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La Polilla Cubana

3 de Abril de 2011, 21:00 , por Desconhecido - | No one following this article yet.
Mi blog es una ventana abierta sobre Cuba y el mundo, desde la verdad y la justicia

Estados Unidos: malos propósitos e ignorancia

17 de Novembro de 2014, 0:06, por Rosa C. Báez Valdés

Por  Néstor García Iturbe*

 Un amigo tuvo la gentileza de enviarme el artículo de la columnista del Wall Street Journal, Mary Anastasia O'grady , titulado “Cuba’s Slave Trade in Doctors”, el cual trata de tergiversar totalmente los propósitos que mueven a Cuba en relación con la ayuda médica que presta a distintos países del mundo.

 Cuando analizamos los artículos que el Wall Street Journal publica bajo la firma de  O'grady, comprendemos que de la misma es imposible recibir una valoración imparcial y balanceada como debe ser el trabajo de un periodista que se respete y que a la vez se haga respetar por sus lectores.

 Los escritos que hemos podido analizar de la misma se refieren a distintas situaciones sobre América Latina. El estilo y enfoque de O'grady es en extremo crítico y reaccionario.  No es necesario describir un paraíso cuando se habla de algún país de nuestro continente, pero tampoco es honesto satanizarlo.

 Sus comentarios sobre Chile, la educación en dicho país y en especial sobre la líder estudiantil Camila Vallejo llegan en su mayoría a ser degradantes para la propia O'grady.  Dentro de las ideas que trata de transmitir, está la aseveración que la periodista realiza sobre el interés de los chilenos en el comunismo y plantea que uno de los mayores culpables de esto fue precisamente Augusto Pinochet, que no supo detener esta tendencia.  Quizás considere que Pinochet debería haber asesinado un número mayor de chilenos para asegurar, que al dejar el poder, no quedaran vestigios de  esa tendencia ideológica. En otro artículo sobre Chile, publicado el 2 de noviembre del 2014, titulado “El milagro chileno avanza en reverso” se realiza un análisis desproporcionado y totalmente falso del curso de los acontecimientos  bajo la dirección de Michelle Bachelet, evidentemente con el propósito de socavar el prestigio de la misma.

 En cuanto a la Argentina, en un artículo que publicó el 17 de marzo del 2013, realiza un análisis donde se proyecta hacia el futuro de dicha nación. Plantea que todavía la señora Kirchner no ha terminado de implantar un régimen totalitario sin libertad de prensa, pero que ese día llegará pronto.  Expresas que se está persiguiendo a los comerciantes, que los periódicos son acosados cuando publican artículos que no están dentro de la línea oficial.  En el propio artículo trata de crear enemistad entre el Papa y Argentina, tratando de hacer ver que el gobierno ha planteado que todos los obispos tenían complicidad  con la dictadura.

 Los artículos de esta señora no han excluido de sus patrañas ataques contra Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, y otros países latinoamericanos que han preferido trabajar en pro  de la defensa de los intereses nacionales, alejándose de los designios de Washington.

 En cuanto al mencionado artículo sobre Cuba, uno de los tantos, pues Cuba  aparece en la lista de favoritos de la señora O'grady, el mismo utiliza la misma técnica que utilizaban los propagandistas del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, iniciar el artículo con una gran mentira, que llame la atención, se fije en la mente de los lectores y después tratar de sustentar la misma.

 En el artículo publicado el 9 de noviembre del 2014, se plantea que Cuba recibe anualmente 8 mil millones de dólares (8 billones) por el concepto de servicios prestados a otros países por parte de nuestros médicos. Esta cifra, de ser cierta, superaría lo que Cuba recibe en otros rublos, como el Nickel y el Turismo. La cifra que se ha mencionado en distintas oportunidades sobre este tipo de ingreso, no sobrepasa los 2,000 millones de dólares.

 Es importante resaltar que, de acuerdo a lo que he podido conocer, Cuba solamente recibe ingreso por este concepto de un número de países, cuya economía y relaciones comerciales con Cuba lo permiten.  Un buen número de países reciben esta ayuda sin costo alguno, estos son países que no cuentan con recursos económicos para garantizar la atención médica de su población y que por lo regular la misma padece de un buen número de necesidades, principalmente el no contar con una adecuada alimentación.  Si no tiene para comer, como les vamos a cobrar.

 Los países a los que Cuba no cobra la atención médica, se responsabilizan con el alojamiento y  alimentación del personal médico cubano, al cual también le entregan mensualmente una módica cantidad en dinero del país para sus gastos personales. Por otra parte, Cuba  continúa pagando a la familia de dichos médicos el salario de estos.

 Regularmente el personal médico cubano, que incluye médicos, enfermeras, técnicos y especialistas de la medicina, son los asignados a los lugares más remotos y olvidados del país, donde muchas veces hace años que no visita un médico, donde en ocasiones la primera labor es el establecer la comunicación y relaciones con el curandero de la tribu, para poder desarrollar su labor.

 En ocasiones la labor solidaria, sin costo alguno,  de Cuba, promueve que otros países también ayuden al país donde están actuando las brigadas médicas cubanas.  Cuba aporta el personal médico especializado y el otro país aporta la medicina y otros recursos, también con carácter gratuito.

 Como otro aporte a la salud pública de distintos países, Cuba cuenta con la Escuela Latinoamericana de Medicina, en la que estudian jóvenes de distintos países que se gradúan como médicos y después regresan a su país para ejercer. En esta escuela, al igual que en otras facultades de medicina de la isla, estudian jóvenes de países africanos, asiáticos, latinoamericanos e inclusive estadounidenses.  Ni las personas, ni sus gobiernos, pagan cantidad alguna durante los años en que estos se  preparan como médicos.  En la mayoría de los casos, los gobiernos entregan al estudiante una cantidad para sus gastos personales, ya que Cuba asume el alojamiento, matricula, libros y alimentación de los mismos. 

La Revolución Cubana no comercia ni se enriquece con las desgracias ajenas.

 La solidaridad de Cuba llega hasta los más remotos rincones y si en algunos casos se cobra una cantidad por los servicios médicos brindados, el principal objetivo de esto es el poder sufragar los gastos en que incurre en países donde el hambre y la situación económica no permite al gobierno de los mismos dar una atención adecuada a la población.

 Quisiéramos tener un  ingreso mayor por estos conceptos, para poder ayuda aún más  a otros países del mundo, que en vez de recibir ayuda, cada día le roban los recursos económicos con que cuentan y las grandes corporaciones que se apropian de los beneficios de esta política del despojo, solamente se ocupan de recibir las utilidades, no de garantizarle la vida a los pueblos que explotan.

 

*Cubano, Doctor en Ciencias Históricas. Miembro del Consejo Asesor y del Consejo Científico del Instituto Superior de Relaciones Internacionales; Editor del Boletín Informativo El Heraldo

 

Imagen agregada RCBáez



Habana, La Habana, mi Habana

16 de Novembro de 2014, 3:55, por Rosa C. Báez Valdés

Por Rosa C. Báez

 

Hermosa Habana, Vieja Habana.
Ni el paso de los años,
ni el cerco canallesco que te acosa
han podido opacar tu belleza,
Emerges altiva y remozada
de las manos laboriosas de quienes te aman.

(Tania Nesterovsky, poeta venezolana)

 

Habana de contrastes, de hermosos edificios modernos, de vetustas casas que han renacido bajo la mano cuidadosa del albañil; Habana de solares y cuarterías, de aceras rotas, de ventanas que se abren sobre el bullicio de una ciudad tan grande que caben en ella cubanos de todas las provincias…

Habana que te redescubres en cada excavación, que renaces en cada monumento, que te mueres un poco en cada esquina sucia…

Habana a la que todos llegan y no quieren marcharse porque eres "la capital de todos los cubanos"… aunque algunos te cuidan y otros no te sienten suya aunque no te abandonen…

Habana que tanto anduve, calles que tanto recorrí… hoy que la vida me niega esa alegría de caminarte sola, de desandar tus recovecos, vuelvo a recorrerte a través de esas imágenes que un día hice…

Habana mía, en tu cumpleaños, sólo un deseo: que todos los que te habitan te sientan como propia y te cuiden, para que muchos años aún siga tu encanto atrayendo a todos…

 

 

 

 

Fotos RCBáez



Cuba-EE.UU: Negociaciones sin condiciones previas

15 de Novembro de 2014, 20:11, por Rosa C. Báez Valdés

Por Manuel E. Yepe*

 

 El gobierno cubano siempre ha sido partidario de negociaciones sin condiciones previas como el único proceder adecuado para buscar el camino a la  normalización de las relaciones entre Washington y la Isla.

Ha sido el régimen estadounidense, encabezado por presidentes de los dos partidos que se alternan en su sistema de gobierno, la parte que siempre que ha exigido condiciones antes de sentarse a conversar.

Esas exigencias, que invariablemente han trascendido no solo en el plano oficial sino también -y sobre todo- como parte de la larga e intensa campaña contra Cuba en los medios corporativos estadounidenses, han cubierto un disímil abanico de pretextos, evidentemente destinados a impedir el diálogo.

Inicialmente fueron los procesos judiciales contra los asesinos y torturadores de la tiranía derrocada por la revolución; la promulgación de leyes para la nacionalización de latifundios y negocios estadounidenses que controlaban la economía cubana; el apoyo a las luchas libertarias en varios países latinoamericanos; el apoyo a las luchas contra el apartheid y por la independencia en África, y la alianza con la Unión Soviética para  sobrevivir el bloqueo, las amenazas y las agresiones de Estados Unidos.

Más tarde, comenzaron a acudir a pretextos menos susceptibles de probar, tales como supuestas violaciones de los derechos humanos y de las reglas de la democracia. Finalmente recurrieron a la más absurda de todas las acusaciones: el apoyo al terrorismo, un flagelo del que Cuba ha sido, durante más de medio siglo, una de las víctimas más sufridas a escala global.

En un artículo titulado “Mojigatos argumentos sobre derechos humanos de Obama contra Cuba”, no exento de jocosidad pese a lo serio del asunto, el periodista estadounidense Matt Peppe, recogió en su blog algunos argumentos que Cuba podría poner como requisitos para que los dos países entablaran conversaciones, si fuera su propósito obstaculizar tales perspectivas.

“Raúl Castro, Presidente de Cuba, pudo haber dicho que quiere establecer relaciones con los Estados Unidos, pero primero Washington debe proporcionar seguro médico a los 46 millones de sus ciudadanos que carecen de ella; suprimir los asesinatos extrajudiciales mediante drones en países soberanos; hacer la educación superior accesible para todos; reformar su sistema penitenciario que tiene, por mucho, la más alta tasa de encarcelamiento en el mundo, con una desproporcionada cantidad de prisioneros que pertenecen a las minorías; conceder la  soberanía a Puerto Rico como exigen la carta de la ONU, la declaración de la ONU sobre la descolonización y el referéndum popular en Puerto Rico de 2012; poner fin al bloqueo económico contra Cuba, que ha sido consecutivamente condenado por la Asamblea General de Naciones Unidas en los últimos 22 años; cerrar el centro de detención y torturas de Guantánamo y devolver a Cuba ese territorio; hacer justicia a los terroristas cubanos que residen libremente en Miami luego de haber bombardeado aviones civiles, hoteles y barcos de pesca cubanos; y poner en libertad a los tres cubanos que permanecen como presos políticos en Estados Unidos por haber estado investigando a los grupos terroristas en el sur de la Florida para prevenir nuevos ataques.

Pappe aclara que, en verdad, lo que dijo el presidente cubano fue que: "no les pedimos a Estados Unidos que cambie su sistema político o social, pero no aceptamos negociar el nuestro. Si realmente queremos avanzar en nuestras relaciones bilaterales, tendremos que aprender a respetar nuestras diferencias. Si no es así, estamos listos para continuar otros 55 años en la misma situación."

Según Obama: "Cuba aún no respeta los derechos humanos... El pueblo estadounidense acogerá con gusto el día en que el pueblo cubano pueda vivir sus vidas con libertad…"

Presumiblemente, dice Pappe, Obama significa que eso ocurrirá cuando Cuba renuncie al derecho a la autodeterminación que garantiza la carta de la ONU para unirse al orden neoliberal impuesto por Estados Unidos; cuando Cuba se comprometa a entregar el control estatal sobre sus industrias, su banca y sus telecomunicaciones abriéndolas a la inversión extranjera, para que más dinero pueda ser enviado al exterior en vez de quedarse en la economía nacional para beneficio del pueblo cubano; cuando Cuba se comprometa en acuerdos de "libre comercio", que impidan la protección de la mano de obra y las salvaguardas ambientales mientras obligan a las empresas locales a competir en un desigual juego con las empresas multinacionales que reciben subsidios del gobierno estadounidense que les permiten reducir sus precios de venta. En fin, cuando Cuba decida privilegiar las ganancias privadas sobre el bienestar social.

Los argumentos del presidente estadounidense sobre los “derechos humanos” y la “democracia” no son más –dice Pappe- que una herramienta de propaganda que eleva al acusador a un estatus moral superior para poner al acusado a una posición indefendible, al margen de los hechos reales, la historia y el contexto.

Estados Unidos nunca sugiere que Cuba sea juzgada con arreglo a tantas Convenciones, Pactos y Declaraciones que la comunidad mundial ha elaborado y aprobado en este campo, sino que Cuba se atenga a los criterios que Estados Unidos establece para ellos, que Washington se considera apto para interpretar y juzgar por sí mismo.

 

Noviembre 15 de 2014

*Periodista cubano, especializado en temas de política internacional.

 

Enviado por su autor, publicado en su blog Manuel Yepe: Opiniones desde Cuba

Imagen agregada RCBáez

 



Cuba combate al ebola y garantiza la salud global

14 de Novembro de 2014, 18:36, por Rosa C. Báez Valdés

Por Nydia Egrem, en @BuzosdlaNoticia

Cientos de epidemiólogos, infectólogos y profesionales sanitarios cubanos los que viajaron más de siete mil kilómetros hasta África Occidental, región donde la epidemia de ébola ya infectó a 13 mil 700 personas y ocasionó más de cinco mil muertes. Esas brigadas aspiran a cumplir con su promesa de salvar a los enfermos y regresar sanos a su país. Son la única esperanza para millones de africanos y la primera línea de defensa contra el pánico y la ansiedad que imponen cuarentenas obligatorias, cierres de fronteras, suspensiones de visados y despliegue de tropas en zonas de riesgo.

La alerta se activó en marzo, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó un brote de ébola en Guinea Conakry, que luego se expandió a Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal. Desde entonces, África Occidental es la mayor zona de riesgo epidemiológico y su población clama por ayuda, ya que muchos de los 400 médicos locales se contaminaron y miles de pacientes quedaron sin atención y sin diagnóstico oportuno. Esto nunca se había visto en ningún brote anterior de ébola.

De los 193 países miembros de la OMS, Cuba fue el primero en ofrecer su contribuición con personal médico para enfrentar esa emergencia sanitaria. Esa respuesta ha sido reconocida por la comunidad internacional y algunos medios de comunicación influyentes, entre ellos The New York Times (TNYT) que en su editorial del 19 de octubre estimaba que el aporte cubano es parte del esfuerzo que el Estado nacional de este país hace para mejorar su estatus en el escenario mundial, pero que aún así debe ser aplaudido e imitado.

Detrás de esa acción solidaria está medio siglo de ataques biológicos que ha sufrido la población cubana desde el triunfo de la Revolución. En 1961-62 la Operación Mangosta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) esparció químicos en los cañaverales para enfermar a los campesinos y contaminar el azúcar de exportación. En 1971, Cuba vivió el primer brote de fiebre porcina, razón por la que tuvo que sacrificar toda su población de cerdos; una década después, se introdujo una virulenta variedad de dengue que afectó a 273 mil personas, de las que 158 murieron.

Por esas amargas experiencias, Cuba se propuso formar recursos humanos de excelencia especializados en la prevención médica. Pese a que el bloqueo que hace 55 años le impuso Estados Unidos (EE. UU.) que la priva de recursos básicos como medicinas y alimentos, hoy esta pequeña isla posee una riqueza colosal: 90 mil médicos con espíritu solidario. La OMS reconoce que las brigadas cubanas que trabajan en el mundo son las más experimentadas, pues la mayoría de sus elementos ha participado en más de dos misiones en el extranjero.

Ante la expansión del ébola, de inmediato 15 mil profesionales de la salud se ofrecieron como voluntarios para ir al occidente africano a frenar la epidemia. Así, el 15 de septiembre, 461 sanitarios comenzaron su preparación teórica y práctica en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) de La Habana.

Mientras los voluntarios se capacitaban rigurosamente en bioseguridad y contra las enfermedades emergentes que podrían enfrentar en la zona afectada en Atlanta, Georgia, Barack Obama anunciaba su plan de combate al ébola. En la sede del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de esa ciudad propuso enviar tres mil efectivos militares a África Occidental, que serían coordinados por el Comando Africano (Africom) con un Mando de Fuerzas Conjuntas en Liberia. Además dispuso usar fondos de contingencia del Pentágono (unos 500 millones de dólares) y solicitar al Congreso otros 88 millones para equipos, hospitales móviles y kits para 400 mil viviendas.



Entre tanto, el 2 de octubre llegaba a Sierra Leona –país devastado por una guerra civil de 16 años– el primer grupo de 165 cubanos. Uno de ellos, el doctor Ronald Hernández Torres envió este mensaje: “para tranquilidad de nuestra familia, amigos, vecinos y todos quienes se preocupan por nosotros, estas fotos muestran la preparación intensiva que hemos recibido por expertos de la OMS y de nuestros queridos maestros de la Unidad Central de Colaboración; capacitación que nos posibilitará trabajar en las mejores condiciones. Venceremos y volveremos”.

A su vez, el doctor Leandro Castellanos Vivanco narraba su llegada a aquel país: “al vernos con nuestras banderitas cubanas se podrán imaginar la alegría de los niños que saltaban, reían y nos saludaban desde sus quimbos”. El director de esa brigada, Jorge Juan Delgado Bustillo, dice que la connotación epidemiológica del ébola le confiere un tinte estratégico distinto al que su equipo ha enfrentado en otros países: “en otras circunstancias se sabe dónde está el enemigo, aquí estamos en un medio donde la enfermedad se multiplica cada día. Nunca nos habíamos enfrentado a una situación tan complicada”, subraya.

El 21 de octubre el presidente Raúl Castro despidió al segundo contingente de 83 colaboradores cubanos que viajó a Liberia y Guinea Conakry –ambas golpeadas por décadas de pobreza– y al abordar el IL-96 prometieron entregarlo todo, sanar hasta el cansancio, cuidarse permanentemente, regresar sanos y volver a la Patria narrando sus victorias. Una vez en su destino, se adiestraron para resistir los pesados trajes de protección en jornadas de hasta tres horas contínuas bajo el intenso calor de la zona de desastre. Trabajarán por turnos y en pequeños equipos durante seis meses.

Washington reacciona

El gesto de Cuba se nutre de la tradición solidaria internacionalista de su Revolución. Así lo reconoce la editorial de TNYT del 19 de octubre, al citar que en medio siglo, Cuba envió más de 185 mil profesionales de la salud a por lo menos 103 países. Tras el terremoto en Haití sus médicos protagonizaron la lucha contra el cólera y cuando algunos regresaron enfermos, la isla enfrentó el primer brote de esa enfermedad durante una década. La Habana ofreció enviar médicos a Nueva Orléans para atender a los heridos del huracán Katrina en 2005, pero los dirigentes estadounidenses rechazaron el ofrecimiento.

 El artículo ‘En la reacción médica ante el Ébola, Cuba da un golpe muy superior a su peso’, The Washington Post (TWP) reseña que mientras el mundo arrastra los pies frente al avance del virus, la pequeña isla emerge como proveedor crucial de experiencia médica en las naciones africanas afectadas por esa epidemia. Al describir el despliegue de 550 soldados del Pentágono en países afectados, TWP afirma que sería cuestión de sentido común y compasión que si los cubanos cayeran enfermos el Pentágono debiera darles acceso al centro médico que construyó en la capital de Liberia y ayudar a su evacuación.

Aunque el envío de voluntarios médicos al centro de la epidemia cultivó la simpatía internacional, pronto se apuntalaron las obsesiones anticubanas de la Guerra Fría. El historiador Gred Grandin recordó que el Departamento de Estado intenta diluir ese gesto al reactivar el Programa de Profesionales Cubanos de la Medicina Bajo Palabra, que consiste en incitar al personal médico cubano a desertar a EE. UU. Otra ofensiva provino de la prensa de La Florida, al afirmar que el Estado cubano envió médicos a África para obtener cuantiosas ganancias. En contraste TeleSur calificó de Héroes contra el ébola a los contingentes de la isla.



Mientras los voluntarios médicos cubanos combaten al ébola con riesgo de su propia integridad física, en EE. UU. se debate si debe permitirse el ingreso a todos los que proceden de las naciones afectadas por esta epidemia, o si debe imponerse una cuarentena sólo a trabajadores de salud que vienen de aquella región. Detrás de esa inquietud están la desinformación y las presiones de sectores que ven en la emergencia sanitaria de países pobres un riesgo para el estado de bienestar de la población estadounidense.

Dereck Thompson, en su artículo ‘El peligroso mito del pánico contra el Ébola’, critica la cobertura mediática sobre esta epidemia: “El ébola está en la televisión, la radio, los periódicos y en el Internet. Todos hemos consumido sobredosis del virus en esa cobertura en las últimas semanas mientras muchos saben ya, que en África hay una terrible crisis de salud, pero que en EE. UU. apenas ha muerto una persona por esa causa. La cobertura mediática responsable no ha abundado en los últimos tiempos, por lo que se ha contribuido a formentar la histeria sobre este tema”, dice Thompson en The Atlantic.

El pánico global por la epidemia radica en que es un mal nuevo; es temible porque los estadounidenses nunca han tenido experiencia con ella e ignoran cómo se comportarían, explica el consultor en percepción de riesgo David Ropeik a la editora de Live Sciencia, Rachael Rettner. En cambio, sí saben cómo comportarse ante la gripe, aunque ese virus mate al año entre tres mil y 49 mil personas en este país, mientras que el ébola sólo ha ocasionado la muerte de una persona. Para evitar la ansiedad ante la epidemia, Ropeik propone reconocer que las emociones nublan la razón y evitar hacer juicios sin conocer los hechos. Sobre todo hay que informarse en lugar de preocuparse, pues el estrés debilita el sistema inmunológico.

Esa paranoia está detrás del aislamiento forzoso de la enfermera Kaci Kickox, aislada en el aeropuerto de Newark a su regreso de Sierra Leona a pesar de dar negativo a ébola en un hospital de Nueva Jersey. Kickox afirmó que no seguirá en casa la cuarentena que le impuso Maine, su estado natal, hasta el 10 de noviembre. Si sale de su vivienda será arrestada por el policía que custodia su puerta.

Kickox es la primera afectada por los controles adoptados por los Centros de Control de Epidemias de varios estados para evitar la propagación de la epidemia, que han sido criticados por especialistas. La paranoia contra el ébola llevó al secretario de Defensa, Chuck Hagel, a firmar una orden que impone un periodo de observación de 21 días a todos los militares que forman parte de la Operación Asistencia Unida (de ayuda contre el ébola en el sureste africano).

La orden se extiende a todas las Fuerzas Armadas (unos cuatro mil militares, entre ellos ingenieros, expertos en logística, enfermeras y médicos) que no tratan directamente a pacientes. Debido a esta orden, una decena de tropas que terminó su misión en Liberia y su general, Darryl Williams, están bajo observación en la base militar estadounidense de Vicenza, en Italia.

La paranoia generada por la epidemia alcanzó a la auxiliar de enfermería española Teresa Romero, contagiada en su país por atender a misioneros que contrajeron ébola en África. Ningún medio español publicó su intención de seguir cuidando a los enfermos al considerar que ella ya tenía anticuerpos que la protegían, tal como dijo a su esposo. Pero el acoso fue tal que su perro Excalibur fue eliminado por temor a un supuesto contagio, aunque 300 mil personas firmaron para mantenerlo vivo.

Proteger la casa

Mientras el acoso y la paranoia por la epidemia paralizan a millones de personas en el llamado Primer Mundo, los miembros de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América–Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA–TCP) se posicionaron como pioneros para actuar en la protección de sus poblaciones. Realizaron la Cumbre Extraordinaria en Cuba del 20 de octubre, donde el coordinador en jefe de la ONU para el ébola, David Nabarro, agradeció y reconoció el envío de voluntarios cubanos a la región y destacó que ese despliegue supera a la cantidad de personal enviado por Médicos sin Fronteras o el Comité Internacional de la Cruz Roja, y más de lo que han enviado Estados Unidos, el Reino Unido y China.


A su vez, la directora general de la OMS, Margaret Chan, afirmó que el virus del ébola es implacable y de los más mortales del planeta, porque no perdona el más mínimo error y se aprovecha de toda oportunidad para intensificarse o propagarse a nuevas áreas. Por ello no pasa un día sin conocerse de un caso en un aeropuerto o una sala de emergencia en algún lugar del mundo. Admitió que las personas tienen miedo, pero si un país se prepara bien puede derrotar un brote de ébola, como ocurrió en Senegal y como puede suceder con el brote de Nigeria.

Días antes, el líder cubano Fidel Castro en su reflexión ‘Llegó la hora del deber’, afirmó que era momento para que EE. UU. y Cuba pusieran fin a sus diferencias, así sea temporalmente, para combatir esta amenaza global. Como efecto de ese llamado, de la presión de la prensa estadounidense y de la Cumbre del ALBA, la vocera del Departamento de Estado, Marie Harf, manifestó que celebraba la oportunidad de colaborar con Cuba para enfrentar el brote de ébola. Un paso significativo fue la presencia del director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades para Centroamérica, Nelson Arboleda, en la reunión técnica de la ALBA–TCP.

Paradojas de la naturaleza: Cuba encabeza el combate contra la epidemia de ébola acompañada de sus adversarios políticos, quienes en la cima del pánico violan los derechos humanos de sus propios ciudadanos, entre ellos el de la libertad.

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Fuente Revista Buzos

Esta misma revista dedica su Editorial a los médicos cubanos que luchan contra el ébola

Los médicos cubanos

Frente a la terrible amenaza del ébola, en el mundo surgieron de inmediato dos posiciones diametralmente opuestas, de un lado la decisión de combatir la epidemia hasta vencerla, salvando a la población amenazada en los países africanos y evitando la propagación del virus a otros continentes; ésta fue la actitud de miles de médicos cubanos que respondiendo al llamado de su Gobierno se alistaron voluntariamente, dispuestos a enfrentar la enfermedad en el occidente africano arrostrando el peligro mortal que el contagio representa. En el extremo opuesto están los países que, dejándose llevar por el miedo y la desinformación, se han limitado a tomar medidas para que el mal no llegue a su territorio, aislando a la población de los países afectados y cerrando sus fronteras para evitar el acceso de todo sospechoso de portar el virus, creyendo garantizar así el “estado de bienestar” de la población norteamericana a la que se ha encargado de alarmar a través de las campañas mediáticas que la han llevado al borde de la histeria.

La primera actitud conduce al envío oportuno de experimentados médicos, personal sanitario, medicamentos y equipo; corresponde a una visión humanista, solidaria con todos los pueblos pobres del mundo; y sólo podía adoptarla un país como Cuba, cuyo internacionalismo lo ha llevado a participar, siempre en primera línea, para llevar ayuda a más de 100 países que han sufrido epidemias, guerras o desastres naturales. La segunda actitud, característica de los países llamados de primer mundo, con Estados Unidos (EE. UU. ) a la cabeza, sólo acarrea el cierre de fronteras, suspensión de visas y el despliegue de tropas en zonas de riesgo para asegurar la contención de la epidemia. Mientras el Gobierno cubano se propone salvar a la población africana, el estadounidense, simulando proteger a los de casa, viola los derechos de médicos, militares y ciudadanos a quienes somete a cuarentenas y arrestos domiciliarios a su regreso de los países afectados, aunque las pruebas arrojen resultados negativos al ébola.

Es digno de admiración que Cuba esté en condiciones de poner este ejemplo al mundo entero, siendo un país pequeño, aislado no sólo geográficamente, sino por el asedio y el bloqueo económico al que EE. UU. lo ha sometido por décadas; sólo hay una explicación posible para tal proeza: el régimen económico y social imperante en la isla y el Gobierno correspondiente, capaz de formar médicos altamente calificados y con una elevada conciencia del deber social, dispuestos a luchar por el bien de la humanidad, a diferencia del individualismo y el afán de lucro que la ideología capitalista inculca a todo tipo de profesionistas, que jamás estarán dispuestos a exponer voluntariamente su seguridad personal en bien de sus semejantes.

Y es reprobable la reacción del imperialismo norteamericano, que en lugar de seguir el ejemplo de las brigadas cubanas de combate al ébola en África, ha reactivado su ofensiva ideológica, de un lado calumniando al Gobierno de la Isla para desvirtuar su loable objetivo y de otro incitando a los médicos cubanos que arriban a las misiones sanitarias para que deserten, seducidos con el señuelo de la vida americana. Así recompensa el imperio ese gesto de solidaridad y humanismo; pero no faltan voces que aún en el seno del capitalismo consideran héroes a quienes marchan como soldados de la salud para luchar contra el ébola, dispuestos a arriesgar su vida para salvar a la humanidad; y tampoco faltan los países que arrastrados por el ejemplo, se suman al gran esfuerzo de los médicos cubanos, tal es el caso de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América.



Honduras: Asesinan en el Bajo Aguan al dirigente campesino hondureño Juan Ángel López Miranda

14 de Novembro de 2014, 17:28, por Rosa C. Báez Valdés

Por Dick & Mirian Emanuelsson

´Juan Galindo´, en diciembre de 2010

 

TEGUCIGALPA-BAJO AGUAN / 2010-2014-11-14 / “Vivimos en una zona de terror. El Ejército con grandes armas. Están muriendo campesinos, brutalmente asesinados. Sabemos que aquí hay sicarios colombianos e israelitas que están filtrados en los batallones. Esta lucha la vamos a seguir. Nos va a costar sangre pero un día vamos a ver la luz”.

Lo dijo en entrevista a nosotros el 9 de diciembre de 2010. El 11 de noviembre de 2014, lo asesinaron. Ya son más de 130 campesinos en el Bajo Aguan asesinados desde el golpe militar 2009.

Video: http://youtu.be/J1oFJEKyp8M

Audio: https://app.box.com/s/bp3cvldxeugq5cdh2tre

 

Juan Ángel López Miranda dirigía el mayor asentamiento campesino en el Bajo Aguan con más de 1500 campesinos más familiares. Acusaba a los sectores del estado pero al servicio de los tres terratenientes como Miguel Facussé, Reinaldo Canales y René Morales en el Bajo Aguan).

Fue el 9 de diciembre de 2010. Llovía fuertemente mientras le entrevistamos. Era como si el cielo lloraba ese día, algo así como un presentimiento de lo que vendría, allá en el norte de Honduras, al lado la costa del Mar Caribe. Hace dos días, el 11 de noviembre de 2014, fue asesinado por dos sicarios cuando salía de una iglesia.

– Los guardias de Miguel Facussé tienen armas de guerra que es prohibido. Miguel Facussé es dueño de 90.000 hectáreas. La ley tiene un tope de 350 hectáreas. Están muriendo campesinos, brutalmente asesinados. Sabemos que aquí hay sicarios colombianos e israelitas que están filtrados en los batallones. Están siendo financiados por la cúpula capitalista como Miguel Facussé.

Militarizado toda la región

El Bajo Aguan era y es un hervidero popular. Ya las masas campesinas han vivido oprimidas y sin tierra demasiado tiempo, desalojadas madres que recién han parido, echadas por la bota militar a las carreteras del departamento de Colón, bajo la lluvia y las tormentas, vulnerables por todas las enfermedades y animales en las plantaciones de Palma Africana.

La militarización en el Bajo Aguan es un reflejo del resto del país en donde se cobra un impuesto adicional para armar nuevos batallones de Policía-Militar. En realidad son Fuerzas Especiales del Ejército bajo el guión estadounidense. Prácticamente esta reemplazando al cuerpo policial. El descontento en la Policía Nacional es dramático y sus integrantes distribuyen comunicados sin firmas en donde denuncian la militarización de la sociedad hondureña y el “maltrato” que dicen recibir por las autoridades de las instituciones y del presidente&gobierno hondureño.


Unidades del “Operativo Tarea Xatruch” armados con todo arsenal.

 

Centenares de miles de campesinos sin tierra

Y esa militarización la denunció Juan Ángel López Miranda cuando lo entrevistamos 2010:

– Y el gobierno, desalojando a la gente como pasó ayer en el Asentamiento Paso Aguan. ¡Este país esta comprado por los narcopolíticos”! Esta lucha la vamos a seguir. Nos va a costar sangre pero un día vamos a ver la luz”.

Son miles de campesinos sin tierra y organizados en diferentes movimientos en esta rica región de Honduras que habían ocupado tierra poco tiempo después del golpe de estado de 2009, reclamando una reforma agraria. Retaron doblemente al Poder Fáctico en Honduras. Pero debido a su organización y unidad se hicieron respetar.

El presidente que había sido elegido durante el estado de sitio en noviembre de 2009, Porfirio Lobo, se vio obligado de sentarse con los representantes de los campesinos. Era urgente de llegar a un acuerdo antes que se levantaran los centenares de miles de campesinos sin tierra que viven en una increíble miseria en el campo hondureño. Juan Ángel era uno de los negociadores de los campesinos allá en el palacio presidencial.

El Bajo Aguan había sido y sigue siendo militarizado por más de mil militares, policías y agentes de la inteligencia militar, asesorados por militares estadounidenses y colombianos. El “Operativo Tarea Xatruch” comenzó y sembraba, como decía Juan Galindo, pavor y horror, militarizando la vida cotidiana.

Los medios de comunicaciónes ligado al golpe militar 2009 trataron por todos los medios de encontrar pretextos para criminalizar la lucha de los campesinos en el Bajo Aguan por una reforma agraria. Ya son más de 130 campesinos asesinados.

 

“Guerrilleros” fantasmas solo con machetes

Los medios de comunicación ligados al golpe de estado militar, acusaban a los campesinos por estar respaldados por grupos guerrilleros de Nicaragua, Venezuela, Colombia, Cuba, hasta Hezbollah de Libanon estaban armando al campesinado en Aguan.

Los medios de comunicación hondureños en su gran mayoría transmitían y escribían sin cuestionar absolutamente nada. Nunca ha sido capturado o sentenciado un solo supuesto guerrillero campesino. Pero la sangre campesina sí, se ha derramado en las masacres y asesinatos selectivos durante estos últimos cinco años. Casi mil niños en Bajo Aguan han vuelto huérfanos.

 

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