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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Experta cubana replica a articulista de BBCMundo

19 de Janeiro de 2014, 21:38, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

 

Publicado por Iroel Sánchez en La Pupila Insomne

Reproduzco esta carta que me ha llegado vía email y ruego a todos los que la lean contribuir a su difusión, a ver si logramos que la cadena pública de noticias del Reino Unido de la Gran Bretaña se disculpe con la profesora o al menos reproduzca su punto de vista sobre este tema en el que parece está mejor informada que BBC. 

La Habana, 16 de enero del 2014

A Sr. Fernando Ravsberg

BBC Mundo

Estimado señor:

Quien le escribe es una de las fundadoras del Programa de Universidades de Adultos Mayores en Cuba, el cual ya tiene 14 años de creado, con 562 aulas o universidades de mayores, gratuitas y accesibles en cada comunidad.

Con interés he leído su artículo denominado ¨Cuba reconoce por primera vez que tiene un problema con sus ancianos¨.

Digo con interés, ya que efectivamente Usted ha publicado en forma de noticia preocupaciones y empeños priorizados a nivel de debate parlamentario, y del gobierno cubano.

Como soy una enamorada de la labor gerontológica me parece importante la existencia de noticias que aborden los esfuerzos en esta esfera, y más aún,  procedentes de un pequeño país con pocos recursos económicos,  pero con acciones que siempre alcancen cobertura nacional.

Lo que me llama la atención es su aseveración acerca de que es ¨ahora¨ que las autoridades empiezan a reconocerlo como importante.

Digo que me llama la atención pues desde hace décadas diversas instituciones nos hemos dedicado a la atención del tema acerca del proceso de envejecimiento poblacional, y fíjese que no digo problema,  porque no puede ser un ¨problema¨ el que uno viva más años y tampoco es un proceso cubano, sino un proceso de carácter mundial.

A mi modesto entender, aun cuando en el artículo Usted coloca informaciones nobles en cuanto al carácter gratuito de nuestra atención a las personas mayores relacionadas con su total cobertura en salud, círculos de abuelos, universidades de mayores, entre otras, siento que  el mensaje puede provocarle al lector una rara sensación de descredito cuando refiere que sus autoridades ahora es que empiezan a preocuparse. Y me pregunto: ¿Cuál es el objetivo de esa aseveración? ¿Bajo cuales intenciones y voluntad política entonces en Cuba se abrieron todos nuestros programas en el campo de la Geriatría y la Gerontología, desde hace varias décadas?

Por otra parte, es totalmente cierto que mucho nos falta para garantizar lo que entendemos como una vejez plena y con total bienestar. Por supuesto que requerimos de más instituciones, más programas y más posibilidades en la eliminación de barreras no solo arquitectónicas.

He podido admirar y conocer personalmente las acciones, que en esta área de trabajo, se vienen llevando a cabo también en países de Europa y en América Latina y el Caribe. Sin embargo, en muchas ocasiones he podido observar las preocupaciones de mis colegas de otros países cuando no logran posicionar sus programas desde una cobertura nacional, sino que quedan como proyectos que favorecen a grupos o pequeños sectores de la población adulta mayor, en sus respectivos países.

Si bien no soy asidua lectora de BBC Mundo he recibido mensajes de colegas extranjeros asombrados de la forma en que Usted expuso la noticia pues han estado aquí, compartido nuestras experiencias, logros, dificultades y retos.

 Atentamente,

Foto Abel Rojas, Radio Rebelde

Prof. Teresa Orosa Fraíz

Presidenta Cátedra del Adulto Mayor

Facultad de Psicología

Universidad de La Habana

Cuba

 

 

 

 




Un nuevo paso hacia el sueño de la Patria Grande

19 de Janeiro de 2014, 20:45, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Patricio Montesinos

La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a iniciarse a nivel presidencial, el 28 de enero en La Habana, coincidirá con el aniversario 161 del natalicio del Héroe Nacional cubano, José Martí, quien junto a Simón Bolívar y otros próceres, fueron abanderados a lo largo de la historia por la ansiada independencia y la definitiva integración de la Patria Grande.

Un paso importante representará esta cita de 33 jefes de Estado y de Gobierno en aras de materializar lo que escribiera Martí: "¡los árboles han de ponerse en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!", en clara alusión a las posturas inseparables que deberían adoptar todos los países de nuestra América frente a Estados Unidos, al que denominó también el "Norte brutal y revuelto que nos desprecia".

El Apóstol de la nación caribeña subrayó, además, que "es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes".

 El pensamiento martiano está hoy más vigente que nunca, en momentos en que Latinoamérica transita en busca de su unidad y cooperación de igual a igual en todas las esferas, a través de la CELAC y otras organizaciones integracionistas regionales, aunque sin obviar que el camino por andar hacia ambos propósitos todavía será abrupto dados los obstáculos que seguirá colocando Washington.

Son bien conocidas las conspiraciones de las sucesivas administraciones norteamericanas para hacer fracasar cualquier intento de materialización de la Patria Grande, en contubernio con viejas y frustradas derechas a su servicio, herederas de los anexionistas de los tiempos de Martí y Bolívar.

Washington trata con todo su poder y sus medios que los árboles, a los que se refirió el Héroe Nacional cubano, no se pongan en fila para detener el vuelo rasante del águila imperial que acecha sin tregua alguna a nuestra región.

El gigante de las siete leguas está herido, precisamente por los procesos revolucionarios y de integración que se escenifican actualmente en América Latina, y que teme se consoliden en todo el territorio del Bravo a la Patagonia.

Es una realidad que la correlación de fuerzas ha variado en favor de materializar el anhelo histórico de la Patria Grande, pero igual es cierto que Estados Unidos tratará de que no andemos en cuadro apretado.

La Cumbre de la CELAC de La Habana, en correspondencia con las ideas de Martí, del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y del desaparecido presidente venezolano Hugo Chávez, abogará con certeza absoluta por la marcha unida de todos, respetando la diversidad, para poner freno a quienes siempre han apostado por mantener dividida a nuestra América, para sojuzgarla.

 

Tomado de Especial de Granma por II Cumbre CELAC



Será en la Habana evento internacional de género y comunicación

18 de Janeiro de 2014, 4:33, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Wendy Zuferri


 

La Habana.- El XI Encuentro Iberoamericano de Género y Comunicación tendrá lugar del 28 al 30 de mayo en el Hotel Nacional de Cuba, con la participación de académicos y trabajadores de los medios informativos de una veintena de países.

La cita, aunada bajo la convocatoria El desafío de las audiencias, es coordinada por la Federación de Mujeres Cubanas, la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, y la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), cuyos integrantes ofrecieron en conferencia de prensa detalles sobre el desarrollo de este cónclave.

Aunque este gremio no fue creado expresamente para abordar las cuestiones del enfoque de género, es una entidad que trabaja por lograr una comunicación contrahegemónica, explicó Isabel Moya, directora de la Editorial de la Mujer, de ahí que propicie todos los eventos que tributen a la construcción de una sociedad más participativa e inclusiva.

Moya resaltó que entre los temas centrales de este XI encuentro estará el de la articulación de los entornos comunitarios con los medios de comunicación, y cómo la programación de estos puede ser construida por los propios ciudadanos, así como también serán abordadas las redes sociales como nuevo tipo de audiencia.

Por su parte, Bárbara Doval, vicepresidenta de la UPEC, comentó que se abarcarán asimismo asuntos que ya son tradicionales de estas citas como la violencia de género, la sexualidad, y los estudios de masculinidad.

Esta edición tiene la característica de que, previamente, realizaremos un curso previo sobre Comunicación, Género y Comunidad los días 26 y 27 en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, que también acogerá por esas fechas un taller sobre el papel de las radios municipales y provinciales en la defensa de los derechos de la mujer, abundó.

Las ponencias y trabajos periodísticos participantes por Cuba serán escogidos en encuentros regionales que sesionarán del 19 de marzo al 11 de abril.

Fuente Portal Cubarte



Cultura, historia y un águila que sí caza moscas

18 de Janeiro de 2014, 2:33, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Luis Toledo Sande*

 Hace cerca de un año, en un coloquio fértil -y celebrado en Cuba, no en otros lares- oí una ponencia que ahora rozaré levemente. Si quien la presentó, persona joven y de notable inteligencia, sólo se hubiera propuesto enaltecer las edificaciones de utilidad pública hechas construir antes de 1959 en Cienfuegos -también pudieran ponerse ejemplos de otras ciudades cubanas- por la alta burguesía local, que tenía los recursos para ello, habría poco o nada que discutir. El valor social, masivo y sin racismo de tales edificaciones creció con una revolución que triunfó en el año mencionado y las puso verdaderamente en función de intereses nacionales y populares que -¿saldrá sobrando recordarlo?- no caracterizaban a los millonarios, por muy grande que fuera o se considere su filantropía.

Pero la ponencia iba más allá de sostener que aquella burguesía en particular era buena, generosa, aparte de encantadora y democrática: según el texto, a tal punto lo era que integrantes suyos hasta iban a los entierros de sus empleados. En algún momento brotó lo que pudiera tenerse como tesis central: dando por sentado lo antes dicho, el caso de esa urbe mostraba que un hijo suyo, Carlos Rafael Rodríguez, cuyo centenario se cumpliría apenas unos días después del coloquio en el cual se presentó la ponencia, había errado al calificar de conservadora y antinacional a la alta burguesía cubana.

Era difícil que tales criterios pasaran inadvertidos. Entre quienes les salieron al paso estuvo el autor de un texto dedicado poco antes a la recordación de aquel eminente intelectual y político a quien no habrá que perdonar las imprecisiones o errores que hubiera cometido (hasta donde sabemos, no era un dios ni pretendió serlo). Pero más injusto aún sería responsabilizarlo por el hecho de que hoy el marxismo y los ideales comunistas en general no estén de moda en el mundo. Lo más probable es que esta circunstancia figure entre revisiones como la dirigida a su obra en aquel encuentro.

La aludida refutación a la ponencia recordó que entre las grandezas históricas y culturales de las que puede blasonar Egipto, e incluso sacar dividendos de ellas por la vía del turismo, sobresalen las famosas Pirámides. Solo que sería por lo menos tan cuestionable afirmar que los faraones allí sepultados las concibieron con ese fin, como olvidar que ellos ordenaron su construcción, no las hicieron. Con ese trabajo corrieron incontables seres humanos cuyos nombres hoy nadie conoce, y a quienes habitualmente se pasa por alto, aunque muchos de ellos habrán muerto en el esfuerzo hecho para levantar obras que hoy siguen desafiando la imaginación y mereciendo que se les considere maravillas.

Tal vez aquellas personas creían que acataban un mandato divino, o simplemente cumplían el papel que “les tocaba”, pero nada echa por tierra esta verdad: fueron brutalmente explotadas, condenadas a trabajar para erigir tumbas que ratificarían como imagen y realidad el poder político y económico, asegurado por la ideología dominante, de monarcas que, de paso, procuraban asegurarse, o hacer ver que se aseguraban, la perpetuidad y el bienestar de su alma, ya fueran ellos el poetizado Tutankamón o cualquier otro.

No hay que retacearles a los burgueses cienfuegueros ni de ningún otro sitio las virtudes personales que tuvieran, ni olvidar que sus “pirámides” -de etiqueta y encanto que constituían evidencia de sus riquezas- se construían con mano de obra explotada, un hecho que no debemos ignorar cuando la explotación de unos seres humanos por otros sigue siendo realidad generalizada en el planeta. Tampoco se necesita ignorar la posible sinceridad de gestos como el de ir a entierros de empleados fieles, para suponer que acciones como esas podían figurar entre los recursos extraeconómicos válidos para ganar la lealtad de los siervos, sobre todo en ciudades relativamente pequeñas, donde resultaba o resulta más factible exhibir relaciones patriarcales de signo feudal.

No insistamos más en una ponencia que no carecía de aciertos en otros órdenes, ni ha de verse como un hecho aislado, sino como expresión de tendencias contemporáneas en las cuales se trenzan marcas diversas, como las del repliegue de las izquierdas y la propensión de representantes suyos a perpetuar códigos de poder nacidos de las desigualdades sociales, y como la euforia de las derechas exitosas, que tienen de su lado aquel repliegue, cuyo significado se refuerza con la extendida resignación que los medios dominantes cultivan con abarcadora eficacia. En ello los auxilia la desprevención de algunos, sin descontar el posible servilismo voluntario de otros, ni ignorar el peso de la realidad.

El culto a los valores del llamado Occidente cristiano -dígase con mayor exactitud: del capitalismo dominante, concentrado en un imperio que explícitamente revalida la guerra entre civilizaciones- lo fomentan los centros de poder con el concurso de sus potentes recursos mediáticos. Procuran que la lucha ideológica parezca demodé, cosa del pasado, mientras ellos mantienen una incesante campaña -enmascarada por imágenes diversas incluso cuando se trata de acciones bélicas genocidas- para que su ideología sea la única o, por lo menos, se acepte con pasividad como si no hubiera otra posible.

El imperio ha impuesto la imagen de una globalización con arreglo a la cual el mundo es una aldea homogénea, a pesar de las abismales diferencias que hay entre unos países y otros, y dentro de cada país, por poderoso que sea. A la vez, difunde la idea de que se ha llegado a una modernidad que representa los valores e intereses imperiales, y a la cual no es razonable, en caso de que sea posible, oponerse.

Ambos extremos o rostros de una misma realidad se apoyan en la colonización cultural, y en las últimas décadas el centro de influencia “académica” se trasladó a los Estados Unidos. Lo que huela a violencia revolucionaria es calificado de terrorismo, y la violencia imperial es un recurso para defender o imponer la democracia, intereses civilizados, aunque los frutos conseguidos sean los que están a la vista en Irak y en Libia, por ejemplo.

Si en tal urdimbre hay textos que cuenten con la propulsión en medios dominantes, no son los que tengan visos de defender ideales comunistas, sino los que se enfilen a devaluarlos. Es algo que se puede hacer, o se hace, a propósito de sucesos identificables con los excesos del llamado estalinismo, y si en medio de eso se puede citar el asesinato de un intelectual y político víctima de la persecución soviética, mejor. Similar rasero se aplica para devaluar realidades como la Segunda República Española, proyecto democrático y fundador derrocado por un bando fascista que durante décadas sumió a España en el terror. Cualquier hecho puede ser sometido a lentes de tal índole, siempre que hacerlo invite a la parálisis social, y refutar esas maniobras puede ser tenido por acto inculto, de muy mal gusto.

La desmovilización de las izquierdas en gran parte del mundo es el mayor aliado que en su afán de perpetuarse puede tener el imperio, cuyo poderío mediático ni remotamente supone la exclusión del uso de la fuerza militar. A las personas honradas podría servirles de brújula, para orientarse en hechos y pensamiento, saber qué defiende el imperio. No coincidir con él no necesariamente garantizará abrazar siempre lo más acertado, pero será una guía para no caer en el bando de los mayores errores y horrores. Parézcalo o no lo parezca, el imperio mete su hocico en todas partes, o tiene quienes lo metan por él.

Si un país conoce esa realidad es Cuba, que lleva más de medio siglo enfrentándola con firmeza, y debe seguir haciéndolo: en primer lugar, para bien de su pueblo, y también porque es objeto de la mirada expectante o inquieta de quienes en el mundo siguen buscando en su resistencia pabilo para la esperanza. Por tanto, debe proponerse, para alcanzarlo, el mayor acierto en sus decisiones de toda índole, y su prensa debe contribuir con eficacia a señalar peligros, vengan del asedio enemigo o de errores propios.

Los planes enemigos incluyen sembrar confusiones y cizaña. Recientemente un despacho aparecido en un sitio digital contrarrevolucionario anunció que el águila yanqui volverá al monumento que frente al Malecón de La Habana recuerda a las víctimas del hundimiento del acorazado Maine. El mismo sitio, que afirma haber recibido la supuesta información de cubanos bien enterados sobre el programa de restauración constructiva de la capital del país, sostiene -como dando voz a presuntos estados de opinión- que unos reaccionan ante la noticia “con sorpresa y otros con la esperanza de que Cuba vuelva a la normalidad”.

Así, según la nota, se rectificaría un “disparate”: el cometido en mayo de 1961, días después de la victoria del pueblo cubano sobre mercenarios del imperio en Playa Girón, dato que el texto pasa por alto, al derribar “el águila norteamericana” que coronaba el monumento, y -añade el texto- “los bustos de Leonard Wood, William Mc Kinley y Theodore Roosevelt”.

Llama la atención que, al reclamar la vuelta a su estado original, no se mencionen las más de doscientas cincuenta víctimas del hundimiento del Maine, en cuya memoria se inauguró el monumento en 1925, como expresa una de las dos tarjas centrales, que se conservan hoy. Reclaman, aunque no sabemos que formaran parte del monumento -no aparecen en fotos ni se mencionan en textos consultados anteriores a mayo de 1961, ni los recuerdan personas que lo conocieron antes de esa fecha-, la restitución de los bustos de tres representantes conspicuos del imperio directamente vinculados, dos de ellos, con la intervención en la guerra que los patriotas cubanos libraban contra el colonialismo español, y, el tercero, con la instauración en Cuba de una república maniatada por la Enmienda Platt, contexto en el cual se construyó el monumento, y que algunos quisieran restablecer junto con el águila.

Los contrarrevolucionarios dejan ver su orientación: “Si los Estados Unidos se hubieran apoderado de Cuba, algo que fácilmente habrían logrado al finalizar la guerra de independencia”, los cubanos no sufrirían “una dictadura militar de más de medio siglo, ni el país estuviera destruido”. Anexionistas -y autonomistas- de hoy son continuadores de aquellos a quienes José Martí repudió a lo largo de su vida, como ratificó en carta a Manuel Mercado el día antes de caer en combate para frenar los planes de los Estados Unidos desatados con su intervención militar de 1898, que frustró la independencia de Cuba.

Según investigaciones -alguna de ellas hecha incluso en la Cuba revolucionaria- el hundimiento del Maine, suceso utilizado como pretexto por los gobernantes de los Estados Unidos para desatar la intervención que Martí quiso impedir, no fue el resultado de una operación española ni de un autoatentado de los Estados Unidos, sino de un accidente. Ahora bien, cualquiera que haya sido la causa del desastre, los marinos estadounidenses muertos en él fueron víctimas físicas de la explosión, y víctimas morales del imperio que usó su muerte como pretexto para consumar sus planes injerencistas. El siglo XX traería nuevas evidencias de cómo actúa ese imperio: ahí están los sucesos de Pearl Harbor; y el XXI casi se estrenó con el derribo de las Torres Gemelas, que aún genera graves sospechas.

A diferencia de otras, la Revolución Cubana no se caracterizó precisamente por la iconoclasia que en otros lares derribó monumentos. Para la vocación independentista del pueblo cubano, derribar de aquel monumento el águila imperial -no la tarja que recuerda a las víctimas del hundimiento del barco, ni la que cita la Resolución en que el gobierno de los Estados Unidos supuestamente se comprometía a reconocer la plena independencia de Cuba- era un acto más legítimo que perpetuar aquella insignia. No hay por qué restablecerla para obedecer un sentido acrítico de la restauración urbana, y menos aún por aceptación de una “normalidad” que negaría la historia revolucionaria del pueblo cubano y de su lucha, pasada y presente, y futura en un plazo que se prevé largo, contra el imperio encarnado en fuerzas que Martí calificó de ultraaguilistas.

El monumento sería fiel a la historia, y a la voluntad del pueblo cubano si en vez de restituir el águila imperial se añade adecuadamente una placa en la cual se informe sobre su derribo, y se expliquen, para quienes no las conozcan, las razones. Incluso, dado que no llegó a hacerse realidad la ilusión de que su lugar lo ocupase una paloma de la paz, obra de Picasso, tal vez lo más acertado sería poner al pie del monumento, como símbolo de rotundo rechazo al imperio, la que se derribó en 1961, esté como esté.

Un proverbio latino en el que se valora ese animal, genéricamente, como símbolo de grandeza, sostiene: “águila no caza moscas”. Pero la imperial, que representa la voracidad ajena a toda norma ética, caza cuanto convenga a sus intereses. La dificultad para ello, en este caso, no radica en el instinto de la voraz ave, sino en que Cuba no es un insecto.

 

 

*Filólogo e historiador cubano: investigador de la obra martiana de cuyo Centro de Estudios fue sucesivamente subdirector y director. Profesor titular de nuestro Instituto Superior Pedagógico y asesor del legado martiano en los planes de enseñanza del país; asesor y conductor de programas radiales y de televisión. Jurado en importantes certámenes literarios de nuestro país.  Conferencista en diversos foros internacionales; fue jefe de redacción y luego subdirector de la revista Casa de las Américas. Realizó tareas diplomáticas como Consejero Cultural de la Embajada de Cuba en España. Desde 2009 ejerce el periodismo cultural en la Revista Bohemia.

Entre los reconocimientos que ha recibido se halla la Distinción Por la Cultura Nacional.

Atiende el Blog “Luis Toledo Sande: artesa en este tiempo”

Publicado originalmente en el Portal Cubarte

 Imagen agregada sobre fotos de Roberto Chile y Mural pintado en 2010 en dicho monumento por Brigada Martha Machado



A Maduro se le pasó la mano: ¿Quién fue tu maestro: Chávez o Fidel?

16 de Janeiro de 2014, 5:55, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Teófilo Santaella¿Qué has hecho Nicolás Maduro Moros? ¿Qué te transformó tan rápido? ¿Dónde y cómo aprendiste la lección a la perfección? ¿Quién fue tu maestro: Chávez o Fidel? Fuiste combatiente desde que Chávez salió de la cárcel y lo conociste. Antes habías sido sindicalista y chófer de autobús del Metro de Carcas. Más tarde llegaste a diputado. Luego constituyentista sobresaliente. Nuevamente diputado. Presidiste el Asamblea Nacional. Te llamó Chávez para que fueras su canciller por 6 años. Luego te nombró Vicepresidente. Y en sus últimos días te dejó su legado para que lo continuaras desde Miraflores, como jefe de Estado.

¿Cómo hiciste Nicolás para hacer tan impresionante carrera política? ¿Has leído a Carlos Marx y Lenin? ¿Eres comunista, acaso? ¿Quién te inculcó y te enseño a manejar con acierto los entretelones del poder? Te recomiendo que nos escribas un manual que podría llevar el siguiente título: “Cómo aprender a ser buen y eficiente político en quince días”. Le harías un gran bien a este país, sobre todo a la dirigencia de la oposición. Tal vez siguiendo tus reglas pueda salir alguien valeroso de esa oposición obcecada. Mejor dicho, su dirigencia.

Para mí, un humilde observador y escribidor de pendejadas, se te pasó la mano, Nicolás. En tan poco tiempo has dado un ejemplo de cómo se gobierna a la vieja y nueva dirigencia política de este país. Has ido más allá de donde llegó el Gigante Hugo Chávez. ¿Las circunstancias te empujaron a tomar decisiones atrevidas? ¿O ya estaban en tu agenda?

No has tenido compasión con tus enemigos políticos. Les has dado en la madre. Como nunca antes nadie les dio. Los tienes arrinconados. Los obligaste a irse de vacaciones para Aruba, Estados Unidos, Panamá y Europa. ¿De dónde sacaron tanto real para darse esa gran vida? No lo sé. Sólo ellos lo saben. Le tendiste la mano y fueron a conocer a Miraflores. Pero no se sabe que instrucciones recibieron en el exterior los de la derecha amarilla. Nadie sabe cuál es la agenda que traen. Pero no pasara mucho tiempo sin que se descubran. Esos son unos gallos patarucos.

Se te pasó la mano, Nicolás Maduro. Terminaste el año 2013 a todo vapor, mandando como se manda. Dándole duro a los comerciantes y empresarios usureros, acaparadores, ladrones y despiadados. El 8 de diciembre, el gran día de tu examen político, lo pasaste con 20 puntos, al barrer en las elecciones municipales. Lo que significó tu segunda victoria, en tan solo 8 meses. ¡Qué bárbaro! Y te preparas para continuar a fondo con la contraofensiva económica. Con lo que das inicio a la consolidación del proceso revolucionario. Yo digo que se te pasó la mano porque la dirigencia oposicionista tiene, en sus noches, pesadillas contigo, mientas que desearían tener a Hugo Chávez en Miraflores.

Pero ahora es que tienes que hacer. Tienes por delante revolución, revolución y más revolución. ¡Volveré!

¡Chávez vive, la lucha sigue!

Enviado por Iván Pérez Rossi y Publicado en www.bentayga.org
Gracias a Alfredo VILORIA por enviarlo a mi e-mail


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