Por Daniela Saidman*
Querido Presidente:
Te has vuelto Quijote de este y todos los pueblos de Nuestra América. Te has convertido en lluvia fresca nacedora de la tierra fértil. Y golpe de tambor y verso ardiente y amanecer y árbol y caricia. Eres en cada una de las sonrisas de nuestros niños con escuela y estás en los ojos de cada mujer y hombre que aprendió a leer, en cada familia que tiene casa, en cada trabajador, en cada hijo que ahora sí tiene porvenir.
Te has vuelto río y brisa, palabra y sueño, porque nos hiciste nacer una y otra vez, porque nos regalaste la posibilidad de encontrarnos para andar juntos hacia el mañana. Te has vuelto pueblo porque nos hiciste memoria viva, porque finalmente aprendimos a mirarnos, descubrirnos nuevos pese a las heridas, al silencio de décadas y a la sangre de centurias.
Te has vuelto utopía necesaria y fuego. Incendiaste el pasado para renacernos de las cenizas y hacernos volar irreductiblemente jóvenes y nuevos.
Te has vuelto Comandante de la Esperanza y eres voz de todas nuestras voces, eres cada gesto que nos pronuncia, porque eres uno de los nuestros, uno de nosotros. Y qué hermoso saberte cada día repartido en millones de ojos, manos, bocas… saberte en el aire, el sol, la arena, el mar, la selva y el horizonte de nuestra tierra.
Eres y serás siempre la historia que nos convoca a ser más y mejores seres humanos. Eres y serás siempre la alegría del futuro que se hace canto, verso, caricia y sueño.
Comandante de la esperanza, ésta Venezuela que tiene en sus estrellas las voces de nuestro Pueblo te pide hoy que vuelvas pronto, que vuelvas siempre. Y te esperamos como esperamos que amanezca con el café dulcito y los rayos entibiando las ganas de un día nuevo.
No tengo, Comandante, más que darte que estas palabras y por eso te escribo. Si somos un mar de decires y cantos, te doy entonces cada vuelo. Tengo la certeza de que cada uno a su manera, ha pedido tu regreso… y cuando vuelvas nos encontrarás más juntos, convencidos de que el futuro nos pertenece porque nos hemos ganado el derecho a hacer realidad los sueños. Y también nos encontrarás más fuertes y más sabios, porque nos hemos por fin animado a no dejarnos arrebatar la esperanza.
Si hace falta cada día será un 13 de abril de victoria popular, un 04 de febrero rebelde y un 07 de octubre que te lleva prendido en sus alforjas. Cada día Comandante será un día de lucha, de amor derramado en cada hora que contamos para seguir haciendo nacer la Patria, esa que nos enseñaste a ser más libre y ser más justa y en definitiva, a ser más nuestra.
Esta Patria Comandante que te reclama ahora y siempre en la victoria.
* (Ciudad Guayana, 1977) Poeta y periodista venezolana
Carta al Comandante de la esperanza
7 de Janeiro de 2013, 22:00 - sem comentários ainda | No one following this article yet.
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