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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Presidente Obama: Ponga a EEUU de vuelta del lado de la justicia

3 de Novembro de 2014, 18:23, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda
 

Por cuarta vez en un mes The New York Times publicó un editorial pidiendo cambiar la política de Washington hacia Cuba. El de este domingo solicita al presidente Barack Obama un canje entre el “contratista” Alan Gross preso en Cuba y los tres antiterroristas cubanos del grupo de Los Cinco condenados injustamente en EE.UU.

Paralelamente, el Coronel Lawrence B. Wilkerson, ex Jefe de gabinete de Colin Powell en el Departamento de Estado [en la foto], ha enviado una carta en que dice a Obama: “Pida disculpas al pueblo cubano y a nuestros ciudadanos y, sobre todo, a los Cinco cubanos y sus familias. Escuche a “los mejores ángeles de nuestra naturaleza” y ponga a los Estados Unidos de vuelta del lado de la justicia.”

 

5 de Noviembre, 2014

 

Presidente Barack Obama

The White House

1600 Pennsylvania Avenue NW

Washington, DC 20500

 

Estimado Sr. Presidente,

 Es tiempo de corregir una injusticia que está en su poder enmendar. Esta injusticia habla mayormente sobre el sistema de justicia estadounidense, el record de Estados Unidos sobre Derechos Humanos y más importante, la vida de cinco hombres cuya dedicación a la seguridad de su propio país frente a ataques terroristas debe ser admirado y respetado, no castigado. Sin duda Ud. ha escuchado sobre estos hombres: Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y René González Sehwerert. El mundo los conoce como “Los Cinco Cubanos”.

 Dos de estos hombres están hoy fuera de la cárcel, dos más podrían salir en libertad en un futuro lejano y uno de ellos nunca podrá ver el amanecer de un día en libertad. He intentado visitarlo – sin éxito – en la prisión de máxima seguridad de Victorville, California: se trata de Gerardo Hernández.

 Aunque no pude visitarlo, un colega confiable que me acompañó, el fallecido Saúl Landau, pudo hacerlo y me informó que Gerardo permanece más firme y determinado que nunca pero aún sorprendido ante la falta de acción por parte de la supuesta democracia más grande del mundo.

 Los Cinco cubanos sufrieron una terrible injusticia cuando fueron arrestados en 1998. Después de sus arrestos permanecieron 17 meses en confinamiento solitario. El juicio se llevó a cabo en Maimi, Florida y en el 2001 fueron sentenciados a largos años de prisión. Mínimamente a nivel legal, el juicio en Miami debió haber sido cambiado a otra sede.

 Los argumentos de cambio de sede no solo eran persuasivos sino que fueron confirmados ampliamente cuando tres jueces de la Corte de Apelaciones de Atlanta, votaron a favor de un cambio de sede. Más tarde, sin embargo, esta decisión fue revertida cuando el poder político de la administración de Bush – una administración en la que he servido – obligó al pleno de la corte a reconsiderar la decisión del panel de tres jueces y votar diferente, ratificando la sentencia de dos de ellos y enviando el caso de los otros tres a la corte para ser re-sentenciados. La corte reconoció que estaban mal aplicadas las guías de sentencia y redujo brevemente sus condenas.

 Pero hay más, mucho más. De hecho, en la actualidad existen indiscutibles pruebas de que los Cinco no eran culpables de los cargos presentados contra ellos en primer lugar. La política que rodeó al juicio estaba en manos de la línea dura de sectores cubano-americanos en la Florida así como en el Congreso de Estados Unidos. Sin sus flagrantes interferencias en el curso de la justicia, el juicio nunca hubiera tenido lugar.

 Por otra parte, el gobierno invirtió miles de dólares de los contribuyentes para pagarle a periodistas en Miami para que escribieran artículos condenatorios, para influenciar al jurado y predisponer a la opinión pública a un veredicto de culpabilidad.

 Este juicio fue un pago político a los cubanos-americanos intransigentes, y cada persona en los Estados Unidos y en todo el mundo que presta atención a este caso lo sabe. De hecho, usted también lo sabe, señor Presidente.

 Este juicio es una mancha en la estructura misma de la democracia de los Estados Unidos. Este juicio envía una señal clara a todo el mundo – que nos juzga no como nosotros nos juzgamos, sino por nuestros actos.

 Usted, señor Presidente, no puede borrar esta mancha; ha pasado mucho tiempo y muchos años han sido robados de las vidas de estos hombres. Pero usted puede mitigarla, puede hacerla menos dolorosa. Y en última instancia, usted puede limpiar la reputación de nuestro sistema de justicia, y en el caso de Gerardo y los otros dos hombres todavía en prisión, puede concederles su libertad.

 El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, en mayo de 2005, declaró que el encarcelamiento de los Cinco cubanos es una violación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, poniendo a Estados Unidos junto a algunos de los países más atroces en la tierra. El grupo de trabajo pidió que Estados Unidos tome medidas para remediar la situación. Usted, señor Presidente, puede hacerlo.

 Señor Presidente, usted dijo que “tenemos que mirar hacia adelante en vez de mirar hacia atrás”. Pero en ciertos casos, eso es incorrecto y usted lo sabe. ¿Quiere que no miremos a nuestra guerra Civil? ¿A los estragos de la esclavitud que la condujo? ¿A la esclavitud económica de un siglo que siguió a la guerra? ¿Al racismo de nuestro pasado – un racismo que aún nos azota hoy? No lo creo. Y usted no debe negar la necesidad de mirar hacia atrás, revisar y revertir la burla de este juicio.

 Tome acción, señor Presidente. Deje en libertad inmediatamente a los tres restantes miembros encarcelados de los Cinco cubanos. Admita públicamente la flagrante injusticia hecha a todos ellos y elabore las razones. Pida disculpas al pueblo cubano y a nuestros ciudadanos y, sobre todo, a los Cinco cubanos y sus familias. Escuche a “los mejores ángeles de nuestra naturaleza” y ponga a los Estados Unidos de vuelta del lado de la justicia.

 Respetuosamente,

 Lawrence B. Wilkerson

 Ejército de los EE.UU

 

*Lawrence Wilkerson, Distinguido Profesor Visitante de Política Pública y de Gobierno en la Universidad de William y Mary en Williamsburg, Virginia. Del 2002 al 2005 ocupó el cargo de Jefe de gabinete de Colin Powell en el Departamento de Estado. El coronel (r) Wilkerson sirvió durante 31 años, desde 1966 a 1998, al ejército de los EE.UU.

 

Fuente La Pupila Insomne

 



Editorial de The New York Times pide canje de presos entre EEUU y Cuba

3 de Novembro de 2014, 2:17, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda
 

the new york times

Solo hay una manera viable de retirar a (Alan) Gross de una ecuación suficientemente compleja (con Cuba), afirma este lunes un nuevo editorial de la edición impresa del diario norteamericano The New York Times: La administración Obama debe canjearlo por los tres cubanos que llevan más de 16 años tras las rejas en Estados Unidos.

El diario, que en octubre publicó tres editoriales a favor de la normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU, reconoció que  ”hace casi cinco años, las autoridades en Cuba detuvieron a Alan Gross, un subcontratista del gobierno estadounidense que estaba trabajando en un sigiloso proyecto” para extender una red ilegal en la Isla.

“Aunque un creciente número de líderes en Washington y La Habana parecen estar ansiosos por comenzar a normalizar la relación entre los países, el caso de Gross se ha convertido en el principal obstáculo para lograr un avance diplomático”, asegura el diario en el editorial que se publicó simultáneamente en inglés y español, y se adelantó en la edición digital en la noche de este domingo.

Añade que “en la Casa Blanca, la posibilidad de un intercambio de presos con La Habana genera ansiedad, debido a las críticas que surgieron en mayo, cuando Estados Unidos negoció la liberación de un soldado secuestrado en Afganistán a cambio de cinco líderes del movimiento Talibán”.

Sin embargo, el diario reafirma que “en circunstancias excepcionales, vale la pena hacerlo. El caso de Gross es una de ellas”.

Gross viajó a La Habana cinco veces en 2009, bajo la dirección de Development Alternatives Inc., que tenía un contrato con la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos. Fingiendo ser turista, transportó furtivamente equipos de comunicación, añade el rotativo.

“El Gobierno cubano, que lleva años protestando los proyectos encubiertos para promover reformas democráticas en la isla, condenó a Gross en 2011 a 15 años de prisión por actos que atentan contra la integridad del Estado”, dice.

Reconoce que “durante los primeros meses de su detención, funcionarios en la isla sugirieron que estarían dispuestos a liberar a Gross si Washington suspendía los proyectos cuyo fin es destituir al actual Gobierno cubano. Esas negociaciones no prosperaron”.

The New York Times asegura categóricamente que funcionarios norteamericanos han concluido que para lograr la libertad de Gross, es necesario repatriar a los tres agentes cubanos que fueron condenados en un juzgado federal en Miami, en 2001.

Sugiere que “para efectuar un canje, el Presidente Obama tendría que suspender el resto de la condena de los reos. Esa acción sería justificable si se tiene en consideración el largo periodo que han estado presos, las críticas válidas que han surgido respecto a la integridad del proceso judicial que enfrentaron, y los posibles beneficios que un canje podría representar para lograr un acercamiento bilateral”.

El diario asegura que preso que más le importa al Gobierno cubano, Gerardo Hernández, “fue condenado a cadena perpetua. Hernández, el líder de la Red Avispa, una agrupación que infiltró grupos de exiliados cubanoamericanos en el sur de Florida durante la década de años noventa, fue hallado culpable de conspiración para cometer asesinato. La fiscalía acusó a Hernández de conspirar con autoridades en La Habana para derribar aviones operados por un grupo de exiliados que solían repartir folletos sobre la isla, incitando a una revolución contra el gobierno. A sus cuatro asociados se les declaró culpables de delitos no violentos. Dos han regresado a Cuba, y los otros dos van a ser liberados relativamente pronto”.

Añade del The New York Times:

Un panel de tres jueces del Juzgado de Apelación del Distrito 11 revocó los fallos en agosto de 2005, habiendo determinado que un conjunto de factores impidieron que los acusados tuvieran un proceso justo. Los jueces establecieron que, en vista de la enorme hostilidad contra el gobierno cubano en Miami, y de cobertura periodística vilipendiando a los espías, el jurado no podía ser imparcial. Al revisar el caso posteriormente, todos los jueces de la corte de apelación dieron revés a ese fallo y restituyeron los veredictos. Sin embargo, jueces de esa corte señalaron otras deficiencias en el proceso judicial, que llevaron a una reducción en la condena de tres de los presos. La jueza Phyllis Kravitch escribió una opinión disidente, argumentando que la acusación de conspiración para cometer asesinato imputada contra Hernández no tenía fundamentos. Los fiscales, según la jueza, no establecieron que Hernández, quien le proveyó a La Habana información sobre los vuelos, había acordado con autoridades en la isla que los aviones serían derribados sobre espacio aéreo internacional. Si los aviones hubieran sido derribados sobre espacio aéreo cubano, el acto no habría constituido un delito bajo la ley de Estados Unidos.

El regreso de Hernández a la isla es una prioridad primordial para el Presidente de Cuba, Raúl Castro. Los líderes cubanos han celebrado a los presos como héroes y han protestado que el proceso legal fue injurioso. Entidades independientes, incluido un panel de Naciones Unidas que evalúa detenciones arbitrarias, y Amnistía Internacional, han sido críticas del proceso judicial.

El diario reconoce que a través de los años, funcionarios estadounidenses han dicho que no están dispuestos a intercambiar a los cubanos por Gross, dado que alegan que los casos no son equivalentes.

“Sin embargo, un canje podría abrir el camino para reanudar lazos diplomáticos, lo cual permitiría que Estados Unidos tuviera mayores oportunidades de fomentar cambios positivos en la isla mediante la expansión de comercio, turismo y mayor contacto entre cubanos y norteamericanos. De lo contrario, se perpetuará la enemistad que ha reinado durante más de 50 años, continuando así un ciclo de desconfianza y actos de sabotaje por ambos lados”, asegura.

Y remata: “Más allá de los méritos estratégicos de un canje, la administración tiene un deber de hacer más por lograr la liberación de Gross. Su arresto se llevó a cabo como consecuencia de una estrategia irresponsable.

El diario asegura que Gross ha bajado más de 45 kilos de peso durante su detención. Está perdiendo la vista en el ojo derecho. Tiene dolencias en las caderas. En junio, su madre falleció. En mayo, luego de cumplir 65 años, Gross dijo que este año será el último que pasa en cautiverio, amenazando estar dispuesto a quitarse la vida si no recobra la libertad. Sus seres queridos han tomado sus palabras literalmente, considerándolas como una advertencia de un hombre desesperado.

“Si Gross muere estando en custodia, la posibilidad de establecer una relación más saludable con Cuba desaparecerá por varios años. Obama tiene que reconocer que esto es enteramente evitable, pero hay que actuar pronto”, concluye.



Convocatoria a la XII edición del Premio Pensar a Contracorriente y a la III del Premio Especial Una Especie en Peligro

1 de Novembro de 2014, 17:38, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Descargue convocatoria en inglés Rules-english.doc

Con el propósito de reconocer y difundir el pensamiento crítico sobre los problemas y desafíos más acuciantes del mundo contemporáneo desde perspectivas de amplio sentido anticolonial, antimperialista y emancipador, que evolucione hacia una ejemplar teoría del desarrollo alejada de la impronta capitalista, comprometida con los asuntos cruciales del medio ambiente y de censura ante la cruel destrucción que el irracional afán de lucro ejerce sobre la Madre Natura, el Ministerio de Cultura de Cuba, el Instituto Cubano del Libro y la Editorial Nuevo Milenio convocan a la XII edición del Premio Pensar a Contracorriente.

Como alternativa al silenciamiento y la marginación que sufre el pensamiento emancipador en los grandes circuitos de reproducción hegemónica y dominación social e intelectual, y ante los inmensos desafíos que la humanidad debe enfrentar por la erosión despiadada de   su entorno, el Premio Pensar a Contracorriente y el Premio Especial Una especie en Peligro aspiran a contribuir al desarrollo de ideas, análisis y propuestas activas dentro del campo de las Ciencias Sociales, la Cultura y el  universo Científico-Técnico. En ese contexto, convoca a la diversidad de enfoques y puntos de vista, así como a la confrontación con las bases de los sistemas hegemónicos de pensamiento dentro de la nueva geopolítica internacional.

1. Podrán participar autores de cualquier país con un ensayo inédito, en español, portugués, inglés, francés (o traducido a alguna de estas lenguas)  que no debe estar comprometido para su publicación ni haber obtenido premios en otros concursos.

2. El ensayo no debe poseer menos de 20 cuartillas ni exceder las 40. Una cuartilla  pautada está compuesta por 1 800 caracteres (30 líneas de 60 caracteres cada una) para un total admisible de 36 000 a 72 000 caracteres.

3. La bibliografía y las notas deben aparecer con todos sus elementos  rigurosamente  ordenados.    

4. No se aceptará más de un trabajo por autor.

5. El ensayo deberá enviarse antes del 20 de diciembre de 2014 en archivo adjunto (preferentemente .rtf, aunque también .doc., o en ficheros de formatos abiertos, como odt) en una sola copia  y un solo mensaje, debidamente identificado  con el nombre completo del autor, edad, carnet de identidad o cédula y dirección actual, así como una síntesis de su currículum vitae, a la dirección electrónica: contracorriente@cubarte.cult.cu . El autor debe recibir confirmación de la recepción de su trabajo por parte del coordinador del concurso, para dar como notificada la participación de su texto en el certamen.

6. Un prestigioso jurado internacional realizará la evaluación y premiación de los trabajos, consistente en un diploma acreditativo  y 1 000.00 euros para el primer lugar.

7. Con similar reconocimiento y estímulo material, el Jurado otorgará, además, el Premio Especial Una especie en peligro,  que arriba a su tercera edición, al ensayo que mejor aborde los peligros y consecuencias de la crisis ecológica generada por el modo capitalista de producción y al texto que mejor aporte y analice propuestas concretas de alternativas anticapitalistas de desarrollo en armonía con la naturaleza.

8. El Jurado podrá conceder hasta diez menciones entre ambos premios, sin que ello implique retribución monetaria.

9. La Editorial Nuevo Milenio, bajo su sello Ciencias Sociales, publicará un libro conformado por los trabajos premiados y las menciones. El Instituto Cubano del Libro se reserva los derechos de la primera edición de los textos participantes, reserva válida durante un año contado a partir del cierre de la convocatoria, sin que ello represente retribución alguna por concepto de pago de Derecho de Autor.

10. El fallo del jurado será inapelable y se dará a conocer en La Habana durante el mes de febrero de 2015, en el contexto de la Feria Internacional del Libro de Cuba.

11. La participación en el Concurso implica la aceptación de estas bases.

 

Oficina del Premio Pensar a Contracorriente

Editorial Nuevo Milenio, La Habana, Cuba

 

 



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