglo XX.
Como bien conocemos, en el presente año se cumplirán 120 años del inicio de la Guerra necesaria que él organizó y convocó; del Manifiesto de Montecristi; de su desembarco en Playita de Cajobabo, en el extremo oriental del país; de su nombramiento como Mayor General y de su caída en combate en Dos Ríos, entre otras significativas fechas, por lo que la evocación de cada una de estas trascendentales efemérides es, del mismo modo, una ocasión propicia para reflexionar sobre el camino recorrido por nuestra martiana Revolución y su proyección hacia el futuro.
Por otra parte, recordemos que en Cuba sucedió un milagro desde el punto de vista filosófico, porque aquí se lograron articular «creadoramente» las ideas del marxismo consecuente, antidogmático y forjador con el pensamiento martiano; de ahí que nuestro Partido se pudo definir como marxista-leninista y martiano. Por lo que, del mismo modo, la dirección del Partido, en su Primera Conferencia Nacional, en enero de 2012, orientó profundizar en el legado ético, humanista y antiimperialista del pensamiento del Apóstol cubano, como fundamento esencial de nuestra práctica revolucionaria.
De igual modo, no olvidemos que en la larga evolución de las ideas cubanas, desde los tiempos del padre José Agustín Caballero, Varela, Luz y Martí, hasta hoy, está presente el método electivo del conocimiento. El pensamiento filosófico y político, social y cultural en general de nuestro país forjó la síntesis mejor lograda de las ideas del llamado occidente, sobre el que Fernando Ortiz —considerado el tercer descubridor de Cuba por sus estudios sociológicos y etnográficos—, al analizar el fenómeno de la transculturación y de los factores humanos en la cubanidad, utiliza la metáfora del ajiaco para caracterizar la cultura cubana. Y es «en efecto» un ajiaco con sabor a justicia en su alcance más universal y lo que sustantiva ese maravilloso ajiaco está en José Martí.
Precisamente hace 120 años, en nota publicada en el periódico Patria, el 26 de enero de 1895, Martí formuló un concepto que tiene un significado cardinal en nuestros días: «Patria es Humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos más de cerca, y en que nos tocó nacer»; esta definición la podemos relacionar con su toma de partido en aquel verso memorable: «Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar».
Para los cubanos, en medio de las complejidades y los retos que nos impone la situación actual, siguen vigentes las siguientes interrogantes: ¿Cuál es nuestro deber con las generaciones que vivirán bien entrado el siglo XXI para la preservación y transmisión del legado martiano? ¿Cómo debemos insertarnos de manera creativa y eficaz en el esfuerzo que involucra a todo el país para alcanzar una cultura integral y masiva? ¿Qué debemos hacer hoy para que el sagrado legado martiano sea investigado con profundidad y podamos extraerle las lecciones válidas para hacer frente a los desafíos del siglo XXI?
Estamos comprometidos con la defensa de la tradición democrática, revolucionaria y socialista de la nación cubana y de los valores que están en lo que podemos llamar el ADN de Cuba, es decir, de nuestra identidad. Desde luego que nuestras responsabilidades se han acrecentado, pues no solo estamos defendiendo la cultura cubana, sino también la cultura latinoamericana, caribeña e incluso mundial. Sobre todo en el día de hoy, momento en el que se ha entablado un combate a escala continental entre los pueblos que quieren profundizar los cambios económicos, políticos y sociales que han tenido y tienen lugar en la región y las oligarquías sometidas «históricamente» a los designios imperiales. No olvidemos que se trata de una lucha en la que nuestra región latinoamericana y caribeña, con una dilatada historia de saqueo, subdesarrollo y depredación por parte de metrópolis antiguas y modernas, con un destino de liberación y una tradición espiritual que sirve de fundamento a una vocación de integración regional, ya se encuentra en condiciones favorables para hacer un aporte sustantivo y salvar a la especie humana y al planeta que habitamos de su extinción definitiva.
Es un imperativo alentar a los jóvenes a que se preparen y tomen conciencia de la necesidad de enfrentar el drama, porque la familia humana enfrenta mortales peligros; tenemos que hacer conciencia del nefasto carácter de esta crisis que vive la humanidad. Por primera vez en la milenaria historia del hombre se han acumulado fuerzas técnicas y recursos materiales capaces de extinguir no solo a la especie humana, sino a todas las especies.
Esto se relaciona estrechamente con el tema del imperialismo en su fase actual y específicamente la situación en Estados Unidos. Martí fue el pensador extranjero que mejor conoció la sociedad norteamericana de su tiempo y sus ideas constituyen hoy una sólida base para relacionarnos con ese país; por eso sus ideas son un recurso muy necesario para vincularnos y relacionarnos más estrechamente con la sociedad norteamericana. Porque el imperialismo de hoy no es el imperialismo del siglo XX, se trata del imperialismo en proceso de decadencia y, recordemos, todos los imperios, en el momento de fenecer o en el proceso final de su existencia, emprenden acciones desesperadas para tratar de detener lo inevitable. El imperio hegemónico, ansioso de perpetuar su dominación «a toda costa» sigue acudiendo a flagrantes violaciones del Derecho Internacional, a la amenaza, al uso de la fuerza, y no vacila en emprender agresiones a gran escala con el propósito de asegurar la explotación y el saqueo de los recursos naturales en todo el mundo.
En cuanto a Cuba, se inicia una etapa de mayor sutileza y rigor en el combate, etapa en la que nuestro pueblo tendrá que luchar y darlo todo por la plena integridad e independencia de la nación.
No hay dudas de que el imperio yanqui seguirá cambiando sus maneras de intentar imponer sus designios a la nación cubana, pero, en esencia, mantendrá el mismo propósito. También las nuevas formas revolucionarias de luchar en defensa de Cuba tomarán nuevos alcances y sutilezas, estarán cargadas de peligros, pero estos riesgos «como ya hemos visto» no son solo para Cuba, sino también para el mundo.
Partiendo de la cosmovisión martiana, estamos comprometidos a colaborar con los centros de investigaciones sociales del país, con las instituciones martianas, en especial con el Movimiento Juvenil Martiano, para preservar, profundizar en el estudio y divulgar lo más ampliamente posible el legado martiano, como garantía de la continuidad histórica de la Revolución.
Como ha señalado el General de Ejército Raúl Castro, para garantizar esa continuidad «contamos con la pujanza y compromiso patriótico de la gran masa de intelectuales, artistas, profesores y maestros revolucionarios, así como con la firmeza de nuestros centros de investigaciones sociales, universidades y de su estudiantado, aún sin utilizar plenamente sus potencialidades».
El pensamiento martiano sigue brindando hoy un sólido sustento a los procesos de integración latinoamericana y caribeña. Ha llegado, como señaló Martí, la hora de proclamar la segunda y definitiva independencia de nuestros pueblos, apoyándonos en la herencia bolivariana y martiana y de una pléyade de próceres y pensadores latinoamericanos y caribeños que soñaron con esa integración. No es casual que la referencia a sus ideas aparezca de manera frecuente en los discursos de presidentes y jefes de Gobierno de los países de la región. La cultura que representan Bolívar y Martí, Hugo Chávez y Fidel tiene responsabilidades universales.
Frente a las amenazas que se ciernen sobre la especie humana y sobre la vida misma en la Tierra no podemos permanecer impasibles, y como martianos debemos luchar contra aquellos que por codicia y por estrechez de miras actúan de manera insensata y están conduciendo a la humanidad hacia un callejón sin salida.
Cada persona cuenta en esta lucha y por eso invito a todo ser humano, cualquiera sea su edad, raza, sexo, ideología o creencia religiosa, a que haga uso de su «facultad de asociarse», como dijo José Martí, para que nos unamos y pasemos a la acción a fin de salvar a la humanidad de esa catástrofe que sería irreversible y abramos el camino a soluciones sensatas que propicien un mundo mejor en el que el bienestar, la justicia social y la equidad tengan un verdadero alcance universal.
No se trata de un mero ejercicio teórico, sino de abrir cauce a la más amplia movilización de la sociedad para enfrentar los retos que significan la salvación de la especie humana y promover la lucha contra la pobreza, la marginalidad, la exclusión social, la violencia y la depredación de los recursos naturales; para lograr un mundo mejor, caracterizado por la paz, el desarrollo sustentable, la justicia social, la solidaridad y el respeto a la dignidad plena del hombre. El legado intelectual de José Martí, con el carácter visionario de su pensamiento y su carga de espiritualidad, se ha convertido en un referente ético y político para la consecución de ese mundo mejor al que aspiramos para las presentes y venideras generaciones.
Tenemos la responsabilidad enorme de promover y dar a conocer de la manera más amplia la figura de José Martí; por eso, la conmemoración en este 2015, como ya señalamos, del aniversario 120 de importantes acontecimientos vinculados a su batallar por la independencia de su amada Cuba y de la guerra iniciada en 1895, debe servir de acicate para desarrollar acciones que contribuyan a destacar la vigencia de sus ideas y de los valores éticos y jurídicos que él defendiera con pasión y una belleza literaria sin par.
Tomado de Juventud Rebelde
Imagen agregada Pintura Fabelo
Fidel Castro: Para mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria
26 de Janeiro de 2015, 15:33Queridos compañeros:
Desde el año 2006, por cuestiones de salud incompatibles con el tiempo y el esfuerzo necesario para cumplir un deber —que me impuse a mí mismo cuando ingresé en esta Universidad el 4 de septiembre de 1945, hace 70 años—, renuncié a mis cargos.
No era hijo de obrero, ni carente de recursos materiales y sociales para una existencia relativamente cómoda; puedo decir que escapé milagrosamente de la riqueza. Muchos años después, el norteamericano más rico y sin duda muy capaz, con casi 100 mil millones de dólares, declaró ―según publicó una agencia de noticias el pasado jueves 22 de enero—, que el sistema de producción y distribución privilegiada de las riquezas convertiría de generación en generación a los pobres en ricos.
Desde los tiempos de la antigua Grecia, durante casi 3 mil años, los griegos, sin ir más lejos, fueron brillantes en casi todas las actividades: física, matemática, filosofía, arquitectura, arte, ciencia, política, astronomía y otras ramas del conocimiento humano. Grecia, sin embargo, era un territorio de esclavos que realizaban los más duros trabajos en campos y ciudades, mientras una oligarquía se dedicaba a escribir y filosofar. La primera utopía fue escrita precisamente por ellos.
Observen bien las realidades de este conocido, globalizado y muy mal repartido planeta Tierra, donde se conoce cada recurso vital depositado en virtud de factores históricos: algunos con mucho menos de los que necesitan; otros, con tantos que no hallan que hacer con ellos. En medio ahora de grandes amenazas y peligros de guerras reina el caos en la distribución de los recursos financieros y en el reparto de la producción social. La población del mundo ha crecido, entre los años 1800 y 2015, de mil millones a siete mil millones de habitantes. ¿Podrán resolverse de esta forma el incremento de la población en los próximos 100 años y las necesidades de alimento, salud, agua y vivienda que tendrá la población mundial cualquiera que fuesen los avances de la ciencia?
Bien, pero dejando a un lado estos enigmáticos problemas, admira pensar que la Universidad de La Habana, en los días en que yo ingresé a esta querida y prestigiosa institución, hace casi tres cuartos de siglo, era la única que había en Cuba.
Por cierto, compañeros estudiantes y profesores, debemos recordar que no se trata de una, sino que contamos hoy con más de cincuenta centros de Educación Superior repartidos en todo el país.
Cuando me invitaron ustedes a participar en el lanzamiento de la jornada por el 70 aniversario de mi ingreso a la Universidad, lo que supe sorpresivamente, y en días muy atareados por diversos temas en los que tal vez pueda ser todavía relativamente útil, decidí descansar dedicándole algunas horas al recuerdo de aquellos años.
Me abruma descubrir que han pasado 70 años. En realidad, compañeros y compañeras, si matriculara de nuevo a esa edad como algunos me preguntan, le respondería sin vacilar que sería en una carrera científica. Al graduarme, diría como Guayasamín: déjenme una lucecita encendida.
En aquellos años, influido ya por Marx, logré comprender más y mejor el extraño y complejo mundo en que a todos nos ha correspondido vivir. Pude prescindir de las ilusiones burguesas, cuyos tentáculos lograron enredar a muchos estudiantes cuando menos experiencia y más ardor poseían. El tema sería largo e interminable.
Otro genio de la acción revolucionaria, fundador del Partido Comunista, fue Lenin. Por eso no vacilé un segundo cuando en el juicio del Moncada, donde me permitieron asistir, aunque una sola vez, declaré ante jueces y decenas de altos oficiales batistianos que éramos lectores de Lenin.
De Mao Zedong no hablamos porque todavía no había concluido la Revolución Socialista en China, inspirada en idénticos propósitos.
Advierto, sin embargo, que las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplique sus conocimientos.
La naturaleza nos enseña que pueden haber transcurrido decenas de miles de millones de años luz y la vida en cualquiera de sus manifestaciones está siempre sujeta a las más increíbles combinaciones de materia y radiaciones.
El saludo personal de los Presidentes de Cuba y Estados Unidos se produjo en el funeral de Nelson Mandela, insigne y ejemplar combatiente contra el Apartheid, quien tenía amistad con Obama.
Baste señalar que ya en esa fecha, habían trascurrido varios años desde que las tropas cubanas derrotaran de forma aplastante al ejército racista de Sudáfrica, dirigido por una burguesía rica y con enormes recursos económicos. Es la historia de una contienda que está por escribirse. Sudáfrica, el gobierno con más recursos financieros de ese continente, poseía armas nucleares suministradas por el Estado racista de Israel, en virtud de un acuerdo entre este y el presidente Ronald Reagan, quien lo autorizó a entregar los dispositivos para el uso de tales armas con las cuales golpear a las fuerzas cubanas y angolanas que defendían a la República Popular de Angola contra la ocupación de ese país por los racistas. De ese modo se excluía toda negociación de paz mientras Angola era atacada por las fuerzas del Apartheid con el ejército más entrenado y equipado del continente africano.
En tal situación no había posibilidad alguna de una solución pacífica. Los incesantes esfuerzos por liquidar a la República Popular de Angola para desangrarla sistemáticamente con el poder de aquel bien entrenado y equipado ejército, fue lo que determinó la decisión cubana de asestar un golpe contundente contra los racistas en Cuito Cuanavale, antigua base de la OTAN, que Sudáfrica trataba de ocupar a toda costa.
Aquel prepotente país fue obligado a negociar un acuerdo de paz que puso fin a la ocupación militar de Angola y el fin del Apartheid en África.
El continente africano quedó libre de armas nucleares. Cuba tuvo que enfrentar, por segunda vez, el riesgo de un ataque nuclear.
Las tropas internacionalistas cubanas se retiraron con honor de África. Sobrevino entonces el Periodo Especial en tiempo de paz, que ha durado ya más de 20 años sin levantar bandera blanca, algo que no hicimos ni haremos jamás.
Muchos amigos de Cuba conocen la ejemplar conducta de nuestro pueblo, y a ellos les explico mi posición esencial en breves palabras.
No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra. Defender la paz es un deber de todos. Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales. Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos.
El Presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba.
Los graves peligros que amenazan hoy a la humanidad tendrían que ceder paso a normas que fuesen compatibles con la dignidad humana. De tales derechos no está excluido ningún país.
Con este espíritu he luchado y continuaré luchando hasta el último aliento.
Fidel Castro Ruz
Enero 26 de 2015
12 y 35 p.m.
Obama, la “nueva era” con Cuba y la Cumbre de la Celac
26 de Janeiro de 2015, 3:32Por Carlos Fazio
*Carlos Fazio es periodista, colaborador del diario La Jornada (México) y el semanario Brecha (Montevideo), y docente universitario en las áreas de ciencias políticas y derechos humanos.
Fuente ALAINET