Por Gloria Analco, @GloriaAnalco
La paciencia del mundo se ha ido colmando
desde que Israel levantó una barrera en torno a la Franja de Gaza
Hacía mucho tiempo que el mundo no estaba en vilo por una agresión bélica, como la que está teniendo lugar en Oriente próximo, lamentándose por los trágicos hechos que ahí están ocurriendo y calificándolos como de “crimen de guerra”.
La paciencia del mundo se ha ido colmando desde que Israel levantó una barrera en torno a la Franja de Gaza, a mediados de los años 90 y aplicó un bloqueo naval a sus habitantes palestinos, el que quiso romper la “Flota de la Libertad”, en mayo de 2010, la cual llevaba ayuda humanitaria y fue atacada por la Marina de Israel, con un saldo de nueve activistas asesinados y una treintena de heridos. Y esto fue generando un revuelo cada vez mayor contra Israel, que se empezó a recrudecer cuando ejecutó la Operación Plomo Fundido, en 2008, con cerca de mil 400 muertos palestinos y la destrucción de miles de edificios en la franja. Más todavía subió el tono de las protestas cuando bombardeó duramente a Gaza, en noviembre de 2012, con el resultado de más de 150 personas muertas y unas mil 200 heridas. Ahora que comenzó, el 8 de julio, un nuevo asalto a Gaza, dentro de la Operación Margen Protector, ya el mundo ha perdido la paciencia por lo que considera un “asesinato masivo ilegal y premeditado de civiles”.
Científicos, intelectuales y artistas, entre los más connotados, ya se están manifestando con fuerza para poner fin, de una vez por todas, a la ocupación de Israel en Palestina. Esos mismos personajes han puesto en el centro de la atención a Estados Unidos, país al que culpabilizan de que Israel continué violentado el Derecho Internacional por el trato que concede al pueblo palestino. Todo mundo esperaba que las anunciadas videoconferencias de Barack Obama con Merkel, Cameron, Hollande y Renzi, desembocaran en un llamado -tipo ultimátum- a Israel por la cruenta matanza de civiles de las que el mundo estaba muy atento, pero derivaron más bien en que lo importante era incrementar las sanciones a Rusia por su respaldo a los prorrusos de Donetsk y Lugansk, en Ucrania.
Por su parte, Benjamín “Bibi” Netanyahu, primer ministro israelí, insistió en dar una “solución final para Gaza”, con o sin presión, lo cual es indicativo de que EE.UU. está conforme con ello, y que el repudio a Israel va a hacerse extensivo también a aquel país. A ese odio se viene a añadir el que sembraron con los drones asesinos y otras políticas de EE.UU. que han creado mucho resentimiento entre los pakistaníes que ya están radicalizados, sin contar con los resentimientos enquistados en Irak y Agfanistán. Noam Chomsky acaba de recordar las palabras del general Lee Butler, ex jefe del Comando Estratégico de EE.UU., quien dijo que la Humanidad había sobrevivido a posibles cataclismos nucleares “gracias a una combinación de habilidad, suerte e intervención divina, y sospecho que en mayor proporción gracias a este último factor”.
Estados Unidos ahora ha iniciado una nueva escalada de agresiones contra Rusia, país que le ha respondido al “tú por tú” con sanciones a su vez que perjudican a las economías occidentales, mientras que Rusia, con su venta de gas a China, puede resarcirse rápidamente de cualquier pérdida económica en el mediano plazo.
Tomado de Al Momento
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