VENEZUELA Otro disfraz opositor
4 de Outubro de 2014, 23:22 - sem comentários aindaPor Irán Aguilera, @Irancaritero*
Lo escribimos por aquí el pasado 7 de agosto: la oposición va a “ponerse otro disfraz”. Pues, dicho y hecho, ya está nuevamente disfrazada. Después de varias semanas apuñalándose entre ella misma, el saco de gato que llaman MUD, en un acuerdo cogollérico, nombró a un tal Chúo Torrealba como sustituto del defenestrado Ramón Guillermo Aveledo. Varios aspirantes quedaron como novia plantada por tener perfiles de petimetre, a pesar de ser ese perfil el más natural en un político opositor criollo, pero no el más adecuado para su nueva táctica, o treta, o disfraz.
La tragedia de la oposición es que nunca le conviene ser percibida tal cual es. Necesita esconderse, disimular, no puede ser auténtica. Su carácter antipopular, por ser la expresión política del capitalismo antinacional-proimperialista, que es la causa de todos los males sociales que hemos padecido (muchos como la exclusión ya superados en Revolución Bolivariana) y los que aún padecemos (como la guerra económica), la hace proclive a ser rechazada por las grandes mayorías nacionales, hoy elevadas, ostensiblemente, en su nivel cultural, político y organizativo, debido al magisterio del Comandante Eterno Hugo Chávez.
El también defenestrado Fernández Daló cuando dijo que “Chúo Torrealba tiene la facultad de llegarle al chavista de base” no pudo esconder más ese patetismo. Al esperar que un sujeto tan desclasado le haga ese mandado, la oposición vuelve a cometer el mismo error de siempre: menospreciarnos como pueblo. El Chúo es un traidor al movimiento popular y como tal no tiene entidad en ese terreno, en otro momento (que llegará, se acordarán de mí), pudiera ser calificado por el jefe adeco Ramos Allup con sus rebuscados adjetivos: gaznápiro, palurdo, simplón, torpe, necio, bocón, incapaz, inepto, bruto e inútil. Por algo aclaró que el Chúo no tiene vocería.
La oposición sólo conoce como pueblo un estereotipo, grotesco, el que se inventó para sí misma (indecente, ignorante, comprable, manipulable, etc.) y desconoce al propio pueblo, el real, el de carne y hueso, el que lucha de verdad; por eso puso en la MUD a un mercenario (según las investigaciones de Eva Golinger al menos ha recibido 45.888 de dólares de la NED) de verborrea escatológica, porque en sus delirios ha calculado llegar con éxito a los sectores populares por los albañales. Craso error de cálculo.
Enviado por su autor
*Diputado regional y dirigente regional del PSUV y ex presidente del Consejo Legislativo Estadal de Anzoátegui (Clea)
EE.UU. seguirá siendo el líder global de la subversión y la injerencia
3 de Outubro de 2014, 20:38 - sem comentários aindaPor José Ramón Rodríguez Ruiz
No caben dudas de lo apretada que puede resultar la agenda de un presidente de EE.UU. A tal punto que en un mismo día, un mandatario yanqui puede anunciar el comienzo de una guerra; hablar sobre medio ambiente a la comunidad mundial y casi sin pausa, ratificar el compromiso de su gobierno con la subversión de estados soberanos a escala global y los esfuerzos de agresión no convencionales contra naciones sin “libertad” o “democracia”, según la perspectiva estadounidense.
El 23 de septiembre, luego de anunciar que bajo sus órdenes las Fuerzas Armadas de EE.UU. habían comenzado el ilegal bombardero a Siria y después de recitar el mismo verso que sus antecesores en la ONU sobre el cambio climático, del cual su país es el máximo responsable, Barack Obama tuvo otra actividad en su agenda.
El presidente de EE.UU. fue uno de los ponentes¹ en la sesión plenaria de la reunión anual de la Iniciativa Global Clinton,² que tuvo como tema en esta ocasión³ las Ciudades como laboratorios de innovación. En ese cónclave, el Premio Nobel anunció la emisión el 23 de septiembre de un memorándum⁴ presidencial que busca el apoyo a grupos de la sociedad civil, y prevé la creación de “centros de innovación”, así como facilidades para su financiamiento, estableciendo que “los departamentos y agencias estatales consultarán y se asociarán con mayor frecuencia con los grupos de la sociedad civil” en otros países.
El referido memo es parte de la iniciativa Stand with Civil Society⁵que Obama presentó en 2013, para “apoyar, defender y mantener la sociedad civil, a pesar de las restricciones globales contra esta” y entre sus objetivos pretende “contrarrestar los esfuerzos de gobiernos extranjeros por imponer excesivas restricciones a la libertad de expresión, de reunión pacífica y asociación”.
Otra “iniciativa” incluida en el memorándum fue la creación de seis Centros Regionales de Innovación para la Sociedad Civil que se erigirán en los próximos dos años y tienen como objetivo “potenciar los grupos de la sociedad civil en todo el mundo”.
Tales centros realizarán su trabajo en colaboración con el Gobierno de Suecia y la Fundación Aga Khan,⁶ probablemente una afiliada de la CIA establecida en 1981 como organización privada, “comprometida” con la lucha contra la pobreza, el hambre, el analfabetismo y la insalubridad, principalmente en África y Asia. Los centros se distribuirán por Latinoamérica, África Subsahariana, Oriente Medio y Asia, regiones todas donde EE.UU. ha identificado⁷ “importantes retos” a las “libertades civiles” y los “derechos humanos”, pero casualmente, donde posee el imperio sus mayores intereses económicos y geopolíticos y ha puesto en práctica sus más recientes estrategias de intervención en el exterior y de derrocamiento de gobiernos “tiránicos”.
“Con estos programas dedicados a los líderes alrededor del mundo, esperamos estar ayudando a construir a los próximos líderes de la sociedad civil y nuestro mensaje para esa gente joven es simple: –Estados Unidos está con ustedes–”, expresó Obama en el cónclave y no cabe duda de que así es. Los programas subversivos contra la juventud cubana como el llamado “agentes viajeros” de la Usaid o las becas a jóvenes cubanos para “estudiar” en colegios de EE.UU. son una muestra palpable de la preocupación del imperio por nuestros jóvenes y el futuro del liderazgo en Cuba, por solo citar dos ejemplos cercanos.
A propósito, entre los “líderes civiles” que Obama mencionó como más destacados en este esfuerzo global, se encuentran la contrarrevolucionaria cubana Berta Soler, cabecilla del fragmentado grupúsculo Damas de Blanco o el venezolano Leopoldo López, del partido Primero Justicia, preso actualmente por promover la desestabilización y la violencia en la patria de Bolívar. Creo que sobran los comentarios.
La tercera medida incluida en el memorando prevé “ampliar el apoyo y la financiación a las comunidades” y respaldar a nivel internacional mediante esfuerzos diplomáticos a “aquellos que luchan contra las leyes que restringen a la sociedad civil”, aseguró, citando los casos de Kenia, Camboya, Túnez y Honduras.
Finalmente, Obama anunció un mayor apoyo a las organizaciones no gubernamentales. “Nuestro Departamento del Tesoro hará una regulación que haga todavía más fácil las subvenciones a estas organizaciones en el extranjero”, aseguró, mas eso ya lo sabíamos, pues para pagar a mercenarios, en el caso de Cuba, no son obstáculos las férreas restricciones del bloqueo, que con tanta saña persiguen las transacciones cubanas por todo el mundo.
Y es que el presidente de EE.UU. no ha hecho otra cosa que ratificar las intenciones de su gobierno de continuar desestabilizando naciones y derrocando estados no deseados, apoyando a supuestos “grupos de la sociedad civil”, que puedan devenir en organizaciones opositoras, como preámbulo de un movimiento de resistencia o insurgencia.
Se trata de la aplicación como política de estado y estrategia de política exterior, de los principios de la Guerra No Convencional en una escala nunca antes vista, siguiendo un guion, cuyos primeros capítulos se pueden observar en ejemplos como Siria o Ucrania, pero que a largo plazo, a juzgar por las declaraciones del presidente yanqui, constituye un plan global donde nuestra región sería para el imperio la joya de la corona.
Habla de libertad de expresión el señor presidente Obama, pues yo ejerzo la mía: Usted y su gobierno no son más que mentirosos que han disfrazado, bajo el nombre de la democracia y los derechos humanos, las más sucias intenciones subversivas e injerencistas.
CITAS
1. http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2014/09/23/remarks-president-clinton-global-initiative
2. Organización creada en 2005 por el expresidente Bill Clinton, que busca soluciones para dar un “cambio positivo” a los problemas globales. Cada año se reúne en Nueva York, en septiembre, para que coincida con la reunión de la Asamblea General de la ONU, a la que asisten gran cantidad de mandatarios.
3. http://www.clintonfoundation.org/clinton-global-initiative/meetings/annual-meetings/2014
4. http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2014/09/23/fact-sheet-us-support-civil-society
5. http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2013/09/23/remarks-president-obama-civil-society-roundtable
6. http://www.akdn.org/default.asp
7. http://www.state.gov/j/drl/rls/hrrpt/humanrightsreport/#wrapper
Tomado de CubaDefensa
Montaje fotográfico RCBáez
La Habana-Colombia: Comunicado Cierre de la tercera audiencia con víctimas del conflicto
3 de Outubro de 2014, 12:05 - sem comentários aindaLa Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, octubre 3 de 2014
Cada vez que escuchamos a las víctimas del conflicto Colombiano clamando paz en este escenario de La Habana solidaria, y pensando en los que no creen en la paz o la miran imposible, rememoramos a Bolívar en los llanos inundados, cuando increpando a los escépticos de la libertad, antes de partir al encuentro de las batallas del altiplano, chamuscando con el fuego de sus palabras el aire húmedo, expresó: de lo imposible nos ocupamos nosotros, porque de lo posible se ocupan los demás todos los días. Y triunfó en los campos de Boyacá. De la paz nos ocuparemos nosotros, los colombianos todos, impulsados por la premonición de que al final de esta decisiva batalla política, habrá de escucharse en el norte de Suramérica el colectivo grito de victoria de la paz.
La paz es el derecho síntesis sin el cual no es posible la concreción de ningún otro derecho, pero algunos burócratas que se creen los máximos estrategas, ebrios en su propia soberbia, no han cesado de pensar noche y día, en cómo enredar el anhelo colectivo de paz, y se han dedicado a sembrar el campo de la reconciliación con cizaña y maleza jurídica, y a montar trampas aquí y allá para apresar, post acuerdo, a los comandantes guerrilleros.
Se creen los Júpiter Tonante del castigo, los jueces del averno que no conciben la solución política del conflicto sin prisiones y ergástulos para engrilletar a los que hicieron uso del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de alzarse contra la opresión. Y parecen no advertir que en el conflicto colombiano no hay ni vencedores ni vencidos, que no pueden auto conceptuarse juez y parte, y que es una quimera construir castillos con ficciones jurídicas. Ni siquiera están dispuestos a transar con el adagio popular de “todos en la cama o todos en el suelo”.
Es necesario recordar que la mesa de conversaciones está integrada por partes iguales, y que en consecuencia, impulsar unilateralmente marcos jurídicos, es una violación al Acuerdo General de La Habana, que es el verdadero marco jurídico para la paz.
Hemos venido a la mayor de las Antillas a construir un acuerdo de paz y no a someternos al derecho enemigo de los que se presumen vencedores.
Dos precisiones necesarias:
El derecho de los conflictos armados, traspasando lo nominal o formalidades de clasificación de las guerras en internacionales o no internacionales, atiende y remite más allá, invocando la sustancia de los derechos para la garantía o salvaguarda de los mismos. Por eso se quedó atrás la interpretación reducida o pobre que se fija más en las palabras que en los hechos. Es obtusa la posición que no atiende al espíritu de la norma que regula, no la forma sino la materia: materialmente la captura de un combatiente adversario es al fin de cuentas la captura de prisioneros de guerra. Así es hoy en día la posición de derecho más lúcida y coherente.
La aceptación del estatuto de prisionero de guerra en el conflicto armado no beneficia al beligerante que lo reconoce, respeta y otorga, beneficia al capturado en combate al convertirlo en sujeto de derechos y protección, y no en destinatario de acusaciones como hace, por el contrario, el denominado “derecho penal del enemigo” que ha sido aplicado implacablemente a los acusados de rebeldes en nuestro conflicto armado interno. Incluso aunque nunca hayan sido combatientes.
Sea éste el momento de responder a la política perversa que utiliza a individuos para distorsionar la definición adecuada que hemos querido dar al conflicto y sus víctimas. No es correcto ni nada conveniente generar confusión respecto a la naturaleza que tienen las partes contendientes conforme a derecho, alterando el carácter de la guerra interna que padecemos. No se puede arquear el derecho más elemental que se ha construido en arduos procesos de la humanidad, como es el derecho aplicable a los conflictos armados, y dentro de él, en particular, lo que define o equivale al estatuto del combatiente. No se puede pretender prefigurar dicho estatuto en un escenario en el que uno de los contendientes se convierte en juez y parte para aplicar sobre su adversario el poder y la manipulación sin justicia que tradicionalmente encarna el derecho penal del enemigo.
Lo que queremos expresar es que el combatiente sufre, tanto como elige en su libertad luchar por la causa que considera defendible. Lo que no puede hacerse, es usurpar lo que corresponde a otros en el conflicto histórico, que evidentemente es no sólo armado, sino social, político y económico.
La titularidad y el valor del combatiente no puede, por lo mismo, usurpar el de una víctima que sea civil, más cuando miles y miles de víctimas civiles empobrecidas desearían y deberían estar acá para que su voz ilustrara con autoridad moral sobre lo que se le adeuda. De los cerca de seis millones de desplazados y despojados violentamente por los terratenientes, por ejemplo, su voz todavía no resuena en esta sala con la fuerza que debería ser.
En ese horizonte demandamos por coherencia que la condición de víctimas no puede ser distorsionada, y si se trata de combatientes de ambas partes que deben ser escuchados, solo debe tener validez en tanto se acredite que sus derechos han sido vulnerados una vez han quedado fuera de combate. Y estas premisas deben ser expuestas evidentemente en condiciones de igualdad. Porque si la guerra material impone asimetrías, el deber jurídico, moral y político es reestablecer ese equilibrio, encaminado hacia la regularización o la regulación del conflicto, y hacia la paz, una vez llegados a un contexto como el actual, donde no hay vencedores ni vencidos, y en donde no cabe en absoluto, reiteramos, que un contendiente se erija como juez y parte.
Esto, para lo que hoy concierne, significa que la recomposición de una sociedad y de las partes que dialogan buscando una salida política fundamentada en la verdad, que es una sola, no puede ser la de los caprichos que plantan discriminaciones y que burlan principios de la normativa del derecho de los conflictos armados, como por ejemplo, lo que contempla el Protocolo II de 1977 Adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, cuando señala que su aplicación no altera el estatuto de ninguna de las partes. No debe existir ninguna desigualdad o asimetría en la consideración dada a los combatientes de ambas partes, sin despojar de derechos a los que han quedado fuera de combate, lo cual significa entonces que todos, los que combaten o han dejado de hacerlo, deben ser tratados sin menoscabo de derecho alguno. Esto es lo que convencionalmente se asume como estatuto del combatiente, aceptado plenamente y sin cortapisa alguna.
No se debiera persistir en la pretensión de imponernos un marco jurídico para el sometimiento, que desconoce el delito político siguiendo una larga tradición negacionista instalada en Colombia desde cuando se reveló que se hablaba de una lucha desde abajo por un orden democrático y no de una simple asonada partidista o disidencia al interior de castas políticas, negación desde la que absurdamente se diseñó una política de Estado. Dentro de esa tortuosa senda de la tiranía disfrazada de Estado de Derecho conjugan su complicidad los que persisten en atraparnos como victimarios en sus tramoyas y telarañas jurídicas, para que admitamos como víctima a quien no lo es, y así implícita o explícitamente nos auto incriminemos como victimarios, cuando en realidad lo que hemos hecho es combatir como rebeldes ejerciendo, por razones incuestionablemente altruistas, el legítimo derecho a la rebelión.
Para lo que nos ocupa en la Mesa, y de cara a la participación de víctimas, traduzcamos que si una parte alega vulneración de derechos, y pone de manifiesto el caso concreto de algún combatiente, la otra parte tiene exactamente el mismo derecho. Este juicio es de elemental coherencia si se invoca el DIH como fuente para el reconocimiento de víctimas.
Si de lo que se trata es de al menos poder recordar, que no son cientos, sino miles de combatientes y presas y presos políticos los que han sido torturados, desparecidos una vez han quedado fuera de combate, detenidos o sometidos a largas penas, a tratos inhumanos, crueles o degradantes, valga recordar que esa larga lista atiborrada de nombres, está siempre presente en nuestras conciencias; por ellos y ellas mantendremos nuestra voz en alto exigiendo sus derechos, sobre todo el de su libertad y su condición de rebeldes dignos que con la frente en alto asumen las consecuencia de sus actos libertarios.
Vamos a poner sobre sus conciencias sólo un caso, sólo uno que representa la doble condición de prisionero de guerra y al mismo tiempo de víctima. Se trata de la prisionera de guerra, FANNY CASTAÑEDA POVEDA, combatiente de las FARC-EP, de 43 años de edad, perteneciente a la Compañía Raúl Eduardo Mahecha.
Recluida en la cárcel El Buen Pastor de Bucaramanga, capturada en la ciudad de Bogotá el 29 de abril de 2014. En el momento de su aprehensión se sometía a un tratamiento médico especializado por cuanto le habían detectado células cancerígenas en la matriz, después de habérsele extraído un mioma de cinco libras de peso. El médico que la trataba antes de su captura consideró urgente practicarle exámenes delicados. Desde que está privada de la libertad no ha recibido tratamiento médico. Exámenes imprescindibles ya ordenados, no se han realizado. Fanny aceptó su condición de rebelde.
Este espacio, donde las víctimas del conflicto son sujetos políticos activos, necesita escuchar la voz de los prisioneros de guerra y de los presos políticos para que se refieran a la violación sistemática de sus derechos, al inhumano hacinamiento, para que le hablen al país de las torturas, de los guerrilleros muertos en prisión por negación de asistencia médica, de la precariedad del derecho a la defensa, del trato degradante y cruel a los prisioneros en la Tramacúa y otras prisiones… Pero igualmente debiera escucharse a los que nunca han tenido, ni voz ni derechos, es decir, a los encarcelados por delitos de pobreza, a los olvidados y menospreciados presos sociales, que también tienen familias y sueños y anhelan un mejor vivir, para que hablen aquí de la injusticia de la justicia. Y también debiera escucharse la voz de angustia de los 30 millones de víctimas de la [Mensaje recortado]
Si nos asesinan un hijo, es porque hay Revolución
3 de Outubro de 2014, 11:10 - sem comentários aindaCon profunda tristeza, con rabia y dolor hemos recibido la noticia del asesinato de uno de los más jóvenes líderes de la Revolución Bolivariana; junto a su pueblo, junto a los pueblos latinoamericanos, pedimos justicia y el cese de estos actos de barbarie:
Si nos asesinan un hijo, es porque hay Revolución
Por Raúl Bracho, @hombrenuevo
Una macabra arremetida, puñaladas despiadadas rompiendo las venas a un hijo de Chávez y de la patria nueva, la muerte sesgando el latir de un corazón joven comprometido con la gesta chavista no es otro signo distinto, es claro, aquí no hay pactos ni reformismos, hay revolución.
Nos quedamos sin aliento al saber la mala nueva, el poder sanguinario y terrorista clavó su puñal en el corazón de un hermoso joven, que con decisión y valentía fue siempre ejemplo de lucha incansable, de verbo infinito lleno de sueños, de coraje y de entrega a la promesa que le hicimos a Chávez.
Conocí a Robert en un barrio frente al 23 de Enero, aun sin haberse graduado, estudiante de escasos 20 años que me emocionó al escucharlo hablar a su pueblo, estreché su mano y conversamos, juntos hablábamos con los vecinos y con su metralleta de palabras los encendía para ir a votar por las elecciones del siguiente domingo, luego no lo vi más sino en televisión, cuando el mismo Chávez lo bautizó como representante de la generación nacida bajo su furia de combate y transformación. Lo vi llegar a la Asamblea como diputado, lo vi siempre como todas y todos, con su incontenible carga de furia, de enfrenta, de combatividad. Robert, quedó en mi espíritu como la imagen du un hijo parido en esta lucha, como hijo mío y de Chávez, como hijo del fragor de nuestra patria sublevada.
Hoy nos han matado un hijo. Un dolor gigante se agolpa de nuevo en nuestros corazones.
Quiere decir que vamos bien, que hay revolución. Quiere decir que Nicolás hace lo aprendió a hacer, el legado de Chávez es atacado a puñaladas porque se cumple con la precisión histórica con la que lo dejó escrito nuestro líder gigante.
Desde el silencio en el pulso, desde la indignación más profunda, desde la rabia contenida, desde el asombro, desde el rojo de su sangre que encharca este día con la injusticia y el odio del imperio al que nos oponemos, solo se puede decir entre respiros, ¡Vamos bien Robert, tu muerte nos señala la obligatoria militancia en la lealtad a Chávez!
Tu lealtad a Chávez y a Nicolás obliga
Enviado por su autor
Foto AVN pueblo venezolano despide a su diputado
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Concluye Encuentro Latinoamericano Progresista ELAP 2014
2 de Outubro de 2014, 1:29 - sem comentários aindaEn el Encuentro Latinoamericano Progresista ELAP 2014, durante la conferencia del presidente Rafael Correa. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO |
El Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP 2014), que se inauguró este lunes, en la capital ecuatoriana, concluyó ayer, 30 de septiembre, con la "Declaración de Quito", en la que una treintena de organizaciones de izquierda de América Latina ratificaron su apoyo a los gobiernos progresistas de la región.
El encuentro finalizó con un mitin político y artístico en la Plaza de San Francisco presidido por el presidente Rafael Correa, quien pronunció un fogoso discurso que recordó la rebelión policial contra su Gobierno del 30 de septiembre de 2010.
Unos 37 partidos y movimientos de una veintena de países de América Latina e invitados de Europa han participado en el encuentro de dos días, en el que se analizó también lo que se denominó como la "restauración conservadora" o estrategia de la derecha internacional para recuperar el poder en la región.
La "Declaración de Quito" fue leída por Analisa Osorio, del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV); Alejandro Rusconi, del Movimiento argentino Evita; Mónica Valente, del Partido de los Trabajadores de Brasil; y Manuel Zelaya, expresidente de Honduras y representante del Partido Libertad y Refundación (Libre).
[Puede descargar el texto de la Declaración en el siguiente vínculo:
www.elap2014.com/images/documentos/DECLARACION_ELAP_2014_FINAL.pdf
El documento respaldó a los gobiernos de Bolivia, Chile, Ecuador y Venezuela, así como a Argentina en el contencioso contra los llamados fondos buitre y por la soberanía de las Islas Malvinas.
También el ELAP decidió "apoyar decididamente la paz en Colombia, a través de los procesos de diálogo" para buscar una "solución política" al conflicto interno, al que calificó como una "herida abierta en Nuestra América".
Asimismo, rechazó el "régimen colonialista sobre Puerto Rico" y la actitud de la petrolera estadounidense Chevron contra el Estado ecuatoriano, al negarse a pagar una indemnización de 9 500 millones de dólares fijada por la Justicia de Ecuador por graves daños ambientales dejados en la Amazonía.
Como corolario del encuentro, el presidente Correa remarcó que el ELAP fue organizado por el Movimiento Alianza País, que él dirige, y como parte de la conmemoración del "30-S", la revuelta policial que el Gobierno de Quito considera como un intento fallido de golpe de Estado. Ese acontecimiento, en el que murieron diez personas, según Correa, fue un intento de las fuerzas conservadoras del país por desestabilizar la "revolución ciudadana", como denomina a su gestión. Los grupos de derechas "ya no se van a atrever a otro 30-S", pero ahora tienen "tácticas más sofisticadas" como los "golpes blandos", con los que intentan "calentar las calles" con rebeliones de personas, para luego tratar de desestabilizar a los gobiernos progresistas, agregó Correa. Ese ejemplo "lo vemos en Venezuela", aseguró el mandatario ecuatoriano tras apostillar que esa estrategia sólo se la puede enfrentar con la unidad del progresismo en América Latina.
Tras el discurso de Correa, el Encuentro Latinoamericano Progresista se clausuró con un festival artístico en la Plaza de San Francisco, que lució abarrotada por simpatizantes del Gobierno.
En el ELAP participaron representantes de movimientos y partidos de izquierdas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, El Salvador, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. También asistieron representantes de la Izquierda Europea y de grupos políticos de Alemania, España y Grecia.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/actualidad/elap-izquierda-reunion-ecuador.html