Indudable es la necesidad de la entrada de divisas a nuestro país... pero una cosa es los polos, pullovers o cómo los llamen con la efigie del Ché o de Chávez, que se tornan estandarte en el pecho de quien los porta y expresan un apoyo incondicional a su ideario, otra muy distinta esta idea que supongo bien intencionada de los compañeros de LABIOFAM... Yo, como Luis Ernesto, me sumo al rechazo a las denominaciones... usen "Cuidemos el Planeta" o "Luchemos unidos" o lo que quieran, pero ojo, no perdamos la perspectiva...
Repito acá mi comentario en Cubadebate: "[...] no estoy ni creo que estaré preparada para semejante desatino...
Recuerdo que en las páginas digitales de Librínsula luchamos contra el uso de los nombres de Marti y el Che para nombres de una cerveza y de pañales o algo así, ¿cómo podríamos aceptar impasibles este uso de sus nombres para algo tan superfluo como un perfume? No me parece mal que se usen sus figuras en pullovers porque es un poco como llevar en alto sus banderas (pero igual podrian comercializarse en moneda nacional, como los de Industriales o Santiago), pero decididamente, 122 personas no pueden decidir por millones de cubanos que no estaremos de acuerdo... y me incluyo entre ellos!!"
Conmigo no cuenten para perfumar la historia de Nuestra América
Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. Este jueves fue un día triste, bochornoso diría yo, tras conocer temprano en la mañana la “insólita y aberrante” idea de crear fragancias para “honrar” a dos de los hombres más grandes que han nacido en nuestro continente. La Patria Grande debe haberse revuelto de norte a sur al conocer la noticia, ampliamente difundida por la AP en un despacho, de la existencia de perfumes con los nombres Ernesto y Hugo, nada más y nada menos para rendir “homenaje” a Ernesto Che Guevara y Hugo Chávez Frías.
De inmediato Progreso Semanal publicó Aromas inexplicables señalando que “cubanos de cualquier credo político han quedado sorprendidos ante el reporte que da a conocer el surgimiento de dos nuevas marcas para perfumes producidos en el país, con fórmula francesa, por la empresa estatal Labiofam”. No era para menos. No creo que exista razonamiento lógico que justifique esta “decisión”.
Un colega me decía: “no verás nada publicado en nuestros medios nacionales, ni tampoco creo que Cubadebate se atreva a hacerlo”. Pues lo hizo y veo ya en ese foro cubano la nota Hugo y Ernesto desbordan un frasco de Mónica Rivero. Claro, se queda en el ámbito digital y mis compatriotas es poco probable que lo lean en papel, aunque con lo bien engrasada que está la “internet usb” seguro que unos cuantos se enteran.
Esta vez fue generalizada la protesta de los que, como yo, no admitiremos que nuestros héroes sirvan para ponerse sobre la piel. No creo que mi voz se escuche demasiado o que los “imaginativos” funcionarios de Labiofam estén dispuestos a rectificar y hacer las cosas como se debe.
Esto es lo que me permite hacer mi condición de bloguero y revolucionario cubano: ME OPONGO FIRMEMENTE a que Ernesto Guevara y Hugo Chávez perduren untando estos perfumes en nuestra piel. La historia no puede verse como aroma efímero que está condenado a borrarse tras el siguiente baño. Conmigo no cuenten.
Tomado de su Blog Visiones desde Cuba
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