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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Sesionó en Palacio de las Convenciones de La Habana panel internacional sobre Ciberseguridad

6 de Junho de 2015, 23:48, por Rosa C. Báez Valdés
Rosa Miriam Elizalde, editora de Cubadebate, moderó el Panel dedicado a al Cibeseguridad, de la Conferencia Internacional "Nuevos escenarios de la Comunicación Política en el ámbito digital 2015", organizado por la Cancillería cubana. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Rosa Miriam Elizalde, editora de Cubadebate, moderó el Panel dedicado a la Ciberseguridad, de la Conferencia Internacional “Nuevos escenarios de la Comunicación Política en el ámbito digital 2015″, organizado por la Cancillería cubana. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

La nuevas (y no tan nuevas) tecnologías, ocupan un lugar preponderante incluso para quienes no tienen un acceso directo a ellas. Las formas de producir y procesar la información desde hace años se han trastocado, y con ellas las formas de hacer política, economía, cultura, y de vivir en sociedad.

Entre esas transformaciones destaca una que pone sobre la mesa algo que compete lo mismo a ciudadanos que a gobiernos y organizaciones internacionales: la seguridad.

Con esa palabra de orden se reunió esta mañana en el Palacio de las Convenciones el panel integrado por Li Tao, director general adjunto de la Oficina de políticas y regulaciones de la Administración del Ciberespacio de China; Yulia Olegovna, agregada del Departamento para los asuntos de nuevos desafíos y amenazas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia;  y Enrique Amestoy, quien fuera asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores para temas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Uruguay.

La moderación estuvo a cargo de la Doctora Rosa Miriam Elizalde, periodista y editora principal de Cubadebate. Los análisis tuvieron lugar en el marco de la Conferencia Internacional Nuevos Escenarios de la Comunicación Política en el ámbito digital que sesiona desde el 5 hasta el 7 de junio.

Ciberseguridad a debate

Elizalde enfatizó en que el proceso para garantizar la soberanía y la seguridad de una nación comienza por sus habitantes, por lo tanto, es un fenómeno en el que resulta decisiva la cultura de la ciudadanía.

El director general adjunto de la Oficina de políticas y regulaciones del ciberespacio de China mencionó que una gran parte de la economía China opera en escenarios virtuales, tal es el caso de Alibaba, el gigante de comercio electrónico que protagonizó el 19 de septiembre la mayor presentación a la bolsa en la historia de Wall Street.

Comentó que la estrategia para la ciberseguridad en su país consta de cuatro puntos fundamentales. El primero relacionado con el respeto a la soberanía y la oposición a la hegemonía de una sola nación (o un pequeño grupo de ellas) en escenarios virtuales. El segundo fundamento se centra en la garantía de la seguridad política, cultural, económica e informática, sobre todo en países víctimas de monitoreos, ataques y robos de información. El tercero pretende mantener el orden cibernético y garantizar la libertad ciudadana en el ciberespacio. En ese sentido afirmó que la libertad es el motivo del orden, y el orden es la garantía de la libertad. En cuarto lugar mencionó la necesidad de centrarse en la tolerancia y en el aprendizaje mutuo.

La agregada del Departamento para los asuntos de nuevos desafíos y amenazas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, hizo hincapié en la necesidad de ampliar el marco jurídico internacional con tal de solucionar la cuestión del empleo del derecho internacional para actuar en conflictos políticos internacionales que se gestan en el ámbito digital. El fin máximo a perseguir sería en este caso evitar la militarización del espacio informativo y evitar los ataques usando las TIC.

Enrique Amestoy, quien fuera asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores para temas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Uruguay, centró su intervención en las políticas que ha desarrollado su país en torno al uso de la tecnología. Amestoy considera que es incorrecto bloquear el acceso a cualquier tipo de contenido, y ve en los procesos de alfabetización tecnológica y en la migración a software libre la posibilidad de orientar a los usuarios, sobre todo a los niños, a prácticas seguras.

Entre las propuestas más interesantes de los asistentes al debate se encuentra el proyecto de modificar la arquitectura de Internet, de manera que la raíz deje de ser solo una y se multiplique, presentada por un expositor chino.

Cuba jamás atacará a otro país en el ciberespacio

Yohanka Rodríguez, coordinadora del Centro de Seguridad del Ciberespacio de Cuba, señaló que en la actualidad hay un aumento de ciberataques en el mundo, de allí la necesidad de compartir experiencias, coordinar acciones y combatir ese tema.

En ese sentido, Cuba ha hecho grandes esfuerzos para aumentar la seguridad y fortalecer el ciberespacio nacional e integrar las capacidades existentes para detectar y contrarrestar los eventos cibernéticos nocivos.

Reiteró que como han expresado sus máximos dirigentes, el gobierno cubano se opone enérgicamente al uso del ciberespacio como polígono de guerra y como plataforma para la subversión política, y fue enfática al afirmar que Cuba jamás ejercerá de manera unilateral acciones de este tipo contra otros Estados.

Rodríguez reclamó la integración de los esfuerzos internacionales que permitan el logro de un ciberespacio seguro y un marco jurídico que garantice enfrentar las ciberamenazas.

Es necesario presentar iniciativas que permitan contrarrestar estos peligros, puntualizó la especialista, que ve en la capacitación de los recursos humanos y en la elevación de la cultura de ciberseguridad en todos los ciudadanos, elementos fundamentales sobre este aspecto.

“Falta mucho por hacer, como la adopción de posiciones comunes y convertir al ciberespacio en un lugar seguro y fiable y que Internet sea un instrumento para la paz y no para la guerra”, señaló Yoanka Rodríguez.

Problema de primer orden

Por su parte Tetsu Kobayashi, corresponsal en Washington del periódico japonés, The Ashabi Shimbun, relató cómo un millón y medio de registros personales del Seguro Social de su país fueron sustraídos por un reciente ataque cibernético, de allí la importancia de aumentar las capacidades de protección contra esos fenómenos.

La cifra de ciberataques en Japón en el 2014 fue cinco veces superior a la de 2013, lo que habla del reto que significa la multiplicación de estos sucesos.

“La sociedad japonesa depende mucho de Internet, por lo que hace falta encarar conjuntamente las amenazas, el gobierno está previendo ya, por ejemplo para los Juegos Olímpicos de 2020 medidas extremas de ciberseguridad con el precedente de los 200 millones de ciberataques que sucedieron en los Juegos de Londres en 2012”, agregó Kobayashi.

Renio Díaz, del Centro de Investigaciones de Política Internacional de Cuba llamó a revisar la estrategia de Estados Unidos para el ciberespacio del año 2011 y estar preparados para las eventualidades que esas medidas incluyen.

“Incluso hablan de lograr un mensaje coherente en todas sus plataformas, tanto en los canales secretos como en las redes sociales públicas, lo que aumenta la vulnerabilidad de nuestras sociedades, ante la manipulación política, ideológica y cultura que potencian”, apuntó Díaz.

El uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones no constituye una opción para las fuerzas de izquierda, sino un imperativo de primer orden, porque la construcción de un discurso es parte de la guerra simbólica de los contenidos que contribuye a disminuir la brecha digital que sufren nuestros países, resaltó el especialista cubano.

En tanto Sergio Scaravino, jefe de la Oficina Regional de la Organización Internacional de Telecomunicaciones en América Latina, ponderó el papel de las organizaciones y los gobiernos en el trabajo conjunto para lograr mayor niveles de ciberseguridad.

Si bien las opiniones de quienes formaron parte del debate no siempre coincidieron, el consenso es que el acceso a Internet debe servir al interés de los países y formar parte de las estrategias de las naciones para salir de la pobreza y fortalecer las relaciones de cooperación y beneficio mutuo.

El acceso a Internet, y las maneras de garantizar la protección de la privacidad de los usuarios, los secretos de estado y el tráfico de información, requiere poner sobre la mesa el tema de la ciberseguridad con reflexiones capaces de aunar pluralidad de criterios que trasciendan una mirada hegemónica del fenómeno en pro de la construcción de un nuevo modelo de Internet.

La conclusión fundamental del panel estuvo curiosamente en las palabras de inicio de Rosa Miriam Elizalde: el tema de la ciberseguridad no debe ser visto desde una posición tecnocrática, que aprecia la tecnología como dispositivos y maquinarias. El análisis debe tener en cuenta que el uso que de las TIC se hace supone casi infinitas posibilidades políticas y culturales de democratización y empoderamiento de los seres humanos.

 

Más fotos y video en Cubadebate

 

A continuación, palabras de Rosa Miriam Elizalde

 A propósito de la ciberseguridad y de la urgencia de integrarnos

Como suele suceder con la tecnología, la ciberguerra ha saltado de las novelas de ciencia ficción a la realidad y es ya una de las principales amenazas directas contra nuestra vida cotidiana, y uno de los pretextos de moda para criminalizar a nuestras naciones. Debe ser por eso que poca gente seria en este mundo se hace la pregunta de cuán reales son las amenazas, sino qué puede hacer un país con bajos presupuestos en comparación con lo que asignan a estos temas los industrializados, para defender nuestras infraestructuras críticas y nuestras soberanías.

Todas las naciones están expuestas a los ciberataques. Estos no solo generan elevados costos económicos, sino también, y lo que es más importante, la perdida de confianza de los ciudadanos en unos sistemas que son críticos para el normal funcionamiento de la sociedad: la aviación, la electricidad, la distribución del agua, la transportación, la producción de petróleo y gas, entre otras.

Los datos hablan. Un estudio de la compañía McAfee ha revelado que los delitos del cibercrimen le cuestan al mundo entre 300 mil millones y un billón de dólares al año, cifra que equivale a cerca del uno por ciento del PIB mundial, llegando al nivel de establecidas amenazas criminales como el narcotráfico y la piratería. La Unión Europea tenía en el 2014 cerca de 1 millón de profesionales dedicados a la ciberseguridad, con un presupuesto de 850 millones de euros destinados a Investigación-Desarrollo-Innovación (I+D+I) en ciberseguridad, en el período 2013-2020. La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos le dedica a este asunto un presupuesto de 52,6 mil millones dólares, con 107 000 personas dedicadas al tema de inteligencia.

Con el cinismo que suele acompañarlo, pero sin que le falte razón, el ex Zar del contraterrorismo estadounidense, Richard Clark, ha afirmado que “si gastas más en café que en seguridad, serás hackeado… Y mereces ser hackeado… Y luego tendrás una úlcera”.
Independientemente de que muchas empresas de Ciberseguridad han hecho su agosto con este negocio, las cifras descomunales revelan algo más importante que los números: los efectos pueden alcanzar a todos los ciudadanos, administraciones, instituciones y empresas del Estado aunque no estén conectados al ciberespacio, como en el viejo paradigma de la guerra total.

De hecho ya se están librando grandes escaramuzas de guerra electrónica. En 2010 el programa nuclear iraní sufrió un duro revés cuando un destructivo virus —Stuxnet— se cebó sobre los sistemas de control de producción industrial del país. El 58% de todas las computadoras de Irán resultaron infectadas. Dada la complejidad del virus, expertos de todo el mundo aseguraron que únicamente un Estado podría haber dedicado los recursos necesarios para fabricarlo, apuntando directamente a Estados Unidos e Israel.

Edward Snowden también ha aportado abrumadoras evidencias de cómo la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU interceptó los correos de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, lo que desató las alarmas en nuestro continente. Recientemente, en un taller similar a este organizado por la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Claudio Caracciolo, del Centro de Ciberseguridad Industrial de Argentina, alertaba sobre la posibilidad de que un ejército podría tomar todos los dispositivos smart –los Smart Phone, los Smart TV, las cafeteras, las lavadoras conectadas a Internet…-, y usar todo ese poder computacional para atacar. No es la película de la Guerra de las Galaxias IV, podría ser la realidad. El experto advertía que cuando todos los productos “inteligentes” son de importación, es difícil saber si pueden ser utilizados por otros, particularmente en América Latina, con las redes de telecomunicaciones más dependientes del mundo: más del 90% del tráfico en Internet de la región pasa por servidores norteamericanos; el 85% de los contenidos digitales de Latinoamérica están alojados en territorio estadounidense.

La incorporación a la comunicación en red de cada vez más estructuras —y más necesarias para la vida cotidiana— supone un gran avance, particularmente si están en función de lo que José Martí llamaba el “mejoramiento humano y la utilidad de la virtud”, pero conlleva también grandes riesgos que, simplemente, no es posible ignorar. Tiene sentido reforzar las inversiones en medios humanos y materiales en este campo, y tiene sentido integrarnos para prevenir y neutralizar estas amenazas, e incluir, por fuerza, la investigación y el desarrollo, y las acciones en el ámbito jurídico.

Llamo la atención sobre otro asunto que a veces no tienen la suficiente comprensión de la comunidad técnica y se enajenan incluso en las políticas públicas: la Ciberseguridad no debería ser pensada exclusivamente desde la visión tecnocrática, como territorio exclusivo de los cables y la computadoras. La Seguridad y la Soberanía de un país comienzan por las personas, es cultura, son contenidos. A mi juicio es más importante que desarrollar y dominar nuestras infraestructuras, reafirmar un pensamiento descolonizador por la vía de generar nuestra propia producción cultural en red, nuestros discursos, nuestras historias de vida, y no de cualquier modo, sino de la manera en que conecte con las personas.

Se trata de una carrera en la que, por pura supervivencia, no deberíamos quedar atrás. En el mundo complejo y contradictorio que vivimos, la política de defensa de un país ya no se basa solo en sus soldados, sus barcos y sus aviones, sino también —y cada vez más— en sus medios técnicos y su producción cultural. Por tanto la pregunta no es cuán reales son estas amenazas, sino cuánto nos falta para que, como naciones libres y soberanas, entendamos, dominemos y seamos verdaderamente los dueños de nuestro entorno digital.
 

 



Cuba-EE.UU.: ¿Y ahora qué?

5 de Junho de 2015, 23:07, por Rosa C. Báez Valdés

Por Angel Guerra Cabrera, @aguerraguerra *

  Gran_obama-cubaLa pregunta es muy legítima pues después de dos años de diálogos (secretos hasta el 17D y públicos a partir de ese momento), han ocurrido evoluciones muy favorables si las comparamos con la situación de hostilidad mutua que tiñó las relaciones entre los dos países desde enero de 1959 y hasta la fecha antes mencionada.

 Solamente durante las dos semanas anteriores ocurrieron dos acontecimientos muy importantes: la sección de intereses y futura Embajada de Cuba en Washington pudo abrir una cuenta bancaria el recibir la entidad operadora una licencia del Departamento del Tesoro; más trascendente aun: Cuba fue excluida de la lista de países patrocinadores del terrorismo, que aparte de que no haber justificación válida para que un país se arrogue el derecho de instrumentarla unilateralmente, en todo caso, no existió nunca razón moral ni legal para incluir en ella a La Habana.

 Ahora bien, la práctica totalidad de las disposiciones de castigo económico a los integrantes de la lista de patrocinadores del terrorismo, están también contenidas en la urdimbre de leyes que forman el bloqueo económico, comercial, financiero y mediático contra la isla, a lo que hay que añadir las leyes que proporcionan apoyo económico a la esmirriada y desprestigiada, pero codiciosa, contrarrevolución interna y externa.

 De modo que la exclusión de Cuba de esa lista, aunque indudablemente constituye una prueba de buena voluntad de Washington, debe valorarse principalmente en su dimensión moral. Más allá de esto no debería descartarse tampoco cierto impacto sicológico positivo que puede tener en algunas entidades como las agencias de viajes y líneas aéreas y marítimas que aunque deseosas de establecer vínculos con la isla se han abstenido de hacerlo por simple temor a las draconianas multas impuestas por EU a bancos y entidades que mantienen vínculos económicos con la isla.

 Este aspecto sicológico es tan importante que el solo hecho de haberse anunciado el proceso de restablecimiento de relaciones y los discretos pasos que lo han acompañado ha aumentado de manera notable el flujo de visitantes a Cuba en lo que va de año en un 36, un 26, un 25, un 22 y un 16 por ciento, procedentes de EU, Reino Unido, Francia, Alemania y España respectivamente.

 Muy significativo, la nueva medida propiciaría al presidente Obama, si tiene la voluntad política para hacerlo, el uso de su autoridad ejecutiva, para notificar al Congreso que está en el “interés nacional” dejar en suspenso el bloqueo en cuanto a la prohibición a tratar con Cuba a los organismos internacionales de crédito que ese país aun controla: BM, FMI y BID. En realidad, si es cierto que solo el Congreso puede derogar el bloqueo, no es menos cierto que el Ejecutivo dispone de la prerrogativa de convertirlo en un simple cascarón usando su pluma.

 Se han producido también en los últimos cuatro meses acontecimientos de excepcional importancia simbólica y no tan simbólica. Entre ellos, la al parecer auspiciosa visita de una delegación oficial estadunidense que informó sobre las nuevas medidas previstas para aliviar el bloqueo en el campo de las telecomunicaciones y fue informada por sus contrapartes de las prohibiciones aun en vigor que impiden la normalización de las relaciones en la materia.

 De la misma manera el restablecimiento de la línea de ferris entre Florida y La Habana suspendido hace décadas, la licencia a un hospital newyorkino para realizar un protocolo clínico a la eficaz vacuna terapéutica cubana contra el cáncer de pulmón, la visita a La Habana y ovacionados conciertos de la Orquesta Sinfónica de Minnesotta, la participación de botes estadunidenses en el Torneo de Pesca Ernest Hemingway, donde no participaban hace mucho tiempo, y el tope futbolístico amistoso entre el Cosmos de Nueva York y la selección nacional de Cuba.

 Como puede observarse, se avanza a paso lento pero seguro en un proceso que el propio presidente Raúl Castro calificó de largo y complejo pues no se ha resuelto ni existe idea de cuándo se resolverá lo esencial: el levantamiento del bloqueo.

 Aún sin entrar en añejos reclamos de Cuba como la devolución de la base de Guantánamo, ahora mismo es muy importante con vistas a la reapertura de embajadas, el acuerdo a qué deben llegar las partes sobre la aplicación de la Convención de Viena a sus respectivas sedes y diplomáticos en cada país.

 Como es conocido EE.UU. no se caracteriza por ser muy respetuoso de las normas ni Cuba por permitir que se violen.

 

*Periodista cubano residente en México y columnista del diario La Jornada



En La Habana Conferencia Internacional sobre comunicación política en el ámbito digital (+ Video)

5 de Junho de 2015, 20:20, por Rosa C. Báez Valdés

  Evento-internacional

En La Habana Conferencia Internacional sobre comunicación política en el ámbito digital (+ Video)

Por  Ismael Francisco

Con la presencia de expertos y delegados oficiales de más de 30 países de todos los continentes inició hoy aquí la Conferencia Internacional Nuevos Escenarios de la Comunicación Política en el Ámbito Digital-2015.

El evento, convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, tiene lugar en el Palacio de Convenciones de esta capital en el marco del proceso de revisión de los 10 años de la Cumbre Mundial de la Información.

De acuerdo con los organizadores, la cita propicia un debate sobre temas cardinales a nivel global, como el desarrollo y uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

También evalúa el impacto de éstas en las relaciones internacionales, la ciberseguridad, la gobernanza de internet, la soberanía tecnológica de las naciones, y otros.

Al evento asistirán representaciones oficiales de Argentina, Angola, Bahamas, Bolivia, China, Perú, Djibouti, Ecuador, Haití, México, Mozambique, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Rusia, Uruguay, Venezuela y Zambia.

Distinguidas personalidades de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y de la Unión Internacional de Telecomunicaciones participarán en el segmento oficial de la Conferencia.

En el encuentro, que se extenderá hasta el 7 de junio, estarán presentes también expertos de Brasil, España, Canadá, China, El Salvador, Guinea Ecuatorial, Estados Unidos, Hungría, Italia, Jamaica, Japón, India, Palestina, Perú, Vietnam, Siria, Zambia.

Cuba se propone lograr que las TIC sean un factor de desarrollo estratégico

El viceministro cubano de Comunicaciones, Wilfredo González Vidal, aseguró que en este escenario, Cuba se propone lograr que las TIC se conviertan en un sector de desarrollo estratégico para la nación, fortaleciendo una economía basada en el conocimiento, que se exprese en aportes significativos a las exportaciones y a la economía nacional, facilitando el amplio acceso a los contenidos y servicios digitales por los ciudadanos.

Reiteró la plena intención de la Isla de de conectarse con el mundo, pese a la propaganda en su contra, ciberagresiones y limitaciones del bloqueo estadounidense.

González destacó importantes transformaciones como la vinculación de entornos virtuales de instituciones, el aumento de ancho de banda y el Programa Red Cuba, que ha propiciado información y movilidad de datos a través del entramado celular ciudadano.

En cuanto a brecha digital -apuntó el vicetitular de Comunicaciones-, Cuba está entre los países de alto nivel en habilidades y formación en las TIC’s, pero trabas en el acceso a la infraestructura de redes lastran su desarrollo.

El Secretario Ejecutivo del Comité para la Informatización y Ciberseguridad en Cuba, Senén Casas, señaló que la isla recibió más de 100 notificaciones de ataque a su plataforma tecnológica desde varios países y apuntó que se requiere una vía legal para regular el uso de la red de redes.

Agregó que los procesos transformadores de Internet deben proveer oportunidades justas, sin intromisión en asuntos internos y en términos de coexistencia pacífica.

Internet debe tener una gobernanza internacional, democrática y participativa

Intervención de Senén Casas, Secretario Ejecutivo del Consejo de Informatización y Ciberseguridad de Cuba, en la Conferencia Internacional “Nuevos Escenarios de la Comunicación Política en el Ámbito Digital 2015"

Compañeros de la presidencia, miembros del comité organizador, distinguidos invitados:

El empleo de las tecnologías de la información y las comunicaciones han creado nuevas condiciones para el desarrollo socio-económico de la humanidad. El uso seguro de estas tecnologías se convierte en un eje fundamental para la seguridad de los Estados e internacional. Nuestros países, incluso sin conocerlo, pueden estar siendo objeto de ciberataques y cada día estamos más expuestos a estas amenazas.

El uso ilegal de las nuevas tecnologías de la información con fines nocivos para generar inestabilidad política, no puede verse aislado del empleo creciente de los métodos de guerra no convencional para lograr propósitossubversivos,de carácter económico, político e incluso militar.

La complejidad y carácter transnacional de estos flagelos, requiere la cooperación a nivel político, operacional y técnico de las autoridades competentes de nuestros países.

Esta conferencia contribuye a concertar posiciones sobre temas cardinales a nivel global y regional, como el desarrollo de las tecnologías de la información y su impacto en el sistema de relaciones internacionales, la comunicación política en el ámbito digital, la ciberseguridad y la gobernanza de Internet, entre otros.

La elaboración de instrumentos jurídicos internacionales que regulen el empleo del ciberespacio y la adopción de una posición común sobre este tema, contribuirían a preservar los intereses y la seguridad de nuestras naciones.

Debe combatirse la militarización del ciberespacio, el empleo encubierto e ilegal de sistemas informáticos para agredir a otros Estados, el ciberdelito, el ciberterrorismo, así como el espionaje a gobiernos y sociedades enteras.

Internet debe tener una gobernanza internacional, democrática y participativa. No puede aceptarse que menos de una decena de emporios determinen lo que se lee, ve o escucha en el planeta.

Cuba considera de alta prioridad promover el uso pacífico y legítimo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como las múltiples oportunidades que ofrece el ciberespacio para el desarrollo y bienestar de la humanidad. El enorme capital humano formado por la Revolución es innegable y constituye la principal fortaleza con que contamos para enfrentar los desafíos y retos futuros en esta esfera.

El gobierno de Cuba ha patentizado la determinación de llevar a cabo un proceso de informatización de la sociedad, de manera ordenada, regulada y segura, masificando el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, en interés de satisfacer las necesidades crecientes de información y servicios, elevar el bienestar de la población y acelerar el desarrollo económico y social de la nación, proceso conducido por la máxima dirección del país a través del Consejo de Informatización y Ciberseguridad.

De igual manera, se implementa la Proyección Internacional de Cuba en materia de Ciberseguridad, orientada a promover la cooperación internacional a nivel político, operacional y técnico, para ampliar las capacidades nacionales en la prevención y mitigaciónde eventos cibernéticos nocivos, para la seguridad nacional e internacional.

Este proceso ha permitido notificar durante el 2014 y 2015 a más de 130 naciones sobre ataques cibernéticos perpetrados contra computadoras cubanas para afectar a instituciones militares, científico-técnicas y financieras ubicadas en terceros países.

Actualmente, se han establecido mecanismos de cooperación con más de una decena y se proyectan encuentros a nivel técnico operacional con igual cantidad. Resultan significativos los resultados obtenidos en la implementación de convenios gubernamentales con Rusia y China en esta área, los que contribuirán significativamente a asegurar un proceso de informatización segura de la sociedad cubana.

No podemos temer a los desafíos que im¬pone el ciberespacio y una red como Internet. El proceso de informatización deberá estar acompañado de la seguridad necesaria que permita brindar oportunidades a todos nuestros pueblos, de participar de forma activa en la construcción de una sociedad más justa, próspera, sostenible, libre y democrática.

Trabajemos todos por lograr el necesario desarrollo de nuestras naciones, sin intromisión en los asuntos internos, defendiendo la autodeterminación de nuestros pueblos y favoreciendo la coexistencia pacífica.

Como afirmara el Presidente cubano, General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la Clausura de la II Cumbre de la CELAC en La Habana, “el único camino para prevenir y enfrentar estas novedosas amenazas es la cooperación mancomunada entre todos los Estados”.

Las autoridades competentes cubanas reiteran la voluntad de enfrentar estos nuevos desafíos con la participación de todos sin distinción como iguales.

 

 

 

Que Internet sea una zona de paz

Discurso de Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores al inaugurar la Conferencia internacional Nuevos escenarios de la Comunicación Política en el ámbito digital 2015:

 Distinguidos visitantes:

Compañeras y compañeros:

La asistencia de ustedes, representantes de gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil, academia, expertos y especialistas de alrededor de 30 países del mundo, es clara muestra de la importancia a nivel regional e internacional del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones y de su impacto en las relaciones internacionales.

Aspiramos que esta Conferencia se constituya también en un espacio de diálogo e intercambio de experiencias sobre otros temas cardinales, como la soberanía tecnológica de las naciones, la ciberseguridad y la gobernanza de Internet, entre otros.

La Conferencia se inserta en los esfuerzos de Cuba para fortalecer y desarrollar el acceso a las TIC dentro de nuestras posibilidades económicas y enfrentando las limitaciones económicas y financieras que nos impone el bloqueo económico, comercial y financiero, todavía intacto, con el fin de conectarnos al conocimiento y participar del concepto de compartir y no excluir, como una necesidad imperiosa para la conservación de nuestra identidad cultural y linguística.

Se inserta también en el propósito de lograr un mayor consenso regional e internacional sobre una Sociedad de la Información y el Conocimiento más justa, equitativa y socialmente inclusiva.

Ahora bien, para lograr un mundo con acceso a las TIC para todos y para el bien de todos, es necesario continuar luchando para eliminar los obstáculos con que se enfrentan los países en desarrollo, entre ellos la insuficiencia de recursos para ampliar la inversión y la conectividad, la carencia de infraestructura, la falta de acceso a la educación, y los problemas relacionados con la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología.

Si bien las tecnologías de la información y la comunicación han creado nuevas condiciones para el desarrollo, lo esencial es reducir la separación entre “los que tienen” y “los que no tienen”, y para colmar la brecha entre países es fundamental reducir también la separación que Internet acentúa entre los que saben y los que no saben.

Pero esa brecha no puede relacionarse exclusivamente con el acceso a no a las más modernas tecnologías de la información. Se vincula, esencialmente, con la existencia de un orden mundial injusto y desigual, que incide de manera determinante en la vida de cientos de millones de personas en el planeta, situación que se agrava por la desestabilización permanente en muchas sociedades a resultas de la agresión, de las guerras abiertas o encubiertas, los efectos de la crisis económica y financiera mundial y el cambio climático, entre tantos otros fenómenos nocivos.

Cuba convoca a esta conferencia convencida de que los principales retos para la mayoría de la población mundial hoy no están relacionados exclusivamente con el acceso a la tecnología, sino con el aseguramiento de su propia supervivencia. El ejercicio de los derechos elementales a la salud, la educación y la vida constituyen aún quimeras para millones de personas en países en desarrollo. La aplastante brecha digital, no es más que un reflejo de la visible brecha en el desarrollo económico y social que no deja de aumentar.

 Estimados participantes:

Debemos apostar por un uso de las TIC que promueva la solidaridad social: el compartir y cooperar, valores que deben estar asociados a la sostenibilidad económica, cultural y política de nuestras naciones.

A pesar de muy discretos avances, aun se está lejos de lograr una gobernanza de Internet internacional, democrática y participativa, en especial en la generación de contenidos. Para lograrlo, es necesario que cada uno de los actores internacionales tenga claramente definidos sus derechos y responsabilidades. Nos queda la insatisfacción de que tras la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, aunque este ha sido uno de los temas que más se ha discutido en foros multilaterales, sigue siendo en el que menos se ha avanzado.

Todos los gobiernos deberían tener un igual cometido y participación para la Gobernanza de Internet. Es necesaria una mayor cooperación que permita a las administraciones públicas cumplir, en igualdad de condiciones, sus responsabilidades.

La casi total ausencia de regulaciones internacionales sobre la Internet, provoca efectos colaterales muy nocivos en el propósito de lograr un uso pacífico y orientado al desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones.

Las evidencias de creciente militarización del ciberespacio y del empleo encubierto e ilegal de sistemas informáticos para agredir a otros Estados, así como el ciber delito y el ciber terrorismo, confirman la necesidad de adoptar medidas efectivas y urgentes en el marco de la cooperación internacional para contrarrestar dichas amenazas. El objetivo a lograr debe ser el establecimiento de regulaciones coherentes con las normas, principios y políticas sociales acordados en los planos nacionales e internacional, que coadyuven a que la Internet sea una zona de paz y prosperidad.

Del mismo modo, la creciente monopolización de los medios y el intento de imponer, a través de ellos, un pensamiento único, el consumismo, y valores muy alejados de las realidades y aspiraciones de nuestros países del Sur, nos obliga a la reflexión y el análisis permanente.

El Presidente Raúl Castro Ruz lo dejó claro cuando, en su histórico discurso en la recientemente celebrada Cumbre de las Américas dijo:

“No puede aceptarse que menos de una decena de emporios, principalmente norteamericanos —cuatro o cinco de siete u ocho—, determinen lo que se lee, ve o escucha en el planeta. Internet debe tener una gobernanza internacional, democrática y participativa, en especial en la generación de contenidos. Es inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de sistemas informáticos para agredir a otros Estados. No dejaremos que se nos deslumbre ni colonice otra vez. Sobre la Internet que es un invento fabuloso, de los mayores en los últimos años, bien pudiéramos decir, recordando el ejemplo de la lengua en la fábula de Esopo, que Internet sirve para lo mejor y es muy útil, pero a su vez, también sirve para lo peor”.

Constituye un desafío transitar por la autopista de la información y el conocimiento de manera seria y con ética. Debemos propiciar y defender una relación cada vez más responsable entre el ciudadano y el ciberespacio; un ciudadano más competente, pero también más responsable.

Estimados participantes:

Cuba no llega desnuda a la nueva época. Aún bloqueados, no quedamos nunca al margen de la evolución de las TIC, ni de los cambios culturales que ellas entrañan para la sociedad de la información. Se trabaja al mismo tiempo para que la sociedad cubana continúe siendo una de las más tranquilas y seguras para sus ciudadanos, también en el ciberespacio.

Esperamos que esta Conferencia cumpla sus objetivos y ayude a continuar esclareciendo ante la opinión pública internacional que, en la actualidad, el uso de las TIC está indisolublemente ligado a los procesos políticos y económicos de los Estados, y que incide directamente en el desarrollo humano, social, cultural, científico y tecnológico de nuestras sociedades.

Tenemos la seguridad que tras los intercambios emanarán varias propuestas de cooperación como opción para potenciar los efectos positivos de las TIC, prevenir sus efectos negativos potenciales, promover su uso pacífico y legítimo y garantizar que el desarrollo de la ciencia esté dirigido a preservar la paz y promover el bienestar y el desarrollo de nuestros pueblos.

Esperamos también que esta Conferencia haga un llamado a un uso responsable e inclusivo de las TIC, donde se respete, por sobre todas las cosas, la dignidad humana.

Muchas gracias



La más sutil encrucijada

1 de Junho de 2015, 19:57, por Rosa C. Báez Valdés

Por José Alejandro Rodríguez*

Por estos días, y «después de tanto tiempo y tanta tempestad», el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos es un turbión de tanteos, un muestrario impredecible de tientos y diferencias. Al racimo de conversaciones oficiales para la normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos países, se suman visitas constantes de gobernadores estaduales, congresistas y senadores, hombres de negocios, músicos y notorios del jet set norteño, mientras la primera avanzada de turistas «ordinary people», desmonta La Habana en el lente de sus camaritas digitales, sobre nostálgicos «almendrones» descapotables.

Y la capital resuella, imperturbable y traviesa, con una Bienal de artes plásticas que no escapa al influjo del arrimo: frente al Malecón, en una instalación que sugiere el deshielo entre las dos naciones tradicionalmente antagonistas, niños y adolescentes patinan bajo el implacable sol, sobre una pista hecha de un raro material, que semeja el agua congelada.

Por conjunción entre el arte y la ecología, hasta un gallito de New York anda desbocado poseyendo impúdicamente a dos gallinas cubanas frente al público de la Bienal. Una noble alegoría del acercamiento y la fuerza de la comunicación, propuesta del artista belga Koen Vanmechelen, que lo pone a pensar a uno, con esa libertad del destinatario que interpreta.

Aun cuando no sea la intención del creador «genetista», me niego a aceptar que el pícaro bravucón del gallo intente creerse el amo y señor del corral; como me resisto a creer que con este «derretimiento» gradual de los tradicionales enconos entre ambas naciones, Cuba esté a punto de recibir la «bendición» de los Estados Unidos de América.

Mientras alguna que otra bandera norteamericana se asoma  en autos, bicitaxis y en vestuarios, aquí, «donde basta con una, la mía» —como dijo Byrne—, hay compatriotas obnubilados con el acercamiento, al punto de pensar que el vecino poderoso nos ha perdonado y tiende su mano generosamente para ayudarnos.

Para ser justos, el acierto histórico de la actual administración norteamericana ha sido el realismo de constatar que no funcionó la fórmula del hostigamiento abierto contra la Revolución y que podemos convivir y cooperar pacíficamente, por encima de sustanciosas diferencias.

Lo hecho hasta el pasado 17 de diciembre «no sirvió», como dicen callejeramente. Y las reconsideraciones que se ponen a prueba desde esa fecha —Día de Babalú Ayé— son sobre todo fruto de la resistencia y el coraje de Cuba, que no bajó nunca la cabeza ni se postró.

Pero no pequemos de ingenuos. Aún está por verse el final del bloqueo norteamericano, aunque nos saquen de la lista del terror donde nunca debimos estar. Sí, es cierto que comienzan a aflojarse las clavijas de la intolerancia económica hacia Cuba, pero no así las de la política, que buscarán un disfraz elegante para sus pretensiones… desde adentro.

Las prohibiciones económicas que se vayan levantando desde allá, lógicamente tendrán un efecto positivo en nuestro país, abocado a un tenso proceso de actualización de su modelo económico. Aunque tampoco podremos cifrar la suerte de nuestro desarrollo, el progreso de un «socialismo próspero y sostenible», en los financiamientos, intercambios comerciales e inversiones que sobrevengan, si no logramos potenciar nuestro modelo económico desde adentro, liberándolo de más trabas, y obstáculos burocratizantes.

Hay que prever la lógica escondida del hasta hoy antagonista que pretende proclamar engañosamente: ya le quitamos el bloqueo contra el cual tanto lucharon; ahora no pueden culparnos de sus carencias y desgracias.

Pero sobre todo, la sociedad cubana pasará por los retos y desafíos más complejos y sutiles, en su largo y tortuoso diferendo con los Estados Unidos a través de dos siglos: el de preservar su independencia y soberanía, y su socialismo, inundada de otras arribazones veleidosas, que ya no serán de marines ocupantes.

Inevitablemente tendremos que remover de la inercia y fortalecer y profundizar nuestra democracia socialista a niveles participativos muy superiores, para enfrentar los «desembarcos» de la llamada «democracia representativa».

Todos juntos debemos evitar que la historia se repita con otros acentos y escenarios. Como en 1898, cuando teníamos ganada la guerra a España y desembarcaron en Santiago de Cuba para escamotear la victoria cercana, ahora podrían invadirnos de baratijas, y también de pensamientos y atractivos señuelos. Solo la inteligencia, el talento, la autoestima y el coraje del cubano podrá impedir que el gallo sueñe, apertrechado de nuevos artilugios y con espuelas disfrazadas, apoderarse otra vez del corral.

Tomado de Juventud Rebelde

Imágenes agregadas: Esculturas hiperrealistas del norteamericano Duane Hanson, tomada de los blog sdelbiombo y Lamondamagazine

*Periodista cubano, una de las más fieles voces del pueblo cubano



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