Por Eddie Quiñones Diaz de Villegas*
La Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG) en coauspicio con la Universidad Bolivariana de Venezuela, desarrolló en Caracas el Seminario intensivo "Historia de la Revolución Cubana: Tránsito socialista, entorno caribeño y dimensiones hemisféricas". Los historiadores cubanos Angelina Rojas Blaquier y Felipe de J. Pérez Cruz orientaron el seminario.
Rojas Blaquier, fundadora del Instituto de Historia de Cuba, es en la actualidad profesora de la Universidad de La Habana. En su importante aporte historiográfico se destaca el estudio de la historia del Partido Comunista de Cuba, obra que en sus tres tomos ha sido publicada por la Editorial Oriente del Instituto Cubano del Libro, y recibió el Premio de la Crítica Ramiro Guerra de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC) y el Premio de la Academia de Ciencias de Cuba que se otorga a los más destacados resultados del sector científico en el país. Entre la bibliografía de Pérez Cruz se cuentan dos libros y numerosos artículos en la prensa especializada sobre el período de la transición socialista en Cuba, desde el 2007 coordina el Taller Historia de la Revolución Cubana, que convocado por la UNHIC, ha logrado cohesionar y promover una buen aparte, de las investigaciones que sobre la Revolución se realizan en el país, y cuya quinta edición se anuncia para octubre próximo. Ambos profesores se trazaron como propósito brindar una visión panorámica del proceso revolucionario cubano, con énfasis particular en los años 1959-2012.
Leonardo Bracamonte, Coordinador de Gestión Estratégica de la Fundación CELARG, quien tuvo a su cargo la coordinación del curso, afirma que “desde el primer día las exposiciones de ambos profesores desplegaron todo un conocimiento transmitido de forma cabal, tal vez porque se trataba no solamente de intelectuales destacados, sino porque han sido protagonistas de primera línea en los combates por tratar de cambiar el mundo. El contenido de las sesiones se trasladó no solamente al inicio de la Revolución Cubana, sino al establecimiento de las primeras formas sociales de lo que a través de las centurias sería la compleja sociedad cubana. En concreto, se analizaron las grandes tendencias históricas que sin duda contribuyen a explicar la peculiaridad de la nación cubana”.
Rojas Blaquier y Pérez Cruz precisaron como en Cuba, los objetivos de la liberación nacional y social estaban estrechamente unidos desde mucho antes del primero de enero de 1959. Socialismo e independencia nacional eran inseparables; así lo percibieron ya, desde las décadas del 20 y del 30, hombres de la talla de Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y Antonio Guiteras. La Revolución Cubana ha confirmado esta tesis y corroborado que sin socialismo, el país perdería su independencia y con ella las perspectivas de progreso y felicidad para su pueblo. Los profesores demostraron que la Revolución Cubana enfrentó definitivamente un diferendo histórico de más de dos siglos, entre su nación en pugna por auto reafirmarse y crecer, y los intereses expansionistas de los Estados Unidos, el poderoso país vecino siempre en plan de conquista y dominación.
El Seminario contó además con la intervención especial que realizó el destacado politólogo cubano, doctor Jorge Hernández Martínez, director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana, presente en el lanzamiento del texto América Latina en tiempos de Bicentenario (Ciencias Sociales, 2011), que coordinado por Pérez Cruz, tiene a Hernández Martínez entre sus autores. El profesor invitado disertó sobre la actual política del presidente estadounidense Barak Obama y su real sesgo anticubano, para lo que bridó datos demostrativos del aumento durante esta administración de la persecución a las transacciones financieras y comerciales cubanas, y su apoyo creciente –ya superior al de Busch en sus dos períodos- a la contratación y el pago de operaciones subversivas y de mercenarios con fachada de disidentes.
“Como es comprensible –continúa Bracamonte- las sesiones que más interés suscitaron fueron las dedicadas al período de la revolución cubana. Temas como la formación de su liderazgo, las distintas organizaciones que confluyeron en el Partido Comunista de Cuba, las agresiones imperiales y las respuestas por radicalizar el proceso, hasta su deriva socialista. El papel de solidaridad sin parangón con las causas más apremiantes en el mundo. La peculiaridad de un proceso que ha dado tantas muestras de internacionalismo. La complejidad del llamado período especial y la compleja transición en la búsqueda de otro socialismo, que preserve las conquistas del proyecto que comenzó aquel 1º de enero de 1959. Los entrañables compañeros cubanos mostraron un manejo del contenido del seminario que en su caso se relacionaba bien con una formación pedagógica madurada en otros espacios de debate y encuentro”.
Al referirse al curso, los profesores Rojas Blaquier y Pérez Cruz coincidieron en la importancia que le otorgan, tanto en la posibilidad del ejercicio docente que realizaron, como en el hecho de coincidir con la visión latinoamericanista y caribeña de la Fundación CELARG, que desde el seno del Ministerio del Poder Popular para la Cultura de la República Bolivariana de Venezuela, promueve el conocimiento mutuo y la reivindicaión de la historia Nuestramericana.
Como afirma la plataforma del Taller Historia de la Revolución Cubana que comparten ambos profesores, se ha tratado de imponer un discurso reduccionista sobre a Revolución Cubana que obliga –so pena de ser acusado de apologista- a equilibrar logros y deficiencias, victorias y errores. La ausencia del enfoque dialéctico no es en este caso una insuficiencia de apreciación cienciológica. Quienes articulan y proponen esta “equilibrada” lectura, trabajan en los medios académicos –y fuera de estos- con los mismos procedimientos y objetivos de descalificación y tergiversación contrarrevolucionaria que resultaron suficientes en las desestructuradas realidade del llamado socialismo real.
“La Revolución Cubana, su historia política, social y económica –afirma Pérez Cruz-, no puede evaluarse fuera del contexto que le fue contemporáneo, de un curso histórico que confirma en su complejidad e interacciones, la constante búsqueda de alternativas de avance de la dirección revolucionaria, en medio de un aprendizaje transgredido por urgencias y problemáticas inéditas, y constantemente hostilizado por la criminalidad del imperio estadounidense”. El curso impartido por los profesores cubanos articuló una respuesta de ciencia y conciencia convincente, para acercarnos a la Cuba vital, orgullosa de sus victorias y segura de sus conquistas históricas, y a la vez reflexiva, autocrítica y articuladora de nuevas propuestas.
En los precisos momentos en que el espectro noticioso y político venezolano pretende ser envenenado con desenfoques sobe el socialismo en Cuba, para fundamentar un modelo de derrota y crisis de la sociedad cubana, con los aviesos fines de propaganda electoral proimperialista que adversa ese proceso revolucionario, el Seminario conducido por la profesora Rojas Blaquier y el profesor Pérez Cruz demostró, de manera inobjetable, la existencia de una Revolución Cubana en plena capacidad de cambio y desarrollo progresivo. Alejados de las lecturas teleológicas, con una propuesta que se abrió a los temas más controversiales desde un comprometido ejercicio de crítica académica, ambos historiadores dejaron la avidez por nuevos espacios de aprendizaje y debate.
*Coordinador de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba en La Habana
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