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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Cuba y los ataques viscerales de The Washington Post, un reducto de la Guerra Fría

22 de Outubro de 2014, 2:56, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

por Miguel Fernández Martínez


   Da pena, en estos tiempos en que el mundo está saturado de tensiones, que el “prestigioso” diario estadounidense The Washington Post se convierta, de golpe y porrazo, en un reducto de la Guerra Fría y disponga de sus páginas –y del prestigio de su Consejo Editorial-, para contribuir, desde la mentira y la manipulación, a difundir calumnias y falsedades.

   El pasado 20 de octubre, el Washington Post publicó un editorial titulado Cuba should not be rewarded for denying freedom to its people (Cuba no debe ser recompensado por negar la libertad a su gente), atacando al gobierno cubano, y cuestionando los esfuerzos de otros, incluso desde dentro de Estados Unidos por conseguir poner fin al criminal bloqueo comercial, económico y financiero que Washington impone a la isla desde 1962.

   Su conejillo de Indias fue el joven político español Ángel Carromero, quien el 22 de julio de 2012, estuvo involucrado en un accidente de tránsito que le costó la vida a dos ciudadanos cubanos - Oswaldo Payá, y Harold Cepero-, que viajaban en el automóvil conducido por el español.

   Pero, ¿por qué The Washington Post, y el equipo de editores que dirige Fred Hiatt y que ahora pretende erigirse en paladín de la verdad, no dice cómo ocurrieron los hechos desde el principio?
 
¿Qué hacía Ángel Carromero en Cuba?
   Medios cubanos explicaron que Carromero, en el momento del accidente en Cuba en 2012, era el vicesecretario General de Nuevas Generaciones, sector juvenil del Partido Popular (PP) de España, un hombre cercano al expresidente español José María Aznar, y a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, afiliados ambos a las políticas anticubanas.

   Viajó a Cuba junto al ciudadano sueco Jens Aron Modig, líder del Partido Demócrata Cristiano Sueco, y presidente de su Liga Juvenil, y antes de llegar a la isla sostuvieron reuniones con el Instituto Republicano Internacional (IRI).

   La visita a Cuba de ambos personajes –aunque The Washington Post no menciona a Modig-, no fue por propia iniciativa, sino como parte de una operación organizada por Anikka Rigo, jefa de la Sección de Relaciones Exteriores del Partido Demócrata Cristiano Sueco, con el objetivo de traer financiamiento al minúsculo y contrarrevolucionario Movimiento Cristiano Liberación, que presidía Oswaldo Payá, uno de los fallecidos en el accidente; y de asesorar la constitución de una organización juvenil asociada a este.

   Con ese propósito, el diputado del PP, Presidente de Nuevas Generaciones, miembro del Comité Ejecutivo Regional del PP y ex Asesor de Aznar, Pablo Casado Blanco, había instruido a Carromero ponerse en contacto con la española Cayetana Muriel Aguado, residente en Suecia y también del Partido Demócrata Cristiano Sueco, de la que recibió instrucciones, el dinero a entregar y un teléfono celular programado con los números necesarios.

   Posteriormente, Carromero contactó al sueco Modig mediante Facebook y luego se conocieron en un restaurante madrileño.
 
Las supuestas “dudas” de The Washington Post
   Según el editorial publicado en The Washington Post, Cuba “no hecho nada para disipar la niebla de la sospecha de que aún persiste sobre la muerte de Payá y Cepero” y “exigen” al gobierno de La Habana, la apertura de una investigación internacional que esclarezca los hechos ocurridos en una carretera del oriente cubano en julio de 2012.

   Cuba lleva 55 años soportando las acusaciones maliciosas y las difamaciones que generan los grandes monopolios mediáticos de la prensa mundial, regidos desde Washington. Ya nada asusta al pueblo cubano cuando de mentiras se trata.

   Muchas han sido las toneladas de tinta y papel empleados para tratar de desacreditar a Cuba, a su Revolución y a su pueblo, pero esta vez el The Washington Post no lo ataca a Cuba, sino que pone en entredicho a la justicia española.

   Carromero es un mitómano empedernido, que dice una cosa en Cuba, otra en España y otra en Estados Unidos. Es un vil mentiroso que anda buscando protagonismo y al no conseguir apoyo en su propio país, no tuvo más remedio que restregar su conciencia con lo más retrógrado de la emigración cubana en Miami, y los calenturientos que en Washington quieren seguir jugando a eliminar por hambre a los cubanos.

   Evidentemente el The Washington Post le dio el minuto de gloria y fama que Carromero necesitaba, aunque para conseguirlo tuviera que repetir mil veces las mentiras que dice.

   La Audiencia Nacional española, que vio en detalles el caso y las alegaciones de Carromero, reconoció legalmente el juicio celebrado en Cuba contra Carromero, y en el que fue condenado por homicidio imprudente.

   A su vez, el juez Eloy Velasco, de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia española declaró sin lugar la querella presentada por la esposa y la hija de Oswaldo Payá, por supuesta complicidad de las autoridades cubanas en el accidente.

   Llama la atención, que estas dos señoras fueron las que originaron el rumor de un supuesto segundo automóvil involucrado en el accidente, aun cuando no habían podido tener contactos con Carromero por encontrarse detenido en el lugar de los hechos.

   Tanto la esposa como la hija de Payá, de la manera más deshumanizada, trataron de convertir este trágico hecho, en un evento político, sin respetar siquiera la muerte de un ser querido, algo que ahora The Washington Post enarbola como punta de lanza para atacar a Cuba.
 
La irracionalidad de The Washington Post a la hora de mirar a Cuba
   Lo grotesco de esta nueva falacia guerrerista de The Washington Post contra la pequeña isla caribeña, es tratar de castigar a Cuba con el mantenimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, que firmó el expresidente John F. Kennedy en 1962, esperanzado que con esa política de presión sacaría del poder al comandante Fidel Castro y con él, todo vestigio del proceso revolucionario que se desarrollaba en la Mayor de las Antillas.

   The Washington Post, como en los viejos tiempos imperiales, asume que eliminar tan cruel práctica, condenada por 188 países de todo el mundo, sería una “concesión”, como si el pueblo cubano fuera un vasallo arrodillado a los pies del amo del Norte.

   Cuba y su gente saben que es una auténtica libertad, míster Hiatt. No será su Consejo Editorial quién venga a dar lecciones de independencia y soberanía a los cubanos, y muchos menos sugerirles que se vean en el espejo de los que vendieron su alma por unas pesetas.
 
Tomado de su blog Cuba, la isla infinita



Obama y el bloqueo: un fardo pesado en los hombros de EE.UU.

22 de Outubro de 2014, 1:32, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Wilkie Delgado Correa*

 

Todo lo que digan, mentiras grandes y pequeñas, no engañará ni convencerá a nadie. Por eso, el fracaso definitivo del bloqueo algún día llegará: ¡ya lo verán!

  El bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba se ha mantenido criminalmente durante cincuenta y cinco años. Durante este lapso ha causado sufrimientos infinitos al pueblo cubano, pues ya desde el año 1960 había sido calificado por funcionarios del gobierno norteamericano como “guerra económica”. Desde el punto de vista financiero ha provocado un daño equivalente a más de un billón de dólares, con afectaciones a todas las ramas de la economía y con repercusión negativa en todas las esferas sociales.

  A causa de esta práctica genocida contra el pueblo cubano que involucra y afecta también a todas las naciones que sostienen relaciones con Cuba o la pretendan establecer, el gobierno norteamericano ha sido sancionado durante 21 años consecutivos en la Asamblea General de las Naciones Unidas, con una votación apabullante en los últimos años. Eso mismo ha sucedido, desde mucho antes, en múltiples foros de carácter internacional.

  El bloqueo es, pues, un viejo problema de las relaciones de Estados Unidos con Cuba que hubo de heredar Obama y que en algún momento, al inicio de su primer mandato, se pensó que cambiaría dicha política inveterada y adoptaría medidas inteligentes para derogarlo parcial o totalmente. Sin embargo, durante su estancia en la Casa Blanca sólo ha establecido algunas medidas de flexibilización con carácter de afeites, mientras ha recrudecdo otras mucho más sensibles para Cuba en sus relaciones financieras con otros países. Son conocidas las sanciones millonarias a bancos y empresas de varios países por “violar las leyes del bloqueo contra Cuba”, ocurridas en fechas recientes, así como los procesos a personas naturales por supuestas infracciones de las leyes vigentes.

  En varias ocasiones el tema del bloqueo ha estado en la agenda del Congreso de los Estados Unidos, al discutirse enmiendas introducidas por legisladores de esa nación, tratando de eliminar determinadas medidas establecidas por el complejo entramado que constituye el llamado idílico embargo, como lo califica el gobierno norteamericano, a pesar de tratarse, realmente, de un cruel y despiadado bloqueo a nivel planetario y un acto flagrante de genocidio según el derecho internacional.

  La legislación más abarcadora del bloqueo es la Ley Helms-Burton, que se ha convertido en la práctica en una ley extraterritorial con alcance de intromisión, de sanción y de violación de los actos soberanos del comercio y de las relaciones comerciales de todos los países del mundo.

  Esta ley fue promulgada por el Presidente William Clinton el 12 de marzo de 1996, en una decisión que fue inconsecuente por una serie de razones. Es una herencia que Obama, teniendo en cuenta intereses legítimos del pueblo norteamericano y el reclamo de la comunidad internacional, debió enfrentar de una manera realista a la luz de los tiempos nuevos. Lo justo y más conveniente para los intereses del pueblo norteamericano sería derogarla y, con ello, el bloqueo, pues ya se ha comprobado en Naciones Unidas que el mundo entero, representado por la mayoría absoluta de los Estados,  reclaman el cese del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba y, en cierta medida, contra cuantos países –representados en buques, empresas, bancos, etc.- mantengan relaciones comerciales con Cuba. De esas garras macabras no escapan ni los simples ciudadanos norteamericanos, impedidos de visitar Cuba o sometidos a condiciones vergonzosas y a procesos administrativos o judiciales.

  El bloqueo y la ley Helms-Burton constituyen una vergüenza para el pueblo norteamericano y una ofensa y una afrenta para todas las naciones del mundo. Invitamos a cuantos lectores incrédulos existan en este mundo, a que procuren y lean de cabo a rabo esta ley. Verán así renacer dentro de sí mismos el sentimiento antimperialista más acendrado y firme. Su lectura completa y analítica puede convertir en antimperialista consecuente al más inocente y neutral ciudadano común de cualquier país. Por eso,  uno se pregunta, con razón fundada, cómo fueron a la vez tan prepotentes como estúpidos para concebir, aprobar y poner en práctica un instrumento tan disparatado en lo político, en lo legal y en lo moral, que lo hace repudiable hasta por los propios países aliados de Estados Unidos.

  ¿Cómo es posible que Barack Obama, abanderado de cambios esenciales para la existencia del pueblo norteamericano, según anunciaba en sus inicios, que incluyen su moral y su prestigio, haya dejado intacta la aplicación de esa ley, e incluso haya acentuado algunos de sus aspectos, que, a la larga, es tan antinorteamericana como anticubana, como antinacionales son sus efectos sobre los otros países del mundo?

  Esa herencia nefasta del bloqueo y de vigencia de la ley Helms-Burton, será una carga pesada para Obama y los Estados Unidos, y lo mejor sería quitarla de sus hombros y lanzarla al estercolero de la historia.

 El reciente editorial del New York Times es suficientemente claro, según la óptica norteamericana, en argumentos y en  recomendaciones de medidas que están dentro de las facultades presidenciales de Obama. No se puede olvidar que ya el antibloqueo del mundo ha amenazado con sepultar el bloqueo actual y a todos sus defensores, y ya lo ha logrado en el terreno que debe ser más sensible y apreciado para todo verdadero gobernante y para toda nación respetable: la moral de su actuación histórica.

  La condena que reciben cada año en el seno de la Asamblea de la ONU los cubre de lodo y desprestigio. Este año la votación contra Estados Unidos aplastará a los representantes obtusos del imperio, que seguramente repetirán inmutables, que “el embargo es una medida de naturaleza bilateral”, sustentado en la supuesta acusación de que Cuba es un país que “apoya el terrorismo” y, por tanto, lo colocan en la espuria lista del Departamento de Estado. Tampoco faltarán las afirmaciones sobre que Estados Unidos es un significativo “socio comercial de Cuba”, y que este país debe cumplir determinados requisitos sobre democracia que han sido predeterminados desde “el Norte revuelto y brutal”, como lo calificara José Martí en su época.

  Todo lo que digan, mentiras grandes y pequeñas, no engañará ni convencerá a nadie, y aunque persistan en ejercer con crueldad infinita el bloqueo contra la Cuba solidaria, esa actitud y acción irracionales les  corroerá las entrañas y pondrán de manifiesto su sevicia imperial. El fardo pesado del bloqueo que EE.UU. se han echado a las espaldas para descargarlo como castigo contra Cuba, terminará por aplastar indefectiblemente la imagen que pretende mantener y exhibir ante el mundo. Por eso, el fracaso definitivo algún día llegará: ¡ya lo verán!

 

Enviado por su autor

 

*Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba



Algunas claves de la Cumbre del ALBA contra el Ébola

22 de Outubro de 2014, 0:52, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Rosa Miriam Elizalde

 

Raúl y Maduro se saludan informalmente en un momento de la Cumbre de La Habana. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

“Para los países del ALBA, lo primero es la vida”, respondió el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando le preguntaron por qué la urgencia de una Cumbre antiébola en una región a la que todavía no se ha asomado el “espantoso brote”, como lo llamó en un mensaje a la reunión la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.

Convocada en tiempo récord y celebrada este lunes en La Habana, a la Cumbre asistieron siete de los nueve jefes de gobierno que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), más Haití como invitado, y autoridades sanitarias de todas las naciones del bloque, y de Granada y San Cristóbal y Nieves, naciones que solicitaron su ingreso a la organización.

“Estamos trabajando a tiempo”, añadió Nicolás Maduro, presidente de Venezuela en conferencia de prensa al concluir este encuentro, que además de aprobar por unanimidad una Declaración con 23 objetivos para prevenir la enfermedad, propuso sugerir a la Presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) una reunión de Ministros de Salud donde se valoren los planteamientos y acciones que deriven de los acuerdos de esta Cumbre extraordinaria.

Entre otras medidas apremiantes, la organización consideró establecer mecanismos para diagnosticar y aislar casos de infección, diseñar y ejecutar campañas de educación pública, contribuir a la formación de personal especializado en países del ALBA y del Caribe, y crear grupos para la capacitación en temas de bioseguridad y en uso de equipos ante casos sospechosos y confirmados.

También, convocó para el 29 y 30 de octubre, en La Habana, una reunión técnica de especialistas y directivos de los países del ALBA-TCP y encargar a los Ministros de Salud del bloque un Plan de Acción que pueda ser aplicado de manera inmediata, en coordinación con la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), instituciones que enviaron representantes de alto nivel a este encuentro.Ese Plan deberá ser presentado a la consideración de los Jefes de Estado y Gobierno del ALBA-TCP, a más tardar el día 5 de noviembre de 2014.

Aunque se levantaron numerosas voces contra la tendencia alarmista que prolifera en diversos espacios públicos, el tono de los discursos fue urgente. El presidente cubano Raúl Castro, que pidió no politizar la lucha contra el Ébola, aseguró “que si esta amenaza no se frena y resuelve en África Occidental, con una respuesta internacional inmediata, eficaz y con recursos suficientes, coordinada por la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas, puede convertirse en una de las pandemias más graves de la historia de la humanidad”.

La directora general de la OMS envió un mensaje grabado a la Cumbre y recordó que “el brote de Ébola en África Occidental es la emergencia médica más grave que se haya visto en la actualidad. Más de 400 trabajadores de la salud han sido infectados y más de la mitad de ellos ha muerto. Esto nunca se había visto en ningún brote anterior del Ébola”.

La falta de compromisos palpables en países desarrollados inquietó a algunos participantes. El presidente boliviano sugirió que estos cambien sus presupuestos, porque “sabemos que hay presupuestos para acabar con la vida y no para salvar la vida”. Maduro insistió en la idea de ayudar a África, víctima de la repartición desigual de la riqueza en el mundo: “La miseria es el caldo de cultivo para que se reproduzcan las enfermedades”, enfatizó.

No faltaron recordatorios del pronóstico que ha reiterado la OMS, de que si no se actúa de inmediato, dentro de dos meses podrían presentarse cada semana 10 000 casos nuevos de Ébola en África occidental, un aumento dramático respecto de los 9 000 totales reportados hasta ahora.

Más médicos cubanos a África Occidental

Cuba también anunció la partida este martes de otros 91 colaboradores de la Isla a Liberia y Guinea, que sumarían 255 trabajadores cubanos de primera línea al África Occidental. Raúl Castro recordó que estos no son los únicos profesionales de la Isla que están en ese continente: más de 4 mil cooperantes cubanos de la salud laboran ya en 32 países africanos y están incorporados al esfuerzo preventivo contra el Ébola.

Los esfuerzos de Cuba recibieron la felicitación de todos los oradores de la Cumbre, incluida la del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, quien envió un mensaje en el que reconocía que “el ébola es un gran problema global que exige una respuesta global masiva e inmediata”.

Desde que Cuba formó una brigada médica para ayudar a las víctimas de un fuerte terremoto que azotó Chile en 1960 –en medio de la deserción masiva del 50 por ciento de los del país que marcharon a los Estados Unidos– hasta el pasado año, el país envió 836 142 civiles a 167 naciones diferentes como ayuda para enfrentar graves carencias, especialmente en la esfera de la salud, de acuerdo con datos oficiales.

De esa cifra actualmente permanecen trabajando más de 64 362 especialistas en 91 países, unos 48 270 como personal de salud, lo que representa alrededor del 20 por ciento de los médicos del país.

Al inaugurar la Cumbre, Raúl Castro ratificó nuevamente “que Cuba está dispuesta a trabajar codo con codo, con todos los países, incluyendo los Estados Unidos”, el país que ha hecho la mayor contribución monetaria contra el flagelo.

Sus palabras coincidieron este lunes con un importante editorial de The New York Times, que le exige a Barack Obama una reacción positiva frente al gesto de la Isla, porque “la enemistad de los Estados Unidos contra Cuba tiene repercusiones de vida o muerte”. Debido al bloqueo las dos capitales “no tienen mecanismos para coordinar sus esfuerzos para combatir el Ébola”.

Fuente La Jornada, de México; tomado de Cubadebate



¿Quién quiere ser gringo?

21 de Outubro de 2014, 22:41, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda
Por Carlos Dorado
 
"No fui maltratado... pero me sacaron el corazón y me dejaron vivir"
 

Vi una película que me hizo reflexionar: Gerónimo. Este mítico personaje, fue uno de los últimos Apaches americanos que con un grupo de unos treinta indios, se resistió a abandonar sus tierras para ser trasladado a una reserva india en Florida. Él no entendía por qué tenía que abandonar sus tierras para dejárselas a los "ojos blancos" y ser recluido en un espacio llamado "reserva".

Sus límites siempre fueron el cielo y la tierra, y su libertad según él, al igual que sus tierras, nunca tuvieron límites, debido a que ellos eran las tierras y las tierras eran ellos; y no entendía lo que buscaba el "ojo blanco", al querer ser dueño de las mismas, cuando no era capaz de ser parte de ellas.

El General americano, encargado de la rendición de Gerónimo y su tribu, no podía entender cómo un indio pretendía frenar el desarrollo de la civilización, por un concepto absurdo de libertad, tierras y propiedad. Gerónimo decía que teniendo libertad, ya se tiene todo, por lo cual ya no necesita nada más.

El diálogo durante toda la película es muy intenso, y de una gran profundidad de pensamiento. Al final, y después de resultar casi imposible su captura, el General envía a un "ojo blanco" que gozaba en épocas anteriores del aprecio y la admiración de Gerónimo, con la promesa de que el traslado de su tribu a Florida iba a ser por un período máximo de un par de años, mientras preparaban una gran reserva en la tierra de los Apaches. Gerónimo le contesta que se va a entregar, porque no puede seguir viendo a su pueblo morir de hambre, de frío, perseguido constante y agresivamente por un enemigo: el "ojo blanco", poderoso, organizado y sin corazón.

Cuando se entrega, se dan cuenta tanto Gerónimo, como el amigo en quien confió, de que ambos habían sido engañados por el General, quien al ser interrogado por su enviado sobre la razón del engaño, le respondió: "la soberanía y el futuro de una nación está por encima del concepto de libertad de un indio".

Hoy quizás los descendientes de Gerónimo puedan tener un apartamento en alguna ciudad de Florida, y un carro (todo pagado a crédito), y a lo mejor también irán a comer hamburguesas a McDonald's; pero no tendrán la libertad que quería Gerónimo, quien antes de morirse en la reserva de Florida, tras veinte y dos años de cautiverio, dijo: "no fui maltratado físicamente, y hasta diría que me trataron bastante bien; pero me dieron el castigo más grande que se le puede dar a un hombre: sacarle el corazón y dejarlo vivir".

Hoy quizás seamos los indios del siglo pasado; y nuestra tierra junto con nuestra libertad, tengan que pasar a formar parte de una tierra que le dé paso a la globalización. Una etapa caracterizada por el uso masificado de la tecnología, donde se ha logrado acortar los tiempos y acercar los espacios, y donde "supuestamente" se derogan normativas, para incentivar la libre circulación de bienes y personas; y convertir el mundo en una aldea planetaria, donde no haya naciones, fronteras, sino un único orden mundial.

Sin embargo, cuando veo las colas para pedir una visa, los trámites para lograr una residencia, y el trabajo para conseguir un pasaporte de otro país, me pregunto: ¿dónde está la globalización? ¿No será que esta globalización nos está convirtiendo en los Gerónimo del futuro? ¿Por qué cambiar nuestras tierras por un apartamento en Florida? ¿Por qué no luchar para mejorar la nuestra?

"No fui maltratado... pero me sacaron el corazón y me dejaron vivir". ¿Quién quiere ser gringo?

 

Enviado por su autor; publicado originalmente en El Universal



El viraje de un diario

20 de Outubro de 2014, 23:50, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por César Lévano*

El diario más importante de los Estados Unidos, The New York Times, ha publicado, en inglés y español, un editorial cuyo título es elocuente: “Tiempo de acabar el embargo de Cuba”.

 La noticia se difundió al mismo tiempo que aparecía la declaración de John Kerry, secretario de Estado, en que celebraba la actitud de Cuba de enviar una Brigada Médica a Sierra Leona, para combatir el ébola, que tiene en ese país africano su principal foco de infección.

 Algo se mueve en el mundo. El editorial del diario neoyorquino ofrece argumentos que lo demuestran. Dice, en su primer párrafo: “Cuando mira un mapa del mundo, el presidente Obama debe sentir angustia al contemplar el lamentable estado de las relaciones bilaterales que su administración ha intentado reparar. Sería sensato que el líder estadounidense reflexione seriamente sobre Cuba, donde un giro de política podría representar un gran triunfo para su gobierno.”

 Señala el texto que, por primera vez en medio siglo, se han producido cambios en la opinión pública de los Estados Unidos respecto a Cuba y que en la isla se han introducido reformas, todo lo cual ha hecho que sea políticamente viable restablecer relaciones diplomáticas y acabar con “un embargo insensato”.

 Recuerda luego que Cuba está permitiendo que sus ciudadanos se empleen en el sector privado y que vendan autos y casas. La Habana, enfatiza el diario, ha expresado que reanudaría con gusto las relaciones diplomáticas, sin condiciones previas.

 El primer paso para una normalización, explica, sería retirar a Cuba de la lista que el Departamento de Estado mantiene para sancionar a los países que respaldan grupos terroristas. Cuba fue incluida en 1982 por apoyar movimientos rebeldes en América Latina. Pero eso es cosa del pasado.

 Anota el diario que la propia administración Obama reconoce que Cuba está desempeñando un papel constructivo en el proceso de paz en Colombia.

 Podría agregarse que hace ya tiempo Fidel Castro criticó los secuestros practicados por guerrilleros colombianos e instó a éstos a buscar la cesación del fuego, camino a la paz.

 La izquierda latinoamericana sabe que ha pasado la época de los fierros.

 Entre los elementos de juicio que aporta The New York Times figura un cambio en la opinión de los cubanos arraigados en Norteamérica. Esos exiliados han tenido mucho peso en la línea anticubana de Washington, y hasta en las elecciones estadounidenses. Una reciente encuesta revela que 52 por ciento de los norteamericanos de origen cubano en Miami considera que el embargo a Cuba debe terminar.

 Algo se mueve, en efecto, en el mundo.

 *Director de diario Uno

 Recibido por correo electrónico, ha sido imposible localizar el texto en Diario UNO del 19 octubre, 2014

Imagen agregada RCBáez sobre caricatura de Lacoste



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