Soy de las que piensa que Fernando Ravsberg, corresponsal de BBC Mundo en La Habana, es un periodista que trata de conocer a fondo las verdades cubanas y tiene muchos amigos en la Isla.
Sin embargo, Ravsberg insiste en que trabaja en un medio público del imperio decadente británico, pareciendo ignorar que la BBC que fue ya no es y que para Cuba la misma tiene su agenda como le ha confesado a amigos comunes.
Su trabajo se torna enrevesado cuando no se limita a informar. Recientemente, durante una polémica, le exigió a un analista que revelara sus fuentes, algo que horrorizaría si alguien se lo exigiera a él. No entendí muy bien esa pifia de Ravsberg. En un trabajo reciente se convirtió en un orientador político.
El hecho es que en su post “Los aprendices de brujos” dijo unas cuantas verdades y al mismo tiempo armó un ajiaco de argumentos que no se entiende mucho aunque Fernando escriba muy bien. Por ejemplo, sobre el accidente de Ángel Carromero y Oswaldo Payá, más un sueco y otro cubano afirmó según las pruebas que:
“La tragedia ocurrió mientras hacían proselitismo por todo el país, asesoraban sobre cómo crear organizaciones juveniles y repartían dinero. Al parecer pretendían reanimar a la disidencia para impulsar la lucha por la democracia y los derechos humanos.
Uno podría pensar que se trata una campaña mundial pero lo cierto es que solo intervienen en Cuba. Como me explicó el sueco Aron Modig -compañero de aventuras de Carromero- ellos no van a ningún otro país del mundo a ofrecer una ayuda semejante.”
Así también escribió: “Desde hace medio siglo, Washington la apoya [a la disidencia] y financia de forma pública. Ningún presidente se esconde para entregar los US$20 millones anuales pero lo cierto es que la oposición interna sigue siendo ínfima y carente de influencia social.” No entremos en el detalle de lo que es oposición y disidencia, que no es lo mismo, pero es igual.
A continuación, Ravsberg coincide con la SINA: “El análisis de Farrar es crudo pero tiene la virtud de mostrar los "daños colaterales" que este financiamiento provoca en la disidencia, desenfocándola políticamente de su tarea esencial, que debería ser sumar ciudadanos a la lucha contra el gobierno.” [La negrita es del blog ISLAmía]
Lo que lleva al corresponsal a asumir un papel de supra analista para el nido subversión contra la Isla: “Si la disidencia pretende convertirse en una alternativa política necesitará transitar por un camino más independiente y autóctono que recoja las aspiraciones y demandas de una parte de los cubanos para sumarlos, convirtiéndose en una fuerza con peso social.”
Y, llama la atención leer que Ravsberg descubre el agua tibia con el contenido de los Lineamientos del Partido Comunista como si fueran de cosecha propia y aconseja a la disidencia trabajar por los mismos: “… la mayoría de los cubanos están preocupados por el precio de los alimentos, la dualidad monetaria, los bajos salarios, la escasez de viviendas y el transporte público.”
Merced de malabares retóricos y silogismos el corresponsal de BBC Mundo crea un arroz con mango entre la disidencia, la SINA y el Partido Comunista. Aunque se ignoren los motivos y menos aún Ravsberg se digne a ver este post, él sí sabe bien lo que pretende.
Enviada por su autora para Cubacoraje
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