Por Cristina De Luca*
El pasado miércoles 14 de enero, cuando el ataque al semanario satírico francés Charlie Hebdo cumplía una semana, un amigo de Brasilia me confió: "El gobierno brasileño pondrá el proyecto de ley de protección de datos personales para consulta pública que ahora, al final del mes, junto con el Marco Civil. Es bueno que comencemos a discutir el proyecto ahora que los gobiernos de Europa y los Estados Unidos han comenzado a cuestionar la pertinencia de las leyes de protección de datos. El ataque a Charlie Hebdo puede traer un resurgimiento de la idea de que la lucha contra el terrorismo depende de la eliminación de algunas libertades individuales, como el derecho inviolable a las comunicaciones digitales y la protección de datos personales".
Dicho y hecho. Mientras el mundo entero, y los propios gobiernos europeos se levantaban en defensa de la libertad de expresión, el presidente de EEUU, Barack Obama, defendió en el Congreso norteamericano la necesidad de una nueva legislación de seguridad cibernética que, en resumen, libra a las empresas que han sufrido violaciones y fugas de datos de ser demandadas si comparten datos sobre amenazas y ataques cibernéticos con el gobierno. Y en Europa, los secretarios y los comisionados de los países miembros de la Unión Europea se reunieron, justificadamente, para descubrir qué hacer para prevenir ataques terroristas como la reciente masacre a Charlie Hebdo.
Incluso hubo una protesta de prohibir el uso de mensajería instantánea que utilizan cifrado, recurso recientemente anunciado por WhatsApp, justamente para proteger a sus usuarios del espionaje promovido por los servicios secretos, después de las revelaciones de Edward Snowden sobre las acciones de la NSA.
Desafortunadamente, algunos políticos decidieron proponer nuevas formas de censura en Internet que, francamente, tendría poca utilidad para la protección de sus ciudadanos, más sí un enorme potencial para violar las libertades civiles.
En París, una docena de ministros del Interior de los países de la Unión Europea, entre ellos Francia, Gran Bretaña y Alemania, emitieron una declaración pidiendo a los proveedores de servicios de Internet los medios para identificar a los autores de contenido en línea que fomenten el odio y el terror. Los ministros también pidieron a la Unión Europea que comenzara a monitorear y almacenar información sobre las rutas de los usuarios del transporte aéreo. Mientras tanto, en Gran Bretaña, el primer ministro David Cameron sugirió que el país prohibiese el servicio de Internet que no diesen al gobierno la posibilidad de monitorear todas las conversaciones y llamadas encriptadas.
Ayer, viernes 16 de enero, Obama y Cameron se reunieron y fueron más allá. Hicieron un llamamiento conjunto para que las empresas de tecnologías creen la forma de que los servicios de inteligencia de los gobiernos puedan realizar un seguimiento de los mensajes de los medios de comunicación social.
"Los medios sociales y el Internet son las principales formas que estas organizaciones terroristas usan para comunicarse", dijo Obama durante una conferencia de prensa con Cameron el viernes.
"Las leyes diseñadas para las escuchas telefónicas tradicionales tienen que actualizarse", dijo Obama. "Cómo hacemos esto debe ser discutido" "No estamos pidiendo puertas traseras", añadió Cameron. "Estamos pidiendo la creación de puertas delanteras muy claras a través de los procesos legales que ayudan a mantener seguro a nuestro país."
*Cristina De Luca, Periodista, Editor at Large del Grupo Ahora! Digital, tiene una licenciatura en Comunicación con Máster en Marketing por la PUC de Río de Janeiro y es ganadora del Premio de Comunicación para la Tecnología en 2005, 2010 y 2014
Fuente:http://cryptoid.com.br/certificacao-digital/ataque-ao-charlie-hebdo-acerta-em-cheio-na-protecao-dos-dados-pessoais/
Traducción del original en portugués en Blogoosfero