Fidel: Perdimos nuestro mejor amigo
10 de Março de 2013, 21:00 - sem comentários aindaEl 5 de marzo, en horas de la tarde, falleció el mejor amigo que tuvo el pueblo cubano a lo largo de su historia. Una llamada por vía satelital comunicó la amarga noticia. El significado de la frase empleada era inconfundible. Aunque conocíamos el estado crítico de su salud, la noticia nos golpeó con fuerza. Recordaba las veces que bromeó conmigo diciendo que cuando ambos concluyéramos nuestra tarea revolucionaria, me invitaría a pasear por el río Arauca en territorio venezolano, que le hacía recordar el descanso que nunca tuvo.
Nos cabe el honor de haber compartido con el líder bolivariano los mismos ideales de justicia social y de apoyo a los explotados. Los pobres son los pobres en cualquier parte del mundo.
“Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.”, proclamó el Héroe Nacional y Apóstol de nuestra independencia, José Martí, un viajero que sin limpiarse el polvo del camino, preguntó donde estaba la estatua de Bolívar.
Martí conoció el monstruo porque vivió en sus entrañas. ¿Es posible ignorar las profundas palabras que vertió en carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado víspera de su caída en combate?: “…ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas…”.
Habían transcurrido entonces 66 años desde que el Libertador Simón Bolívar escribió: “…los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad”.
El 23 de enero de 1959, 22 días después del triunfo revolucionario en Cuba, visité Venezuela para agradecer a su pueblo, y al gobierno que asumió el poder tras la dictadura de Pérez Jiménez, el envío de 150 fusiles a fines de 1958. Dije entonces:
“…Venezuela es la patria de El Libertador, donde se concibió la idea de la unión de los pueblos de América. Luego, Venezuela debe ser el país líder de la unión de los pueblos de América; los cubanos respaldamos a nuestros hermanos de Venezuela.
“He hablado de estas ideas no porque me mueva ninguna ambición de tipo personal, ni siquiera ambición de gloria, porque, al fin y al cabo, la ambición de gloria no deja de ser una vanidad, y como dijo Martí: ‘Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz.’”
“Así que, por tanto, al venir a hablarle así al pueblo de Venezuela, lo hago pensando honradamente y hondamente, que si queremos salvar a la América, si queremos salvar la libertad de cada una de nuestras sociedades, que, al fin y al cabo, son parte de una gran sociedad, que es la sociedad de Latinoamérica; si es que queremos salvar la revolución de Cuba, la revolución de Venezuela y la revolución de todos los países de nuestro continente, tenemos que acercarnos y tenemos que respaldarnos sólidamente, porque solos y divididos fracasamos.”
¡Eso dije aquel día y hoy, 54 años después, lo ratifico!
Debo solo incluir en aquella lista a los demás pueblos del mundo que durante más de medio siglo han sido víctimas de la explotación y el saqueo. Esa fue la lucha de Hugo Chávez.
Ni siquiera él mismo sospechaba cuán grande era.
¡Hasta la victoria siempre, inolvidable amigo!
Fidel Castro Ruz
Marzo 11 de 2013
12 y 35 a.m.
Uno de los nuestros
9 de Março de 2013, 21:00 - sem comentários aindaPor Roberto Ginebra*
En 1999, tenía la autoestima por el suelo. Suspenso en la asignatura Derecho de Obligaciones, me habían otorgado la repitencia* del segundo año de la carrera. La crisis nacional continuaba, pese al incremento y los ingresos del turismo. Me consolaba asistiendo a ratos a la Universidad, buscando algún material de estudio en las bibliotecas (la Central y la de la facultad) o pidiendo viejas notas a mis compañeros. Aquella tarde era hosca, había custodios de verde olivo pidiéndole el carnet de estudiantes a quienes trataban de entrar al Alma Mater por cualquiera de sus accesos. Acostumbrado a portar todos los documentos encima, no tuve problemas para entrar, pero era hostil a aquel ambiente.
Estaba sentado, un rato después, en un banco de la Plaza Cadenas (rebautizada en 1961 como Plaza Agramonte, nombre que por desgracia no ha pegado entre los universitarios), encadenado sin metáforas a un resumen sobre obligaciones pecuniarias y con un tanque obsoleto de fondo, como si fuera a dispararme, creo. Entonces se formó el tumulto y apareció Fidel con un mandatario latinoamericano. Estábamos acostumbrados a esas visitas, recuerdo así de pasada, las de los colombianos Samper y Pastrana; la del mexicano Zedillo, y otras. Pero a Hugo Chávez Frías, de la Venezuela vigilante y ceñuda, ya los cubanos le teníamos un extraño afecto en aquellos años solitarios, de aislamiento y guerra mediática (la guerra se mantiene). Y quise verlo de cerca.
Era de piel aceitunada, de mi altura física, pelo crespo cerrero, semblante amplio y ojos avisados. Rápido de gesto y palabra... y sobre todo con una sonrisa que desarmaba con su franqueza. Tengo que reconocer que para ese entonces no lo había aquilatado. Lo sabía valiente, pero también “golpista”. Lo sabía de izquierda, pero también católico. Le gustaba la pelota, pero era teniente coronel. Tenía mis reservas y mis prejuicios, que se fueron esfumando con los años, y aún discrepando a veces con palabras o formas, no dudé nunca de su visión estratégica. Lo convertí dentro de mi corazón en un amigo del barrio, más que en el Presidente Aliado. El mayor acierto de mi pobre apreciación política fue reconocer en él, más tarde, al más grande líder socialista mundial de principios del siglo XXI y al más comprometido con la causa cubana que conoció mi generación.
Aquella tarde pude saludarlo, junto a otros centenares de estudiantes: Mucho gusto, Presidente, tal vez le dije. A mi lado, una muchacha negra de largas trencitas, le sonreía con timidez. Él le preguntó: “¿Cuánto tiempo te demoras en peinarte?” Las carcajadas de todos a nuestro alrededor se sumaron a su ocurrencia. Fidel se mantenía apartado, y Chávez lo llamó, con esa confianza familiar de siempre: “Ven, Fidel” El de la barba cana, sonrió y le dijo: “No Hugo, esos son tus estudiantes” Creo que fue la única de tantas veces que nuestro Comandante no fue a saludarnos, cediendo al otro Comandante su lugar. Y de repente, sin más, me sentí mejor… no parte de la Historia, ni ningún disparate panfletario, solo mejor.
Hubiera querido un recuerdo célebre, pero ese es mi recuerdo. Nuestro Chávez, como nuestra América del Bravo a la Patagonia, cabe en esas pequeñas cosas, precisamente por su grandeza ejemplar. Y el proyecto de Socialismo Bolivariano que el diseñó, es aún más auténtico para nuestras naciones, hoy, que el modelo que Cuba ha defendido por más de cincuenta años. Es una herejía para los defensores del canon estatista, lo sé… pero vivo todos los días con esa certeza.
Abordar ahora las razones que tengo para afirmar algo así, es parte de otras páginas, que tal vez escriba en algún momento u otros lo hagan por mí. Por eso Fidel en plena conciencia de la propuesta de Hugo Chávez, nos llamaba sus estudiantes aquella tarde, sin que ello implicara dejar de hacer nuestro propio destino o renegar del mejor legado de la Revolución Cubana.
Finalmente me gradué, me hice abogado, me casé con una católica, tuve dos hijos. Tan acostumbrado a ver al Presidente Chávez triunfar, no me pasó por la mente, ni siquiera al enfermarse de cáncer, que se nos podía ir así: lúcido, fuerte, sonriente. Pero después de ver su vida, su batalla; después de fundirnos en su sueño, ya sé que somos mejores. Sólo eso, sin más pretensiones. Y este llanto nos salva.
*Cuando un estudiante debe repetir su año, y volver a cursar sólo la asignatura en la que obtuvo baja calificación
Enviado por su autor, abogado, poeta y escritor cubano
Imagen agregada RCBáez
El cáncer inducido ¿una posibilidad real? Algunas opiniones sobre el tema
9 de Março de 2013, 21:00 - sem comentários ainda
De todo se ha leido... desde insultos de los fundamentalistas de siempre, que hablan de "un castigo divino", hasta la creencia arraigada en nuestros corazones de que, para casualidad, es mucha. Veamos entonces estos artículos que tratan el tema, la posibilidad de que la larga mano del Imperio se esconda tras esta enfermedad que siempre ha sido un flagelo de la humanidad, pero que ahora parece inclinarse a los que molestan al Tío Sam:
Palabras de Chávez cuando comentara este tema
http://www.ivoox.com/cancer-presidentes-latinoamericanos-audios-mp3_rf_1846379_1.html
Peculiar cáncer ataca presidentes
Por Rashid Sherif
Lo supimos a través de las revelaciones de Wikileaks: Hace dos años, Hilary Clinton envió al embajador en Buenos Aires un mensaje secreto para pedirle que investigue la salud de la Presidenta Cristina Fernández. Necesitaba saber sus hábitos personales, sus gustos, cómo ella manejaba el estrés en relación con su trabajo, y muy particularmente hizo ésta pregunta: ¿Acaso tomaba alguna medicina y cual sería?
¿Por qué será que la Jefa del Departamento de Estado estaba indagando en secreto semejante información acerca de la salud de una jefa de Estado?
Extrañas coincidencias: Al poco tiempo, la Presidenta Cristina Fernández, que hasta ahora había disfrutado de una excelente salud, de pronto se le detectó un tumor de la glándula tiroidea. Por suerte, nos enteramos luego que se trató de un tumor benigno. Otro hecho ocurrió de repente: Su esposo, antiguo Presidente Néstor Kirchner entonces candidato de nuevo a la presidencia, había tomado un café en un hotel en la Patagonia donde acostumbraba ir. A las pocas horas, de noche, fue presa de un repentino malestar y murió de infarto fulminante del miocardio. Otras noticias no menos sorprendentes: El Presidente de Paraguay, Fernando Lugo tuvo un cáncer linfático. También la Presidenta Dilma Rousseff padeció de cáncer mientras estaba en campaña electoral. Ella era antiguo líder de un movimiento de liberación nacional en los años terribles de la dictadura militar apoyada por Estados Unidos, fue detenida y torturada. A su vez, el Presidente Lula da Silva de pronto sufrió de cáncer, su pueblo lo reclamaba para presentarse a futuras elecciones. El Presidente de Venezuela Hugo Chávez quien tenía perspectivas muy favorables para presentarse por un nuevo periodo presidencial, sufrió una y otra vez en recaídas de un tumor canceroso particularmente maligno. En fin, llaman la atención poderosamente esta verdadera serie de graves accidentes de salud física fatales en algunos casos. Eran y son jefes de Estado con antecedentes de buena salud con similares virtudes de ser portadores de la esperanza de sus pueblos y hasta de continentes del Gran Sur, aportando el aliento del cambio social, a la vez enfrentándose con mayor o menor grado a los intentos del imperio de los EEUU por derrocarlos, desprestigiarlos, alentar conspiradores locales contra ellos. Nunca dejó esos planes criminales, de allí nace la sospecha en su contra cada vez que surge un intento de golpe de Estado, una maniobra artera de sus aliados locales derechistas. En suma, se hace casi evidente encontrar su mano peluda al descubrir esa cascada peculiar de canceres persiguiendo jefes de Estado de orientación patriótica y antiimperialista. De hecho, es de conocimiento público que hace varios años ya, la CIA y el Pentágono al igual que su apéndice Israel- han desarrollado y utilizado en varias ocasiones un tipo de armamento biológico letal con una variedad de objetivos.
Pocos años atrás, Fidel estando de regreso de un viaje oficial en Argentina sufrió de pronto de una misteriosa hemorragia interna que lo puso al borde de la muerte. Resucitó por milagro y gracias al talento legendario de los médicos cubanos. Anteriormente, Yasser Arafat acosado durante dos años por constantes disparos de armas pesadas contra su residencia en Ramallah, cuando se negaba a ser deportado según lo requería Sharon, fue víctima de envenenamiento fulminante de sus glóbulos rojos y ni siquiera se pudo diagnosticar el producto letal en el hospital de París por los expertos médicos franceses. Murió de repente. Solo recientemente, se está investigando de nuevo la causa de su muerte.
En los últimos 50 años, Fidel fue blanco de alrededor de 700 y más intentos de asesinato (ha entrado ya en los anales de Guinness!), incluyendo medios biológicos sofisticados preparados en laboratorios de la CIA y el Pentágono, intentos de asesinato revelados tanto por Wikileaks como por otras fuentes oficiales y periodisticas.*
En la historia no lejana, cuando no se trata de golpe de Estado militar fomentado por la CIA sea en Chile contra el presidente Salvador Allende, o más recientemente en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya, sin olvidarnos los intentos frustrados contra Evo y Correa, el imperio está entonces urdiendo atentados disfrazados de accidentes de avión como fue el caso del Presidente de Panamá Omar Torrijos quien nacionalizó el canal (!); o el Presidente progresista Samora Machel, de Mozambique. En otros escenarios, fue el vil y cobarde asesinato del Che y recientemente el horroroso linchamiento de Muammar Gaddafi. Estos grandes líderes eran dignos patriotas de países del Sur que se oponían todos a la dominación imperialista de los Estados Unidos.
La tragedia que nos golpeó con la muerte altamente sospechosa de Arafat, hoy nos sofoca con la pérdida irreparable del Presidente Chávez, nos obliga a preguntarnos: ¿Como ese odio del enemigo llega tan cerca hasta atentar de forma insidiosa contra la vida del líder del pueblo? Mientras la responsabilidad política y moral del crimen recae directamente sobre las fuerzas de ese imperio, su responsabilidad penal más temprano que tarde se hará evidente a plena luz, ante el pueblo y la Historia. Sea por un vil atentado, sea por una enfermedad cancerosa insidiosa, sutilmente inducida, la desaparición brutal del líder transforma su existencia en destino como mártir, héroe nacional, continental y hasta internacional. Chávez amaba la vida; a la vez entregó su vida entera a su pueblo: por su lucha y sus ideas imperecederas vive y vivirá para siempre. Su talla agigantada alumbrará Venezuela y el camino de los pueblos en busca de su liberación; vivirá en la Historia que lo devuelve entre los vivos para seguir guiando sus pasos, despertar su vigilancia hasta la victoria final.
http://shaahidun.wordpress.com/
Enviado por su autor
Les comparto además sobre este tema, el trabajo de mi querido hermano Miguel, a cuyo texto pertenece la foto que encabeza este post, donde aparecen Fernando Lugo, Lula da Silva, Hugo Chávez, Dilma Rouseff y Cristina Fernández, “casualmente” los mandatarios progresistas aquejados por la fatal enfermedad, más o menos en el mismo período:
El cáncer: ¿un arma imperialista contra las izquierdas?
Por Miguel Fernández Martínez
La reciente muerte del presidente venezolano, comandante Hugo Chávez, volvió a poner sobre el tapete la duda acerca del origen y causas de enfermedades letales que, sorpresivamente, atacaron a prominentes líderes de la izquierda latinoamericana.
Las máximas autoridades del gobierno bolivariano de Venezuela anunciaron recientemente que iniciarán una profunda investigación científica para tratar de encontrar la verdad sobre el agresivo cáncer que le quitó la vida al indiscutible líder latinoamericano, en momentos en que se disponía a cumplir un nuevo mandato popular de gobierno, después de ganar abrumadoramente en las elecciones de octubre pasado.
La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), junto a otras agencias europeas e israelíes dedicadas al trabajo secreto y la subversión, tienen un largo historial de ataques bacteriológicos contra líderes mundiales, que se fueron convirtiendo en incómodas figuras frente al proyecto hegemónico del imperialismo.
Los casos más relevantes fueron el del ex presidente paraguayo Fernando Lugo, que padeció de un linfoma no-Hodgkins, y casi simultáneamente la actual mandataria brasileña Dilma Rousseff, en pleno apogeo de su campaña política, se tuvo que enfrentar a un cáncer en el sistema linfático.
Otros afectados que llamaron la atención fueron el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien se le diagnosticó un tumor en la laringe, y Cristina Fernández, presidenta de Argentina, que fue operada de un cáncer de tiroides.
Sin estar en la lista de los líderes más radicales de Latinoamérica, pero con posiciones menos comprometidas con Washington y que ofrecieron respaldo al proyecto bolivariano de integración continental, fueron afectados por el cáncer de próstata el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el ex presidente de Haití, René Preval.
También llama la atención la repentina muerte del argentino Néstor Kirchner, mientras aspiraba a un nuevo período presidencial, que fue víctima de un fulminante infarto del miocardio mientras tomaba un café en un hotel en la Patagonia, y la grave enfermedad que atacó al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en 2006, después de su regreso de un viaje a la Argentina.
Aunque no se puede afirmar hasta dónde pudo llegar la siniestra mano de los órganos de inteligencia imperiales, aún están frescas las dramáticas revelaciones de la ejecución de pruebas científicas hechas por Estados Unidos con seres humanos en Guatemala a mediados del siglo pasado, que incluyeron la inoculación de graves enfermedades en personas utilizadas como conejillos de Indias.
Tampoco se olvidan los altos índices de padecimientos cancerígenos registrados entre la población de la isla puertorriqueña de Vieques, como consecuencia de las pruebas bacteriológicas realizadas por la Marina estadounidense, y la confirmación del asesinato por envenenamiento con plutonio del líder palestino Yasser Arafat.
La impotencia de las ultraderechas, en su afán por alcanzar el poder y control de los pueblos, jamás ha puesto límite para sacudirse de encima a los representantes populares con propuestas de gobierno a favor de los menos beneficiados.
El chileno Salvador Allende, el panameño Omar Torrijos, el granadino Maurice Bishop, por solo citar tres ejemplos y en diversas circunstancias, murieron trágicamente en ejercicio de sus cargos, después de ver el dedo imperial inclinarse hacia abajo.
Por su parte, el líder cubano Fidel Castro acumula un record impresionante de intentos frustrados de asesinato que supera las 600 acciones fraguadas y financiadas en las siniestras oficinas de Langley.
Recientes revelaciones de Wikileads confirmaron a través de documentos secretos dados a conocer, que el Departamento de Estado norteamericano estuvo al corriente y con gran interés, de las posibles enfermedades que afectaban y los medicamentos que consumían varios líderes de las izquierdas latinoamericanas.
Durante una graduación militar, en una de sus últimas apariciones públicas, el extinto mandatario venezolano Hugo Chávez sugirió que Estados Unidos puede estar detrás de la propagación de las enfermedades oncológicas entre los líderes de países latinoamericanos.
“No sería extraño que hubieran desarrollado una tecnología para inducir el cáncer y nadie lo sepa hasta ahora”, se preguntó Chávez en aquella oportunidad.
El actual presidente en funciones venezolano, Nicolás Maduro, volvió a poner en dudas el origen de la enfermedad que aniquiló al comandante Chávez y pidió que se iniciara una profunda investigación científica para determinar las causas y origen del cáncer que padeció su predecesor, quizás el más incómodo rival que tenía Washington en una América Latina que está aprendiendo a conducirse sola e independiente de los designios del Norte.
Al margen de cualquier conjetura, sigue llamando la atención esta rara avalancha que el cáncer desata contra las izquierdas políticas.
Aunque Estados Unidos lo niega rotundamente, no se puede olvidar que también negaron por más de 70 años haber sido los culpables de la voladura del acorazado Maine, en la bahía de La Habana para declararle la guerra a España y ocupar ilegalmente a Cuba, y que por medio siglo ocultaron ser los responsables de miles de muertes en Guatemala a causa de sus experimentos científicos con seres humanos, entre otras desventuradas mentiras.
El tiempo y la verdad, dirán la última palabra.
Tomado de Cuba, la Isla Infinita
http://cubalaislainfinita.blogspot.com/2013/03/el-cancer-un-arma-imperialista-contra_10.html?spref=fb
Otros autores se han pronunciado sobre este tema, algunos, incluso antes de que fuera detectado el cáncer en el Comandante Presidente:
Cáncer inducido, ¿arma secreta?, en The Guardian/Chávez, la última víctima
http://www.rafapal.com/?p=20411
[Link para The Guardian http://guardian.co.tt/lifestyle/2012-02-27/cancer-secret-weapon ]
El diario “The Guardian” publica fuerte y claro: CÁNCER, EL ARMA SECRETA
http://despierten.wordpress.com/2013/03/09/el-diario-the-guardian-publica-fuerte-y-claro-cancer-el-arma-secreta/#comment-2204
La enfermedad que persigue a los presidentes de Latinoamérica
http://tn.com.ar/politica/la-enfermedad-que-persigue-a-los-presidentes-latinoamericanos_077384
2 Años. Cinco Presidentes de América Latina Con Cáncer
http://www.taringa.net/posts/noticias/13541316/2-A-os-Cinco-Presidentes-de-Am-rica-Latina-Con-C-ncer.html
Varios presidentes sudamericanos, afectados por el cáncer en los últimos meses
http://www.20minutos.es/noticia/1261973/0/presidentes/cancer/america-del-sur/
Presidentes de Latinoamérica que padecen de cáncer
http://www.elpopular.pe/actualidad-y-policiales/2013-03-06-presidentes-de-latinoamerica-que-padecen-de-cancer
Y para terminar, porque la búsqueda amenaza no tener fin:
El cáncer persigue a los presidentes latinoamericanos
http://www.semana.com/nacion/articulo/el-cancer-persigue-presidentes-latinoamericanos/265689-3
Tuya es mi vida, tuyo es mi amor…
8 de Março de 2013, 21:00 - sem comentários aindaPor Rosa C. Báez
Fueron su canto de victoria, su despedida… las palabras que hoy un mundo agradecido le devuelve…
Aún no sé si podré terminar estas pobres, estas pequeñas ideas que desde esta isla que hoy le llora, le dedico. Tres días de trabajo casi continuo, tres días de llanto y dolor en que numerosos amigos han enviado a mi buzón electrónico sus mensajes de tristeza, pero también de esperanza, de compromiso…, no me dejaban poner en blanco y negro mi tristeza. Al fin hoy, ante la imagen del compañero Nicolás Maduro ante su féretro, diciendo -como aquél que despidiera el cadáver de Martí- “las palabras que la costumbre ha hecho rito”, siento romperse este dique que no me dejaba escribir, que no me dejaba compartirles mis sentimientos…
Ciertamente, mi Comandante Chávez, como siempre te llamé, estabas allí, tu espíritu, tu presencia inmanente los rodeaba -en la distancia, la sentíamos cercana- y viendo al que llaman peyorativamente los que todavía intentan mancillar tu imagen “tu delfín” (tan acostumbrados están a sus historias farsescas de dinastías y reinados) y que nosotros identificamos como tu hijo dilecto, como tu sucesor, como la esperanza del pueblo venezolano, sentí que mi dolor se transformaba y que volaba como una mariposa -y perdóneseme esta imagen que algunos encontraran cursi- a reunirse con mis hermanos venezolanos que gritan a coro: “Chávez te juro, yo voto por Maduro”.
Sí, mi Comandante, sé que digo verdades de Perogrullo, que repito palabras que han dicho muchos en estas horas de dolor pero de firmeza y esperanza: No has muerto en vano, no te vas vencido: has dejado a un pueblo que ha crecido, que abrió los ojos al futuro, un pueblo que no se dejará arrebatar la victoria que lograste el 7-Oct., un pueblo dispuesto a luchar no sólo por preservar tus victorias si no dispuesto a continuarlas porque como bien dijo Maduro, tú sigues siendo el Presidente en Ejercicio de la Patria Bolivariana, el hermano de América y el mundo, el hijo de Fidel y de Bolívar!!
No te fallaremos, Comandante. No callará tu canción…
“…canta, canta, compañero, que no calle tu canción, si te falta bastimento tienes ese corazón… Canta, canta, compañero: los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos”.
Chávez Vive: ¡¡La lucha sigue!! Y como cantaste en aquella firme y valiente despedida del 8 de diciembre, mi Comandante… tuya es mi vida, tuyo es mi amor.
Un panteón de la revolución para Chávez
7 de Março de 2013, 21:00 - sem comentários aindaPremonitorias palabras de Humberto, estimado colaborador, que nos dan la pauta que el corazón del pueblo venezolano late al unísono!
Un panteón de la revolución para Chávez
Por Humberto Gómez García*
Estoy sumergido en esta multitud; como a todos las lágrimas se me salen solas, el dolor es irresistible porque en el pecho no me cabe tanto amor por un hombre que en lo personal fue mi amigo y junto al cual luché un pedacito del proceso ante de la toma del poder; allí aprendí a conocerlo, a amarlo como el hermano menor, pronto comprendí sus especiales características de líder, estratega, de conductor que estaba en pleno proceso de aprendizaje.
Hoy no está, el cáncer que le inoculó la maldición imperialista porque veía en él el más grande y peor de los enemigos de las injusticias y las desigualdades, el terror de las burguesías del continente, había que liquidarlo de alguna manera, su plan siniestro, criminal se llevó a cabo y hace dos años comenzó el calvario del hombre más extraordinario de Venezuela después del Libertador Simón Bolívar. Esa es una muerte que indudablemente hay que investigar hasta sus últimas consecuencias, poner en tensión, en alerta a los equipos científicos amigos del continente y todos los mecanismos de inteligencia para llegar a la verdad. Ese crimen no será en vano ni debe quedar impune.
Multitudes y multitudes parten del Hospital Militar. Es realmente impresionante. Logro montarme en un balcón del Bloque 5 de El Silencio a tomar fotografías y la vista se pierde en el río humano que viene acompañando el féretro donde el cuerpo sagrado de nuestro comandante reposa. Calculo 200 mil personas, sin contar las multitudes en la Avenida Lecuna, en la Avenida Fuerzas Armadas, la Nueva Granada y en el resto del recorrido hasta llegar a los Monolitos de Fuerte Tiuna. Millones de corazones latiendo por el líder asesinado por el imperio norteamericano.
Dolor, ira, tristeza en millones de almas bolivarianas pero nadie está derrumbado ni desmoralizado, un fuego interior, el fuego de Chávez late en aquellos corazones adoloridos que claman justicia, que expresan desprecio hacia la canalla mediática y hacia la burguesía, la derecha fascista que se regodea con la muerte de nuestro comandante, como allá en el Miami siniestro donde festejan esa muerte o en el Este de Caracas. Pero lo van a pagar ¡y muy caro!, pero no con la violencia que ellos esperan para justificar un caos y pedir una intervención militar de los Estados Unidos a Venezuela, para eso fue el vende patria de Capriles Radonski a Miami y al Departamento de Estado. Allí están los diplomáticos militares yanquis descubiertos infraganti sonsacando a generales venezolanos para un golpe, allí está el asesinato del cacique Sabino, allí está el acaparamiento de alimentos, la inflación, la guerra mediática y la guerra de los rumores. Guerra psicológica, provocaciones al pueblo para que se lance a desbastar las urbanizaciones de la burguesía. Pero eso no va a ocurrir porque el pueblo está dando muestras de una sorprendente madurez política, de organización, de conciencia política y patriótica y no va a caer en provocaciones, habrá otras formas de cobrarles y más caro, nacionalizando los monopolios alimenticios o la banca conspiradora.
UN PANTEÓN PARA LA REVOLUCIÓN DONDE CHÁVEZ ESTÉ PRESENTE
Muchas consignas he oído desde esta mañana esperando el paso del féretro con los restos inmortales del camarada Chávez. Destaca una: “Chávez al Panteón junto con Simón”. La sabiduría de nuestro pueblo, con la velocidad del rayo, transformó su sentir en esa consigna, ahora bien vale la pena ahondar en la consigna, profundizarla y darle un giro. Creo que se debe construir un Panteón de la Revolución cerca del Panteón Nacional, donde esté Chávez pero no enterrado, invisible sino, al igual que Lenin en Moscú, momificado. Si los soviéticos en su tiempo lo hicieron con el cadáver de Lenin donde la ciencia no tenía los avances de hoy para la preservación del cuerpo, bien se puede hacer que el comandante esté en una urna de cristal, donde su pueblo lo visite, lo vea, lo honre, lo bendiga para el fin de los tiempos.
¿Cuántos años tiene el camarada Lenin en su mausoleo en Moscú?
Cerca de cien años. Cayó la URSS pero el padre de la Rusia moderna sigue allí, ni un traidor y reaccionario fascista como Boris Yelsin y la cúpula derechista que aceleró la desintegración de la URSS logró sepultarlo. El sentimiento de los rusos hacia Lenin es indescriptible e histórico. Así es el sentimiento de nuestro pueblo hacia Chávez, comparado como el Bolívar de esta época, como el padre de la Venezuela moderna.
Baste escuchar los comentarios, lo que dice el pueblo en la calle sobre lo que Chávez significa, desde las voces más sencillas, las más humildes hasta los análisis más reflexivos y profundos. Todo es Chávez, todo está inundado de Chávez. Chávez lo abarca todo, no un espacio humano sino más allá, de manera que la dirección revolucionario, Nicolás, Diosdado, la dirección de PSUV y el Polo Patriótico deben considerar esta posibilidad de inmortalizar a Chávez y no sólo erigirle monumentos sino construirle un mausoleo, una tumba donde las presentes y las futuras generaciones lo visiten y le rindan honores. Creo que esa es una salida al sentimiento popular. Incluso consúltese al pueblo y se verá que va a contestar positivamente esta propuesta que aquí hago.
Honor y gloria eterna a la memoria inmortal del camarada comandante Hugo Chávez.
¡Un Mausoleo para Chávez cerca del Libertador Simón Bolívar!
Con Chávez, Maduro y la Revolución, todo
(Trincheras de Ideas - 06/03/13, En la casa de los sueños azules, 3.30 pm.)
*Escritor caraqueño-guaireño