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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Declaración de la Directora General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro

5 de Agosto de 2014, 21:12, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Una vez más se confirman las reiteradas denuncias del gobierno cubano sobre los planes subversivos que el Gobierno de los Estados Unidos continúa llevando a cabo contra Cuba

Una vez más se confirman las reiteradas denuncias del gobierno cubano sobre los planes subversivos que el Gobierno de los Estados Unidos continúa llevando a cabo contra Cuba.

En un artículo publicado el 4 de agosto, que da seguimiento a un reportaje del pasado mes de abril sobre el proyecto encubierto “Zunzuneo”, la agencia de prensa norteamericana Associated Press (AP) documenta otro de estos planes financiados por la Agencia para el Desarrollo Internacional de los EE.UU. (USAID), con el objetivo de influir negativamente sobre la juventud cubana. Este proyecto, cuya autoría y ejecución el Gobierno de los Estados Unidos ha aceptado desvergonzadamente, pretendía convertir en actores políticos a jóvenes cubanos, previamente identificados por emisarios latinoamericanos reclutados con este fin, y organizarlos para actuar contra el gobierno cubano.

Estos hechos ratifican que el Gobierno de los Estados Unidos no ha desistido de sus planes hostiles e injerencistas contra Cuba, que pretenden crear situaciones de desestabilización para provocar cambios en nuestro ordenamiento político y a los cuales dedica millones de dólares cada año.

El Gobierno de los Estados Unidos debe cesar de una vez todas sus acciones subversivas, ilegales y encubiertas contra Cuba, violatorias de nuestra soberanía y de la voluntad expresa del pueblo cubano de perfeccionar nuestro modelo económico y social, y consolidar nuestra democracia.

La Habana, 5 de agosto de 2014.

 



Fidel: Holocausto palestino en Gaza

5 de Agosto de 2014, 20:50, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

De nuevo ruego a Granma no emplear espacio de primera plana para estas líneas, relativamente breves, sobre el genocidio que se está cometiendo con los palestinos.

 Las escribo con rapidez solo para dejar constancia de lo que se requiere meditar profundamente.

 Pienso que una nueva y repugnante forma de fascismo está surgiendo con notable fuerza en este momento de la historia humana, en el que más de siete mil millones de habitantes se esfuerzan por la propia supervivencia.

 Ninguna de estas circunstancias tiene que ver con la creación del imperio romano hace alrededor de 2400 años o con el imperio norteamericano que en esta región del mundo, hace apenas 200 años, fue descrito por Simón Bolívar cuando exclamó que: “… Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la Libertad”.

 Inglaterra fue la primera real potencia colonial que utilizó sus dominios sobre gran parte de África, Medio Oriente, Asia, Australia, Norteamérica, y muchas de las islas antillanas, en la primera mitad del siglo XX.

 No hablaré en esta ocasión de las guerras y los crímenes cometidos por el imperio de Estados Unidos a lo largo de más de cien años, sino solo dejar constancia que quiso hacer con Cuba, lo que ha hecho con otros muchos países en el mundo y solo sirvió para probar que “una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército”.

 La historia es mucho más complicada que todo lo dicho, pero es así, a grandes rasgos, como la conocieron los habitantes de Palestina y es lógico igualmente que en los medios modernos de comunicación se reflejen las noticias que diariamente llegan, así ha ocurrido con la bochornosa y criminal guerra de la Franja de Gaza, un pedazo de tierra donde vive la población de lo que ha quedado de Palestina independiente, hasta hace apenas medio siglo.

 La agencia francesa AFP informó el 2 de agosto: “La guerra entre el movimiento islamista palestino Hamas e Israel ha causado la muerte de cerca de 1.800 palestinos […] la destrucción de miles de viviendas y la ruina de una economía ya de por sí debilitada”, aunque no señale, desde luego, quien inicio la terrible guerra.

 Después añade: “… el sábado a me­diodía la ofensiva israelí había matado a 1.712 palestinos y herido a 8.900. Na­ciones Unidas pudo verificar la identidad de 1.117 muertos, en su mayoría civiles […] UNICEF contabilizó al menos 296 menores muertos”.

 “Naciones Unidas estimó […] (unas 58.900 personas) sin casa en la Franja de Gaza”.

 “Diez de los 32 hospitales cerraron y otros once resultaron afectados”.

 “Este enclave palestino de 362 Km² no dispone tampoco de las infraestructuras necesarias para los 1,8 millones de habitantes, sobre todo en términos de distribución de electricidad y de agua.

 “Según el FMI, la tasa de desempleo sobrepasa el 40% en la Franja de Gaza, territorio sometido desde 2006 a un bloqueo israelí. En 2000, el desempleo afectaba al 20% y a un 30% en 2011. Más del 70% de la población depende de la ayuda humanitaria en tiempos normales, según Gisha”.

 El gobierno de Israel declara una tregua humanitaria en Gaza a las 07:00 GMT de este lunes, sin embargo, a las pocas horas rompió la tregua al atacar una casa en la que 30 personas en su mayoría, mujeres y niños, fueron heridos y entre ellos una niña de ocho años que murió.

En la madrugada de ese mismo día, 10 palestinos murieron como consecuencia de los ataques israelitas en toda la Franja y ya ascendió a casi 2000 el número de palestinos asesinados.

A tal punto llegó la matanza, que “el ministro de Asuntos Exteriores de Fran­cia, Laurent Fabius, ha anunciado este lunes que el derecho de Israel a la seguridad no justifica la ‘masacre de civiles’ que está perpetrando”.

 El genocidio de los nazis contra los judíos cosechó el odio de todos los pueblos de la tierra. ¿Por qué cree el gobierno de ese país que el mundo será insensible a este macabro genocidio que hoy se está cometiendo contra el pueblo palestino? ¿Acaso se espera que ignore cuánto hay de complicidad por parte del imperio norteamericano en esta desvergonzada masacre?

La especie humana vive una etapa sin precedente en la historia. Un choque de aviones militares o naves de guerras que se vigilan estrechamente u otros hechos similares, pueden desatar una contienda con el empleo de las sofisticadas armas modernas que se convertiría en la última aventura del conocido Homo sapiens.

 Hay hechos que reflejan la incapacidad casi total de Estados Unidos para enfrentar los problemas actuales del mundo. Puede afirmarse que no hay gobierno en ese país, ni el Senado, ni el Congreso, la CIA o el Pentágono quienes determinarán el desenlace final. Es triste realmente que ello ocurra cuando los peligros son mayores, pero también las posibilidades de seguir adelante.

 Cuando la Gran Guerra Patria los ciudadanos rusos defendieron su país como espartanos; subestimarlos fue el peor error de los Estados Unidos y Europa. Sus aliados más cercanos, los chinos, que como los rusos obtuvieron su victoria a partir de los mismos principios, constituyen hoy la fuerza económica más dinámica de la tierra. Los países quieren yuanes y no dólares para adquirir bienes y tecnologías e incrementar su comercio.

 Nuevas e imprescindibles fuerzas han surgido. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, cuyos vínculos con América Latina, la mayoría de los países del Caribe y África, que luchan por el desarrollo, constituyen la fuerza que en nuestra época están dispuestos a colaborar con el resto de los países del mundo sin excluir a Estados Unidos, Europa, Japón.

 Culpar a la Federación Rusa de la destrucción en pleno vuelo del avión de Malasia es de un simplismo anonadante. Ni Vladímir Putin, ni Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, ni los demás dirigentes de ese Gobierno harían jamás semejante disparate.

 Veintiséis millones de rusos murieron en la defensa de la Patria contra el nazismo. Los combatientes chinos, hombres y mujeres, hijos de un pueblo de milenaria cultura, son personas de inteligencia privilegiada y espíritu de lucha invencible, y Xi Jinping es uno de los líderes revolucionarios más firme y capaz que he conocido en mi vida.

 

 

 Fidel Castro Ruz

Agosto 4 de 2014

10 y 45 p.m.



AP: EEUU utilizó a jóvenes latinoamericanos como agentes para la subversión en Cuba (+ Documentos)

4 de Agosto de 2014, 20:46, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda
 

En esta foto del 11 de julio de 2014, estudiantes cubanos salen de la Universidad Central Marta Abreu, en Santa Clara. La USIAD, tratando de convertir a jóvenes cubanos políticamente apáticos en “agentes de cambio”, envió su proyecto a Santa Clara hizo conexión con un grupo cultural que se hacía llamar “Revolución”. FRANKLIN REYES / AP

Descargue el documento obtenido por AP en PDF (1,8 Mb)

Una nueva investigación de la agencia Associated Press publicada este domingo ha revela un programa encubierto del gobierno de Barack Obama, para enviar en a jóvenes latinoamericanos a Cuba con fines de subversión política.

Esto ocurrió después de la captura del contratista Alan Gross, lo que significa que tales programas no se detuvieron a pesar del terremoto político que generó el encarcelamiento de este empleado del gobierno de EEUU.

Utilizando como cobertura la supuesta ayuda a programas de salud, en realidad viajaron a la Isla para propiciar un cambio político, en “una operación clandestina que puso a los extranjeros en peligro”, asegura AP.

Iniciado a principios de octubre de 2009, el proyecto a cargo de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) envió a Cuba a jóvenes de Venezuela, Costa Rica y Perú “con la esperanza de incentivar una rebelión”.

Los viajeros trabajaron de manera encubierta, a menudo haciéndose pasar por turistas, y viajaron alrededor de la isla intentando identificar a personas que podrían convertirse en activistas políticos, añade la agencia.

En un caso, los agentes organizaron un taller de prevención del VIH que, de acuerdo con los memos a los que accedió AP, eran “la excusa perfecta” para los objetivos políticos del programa -una táctica que podría socavar los esfuerzos de Estados Unidos para mejorar la salud a nivel mundial, asegura la agencia.

Pero sus esfuerzos estaban plagados de incompetencia y de riesgo, de acuerdo con la investigación de The Associated Press. Estos agentes recibieron un seminario de 30 minutos para “evadir la inteligencia cubana” y no parecía haber ninguna red de seguridad para estos agentes sin experiencia en caso de que fueran capturados, dice la agencia.

Entre los documentos que obtuvo AP, uno aseguraba: “a pesar de que nunca hay total certeza, puedes tener confianza de que las autoridades no van a tratar de hacerte daño físicamente, sólo te van a asustar… Recuerda que el gobierno cubano prefiere evitar los informes negativos de los medios en el extranjero, por lo que un extranjero golpeado no es conveniente para ellos.”

En total, casi una docena de latinoamericanos fueron utilizados en este programa contra Cuba, por un salario de 5.41 dólares la hora.

La AP demostró que la USAID y su contratista, Creative Associates International, continuaron los programas subversivos contra Cuba, a pesar de que los funcionarios estadounidenses dijeron en privado que habían considerado suspender los viajes a Cuba tras la detención del contratista Alan Gross, quien permanece encarcelado luego de introducir en la Isla tecnología ilegal bajo las órdenes del gobierno de EEUU.

Este es un programa adicional al llamado “Twitter cubano”, conocido como ZunZuneo, puesto en marcha por la USAID en 2009 y descubierto por la AP en abril. El Inspector general de la USAID está investigando ese programa, que terminó en septiembre de 2012.

Las autoridades estadounidense afirmaron que la USAID organizó programas “discretos” [1] , como ZunZuneo para aumentar el flujo de información. Pero la investigación anterior de la AP encontró que el ZunZuneo era de naturaleza política y manipuló a los abonados sin saber que el servicio estaba pagado por el gobierno de EE.UU. con objetivos de cambiar el régimen en la Isla

Tanto este programa de agentes viajeros como el ZunZuneo forman parte de un esfuerzo de varios millones de dólares de la USAID para efectuar el cambio en países políticamente incómodos para Washington, y los datos del gobierno así lo demuestran, asegura AP.

Pero los programas examinados por la AP no parecían lograr sus metas y han operado bajo un organismo cuya fachada es la ayuda internacional, pero que en realidad se ocupa también de operaciones clandestinas. La CIA se comprometió recientemente a dejar de utilizar los programas de vacunación para reunir información de inteligencia, como el que ejecutó en Pakistán, supuestamente dirigido contra Osama bin Laden.

El programa de los agentes viajeros comenzó con el gobierno del Presidente Barack Obama, que inició su mandato asegurando un “nuevo comienzo” con Cuba, después de décadas de desconfianza, lo cual plantea interrogantes sobre si la Casa Blanca en realidad tiene una política coherente hacia isla, añade AP.

Sobre la base de documentos y entrevistas, la AP encontró que el programa de los viajeros utilizó tácticas espionaje para ocultar las actividades de los agentes. Por ejemplo tenían códigos para comunicarse: “me duele la cabeza” significaba que sospechaban que estaban siendo monitoreados por las autoridades cubanas; “tu hermana está enferma” era una orden para acortar el viaje.

“Nos las ingeniamos para que el gobierno de aquí no supiera que estábamos viajando a Cuba y ayudando a esos grupos” dijo Yajaira Andrade, una ex funcionaria de una organización venezolana. “Porque fue entonces cuando el Presidente Hugo Chávez estaba en el poder y si él hubiese sabido acerca de nosotros – que algunos venezolanos trabajábamos para provocar rebelión – nos hubiesen llevado a la cárcel.

Para evadir a las autoridades cubanas, los viajeros instalaban contenidos de aspecto inocente en sus computadoras portátiles para ocultar la información sensible que llevaban. También utilizaron memorias flash cifradas para ocultar sus archivos y enviar mensajes de correo electrónico cifrados, un sistema que podría haber despertado sospechas.

Es ilegal en Cuba, como en el resto del mundo -incluido EEUU- operar bajo la orden de programas para un cambio de régimen pagados desde el extranjero. Sin embargo, se mantuvo y los contratos se firmaron días después de la detención de Gross.

“Arrestaron a un contratista de otra agencia. Eso podría ser peligroso”, decía un mensaje por Skype que se intercambiaron dos trabajadores del proyecto. “Gracias a Dios que él no es de los nuestros.”

Los documentos muestran que Creative Associates aprobó que los agentes viajeros llevaran dinero en efectivo para los contactos cubanos, pero no podían decir que los fondos provenían del gobierno de los EE.UU..

Héctor Baranda quien era un estudiante universitario en Cuba cuando se hizo amigo de un grupo de viajeros venezolanos, dijo que le sorprendió escuchar de la AP que ellos trabajaban para el gobierno de Estados Unidos y que habían hecho un perfil de Baranda.

“¿Cómo te sentirías si ofreces tu amistad sincera y recibes este tipo de noticia?” preguntó Baranda.

El proyecto de agentes viajeros a Cuba fue financiado con el mismo dinero federal que pagó por el programa ZunZuneo. Pero USAID aún tiene pendiente darle a AP una copia completa de los contratos cubanos bajo la Ley de Libertad de Información que se introdujo hace más de tres meses atrás.

“Propiciar una rebelión”

Mientras Murillo [Ver 1] y otros viajeros costarricenses se centraron en montar el taller de prevención de VIH y otros programas, los jóvenes viajeros venezolanos y peruanos fueron enviados a las universidades de Cuba. Su misión, según documentos y entrevistas, era reclutar a estudiantes con el objetivo a largo plazo de que se volvieran en contra de su gobierno.

A finales de 2009, Creative Associates contrató a la abogada venezolana Zaimar Castillo, que entonces tenía 22 años, y que dirigía una organización llamada Renova. Castillo declinó hacer cualquier comentario pero la administradora pasada de la organización, Yajaira Andrade, dijo que ella y otras fueron llevadas a San José, Costa Rica, para recibir cursos de entrenamiento.

“Nos dieron una semana de cursos para decirnos que era lo que íbamos a hacer, y cómo lo íbamos a hacer”, dijo Andrade, que se autodenominaba como la “mamá” de las jóvenes activistas.

Crearon una cuenta bancaria en Panamá, un paraíso para la banca anónima, para que la organización recibiera su pago en dólares.

El 24 de abril, tres trabajadores de Renova aterrizaron en La Habana para una visita prevista para un mes. La historia que les iba a servir de “fachada”, según un documento interno, era que viajaron a la isla a visitar a amigos que tenían en Cuba.

“Es fundamental que ellas no se obsesionen”, dijo en tono de advertencia un gerente de Creative Associates en una conversación en Skype. “De lo contrario, en el terreno se van a paralizar… o se van a traicionar entre ellas… y ambas cosas serían fatales”.

Los venezolanos visitaron las residencias estudiantiles en el campus de una universidad en Santa Clara y viajaron los fines de semana a conocer a las familias de los estudiantes. Otro grupo de jóvenes peruanos, independiente de éste, fue enviado a esa universidad en Santa Clara.

En una bitácora de viaje que se lee como un informe de inteligencia, los venezolanos describieron a los alumnos y las instalaciones del campus con mucho detalle y tomaron nota de sus quejas y presuntos problemas de equidad que podrían ser utilizados. Los estudiantes que podrían reclutarse fueron listados por nombre, luego se les elaboró un perfil y sus cualidades como líderes se evaluaron en una hoja de Excel.

Luego, el reporte pasó a describir la cultura política de la universidad, enumeró el rol de la Juventud Comunista, que buscaba a los mejores y más brillantes para nombrarlos en cargos en el Partido Comunista después de graduados. Las quejas de los alumnos también fueron detalladas: mala comida, servicio de agua y electricidad intermitentes, goteras en los techos. Los estudiantes temían al estado, de acuerdo con la bitácora, no estaban satisfechos con su realidad económica, pero igualmente no querían involucrarse en acciones contra su gobierno.

El hecho de que los estudiantes constantemente criticaran al gobierno, dice uno de los informes, “nos asegura tener beneficiarios con la mente clara en cuanto a los objetivos que perseguimos”.

Después de visitar dos universidades en dos ciudades, los consultores venezolanos identificaron a un “grupo-meta (grupo objetivo)” que estaría opuesto al gobierno y que tenía habilidades organizativas, pues organizaron actividades como un campamento y un “festival universitario”, según muestran documentos.

“Ellos estaban haciendo su grupo, y había un grupo de 30 personas, hubo un grupo de científicos jóvenes, de universidad, para dar la rebelión contra el gobierno”, dijo Yahaira Andrade, la administradora de Renova.

No hay evidencia de si los objetivos políticos se realizaron. De hecho, los estudiantes cubanos contactados dijeron en entrevistas realizadas recientemente con la AP que se sorprendieron al descubrir que sus amigos extranjeros estaban actuando en representación del gobierno de Estados Unidos.

“Eran nuestros amigos”, dijo el cubano Héctor Baranda, quien encabezaba la lista de los posibles rebeldes que habían hecho los venezolanos.

Baranda cree que el grupo de venezolanos confundió el quejarse del estado de las cosas, típica del pueblo cubano, con el asumir tendencias disidentes. “El cubano siempre dice ‘ahhh’ siendo grandes o pequeños (los problemas)”, dijo Baranda.

Los cubanos se dan cuenta

Cuba considera subversivas todas las actividades de promoción del cambio de régimen por parte de USAID, castigables hasta con diez años de prisión. Para los viajeros era una actividad peligrosa.

Con el tiempo, Creative Associates ajustó su estrategia de seguridad: abandonó el uso de discos portátiles de memoria cifrados con la palabra obviamente reveladoras como “Ironkey”, que constituía casi una confesión para los agentes de seguridad del aeropuerto. Se alentó a los viajeros a archivar en sus computadoras portátiles fotos e información personal para ocultar el material de la misión.

En caso de un arresto, el nombre de Creative Associates no se mencionaría, decía un reporte, y los jóvenes viajeros debían contactar a la embajada de su país en Cuba.

Si los interrogaban, Creative Associates aconsejó a los viajeros que se mantuvieran relajados. Debían recordar que “nada de lo que usted ha hecho durante su viaje es ilegal, de ninguna manera, en ninguna sociedad democrática y abierta. De esa manera, logrará mantener una apariencia calmada durante el interrogatorio”.

Pero a pesar de esfuerzos por ocultar sus intenciones, para finales del 2010 había señales de que las autoridades cubanas estaban dándose cuenta de lo que ocurría.

Un oficial de seguridad le preguntó a Murillo, el costarricense, sobre el origen del financiamiento del proyecto. Creative Associates concluyó que el interrogatorio “no deja duda sobre el interés que generaron en la policía estatal”.

Peor aún, un informe de seguridad de diciembre sugirió que las autoridades cubanas se habían dado cuenta que Estados Unidos estaba usando a jóvenes en vez de a los miembros conocidos de la oposición que ya son mayores.

Cuando un cubano preguntó a uno de los viajeros por qué estaba interesado en su país, el joven le respondió que su organización trabajaba en muchos países.

“Por supuesto, esto no es exacto”, indicó un informe. Si las autoridades cubanas verificaban los hechos, habrían conocido que era una mentira.

El tres de septiembre de 2010, Irving Pérez, un gerente de Creative Associates, convocó a una reunión por Skype para anunciar un cambio de estrategia.

“Nuestro programa no va a impulsar más viajes a la isla, o al menos no como columna vertebral de la operación”, dijo Pérez a los viajeros en la charla por Skype. Varias de las asignaciones de fondos se eliminarían, entre ellas la de los venezolanos.

En vez de viajar a Cuba, ellos tratarían de ayudar a ciertos “contactos estrella” cubanos a que recibieran una visa de salida y capacitarlos en otro país. Los “beneficiarios” cubanos que quedaban en la isla recibirían pagos en efectivo para financiar las actividades de reclutamiento. Subcontratistas de Creative Associates llevarían el dinero a la isla usando “mulas”, término adoptado del narcotráfico.

Ellos “tratarían de manejar el proyecto a control remoto”, explicó Pérez.

Pero esa estrategia tenía sus peligros.

Un ataque al corazón

Durante un mes, Pérez le había estado pidiendo un informe a un par de estudiantes universitarios cubanos, pues estaba ansioso por presentar sus documentos a USAID.

Los alumnos estaban usando el sistema de correo electrónico cifrado Hushmail, lo que pudo haber sido una señal de alerta para las autoridades cubanas.

“Tenemos razones para creer que han estado bajo fuertes presiones de las autoridades universitarias”, dice un informe de Creative Associates. “No se recomienda en este momento que se trate de contactarlos nuevamente”.

La asignación de fondos a los costarricenses se acabó con el tercer viaje de Murillo a la isla en junio de 2011. Creative Associates quería que Murillo entregara dinero, compilar reportes y ayudar a solicitar las visas de salida. A los jefes del proyecto en San José les preocupaba que Murillo fuera indiscreto. “¿Por qué no usan Hushmail?”, se lamentó uno.

Para entregar el dinero, los contratistas discutieron la posibilidad de enviarlo con familiares de Murillo. Uno de los gerentes del proyecto en San José escribió: “hay que recordar que la ‘mula’ no sabe exactamente para qué es ese dinero ni de dónde proviene”.

Al final, la “mula” era un amigo de infancia de Murillo, quien contó su experiencia a la AP en una entrevista con la condición de no ser identificado. El amigo, quien vive en San José, dijo que su asociación con la agenda política de USAID en Cuba podía poner en peligro su empleo.

Explicó que su capacitación de seguridad la hizo por Skype y demoró media hora. “Se me aclara que tengo que tener cuidado porque el dinero que llevamos es gringo”, dijo.

Después de llegar a La Habana, Murillo y su amigo viajaron a Santa Clara a reunirse con el grupo artístico “Revolución”. Uno de los integrantes, no Barbosa, les dijo que le entregaran el dinero que llevaban, dijo.

“Nos amenazó directamente con que si no le dábamos el dinero iba a las autoridades a denunciarnos”.

Murillo declinó comentar al respecto.

Preocupados, los viajeros se apresuraron a regresar a La Habana, e invocando uno de los códigos de seguridad desde un hotel, abandonaron el proyecto. El amigo estaba aterrorizado.

Todos los documentos del programa se pueden descargar aquí: 

http://apne.ws/UxJ05x

 (Con información de la agencia AP)

Fernando Murillo es el perfecto ejemplo del tipo de latinoamericanos que una agencia nacional del gobierno de Estados Unidos envió a Cuba a trabajar de incógnito. Tenía muy poco entrenamiento para sortear los peligros que implican trabajar en operaciones encubiertas o cómo evadir a uno de los servicios de contra-inteligencia más sofisticados del mundo. Su tarea consistía en reclutar a jóvenes cubanos para que hicieran activismo en contra del gobierno comunista de la isla, cuya misión ejecutó organizando programas que estaban disfrazados de actividades cívicas, incluyendo un taller de prevención sanitaria. Murillo tenía instrucciones de comunicarse cada 48 horas y lo podría hacer usando una serie de códigos de seguridad acordados. "Tengo dolor de cabeza", por ejemplo, significaba que este costarricense creía que los cubanos estaban observando sus pasos y que la misión encomendada debía suspenderse.

[1] El costarricense Fernando Murillo era el jefe de una organización de derechos humanos en Costa Rica llamada Fundación Operación Gaya Internacional, y fue contratado por Creative Associates con la misión de convertir jóvenes cubanos en actores políticos efectivos contra el gobierno de la Isla. Se dirigió a Santa Clara, una ciudad ubicada a tres horas de La Habana, donde Murillo se conectó con un grupo cultural que se hacía llamar “Revolución”, una modesta agrupación de artistas que se dedicaban a la música electrónica y la producción de vídeo.

Murillo no llevaba mucho tiempo en el lugar cuando Carlos Pozo, un policía de seguridad estatal cubana, se dio cuenta de su presencia, un hecho que Murillo reportó a Creative Associates, según documentos.

Si la idea era llevar a cabo una serie de seminarios para reclutar a nuevos “voluntarios”, Murillo necesitaba una temática que fuera atractiva tanto a potenciales miembros y que fuera aprobada por el estado cubano.

Eso era, un taller de prevención del VIH podría servir.

Meses más tarde, en noviembre de 2010, el taller atrajo a 60 jóvenes. El agente Pozo también participó -lo que prueba, dijo Murillo entonces, que la fachada del taller estaba funcionando.

El taller supuestamente iba a ofrecer clases de educación sexual a sus asistentes para que supieran como prevenir el contagio del VIH. Por ejemplo, se les iba a enseñar cómo usar apropiadamente un condón.

“Los cubanos expresaron su deseo por informarse y recibir un taller sobre la prevención del VIH y el taller ayudó a satisfacer esas necesidades; dijo USAID en respuesta a preguntas escritas por la AP.

Cuando fue contactado en San José, Costa Rica, Murillo dijo que no podía hablar sobre los detalles de su incursión a Cuba porque había firmado un acuerdo de confidencialidad que le prohíbe divulgar cualquier información. En el informe de seis páginas que Murillo envío a Creative Associates sólo mencionó una vez el taller de prevención del VIH para resaltar que se trataba de la “excusa perfecta en el tratamiento del tema de fondo”.

Manuel Barbosa, uno de los fundadores del grupo de artistas Revolución, dijo en reciente entrevista en Santa Clara que los costarricenses nunca le dijeron que ellos estaban trabajando para USAID. Dijo también que no tenía inclinación alguna en contra del gobierno cubano y que, de hecho, su abuelo era un “mártir de la revolución (cubana)”.

 Tomado de Cubadebate

Vea además:  Estados Unidos envió latinoamericanos a Cuba como agentes subversivos, según AP, en el Periódico Granma

 



Palestina

3 de Agosto de 2014, 22:22, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Poema de  Juanita Conejero*   

El odio se hace muerte.

 Por los campos hambrientos de justicia

         marcha  la sangre 

                   con las manos crispadas

                   con los ojos de súplica .

 

Roja sangre  de glóbulos amados

derramada en la tierra  de todos

limpia  sangre de niños  y niñas

que se mezcla con las arenas del peligro.

 

El odio se hace muerte.

 

La vida se hace polvo.

 

Cuando la sangre despinta los paisajes

         y los niños lloran

         y las madres claman

los crueles  asesinos del alba

provocan  un mar de condenas

que hacen  pedazos

sus  maléficas entrañas.

 

La ventura será para los buenos

         para los que disfrutan

         la sonrisa   de un niño

                   en las sagradas arenas

         de la playa

 

Sólo para ellos

         para los que saben amar

será el abrazo creciente de las olas.

 

* La Habana, CUBA. Poetisa, colaboradora de CUBARTE: Portal de la cultura cubana. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas (UNEAC)

Dirige y Conduce la Tertulia de Arte y Literatura “SOL ADENTRO"

 



Volver a los 60: la historia no contada

1 de Agosto de 2014, 23:48, por Rosa C. Báez Valdés - 0sem comentários ainda

Por Tania Chappi Docurro

 

El panel, donde se sentaron juntos un antiguo jefe de la Seguridad del Estado, un hijo de banqueros nacionalizados en 1960, residente en Miami; un pastor bautista discriminado por su fe religiosa, quien mantuvo sus convicciones; y un economista asesor en diversos organismos, tuvo una dinámica particular, diferente a otros Último Jueves.

Sobre cuatro tópicos versó el grueso de los criterios esgrimidos por los ponentes y el público: el auge y declinación de la contrarrevolución durante los primeros años posteriores al primero de enero de 1959, la postura de la burguesía, la conducta política de las iglesias y la corriente antirreligiosa en el gobierno, y el lugar del sector privado nacionalizado por la Ofensiva Revolucionaria de 1968.

Raúl Garcés, subdirector de la revista y moderador, comenzó la jornada con una pregunta dirigida al general de división (r) Fabián Escalante, quien integrara la Seguridad del Estado desde 1960, y llegara a dirigirla desde mediados de los años 70: ¿Qué caracterizó a la contrarrevolución en el contexto de esa etapa?, ¿cuál era su núcleo duro?

Según su criterio, la génesis de la primera contrarrevolución se halla en los políticos y militares del régimen de Batista, los dictadores latinoamericanos que los apoyaron (Trujillo, Somoza), y muy especialmente, los intereses y el gobierno de los Estados Unidos. “Esa contrarrevolución no surgió por iniciativa de la burguesía y los terratenientes cubanos, sino como consecuencia del estímulo generado por  la posición del gobierno norteamericano, asumida desde el mismo triunfo revolucionario”. Desde 1959, se crearon en los Estados Unidos las dos primeras organizaciones: La Rosa Blanca y las Milicias Obreras Anticomunistas (liderada por Rolando Masferrer), que con el patrocinio de la CIA comenzaron a actuar inmediatamente. Leónidas Trujillo apoyó, desde República Dominicana, una conspiración desarticulada el 13 de agosto de 1959. Las medidas tomadas durante los meses precedentes (Ley de Reforma Agraria, rebaja de los alquileres, los medicamentos, las tarifas eléctrica y telefónica; la Reforma Urbana) ocasionaron “que dentro del núcleo revolucionario apareciera una significativa disidencia entre quienes habían combatido contra Batista, pero no estaban de acuerdo con el camino que la conducción de la Revolución proyectaba”. Como consecuencia, abandonaron el gobierno el presidente Urrutia y algunos miembros del gabinete; y los partidos políticos tradicionales se aunaron en un esfuerzo político (todavía no armado ni clandestino), aunque dirigido por la embajada de los Estados Unidos en La Habana, para cambiar el rumbo de los acontecimientos. El momento culminante de esa confrontación, en 1959, fue el fallido golpe de Estado de Hubert Matos, jefe del Regimiento de Camagüey. En diciembre de ese año, la CIA aprueba el primer proyecto para asesinar a Fidel.

“A partir de este momento se produce una metamorfosis. Todos aquellos grupos políticos y las organizaciones laicas de la Iglesia católica van a formar agrupaciones clandestinas armadas (Movimiento de Recuperación Revolucionaria, Movimiento Revolucionario del Pueblo, Movimiento Demócrata Cristiano, Organización Auténtica, la Triple A, entre otras).  En marzo de 1960, el presidente Eisenhower aprueba el programa contra Cuba, con cuatro aspectos: realizar sabotajes, infiltrar grupos paramilitares para fomentar un levantamiento interno (que luego evolucionaría hasta la invasión de Playa Girón), establecer en el interior del país una red de subversión e inteligencia, y desarrollar una amplia campaña de guerra psicológica. La máxima expresión de los sabotajes fue la explosión de La Coubre, el 4 de marzo de 1960; y de la guerra psicológica, la Operación Peter Pan”, narró Escalante.

Como no pudo derrocar la Revolución, la CIA elaboró un nuevo plan, conformado por tres líneas fundamentales: crear una brigada de desembarco y asalto para intervenir militarmente (capturar una cabeza de playa) en la Isla, estimular un levantamiento interno, e infiltrar grupos de misiones especiales, los denominados equipos grises. La historia de Playa Girón es bien conocida. En cuanto a los otros puntos, los infiltrados entraron al país el 13 de marzo de 1961 y fueron detenidos el 18 de ese mes, conjuntamente con los jefes de los principales movimientos contrarrevolucionarios; “esa cúpula quedó aniquilada por la acción popular, porque las criadas de las casas de Miramar donde ellos se reunían informaron al respecto”.

Después de Girón, se sucedieron otros intentos: la autoprovocación de la Base Naval de Guantánamo; el plan “Cuba en llamas”, en noviembre del 61; y especialmente, la Operación Mangosta, a partir de 1962, que conllevó más de cinco mil sabotajes en solo ocho meses, e intentos de asesinar a Fidel. Sin embargo, los cuadros de la burguesía, sobre todo los laicos de la Iglesia católica, que dirigían las organizaciones contrarrevolucionarias, fueron detenidos o huyeron del país. A mediados de 1962, elementos marginales tomaron la jefatura de esas agrupaciones. “Yo creo que a finales de 1963, el núcleo duro de la contrarrevolución había sido desarticulado. Aunque la CIA siguió actuando, mediante grandes y pequeñas redes, la más importante en Pinar del Río”, concluyó el disertante.

 

Los que se fueron

Gustavo Godoy, periodista radicado en Miami y descendiente de los banqueros Godoy-Zayán, se marchó del país con sus padres en junio de 1960.  El pasado jueves, reflexionó acerca de cómo la burguesía afrontó el proceso revolucionario en su período inicial.

En ese momento “había un entusiasmo legítimo” ante el derrocamiento de la dictadura, una simpatía mayoritaria hacia las fuerzas rebeldes. “La Revolución había tenido el sostén de las clases populares, pero no debe subestimarse el hecho de que también miembros de la burguesía, la aristocracia, la clase media, el empresariado, ayudaron al Movimiento 26 de Julio; las contribuciones económicas, el respaldo en los medios de comunicación procedían en gran parte de estos sectores”.

Al inicio, solo salieron del país  militares y partidarios de Batista. Debido a la Reforma Agraria, la Reforma Urbana y la gradual nacionalización de propiedades extranjeras y luego de grandes empresas cubanas, la oposición se diversifica. “Llegan a los Estados Unidos elementos revolucionarios que no están de acuerdo con el giro del gobierno hacia la izquierda. Se empieza a manifestar una oposición cautelosa en ciertos sectores, y hasta de abierto rechazo a las medidas de la Revolución, aunque no tanto hacia los líderes mismos. Creo que los dirigentes seguían teniendo apoyo más de un año después del triunfo revolucionario”.

No obstante, numerosas personas temían al comunismo; pensaban que no debía permitirse la circulación del periódico Noticias de Hoy ni la existencia del Partido Socialista Popular, así como la presencia de dirigentes comunistas en el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).  Para los agricultores, azucareros y tabacaleros adinerados “en este punto se agudiza la confrontación, y ello motiva un cambio radical”. Incluso entre quienes no se vieron afectados de manera directa muchos se preguntaban qué iba a pasar.

En 1960, un amplio grupo de grandes empresarios y hacendados salió del país. Su expectativa de regresar enseguida, disminuyó después de Playa Girón y la Crisis de Octubre. “Fue como un bombillo que se va apagando poco a poco”, expresó Godoy.

 

Posiciones encontradas

Raúl Suárez, hoy pastor bautista y director del Centro Memorial Martin Luther King, Jr., ofreció su testimonio de creyente, valioso para entender las complejidades de la ruptura entre la Iglesia y el Estado. “La Revolución encontró un catolicismo con el cual no había posibilidad de dialogar. Por otra parte, resulta innegable que el protestantismo histórico en Cuba jugó un papel en la estrategia estadounidense de norteamericanización de la Isla, salvo excepciones en las que el patriotismo estuvo presente. En cuanto al marxismo-leninismo, yo conocí a buenos cristianos que militaban en el Partido Socialista Popular”.

En los 60, “cuando se da el encontronazo de las iglesias católica y protestantes con el marxismo-leninismo”, en la práctica se empieza discriminar a los creyentes como miembros legítimos del proceso revolucionario. Según el pastor, el marxismo-leninismo adoptado asumía definiciones expuestas por Engels a finales del siglo XIX, quien entendía la fe religiosa como inexorablemente reaccionaria y opuesta a la ideología de la clase obrera, sostenía la existencia de una contradicción insuperable entre ciencia y religión, no interpretaba de manera correcta la realidad latinoamericana y caribeña; además, otorgaba al ateísmo un rango doctrinal y científico. La interiorización de estas ideas y el abandono de la crítica revolucionaria y política de José Martí a la religión, traían consigo prejuicios y actitudes que convertían a los creyentes en ciudadanos de segunda clase y los alejaba de la Revolución. “Tales vientos soplaron tan fuerte que 70% de los pastores protestantes se fueron para los Estados Unidos y 80% de los graduados de nuestro seminario de Matanzas salieron de Cuba. Lo peor de todo es que también llevó a algunos a la contrarrevolución activa. Se creó el Movimiento Conjunto de Cristianos Cubanos; y en 1965 fueron detenidos alrededor de 43 pastores y laicos. En el juicio, uno de los pastores confesó que era agente de la CIA”. Otro desacierto de las iglesias fue “oponer al ateísmo marxista-leninista el teísmo cristiano. Al final nos dimos cuenta de que ni uno ni otro era la solución”, opinó el panelista.

Su relato confirmó que las posiciones en torno a la religión no fueron homogéneas. Emocionado, rememoró cómo el propio Fidel, quien ya se había declarado marxista en diciembre de 1961, afirmó en una alocución pronunciada en la Universidad de La Habana, el 13 de marzo de 1962, para conmemorar el ataque al Palacio Presidencial, que en la lucha contra el capitalismo y el imperialismo debían unirse el creyente honesto y el marxista honesto.

La década de los 60 fue el período de mayor agudización de la lucha ideológica en el país y también de confrontación entre las diferentes clases, aseveró Raúl Suárez. “Esta lucha atravesó toda la estructura social, no hubo un solo espacio donde no se manifestara. El pueblo optó por la Revolución. Las iglesias perdimos un gran número de miembros. La Juventud Estudiantil Católica hizo una encuesta sobre la Reforma Agraria, e incluyó la siguiente pregunta: ¿De quién usted espera la solución de los problemas históricos y sociales del país? Solamente 3,4% veía la solución en las iglesias, nosotros no éramos la esperanza del pueblo, eso hay que reconocerlo”.

 

Un parteaguas polémico

La Ofensiva Revolucionaria de 1968 terminó de transformar radicalmente la economía de la Isla. Sobre ello discurrió el economista Rogelio Torras, estudiante de Economía en aquellos años, luego profesor de la Universidad, y posteriormente especialista del sector económico  en diversos organismos. Como antecedentes citó: la confiscación de bienes malversados y de los dejados atrás por quienes abandonaban el país; la nacionalización de las propiedades norteamericanas, en respuesta a las presiones ejercidas contra Cuba por el gobierno de los Estados Unidos (canceló el suministro de petróleo, promulgó la Ley Puñal, que reducía la exportación del  azúcar destinado al mercado norteamericano); finalmente, la nacionalización de la banca y de los grandes negocios privados cubanos, en octubre de 1960.

En 1966, el país confrontaba un creciente desbalance comercial con los países socialistas y carecía de suficientes divisas para comprar en el mercado internacional; se optó por dar un salto en la industria azucarera y alcanzar una gran producción en 1970. Con el objetivo de destinar grandes recursos económicos a la esfera productiva, se previó restringir el consumo, tanto de alimentos como de bienes de uso duradero, y se decidió que el interés social debía prevalecer sobre el individual. A partir de esa base, se derivan dos razones para fundamentar la nacionalización del sector privado remanente: la primera, este constituía un obstáculo para la mayor organización de la producción y la distribución; la segunda, se caracterizó al sector privado como contradictorio con las metas de la ideología revolucionaria, dada su condición individualista.

En aquel momento, el comercio privado tenía mejor oferta y calidad, aunque empezaba a languidecer por restricciones con los insumos. Antes de lanzar la Ofensiva, se realizó una investigación sobre las relaciones entre el sector estatal y el privado, durante el primer semestre de 1967. Los datos mostraron que las personas vinculadas con el sector privado vivían mucho mejor que quienes trabajaban para el Estado: la mayoría de los primeros ganaba alrededor de 300 pesos mensuales, cuando el salario medio del país no llegaba a 150 pesos; incluso algunos de los empresarios medianos percibían más de mil pesos. Por otra parte, los establecimientos privados satisfacían una gran cantidad de necesidades de la población, pero también de la esfera empresarial estatal, a la cual vendían bienes intermedios, bienes finales y servicios, explicó Torras.

Las tablas mostradas por el panelista revelaron que eran privadas 46% de las tiendas de víveres, más de la mitad de las carnicerías-pescaderías, 81% de los establecimientos gastronómicos y de las quincallas, 58% de los que vendían bebidas, 88% de las barberías y peluquerías, 63% de las tintorerías-lavanderías. Y que los clientes de la pequeña industria privada incluían a varios centenares de empresas estatales en diferentes sectores: pintura, repuestos automotrices, materiales de oficina y de construcción, impresos, entre otros.

Al concluir la Ofensiva, 100% de la industria y el comercio, 98% del transporte (los vehículos porteadores y los taxis no fueron nacionalizados) y 75% del sector agropecuario estaban en manos del Estado. “Se afectaron más de 58 000 negocios”, incluyendo 9 200 personas que trabajaban solas, “vendiendo fritas, palomitas de maíz, etcétera”.

“La Ofensiva Revolucionaria permitió que el gobierno adquiriera plena capacidad de maniobra para concentrar todos los recursos en la Zafra. Por otro lado, el gobierno empezó a administrar directamente los recursos y las empresas se fueron acostumbrando a mirar hacia arriba para solicitarlos. En 1967 se había simplificado al máximo el sistema tributario, casi se eliminó en aquel momento, porque era prácticamente pasar dinero de una empresa estatal al presupuesto nacional. Las medidas adoptadas impidieron el potencial enriquecimiento de algunos empresarios privados y se evitó que muchos de ellos emplearan recursos contra la Revolución”, expuso Rogelio Torras. Las nacionalizaciones de 1968 generaron, además, un grave inconveniente: “Quedó demostrado que cuando el Estado centralmente debe manejar un país completo dedica la mayor atención a los grandes problemas, pero las cosas pequeñas quedan al margen”.

 

 Desde el auditorio

<<-La galería del Centro Cultural Cinematográfico ICAIC, sede habitual del espacio Último Jueves de la revista Temas.

 

Quienes intervinieron aportaron nuevas dimensiones al análisis de los problemas tratados, e introdujeron otros temas, acerca de una década inabarcable en un ejercicio de dos horas.  Entre los asuntos abordados estuvo la situación de guerra civil e intervencionismo de los Estados Unidos que distinguió a la primera mitad de la década, así como el entorno internacional de total aislamiento de la segunda mitad, y el consecuente enrarecimiento político e ideológico del contexto interno, muy diferente al actual.

Respecto a la necesidad de ampliar la historia del proceso revolucionario, se mencionó el papel de sectores de la clase media, que integraron organizaciones como el Movimiento de Resistencia Cívica, a menudo ignorado cuando se hace el inventario de las organizaciones aunadas en la lucha contra la dictadura.

Dentro de los aspectos poco estudiados y divulgados se encuentra  “la revolución que se hizo en el sector femenino de la sociedad. La mujer cubana –sobre todo las jóvenes de procedencia urbana– fue una antes de los 60 y otra después de esa década. Dichas transformaciones no ocurrieron por decretos, leyes, ni siquiera por una política no escrita. La mujer cambió a partir del contexto, por ejemplo, la Campaña de Alfabetización hizo que las muchachas salieran del entorno familiar. Pero también hubo, no sin trauma, que romper muchos tabúes personales. Algunas canciones de Silvio, Pablo y Noel, poemas y hasta novelas hablan sobre eso; no obstante, es muy importante investigarlo”, comentó la ensayista, profesora y editora, Denia García Ronda, miembro del Consejo asesor de Temas.

Orlando Márquez, director de la revista católica Palabra Nueva, polemizó cordialmente con el reverendo Raúl Suárez, llamando la atención sobre la necesidad de entender que la doctrina social de la Iglesia católica no formula una postura política unívoca, ni les dice a los laicos cuál adoptar, sino se limita a reflejar una serie de preocupaciones legítimas desde la perspectiva de la fe.

Para el conocedor de la literatura sobre los años 60 en Cuba, el panel aportó un conjunto de elementos inéditos. Marcó la fecha temprana en que la contrarrevolución fue estratégicamente vencida, aunque la guerra civil se extendiera en las montañas del centro de la Isla hasta 1965, y las acciones terroristas siguieran acompañando el proceso décadas después. Volvió (dándole voz a los religiosos) sobre el complejo asunto del anticomunismo eclesial y el ateísmo como doctrina de Estado. Y presentó un grupo de datos ignorados acerca de la medida en que el sector privado se articulaba con (y aportaba a) el estatal y al consumo popular en marzo de 1968.

Naturalmente, yo añadiría –y muchos otros conmigo– que para conformar una idea más completa sobre los años 60 se requiere ahondar en la dinámica cotidiana, profundamente transformada; los grande cambios en la educación; la creación de un arte nuevo, desde la cinematografía hasta la música; las polémicas, de fuerte contenido ideológico, en torno a la literatura, las artes y el periodismo; y hasta las nuevas relaciones entre géneros (incluida la minifalda). Temas podría convocar a otro panel sobre esta y otras décadas, que se dan por conocidas, y que requieren ser historiadas con la presencia de sus propios protagonistas.

 

Tomado de Catalejo, el Blog de Temas



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