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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Oferta, demanda y los precios: esas piedras nuestras de cada día

20 de Janeiro de 2016, 21:42, por Rosa C. Báez Valdés

Por Juan Triana Cordoví*

 

Fue mi amigo Goyo quien me dijo un día que lo que resultaba perverso no era tropezar dos veces con la misma piedra, sino encariñarse con ella. En Cuba hemos estado tropezando con la piedra de los precios varias veces.

Esta vez, ha sido el tomate quien nos lo ha recordado. El Solanum lycopersicum  se convirtió en un gran protagonista de nuestra vida cotidiana a inicios de año, cuando sus precios (20 y 25 pesos cubanos la libra en los mercados agropecuarios, el equivalente a un día de salario medio) lo catapultaron a la fama y facilitaron que, nuevamente, los precios, el mercado, la oferta, la demanda y la magra capacidad de una buena parte de los bolsillos cubanos se vieran las caras.

Durante estos días y en más de una ocasión las culpas han estado pasando desde el Estado, hacia la famosa ley de la oferta y la demanda, la acción de los intermediarios (identificados mecánicamente como especuladores muchas veces) los campesinos y lógicamente la administraciones de los diferentes eslabones de esta cadena de entuertos.

Sin embargo, más que culpables creo que deben encontrarse las causas que provocan estas situaciones anómalas. Apuntaré algunas de ellas.

La primera de todas las verdades es que la producción nacional de algunos de estos productos sigue siendo insuficiente, en 2015 además declinó y por lo general los rendimientos que se obtienen están muy alejados de la media internacional y de nuestras necesidades. Esta es una de aquellas piedras a la que parece profesamos mucho cariño.

Pero no todo lo que se produce va a la venta a la población. La mayor parte de la producción tiene otros destinos; la industria, el turismo y el consumo social, que son el otro componente de la demanda de estos productos.

Según estos datos de la ONEI, sólo el 50% de la ya menguada producción de papa, el 6% de nuestros ansiados tomates y el 8,5% de nuestras cebollas es lo que llega a los mercados agropecuarios.

Como no existe importación de estos productos para mejorar la oferta en estos mercados, entonces no hay más recursos que incrementar la presencia en las tarimas y solo el consumidor puede acceder a lo que le llega de nuestra menguada producción nacional.

La demanda además, ha crecido, pues hoy centenares de nuevos restaurantes y cafeterías se han sumado como nuevos demandantes de esos productos.

Este año 2015, recién terminado, medio millón más de turistas se han sumado como comensales, parte de los cuales visita en una o varias ocasiones los restaurantes privados. La producción es, a todas luces, insuficiente para cubrir todos estos destinos.

De hecho en nuestros propios hoteles seguimos sorprendiéndonos cuando encontramos vegetales y hortalizas e incluso ¡hasta yuca! importada, ante la ausencia, falta de sistematicidad y calidad inadecuada de la producción agrícola nacional.

La demanda creciente es siempre una oportunidad para incrementar producciones e ingresos, expandir capacidades productivas, introducir mejoras tecnológicas, generar nuevos negocios…Pero en nuestro caso ocurre algo único en el mundo, la demanda creciente es ¡un problema!. Esta es otra de nuestras piedras recurrentes.

Otro aspecto, también interesante, es que en la estructura del mercado agropecuario cubano, los mercados  estatales siguen siendo predominantes en cuanto a su participación en el valor total de las ventas. Así en el año 2014 participaban en el 51% del valor de los productos vendidos, mientras que hasta septiembre del 2015 eran el 37,8%. A su vez, los llamados mercados de oferta y demanda oscilan entre el 7 y el 8% de participación en la facturación y los puntos de ventas y los vendedores ambulantes (carretillas) suman de conjunto, alrededor del 36% de toda la facturación. Son formas organizativas del mercado que muchas veces funcionan con lógicas diferentes y en condiciones también diferentes.

Por estas y otras razones es que los precios son solo en parte el producto de eso que llamamos oferta y demanda. En otra parte, decisiva por cierto, los precios son el resultado de los costos de producción, circulación y comercialización, más los beneficios correspondientes a cada uno de esos segmentos de la cadena.

O sea, que nuestro poco tomate no llega virgen a los puntos de venta a la población, sino con su costo a cuesta. Si los costos de cosecha son altos, porque el salario diario de un jornalero en la agricultura puede cuadriplicar el promedio del salario diario nacional, si el petróleo ha subido de precio, si los insumos para producir nuestro tomate son también caros, sería pues casi ingenuo esperar que el tomate nuestro de cada día sea barato, en especial cuando el término “barato” siempre es algo relativo, que tiene en la ¿fortaleza? del bolsillo del cubano promedio un elemento determinante.

Si además entendemos que las personas que venden los tomates son también compradores de otros productos que se venden en nuestras tiendas estatales en divisas, a precios que a veces duplican y triplican sus costos de importación incluyendo el flete (aceite, perros calientes, muslos y contramuslos de pollo, leche en polvo, espaguetis, puré de tomate, detergente y otros productos de aseo y limpieza, algún refresco y de vez en vez -por qué no- una cerveza) y que los ingresos que reciben como compradores deben permitirle, después de cubrir costos y pagar impuestos, adquirir, al menos, una parte de esos productos,  entonces estamos más cerca de entender la magnitud de la “piedra nuestra cada día”.

En el mercado de los productos en CUC, los precios se multiplicaron por varias veces el valor de sus referentes en el mercado en CUP allá por los inicios de la década de los noventa (por ejemplo, y a la tasa de cambio actual, menor que la que existía en 1993, el precio de un producto prescindible como la cerveza es 41 veces mayor al que tenía en 1989, es decir, 4000 % más; un litro de leche se pagaba a 25 centavos de peso cubano, pero su precio en la TRD alcanza 1,25 cuc, esto es 125 veces más o 12 500% de incremento) lo que redujo drásticamente el poder de compra del salario del trabajador cubano.

Aquella medida, que respondió a urgencias incuestionables,  trae hoy más perjuicios que beneficios, pues genera múltiples incentivos negativos, tanto hacia las empresas como hacia los consumidores.

Para hacerlo más gráfico, la pregunta sería ¿cuántas libras de tomate deben venderse para, luego de cubrir los costos, permitirle al productor, adquirir un litro de aceite, comprar un kilogramo de pollo, un paquete de leche en polvo, etc.?

La economía está muy interconectada, nuestros mercados aparentemente tan segmentados tienen vasos comunicantes, y todo indica que nuestro mercado en CUC se ha convertido, desde hace mucho tiempo, en el referente fundamental de precios para todos nuestros mercados de consumo.

Saltar estas piedras o darle un rodeo es una difícil tarea para un Estado que, por otro lado, subsidia en más de un 97% los primeros 100 KW de electricidad para todas las familias cubanas, mantiene precios de 40 centavos de peso cubano en los ómnibus, varias veces menos que el costo real del pasaje, subsidia alimentos para todos, (los que necesitan el subsidio y los que no) aunque sean muchos menos productos que en aquella época especial en que recibíamos la ayuda fraternal y solidaria de la Unión Soviética, hace lo mismo con los medicamentos y no ha renunciado a mantener los servicios de educación y salud gratuitos, incluso para aquellos que hoy podrían pagar una parte.

Sin embargo, abstenerse de regular correctamente lo que debe ser regulado no es una opción. Tampoco debe serlo viajar hacia atrás en el tiempo y adoptar soluciones de ya probada insuficiencia.

A la lista de piedras con las que seguimos chocando habría que sumar también otras “características” de nuestros mercados de productos agrícolas.

De una parte está su escaso desarrollo y baja tecnología, que recuerda formas casi primitivas de organización y funcionamiento, la ausencia de cadenas de comercios que oferten productos frescos, la inexistencia de importaciones de estos productos  para compensar déficit coyunturales, regulaciones algunas de ellas poco adecuadas a las necesidades actuales, poca transparencia en las operaciones de compra y venta en esos mercados, la existencia de muy pocos mercados mayoristas, y la consiguiente falta de competencia, que favorece precios monopólicos y muchas veces abusivos.

Un dato puede ilustrar la situación, en la Ciudad de la Habana cuando apenas éramos más de medio millón de ciudadanos existían tres grandes mercados al menos, que recibían productos de todo el país: El mercado de Carlos III, el de Cuatro Caminos y el de la Plaza del Vapor. En los años ochenta, operaban tres mercados concentradores: Berroa, Ocho Vías y El Trigal. Hoy tenemos solo El Trigal, a cuya cooperativa se le concedió el monopolio del mayoreo de productos agrícolas en la capital del país: ¿Qué impide estimular la presencia de más mercados mayoristas en la capital de todos los cubanos?

Cuando se afirma que la ley de la oferta y la demanda es la culpable de nuestro tomate de 20 pesos, se reducen de forma muy simplista las causas reales del problema.

Países muy ricos y con una vocación para nada socialista, desde hace muchos años entendieron que la producción y la comercialización de alimentos es un asunto de alta sensibilidad política y han adoptado repetidamente medidas que a la vez de proteger a los consumidores, garantizan las condiciones mínimas para evitar que sus productores agrícolas sucumban a la competencia desleal de los de otros países.

En realidad los consumidores cubanos solo asistimos al último acto de esta larga puesta en escena en sus diferentes temporadas. Somos los que tropezamos con la piedra todos los días, como si alguien la llevara debajo del brazo y la fuera lanzando delante de nosotros a cada uno de nuestros pasos.

Tomado de Jagüeyenses en la red 

 

*Doctor en Ciencias Económicas, Profesor e Investigador Titular del Centro de Estudios de la Economía Cubana

 



En el nombre de Hugo Chávez Frías: no dejemos caer a Venezuela

7 de Janeiro de 2016, 22:06, por Rosa C. Báez Valdés

Por Stella Calloni

A sólo tres días de la instalación de la NUEVA Asamblea Nacional, el pueblo venezolano debe mirarse en el espejo de Argentina, que desde la asunción del derechista empresario Mauricio Macri, está bajo un “gobierno de facto” el cual, , desconociendo la facultad constitucional de convocar al Congreso de la Nación,  lo ignora y gobierna por decreto.

Cada decreto de necesidad y urgencia( que en ninguno de los casos merece esta calificación , porque no hay necesidad ni urgencia) es un mazazo contra las mayorías, contra el pueblo, una parte del cual lo votó después de 12 años de una campaña sucia nunca vista en esa dimensión de mentiras, falsedades y denuncias de los medios masivos de comunicación, parte indivisible del poder económico criminal y pro dictatorial que persiguió durante ochos años al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

También estos medios: grupo Clarín, La Nación, Infobae, Perfil, Crónica TV y más, con sus canales de cables (mas de 230 el primero) de aires, radios, medios impresos en todo el país, manejan mayoritariamente la información, mejor dicho la desinformación contra todos los gobiernos populares de la región. Ahora se quedan con todos los medios estatales y acabarán con las licencias de radios y TV comunitaria. Nos dejan sin voz.

La guerra psicológica (mediática) es una de las armas más importantes de la contrainsurgencia -que son las formas ilegales de lucha que utiliza Estados Unidos contra nuestros gobiernos y pueblos- y no sólo preparan los golpes de Estado, sino también las guerras coloniales que en este siglo XXI, han producido un genocidio tras otro y lo siguen haciendo

Esa oposición, que en sus intentos golpistas en Venezuela dejó destrucción y muerte y que en estos tiempos, respondiendo a los proyectos externos imperialistas ha actuado en la guerra económica, entregando miles de toneladas de alimentos, productos y medicamentos al enemigo externo, llámese paramilitarismo o empresariado colombiano, está actuando para destruir el enorme proyecto que produjo la llamada Revolución Bolivariana, ese sí un cambio de 180 grados en favor del pueblo venezolano.

Nunca se vivió un período igual. Lo saben en los barrios, en las zonas campesinas, lo saben los que aprendieron a leer y escribir, es decir a defenderse, lo saben en la recuperación de derechos como nunca antes había sucedido y en lo cultural, el avance más grande en la historia de ese país. Cuando vemos como uno de los símbolos, la orquestas de niños y juveniles, que han hecho conocer a Venezuela en el mundo entero nos sentimos todos orgullosos del lugar adonde llegó el país hermano.

Cuando se inaugura la vivienda número un millón en ese país, nos preguntamos: queridos hermanos venezolanos, ¿Creen ustedes que estos que se prestaron para incendiar a Venezuela desde el 2002 en adelante, para detener este proceso en favor del pueblo, tienen algún interés en que todo lo mejor que se ha logrado se mantenga o mejore?

La carta escrita recientemente por el golpista Leopoldo López de la que tomo sólo un párrafo dice: “Los diputados de la Unidad, pero en especial quienes conformen la Junta Directiva de la nueva Asamblea Nacional, tienen un mandato claro: conducir con urgencia un proceso de cambio profundo, constitucional y democrático. La dictadura ( así le llama el golpista Leopoldo López al gobierno de Venezuela) hoy está debilitada, pero aún vivimos en ella, y nuestro pueblo votó para cambiar este sistema que lo oprime, que lo humilla y que imposibilita que pueda encontrar las soluciones a sus problemas más sentidos. Es nuestra obligación seguir debilitando a este régimen usurpador y no darle respiro. Si Maduro y el resto de las cabezas de los poderes secuestrados por una élite corrupta y antidemocrática torpedean el cambio, desconociendo por la vía de los hechos los resultados del pasado 6D, pues habrá que removerlos. Desde 2014 venimos sosteniendo que La Salida (el plan golpista violento que el mismo dirigió) a este desastre debe ser por la vía constitucional lo más rápido posible. Ahí están los mecanismos constitucionales para hacerlo”.

López está clarísimo. Llama a seguir debilitando al gobierno. Admite que ha trabajado para esto y además convierte a una elección legislativa, en una especie de “orden” para intentar deponer al gobierno. Cuando los republicanos ganan en elecciones legislativas y son mayoría en el congreso de Estados Unidos ¿se supone que debe renunciar el presidente Barack Obama? Sabemos que no. Cuando en el año 2009 la oposición le ganó en legislativas al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner habló de los mismo, de que iba a sacar a la mandataria, que dos años después en el 2011 accedió a un nuevo mandato por más del 54 por ciento de los votos, Recuerden todo esto.

López habla del “cambio”, Lo hacía Macri cuya mayor promesa de campaña fue intervenir contra el gobierno y el pueblo venezolano, con un mensaje también para Cuba. .

El “cambio” que ofrece López lo estamos viviendo en Argentina. Las medidas tomadas por “el gobierno para el cambio” de Macri , impusieron el gabinete de los gerentes y asociados a empresas extranjeras, en todos los casos, el más pronorteamericano en la historia Argentina, comprometido y dependiente de Washington y también hay su partecita para Israel en Derechos Humanos, en Medio Ambiente y en otros cargos secundarios.

Washington instaló en áreas estratégicas: Política Exterior, Seguridad, organismo Anticorrupción, a personajes como la canciller Susana Malcorra, Patricia Bulrich y Laura Alonso, respectivamente, pertenecientes a Organizaciones No Gubernamentales (ONGS), ligadas a la inteligencia estadunidense que actuaron contra Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y especialmente en la destrucción de la unidad latinoamericana , sin la cual será difícil resistir al proyecto de recolonización continental, que se propone Estados Unidos.

Estas Fundaciones de la CIA y en el caso argentino, los “Fondos Buitres”, a los que tan enérgicamente denunció el gobierno de Fernández de Kirchner, en lo que fue apoyada por Naciones Unidas y los países víctimas de esa mafia criminal, que nos amenaza a todos, repartieron y lo siguen haciendo millones de dólares para desviar los procesos electorales.

No son los gobiernos los que cometen fraude electoral, sobre todo los gobiernos que con toda razón y dignidad defendieron el derecho a la emancipación definitiva y construyeron el sueño de un continente libre con decisiones propias, sino estas ”nuevas derechas” ni siquiera las oligarquías del pasado. Derechas absolutamente mediocres, derechas mercenarias, pagas, ligadas a lo más fundamentalista de la política estadunidense. ,

Macri, como figura en cables de wikileaks, publicados en Argentina se presentó a la embajada de Estados Unidos en 2007 para poner a su disposición el “único partido creado para negocios y el Mercado” (el suyo) y en el 2008 no tuvo empacho en ir a reclamar que EE.UU no estaba haciendo lo suficiente para derrocar a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el primer intento de golpe contra ésta, que fue el famoso “paro del campo". Hay que añadir que Macri y sus equipos de gobierno pertenecen a la Fundación Pensar dependiente de la ultraderechista Heitage de Estados Unidos. Podemos decir, sin lugar a equivocarnos que el gran “cambio” en Argentina es un “golpe blando” que no puede continuar sin represión y sin injusticia contra el pueblo.

De hecho, para que lo sepa el pueblo venezolano, la persecución ya está. Estamos viviendo un momento similar al golpe de estado que derrocó en 1955 al general Juan Domingo Perón cuando encabezaba un segundo mandato y había sido elegido por más del 60 por ciento de los votos.

La llamada Revolución Libertadora, que se había iniciado con un bombardeo de la marina sobre la casa de gobierno en junio de ese año, que dejó miles de víctimas, y que nadie quiere recordar, menos Macri, terminó llamándose popularmente la ”fusiladora” porque fusiló a un grupo de civiles y militares rebelados contra la brutal persecución que se originó.

El peronismo fue prohibido durante años, se podía ir preso por una fotografía de Perón o Evita, que el pueblo atesoraba en sus humildes casas. Como ahora, cada ministerio recibió la orden de acabar con todo lo que fuera peronismo (kirchnerismo). Miles fueron despedidos y perseguidos. Y preparan lo mismo ahora.

La cantidad de decretos emitidos por el gobierno y cada ministerio cambiaron la historia en días, favoreciendo a los sectores de mayor poder adquisitivo, a los bancos, a la especulación financiera, al “mercado”. La devaluación se llevó más del 30-40 por ciento de los salarios y ya hubo advertencia del ministro de Hacienda de que los gremios no debían negociar salarios “poniendo en peligro los empleos”. Chantaje lo llaman los sindicalistas. Anuncian aumentos de luz, municipales, de gas y otros, mientras ya en días han endeudado el país en millones y millones de dólares, condicionándonos e hipotecando nuestro futuro. Ya están tomando Centros Clandestinos de Detención y apartando a los organismos de Derechos Humanos. Sólo pasaron 20 días y como en cualquier dictadura militar, todo se hizo y se hace bajo decretos. Esta es la “democracia pro USA” de Macri.

Los ministerios han pedido los expedientes no sólo de tres años a esta parte, y se preparan para despedir a miles, pero solicitan el agregado de la pertenencia política del trabajador o empleado. Si esto no es persecución política descarnada ¿qué es?

Tienen a su favor los medios hegemónicos, que les aseguran impunidad mediática y a una justicia nunca democratizada que salvo dignidades especiales de muchos jueces -ahora también perseguidos o señalados- juega a favor de los grandes poderes fácticos.

¿Ustedes imaginan la destrucción de todo lo que se creó en Venezuela para favorecer a las mayorías en todos estos años? ¿Imaginan la destrucción social, política, económica y cultural?. Estados Unidos necesita acabar con el gobierno de la llamada Revolución Bolivariana, porque está seguro que si Venezuela cae en sus manos- que es el destino final que espera de este golpismo en ese país, como en Argentina- caerá América Latina y caerá el sueño. ya encaminado de la unidad continental, la única defensa, para no transformarnos en .colonias.

Aquí se están cerrando radios, medios, programas culturales y como está sucediendo, sólo quedará la calle, donde en este diciembre ya se reprimió brutalmente una protesta de trabajadores despedidos. Los organismos de derechos humanos están en peligro de desaparición y la llamada “corporación judicial” trabaja activamente para que nada quede en pie ,Este día lunes se oficializó por otro decreto el cierre de los organismos que debían trabajar por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la más democrática de las leyes escrita por universidades, profesionales, organismos sociales de todo el país , y también los cambios en esta misma ley, sólo para favorecer al Grupo Clarín y los monopolios mediáticos.

También mediante otro decreto Macri disolvió la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas y derogó gran parte del articulado de los Reglamentos. Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), como otras empresas estatales recuperadas volverán a privatizarse. Van a destruir el estado con un programa de neoliberalismo tardío, que sólo traerá destrucción y muerte.

El gobierno “manu militari” impide la entrada de los trabajadores del Centro Cultural Néstor Kirchner, como impidió a los directivos y trabajadores de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCAS) entrar a su sede violentando toda legislación.

Nuestros países y América Latina han dado pasos gigantes en la integración, odiada por Washington y las derechas, menospreciada por algunas izquierdas (¿serán de izquierda?), después que los gobiernos del Mercado Común del Sur (Mercosur) dijeran que no a la colonizadora Area para el Libre Comercio de las Américas (ALCA) en aquel memorable mes de noviembre de 2005. Eso fue a pocos días de otro hecho histórico, la elección de Evo Morales en Bolivia, el primer presidente de los pueblos originarios 500 años después de la colonización brutal del imperio español, a lo que llamaron “conquista”.

Hemos vivido uno de los períodos más extraordinarios en la vida aún dependiente de nuestra América, con gobiernos y pueblos que desafiaron al imperio que hoy intenta expandirse globalmente, destruyendo todo a su paso. Todo eso lo hemos vivido juntos, cómo los pueblos vivieron en las calles y las carreteras la inmensa rebelión antineoliberal de los años 90 y principios del 2000 cuando Estados Unidos comenzaba su proyecto de expansión mundial, que subordinaría a Europa hasta llevarla a la situación actual, y convertir a sus países en una especie de Estados “libres” asociados y por lo tanto profundamente dependientes.

Después de los genocidios cometidos por las invasiones estadounidenses, los golpes de Estado, los saqueos desde fines del siglo XIX, por primera vez habíamos logrado tener voz propia y decisión en muchísimos temas.

Hugo Chávez Frías se convertiría en el gran líder de la integración y de la solidaridad, con el ejemplo de la heroica Cuba, que acaba de llegar a sus 57 años de existencia y de resistencia de una Revolución en un pequeño y moralmente inmenso país, sitiado desde hace más de medio siglo.

El cambio verdadero fue lo logrado por estos gobiernos. Los pueblos de América, que con tantos obstáculos y dificultades priorizaron estos gobiernos, nacidos al calor de la lucha popular, no pueden olvidar sus derechos ganados. Los errores se modifican en el camino justo, no entregando el país a otro período de dominación y saqueo.

No permitan que estos miserables como Leopoldo López, quien sigue llamando a derrocar al presidente Nicolás Maduro, avancen hacia el “sueño norteamericano·” porque si cae Venezuela cae todo. En todo este tiempo Estados Unidos estuvo preparando su invasión silenciosa, sembrando de Fundaciones y Organizaciones No Gubernamentales a nuestros territorios (y también de bases militares y de espionaje). Y si Evo Morales pudo sacarlos legalmente de su país, por la violencia de la constante injerencia que ejercían sobre el pueblo boliviano ¿por qué tardamos tanto en hacerlo todos?

Tenemos una oportunidad histórica. No dejemos que destruyan lo que costó construir sobre tanta muerte, desolación, depredación, durante siglos. Venezuela fue un faro de solidaridad en estos años y ahora todos juntos debemos impedir la gran traición. No al golpismo electoral y legislativo (como en Honduras y Paraguay) No a una derecha cómplice de un proyecto imperial, que avanza sobre el mundo como un elefante en una vitrina, destruyendo todo a su paso, El mundo ha recuperado su equilibrio, lo estamos viendo. No estamos solos, ni perdidos. SÍ SE PUEDE.



Sin echar el laurel en la olla

7 de Janeiro de 2016, 21:20, por Rosa C. Báez Valdés

Por LUIS TOLEDO SANDE

El valor histórico del balcón del Ayuntamiento de Santiago de Cuba creció el 1° de enero de 1959, cuando desde allí Fidel, junto a Raúl, confirmó el triunfo de la Revolución.
El valor histórico del balcón del Ayuntamiento de Santiago de Cuba creció el 1° de enero de 1959, cuando desde allí Fidel, junto a Raúl, confirmó el triunfo de la Revolución. (Foto: Autor no identificado)

 

Sin restar importancia a las dos guerras llamadas mundiales, ni a la liberación de naciones como China y Vietnam –esta, además, con la ejemplar victoria sobre la invasión estadounidense en su haber–, del siglo XX cabe destacar cuatro procesos revolucionarios diversos: en orden cronológico, la Revolución Mexicana, la Revolución de Octubre, la Segunda República Española y la Revolución Cubana. Tres de ellos se ubican en ámbitos de la lengua española, hecho contrastante con el escaso prestigio que suele concederse a las ciencias sociales expresadas en ese idioma.

Pero ese ángulo, de interés y merecedor de atención frente a expresiones de colonialismo fomentadas desde otras áreas culturales, requeriría un análisis particular. El presente artículo apenas bordea el significado de la Revolución Cubana desde su fragua y su llegada al poder, y en su existencia hasta hoy. Haberla ubicado en el conjunto de procesos aludidos mueve a rozar por lo menos algunos rasgos de los tres que la acompañan en el esbozo.

La Revolución Mexicana, cuyo carácter pionero en aquel siglo no parece tenerse tan en cuenta como sería justo, fue un paso de avance en la transformación de un país de nuestra América frente a la herencia feudal que le llegó de su formación como colonia. La importancia de esa Revolución no debe ocultarla ningún estancamiento sufrido con el tiempo y al influjo de los forcejeos clasistas y presiones externas, lo que se dice sin afán de agotar el tema.

La de Octubre no se limitó a “diez días que estremecieron el mundo”: sumó décadas de una siembra emancipadora que incluyó tanto liberar a Rusia y sus colonias del zarismo como propiciar el nacimiento de varias naciones marcadas por aspiraciones socialistas. Generó, en fin, valiosas transformaciones internas y un baluarte para la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de grandezas tales, deficiencias y males internos contrarios al socialismo le impidieron llegar viva a los finales de la centuria en que tantos logros cosechó y nutrió tantas esperanzas, aunque haya interesados en negar unos y otras. Las causas del desmontaje antisocialista de los frutos de esa Revolución, incluida la propia Unión Soviética, deben seguir estudiándose. Ninguna precaución será ociosa para que errores y aberraciones como los allí entronizados no se reproduzcan y den al traste con otros proyectos justicieros.

Burocráticamente declarada irreversible por decretos que pretendían blindar el socialismo desde oficinas, la realidad que se logró construir en el camino abierto por aquel extraordinario Octubre fue demolida. Además de ser una tragedia en sí, ello ha dado asideros para negar legitimidad y valor a todo empeño revolucionario.

Esa tendencia dolosa se aprecia en análisis distorsionadores del pasado y el presente de la humanidad, aunque se trate de un afán democrático tradicional como la Segunda República Española, derrotada por una implacable alianza internacional de la reacción fascista, sin descontar los que puedan haber sido errores en su sostenimiento y su defensa.

Contra la dignidad de ese ensayo fundador –en cuyas filas se vertió sangre cubana– se lanzan hoy perros de la propaganda capitalista, en complicidad con la herencia del fascismo que nutrió en España el denominado Bando Nacional. Este, artífice del levantamiento anticonstitucional y terrorista contra la República, enlutó el país durante décadas y finalmente preparó la sucesión monárquica, sobre la cual se fabricó una transacción “democrática” enfilada a silenciar el pensamiento de izquierda y sepultar las aspiraciones republicanas. El sometimiento a la OTAN no es casual.

Secuelas de un desmontaje
La entrada el 8 de enero, en La Habana, de la Caravana de la Victoria, encabezada por Fidel, fue recibida con desbordado entusiasmo.

La entrada el 8 de enero, en La Habana, de la Caravana de la Victoria, encabezada por Fidel, fue recibida con desbordado entusiasmo. (Foto: Autor no identificado)

Volviendo a los afanes socialistas, se debe recordar que alguien tan objetivo, de pensamiento científico y de honradez militante al servicio del socialismo como Vladimir Ilich Lenin, sostuvo la inviabilidad de la plena construcción de un proyecto de esa índole en un país aislado. Sobran razones para entender las vicisitudes con que ha tenido que vérselas el experimento cubano.

Pero ese experimento lo puso en práctica una Revolución que triunfó el 1° de enero de 1959 y viene, por largo camino, de sus propias raíces, desde antes de 1868, con su propio Octubre vivido en ese año. Eso le ha permitido relacionarse con el mundo sin dejar de ser ella, y no solo llegar viva al siglo XXI: continúa su marcha, su pujanza, con el deber de fortalecerse, y enfrentando desafíos colosales, ya abiertos o enmascarados.

Entre los obstáculos que la rodean está la propaganda lanzada mundialmente contra todo lo que huela a revolución. En el caso de Cuba, tal campaña tiene sus recursos predilectos. Uno es sostener que la etapa más próspera del país fueron los años durante los cuales se entronizó la tiranía encabezada, al servicio del imperialismo estadounidense, por Fulgencio Batista, exponente mayor de los crímenes y el latrocinio sufridos por la nación.

El triunfo de la Revolución Cubana, y el apoyo con que desde la lucha insurreccional la abrazó la mayoría del pueblo, se debieron a su carácter popular: esa mayoría vio y encontró el camino para lograr, junto con la justicia social, la soberanía que la intervención estadounidense le arrebató en 1898.

Esa realidad explica que en 1961, tercer año tras la toma del poder, cosechara dos victorias íntimamente vinculadas, e impensables sin el apoyo mayoritario y entusiasta del pueblo: el aplastamiento de la invasión mercenaria en Playa Girón y sus inmediaciones, y la declaración del país como territorio libre de analfabetismo, gracias a la masiva Campaña Nacional de Alfabetización que hoy sigue dando frutos dentro y fuera de Cuba.

Fundamento
La presencia de campesinos de todo el país en la celebración del 26 de Julio en La Habana, en el propio 1959, mostró el carácter popular de la Revolución, y entre sus testimonios dejó este Quijote de la Farola.

La presencia de campesinos de todo el país en la celebración del 26 de Julio en La Habana, en el propio 1959, mostró el carácter popular de la Revolución, y entre sus testimonios dejó este Quijote de la Farola. (Foto: KORDA)

Esos logros, y otros, se buscaron y se percibieron asociados a la herencia martiana. Presente en la nación desde el siglo XIX, devino –como expresó Fidel Castro, guía de la obra desatada con los hechos aurorales del 26 de julio de 1953– fundamento moral de la acción armada iniciada entonces y, en consecuencia, de los logros cosechados en ese camino. En él, 1961 aportó otro nutriente explícito, asumido en la médula nacional de la obra revolucionaria: en Girón se combatió también en defensa del socialismo.

El carácter socialista de la Revolución se proclamó precisamente en la despedida de duelo de los mártires del bombardeo que, como ablandamiento artillero,  el imperialismo lanzó contra Cuba en vísperas de la invasión mercenaria. Esta, así y todo, fue derrotada en poco más de 60 horas. Fue una victoria de pueblos, porque a partir de entonces, como también dijo el guía histórico de la Revolución, todos los de nuestra América, no solo el cubano, “fueron un poco más libres”. Tal realidad abonó la simpatía que la Revolución cosechó en la región desde el mismo 1959.

El carácter popular que le permitió alcanzar el poder se consumó en logros masivos, como las leyes de Reforma Agraria y de Reforma Urbana, y la disminución de las grandes diferencias acumuladas entre el campo y la ciudad, sobre todo en lo tocante a la capital. En medio de las dificultades económicas de un país bloqueado, ese afán de equidad, sin el cual la Revolución habría estado sumamente incompleta, generó construcciones –carreteras, industrias, embalses de agua, edificios para diversos usos sociales: escuelas, centros de atención médica, viviendas– que transformaron hasta la imagen física del país.

Ello, asumido con sed de equidad para toda la nación, pudiera explicar el detenimiento constructivo y las dosis de pérdida de esplendor material padecido por la capital. Ese hecho, tendenciosamente desgajado del contexto, lo esgrimen los enemigos de la Revolución para denigrarla, y aunque no existieran contra ella tales campañas de descrédito, constituye uno de los frentes en que mayor esfuerzo por la recuperación necesita seguir acometiendo.

La búsqueda de equidad entre los territorios de la nación es también inseparable de logros que esta ha venido disfrutando desde 1959 en terrenos tan vitales como la educación y la salud, la ciencia y el deporte. En el quehacer literario –incluida la vertiente editorial– y en otras expresiones artísticas –cine, música, danza, plástica– se ha vivido, encaminado por instituciones que le han dado gloria al país, un apogeo sin precedentes.

Datos, esencia
Las nacionalizaciones de empresas que explotaban al país –extranjeras muchas de ellas, y en gran parte estadounidenses– fueron respaldadas por el pueblo.

Las nacionalizaciones de empresas que explotaban al país –extranjeras muchas de ellas, y en gran parte estadounidenses– fueron respaldadas por el pueblo. (Foto: Autor no identificado)

El auge lo ha caracterizado la búsqueda de masividad, con un amplio movimiento de aficionados en los distintos sectores poblacionales, y favoreciendo el desarrollo de individualidades sobresalientes, que han merecido admiración y lauros en distintas partes del planeta. Espectáculos artísticos de alto nivel están al alcance de la población, con entrada a precios módicos, o libre, al igual que los deportivos. Mantener ese camino es una de las señales con que en medio de severas dificultades la Revolución ratifica su lealtad, también en esas esferas, al José Martí que entendió que “ser culto es el único modo de ser libre”.

Enumerar las conquistas alcanzadas en los diversos frentes antes mencionados pudiera ser necesario ante quienes opten por desconocerlas, pero en esos casos resultaría estéril. Las personas honradas pueden disponer de la información que emana de la propia realidad. Alúdase solo a los altos grados de instrucción generalizada y a los índices de mortalidad infantil y esperanza de vida que hacen de Cuba un país ejemplar en esas esferas, como reconocen instituciones y organismos internacionales de la mayor relevancia.

Los logros están presentes asimismo en la amplia colaboración de Cuba con numerosos pueblos, y se aprecian hasta en una emigración que, a diferencia de la de otros países –y no solo entre los que clasifican como no desarrollados–, sobresale por su preparación técnica y profesional. Quien conozca la realidad de los inmigrantes en otras naciones, podrá dar fe de esas diferencias.

Anécdotas y experiencias de tal realidad abundan. El autor de este artículo no pasará de recordar la gratitud con que el embajador de un pueblo hermano acogió la iniciativa de una universidad, europea, de ofrecer a emigrantes de su pueblo cursos para adiestrarlos en tareas concretas.

Eran  las peor pagadas, y más despreciadas –por lo menos antes del reconocimiento de la etapa de crisis que allí se gestaba– entre los naturales de la nación a la que habían ido a parar: en ese caso, empalmar cables, vestir camas, limpiar ancianos…; en otros correspondería hablar de la agricultura y la construcción. Al final de la ceremonia en que su embajador había expresado gratitud a la universidad, un colega diplomático, amigo del articulista, le dijo a este: “Los emigrantes de tu país no necesitan esa ayuda”.

Pero Cuba ha tenido que desempeñarse en condiciones anormales, porque muy pronto contra la Revolución se lanzó la hostilidad de la mayor potencia mundial, los Estados Unidos. La poderosa nación imperialista, acostumbrada desde su gestación, y en su desarrollo –en él se ubica el robo de más de la mitad del territorio de México–, a dominar y saquear a otros países, no le perdonó a Cuba su dignidad nacional y su servicio al pueblo. Con esa orientación el gobierno cubano acometió nacionalizaciones indispensables, y en ello también tuvo un rotundo respaldo popular.

Patente imperial
El 2 de septiembre de 1960, en respuesta a las maniobras de la OEA en la reunión de San José, Costa Rica, para aislar a Cuba, la Primera Declaración de La Habana encarnó la firmeza de la Revolución y su latinoamericanismo, propio de la historia nacional.
El 2 de septiembre de 1960, en respuesta a las maniobras de la OEA en la reunión de San José, Costa Rica, para aislar a Cuba, la Primera Declaración de La Habana encarnó la firmeza de la Revolución y su latinoamericanismo, propio de la historia nacional. (Foto: Autor no identificado)
 

Pronto la hostilidad del vecino del Norte se expresó en un bloqueo económico, financiero y comercial que aún perdura, y en agresiones armadas. En estas se inscriben la invasión mercenaria de 1961 y las bandas de alzados –también mercenarias– que fomentó en distintos sitios del país, y que en sus monstruosos actos terroristas cometieron asesinatos, entre otros, de alfabetizadores.

En aquellos actos figuran la explosión del vapor francés La Coubre en el puerto de La Habana, y la voladura de un avión cubano en pleno vuelo sobre Barbados. Esta última acción, así como otras, la orquestaron agentes del imperio que gozan de libertad en la nación que se autopromueve como el modelo de  la democracia.

Cuando hoy, en su licencia imperial, el presidente estadounidense propone cambiar la política que su gobierno ha mantenido contra Cuba durante más de medio siglo, y dice que tal política no ha conseguido su propósito, solo queda una opción para interpretar sus palabras. Si a pesar del enorme daño económico, material y en vidas que esa política le ha causado a Cuba, el cabecilla del imperio la estima fallida, es porque ha sido planeada con un superobjetivo: destruir a la Revolución y restablecer en la mayor de las Antillas la dominación con que desde 1898 los Estados Unidos ensayaron aquí el neocolonialismo, “su sistema de colonización”, como lo denunció Martí pensando en los planes imperiales contra nuestra América en general.

Pese a todo, Cuba –y por eso ha obligado al imperio a buscar un cambio de imagen– perdura como ejemplo de resistencia. Ha dado apoyo ideológico y moral a otros pueblos, y protagonizado un aporte internacionalista que –aunque se propongan silenciarlo ingratos y enemigos– contribuyó a las mejores transformaciones emancipadoras en África. Lo han reconocido pueblos y guías políticos como Nelson Mandela en Sudáfrica, y varios en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina y otros de nuestra América.

La proclamación del carácter socialista de la Revolución fue abrazada por la gran mayoría del pueblo, y defendida desde el siguiente día en Girón.

La proclamación del carácter socialista de la Revolución fue abrazada por la gran mayoría del pueblo, y defendida desde el siguiente día en Girón. (Foto: Autor no identificado)

Allí, plantando cara al vecino poderoso, se han desafiado las maquinaciones de la Organización de Estados Americanos y del Área de Libre Comercio para las Américas. De ese enfrentamiento han surgido alternativas de dignificación soberana como la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Resurgen las banderas del socialismo, en busca de actualización creativa, aunque no sea más, ni menos, que por entre las estructuras del sistema capitalista.

Pero el imperio no cesa en sus planes, y dispone de enormes recursos. En general, con el individualismo y el pragmatismo consustanciales al sistema capitalista, propala el neoliberalismo. Estimula las llamadas desideologización y despolitización, máscaras del afán de erradicar el pensamiento revolucionario. Promueve y apoya cuanto pueda conducir a la reversión de planes nacionales molestos para su manía de dominarlo todo. Ahora, con respecto a Cuba en particular, intenta dar la imagen de un cambio de actitud, y propone otros métodos para lograr lo que la resistencia y la creatividad cubanas le han impedido conseguir.

Golpistas de etiqueta

Todo eso, de lo cual las campañas contra Cuba son inseparables, explica distintas formas de golpes de Estado que en Honduras y en Paraguay han venido a sustituir el gorilismo armado, que no debe considerarse definitivamente cancelado; los intentos golpistas en Venezuela, Bolivia y Ecuador; las campañas y amenazas contra la misma Venezuela bolivariana; la creación de nuevas bases militares en Colombia; la propaganda y las maniobras para alimentar la oposición contra los gobiernos de Brasil y Argentina.

La victoria de Girón y la erradicación del analfabetismo marcaron el alcance y la naturaleza de la obra revolucionaria.

La victoria de Girón y la erradicación del analfabetismo marcaron el alcance y la naturaleza de la obra revolucionaria. (Ambas fotos: Autor no identificado)

En esta última la derecha consiguió electoralmente el éxito contra las fuerzas progresistas que habían sacado al país del hundimiento en que lo atascó el desafuero neoliberal. El saludable optimismo no basta para ignorar que, con la guerra mediática y económica, el imperio y sus cómplices intentan aplastar cuanto proyecto justiciero le salga al paso. Sería torpe considerar a Venezuela un caso aislado.

Los zarpazos de la derecha neoliberal –que va por más en el mundo– se dan cuando en varios países las urnas han devenido camino de triunfo para proyectos emancipadores, y los medios imperiales de propaganda fabrican la imagen de que todo acto armado por parte de los pueblos es terrorismo repudiable. Los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, sin embargo, desencadenan guerras genocidas y consiguen edulcorarlas con falacias lingüísticas tan perversas como calificarlas de humanitarias: deformación de sentido que ha pasado incluso al periodismo revolucionario, o de izquierda al menos, para hablar de crímenes y desastres de lesa humanidad.

Es difícil –heroico, digamos sin rodeos– conseguir un triunfo revolucionario valiéndose de los mecanismos y procedimientos que el capitalismo ha perfeccionado para defender sus intereses. Pero la persistencia de la Revolución Cubana la explica su toma del poder por la lucha armada con decisiva participación popular. Y se ha mantenido gracias al decisivo apoyo de la mayoría del pueblo.

De las Marchas del Pueblo Combatiente y de los actos en reclamo del retorno del niño Elián González a la patria nació la Tribuna Antimperialista, llegada para quedarse cerca de la que ha vuelto a ser la Embajada de los Estados Unidos en Cuba.

De las Marchas del Pueblo Combatiente y de los actos en reclamo del retorno del niño Elián González a la patria nació la Tribuna Antimperialista, llegada para quedarse cerca de la que ha vuelto a ser la Embajada de los Estados Unidos en Cuba. (Foto: YAMIL LAGE)

No es casual que todo lo relativo a Cuba sea tergiversado o satanizado, con saña, por la propaganda imperialista. Para actuar, el país debe guiarse únicamente por la norma de la justicia y lo correcto: ni hacer para complacer al enemigo, ni dejar de hacer por no parecer que presta atención a sus campañas.

Cuanto haga será sometido a lentes distorsionadores, para desconocer sus aciertos y atribuirle errores o magnificar los que cometa. El esperado afinamiento en su política migratoria, por ejemplo, deja sin argumentos a no pocos infundios lanzados contra ella, y en igual medida los mismos que los propalaban intentan revertir el efecto de sus aciertos.

El contexto internacional está signado por la preponderancia de las fuerzas del imperio, y las circunstancias nacionales de Cuba se ven severamente dañadas por el bloqueo que este le ha impuesto durante más de medio siglo. Contra semejante engendro se proyecta el clamor de pueblos, avalado en votaciones de la Asamblea General de la ONU, pero  groseramente las burla el mismo gobierno que anuncia la voluntad de cambiar su política hacia Cuba.

Desplazamientos y persistencias

El mayor reto que se le presenta al país radica en mantener el afán de asegurar la justicia social en un contexto internacional con frecuencia sórdido. En él –ha escrito Fernando Martínez Heredia en su libro El corrimiento hacia el rojo, título alusivo a los ciclos de expansión y contracción material del universo– se aprecia “un mundo extraño, en el cual reinan el lucro y el hambre, y no parece haber futuro para la decencia”.

No caben en pocas líneas las instituciones cuyo intenso trabajo testimonia la atención brindada a la cultura. La Feria del Libro –que no se limita a La Habana–, es una de las múltiples evidencias de esa realidad.

No caben en pocas líneas las instituciones cuyo intenso trabajo testimonia la atención brindada a la cultura. La Feria del Libro –que no se limita a La Habana–, es una de las múltiples evidencias de esa realidad. (Foto: Autor no identificado)

Ante ello lo pertinente y digno no será cruzarse de brazos y renunciar a construir un mundo mejor, que es posible, además de necesario para que la humanidad llegue a merecer en plenitud ese nombre. Como añade el mismo autor citado, “la indecencia carece totalmente de legitimidad”.

La búsqueda de la decencia en las relaciones humanas a todos los niveles define lo que un país como Cuba, que ha llegado hasta donde está gracias a la construcción revolucionaria, debe tener en la brújula de sus replanteamientos en pos de una eficiencia económica indispensable para mantener el proyecto justiciero que tanto esfuerzo y tanta sangre ha costado. La seducción economicista y pragmática no será garantía para ningún empeño revolucionario erigido sobre la convicción de que la historia lo avalará, aunque tampoco deba ignorar los requerimientos de la economía.

La Cuba que halló en Martí el fundamento moral para su transformación, debe recordar el reclamo del Maestro, quien en “Crece” (abril de 1894) se planteaba si la revolución que él fraguaba tendría posibilidad de triunfar. Ante la duda, razonable, sostuvo que el gran deber patrio y humano sería hacer posible la revolución, o, por lo menos, acometerla del modo más eficaz. Lo innoble sería traicionar la grandeza del sacrificio.

La celebración de los Juegos Panamericanos de 1991 fue un justo reconocimiento al deporte cubano, que ha cosechado impresionantes victorias en el mundo.

La celebración de los Juegos Panamericanos de 1991 fue un justo reconocimiento al deporte cubano, que ha cosechado impresionantes victorias en el mundo. (Foto: Autor no identificado)

Se avanzaba hacia la guerra que estallaría el 24 de febrero de 1895, y afirmó: “Era ambiente la revolución, y hoy es plan. Era un sentimiento inútil y cómodo: como corona de adelfas era, y de laurel, que no hay derecho a arrancarse de la frente para sazonar, con sus hojas ensangrentadas, la olla de la comodidad”. Comprendía que, aunque imperfecto, lo hecho antes del 10 de octubre de 1868 –la “preparación gloriosa y cruenta” asumida en el Manifiesto de Montecristi (marzo de 1895), ya en pie la nueva guerra–, se inscribía en la gloria de la cual sería deshonroso huir: “¡infeliz, en la memoria de los hombres, quien eche el laurel en la olla!”. Ratificó así la base ética de su pensamiento y de su conducta.

Como otros suyos, aquel texto de Martí de 1894 sigue trazándole a Cuba el gran deber de hoy, cuando acomete una nueva etapa en una permanente sucesión de institucionalizaciones. Ese empeño, que empezó con el desmontaje, desde 1959, de las estructuras capitalistas, vivió un momento señero cuando en 1976 se aprobó, en proceso hondamente democrático, popular, la Constitución que ratificó a Cuba como república y como Estado socialista, llamado, por tanto, a tener la guía de trabajadores y trabajadoras, nada parecido al capitalismo de Estado.

Con esas luces entra la Revolución en su año 58, cuando se prepara el VII Congreso del Partido que tiene la misión de guiarla, y el cual en su anterior Congreso aprobó los Lineamientos para acometer lo que se ha denominado actualización del modelo económico cubano.

Utilidad y virtud

Se debe hacer lo necesario para que la Revolución mantenga ese espíritu productivo y –siempre Martí– orientado por la utilidad de la virtud, superior a la virtud de la utilidad, y para que dentro de muchas décadas se pueda seguir hablando de ella como de una realidad viva, no de un proceso estancado en resignaciones o sacado de rumbo por deformaciones que serían deplorables. Cuando se ha tenido como brújula echar la suerte con los pobres de la tierra, y se ha vivido más de un siglo de luchas revolucionarias, sería criminal abandonar el camino que esa brújula ha venido indicando.

Al Centro Nacional de Investigaciones Científicas, pionero y emblemático en su esfera, se han sumado numerosas y relevantes instituciones que aseguran el futuro de Cuba como país de ciencia y conciencia.

Al Centro Nacional de Investigaciones Científicas, pionero y emblemático en su esfera, se han sumado numerosas y relevantes instituciones que aseguran el futuro de Cuba como país de ciencia y conciencia. (Foto: Autor no identificado)

Sabedor de que “ni hombres ni pueblos pueden rehuir la obra de desarrollarse por sí,–de costearse el paso por el mundo”–, Martí sostuvo: “No yerra quien intenta componer un pueblo en la hora en que aún se lo puede; sino el que no lo intenta. Si no se lograse la composición, se lograría al menos el conocimiento de las causas por que no podía lograrse; y eso limpiaría el camino para lograrla mañana”.

El error es humano, pero la rectificación, también humana, es además sabia, y lo que se haga debe regirse por la ética: “Si se intenta honradamente, y no se puede, bien está, aunque ruede por tierra el corazón desengañado: pero rodaría contento, porque así tendría esa raíz más la revolución inevitable de mañana”. Pero no valdrían autocomplacencias a estas alturas de un camino en que el “Patria y Libertad” de los mambises condujo al “Libertad o Muerte” del Ejército Rebelde, lema que el logro de la libertad convirtió en “Patria o Muerte” y frente a la saña enemiga fue coronado por un “Venceremos” que hoy resulta más fuente de responsabilidad y compromiso consciente que nunca antes.

La Revolución, que en las actuales circunstancias urge mantener, puede verse como la que en su tiempo –con el ejército español en Cuba y el estadounidense dispuesto a invadirla– Martí vaticinaba que podría ser inevitable luego. Más de un siglo después –con una Cuba que ha encarado y vencido desafíos tremendos–, la realidad es otra, y tampoco se debe olvidar un hecho: a lo largo del devenir humano, las revoluciones no han sido términos en la historia.

En sus mejores frutos –incluso a pesar de errores y hasta de traiciones– han representado actos de transición o fuentes de luz hacia logros de mayor alcance. Para Martí, como se lee en su texto de 1894 citado, la meta era la que puede seguir orientando a Cuba hoy y siempre: el “fin humano del bienestar en el decoro”. Nada menos.

A espectáculos de compañías danzarias –Ballet Nacional, Conjunto Folclórico Nacional y otras–, del movimiento teatral y de agrupaciones musicales –como la Orquesta Sinfónica Nacional, en la foto– el público accede a precios módicos o con entrada libre. (Foto: L.T.S.)

A espectáculos de compañías danzarias –Ballet Nacional, Conjunto Folclórico Nacional y otras–, del movimiento teatral y de agrupaciones musicales –como la Orquesta Sinfónica Nacional, en la foto– el público accede a precios módicos o con entrada libre. (Foto: L.T.S.)

En la Escuela Latinoamericana de Medicina estudian jóvenes de escasos recursos, provenientes de la región e incluso de los Estados Unidos. Ha sido visitada, entre otros, por Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.

En la Escuela Latinoamericana de Medicina estudian jóvenes de escasos recursos, provenientes de la región e incluso de los Estados Unidos. Ha sido visitada, entre otros, por Ban Ki-moon, secretario general de la ONU. (Foto: CUBADEBATE, AFP/Pool)

Las criminales restricciones impuestas por el bloqueo son un grave obstáculo para la salud, pero Cuba mantiene una atención médica socializada y de alta calidad. Así en el Cardiocentro Pedriático William Soler, al que corresponde la foto.

Las criminales restricciones impuestas por el bloqueo son un grave obstáculo para la salud, pero Cuba mantiene una atención médica socializada y de alta calidad. Así en el Cardiocentro Pedriático William Soler, al que corresponde la foto. (Foto: Autor no identificado)

También a pesar del bloqueo se mantiene la educación universal y libre de pago para todas las personas en edad escolar, y fuera de ese sector disfrutan igualmente ese logro incontables interesados en superarse profesionalmente. Se incluyen centros para educación especial, como la Escuela Solidaridad con Panamá, del municipio Boyeros , en La Habana, para niños con discapacidad físico-motora.

También a pesar del bloqueo se mantiene la educación universal y libre de pago para todas las personas en edad escolar, y fuera de ese sector disfrutan igualmente ese logro incontables interesados en superarse profesionalmente. Se incluyen centros para educación especial para niños con discapacidad físico-motora. (Foto: www.aclifim.sld.cu)

Del 17 de diciembre de 2014, la memoria patriótica cubana guarda especialmente el completamiento del regreso de los Cinco luchadores antiterroristas que sufrieron injusta prisión en cárceles del imperio.

Del 17 de diciembre de 2014, la memoria patriótica cubana guarda especialmente el completamiento del regreso de los Cinco luchadores antiterroristas que sufrieron injusta prisión en cárceles del imperio. (Foto: ESTUDIOS REVOLUCIÓN)



Tomado de Revista Bohemia



Comunicado de Prensa: Propuesta Tatu

6 de Janeiro de 2016, 22:14, por Rosa C. Báez Valdés

Licenciados en medicina FOTO Roberto RuizAnte la falsa información sobre inhabilitación de títulos emitidos por Cuba a profesionales médicos Argentinos egresados en ese país, producto de las becas de la Revolución cubana decimos :

Que tenemos un impagable agradecimiento a la Revolución Cubana, su pueblo y Fidel, sin esa enorme solidaridad latinoamericanista, jamás hubiéramos sido médicos.

Llevamos en lo mas profundo de nuestros sentimientos el orgullo y el honor de ser egresados en la ELAM de Cuba.

1) Que, no hay posibilidad legal de inhabilitación de títulos una vez otorgada la matrícula, esta es permanente dentro de las normas vigentes; es decir la actualización profesional.
2) Que existe un Convenio que si se denunciara, mantiene por dos años su vigencia a partir de la fecha de denuncia. ( Tratado de Viena ).
3) Hay Derechos adquiridos.
4) La competencia para reconocer títulos es del Ministerio de Educación y NO del Ministerio de Salud como así tampoco del Ministro de Salud de Nación Dr. Jorge Lemus, como afirma la nota periodística.

Lamentamos que muchos medios amigos, se hayan hecho eco de esta supuesta información, creando mucha incertidumbre.

POR UNA VIDA DIGNA PARA TODOS

PROPUESTA TATU ( P.T.- 3 )
Médicos Argentinos egresados en Cuba

https://www.facebook.com/PROPUESTA-TATU-259259947450747/

Foto de Roberto Ruiz/Archivo



Para algunos fue simplemente vísperas de Reyes Magos…

6 de Janeiro de 2016, 21:28, por Rosa C. Báez Valdés

Por Rosa C. Báez

Ayer fue 5 de enero: para algunos, amarrados a los recuerdos de infancia o enganchados en la vertiginosa vorágine del consumismo, fue vísperas de Día de Reyes… para muchos cubanos, fue además el aniversario de una pérdida trágica e inolvidable… ese día cayó asesinado por bandidos contrarrevolucionarios alzados en el Escambray, el joven maestro, alfabetizador, negro y revolucionario Conrado Benítez…

Tenía sólo 19 años recién cumplidos… se había graduado de maestro en Minas del Frío y había acudido presto al llamado de Fidel a la primera de las batallas de ideas, la campaña de alfabetización… fue de los primeros en ser ubicados y también el primero en entregar su vida en tan noble causa. Su nombre se convertiría luego en bandera, al crearse días después la brigada de alfabetizadores Conrado Benítez… honrando dicho emblema moriría otro joven, Manuel Ascunce.

Conrado Benítez y Manuel Ascunce

Era apenas una niña, pero recuerdo nuestras noches en el barrio, jugando con mis vecinitos, en la mano aquel pomo de dulces lleno de cocuyos transmutado en farol y en la garganta, el himno: "somos las brigadas Conrado Benítez, somos la vanguardia de la Revolución. Con el libro en alto cumplimos una meta, llevar a toda Cuba la alfabetización". Llevaron, sí, con las letras la luz de la verdad y luego, en lejanas tierras, otros jóvenes maestros cubanos entregarían sus vidas luchando también "trocando la oscurana en claridad"…

Otras jóvenes vidas nos cobró el terrorismo asesino, pero quizá ningunas me llegaron tan dentro como estas… Recuerdo cuando visité el Museo de la Alfabetización, cómo me conmovió el tamaño de sus uniformes, ver sus objetos, pensarme en su lugar, sufrir sus jóvenes muertes…

Sí, quizá para algunos ayer fue simplemente vísperas de Reyes.

Nota en la prensa nacional
Joven alfabetizadora


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